Siempre fui un hombre bastante excitable, desde muy peque�o
ya me masturbaba pensando en mi profesora o mi vecinita Kathy o en mi prima
Ver�nica quien a pesar de sus diesisiete a�os ya se manejaba un trasero inmenso
y unos muslos que eran una delicia; yo ten�a 10 a�os pero sin embargo siempre me
las ingeniaba para espiarla desde abajo, cuando subia las escaleras o si estaba
sentada en la mesa, yo siempre ten�a que recoger alg�n l�piz que se hab�a ca�do
�? y all� estaba, ese panorama precioso, dos piernotas semiabiertas con el fondo
del triangulito del calz�n blanco. Cuando cumpl� los trece, me di cuenta que mi
pene se hab�a desarrollado m�s que el resto de mis compa�eros, siempre recuerdo
aquellas ocasiones cuando, en el ba�o, los hombrecitos se pon�an a medirse el
tama�o de sus miembros y yo siempre ganaba, ellos con envidia reconoc�an su
desventaja. Lo malo fue despu�s, mi pene sigui� creciendo y engruesandose a tal
punto que cuando cumpl� los quince ya ten�a verg�enza que me vean.

A pesar de tener muchas enamoradas quienes a veces me
propon�an tener sexo, al final todas se desanimaban al ver semejante verga,
siempre inventaban alguna excusa de �ltima hora. S�lo una chica, mayor me
acuerdo (yo ten�a 17 y ella 28) acept�, le pareci� provocativo, y no se
arrepinti�, le encant�, seg�n me confes� despu�s; me enter� que era casada y me
alej�. Cuando cumpl� 19 a�os, mi pene era aproximadamente de 22 cm de largo,
pero el grosor era descomunal, casi 5 cm de di�metro y 17 cm de circunferencia.
Conoc� a Jenny, una chica bell�sima de la cual qued� enamorado al instante, ella
era un a�o menor que yo y tambi�n muy ardiente; me llam� la atenci�n cuando
follamos por primera vez, no puso reparos en el tama�o de mi pene, lo disfrut�
completamente, ella ya hab�a tenido bastante experiencia sexual y su vagina
parece que era m�s flexible,; a�n as� costo bastante trabajo conseguir meter mi
falo en su concha, siempre quedaban 10 o 12 cent�metros fuera, esto me produc�a
una mescla de excitaci�n y de frustraci�n al mismo tiempo. Al parecer, cada vez
que entraba mi verga extend�a a lo ancho los m�sculos vaginales y esto acortaba
la longitud de la vagina, y le produc�a tener orgasmos m�ltiples, que seg�n ella
nunca antes hab�a sentido con sus anteriores enamorados.

Al a�o siguiente nos casamos y pronto tuvimos un hijo,
Ricardo, quien fue nuestro �nico engre�do hasta los cuatro a�os cuando naci�
nuestra peque�a Jenny, quien se convirti� en mi preferida, era tan bella y
encantadora como su madre. Cuando mi hija Jenny cumpli� los nueve a�os, tuve que
partir a Canad�, siguiendo a la compa��a para la cual trabajaba. Yo me
desempe�aba como Ingeniero Qu�mico al mando de un campamento al norte de
Ontario, al finalizar el contrato, pude por fin, regresar a mi pueblo, una
provincia de Venezuela, la cual se encuentra a cuatro horas de Caracas, y
reunirme con mi familia a la cual no ve�a desde hac�a cinco a�os. Mi hijo
estudiaba ya en la Universidad de la capital y mi esposa estaba pr�xima a
viajar, destacada al Hospital Central de Caracas. Yo no quise mudarme a la gran
metr�poli, prefer� quedarme en mi pueblo con mi hija quien a�n estudiaba la
secundaria en una escuela de se�oritas. Todav�a recuerdo cuando llegu� a mi
casa, fue impresionante ver a mi hija, toda una adolescente; a pesar que no
hab�a crecido mucho de estatura, era toda una mujercita, tan finita en sus
formas. Su madre tuvo que viajar a los dos d�as que llegu� y se supon�a que
estar�a fuera seis meses; esto me entristeci�, pero luego sabr�a que me esperaba
una experiencia extraordinaria.

