Me llamo Lilian. Soy guapa, muy guapa como me dicen mis
amigos. Tengo 13 a�os y estudio 2� de la ESO en una peque�a escuela de Tenerife,
en las Canarias. En mi clase somos 20 alumnos, entre chicos y chicas. Llegando
el verano, el calor apretaba y eso se notaba en la ropa (en la poca ropa) y en
la actitud de todos, m�s sueltos y m�s cari�osos unos con otros, puesto que no
nos �bamos a ver en el verano, dado que uno se iban de vacaciones y otros a
campamento, etc. Hab�amos terminado los ex�menes finales y los tutores repart�an
las notas. A mi me las di� mi profesor favorito, don Joaqu�n, un tio alto y
cuadrado, antiguo jugador de baloncesto, y un cachondo mental por los chistes
que se le ocurr�an en clase. Al pasar por mi lado me sonri� de una forma que me
hizo temblar las rodillas. Me entreg� las notas y dijo que quien quisiera
reclamar lo hiciera dentro de un par de horas en su despacho. Mire mi bolet�n y
no pude dejar de fijarme en el suspenso en Naturales, la asignatura de Joaqu�n.
"Hijo de puta �pens�- con raz�n sonre�a".
Hice tiempo hasta la hora de reclamar y entre como un hurac�n
en su despacho. Y ah�, plantado en medio de la habitaci�n estaba �l. Con los
pantalones en una mano y un pa�uelo en la otra. Deb� quedarme como dos minutos
en pausa y �l tambi�n. Pasado ese tiempo me dijo que si no me importaba salir un
momento para que se cambiara, puesto que se hab�a manchado los pantalones. No s�
que me pas�, pero verle ah� en calzoncillos me puso a cien. Entr�, cerr� la
puerta y la plant� un beso en la boca. Se qued� alucinando un momento, y luego
alucin� m�s y empez� a meterme mano. Me agarr� por el hombro mientras me met�a
la lengua en la boca. Con la otra mano exploraba por debajo de mi falda a
cuadros, la reglamentaria del colegio, hacia mi cada vez m�s h�medo tangita. Soy
de las que siempre llevan tanga, me encanta la sensaci�n de libertad que dan.
De repente me agarr� por las caderas y de un fuerte
movimiento me puso encima de su mesa arramblando con sus carpetas, lapiceras y
dem�s mariconadas que tenia por ah�. Me pill� tan desprevenida que solt� un
gritito, y �l puso su mano, h�meda de mis fluidos en mi boca mientras sonre�a.
Yo ol�a mis fluidos, como hac�a siempre que me pajeaba, lo cual ocurr�a varias
veces por semana, y me puse a mil. Ese sutil aroma despierta mis instintos m�s
b�sicos. �l se peleaba con mi blusita, hasta que de un tir�n le arranc� todos
los botones.
"As� es m�s r�pido" dijo.
"Por favor no la hagas r�pido, que es mi primera vez y quiero
disfrutarlo".
"�Tu primera vez? S�, seguro"
Me doli� un poco ese �ltimo comentario, pero estaba demasiado
excitada como para enfadarme, pues hab�a empezado a lamerme los pezones. Mis
tetas son peque�as, todo hay que decirlo, pero tengo los pezones grandes y se me
ponen superduros enseguida. Este es un punto verdaderamente sensible de
cualquier mujer, y lo estaba empezando a descubrir. Se entretuvo un rato m�s con
mis p�treos pechitos, repas�ndolos una y otra vez con si lengua, mientras yo
pensaba que sufr�a un derrame en mi chochito, por la cantidad de fluidos que
sal�an por ah� y luego sigui� bajando, desplazando su lengua en zigzag por mi
est�mago, lo cual me hac�a contonearme al comp�s de placer, hasta que lleg� al
ombligo, rode�ndolo y penetr�ndolo con su lengua hasta el fondo. Aquello era
incre�ble. Y justo cuando mejor lo estaba pasando, de repente se retira y
empieza a desabrocharse r�pidamente el cintur�n y la bragueta.
"�Pero que haces? �dije- �Sigue!"
"Ah-ah, ya es hora de que hagas t� algo por mi." me contest�.
Yo les juro que no sab�a a que se refer�a hasta que me puso
esa su grand�sima polla delante de mi cara y me dijo ansiosamente.
