Relato: El hijo del zapatero (2)



Relato: El hijo del zapatero (2)


EL HIJO DEL ZAPATERO (2)



Cap�tulo 2




Una semana despu�s Do�a Ana fue a visitar a Alondra.





�Hola! P�sale Ana, es un placer atenderte, �Vienes a
medirte alg�n par de zapatos en especial? �Deseas que mi marido te muestre
algunas novedades?


No, en esta ocasi�n es otro el motivo.


T� dir�s.


Mira Alondra, voy al grano. Tengo sospechas bien fundadas
de que en este negocio existe alguna mirilla, agujero o rendija por la que
la clientela es observada mientras se mide el calzado; yo aseguro que hay un
lugar estrat�gico desde el que nos miran las piernas, las nalgas y los
calzones y no s� que m�s; es m�s, en lo particular, me atrevo a afirmar que
fui vista durante un largo rato cuando hac�a el sexo con tu marido.


�T�, con mi marido? Ana, eso es muy delicado. Se puede
dar cuenta tu esposo y te mata.


�Claro que es delicado! Pero, no te hagas la inocente,
que no te queda. Yo s� que �l y yo estamos cometiendo adulterio. Pero, creo
que m�s delicado es que en la zapater�a haya resquicios por donde la
clientela, en especial la mujer, sea observada. Te dec�a que tengo
evidencias y una de ellas es que mientras tu esposo me met�a su gran verga y
yo jadeaba como loca, me parec�a escuchar otros gemidos, uno de una mujer
bien caliente y otro como de un adolescente. Aqu� en esta casa, mujer madura
s�lo t� y adolescente, nada m�s tu hijo. As� que� saqu� mis conclusiones y
puedo asegurar que fueron t� y tu hijo quienes disfrutaron doblemente,
viendo y haciendo sexo. Lo pens� bien� antes de venir a exponerte esta
situaci�n. T� y yo tenemos una larga amistad, pero considero un abuso el
hecho de que no se respete a la clientela. Por lo pronto, s� que tengo la
batuta en la mano, puedo hacer lo que me convenga. Puedo correr el chisme de
que en este establecimiento no hay seriedad, ni honestidad; que no existe
moralidad y que no hay respeto por la persona; puedo acudir a las oficinas
municipales a quejarme; adem�s, puedo decir que t� y tu hijo�


No sigas Ana� dime que pretendes.


Ya nos vamos entendiendo. No es mucho, y lo que te voy a
proponer nos conviene. En primer lugar, que no se descubra mi infidelidad,
tampoco tu relaci�n con tu chamaco; en segundo lugar, que si t� lo haces con
tu hijo� bien podr�as ayudarme con el m�o� t� ya tienes experiencia.


Con el m�o, pero no con el ajeno. Bueno� Y t� Ana, nunca
has probado hacerlo con tu hijo.


No, no me atrevo. Lo he descubierto algunas veces
masturb�ndose, viendo pel�culas pornogr�ficas, toma mis pantis y los deja
manchados de semen, siento que a veces me esp�a cuando me cambio de ropa o
cuando me ba�o, despistadamente me pone su verga en mi trasero cuando me
abraza; siento su garrote que se va haciendo cada vez m�s grande, me
caliento y tambi�n, disimuladamente lo evito para no llegar a mayores; mi
ni�o debe darse cuenta lo que me provoca, porque se empe�a en aprovechar
cualquier momento para tocarme las tetas y las nalgas ya sea con los brazos,
con las manos o con su cara. Cuando me subo a la escalerilla para guardar la
ropa o para limpiar los muebles lo sorprendo viendo por debajo de mi
vestido, para salir del momento me dice: - �Te ayudo mam�?, le contest�: -
no hijo, gracias. Yo creo que ha de conocer toda mi ropa interior: bragas,
ligueros, sostenes, medias y dem�s; pienso que hasta me ha visto ya los
pelos de mi concha y alguna vez hasta los del ojete, �Cu�nto no ver�a antes
de descubrirlo! Debo confesarte que me pone cachonda por sus intentos de
espiarme� en ocasiones yo propicio situaciones que lo mandan al ba�o a
masturbarse: cuando me pruebo un sost�n saco al aire una de mis tetas y con
un dedo mojado acaricio mi pez�n, cuando me pongo las medias abro mis
piernas deliberadamente, me agacho, me doy masaje, me siento para que vea
hasta la cocina, yo tambi�n termino por masturbarme� situaci�n que mi ni�o
tampoco ignora. Bueno, Alondra, pero no me has dicho si est�s de acuerdo en
mi propuesta.