Pasaron los d�as y pude apreciar con m�s atenci�n lo crecida
que estaba mi peque�a Jenny. Era inevitable observarla, cuando me quedaba a
descansar en el sof� y ella circulaba por la casa desenfadadamente vestida en su
T-shirt , el cual hac�a evidente que debajo de esa prenda, que le cubr�a con las
justas las nalgas y que revelaba parte de su calz�n cada vez que se empinaba
sobre la punta de sus pies para alcanzar algo, no llevaba m�s nada, dejaba
traslucir unos senos desarrollados y con unos pezones, que me parec�an, siempre
erectos, unas caderas no muy anchas, pero lo parec�an en contrastarse con esa
cintura delgad�sima, unos muslos torneados y un trasero precioso, peque�o, pero
tan bien formado que cuando se pon�a de perfil resaltaba con su vientre tan
plano. Al principio no quise aceptarlo y trataba de poner mi atenci�n en la TV o
en el libro que me encontrara leyendo, pero poco a poco me fui dando cuenta que
no pod�a evitarlo, tanto as� que se convirti� en una obsesi�n y despu�s me
encontr� un buen d�a espi�ndola en su cuarto o en la ducha. Ella ten�a una
ingenuidad incre�ble a sus catorce a�os, tal vez era su car�cter y su educaci�n
tan recatada.

Hab�an transcurrido dos semanas y el tiempo de abstinencia
estaba haciendo efecto, a pesar que a veces me masturbaba en las noches, esto no
era suficiente; lo que descubr� fue que todas aquellas mujeres que me serv�an de
objeto de mi fantas�a para mi masturbaci�n fueron reemplazadas, incre�ble, por
mi hija. esto era inconcebible, pero cuanto m�s lo pensaba m�s me excitaba. Un
buen d�a se me ocurri� la idea de follarme a mi propia hija, esto era ya
inevitable para mi, as� que empec� a crear una estrategia.

Yo hab�a ca�do en cuenta que a ella desde ni�a siempre le
gustaba observarme cuando yo hac�a mis experimentos en el laboratorio que ten�a
en mi casa; as� que un d�a que me encontraba trabajando y me sent�a totalmente
excitado, llam� a Jenny para que me ayudara a preparar unos portaobjetos para
observar en el microscopio y mientras ella se encontraba atareada yo estaba
(supuestamente) concentrado observando unas muestras; descuidadamente le empec�
a hablar sobre la importancia de la ciencia y los avances que se hab�an
conseguido hasta ahora, "Lamentablemente hay algunas cuestiones que todav�a no
han quedado claras" le dije, "Si yo descubriera algunas respuestas, tal vez, me
vuelva famoso y gane mucho dinero" agregu�, "�Si? pero �Que cosas? �Ya no han
descubierto todo?" me interrog�; esto era lo que yo esperaba y le contest� casi
con desinteres "Muchas cosas, investigaciones qu�micas con el cuerpo humano,
sobre todo con cuerpos de chicas j�venes, pero que... Oh, no me vas a entender"
le contest� para acicatearla; "�Con cuerpos de chicas j�venes? no entiendo, por
favor Papi, expl�camelo" A estas alturas reci�n me doy cuenta que mi hija
llevaba puesto un short de algod�n que se hab�a ce�ido tanto a sus entrepiernas
que yo cre�a ver a trav�s de �l, todo su pubis y parte de su vulva, luego repuse
en la tremenda erecci�n que todo esto me ocasionaba, y ped� permiso para ir al
ba�o donde r�pidamente arregl� mi verga hacia abajo de mi muslo derecho, llegaba
a la mitad de �ste.

