No atiendo su llamada porque me puse muy nervioso. Le hice la
se�a de que me siguiera y as� lo hizo. Fue a sentrse justo en la butaca contigua
a la m�a. En la penumbra de la sala de cine pude ver que abr�a su bragueta y me
mostraba una deliciosa verga gorda y cabezona que brillaba por el precum.... eso
me calent� al m�ximo. Me acerqu� a su o�do y le dije que ten�a temor que nos
fueran a descubrir y entonces me invit� a salir de la sala.

En el estacionamiento, abordamos su coche deportivo. El tipo
era un hombre de unos 35 a�os, alto, musculoso, muy velludo y algo calvo....
vest�a ropa deportiva de marca y enfil� el coche hacia un hotel de excelente
nivel. En aquel entonces yo ten�a unos 34 a�os, no tenia barriga prominente, soy
tambi�n muy velludo, mis piernas gruesas y fuertes, mis nalgas redondas y
macizas y mi verga en toda su leche, de 20 cm. muy gruesa y cabezona, sin
circuncidar, me sent�a un buen prospecto y ya para ese entonces gozaba del sexo
gay en cualquiera de sus formas, es decir, daba y recib�a sin mayor problema.
Entramos al lobby, se registr�, fuimos luego al bar, tomamos algunas copas y �l
me confi� que estaba super caliente, que pensaba que yo pod�a darle batalla, que
le hab�a gustado mucho desde que me vio en el ba�o del cine.

Me dijo que le encantaba coger y ser cogido, que el 69 era su
n�mero favorito, que disfrutaba cogiendo toda una noche completa, que sus
corridas eran muy abundantes y que estaba dispuesto a hacerme feliz. Con esa
calentada previa, no me queda sino decir que le urg� a subir a la habitaci�n.

Qu� b�rbaro!, era un tipazo. Nos desnudamos mutuamente.
Nuestras vergas eran dos espadas listas para el esgrima.... ambos chorre�bamos
l�quido preeyaculatorio. Era la calentura en toda su potencia. Me tir�
delicadamente en la cama, me bes� los cabellos, la frente, las cejas, los
p�rpados, la nariz, las orejas, introdujo su lengua en mi boca y luchamos por
ver quien penetraba m�s hondo la garganta del otro..... S�lo recordar estos
momentos pone mi verga a todo lo que da.

Mientras escribo, estoy desnudo, con la verga muy dura y con
ganas de encontrar un culito rico que disfrute mi verga cabezona y deseosa de
horadar. Bueno, pues el roce de lenguas termin� y fue �l quien sigui� por mi
cuello, mi pecho, lami� mis tetillas, les dio peque�os y delicados mordiscos,
sigui� por mi barriga, lleg� a mi pubis, s�lo lami� mi dura verga por encimita,
fue hacia mis huevos y los chup� uno a uno, sin lastimar, tiernamente..... me
abri� las piernas, sigui� hacia el agujero de mi culo, lo lami� �vidamente, se
daba un respiro y luego llevaba su lengua hasta mi hoyo.... la meti� lo m�s
posible, ensaliv� sus dedos y me meti� uno, luego dos y hasta tres dedos toler�
jugando dentro de mi recto.... Fue mi turno y repet� toda la rutina. Para ese
entonces el aroma a sexo inundaba la habitaci�n, era delicioso.

Acto seguido, me pidi� que le cabalgara. Me sent� en
cuclillas sobre la cama, apunt� su verga hacia mi culo y me fui sentando
despacio, lentamente, de pronto, me da un jal�n y sus 22 cm. de verga gruesa y
cabezona llegaron al fondo de mi intestino.... mi culo sent�a los vellos de su
pubis.... �l domin� la situaci�n, me empez� a subir y a bajar.

Hizo algunas cabriolas y me volte� sobre la cama, levant� mis
piernas y empez� un bombeo r�pido que logramos sincronizar... no s� c�mo le
hizo, pero alcanzaba a mamar mi verga y fue increible cuando despu�s de m�s de
media hora de mete y saca y mamada simult�nea, nos corrimos al mismo tiempo....
�l se retir� de mi verga y �sta como fuente botaba chorros y chorros de mis
mecos que luego tom� con los dedos y fue engullendo golosamente. Se retir� de mi
culo y su verga todav�a dura chorreaba sus propios mecos que me distribuy� en
mis huevos, verga y pubis. Esta rutina se repiti� dos veces m�s durante la
noche.

No volv� a verlo. Cuando despert�, hab�a dejado el hotel. Un
saludo y mis m�s dulces y calientes recuerdos para t�, Mauricio.

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