Guardar nuestros secretos se me hace f�cil, lo que no te
puedo asegurar es que le guste a tu hijo que alguien ajeno venga a chuparle,
moverle y cogerle su verga, quiz� no acepte una conchita o una boquita como
la m�a. El ha de estar obsesionado con cogerte a ti, que eres su madre; al
final de cuentas t� eres su primera impresi�n, contigo es con quien desea
hacerlo. Pero, �estoy de acuerdo! T� me dices la hora, el lugar y la fecha
para tratar a tu muchacho, de todos modos, te sugiero que me ayudes en esa
tarea y que tambi�n participes, de esa manera tu hijo se desinhibe y
acabamos con ese problema.


Gracias. Alondra. �Qu� buena amiga eres! Sab�a que
comprender�as y que no te ibas a molestar conmigo. Yo te aviso. Con tanta
pl�tica morbosa me siento cachonda, he de estar mojada por la excitaci�n, mi
concha pide inmediatamente un dedo o una verga; �Me permites masajearme un
poco para aliviar mi calentura?


Esta es tu casa Ana, puedes hacer lo que desees





Do�a Ana, con una mano se soba los senos y con la otra va
directo a su sexo, aparta su braga, se introduce un dedo en el co�o:



- �Ahhhhhhh! �Qu� rico!, �Mhhhhhhh, Ahhhhhhhhh!



Luego, se mete otro m�s:



- �Ahhhhhhhhhhh! �Co�o!�Cabr�n! �mmhhhhhhh. Y t� Alondra, �No
te calientas al verme as�? Yo s� que t� eres igual o m�s caliente que yo.




�Claro que si! S�lo estaba esperando tu invitaci�n y en
prueba de nuestra amistad y de nuestro acuerdo te ofrezco los servicios de
nuestro mozo Ernesto, �l es chofer, jardinero y ayudante de mi marido en la
zapater�a. �Ernesto! �Ernesto! �Puedes venir un momento?


�D�game se�ora! �En qu� le puedo servir?


A m� en nada, por el momento. Atiende a Do�a Ana, b�sale
su conchita que la tiene muy caliente y mojada. �Ati�ndela bien!


�Espera Alondra!





Do�a Ana deja de masajearse por la presencia intempestiva del
mozo de la casa y expresa:




- Esta es una verdadera sorpresa. �Co�o! �chico! �Quieres
decir que este joven me lo va a chupar?



S� y adem�s te va a quitar lo caliente que est�s.
�Adelante Ernesto! Ponte de rodillas y levanta el vestido de Do�a Ana y
qu�tale sus bragas para que no te estorben y chupa, succiona y lame su
cl�toris y toda su rajita, �Hazlo ya!





El joven, de unos 24 a�os, ni tardo ni perezoso se inclina
ante Do�a Ana, le ayuda a levantarle su vestido, la despoja de sus bragas y con
su lengua se va directo a la vagina:





Ahhhhhhhhhh, �Alondra! Mmmhhhhhh, Ahhhhhhhhhhh��Qu�
guardadito te lo ten�as! �Qu� lengua! Ahhhhhhhhhh. Sigue muchacho del
demonio, me est�s poniendo en el cielo. Ahhhhhhhhhhh., �cabr�n! �Mhhhhhhh,
ahhhhhhhh!