Regres� al laboratorio y mientras caminaba lentamente la
qued� observando, ella estaba sentada en un taburete de espaldas a mi,
observando a trav�s del microscopio; ese panorama era impresionante o yo estaba
excitado, su cintura hac�a juego con sus caderas y nalgas, que descansaban en el
asiento del taburete formando la ilusi�n perfecta de una pera. Cuando ella
sinti� mis pasos, sigui� pregunt�ndome sin dejar de observar los portaobjetos
"�Anda Papi expl�came que experimentos tienen que hacer con cuerpos j�venes y
que cuerpos j�venes?" "Bueno te contestar�, pero no creo que me entiendas;

Se cree que el liquido lubricante de una mujer no es una
sustancia activante..." en este punto me interrumpi� "�el l�quido lubricante?
�Qu� l�quido lubricante?" " �Lo ves! No me vas a entender, el l�quido lubricante
que segrega una mujer cuando est� excitada o cuando se masturba, pero como
seguramente tu nunca te haz masturbado, mi explicaci�n es en vano";-- "No, No,
yo s� me he masturbado, a veces"; se apur� en replicarme, "�est�s segura o me
est�s mintiendo s�lo para que te cuente mis experimentos? Le contest� con una
falsa duda. "Bueno, yo me masturbo desde los 12 a�os, al principio yo no sab�a
que eso se llamaba as�, s�lo me tocaba mi cosita, que a veces me picaba mucho o
vibraba y solamente se calmaba cuando la acariciaba, �Ahh! Ahora que me acuerdo
siempre se moja bastante, por la entrada vaginal, �A ese l�quido te refieres?"
Esta revelaci�n fue demasiado para mi pobre polla que estaba a punto de
reventar, de pronto sent� humedad por el muslo derecho, unas gotas corr�an hacia
abajo a la rodilla, cre� que me estaba orinando, pero no, era mi propio l�quido
lubricante, que sal�a sin contenci�n debido a la fuerte excitaci�n. Trate de
disimular un poco y mirando hacia unos papeles en la mesa segu� hablando
supuestamente sin poner mucha atenci�n "Ah que bien, entonces eres una peque�a
mujercita" dije sonriendo " Y cuando te tocas tu cosita, como tu dices, s�lo te
acaricias el Cl�toris? sabes cual es el Cl�toris, �No?" le pregunt� con malicia,
y ella me contest� un poco ofendida "Por su puesto que s� cual es mi cl�toris;
ya te dije que en la escuela estudiamos educaci�n sexual, y he aprendido muchas
cosas de anatom�a, adem�s hace unos meses atr�s, que en la entrada vaginal
sent�a mucha vibraci�n y tuve que acariciarla tambi�n, despu�s sent� que
introduciendo un dedo sent�a mucho m�s placer cuando terminaba. Mis amigas me
han contado que ellas se meten dos y hasta tres dedos, yo no he podido, pero
hace un semana ya consegu� meter dos dedos".

Esto era cachond�simo y mi pene no dejaba de gotear, note una
mancha h�meda en mi pantal�n a la altura mi muslo, tuve que pedir permiso
nuevamente para ir al ba�o y secarme un poco, al regresar continu� "Cuando yo me
refiero a cuerpos de chicas j�venes , me estoy refiriendo a cualquier chica
adolescente de 15 � 18 a�os, porque estoy seguro que a esa edad el l�quido
lubricante es m�s activo y si lo pusi�ramos en contacto con esperma fresco
entonces creo que los espermatozoides vivir�an m�s de cinco d�as y adem�s les
dar�an m�s movilidad; pero hasta ahora estos experimentos han fracasado porque
siempre se ha experimentado con sustancias muy maduras, por ejemplo mujeres de
25 � m�s a�os..." , "�Y por qu� no han experimentado con muchachas j�venes como
dices tu?" me interrumpi� "Lo que pasa es que a nadie se le ha ocurrido; yo lo
har�a pero necesito una chica de 15 � 16 a�os, �D�nde la voy a conseguir?;
bueno, en fin, me olvidar� de todo este asunto" agregu�, supuestamente
concluyendo la conversaci�n, pero ella insisti� "Pero papi, �En que consiste el
experimento?" "Bueno se debe tomar una muestra del l�quido lubricante de una
mujer joven y mezclarlo con una muestra de semen, y estoy seguro que al ver al
microscopio se podr�n apreciar a los espermatozoides mucho m�s vivos y muy
r�pidos y fuertes" "�Y tambi�n tendr�s que conseguir a un hombre para que done
el semen?", me pregunt� "No, felizmente ese no es problema para mi, porque yo
estoy dispuesto a realizar el experimento con mi propio semen" "Pero Papi, no te
preocupes, si tu quieres yo te puedo dar un poco de mi l�quido para tu
experimento" , "No, �est�s loca? Adem�s tiene que ser una chica m�nimo de 15
a�os" , "Pero Papi, yo ya tengo catorce a�os y no creo que por un a�o, mi
l�quido no sirva, de pronto hasta es mejor" me contest� entusiasmada; "No s�,
uhmm..., �pero a ti te sale bastante l�quido?

