Querido lector/a, ante todo quiero aclarar que esta historia
es producto de la imaginaci�n del escritor, los hechos aqu� narrados son
demasiado sorprendentes para ser verdad. Si tienen alguna duda, quieren dar un
consejo o s�lo pretenden hacer alguna que otra amistad no duden en escribir a mi
correo.
El sol irrump�a, golpeando mi rostro para que despertase, el
d�a estaba empezando, me dol�a la cabeza pero pude abrir los ojos y sentarme en
el pasto mojado. A mi lado yac�a dormida una preciosa chica, apenas vestida. De
repente record� todo y la culpa comenz� a consumirme... �realmente me hab�a
acostado con la novia de mi mejor amigo!. Trat� de hacer memoria con un esfuerzo
para superar la jaqueca.
Era el d�a de los enamorados, yo estaba en mi casa a punto de
salir a comprar unos chocolates para una chica a quien quer�a cortejar, cuando
son� el tel�fono
"�Si?"
"Hola, Dami�n, habla Carolina"
"Hola, �c�mo andas?"
"Buscando a Alejandro, �l est� all� �no?"
"No, por ac� no vino"
"�C�mo que no fue por all�? �Me dijo que iba a estar en tu
casa!"
"Yo no lo vi en todo el d�a..."
"No lo puedo creer, me minti�, el muy basura me minti�"
"Bueno, aguanta que yo voy para all� y vemos que hacemos"
"Esta bien, apurate"
Los chocolates iban a esperar. Camin� hasta la parada de
colectivo y tom� el que me dejaba en la casa de Carolina, por suerte iba r�pido
y no tard� mucho en llegar. D�jenme decirle algo sobre Carolina, ella es una
chica muy dependiente de su pareja, y que este la haya dejado sola en el d�a de
los enamorados era algo bastante grande para que ella lo soportase sola, sin
hablar de la mentira que le hab�a dicho. Cuando llegu� toqu� la puerta, me abri�
la puerta una chica bastante deprimida, no parec�a la que yo conoc�a. Al lado de
su casa hab�a una planta con algunas flores, tom� una y se la ofrec� como se�al
de amistad.
"Esta es para vos, para que no est�s tan triste"
"Gracias, no te quedes ah� parado, pasa"
Carolina me invit� a la cocina para tomar algo. No pusimos a
hablar de Alejandro, de que la relaci�n entre ellos dos iba muy bien. Yo trataba
de consolarla con mis palabras, dici�ndolo que tendr�a una buena raz�n para
decirle que estaba conmigo, pero no hab�a caso.
"No puedo creer que me haya dejado plantada en el d�a de los
enamorados, no me entra en la cabeza �y si me est� metiendo los cuernos? no, me
quiero morir"
En ese momento solt� unas l�grimas que ten�a guardadas, se
abraz� a m� y yo la sostuve. Era una situaci�n bastante inc�moda pero trat� de
mantenerme tranquilo para no empeorar las cosas.
"�Qu� te parece si hacemos algo?" le pregunt� mientras le
acariciaba el pelo.
"�C�mo que?"
"No s�, escuchar m�sica, ver una pel�cula, jugar a algo"
"No, tengo una mejor idea"
"�Qu�?"
"Ya vas a ver"
Carolina fue hacia la cocina y volvi� con varias botellas de
licor y dos vasos. Yo la mir� sorprendido, pero ella dijo
"Vamos a tomar todo lo que compr� tu amiguito para este d�a,
el d�a de los enamorados, que gran d�a"
"No creo que te convenga tomar algo ahora"
"Yo s� lo que me conviene, y vos me vas a acompa�ar �o no sos
mi amigo?"
"Si, si soy tu amigo"
"�Entonces?"
"Esta bien, esta bien"
Ella estaba con una actitud algo agresiva, as� que no quise
contradecirla. Carolina se sent� enfrente de m� y llen� ambos vasos, levant� el
suyo por sobre su cabeza y antes de tomarlo expres�
"Por el amor"
Yo me sent�a mal, pero no hab�a mucho que hacer, s�lo
acompa�arla en el sentimiento. En silencio nos pusimos a beber de la botella el
licor m�s fuerte que hab�a probado en mi vida. Cada vez nos serv�amos m�s
seguido, sin dejar nada de tiempo entre trago y trago. El tiempo pas� y nosotros
sin darnos cuenta hab�amos vaciado ya una botella y media. Algo mareados (muy
mareados) buscamos un lugar m�s tranquilo, para poder acostarnos y descansar.
Ella propuso ir al patio, en la parte trasera de la casa. El patio es peque�o,
pero rodeado de cercas que impide a los vecinos observar lo que sucede all�, muy
seguro y tranquilo. Carolina se acerc� tambale�ndose a una hamaca que se
encontraba atada entre un �rbol y la cerca, se acost� en ella.
"Veni, haceme compa��a" me dijo totalmente ida.
Usualmente no lo hubiese hecho, pero en el momento me pareci�
una buena idea, acostarme a dormir con una chica embriagada que ten�a el coraz�n
roto... ella me hizo un poco de espacio y entramos los dos. Est�bamos acostados,
hamac�ndonos en el aire sin decir nada. De pronto ella comenz� a tocarme la
entrepierna, acariciando, buscando mi miembro.
