Estaba caminando solo por la gran ciudad, de noche sin mayor
rumbo antes de irme a dormir, tenia ganas de tomarme una cerveza tranquilamente
terminar de escribir y nada mas.

Camine dej�ndome llevar por la noche, despu�s de unas cuantas
cuadras encontr� una callecita llena de caf�s y bares muy simp�ticos y termine
en uno de luz y m�sica suave, saque mi pluma y mi cuaderno pero no pude escribir
nada porque justo a mi frente me encontr� con unos ojazos enormes y due�os de
las �nicas y hermosas caderas que me erizaron toda la piel.

Tenia el pelo claro largo enrulado y unos labios carnosos que
estaban hechos para sonre�r. Estaba con una amiga. Vest�a un pantal�n color vino
que resaltaba la perfecta redondez de sus muslos que terminaban en una delgada y
fr�gil cintura.

No pod�a dejar de mirar a otro lugar, y a los pocos minutos
ella se sinti� mirada y despu�s de confirmarlo me clavo los ojos con enojo y muy
seria, me dejo desconcertado y cuando ya resignado quise bajar la mirada para
volver a mi escritura sonri� y se le ilumino el rostro y levanto su vaso en
se�al de salud, levante mi botella de cerveza mas para ocultar mi est�pida
sonrisa.

Me ped� una nueva cerveza y en lo que elaboraba un plan para
abordarla se me acerco y con la sonrisa que ya era parte de mi vida me dijo que
era un tipo muy raro, mi est�pida sonrisa volvi� y ella como si me conociera
desde siempre t�mido se sent� y me pidi� leer que estaba escribiendo, al rato
est�bamos riendo y mir�ndonos bonito. Estuvimos as� unas tres cervezas mas y
cuando llego la hora de las definiciones me invito a pasar la noche juntos.

En el taxi fuimos en silencio abrazados.

Viv�a en un departamento muy bien decorado con luces con
papeles japoneses. Puso un disco y nos pusimos a bailar sent� su muslos y al
tomarla por la cadera pens� ser un afortunado, hasta la desconfianza.

Al acabar la botella de vino nos fuimos entre besos y
caricias a su cuarto, la m�sica segu�a sonando y ahora la luz era mas tenue, me
desvisti� con toda la ternura que tienen estos encuentros �nicos, sus besos
dejaron mis labios para descender todo mi cuerpo. La tocaba quer�a avanzar y sus
manos me dec�an que las cosas ir�an con calma. Ella empez� a desvestirse sin
mayor ciencia pero sabiendo que su belleza le daban magia a cada uno de sus
actos.

Solo que quedo con su calzoncito azul lleno de encajes y me
acaricio todo el cuerpo, me hab�a entregado a ella me dio la vuelta y me
pusoboca abajo, me beso la nuca y la espalda y llego a mis nalgas y su sabia
lengua buscaba mi ano, yo estaba en las nubes, cuando sent� su humedad me arquee
y experiment� una sensaci�n totalmente nueva, y me dijo �te gusta?, yo sent�a
sus palabras en mi ano quy su aliento me estremec�an por la humedad en que me
hab�a dejado, apenas suspire y ella sonriente me beso con toda pasi�n sent�a que
me entraba la lengua y deseaba mas, empezaba instintivamente a mover mis caderas
en circulo y a levantarlas para que sentir sus besos mas profundos, sus manos
acariciaban toda la regi�n mis miembro, la entrepierna y mis nalgas.

Se levanto un poco, se dio la vuelta y se sent� en mi espalda
casi en mi cuello para as� estar mas c�moda y abrirme bien las nalgas y meterme
toda su lengua, yo estaba a punto de corredme con tan bella sensaci�n me mov�a y
sent� que sus dedos ayudaban a su lengua y que estaba muy excitada jadeante, me
meti� un dedo y empez� a mover sus caderas en mi cuellos quer�a darme la vuelta
para besarle su entrepierna pero sus dedos me mataban de placer, cuando mov� un
poco mi rostro para poder respirar sent� muy cerca de mi boca un miembro erecto
que se frotaba en mi cuello. Ese instante sus dedos alcanzaron otro significado,
suspire y me dije a mi mismo sin propon�rtelo ahora estas regalando tu culo a la
mas hermosas de las travest�s que hayan poblado la tierra, me quede un segundo
quieto y tenso ella se dio la vuelta para hablarme en el o�do, �no lo sabias?,
�no te enoja?, �te gusta? Yo solo contestaba con mi cabeza y me di cuenta que
deseaba que se subiera entera encima m�o. Me ley� el pensamiento y sent� sus
pechos en mi espalda y sus muslos abrieron mis piernas y entre mis nalgas sent�
su dureza caliente, h�meda.

empez� a moverse en c�rculos y yo me arqueaba para poder
sentir la punta de su grosor en mi puerta. Quer�a que apunte y avance. Me beso
la oreja y me preguntaba si lo disfrutaba si deseaba que siga y yo solo tenia
raz�n para los suspiros.

Sent� que sus manos bajaban y comprend� que ahora si estaba
echada la suerte se separo por un instante y ahora si sent� la punta dirigida a
mi virginidad ,me paralice. Lo tenia dur�simo sostenido por su mano �sigo? Dijo
y empujo apenas para que sienta todo su grosor, no respond�, me invadi� el
miedo.�quieres que siga? Y con la mano libre me abri� una nalga y termino de
acomodarse e invadirme.�quieres que entre mi rey? Yo tenia todos mis
pensamientos desordenados por el deseo.

No hab�a ingresado nada pero yo sent�a el dolor que me
causar�a y dudaba que pueda resistirlo �dime lo que quieres mi amor? Yo quise
decirle que mejor nos damos la vuelta, pero mis caderas no me obedecieron y
empujaron y le entregaron mi cola, ella suspiro y me dijo me encantas y ahora si
empujo y sent� que me abr�a, con mis manos hice el intento de separarlo pero en
la inmensidad de un segundo maravilloso entro la cabeza, me sent� pose�do, pero
eso me la puso mas dura y deseaba ahora solo corredme y comenc� a moverme y ella
en cada embestida entraba un poco mas y ahora yo hab�a perdido toda la raz�n y
deseaba que entrara mas que me cabalgara que me destrozara, y ella por fin al
verme as� empujo y entro hasta el fondo ah� si grite, se quedo quieta, adentro y
empez� a decirme en mi o�do palabras tiernas y una vez mas mis caderas me
traicionaron y se movieron como locas, ella comprendi� y me empez� a dar duro,
fuerte sent�a sus muslos golpearme y sus caderas que chocaban con mis nalgas,
era un nuevo cielo que no duro mucho porque sent� que me Corria y ella me tomo
el miembro y me acariciaba al ritmo de sus ataques cuando sinti� que no daba mas
apresuro la marcha a mil y mientras yo mojaba toda su cama su verga me sacud�a
entera, pens� que me desmayar�a pero un chorro espeso e hirviente me inundo.

Ella contenta sonri� y no me dijo nada solo me acariciaba la
espalda.