Creo que eres muy ni�a todav�a, uhmm..." me hac�a el dif�cil,
"Papi, yo te demuestro que si puedo" , "Bueno, est� bien, te dar� este tubo de
ensayo peque�o, y ah� echar�s un poquito de tu l�quido. Ahora anda ve al ba�o y
trata de conseguirlo", ella me recibi� el tubito con una sonrisa muy
entusiasmada y corri� al ba�o; era evidente que era todav�a una ni�a, era como
un juego para ella. No creo exagerar, si les digo que tard� cerca de 20 minutos
y regres� bastante frustrada, porque en el frasquito casi no hab�a nada, apenas
en el borde se notaba un poquito de crema blanca, era evidente que aquello era
su l�quido, inclusive lleg� r�pidamente a mi nariz el olor caracter�stico de
conchitas de mar, es decir una vulva fresca; era fant�stico, pero estaba
ocurriendo.

"Y �qu� pas�, mi amor?" le dije sonriendo; "No s�, por m�s
que me frotaba mi cl�toris o mi vulva, no sal�a mucho l�quido, no s� porque;
otras veces me sale bastante" me dijo desconsolada; "No te preocupes, te voy a
explicar, no es tu culpa; para que una mujer se lubrique tiene que estar muy
excitada "; "Papi, entonces �tu tambi�n tienes que estar muy excitado para que
te salga el semen? Me interrog�; "No, en el caso de los hombres es diferente,
nosotros nos excitamos m�s r�pido y f�cilmente" ; "Oh, yo no te creo, como de la
nada har�s para que te salga tu l�quido"; "Pues es f�cil, y si quieres te lo
demuestro", esto era lo que yo esperaba; "Pues a ver, � demu�stramelo! " me
dijo; yo no pod�a creer lo que estaba pasando. "Por favor, alc�nzame ese
recipiente de vidrio que ves all� , me acerque al borde de la mesa de trabajo y
coloqu� el recipiente en la mesa, exactamente debajo de mi bragueta y proced� a
bajar el cierre de mi pantal�n; ella se quedaba observando con suma atenci�n
cada movimiento m�o; met� mi mano por la bragueta y dentro de mi slip, pero mi
verga estaba tan dura y hacia abajo que no lograba extraerla por el cierre.

Ella se impacient� y me pregunto "�Qu� pasa Papi?, tu tampoco
puedes, ves que no es f�cil" ; "No hija, no es eso, lo que pasa es que no puedo
sacar mi pene..."; "que no puedes sacar tu pene �porqu�?, � que gracioso !" me
dijo soltando una carcajada; "Esp�rate" le dije, y desabrochando mi cintur�n
baj� mis pantalones hasta las rodillas y tremenda verga qued� expuesta, se hab�a
salido por una de las piernas del slip, colgando como una manguera de carne que
lat�a a cada segundo; al mirar de reojo a Jenny, �sta se hab�a quedado
anonadada, miraba fijamente mi inmenso pene sin pronunciar palabra, yo prosegu�
con mi "tarea" lo tom� en mis manos y lo saqu� por encima del slip quedando
expuestos tambi�n mis test�culos y mi abundante bello p�bico.