"Abra la boca, Liliana"
Yo en ese momento me lo intent� quitar de encima y salirme de
all�, pero �l me agarr� por los hombros, me mir� con esos ojos azules y me lo
pidi� de una forma tan amable... que no tuve m�s remedio que aliviarlo, al
pobre. As� que, lentamente fui separando los labios primero, y los dientes
despu�s y me fui metiendo aquella polla, aquel pedazo de carne demasiado grande
para mi boca, pues soy una persona muy menudita. Lentamente sent�a su falo en
mis labios, y luego pegado al cielo de mi boca. Por �ltimo lleg� a mi
campanilla, con lo que r�pidamente hice adem�n de escupir, aunque m�s pareci�
que hab�a empezado a chup�rsela, y con ganas, adem�s. El enseguida empez� a
contonearse d�bilmente, diciendo cosas como:
"�Oh, si sigue, peque�a!" y "�Ya sab�a yo que eras una
peque�a zorrita!
Con lo que me dieron ganas de morderle, pero segu�a chupando.
Mi concentraci�n se centraba ahora en su polla dentro y fuera de mi boca.
Dentro, chupet�n, fuera, lamet�n, dentro, fuera. Lo mantuve en vilo con dos
dedos mientras lo observaba y entonces comenc� a recorrer la punta de su polla
con la de mi lengua. El agujerito, y luego alrededor, mientras le pajeaba
suavemente. Me dijo que fuera m�s deprisa mientras la respiraci�n se le
aceleraba, y cuando parec�a que ya se ven�a, llamaron a la puerta (Don Joaqu�n,
�qu� ocurre?).
En ese momento me separ� de �l pensando en la verg�enza que
pasar�a si nos descubr�an. Justo cuando me sacaba la polla de la boca, un
chingazo a presi�n me dio justo entre los ojos, seguido de otro menos potente
que s�lo me toc� un poco la barbilla, la mayor parte cay� sobre la mesa. El pomo
de la puerta comenz� a moverse y de un empuj�n Joaqu�n me tir� al suelo detr�s
de su mesa, mientras se sentaba r�pidamente en su sill�n. La puerta termin� de
abrirse y en el quicio de la puerta apareci� la se�ora Carmen, que observ� los
papeles y los lapiceros volcados en el suelo antes de preguntar:
"�Se encuentra usted bien, don Joaqu�n? He o�do un ruido"
"No pasa nada, me ha dado un golpe contra la mesa y se han
volcado unos papeles. Ahora los recojo"
Yo, mientras, intentaba controlar mi respiraci�n y no jadear
demasiado fuerte, al tiempo que pensaba que si se le ocurr�a entrar, iba a
resbalar con el charco que deb�a haber dejado en el suelo.
"Se le ve muy acalorado"
"S�, es que hace much�simo calor hoy, menos mal que es el
�ltimo d�a."
Tras echar otro vistazo a la habitaci�n, murmur� un felices
vacaciones, se dio media vuelta y se mand� a mudar sin cerrar la puerta. Joaqu�n
sali� de detr�s de la mesa y en dos saltos se plant� delante y la tranc� con
llave.
Yo me qued� sentada en el suelo, mir�ndome la cadera, donde
me iba a salir un morado de la ca�da; justo entonces vi los botones de mi camisa
en el suelo y ca� en la cuenta de que a ver como sal�a ahora del colegio.
Joaqu�n vino y me ayud� a levantarme mientras se disculpaba por haberme tirado
al suelo. Yo me re�a e intentaba tom�rmelo a broma, pero lo cierto es que estaba
abrumada por la cantidad de sensaciones nuevas que hab�a experimentado en casi
media hora. Mientras nos vest�amos, continuaba pensando en como me iba tapar las
tetas, cuando �l sac� un su�ter viejo de un caj�n, me lo puso en las manos, me
dio otro morreo de dos minutos y me acompa�� a la puerta.
"Tengo cosas que hacer �me dijo- pero estaremos en contacto.
Te llamar�"
A mi me pareci� muy bien, pero luego record� que era lo que
siempre dec�an los tios de las pel�culas cuando no iban a llamar a la chica, ya
ver�amos.
To be continued...
DD