Relato: La amiga de la familia Tengo que decir que lo que voy a
contar, sucedi� realmente. Yo hoy tengo 37 a�os, y me he
decidido a contarlo, porque creo que nadie se molestar�, sobre todo
la protagonista, junto conmigo, de esta historia, ya que lamentablemente
muri� hace algunos a�os. Por esa raz�n, omito nombres.
Todo comenz� cuando yo ten�a
17 a�os. Por aquel entonces, yo estaba experimentando ese fuego
que s�lo se siente al amanecer de la adolescencia. Ella era amiga
de la familia, de unos 36 a�os, m�s bien baja, 1.55 cm, con
unos pechos que a m� me volv�an locos, grandes y hacia adelante,
y un buen culo. De cara no era muy agraciada, pero s� muy p�cara.
Tengo que decir que lo que sucedi�, no fue por iniciativa de ella,
sino mas bien por mi terca insistencia.
El hecho fue que con motivo de las
fiestas patronales de mi pueblo, ella se desplaz� desde su ciudad,
hasta mi casa con la idea de pasar unos d�as con nosotros. Su habitaci�n
estaba junto a la m�a, y la utilizamos normalmente como cuarto para
ver la televisi�n. Por ese motivo, por las noches yo permanec�a
en su habitaci�n un rato, viendo la TV., mientras ella acostada,
me acompa�aba. En los primeros d�as, yo me excitaba much�simo
viendo su enorme sujetador, colgando de una lado de la silla de la habitaci�n,
y ella me lo notaba, pues yo estaba en pijama, y ya se sabe . . . . Yo
aprovechaba cuando se iba al ba�o, para oler su ropa interior, ese
aroma que dejaban sus tetas en el sujetador, esas min�sculas bragas,
(en esos d�as no se usaban por aqu� los tangas, como ahora).
Luego le hablaba de que me gustar�a follarla, y ella una y otra
vez me dec�a que qu� era lo que ve�a en ella, que
yo ten�a unas cuantas primas muy buenas, algo mayores que yo, no
mucho, que seguramente estar�an encantadas de follar conmigo. Yo
la verdad, lo ve�a dif�cil, y adem�s se me caer�a
la cara de la verg�enza, si me rechazaban, as� que lo m�s
seguro, y r�pido para m� era seguir insistiendo.
Una noche me dijo si quer�a
ver la TV. desde su cama, as� que me sent� al borde, apoyando
mi espalda en el cabecero. Al rato, ella al ver mi pene tieso, me dijo
si sab�a como aliviarlo, y yo le dije que no. Entonces me baj�
un poco el pantal�n del pijama, y comenz� a acariciar mi
pene. Yo sent� un escalofr�o en la espalda, que era nuevo
para m�. Sigui� con sus caricias, cada vez m�s r�pidas,
hasta que en unos minutos, tuve mi primera corrida, la cual fue a parar
toda en sus manos. Esa noche dorm� como un reci�n nacido.
Seguimos con esa pr�ctica
unos dos d�as m�s, hasta que una noche, insist� en
met�rsela por la vagina, a lo cual ella, despu�s de tanto
insistir, accedi�. Yo creo que esa vez no llegu� a met�rsela,
pues nada m�s estar encima de ella, chupando sus enormes tetas,
y el roce de mi pene, con los pelos de su pubis, me corr� como nunca.
Como la experiencia fue muy corta, acordamos repetirla al d�a siguiente,
ya que mis padres ir�an al baile de las fiestas, y yo podr�a
estar toda la noche en la cama con ella.
Durante el d�a siguiente,
ella se cruzaba conmigo por los pasillos de casa, o se hac�a la
encontradiza, y levant�ndose la falda, me dejaba ver unas bragas
min�sculas, que dejaban salir los pelos del pubis por todos lados.
