Relato: Violada en un Concierto Erika tiene dos amigas: Tania y Sonia; ellas tres son las que
est�n siempre m�s a la moda y m�s al tanto de lo que sucede en el medio del
espect�culo y de sociedad; las tres tienen bonitos cuerpos de diecis�is a�os;
pero sucedi� que Tania y Sonia consiguieron novios y Erika no, por lo que ella
se sent�a desplazada por los galanes de las chicas; para su mala suerte, los
muchachos no la invitaban a salir porque se sab�a de la fama de su Pap� el
diputado; aquel que en una ocasi�n mand� a sus guaruras a golpear a un joven por
haber acompa�ado a Erika a su casa saliendo de la escuela.
No era por falta de belleza por lo que le faltaban los pretendientes, ya hubiera
querido cualquiera de ellos darle un beso o darse un acost�n con ese bomboncito
rubio de faldita y cuerpo de tentaci�n, pero sab�an que se arriesgaban
demasiado.
Erika empez� a irse sola a su casa todos los d�as; aunque el diputado le mandaba
la limusina o los guaruras, ella siempre los regresaba dici�ndoles que caminar�a
a su casa, la cual estaba a tres calles del colegio al que iba.
Fue en una de esas ocasiones que conoci� a Mayra, una chica de cabello muy
cortito, muy bonita pero con gustos estrafalarios muy diferentes de los de
Erika, ese d�a ambas regresaban de sus respectivos colegios, Mayra se dirig�a
hacia la parada del microb�s que la llevaba a su casa y por correr a alcanzar un
veh�culo, choc� con Erika y ambas cayeron al suelo tirando todos los libros;
ambas se disculparon diciendo que ten�an la culpa, al final se disculparon e
intercambiaron tel�fonos por si alguna ten�a alg�n problema por aquel incidente.
Pasaron dos d�as antes de que Erika se atreviera a llamar a Mayra, lo hizo
porque sent�a curiosidad por saber como era la vida de alguien m�s sencillo que
no vest�a ropa de dise�ador ni compraba los discos m�s recientes. Quedaron de
verse al d�a siguiente para platicar.
A partir de ah�, Erika y Mayra se hicieron muy amigas, se ve�an continuamente y
un d�a Mayra invit� a Erika a un concierto donde tocar�an varios grupos de
m�sica muy pesada; Erika acept�, enga�� a sus padre dici�ndoles que estudiar�a
esa noche en casa de Tania, como ya lo hab�a hecho muchas veces antes, ellos no
dudaron en dejarla ir; casualmente el tel�fono de Tania se hallaba descompuesto
ese d�a.
Las chicas se vieron a las 7:00 p.m., las dos iban despampanantes, sobre todo
Erika, que se hab�a arreglado muy bien, tal vez demasiado bien; llevaba un
vestido negro muy ajustado de minifalda; las medias tambi�n eran negras y
zapatos de tac�n; esa era toda su vestimenta, acompa�ada de una bolsita de mano
negra tambi�n, el peinado y maquillaje tambi�n eran especiales; en cambio Mayra,
aunque llevaba botas y una minifalda de mezclilla f�cil de poner y de quitar,
iba casi como siempre, con una playera negra y muy pintada como era su
costumbre.
Se fueron en el colectivo al concierto y desde ah� Erika empez� a sentirse
inc�moda, pues aunque ellas eran las �nicas dos mujeres en el microb�s tambi�n
eran las �nicas dos que iban paradas, sin embargo los hombres que iban sentados
no dejaban de ver las piernas de las dos. Mayra al ver esto le dijo que se
regresaran, pero Erika le dijo que no porque ten�a mucha curiosidad de ir al
concierto y adem�s tocaban los grupos favoritos de Mayra, esto no se repetir�a
en mucho tiempo, era un concierto �nico. Mayra le dijo que ir�an, pero tendr�an
mucho cuidado; Erika le dijo que ella sab�a cuidarse, que no se preocupara.
