Mario mira, por el retrovisor y observa la nube de polvo que
el auto levanta a sus espaldas. Sosten�a el volante con ambas manos,
fuertemente, como si quisiera escap�rsele y a cada momento secaba el sudor de su
frente. Mir� el asiento del copiloto y vio por en�sima vez que las cosas
estuvieran en orden, porque la voz en el tel�fono, esa misma ma�ana, hab�a
sido muy clara:
- Esc�chame muy bien, � nadie debe venir contigo. !
S�lo debes traer tu camiseta azul marino.......... s�, esa que se ajusta
al cuerpo y cubre parte del cuello; tambi�n tus jeans negros, y
todas las fotograf�as que tengas en la casa.......
- � Ay de ti si le avisas a la polic�a !.
y con una risa sarc�stica le confirm� una vez m�s.
- Ya te dije que tu bebe, esta aqu� conmigo......... y si
quieres que siga bien, debes darte prisa.. Al cabo ya conoces el
camino................ no tardes..........
Ese pueblo era inh�spito. La mirada de la gente segu�a
con desconfianza el Nissan, que Mario, hab�a conseguido de emergencia con uno de
sus amigos. Lleg� a la direcci�n que la voz del secuestrador le dio por
tel�fono.
- ......es la casa que est� a la salida del pueblo.......
aj�...... sobre el camino que va para la ciudad; all� ver�s una cerca de
madera ya muy vieja, casi podrida, � �brela y entra a la casa
!............. ah� te encontrar�s en un cuarto muy amplio, al fondo hay
unas escaleras que te llevan a un s�tano, bajas por ah�, y ah�
estar� Yo................ � que qu� suceder� despu�s ?
eso.......... lo sabr�s cuando llegues aqu�.
Mario, sigui� las instrucciones al pie de la letra.
Abri� la cerca, cruz� la habitaci�n sosteniendo su camiseta azul, su pantal�n
negro, sus fotograf�as y descendi� las escaleras. La casa era de maderas y
ladrillos, hab�a fotograf�as por todos lados, pero no alcanzaba a distinguir
qui�nes eran los retratados. El s�tano estaba oscuro, sus zapatos
hac�an gemir los escalones, ten�a la boca entreabierta, su respiraci�n circulaba
a gran velocidad desde el est�mago hasta las puertas de sus labios.
Cuando pis� el suelo del s�tano un foco se encendi�:
era una tenue luz roja, que alcanzaba a iluminar una cama, un bur� y un
letrero con palabras chuecas y con faltas de ortograf�a que dec�a
"DESNUDATE PONTE TU CAMIZA ASUL TU PAMTALON NEGRO
CIENTANTE EN LA CAMA"
As� lo hizo, posando ahora su sensual figura en el
colch�n sucio. De pronto, una puerta se abri� y un hombre de unos 36
a�os con un traje brillante pegado al cuerpo entr�. Mir� a
Mario sentado en la cama, enfundado en esa camiseta azul y esos jeans negros,
ropa con la que lo hab�a conocido hace 2 a�os en un bar de la ciudad.
�l era en ese entonces un agente de ventas de cuerpo saludable y Mario contaba
entonces con 27 a�os y era administrador en un supermercado. Mario,
record� en ese instante que aquel d�a, aburrido por la rutina, hab�a
decidido visitar ese bar para distraerse y al estar ah� conoci� al que ahora
estaba frente al.
Por la cabeza de Mario cruzaban y se agolpaban muchos
pensamientos, y el nerviosismo y el miedo a lo inesperado, lo hac�an
temblar. Cuando aquel hombre se acerco a �l.
Lo tom� del cuello y lo pego contra la pared de la
habitaci�n, Mario trat� de defenderse, pero indiscutiblemente el hombre era mas
fuerte �l. Mario sinti� su verga pegada a su trasero, como lo manoseaba todo y
como su lengua recorr�a su cuello, sus o�dos y su cara.
Le susurraba al o�do:
- estas muy
rico..... me gustas..... quiero que seas m�o...... quiero verte desnudo para
m�...
El hombre le afloj� sus jeans y a pesar del susto, la verga
de Mario, empez� a reaccionar, el hombre se mov�a como penetr�ndolo, su boca no
dejaba de recorrer su nuca, tampoco paraba de decirle palabras cada vez mas
directas, calientes y sucias:
- � as� putito, mu�strame como se te para la verga.
como gimes. quiero que seas m�o, quiero sentir tu piel, quiero poseerte !.
Mario, dej� de luchar, cerr� los ojos y empez� a respirar
fuerte y lleno de deseo. ahora quer�a sentirlo, quer�a que lo desnudara. Y
sus jeans negros y su camiseta azul, cayeron al suelo, el hombre sinti� que
Mario, se le entregaba y lo solt� del cuello, y tambi�n se despojo de su
ropa quedando completamente desnudos.
Sus manos recorr�an todo el cuerpo de Mario nalgadas,
abriendole las piernas, le hizo levantar las manos contra la pared, Mario, se
sent�a dominado, sometido.