Ella por fin atin� a decir " � Papi tu cosa es grandota !
como puede entrar eso en la vagina de mi mam�, �No le duele? " ; "No. No le
duele mi amorcito, porque la vagina de la mujer es muy flexible y adem�s cuando
se excita s�lo siente placer, lo que pasa que te parece demasiado grande porque
nunca haz visto un pene en persona", le dije tratando de quitarle cualquier
temor que pudiera surgir. Entonces me contest� " No No, yo s� he visto un pene";
"�C�mo?" Me alarm�, "si, fue una vez en la casa de Adela, yo me encontraba
estudiando en la sala, pero sent� que ella estaba en su dormitorio con Mike, su
enamorado; y como sent� ruidos extra�os empec� a espiarlos por la ventana que
daba al jard�n, y pude ver como Adela saco el pene de Mike por la bragueta de su
pantal�n. Me acuerdo que era inmensa y me dio un poco de asco como ella empez� a
basarla y creo que tambi�n la chupaba" ; "�Y por qu� te dio asco? si es algo
natural" ; "no s�, seguro porque yo era m�s peque�a, fue hace m�s de un a�o,
pero tu cosa es el doble o el triple de la de Mike. � Papi, mira te est�s
orinando !" grit�, porque not� que de mi glande colgaban gotas de mi l�quido
lubricante y estaba tan espeso que hab�an llegado al suelo sin romperse. " No
hijita, no me estoy orinando, lo que pasa es que mi pene se ha excitado
demasiado y tiene ganas de una vagina " ; "Huy, entonces ahora que har�s, mi
mami est� de viaje" ; "No importa, bueno, volvamos a nuestro experimento" y
empec� a estrujar y apretar mi verga, la cual parec�a que iba a reventar, tener
la mirada de mi peque�a Jenny sobre mi masturbaci�n me produc�a oleadas de
placer, el orgasmo se ven�a a toda velocidad, saqu� fuerzas para controlarme y
alargar el tiempo lo m�s que pod�a; "Parece que tu cosa est� bien dura",
pronunci� con inocencia ella, esto me permiti� sugerirle.

"Si quieres t�cala, pero tienes que agarralo muy fuerte; ella
inmediatamente tom� en su peque�a mano derecha tremenda verga, me di cuenta que
la palma de su manita no alcanzaba a cubrir totalmente el grosor de mi pene, el
contacto de su piel hac�a m�s dif�cil el seguir aguantando el climax, " �
Apreta, Apreta m�s ! , le ped� casi a gritos, ella tuvo que usar la otra mano y
empez� a apretar, "Est� muy dura, es muy grande no puedo agarrarla bien" ; "No
importa, tu sigue apretando que ahorita voy a acabar y saldr� todo el semen" ,;
ella sigui� con su tarea, de pronto, no se como voltee a mirar a Jenny mientras
ella segu�a subiendo y bajando con sus dos manitas a lo largo de todo el pene, y
descubr� que observaba con atenci�n absoluta mi verga, cuando cre� ver una
mancha de humedad en sus entrepiernas, quise pensar que se estaba excitando y la
eyaculaci�n se vino como una explosi�n, chisgueteaba chorros de semen espeso en
el recipiente y fuera de �l.

Ya no me importaba, dej� toda la mesa mojada pero hab�a una
buena cantidad en el recipiente. "Papi, te ha salido como un litro de semen, �Y
todo eso puede entrar en la vagina?" ; "Si, mi vida" le contest� mientras
guardaba mi pene semi fl�cido ; "Pero yo buscar�a un hombre con un pene m�s
chico"; me dijo, "�Por qu�?" le pregunt�, "porque, si en mi vagina s�lo pueden
entrar dos dedos, menos podr�a entrar un pene como el de Mike y menos uno como
el tuyo" , "No Jenny, ya ver�s como poco a poco todo esto te parecer� natural y
despu�s querr�s penes grandes" ; "No te creo", me contest�; "Bueno, ya tenemos
mi l�quido, ahora falta el tuyo" le dije, terminando la discusi�n "Si, pero c�mo
hago?" ; "Yo te ayudar�, ven ac�rcate", ella vino y la ubiqu� parada frente a
mi, mientras yo estaba sentado con mis piernas abiertas, la puse de perfil y le
dije "Tu conc�ntrate, no pienses en nada, solamente siente, mientras yo te ayudo
con algunos masajes y ya ver�s como te mojas en abundancia. "�Si?, quiero verlo"
dijo y tiro su cabeza hacia atr�s y cerr� los ojos.