Ernesto es un muchacho de la costa, del puerto jarocho
(Veracruz); vino en busca de trabajo a la refiner�a de Poza Rica, como no tiene
familiares ni conocidos, no encontr� empleo, sigui� buscando hasta que,
casualmente, se top� con Don Alfredo, quien lo ocupa principalmente para tareas
del negocio. Ernesto tiene el aspecto del cl�sico pescador de altamar: fornido,
musculoso, alto, de pelo rizado, ojos caf� claro, fuerte, alto (1.90m), piel
tostada por sol y con una verga gruesa, como de 20 cent�metros, bien parecido y
noble de car�cter. Alondra, por la fuerza de la compa��a (ir al s�per, a la
escuela, a cobrar facturas y a otros menesteres) se fue aquerenciando con el
mozo, de tal modo que el cari�o y relaci�n fue a m�s hasta convertirse en
amantes del sexo. Una vez descrito el perfil del fiel sirviente, regresemos a la
acci�n. Nos quedamos en que Ernesto pasa y repasa la lengua por la concha de la
mujer, chupa el cl�toris, succiona los jugos, lame los pelos e introduce su
lengua:





�Ernesto! Volt�ala y ponla en cuatro patas para que le
beses el ojete.





Nuevamente, el joven obedece, deja de mamar la concha y
suavemente voltea a la dama, a la que le vuelve a levantar el vestido, la pone
en cuatro patas y toma con sus manos las nalgas, las va separando lentamente,
las va abriendo despacio, hasta que surge un punto negro y rugoso, rodeado de
escasos vellos, el objetivo esta a la vista; el joven dirige su mirada y su
lengua hacia el hoyito invitador, da un lenguetazo cual si fuera un can, da otro
y otro m�s, de repente le avienta un escupitajo y la saliva barre y cubre en su
totalidad el peque�o orificio, el cual es movido y removido con su lengua, la
cual va perforando m�s y m�s, hasta que Do�a Ana exclama:





�Ahhhhhhh, ahhhhhhhhh, mhhhhhhhhh!, �Qu� emoci�n! �Qu�
lengua! �Qu� bien trabaja este mozuelo! Se ve que est� bien adiestrado.
�Ahhhhhhhh, Aghhhhhhhhh!, me estoy viniendo, �Ahhhhhhh, Aghhhhhhhhhhhhh!,
Alondra, esto es una bendici�n, �Ahhhhhhhh. Agggghhhhhhh!





Al ver esta escena, Alondra empieza a excitarse y se levanta
su vestido para introducirse un dedo en su conchita:





Ahhhhhhhhh, �Cabr�na! �Ya acabaste! Me da envidia que t�
est�s gozando y yo al margen. �Ernesto! Ven ac� �Yo sigo! S�lo deja
quitarme est� braga que me estorba para que trabajes a gusto. �Chupa! Lame a
tu ama, hazme gozar como a esta puta.





Enorme tarea ten�a enfrente el dichoso Ernesto. No defrauda a
su ama, quien decide acostarse en un sof�, y �l empieza a lamerle y chuparle la
vagina:





�Ahhhhhhhhhh!, �qu� bonito mamas! �Mhhhhhhhhhh,
ahhhhhhhhhh!, �qu� platillo te aventaste Ana! �Este chico est� genial!
�Ahhhhhhhhhhh!. Sigue, hijo, sigue� �Ahhhhhhhhhh, mhhhhhhhh!





Do�a Ana empieza a reponerse de su orgasmo y se incorpora al
chupeteo y manoseo:





�Me permiten? Deja ayudarte Ernesto, una lamida t� y una
lamida yo.


Ahhhhhhhhh, Ahhhhhhhhh, �Cabrones! Dos contra una.
Ahhhhhhhh, �Qu� placer!





