Mis primitas y mi colita (2)
El d�a siguiente fue totalmente normal. Alicia no dijo ni
hizo nada relacionado con lo del d�a anterior.
Esa tarde decid� ducharme, pero por alg�n motivo que no
recuerdo, decid� ba�arme y as� relajarme m�s. Cuando estaba en la ba�era me
reclin� sobre el borde y cerr� los ojos. Y fue entonces cuando me dorm�.
Me despert� al salpicarme agua a la cara. Abr� los ojos y me
encontr� a Alicia intentando despertarme.
-�Qu� te pasa?- le pregunt�.
-Esque me iba a ba�ar pero como est�s t��
En ese momento mi alargado compa�ero se empez� a alegrar.
-Puedes ba�arte conmigo, si quieres.
Ella dijo que si, e inmediatamente se desnud� para meterse en
la ba�era que ya estaba llena con agua caliente. Le hice un poco de hueco, pero
ella prefiri� sentarse en mi tripa mirando hacia mi, y se tumb� sobre mi pecho.
En ese momento mi erecci�n se sal�a del agua, as� que me dej�
llevar por los arrebatos.
Mis manos se dirigieron hacia su culo, y empec� a acariciar
su preciosa rajita debajo del agua. Cuando la toqu�, mi prima dio un bote, pero
luego empez� a reirse en bajito.
Poco a poco fui escarbando m�s y m�s hacia su agujero y le
llegu� a meter tres dedos en su peque�o co�ito, pero esto le empez� a doler, as�
que par� y le seg�i acariciando los labios vaginales y la vulva.
Despu�s de un rato de intensas caricias con las que se corri�
casi diez veces llenando la ba�era de un l�quido ligeramente m�s espeso que el
agua, vaciamos la ba�era y le dije que era la hora de que nos limpiasemos. As�
que la tumb� en la ba�era con las piernas abiertas y yo me puse enfrente suyo de
rodillas. Encend� el grifo de la ducha enfoque el chorro central hacia su
almeja. Alicia empez� a moverse como a golpes y a dar grititos. Sus labios
vaginales se mov�an sin control por el impacto del agua, y gran parte del agua
le entraba a la vagina provocandolo un maravilloso placer. Despu�s de un rato,
par� para ver que tal estaba mi primita. Vi que de su conejo brotaba agua, la
cual absorb� con esmero, pero mi sorpresa lleg� al ver que su co�ito estaba
bastante dilatado y entonces me lanc�.
-Vamos a jugar a un juego que te va a gustar mucho. Vamos a
juntar mi colita con tu chichi. �Vale?
-Bueno, vale�
Acerqu� mi durisimo tronco hacia su cueva y muy poco a poco
la fui trayendo hacia mi, haciendo que la punta de mi polla entrase. Cuando hubo
entrado del todo la polla, ella ten�a l�grimas en los ojos y dec�a que parase,
pero excitado por la situaci�n no le hice caso y segu� metiendole cent�metro a
cent�metro mi ariete. Cuando not� que hab�a tocado el fondo de su �tero, empec�
a meter y sacar a duras penas mi polla y ell� cada vez se pon�a m�s roja del
dolor. Pero este dolor se fue convirtiendo en gusto, cuando se fue acostumbrado
a tener mi pene dentro suyo. Empec� el metesaca mientras los dos suspiramos de
placer. Entonces me di cuenta que de su conejito sal�a algo de sangre, as� que
la saqu� con cuidado y me sorprendi� el agujero que le hab�a dejado donde antes
estaba esa peque�a y cerrada rajita.
Mientras ella estaba casi atontada, yo me empec� a pajear y
descargu� mi leche en su hoyo, quedando este chorreante.
Fue entonces cuando entr� mi prima Esther por la puerta del
ba�o. Su primera reacc�on fue quedarse paralizada al verme a mi con el rabo en
la mano descargando semen sobre su hermana, y luego dijo:
-�Pero que haceis?
Y sal�o confusa del ba�o.
Rapidamente me vest� y le dije a Alicia que acabara de
ba�arse sola, que yo ya hab�a acabado, y me fui a la habitaci�n de Esther para
hablar con ella por temor a que les dijera algo a sus padres.
Me encontr� la puerta cerrada y entr� sin llamar pues no
pens� en eso, y la imagen que encontr� no la olvidar� jamas.
Mi prima estaba tumbada en la cama con las piernas abiertas y
metiendose un pene de goma en el co�o y jadeando mientras jugaba con sus
pezones. Al entrar yo, ella se tap� r�pidamente con las manos sus peque�as tetas
y su poco peludo sexo. Pero no se acord� de quitarse el consolador por lo que al
levantarse ten�a las piernas abiertas y se veia el rabo en medio.
Ella empez� a tartamudear y a decir algo que sonaba a
explicaci�n, pero la interrump� diciendo que por mi pod�a seguir. Ella se qued�
muda, con los ojos muy abiertos me mir� como si fuese alguien al que ve�a por
primera vez.
-Si quieres te puedo ayudar.- dije yo.
Ella se acerc� al armario y sac� unas braguitas de color
purpura claro y cuando se las fue a poner me acerque yo por detr�s y mientras le
tocaba el culo con una mano y con la otra le cog�a una teta, le dije:
-Todav�a llevas puesto tu juguete.
Al notar mis manos en su cuerpo ella se puso a temblar y se
paraliz�.
En ese momento me sent� su amo, y ella mi esclava con la que
pod�a hacer lo que quisiese.
Le saqu� poco a poco el rabo de latex de su conejo y luego se
lo acerqu� la cara todo empapado en sus propios jugos y le dije:
-Parece que te gusta jugar a ser una guarrilla �no?
Ella no contest�.
Le pas� el rabo por la boca y le dije que lo chupara, a lo
que timidamente obedeci� sacando la lengua y dando un par de lamidas. Luego le
di la vuelta y chup� el rabo de goma degustando el maravilloso nectar que daba
mi prima.
Me baj� los pantalones y me acerque a ell� clavando mi polla
en su pubis. Con los dedos abr� el co�o de mi prima y con la cadera empuj� para
introducirle de un solo golpe mi falo en su dilatado y lubricado conejo.
Mientras la follaba con furia met�a poco a poco el rabo de goma en su culo y la
besaba apasionadamente.
El orgasmo nos vino a los dos cas� a la vez y nos corrimos de
forma desmesurada dejando toda su vagina llena de l�quidos. Sin separarnos le
com� las poco formadas tetas que ten�a y le met� varias veces m�s el rabo por el
culo. Para no manchar el suelo con todo lo que sali� del polvo que hab�amos
echado, cog� sus bragas que todav�a ten�a pro las rodillas y se las puse
rapidamente dejando que estas empaparan todo lo que sal�a de la peque�a vagina
de mi prima Esther.
�Continuar�?