Advertencia previa: esto va de intercambio de parejas. Pero
me resulta muy dif�cil condensar una historia en cuatro hojas, porque me gusta
explicar c�mo se inician las cosas, y por qu� sucede lo que sucede, de modo que
me han salido nada m�s y nada menos que 10 cap�tulos. Puede que los aficionados
al g�nero se impacienten un poquito al principio. Paciencia, y seguid la serie,
que no quedar�is defraudados, palabra.
Faltaba m�s de una hora para que llegaran Toni y Asun. Any y
yo nos fuimos a la ducha, antes de vestirnos para la reuni�n. A pesar de la
broma de Any: "�qu� te parece si, despu�s de lo del domingo, les recibimos en
pelotas directamente?".
Pero era eso, una broma.
Any estaba en la ducha, y yo, completamente desnudo en el
aseo, esperaba a que terminara para hacerlo a mi vez. En eso, son� el zumbador
del portero autom�tico. Extra�ado, o� la voz de Asun en el interfono. Puls� el
bot�n que accionaba la cerradura del portal, y volv� al cuarto de ba�o.
- Son Toni y Asun, cari�o, que parece que se han confundido
de hora.
Me puse un albornoz, y abr� la puerta de casa. Asun ven�a
sola. Tra�a un vestido estampado de una pieza, corto por debajo, que permit�a
contemplar m�s de la mitad de sus muslos muy bien hechos.
- Toni est� en casa de su hermano, que necesitaba que le
echaran una mano para trasladar unos muebles. Vendr� m�s tarde.
- Pasa, no te quedes en la puerta�
La conduje a la sala de estar, y le serv� un refresco. Por el
camino, entr� un momento a informar a Any de la situaci�n. Asom� la cabeza entre
las cortinillas de la ducha, con cara de picard�a:
- A ver que haces con Asun. Por si no te has dado cuenta,
querido, est�s desnudo debajo de la bata�
Hizo un gesto para que me acercara, y luego continu� en voz
baja, en tono confidencial:
- �A que no te atreves a meterle mano?.
- Mujer, as� Adem�s, �t� que har�as si nos pillas haciendo
manitas en el sof�?.
- Mmm, no s�. Me encantar�a ver la cara de Asun si yo entro
en la habitaci�n cuando est�is en plena faena.
Se ech� a re�r.
- Anda, ve, que no est� bien que la dejes sola.
Asun evitaba mirarme a los ojos. De seguro estaba recordando
las circunstancias en que nos despedimos la �ltima vez. Adem�s, supongo que
ten�a claro que debajo de mi albornoz no hab�a nada. Bueno, s� hab�a. Llevaba un
rato tratando de disimular mi erecci�n.
Pens� que lo mejor era "coger el toro por los cuernos", a ver
si as� se relajaba un poco.
- �Desde cuando estabas mirando la otra noche?.
La cara de Asun se puso como la grana.
- Yo, pues�
Me mir� de frente por primera vez.
- Asom� la cabeza por la ventanilla de tu lado cuando a�n
estabais dentro del auto, pero no me viste porque estabas inclinado hacia Any.
- O sea, que no te perdiste detalle�
- Pues no. �Quieres que te regale los o�dos?. Vi toda la
escenita que montasteis. Por cierto, �acostumbr�is Any y t� a exhibiros as� en
p�blico?.
- No, s�lo lo hacemos contigo -respond�-. Es la segunda vez�
Asun enrojeci� a�n m�s. Parec�a imposible.
- �C�mo sabes que os estuve escuchando a trav�s del
tel�fono?.
Se interrumpi�, y su rostro reflej� lo que estaba pensando.
- Entonces, t� tambi�n me o�ste�
- Pues s�. E imagino que el domingo tambi�n aprovechaste el
espect�culo�
Asun no respondi�, totalmente confundida, pero no hac�a
falta. Me la imagin� a dos pasos de nosotros, con una mano dentro de la braguita
de su biquini, "haci�ndose un dedo". O a lo mejor, sin braguita, con la mano
acariciando su sexo.
(�Qu� suceder�a si la "metiera mano", como dijo Any?
-pens�-).
Pero Any no nos dio tiempo. Se uni� a nosotros en aquel
momento, con un toall�n de ba�o anudado sobre los pechos por toda ropa, e
intercambiaron los besos de rigor.
Any se dirigi� a nuestro dormitorio.
- Voy a vestirme, que no es plan que Toni me encuentre medio
desnuda. Aunque imagino que a�n tardar� un rato, �no?.
Asun se levant� tambi�n.