Yo empec� a acariciar su espalda y su pecho al mismo tiempo,
haciendo c�rculos sub� poco a poco hasta llegar a sus senos, se sent�an duros y
grandes, me parecieron m�s grandes ahora; baje a su vientre y sus piernas, a
trav�s del short de algod�n sent�a toda la forma de su pubis y la otra mano
descubr�a un lindo trasero, con nalgas que aunque redondas y duras cab�an
perfectamente en mi mano; acariciaba sus torneados muslos y cre�a tener a una
mujer perfectamente formada pero en miniatura (Jenny, tan s�lo med�a 1,50 m de
estatura y yo 1,85 m) sent� como se estremec�a con cada masaje y caricia por sus
pezones que parec�an de acero, por lo duros que estaban; con ambas manos, una
por atr�s la otra por delante, toqu� sus entrepiernas y por fin sent� lo que ya
me imaginaba, todo el fondo de su short, estaba empapado; entonces tom� una de
sus manos y la llev� hasta all�, y le dije "Siente esto, �Te est�s mojando o
no?" ; "Si papi, si, quiero majarme m�s", y volvi� a cerrar los ojos esperando
mis masajes; yo aprovechando esta situaci�n, le advert� que si segu�a
acarici�ndola se mojar�a toda la ropa interior. "Pero papi, a mi me gusta mucho,
es muy rico, anda no seas malo, adem�s necesitas mi l�quido", me amenaz�. Yo le
dije "Bueno te seguir� acariciando, pero te sacar� un poco esto" dije mientras
bajaba su short y quedaba ante mi vista su cuerpo, que estaba cubierto por unas
bragas peque�as, blancas de algod�n, con mucha lentitud baje tambi�n sus
braguitas hasta la mitad del muslo, el panorama era incre�ble, mi verga estaba a
punto de estallar nuevamente; de pronto note que toda su vulva estaba
embadurnada con un l�quido cremoso que m�s parec�a yogurt, un poco hab�a quedado
en el calz�n m�s abajo.

Aqu� haciendo un esfuerzo de desinter�s, me par� para traer
el tubo de ensayo y lo pase por la entrada vaginal recogiendo una buena cantidad
de esa preciosa crema, pero le dije "Aqu� hay un poco de l�quido pero falta m�s"
as� que reinici� mis caricias, ahora levant� su t-shirt hasta el cuello y empec�
a estrujar suavemente esas tetas, que m�s parec�as tiernos melones peque�os y al
mismo tiempo acariciaba la hendidura de entre sus duras nalgitas y pude sentir
el peque�o orificio de su culito y m�s adelante estaba su vulva caliente y
chorreando abundante l�quido, con mi mano derecha muy suavemente empez� a
acariciar su cl�toris y con el dedo medio acariciaba la entrada de su conejito,
de vez en cuando lo introduc�a un poco, y me sorprend�a con la facilidad con que
se introduc�a, tal vez por las masturbaciones anteriores; entonces introduje dos
dedos y s�lo llegaron hasta la mitad, ella dej� escapar un quejido de dolor,
ahora s� sent�a que la abertura era demasiado estrecha, continu� con masajes en
redondo que al producir m�s placer m�s se mojaba yo aproveche esto para tratar
de introducir un tercer dedo, al principio fue dif�cil pero con mucha paciencia
lo logr�, no lo pod�a creer me arrodill� para masturbarla mejor y pude ver de
cerca como mis tres dedos estaban enterrados en aquella vagina mojada pero
irritada e hinchada por el esfuerzo, sus labios parec�an que me abrasaban los
dedos, de pronto sent� contracciones en los m�sculos internos de su co�o, supe
que estaba a punto de terminar, en efecto a los pocos minutos, se estremeci� en
orgasmo explosivo, apretando con su conejo mis dedos y con su eyaculaci�n
femenina, empap� toda mi mano.