"No me digas que no te gusta" dijo rompiendo el silencio.
"Si.. pero"
"�Pero qu�?
"No creo que este bien, nos vamos a arrepentir"
"Deja que yo juzgue eso"
Yo segu� su juego, acarici� un poco su cuerpo y le dije
algunas cosas lindas que quer�a escuchar. All� mismo comenzamos a besarnos de
una forma loca, sus labios sab�an tan bien, a rosas. Con tanto movimiento la
hamaca se dio vuelta e hizo que cay�ramos al pasto. Carolina estaba encima m�o,
sus senos se apretaban contra mi pecho y su boca com�a la m�a sin perd�n, no
pod�a estar m�s a gusto. Mis manos rodearon su cuerpo, apretando su cintura y su
firme trasero. Cuando hice eso ella se quit� y se hizo a un lado. Pens� que no
le hab�a gustado, pero era lo opuesto. Sin perder mucho tiempo Carolina se quit�
el pantal�n que tra�a puesto, y luego la braga que la tapaba, como una buena
ni�a estaba totalmente depilada. Por �ltimo se quit� la remera, pero no el
corpi�o, este qued� cubriendo sus peque�os pero lindos senos.
"Entr� por ac�, necesito cari�o" dijo se�alando su vagina.
Deseoso de su sexo baj� un poco mi pantal�n junto con mi
b�xer, lo suficiente para dejar afuera mi pene. Me acerqu� hacia ella que me
recib�a con las piernas abiertas y la penetr� sin pensarlo, su vagina estrecha
rode� mi pene y lo apret� sin intenci�n de dejarlo ir lejos, lo suficiente como
para tomar carrera y entrar de nuevo. A medida que me mov�a mis test�culos
chocaban contra su cola, sintiendo la dureza que la caracterizaba. Su cuerpo me
volv�a loco, ella gem�a y dec�a palabras raras, mostrando en su cara placer y
dolor. Entre movimientos record� el sabor de sus labios, ten�a muchas ganas de
probar su boca de terciopelo, as� que quit� mi pene de su interior y lo acerqu�
a su cara. Ella supo lo que estaba buscando, abri� su boca y sin problema alguno
me atrap� con ella. Comenz� a chuparme con poco cuidado, no le importaba que mi
orgasmo estuviese por llegar. Cuando sent� ese cosquilleo en mi cuerpo quit� mi
pene de su sabrosa boca y me hice a un lado para recobrar fuerzas. Al ratito
tuve ganas de volver a su interior.
"Dale que te est� esperando" me dijo.
Me acerqu� nuevamente a su vagina y entr� en ella por segunda
vez.
"�Ahhh ahhh! �como me gusta! �cogeme toda!" gritaba.
La piel de mi nueva amante era suave pero firme al mismo
tiempo, su pelo casta�o se mezclaba con su piel morena y sus ojos marrones
atravezaban mi mirada con culpa y deseo de venganza. Mis gemidos le avisaron el
estado en el que estaba, ella trato de ponerse seria, diciendo
"No me lo tires adentro, tir�melo en mis pechos"
Tratando de no perder tiempo me acerqu� a sus tetas, justo
para descargar mi semen en ellas. El placer que sent� era muy grande, pensar que
era la novia de mi amigo a quien estaba cubriendo con mi lujuria. Mi semen
empap� su piel y el sujetador, a�n as� se ve�a hermosa. Ela tom� mi pene y me
masturb� un poco para sacarme todo el placer posible, su mano se hab�a manchado
con mis jugos y ella lo esparc�a por mis test�culos. Ambos est�bamos exhaustos,
ya iba a ser de ma�ana. Por efecto del alcohol ca�mos en un sue�o muy profundo y
nos dormimos en el mismo lugar en donde hab�amos traicionado a Alejandro.
As� es como sucedi�, me sent�a la peor basura. Para empeorar
las cosas Carolina se despert� y se qued� sorprendida al verse como estaba.
Luego me vio a m� y exclam�
"No, no me digas que... por favor no"
"Si"
Ambos nos quedamos callados, ella se tomaba la cabeza y
sollozaba por la bajo, pregunt�ndose porque Dios, porque.
"Creo que es mejor que me vaya" le dije.
"Si, creo que s�" respondi�.
Con el remordimiento en la garganta dej� la casa de Carolina
y corr� hasta la m�a. Apenas entr� vi en la contestadora que ten�a un mensaje,
pero nada me importaba, lo escuchar�a despu�s. Fui al ba�o y me duch�, tratando
de quitarme la suciedad que me cubr�a. Cuando sal� decid� ver quien me hab�a
llamado, quiz�s era importante. El mensaje dec�a as�:
"Hola Dami�n, habla Alejandro. Escuchame, tengo una sorpresa
preparada para Carolina para el d�a de los enamorados. Adivina �compr� una
casa!. Hac�a tiempo que quer�a hacer eso y por fin se dio. Puede que no pueda
llegar a ver a Carolina hoy porque estoy terminando el papeleo con el banco y el
due�o, encima el viejo me hizo ir hasta su casa afuera de la ciudad... Tendr�a
que haberte llamado antes pero se me hizo imposible, mira, yo le dije a Carolina
que estaba con vos, si te pregunta algo vos afirm�selo, no quiero que se de
cuenta lo que estoy planeando, sos un amigaso. Chau"