Relato: MI ESPOAS Y EL GINECOLOGO Mi espoas y yo hemos decidido no tener mas hijos por lo que fue con el ginecologo para que le colocaran el diu, la atendio una doctora y le indico que tenia que volver para que le revisara periodicamente.
El dia que tenia que ir estaba un poco nerviosa y me pidio que la acompa�ara, cuando llegamos al consultorio supimos que no habia hido la doctora por lo tanto la hiba a atender un medico, ella no muy bien queria que la atemdiera un hombre pues es muy timida, pero no habia otra salida, asi que cuando la llamo el doctor ella le pidio de favor que yo la acompa�ara, al verla asi de nerviosa el doctor entendio y accedio a que yo pasara con ella.
El medico le pidio se acostara y se descubriera de la cintura para abajo, ella llena de pena obedecio y lo hizo,abrio las piernas mientras el doctor se ponia unos guantes de latex, se acerco a ella y metio un dedo para buscar el diu, lo saco y volvio a meter, mi miro y me dijo-!No logro encontrar el diu con mi dedo!- siguio buscando y nada, me dijo-!Solo hay un metodo con el cual puedo sentirlo ya que soy muy sensible...seria con mi pene...no se asuste es meramente mi profesion y lo hare en esos terminos!- la verdadno me gusto nada la idea pero tuve que aceptar pues se trataba de la salud de mi esposa.
Le conteste que si tenia que hacerlo pues ni modo, ella protesto, -!No...con su pene no...por favor no lo haga...!-yo le anime diciendole que no hiba a pasar nada malo que ahi estaba yo para cuidarla, el doctor se preparo, de su escritorio saco un condon y luego saco su pene aun flacido, pero mientras se colocaba el condon se fue poniendo duro, cuando ya estaba listo me arrepenti de haber aceptado que buscara de esa manera el diu,pues era de un tama�o respetable y de buen grosor, pero ya no podia negarme.
Al ver ese miembro mi mujer se puso aun mas nerviosa, le tome la mano y ella me la apretaba, el doctor fue metiendo su pene y le dijo a mi esposa-!Si siente alguna ella movimolestia me avisa por favor!- y siguio introduciendo aquella grande maza de carne maciza en la vagina de mi esposa, ella cerro los ojos y temblaba de pies a cabeza, el movia en forma ocsilatoria su falo, lo metia y lo sacaba, me dijo que no lograba encontrar el dichoso diu, a estas alturas la respiracion de mi esposa estaba ya un poco agitada, le pregunte-�tienes alguna molestia...te duele algo...?- ella movio la cabeza indicandome que no habia ninguna molestia.
El galeno dijo -!Le voy a pedir que cambiemos de posicion para ver si logro encontrarlo...!- le indico se pusiera agatas, mi esposa muy obediente se puso asi, entonces pense que ya no estaba sufriendo si no todo lo contrario, el doctor se acomodo y coloco su tremendo falo en la entrada de mi esposa, y se la metio, ella gimio, el pregunto si el dolia, ella contesto-!NO...no...aaaahhhh....mmmmm....siga doctor siga por favor!- comprobe que ya no estaba trabajando profesionalmente el doctor y que mi esposa ya estaba muy caliente.
Era inevitable que mi miembro reaccionara, pues me invadio una fuerte calentura, quize gritarle al doctor pero fue mas fuerte mi calentura que mi enojo, el doctor ya empezo a cogersela descaradamente, mi esposa me murmuro -!Me vas a perdonar...no puedo evitarlooooo....aaaaaahhhh...me esta cogiendo bien ricooo....!- nunca pense que algun dia mi esposa fuera asi de caliente, me quede sorprendido pues es muy timida, el doctor seguia sacando y metiendo sacando y metiendo, ella pujaba, gemia, gozaba como nunca.
Yo me saque mi miembro y mientras miraba como se la estaba cogiendo me stuve masturbando deliciosamente, despacio, me lo acariciaba, me lo apretaba, yo tambien estaba gozando mucho, mi cuerpo temblaba y mi paladar se me seco, jamas habia sentido calentura igual.
Mi esposa se em`pezo a estremecer y casi gritaba -!Me vengo...me vengo...me estoy viniendoooo.....aaaahhhh...ooooohhhhh...mmmmm...asi asi asi doctorcito cogame asiii fuerte...rapido....rapido...mas rapidoooo...aaaahhhhh....uuuufffff.....ya...ya ...!- el doctor al sentir como mi esposa alcanzo aquel riquisimo orgasmo tambien empezo a gru�ir y alzando el rostro tambien empezo a arrojar su caliente liquido en las entra�as de mi esposa.
Yo por lo consiguiente apretando las piernas tambien empeze a arrojar fuertes chorros de semen al aire, estuvims un rato tratando de alcanzar la respiracion, el doctor saco un rollo de papel higienico y nos limpiamos, el doctor nos indico que si habia molestias no pensaramos dos veces que lo fueramos a ver inmediatamente, pues claro queria volver a cogerse a mi esposa, y la muy mustia ya no protesto.
Espero sea de su agrado esta fantasia.
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Relato: MI ESPOAS Y EL GINECOLOGO
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