El concierto empez� alas 8:30 en un auditorio improvisado en un descampado, solo
tablas y lonas separaban el pseudo auditorio de campo abierto. Mayra estaba tan
feliz viendo a los grupos y disfrutando la m�sica que no se fij� que unos chicos
que estaban atr�s de ellas las observaban constantemente; Erika volteaba
asombrada para todos lados y le sonri� a uno de ellos queriendo ser amigable.
Cuando el concierto iba a la mitad, ya varios de los muchachos que hab�an
acudido estaban drogados o tomados, el ambiente empez� a ponerse pesado; Mayra
estaba euf�rica por la m�sica y por haber fumado algo que le pasaron los chicos
de atr�s; tambi�n a Erika le ofrecieron, pero ella no quiso aceptar.
Hubo un momento en el cual empez� una canci�n muy prendida, todo el p�blico
empez� a bailar y brincar salvajemente, el lugar estaba convertido en un
manicomio; varios chicos jalaron a Mayra, separ�ndola de Erika, la cual estaba
tan nerviosa volteando para otro lado que cuando se dio cuenta ya estaba sola en
medio de varios chicos alocados; ella empez� a gritarle a Mayra, pero con el
ruido del concierto y los gritos de los muchachos nadie la escuchaba; mientras
tanto, Mayra hab�a sido llevada a un rinc�n lejano; un muchacho le sosten�a los
brazos atr�s con fuerza mientras otro le desabrochaba la falda, la cual cay� al
piso; le chico le rompi� la pantaleta; ella gritaba lo m�s fuerte que pod�a,
pero al igual que su amiga, sus gritos fueron opacados por la multitud; alcanz�
a ver que a escasos dos metros de ah� otro grupo de j�venes desnudaba a una
chica rubia de pelo largo; Mayra forceje�, pero entre dos chicos la contuvieron
y la obligaron a abrir las piernas; sinti� como una verga empezaba a penetrarla
por delante y otra por atr�s; volvi� a gritar, pero no pudo hacer nada; otros
chicos rodeaban la escena, vitoreando y aplaudiendo, de vez en cuando volteaban
para vigilar que no llegara ninguno de los guardias de seguridad.
Erika no estaba en mejor situaci�n, ya varios chicos le hab�an metido mano por
debajo del vestido, perdi� un zapato y empez� a buscar la salida, pero varios
chicos la rodearon y no la dejaban salir; por fin encontr� un hueco y escap�,
pero en la maniobra perdi� su otro zapato y se le rompi� un tirante del vestido.
Erika cruz� tablas y luego unas lonas y sali� al descampado, pero sin la ayuda
de Mayra no sab�a hacia donde dirigirse, camin� hacia donde cre�a que era el
camino, iba concentrada en que le dir�a a Mayra cuando la viera. Sac� su celular
para llamar a su casa y que fueran por ella, pensando que excusa dar�a en su
casa, acababa de marcar cuando de repente sinti� que le tapaban la boca y la
abrazaban desde atr�s; la cargaron entre varios y la llevaron a una parte muy
oscura del descampado, ella luchaba por soltarse, pero la ten�an bien capturada;
r�pidamente le rompieron el vestido, le bajaron la pantaleta y la dejaron sin
sost�n, qued� casi desnuda, solo con sus medias; a lo lejos se escuchaban a�n
las notas del concierto; en el celular la voz del Diputado gritaba: "Bueno,
bueno, hija, �qu� sucede?". Uno de los chicos hab�a tomado el tel�fono y le
dijo: "Que buena hija tienes guey, ahorita nos la vamos a echar y te voy a dejar
oyendo lo que pasa para que te emociones viejo"y puso el celular junto a Erika.
El diputado se qued� sin habla, no pod�a creer lo que o�a; se qued� escuchando
un momento con las manos crispadas en el tel�fono; su esposa, al verlo, levant�
una de las extensiones y se qued� oyendo.
Mayra no ten�a tiempo de preocuparse por su amiga, pues tuvo que soportar la
violaci�n doble de que fue objeto, pero al terminar los primeros, otros dos
chicos la penetraron por ambos agujeros a la vez, sin dejarla escapar.