- S�, no creo que venga hasta dentro de un par de horas. Te
acompa�o, y as� dejo a Alex que se arregle.
�Vaya ducha!. Estaba deseando terminar para reunirme con las
chicas. Una vez medio seco, me puse el albornoz. Luego, lo pens� mejor y sal�
con una toalla arrollada a la cintura. Me dirig� al dormitorio y entr�,
obviamente sin llamar. Me qued� parado en el quicio de la puerta, mientras Any
me miraba con cara de picard�a.
Any estaba sentada en nuestra cama, completamente desnuda, y
Asun, de pie ante el espejo, s�lo llevaba puestas unas braguitas negras de
encaje, que reconoc� enseguida: yo mismo se las hab�a regalado a Any.
Asun se tap� los pechos con un brazo, intensamente
ruborizada. Any me reconvino en tono humor�stico:
- �Por qu� no has llamado a la puerta?.
- Yo� ver�is, no pens� encontraros as�.
- Danos tu opini�n: �c�mo le quedan a Asun las braguitas que
me regalaste?.
La mir� apreciativamente. La chica ten�a cara de "tierra,
�tr�game!".
- Est� muy sexi, le quedan muy bien. Bueno, chicas, me tengo
que vestir, si no os importa.
- Pues �v�stete! -salt� r�pida Any-. �O es que alguna de
nosotras te lo impide?.
- Yo� mejor os espero fuera. -ofreci� Asun-.
- No tienes por qu� irte. Supongo que a Alex no le matar� el
pudor�
(No parec�a la Any que yo conoc�a. Estaba provoc�ndome
claramente). Hice intenci�n de quitarme la toalla, y advert� que Asun, que se
hab�a destapado los pechos, segu�a ruborizada, pero me estaba mirando muy fijo,
sin apartar la vista del bulto que se marcaba claramente en mi entrepierna.
- No, -conced�-. Mejor esperar� fuera a que termin�is
vosotras.
A�n tardaron un rato. Mientras tanto, yo estaba imagin�ndome
a las dos chicas desnudas en la habitaci�n y, aunque trataba de alejar el
pensamiento, la erecci�n se me calmaba hasta que de nuevo me representaba la
imagen de Any desnuda y Asun poco menos, tal y como las hab�a visto un momento
antes.
Toni no se demor� dos horas, porque llam� a la puerta antes
de que las chicas volvieran. Se sorprendi� al verme de aquella guisa:
- �No ha venido Asun?. Y t�, �qu� haces en bolas?.
Aquello se merec�a una buena contestaci�n.
- �Gracias a Dios que has venido!. Nos hab�amos montado una
org�a los tres, pero ya me estaba haciendo falta una ayudita�
Toni se puso serio. Pero s�lo dos segundos:
- �Qu� mas quisieras!.
Y me devolvi� la broma:
- Aunque, bien mirado, la idea no me desagrada, no. �Vamos
all�!.
En ese instante, las chicas aparecieron en la puerta de
nuestro dormitorio, afortunadamente vestidas.
Despu�s de cenar (ser�an como las 0:30, calculo) Any hab�a
retado a Toni a una partida de ajedrez. Mi chica es francamente buena tambi�n en
eso, y Toni se las da de maestro, de modo que acept� el reto. Asun segu�a la
partida, sentada junto a ellos. Y yo me estaba aburriendo, porque me gusta
jugar, pero no soporto estar de espectador.
En contra de lo que yo esperaba, ninguno de ellos se hab�a
referido todav�a al "incidente" como lo llam�bamos Any y yo, despu�s de mi
conversaci�n con Asun. Pero s� que note que Toni, mientras estuvimos sentados en
los sof�s, estuvo dirigiendo miradas insistentes a los muslos de Any, que
llevaba "aquellos" pantalones cortos que, m�s que tapar, resaltaban sus
encantos. Aunque imagin� que, desde la posici�n que se encontraba, no ten�a a la
vista la parte "indiscreta" de aquel pantaloncito.
Por hacer algo, encend� el televisor, quit� el sonido para no
molestar, y me dediqu� a hacer zapping. Tenemos TV v�a sat�lite, as� que la cosa
dio para mucho tiempo. En un momento determinado, llegu� a un canal, con un
nombre que no puedo recordar, pero que me preci� alem�n, donde vi una extra�a
escena: dos parejas, todos ellos vestidos con batas de seda, estaban sentadas en
sendos sof�s, hablando al parecer animadamente. Daba la impresi�n de que, al
menos los t�os, no llevaban nada debajo, o puede que solo los calzoncillos, pero
lo que estaba claro es que no llevaban pantalones.