Todo esto fue demasiado para mi, vi�ndola as� con sus
braguitas hasta las rodillas, el T-shirt levantado por encima de sus tetitas,
todo su vello p�bico mojado y brillante, su bell�simo rostro tirado hac�a atr�s
con los ojos semi cerrados, casi en trance por el desgaste y agitaci�n que le
hab�an producido el orgasmo, ella se encontraba casi semi inconciente, no
resist� m�s, mi tremenda verga necesitaba esa deliciosa conchita, as� que la
tom� en mis brazos, la levant� en el aire y la llev� al filo de la mesa, la
coloqu� sentada, abr� sus piernas quedando expuesta su rosada y empapada vulva;
luego tom� mi hinchado y latiente pene, lo dirig� hac�a su conejito.

Ella de pronto tom� un poco conciencia y me pregunt� "Papi,
�Qu� vas a hacer?" ; "Ahora tengo que hacerte masajes con esto, porque si no, te
puedes enfermar, no ves que te haz mojado demasiado y tu vagina necesita urgente
alivio, ya mis dedos no son suficientes" ; ella me contest� entre sue�os "Pero
papi, tu cosa me va a doler, no entrar� en mi cosita, mejor no" ; "Bueno tu me
pediste que te acepte como voluntaria y ahora ya no puedes quedarte as�,
necesitas otro orgasmo m�s fuerte para calmar a tu conchita" ; "Pero papi, yo ya
sent� un orgasmo fuerte, tengo miedo" ; "No seas tonta, ya ver�s que despu�s me
lo agradecer�s" y mientras hablaba con mis manos ya hab�a ubicado el glande de
mi verga cerca de su co�ito, �ste era tan peque�o que la cabeza de mi pene era
m�s grande que toda su vulva entera; hasta llegu� a pensar que mi intenci�n de
introducirla era imposible, creo que no podr� meter ni siquiera la punta, la
reventar�, pens�.

Ella empez� a temblar y el miedo dibujado en sus ojos que
miraban fijamente mi tremenda polla, todo esto me excitaba cada vez m�s,
mientras ella cerraba sus piernitas segu�a implorando "Papi, mejor lo hacemos
otro d�a, me va a doler mucho" ; "No, no espera un poquito" dije separando sus
muslos nuevamente, coloqu� la palpitante cabezota de mi verga que se encontraba
morada por la presi�n de la sangre y goteaba sin cesar l�quido espeso, yo
embadurn� con este l�quido toda sus vulva, sus vellos quedaron empapados, esto
ayudar�a a la penetraci�n pens�, no aguant� m�s y con el glande en la entrada de
su caliente conejito empec� a empujar suavemente, pero no lograba nada, s�lo
apretar hacia adentro sus labios mayores y labios menores, como si en cada
arremetida se fuese a introducir mi verga, con vulva y todo, dentro de su
estrecha vagina "Papi, NO, por favor se me va a partir mi cosita, tu pene no
puede entrar, es muy grueso, me duele mucho...por favor, ya no"; pero lejos de
sentir compasi�n m�s me exacerbaba. Pens�, "tengo que comerme este conejito o
muero en el intento" estaba casi fuera de m�. Como de pronto me di cuenta que
Jenny solt� algunas l�grimas, esto me hizo cambiar de estrategia y comenc� a
frotar suavemente el glande contra su cl�toris, sus labios y entrada vaginal,
"Tu solamente rel�jate y siente, ya ver�s como despu�s pedir�s m�s" le dije
amablemente; esto tuvo un gran efecto, dej� de llorar y todo su cuerpo empezaba
a relajarse, se termin� de echar en la mesa y dej� sus piernas abiertas, de esta
manera pude trabajar con libertad; cada vez que pasaba la punta de mi polla por
su entrada vaginal empujaba un poquito, not� que ya estaba mojada, con mi mano
derecha hice un esfuerzo, apret� lo m�s que pude mi glande y trat� de
introducirlo en aquella abertura que parec�a cerrada, a pesar de algunos
quejidos y protestas de su parte, logr� por fin meter la mitad de la cabezota
que ahora parec�a un �mbolo a punto de reventar a esa dulce y rosada vulva, su
cl�toris y sus labios menores hab�an desaparecido s�lo se ve�an sus labios
mayores sumamente distendidos, irritados y que forzados abrazaban la tremenda
bola del glande de mi polla, empuj� con m�s fuerza por fin vi desaparecer toda
la cabezota dentro, era incre�ble; mi hija empez� a temblar y con los ojos
entreabiertos y en blanco grit� "Papi, oh nooo..." y dej� salir un buen chorro
de su l�quido cremoso, que gote� hasta la mesa, moj�ndola.