La verga de ese hombre era gruesa y rasuradita y estaba
circuncidada, la sent�a entre las piernas chocando contra sus bolas. Se
arrodillo, separo las nalgas de Mario, y con su lengua empez� a recorrerle
su culito.
Ahora te toca mamar a ti....... dijo el hombre,
despu�s de un rato.
le hizo arrodillar ante su verga, y le dijo:
� abre la boca !...... Mario, obedeci�, cerr� los ojos y
sinti� una cosa caliente en su boca, comenz� a sentir placer, tomo las caderas
de aquel hombre y ahora �l llevaba el ritmo de aquella mamada, paso su lengua
por sus bolas y comenz� a lamerlas suavemente, mientras con su mano le
recorria su vergota.
s� putito, sigue as�, sabia que te encantaba la verga !
siiii....dame lengua, ahhhh as� m�tela en tu boquita, me quiero vaciar en
tu boca.
Mario unas mamadas mas y el hombre solt� su esperma caliente
y espeso en la boca de Mario, quien tuvo que tragar para no ahogarse, pues
no pod�a retener en su boca, tanta leche que le depositaba el hombre. p>
- � b�betela
toda... ! � no dejes caer ni una gota !
- As� putito
lindo, l�mpiame la verga.... chupate toda la lechita...es tuya.
- sabia que
eras caliente, lo supe desde que te conoc�, por eso estas aqu�, para que me
demuestres lo puto que eres.
El hombre se acost� en la cama, e hizo a Mario, recostar
junto a �l. Y le dijo que desde que lo vio aquella noche en ese bar, le hab�a
gustado, que mientras se acercaba a �l, pensaba como hacer para tenerlo como
ahora lo tenia, y hacerlo suyo.
- Vas a ser
m�o, quiero cogerte ese culito rico, quiero hacerte llegar al cielo, quiero
poseerte, quiero que hoy seas mi nenita toda la tarde.
- quiero ver
a mi nenita entregada a su papi.
Mario, se sent�a pose�do, se sent�a entregado, era como
entrar en un trance en el que sus fuerzas desaparec�an.
El recorrido de las manos del hombre sobre el cuerpo de
Mario, era tormentoso y er�tico pero sobre todo era la dominaci�n total, pod�a
pedirle lo que quisiera sabiendo que lo obedecer�a. El hombre lo acost�
encima suyo, sus vergas se rozaban.
- ahora
sentir�s rico, cuando dentro de ti est� mi verga, veras lo mucho que
te gusta.
Puso sus piernas en sus hombros, unto de saliva el culo de
Mario, y empezo a dilatarle el ano, tomo su verga......la puso en la
entrada de su culo y empez� su penetraci�n...... Mario, se sent�a extra�o, esa
sensaci�n de temor y placer lo asustaba.....
- As� te
quer�a ver nenita.....eso, putito rico.... abre tu culito......deja que entre mi
verga, que lo estas deseando.
Lo llevo hasta el fondo, hasta sentir sus huevos, pegar
contra su culo.... Mario, tenia esa verga gruesa y larga dentro de �l.
Mario, ve�a como ese hombre se llenaba de sudor, sus piernas
estaban encima de sus hombros, cerraba sus ojos, estaba volando, y ese macho
sudoroso, dominante lo hacia suyo.
- eso es,
sigue as�, eres mi putito.... eres m�o, eres mi nenita.
La verga de Mario, empez� a disparar leche, �l hombre empujo
toda su verga dentro del culo de Mario, y le ba�o de leche el interior,
fueron varios disparos de semen los que hizo el hombre, antes de sacar su verga
del adolorido culo de Mario, y la paso por la de Mario, recog�a su semen
con la cabezota de su verga.... luego le dijo:
�l�mpiamela con tu boca... chupate la leche!
Mario le paso su lengua, para luego metersela completa
en la boca u no dejar un solo rastro de semen.
Fue entonces cuando Mario recobro la lucidez y record� el
motivo de su presencia en ese lugar, y t�midamente se atrevi� a
preguntar
por favor � dime � d�nde tienes a mi bebe
El hombre sac� de una bolsa un objeto
negro..................... lo sostuvo con fuerza............
Miraba fijamente a Mario, y con una sonrisa en los
labios y un brillo muy especial en la mirada........ apunt� directamente al
rostro de Mario, y ...............................................
� Dispar� .............................. !.
el silencio rein� por unos instantes en aquella habitaci�n.
�l sonri� y aguard� unos segundos para que la polaroid expulsara la fotograf�a.
Entonces acerco su boca a la de Mario y le dio un beso. Extendi� la c�mara
a Mario, y �ste la tom� entre sus manos y la abraz� con tanta ternura, igual que
a un beb�.
- M�hijita, te extra�e much�simo - le dijo con
ternura.
Coloc� la c�mara sobre el bur� y despu�s el hombre lo beso y
abraz� y le volvi� a hacer el amor, como si fuese la primera vez que tocara ese
cuerpo
Celebraron el primer aniversario de su uni�n como pareja, y
ambos hab�an descubierto un extra�o placer en los encuentros con suspenso y en
los recuerdos que les provocaban las fotograf�as que a diario se tomaban uno al
otro....................
Para ti Hugo, por contarme su historia...