En alg�n momento, Asun se acerc� a m� por detr�s, y puso las
manos sobre mis hombros.
- �Qu� ves?.
- No s� -respond�-. Estaba haciendo zapping, y me ha llamado
la atenci�n esta escena. Mira.
Poco despu�s, se nos hab�an unido los jugadores de ajedrez, y
estaban tambi�n atentos a la pantalla.
Una de las chicas de la pel�cula se inclina para tomar un
vaso que est� sobre la mesita, ante el sof�, y al hacerlo se entreabre su bata
por la parte superior, dejando ver en su totalidad dos pechos perfectos.
El var�n de la otra pareja dice algo (recordad que no hab�a
sonido, ni maldita la falta, porque ninguno habl�bamos alem�n) y la chica que
ten�a las tetas al aire se abre m�s la bata, ri�ndose, y luego saca las mangas,
quedando desnuda de cintura arriba.
La otra chica deja sobre la mesa el vaso que ten�a en la
mano. Se cruza de piernas, y la bata queda totalmente abierta por la parte
inferior, mostrando desde el ombligo hasta los dedos de los pies, aunque el sexo
no se vio en ning�n momento.
Esta le dice algo al hombre de la otra pareja, y todos r�en.
No s� que le dir�a, pero lo cierto es que el t�o se pone en pie y se quita la
bata de espaldas a la c�mara, mientras las chicas palmotean y se r�en. El var�n
desnudo se sienta, pero tampoco se le ve nada, porque ahora la c�mara le toma de
costado. Les suelta un largo parlamento a los otros, con cara risue�a.
La mujer de la pareja contraria le imita. Esto es, se pone en
pie, y deja caer la bata al suelo, pero ella de frente, aunque tampoco se le ve
el sexo en ning�n momento, sino s�lo un peque�o triangulito de pelos en el
pubis.
Mir� a mi alrededor. �Era para inmortalizarlo en v�deo!. Las
chicas estaban un poco encarnadas, pero todos miraban la pantalla sin pesta�ear.
Y las expresiones eran de clara excitaci�n.
La chica desnuda se sienta al lado de su pareja. Este
comienza a acariciarle los pechos. Se vuelve hacia los otros, y les habla.
El otro var�n mete la mano entre las piernas de su chica, con
lo que le abre la bata. No se ve el co�o de la mujer, porque lo impide el brazo
de �l, pero est� claro que le est� dando un buen masaje.
Unos segundos despu�s, cambio de plano, y la c�mara enfoca
ahora a los otros. La chica en pelotas ha metido la cabeza y una mano entre las
piernas de su chico, y la mueve arriba y abajo, aunque tapando con su melena su
boca y el pene objeto del homenaje.
De nuevo se ve a la otra pareja. La chica ya no tiene bata, y
est�n tumbados en el sof�, �l encima. Le acaricia los pechos, y le pellizca
suavemente los pezones varias veces, mientras se besan y se frotan las lenguas
fuera de la boca. Ella mete una mano entre los dos cuerpos, a la altura de los
sexos, �l ahueca un poco el culo, y luego empieza a subirlo y bajarlo. Se la
est� follando claramente, aunque siguen sin verse los genitales de ninguno.
Nuevo cambio. El t�o de la otra pareja est� tumbado de cara a
la c�mara, sobre el segundo sof�. La chica, tambi�n de cara, est� acuclillada
sobre �l, con una mano tapando su sexo, y se mueve arriba y abajo.
Nuevo cambio de plano. La pareja tumbada ha mudado de
posici�n. Ella da la espalda a la c�mara, doblada por la cintura, y �l, de pi�,
le est� "dando ca�a" por detr�s. No se sabe por qu� orificio, porque casi lo
�nico que se ve es el culo del t�o. De ella solo se muestra una cadera y parte
de una nalga, la espalda, y las tetas balance�ndose con las embestidas del
hombre.
Corte. Publicidad de tel�fonos er�ticos.
- �Joder!. La putada de los anuncios en lo m�s interesante no
es exclusiva de nuestro pa�s -exclam� Toni-.
En aquel momento, la pava de Any se sent� sobre el mando a
distancia, que estaba a mi lado, en el sof�, y cambi� la emisora. Yo no
recordaba el canal en que sal�a, y aunque estuve intentando localizarla de
nuevo, no hubo forma. Finalmente, desist�.
- �Os hab�is fijado? -intervino Asun-. No se le ha visto el�
sexo a nadie en ning�n momento.
- Es que en la televisi�n alemana no est� permitido mostrarlo
-inform� Toni con suficiencia-.