Erika hab�a sido tumbada en el pasto viendo hacia arriba; uno de los chicos le
agarraba los brazos por encima de su cabeza mientras los otros se regodeaban con
su excelente cuerpo; hicieron comentarios de que ella los hab�a estado
provocando con su sonrisa, que sab�an lo que quer�a, que le iban a dar todos,
que esa noche no se le iba a olvidar. Erika volte� la cara hacia un lado,
cerrando los ojos y junt� las piernas en un gesto de pudor, pero entre dos
j�venes la obligaron a abrirlas; uno de los chicos se hinc� en medio de ellas,
se baj� la bragueta y sin esperar m�s, clav� de un solo golpe su verga en la
panochita virgen, hasta ese momento, de Erika; la chica aull� de dolor al sentir
la salvaje penetraci�n; el chico empez� a moverse adentro y afuera de ella
gozando la violaci�n y dici�ndole que ella se lo hab�a buscado por ir sola a
esos conciertos, que �l sab�a que a eso hab�a ido y por eso le hab�a sonre�do.
Erika empez� a gritar: "�No, no, por favor, ya no, me duele, d�jame por favor,
ay!, �Papi ay�dame!", pero el muchacho no tuvo compasi�n, sigui� humillando a
Erika y le dijo que se callara, que ella se lo hab�a buscado por ir vestida as�.
El diputado y su esposa lloraban al otro lado de la l�nea, uno de los chicos
tom� el celular y dijo: "Lo siento, pero esta madre ya no tiene bater�a, luego
te llevo a tu hija, papi", se escucharon risas y la comunicaci�n se cort�, el
diputado vociferaba que matar�a a todos en cuanto los encontrara, pero ya nadie
escuchaba.
Por el otro lado, Mayra ya no gritaba, pues se hab�a desga�itado y ya la
garganta le dol�a demasiado, al igual que sus dos agujeros, pues los chicos
segu�an turn�ndose para violarla; ya le hab�an roto tambi�n su playera, como
Mayra no usaba sost�n, sus tetas quedaron libres al momento.
De repente, se arm� gran alboroto, pues unos guardias de seguridad se acercaron
a donde estaban los chicos violando a Mayra, ella solo sinti� como de repente
fue tirada al piso, boca abajo; un cuerpo la aplastaba impidi�ndole moverse, una
mano le tap� la boca y vio una navaja muy cerca de su cara; alguien le dijo: "Si
te mueves o gritas te clavo la navaja en un ojo". Los otros chicos los rodearon
y los guardias no se dieron cuenta de nada, retir�ndose. En cuanto ellos se
fueron, el chico que estaba encima de Mayra coloc� su verga en el ano de ella y
sigui� viol�ndola; Mayra decidi� que lo mejor era abandonarse ah� para ya no
sufrir m�s; pidi� un carrujo de marihuana y se lo fum� ah� tirada; los chicos
interpretaron esto como que ya a ella no el importaba lo que le hac�an y
siguieron abusando de ella; hicieron que el chico que la estaba penetrando por
el ano quedara debajo de ella, mientras otro la penetr� por delante. Mayra se
perdi�, sus ojos vidriosos mostraban que su mente andaba muy lejos de ah�.
Erika no tuvo ese consuelo, aunque los chicos la obligaron a tomar un poco de
cerveza, eso no disminuy� su dolor ni evit� que se diera cuenta de todo lo que
le hac�an. Los chicos se turnaron para violarla uno por uno, todos le dec�an que
ella era una puta que los hab�a provocado, que por eso se lo hac�an, que ella
hab�a tenido la culpa por coqueta y f�cil. Erika les dijo que ella no les hab�a
coqueteado y que cuando su Pap� se enterara los iban a meter a todos a la c�rcel
o los mandar�an matar; ellos se rieron y uno le dio una bofetada orden�ndole que
se callara; que no ten�a derecho a hablar a menos que ellos se lo ordenaran;
Erika call� y llor� en silencio mientras ellos siguieron gozando de su cuerpo
hasta que se cansaron.