En ese momento comprend� que el dolor se hab�a transformado
en placer, trat� de seguir introduci�ndola, met� con las justas cinco
cent�metros m�s y mi glande choc� con el fondo de su vagina, esto me desesper�,
yo quer�a a toda costa meterla aunque sea hasta la mitad y s�lo hab�a conseguido
enterrarla un cuarto de verga, era imposible, no hab�a espacio, su peque�a
vagina al ensancharse se hab�a acortado en longitud, esto era l�gico y me
produc�a una calentura de locura, estaba a punto de correrme, vi a mi peque�a
Jenny casi semi-conciente con la boca abierta y los ojos en blanco. Hice un
esfuerzo sobrehumano para no terminar todav�a. Lo logr�, empez� a mover mi
tronco dentro y afuera, pero en la tercera metida sent� de pronto como todo el
cuerpecito de Jenny se convulsionaba y mientras se arqueaba en la mesa, sent�
claramente sus m�sculos vaginales vibrar y contraerse, apretando aun m�s el
pedazo de tronco que ten�a introducido, supe entonces que estaba a punto de
correrse y al escuchar sus delirantes suspiros "Oh Papi... Oh Papito, se va a
reventar mi conejito... Oh Noooooo...." ; fue ah�, que tom� conciencia plena
que, era mi verga la que estaba produciendo este tremendo orgasmo en la conchita
de mi peque�a Jenny.

Esto fue demasiado para mi y sin quererlo me vine
inmediatamente dentro de ese co�ito precioso, pero mi instinto animal me hac�a
empujar, pero ya no entraba m�s, los fuertes chisguetazos de semen que inyectaba
internamente la hicieron correrse nuevamente, pero al mismo tiempo me gritaba
"Ahhh...Papi, ya no, s�camelo por favor, me duele" ; tuve que sacar un poco mi
polla, porque sent� que ya no pod�a seguir eyaculando, estaba tapada, y es que
en ese peque�o conducto ya no cab�a m�s semen. Al fin termin� sac�ndola toda, la
tome con las dos manos apretando fuertemente y sigui� eyaculando chorros de
esperma que fueron a parar hasta la cara y tetas y cuerpo de Jenny, termin�
sent�ndome a un lado, en una silla y pod�a apreciar como manaba abundante semen
del dilatado y enrojecido conejito de mi linda hija mientras ella continuaba
tirada en la mesa semi inconciente, como si la hubiesen torturado, pero con una
sonrisa de satisfacci�n y felicidad dibujada en sus labios, s�lo atino a decir
finalmente "Oh Papi, que rico me haz hecho, eres el m�s bueno y m�s grande de
toooodos los padres del mundo".

Ahora que reflexiono sobre todo lo acontecido, creo que s�,
en verdad soy un padre ejemplar; por lo menos nadie podr� decir que no "quiero"
a mi hija.