- No es cierto, -aclar�-. A uno de los t�os si se le ha visto
el pene fugazmente.
- �Y por qu� no avisaste?. Nos lo hemos perdido Asun y yo,
-brome� Any-.
- �Qu� cosa m�s er�tica! -intervino Toni-. No hab�a visto
nunca una pel�cula de intercambio de parejas.
- Pero, �qu� dices? -exclam� Asun-. No ha habido intercambio,
sino simplemente dos parejas haciendo el amor a la vista de los otros.
- A lo mejor lo habr�an hecho en la continuaci�n, si Any no
hubiera metido la pata� Bueno, el culito, para ser m�s exactos -reproch� Toni,
con voz ir�nica-.
- Aunque� -prosigui�-. En cierto modo ya hemos hecho algo
parecido entre nosotros, me refiero a lo de "hacerlo" en p�blico. Primero, os
mostramos la cinta aquella, y el domingo por la noche, vosotros pues� Aunque
s�lo estaba Asun, yo me lo perd�.
Any y yo nos miramos consternados.
- Creo que el que ha metido ahora la pata soy yo -continuo
Toni-. Ya me perdonar�is�
- Te dir� lo mismo que t�: que no podemos fingir que Asun no
vio lo que vio, y que despu�s no te cont� lo que te cont� -dije, encogi�ndome de
hombros-.
- Las dos veces que ha sucedido con nosotros ha sido
casualidad. Nosotros no ten�amos intenci�n de mostraros la cinta, y vosotros
cre�ais estar solos. Lo que m�s me intriga de la pel�cula que acabamos de ver,
es c�mo se llega a una situaci�n as�, aunque no haya intercambio, sino s�lo sexo
a la vista de los otros.
Asun acababa de plantear una cuesti�n que a m� tambi�n me
intrigaba.
- Porque, digo yo, -continu�-. No creo que as�, de golpe y
porrazo, un buen d�a alguien le diga a los otros, "�oye!, tengo una idea, �por
qu� no ech�is un polvo al mismo tiempo que nosotros?".
- No tengo respuesta a eso -repliqu� a Asun-. Yo imagino que
ser� un proceso gradual, en el que poco a poco se ir�n perdiendo las
inhibiciones, hasta que un d�a, una de las parejas d� el paso definitivo, y los
otros les imiten.
- M�s dif�cil ser� dar el siguiente paso, supongo -intervino
Any-. Si ya parece dif�cil llegar al punto que hemos visto, �qu� tiene que pasar
para que un d�a las chicas se cambien a sus hombres?. Y lo m�s importante, �c�mo
cada uno de los cuatro puede aceptar tranquilamente que su pareja est� con otro
u otra?.
- �Uffffff!. Efectivamente, tienes raz�n -replic� Asun-. Por
eso s�lo sucede en las pel�culas er�ticas, no en la vida real.
Yo no estaba tan convencido de ello, pero no dije nada. Y
finalmente, la conversaci�n fue por otros derroteros.
Se hab�a acabado el hielo, por lo que Any fue al
refrigerador, y yo tras ella. Y, bueno, nos entretuvimos algo m�s de la cuenta,
porque yo estaba muy caliente entre unas cosas y otras, de modo que la acorral�
contra el frigor�fico, y met� una mano bajo su falda, mientras me com�a su boca.
No era yo solo: la entrepierna de las braguitas de mi chica estaba h�meda, y no
de sudor precisamente. Ella correspondi� inicialmente a mis caricias, y lleg� a
poner la mano sobre el bulto que hab�a crecido en la delantera de mi pantal�n.
Pero finalmente, me empuj�, apart�ndome de ella:
- �Acaso quieres darles otro espect�culo?. Va, comp�rtate,
que ya tendremos tiempo cuando se vayan�
Tuve que resignarme, porque cuando Any tiene raz�n, pues la
tiene. Nos entretuvimos a�n un poco m�s, porque Any ten�a las braguitas
descolocadas, y yo parte de los faldones de la camisa fuera del pantal�n.
Cuando llegamos al sal�n, nos quedamos parados en la puerta.
Toni y Asun compon�an una imagen similar a la nuestra en la cocina de unos
momentos antes: Asun ten�a la blusa desabrochada, y la mano de Toni estaba
masajeando claramente sus pechos, uno de los cuales asomaba por la abertura de
la prenda. La otra mano de nuestro amigo estaba entre los muslos de la chica,
que ten�a la falda subida hasta casi la cintura.