Tambi�n, y cuando mis padres se iban a trabajar, se quitaba el sost�n,
y caminaba por la casa solo con una camiseta larga, que le llegaba un poco
m�s abajo del culo, con lo que yo f�cilmente notaba la figura
de sus pechos balance�ndose dentro de su camisa. Todo eso me pon�a
de lo m�s cachondo, pero ella me ten�a prohibido masturbarme
hasta la noche.
La noche siguiente, la tengo grabada
a fuego en mi mente. Despu�s de cenar, mi hermana peque�a
se fue a dormir, por lo que yo me met� enseguida en la cama con
"la amiga de la familia". Totalmente desnudos comenc�
a chupar sus tetas, y con una mano, acariciaba su vagina, intentando con
sus indicaciones, tocarle el cl�toris. Ella mientras comenz�
a masturbarme muy suavemente. Su intenci�n no era otra que hacerme
correr, para que luego pudiera completar mi penetraci�n vaginal.
As� fue. Despu�s de correrme sobre ella, y a�n con
el pene tieso, ella me gui� hasta la entrada de su vagina, que aunque
s�lo la hab�a tocado muy levemente con mis dedos, se encontraba
bastante mojada. El pene, que por aquel entonces ya lo ten�a m�s
o menos del tama�o actual, unos 13 cm., se introdujo en ella con
una suavidad incre�ble. Me estuve moviendo sobre ella al principio
muy r�pido, hasta que ella me dijo que me calmara, que sino me iba
a correr demasiado pronto. Ella gem�a, primero muy calladamente,
para ir subiendo de tono poco a poco, hasta que me corr� en su interior.
���Diosss!!!, a�n recuerdo esa corrida. Ella que
ten�a sus piernas cruzadas sobre m�, se desplom�,
y yo sobre ella. Despu�s de descansar no s� por cuanto tiempo,
me dijo que me pusiera boca arriba, poni�ndose ella sobre m�.
Al instante ya ten�a mi pene erecto, y ella se lo introdujo nuevamente
en su vagina, iniciando unos movimientos p�lvicos, que me excitaron
incre�blemente. Yo mientras tanto le agarraba las tetas, chup�ndoselas
con desespero. Ya cuando estaba a punto de mi tercera corrida, y habiendo
tenido ella un nuevo orgasmo, se sac� mi pene, poni�ndolo
entre sus pechos, haciendo lo que hoy se conoce como una "cubana",
terminando yo por chorrear de semen sus tetas y cara.
Por incre�ble que parezca,
despu�s de todo un d�a de aguantar sus provocaciones, todav�a
me quedaron ganas de otro, y ella me dijo de probar a cuatro patas, as�
que me puse detr�s de ella, y fue ella la que la introdujo en su
"chocho". La agarr� por la cintura y comenc� un
mete y saca muy lento, gozando cada cent�metro de su vagina. No
s� por qu�, pero esa postura me excita mucho m�s que
las anteriores. Entonces le dije de cambiar porque me iba a correr muy
f�cil, as� que esta vez, se sac� mi pene y lo empez�
a lamer, hasta met�rselo todo en la boca, mientras me acariciaba
los huevos. Estuvimos as� como 5 minutos, gir�ndose poco
a poco hasta que tuve su vagina junto a mi cara. Me dijo, "ch�pamela",
y fui directamente al asunto, comenzando primero con la punta de la lengua,
hasta acabar por meterla toda en su vagina, chupando sus jugos. Ella se
retorc�a con mi pene en su boca, y eso me pon�a a tope, hasta
que ambos terminamos por tener una corrida monumental.
Ya casi de madrugada, me volv�
a mi cama, qued�ndome el mejor recuerdo de mi iniciaci�n
sexual con la "amiga de la Familia". Luego tuvimos m�s
ocasiones, en las cuales me ense�� m�s cosas, sobre
todo en verano, mientras pas�bamos las vacaciones en la playa, pero
esas son otras historias . . .
Si les gust�, por favor m�ndenme
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Relato: La amiga de la familia
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