Ya mama Do�a Ana, ya mama Ernesto, lenguetazos aqu�,
lenguetazos all�. Do�a Ana aprovecha la situaci�n y acomoda a Alondra de tal
forma que cada quien disponga de un agujero:



- �Ernesto! Lame el ojete de tu ama, que yo me encargo de su
conchita. Shooooop, shoop, shooppp, Ahhhh, �puta! Si est�s empapada. Eres igual
de caliente que yo.


- �Cabrones!, �Ahhhhhhhhh, mhhhhhhhh, ahhhhhhhhhh! se
aprovechan de mi; dejen que me levante para responderles, �Ahhhhhhhh, mhhhhh,
ahhhhhhh!



Una lamida en el ojete, una lamida en el ano, unas veces
alternadas, en otras al mismo tiempo. En ocasiones chocan los labios de Do�a Ana
con los de Ernesto, situaci�n que es aprovechada por ambos y propicia que se den
tremendos besos, apasionados, como si se conocieran desde hace tiempo. Mientras
tanto, Alondra se siente en la gloria al sentir las caricias orales de sus
amigos:



- Ahhhhhhhh, me vengo, mhhhhhhh, ahhhhhhh, qu� bien se
siente, �tu lengua Ana!, �tu lengua Ernesto! Ahhhhhhhhh, mhhhhhh,
ahhhhhhhhhhhhhh. �Qu� dicha! Ahhhhhhhhh



Alondra no aguanta m�s y sus jugos son recogidos por sus
compa�eros, quienes se ven agitados, un poco sudorosos por la acci�n,
resoplando, recuperando un aire que se escap� por las acciones tan candentes que
acaban de experimentar. Pero en cuanto se recuperan las mujeres, se miran una a
la otra, como si tuvieran telepat�a, se dirigen al Mozo y lo empiezan a
desnudar:





Mira Ana, t�calo, para que veas que buenos m�sculos tiene
este muchacho; firme, macizo, duro y fuerte. �Qu� brazos! �Qu� pecho! �Qu�
piernas! �Qu� verga! �Te la recomiendo!





El joven, como fiel sirviente que es, se deja hacer, va
quedando desnudo; de repente aparece su verga:





Ah, �Cabr�n! �Qu� vergota! Mira, Alondra: parada,
cabezona, brillante, gorda y desafiante. �Qu� herramienta te cargas,
mozuelo! Con justa raz�n me la recomiendan. �Se hace tarde! �A mamar se ha
dicho!


Espera Ana, no seas golosa, �Qu� te parece si la
compartimos!


�Bueno! Desn�date, mientras yo se la voy lubricando, y
cuando acabes me desnudo yo y t� le sigues con las mamadas.


�De acuerdo! Se me hace agua la boca s�lo de pensar en el
manjar que nos vamos a comer.





Do�a Ana no pierde tiempo, con la punta de la lengua moja el
peque�o orificio del garrote, luego humedece la cabeza reluciente, sigue con el
tronco, hasta llegar a los huevos, los huevos se ponen felices porque son
movidos y removidos; regresa a la punta para darle otras lamidas y procede a
introducirse en la boca la cabeza gorda y brillante, poco a poco va
desapareciendo dicha cabeza hasta perderse, s�lo por un momento, porque Do�a Ana
se despega pero luego abre m�s la boca y se abalanza sobre la cabeza y lo que
sigue, hasta tener la mitad del miembro dentro, entonces inicia el mete y saca





�Qu� garrote! Slooop, slooopp, slooooop. Esta muy cabez�n
y muy gordo, pero muy sabroso. �De lo que te est�s perdiendo Alondra!


Bueno, dame chanza, ya me desnud�, estoy en pelotas,
ahora d�jame probar el chile de mi criado. A ver Ernesto �Arr�mate!