Los chicos se estaban vistiendo cuando se vieron las luces de una patrulla;
ellos echaron a correr hacia la oscuridad, las luces de la patrulla iluminaron a
Erika tendida en el suelo desnuda, casi desmayada de tanto dolor, dos polic�as
bajaron de la patrulla y se le quedaron viendo; uno se inclin� hacia ella y le
pregunt� que hab�a pasado; Erika no contest�, estaba como ida, la vista perdida
y no se mov�a. El poli se incorpor� y le dijo al otro: "�C�mo ves pareja?, quien
sabe que le pas� a esta chavita". El otro le dijo: "Pues hay que llevarla a un
hospital o algo"; "Si, pero... como que est� muy buena �no?"; "�Qu� insin�as?";
"Que... pues, a ella ya le pas� algo y no creo que se d� cuenta si le sigue
pasando"; Se miraron con sonrisas de complicidad y el otro dijo: "Bueno, pero
hay que hacerlo r�pido, ay�dame a subirla a la patrulla". La acostaron en el
asiento trasero se la patrulla, subieron tambi�n sus pertenencias; mientras uno
de los polic�as manejaba alej�ndose del lugar, el otro se hab�a subido atr�s con
Erika, se baj� el pantal�n, sacando su verga, abri� las piernas de la chica y le
meti� la verga hasta el fondo; Erika dej� escapar un peque�o "�Ah!", pero no
reaccion�; el poli estuvo cogi�ndola hasta que se vino dentro de ella;
r�pidamente se arregl� y cambi� de posici�n con su compa�ero, Erika volvi� a
sufrir la vejaci�n ahora del otro polic�a, que tambi�n abus� de ella hasta
terminar.
El concierto ya hab�a terminado, quedaba poca gente en el improvisado auditorio,
varios guardias de seguridad hac�an rondas para vigilar que no hubiera nadie;
uno de ellos, al asomarse a un rinc�n vio a dos chicas desnudas tiradas en el
suelo, estaban a corta distancia una de la otra; ambas estaban atadas con los
brazos hacia atr�s, con los ojos vendados y amordazadas; ninguna de ellas se
mov�a. Una era Mayra y la otra la chica rubia que ella hab�a visto. El guardia
llam� a dos compa�eros suyos y les dijo: "�Miren lo que encontr�!", ellos se
aproximaron y vieron a las chicas; los tres se vieron y sin decir palabra, uno
de ellos se baj� los pantalones; les dijo a los otros que vigilaran que nadie se
acercara; coloc� a la rubia boca arriba y sin ninguna compasi�n le clav� la
verga; la chica grit�, pero por la mordaza solo se escucharon gemidos: "�Mmmm,
mmm, mmm!".
Otro de los guardias le dijo al otro que vigilara e hizo lo mismo con Mayra; le
meti� la verga hasta el fondo, ella se quej� un poco, pero no se escuch� nada.
Los polic�as ya hab�an terminado con Erika; la llevaron al ministerio p�blico
para que diera su declaraci�n, no sin antes amenazarla de que no dijera nada de
lo ocurrido en la patrulla o la tachar�an de loca para que la mandaran a un
manicomio.
El guardia de seguridad que se supon�a estaba vigilando, llam� a otros
compa�eros por el radio, dici�ndoles que era urgente que se acercaran; cinco de
ellos respondieron al llamado y el tipo les explic� lo que suced�a; y en cuanto
los primeros dos terminaron, otros tomaron su turno, todos se cogieron a ambas
chicas saciando sus bajos instintos.
Una vez que terminaron todos, las desataron y les dijeron que se largaran de
ah�, que no dijeran nada o les ir�a peor; las sacaron a la calle desnudas y les
aventaron lo que quedaba de sus ropas.
Mayra y la rubia se vistieron como pudieron y se fueron cada una a su casa.
Mayra no volvi� a saber de Erika y se molest� mucho porque ella nunca le llam�
para saber qu� hab�a pasado y como estaba; lo que ella no sab�a era que Erika
hab�a quedado muy mal, hab�a estado en el hospital y necesit� de varias terapias
para superar lo acontecido; ella culpaba a Mayra de lo que le hab�a pasado pues
cre�a que ella la hab�a abandonado.
Ya hace un a�o de esto y ellas no volvieron a verse ni a hablarse.
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Relato: Violada en un Concierto
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