Ninguno de los dos advirti� nuestra presencia, ocupados como
estaban en morderse mutuamente los labios, de modo que Any y yo contemplamos el
espect�culo unos instantes, cada vez m�s excitados. Luego, tom� a mi pareja por
un brazo, y retrocedimos en silencio.
Nos dirigimos de nuevo al sal�n, pero ahora hablando en voz
alta y haciendo todo el ruido que pod�amos, para avisarles de nuestra presencia.
Pero cuando entramos, ya decididamente, s�lo Asun parec�a haberse dado cuenta de
nuestra llegada: con la cara muy encarnada, estaba tironeando de su falda para
taparse los muslos, pero Toni continuaba con las manos donde las ten�a unos
momentos antes. Finalmente, Asun le empuj�, y el chico pareci� volver en s�. Nos
mir�, s�lo ligeramente avergonzado:
- Lo siento, chicos, creo que nos dejamos llevar un poco�
- Nada, nada -repliqu� yo-. Si quer�is, podemos repetir la
escenita de la "peli" alemana�
El codazo de Any me dio justo en las costillas flotantes.
Asun se estaba abotonando de nuevo la blusa, y su cara era la imagen misma de la
confusi�n.
Toni consult� su reloj:
- Bueno, chicos, es un poco tarde ya, de modo que� Creo que
Asun y yo os vamos a dejar.
Nada m�s cerrar la puerta a espaldas de nuestros amigos, fue
Any la que se me ech� encima. Me bes� con la boca muy abierta, mientras pugnaba
por desabrocharme la bragueta. Mis manos tampoco estaban quietas: una estaba en
su sexo, mientras con la otra tironeaba de sus braguitas sobre las nalgas,
intentando baj�rselas. Mis pantalones fueron a parar a los tobillos, y el boxer,
en las caderas, permit�a que las manos de Any tuvieran agarrada mi erecci�n. Las
braguitas de ella terminaron en sus rodillas, y dos de mis dedos fueron a parar
al interior de su vagina, incre�blemente h�meda.
Intent� conducirla hasta el dormitorio, pero a los dos pasos
me enred� con los pantalones, y fuimos a parar al suelo, aunque afortunadamente
la gruesa moqueta amortigu� bastante el golpe. Any qued� encima, y en mi
urgencia por llegar a sus pechos, arranqu� la mayor parte de los botones de su
camisa, de la que termin� de desprenderse r�pidamente, permiti�ndome contemplar
sus pezones enhiestos al m�ximo. La atraje contra m�, y succion� uno de ellos,
lo que arranc� gemidos de placer de su boca.
Las manos de Any estaban entre nuestros dos cuerpos, y no
tard� nada en conseguir introducirse mi pene ella misma. Luego comenz� a
cabalgarme furiosamente, absolutamente fuera de s�, oscilando las caderas como
una posesa. Sus manos tan pronto estaban en sus cabellos, como amasaban sus
propios pechos. Pocos segundos despu�s, se tumb� sobre mi cuerpo, y comenz� a
cubrir mi rostro de hambrientos besos con la boca abierta.Y entonces, la
tremenda excitaci�n que yo acumulaba desde hac�a rato, estall� en forma de
contracciones que proyectaban mi semen en el interior de su cuerpo.
Creo que perd� la conciencia durante unos instantes. Cuando
la recuper�, Any estaba corri�ndose violentamente. Y cada uno de sus espasmos de
placer era acompa�ado de un empuj�n de su pelvis que manten�a mi pene
profundamente introducido en su interior unos momentos, para luego relajarse y
reiniciar el movimiento de vaiv�n, una y otra vez, en lo que ella misma no supo
determinar si hab�an sido varios orgasmos, o el m�s largo que hab�a
experimentado nunca.
M�s tarde, en nuestro dormitorio, hicimos inventario de
da�os: la blusa de ella estaba rasgada y sin un solo bot�n, inservible. A la
cremallera del cierre de su falda, arrugada como si hubiera dormido con ella
puesta, le faltaban muchos dientes, y precisaba ser sustituida.
Mi ropa hab�a resistido mejor, pero yo ten�a un hematoma en
las costillas, otro enorme en una cadera, y un labio partido.
Pero, creedme si os digo que mereci� la pena. �Vaya si la
mereci�!.
A.V. Octubre de 2003.
�Te ha gustado?. �Qu� opinas sobre el intercambio de
parejas?. �Lo has practicado alguna vez?. �Y sobre el sexo en grupo?. �Fantaseas
sobre ello, solo/a o con tu pareja?. Me gustar�a recibir vuestros comentarios al
respecto. �Ah!, y no dejes de leer la continuaci�n.
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