El coste�o se suelta de la boca de Do�a Ana, la cual opta por
quitarse su ropa y se encamina hacia donde est� su ama. Le pone la verga en la
cara a Alondra, �sta la toma con sus manos y antes de mamarla se la pasa por la
frente, los p�rpados, los cachetes, los ojos y finalmente sus labios, abre su
c�lida boca y empieza la succi�n:





Slooooop, sloooooop, slopppppp, �Este pedazo de carne
est� como nunca! �No te muevas! Deja mam�rtelo bien. �Mmmmmmhhhh! �Slooop!
�Slop! �slpoo! �No te muevas! �Quiero chap�rtelo bien! �slooooop! �Sloop!�Ya
acabaste de desvestirte Ana? �Sigues t�!





En efecto Do�a Ana ya estaba desnuda, sin ropa, las prendas
hab�an volado a un rinc�n; Ahora, los tres, no ten�an impedimento para tocarse,
palparse, manosearse y sentirse plenamente. Do�a Ana y Alondra compart�an una
verga joven, fresca, plet�rica, potente, llena de vida. La gozaban en su boca
ambas mujeres, quienes, pasado unos minutos, decidieron que era momento de
engull�rsela, pero en la vagina.





Te cedo el derecho Ana, que te cojan a ti primero.
�Ernesto! M�tele tu potente verga a esta mujer; mientras lo haces yo te mamo
los huevos y a la vez lubrico la entrada de mi amiga. �Adelante!


�Alondra! �Qu� buena eres! �Joven! Hazlo despacio para no
perder detalle de lo que me vas a meter.





Naturalmente que la verga iba directa a la rendija de la
dama, una rendija que hac�a rato anhelaba ser invadida:





�Ahhhhhhhhhhh!, esto es una bendici�n, �Ahhhhhhhhhhhh,
mhhhhhhhhh!, �Alondra! Esto es el para�so. �Estoy ardiendo! �Qu� verga! �No
la saques muchacho, mejor empuja! �M�s! Ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhh, �Co�o!


Sigo yo, sigo yo. Ven mi amor ahora m�tesela a tu due�a,
�R�pido! �Qu� no ves que me estoy quemando?




Como la patrona manda, Ernesto cambi� de posici�n e introdujo
su miembro en el otro co�o:





As�, �Ahhhhhhhhhh! �Cabr�n! �Qu� ricura! �Aghhhhhhhhh!
�Mhhhhhhhhh! �Como lo disfruto!�Ahhhhhhhh, mhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhh!,
�Pinche Ernesto! �Qu� bien te mueves! �Ahhhhhhhhh, mhhhhhhhh!, le voy a
pedir a Alfredo que te aumente el sueldo, �ahhhhhhhh, mhhhhhhhh!


�Alondra! No seas ego�sta, t� aqu� lo tienes de planta,
deja disfrutar de este mangazo. �Ven mi amor! �Papasito! Ahora m�temelo a
m�.





Alondra le propone cambiar de posici�n y ambas se ponen en
cuatro patas, las dos ense�an sus nalgas carnosas, blancas y redondas, unas
nalgas que apuntan al cielo; las dos mueven sus carnes, deseosas, insinuantes;
cada una se abre las nalgas lentamente y voltea a ver dulcemente a su verdugo.
Do�a Ana ya sabe lo que sigue: una sacudida por el culo. Ernesto, conocedor de
esta maniobra, se escupe los dedos de las manos y con la izquierda soba el ojete
de Do�a Ana, con la derecha el hoyito de Alondra. Empieza a meter la verga en el
orificio de Do�a Ana:





�Ahhhhhhh!, como duele, todav�a no me repongo de la verga
de Don Alfredo y ya tengo otra, �ahhhhhhhhh, mhhhhhhhh! Siento la cabecita,
el tronco, �Ahhhhhh! �Mhhhhhhhhh! �Aggggghhhhh! �Chiquito! �Sigue!
�Ahhhhhhhh! �No importa! Ya estamos aqu�.





Ernesto saca la verga del culo de Do�a Ana y se dirige al de
Alondra:





Ahhhhhhhhh, �Si que duele! Es que esta verga est� muy
cabezona y gorda. Pero el culo se acostumbra, ahhhhhhhh, hmmmmmmm, �Qu�
rico! �T� dale!





Y as�, la verga se pasea de un agujero a otro, hasta que
llega la venida del mozuelo,





Ahhhhhhhh, mhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, �Par de putas! Me
vengoooooooo�.. Ahhhhhh� �Cabronas!


Yo tambi�n, Ahhhhhhh, �Co�o! �Ahhhhhhhhhh!


Y yo, �Ahhhhhhhhh, Ahhhhhhhhhhhhh!





Los tres, jadeantes se miran a los ojos se besan, se abrazan
y se prometen, alg�n d�a repetir la historia.




Continuar�



POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 0
Media de votos: 0


Relato: El hijo del zapatero (2)
Leida: 20182veces
Tiempo de lectura: 12minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados



























soy casada y fui a un taller y me violaron relatomasturbacion a escondidas relatos de cuando me cojio el directorMisrelatosporno.com/hijasrelatos,me folle a la mejor amiga de mi madresobrinita incesto relatosComo fui follada por mi hermano relato eróticorelatos eróticos con abogahistoria eroticas de nenas de 10 gratisrelatos porno mi ardiente mujer hambrienta de sexorelatos eroticos y lleno de semen gayrelatos pornos mi hermano menorRelatos mi sobrinita dormida en calzoncitosRelatos de sexo no consentido con misioneras americanasgordos y peludosel padre de mi amiga me lame el ano relatos pornorelato gay mi primo me pajeami hermanita relatos xxxPor culpa de mí marido relatosrelatos porno minieto mecojeRelatos de sexo con mi hijastraRelatos porno amor filial bdlol.ruRelatos herotocos de mi hermana en tanguita y fotos hotrelatoporno vecinitasRelatos porno gay mi vecinorelatos eroticos de incestoRelatos calientes de suegros y nuerashistorias eroticas de nenas de 11 gratisrelatosporno mi hija y sus amigasrelatos porno de amantesrelatos eroticos madre y tia2suegra hace que me corra follandole el culorelato porno vacaciones esposami vecinita de 14rompeme la concha - relatosvesinita pequena bdlol.ru/relatorelatos eroticos verito y el mendigorelatos de tíos y primos gay pornoIncesto con la abuela relatadosrelatos casadas infielesrelatos me violo insesto xxxsexo tía sobrina relatosRelatos gays arrecostadosRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoAbuelito aprovechado 4 relatospornoxxx zoolofiliarelatos calientes de borrachasrelatos eroticos en mi cama con mi amanterelatos eroticos hermana culonavideos porno gratis puritanasTodorelatos pornos con fotos llego borrachaRelatos eroticos mi sobrina dulcerelatos eroticos mi casa al lado de un colegio de primariaporno de ancianasporno americanosrelatos eroticos abladossexo sin tabuemisrelatosporno mi sobrinaRelatos eroticos largos me cojiendo a mis hijitasmi sobrinita de 10 relatos pornomujere con buen papos en una tangas mamirelatos porno pillo a mi madre follando con mi padreeroticas lesbianasRelatos eroticos la gordita de mi hermanita pequeña de 3 añitosrelato erotico m cogi a mi amiga y a su hijita d 8 a�itos en su casa relatos er�ticos incesto con mis hijasRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatoseroticospelirrojaRelatos pornos gay marquezrelatos eróticos de incestos gay- en familia: me visto de nenita para mi papá,sexo gay sin tabúIncesto con la abuela relatadosvideos porno gratis poringa cogeme hermanorelato erotico bisexualrelatos eroticos de zoofilia realesRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos eroticos con mi tia y mi madreIncesto con la abuela relatadosmanu porno relatosrelatos porno mi hijastra menorrelatos pornos xxxTremenda pija de mi sobrino relatos