Relato: Trio Luc�a
I
--"Estaba sumamente mareada, durante el camino de regreso a
casa mirar hacia afuera del carro y ver las calles y los postes moverse y pasar
aumentaba mi mareo, pero si cerraba los ojos la sensaci�n era peor. Tres cubas
fueron suficientes para ponerme borracha en aquella fiesta, ahora aquel par de
chicos me llevaban a mi casa en el carro de uno de ellos, tuve mis dudas en
aceptar su propuesta, pero �c�mo dudar si uno de ellos era mi sobrino?, claro
que cuando bailamos su insistencia a pegarse demasiado a mi me caus� cierta
contrariedad, hasta llegu� a sentir su erecci�n en mi bajo vientre, "�estos
chamacos siempre andan ardiendo!", pens� antes de volver a mantener la distancia
durante aquella pieza.
Luego fue su compa�ero, aquel que ahora viajaba con nosotros
en el asiento trasero, �l fue m�s osado al bailar pues en varias ocasiones su
manita bajaba por mi cintura para ir m�s abajo, casi hasta mis nalgas. Me
parec�a divertido, aquellos chiquillos --�17, 18 a�os?-- me quer�an ligar. Ya no
volv� a bailar con ellos, pero acept� que me llevaran una cuba, y platicamos,
luego otra y seguimos platicando. De repente me sent� borracha!
--"No supe cu�ndo nos detuvimos, ni d�nde, afuera todo era
oscuridad. Enmedio de mi embriaguez sent� una mano deslizarse entre mis piernas,
una mano ansiosa que apretaba la carne de mis muslos, mientras otras manos
sobaban mis senos. Mi primera reacci�n fue cerrar las piernas y cubrir con mis
brazos mi pecho, al menos eso intent� hacer, trat� de protestar, decir algo y
poner fin a aquel ataque, pero cuando mi boca se abri� fue para recibir aquella
�vida boca, �de qui�n?, no lo supe, pero acept� el apasionado beso..., abr� las
patitas al momento!..., mi embriaguez ahora era una mezcla de excitaci�n, deseo,
cachondez... Y aquellas inquietas manos..., una all� abajo tratando con fuertes
jalones de bajarme la pantimedia y mi calz�n..., las otras apret�ndome,
sob�ndome las tetas, metidas bajo el brasier y jugando con los ya erectos
pezones..., me estaba calentando, alguien hizo el respaldo hacia atr�s, ahora me
ten�an a su merced, aquellos chamacos me estaban llevando a donde quer�an, abajo
la mano hab�a rebasado el el�stico de la panty y ya jugaba con mi mojado sexo, y
las otras hab�an liberado mis chiches del sost�n y otra boca chupaba ya un
erecto pez�n, pero..., �aqu�?, �en plena calle?, por ello cuando mis prendas
�ntimas ya estaban abajo de mis rodillas tuve la fuerza suficiente para decir
"no, aqu� no, por favor...". Entonces reconoc� la voz de mi sobrino: "�d�nde
quieres?, �vamos a un hotel?", "no, mejor vamos a mi casa", fue lo �nico que
dije, ellos aceptaron, me dejaron cubrir mi pecho y mis piernas, el respaldo
volvi� a su lugar y el carro arranc�...
--"Iban felices los desgraciados, gozando por anticipado la
cogida que ambos me iban a dar, yo con la cabeza reclinada dudaba qu� hacer...,
�tratar de escapar de esa situaci�n?, �negarme a ese sucio acuerdo?, o dejarlos
hacer..., volver a las andadas y gozar de aquello que desde hac�a a�os me volv�a
loca..., como tantas veces... cogerme muchachitos, meterme tiernas vergas
juveniles, inexpertas, pero furiosas, impetuosas, siempre dispuestas,
incansables..., s�lo rememorar aquello caus� palpitaciones en mi panocha, que
sent�a mojada, chorreando jugos..., como siempre, como tantas veces...
--"Por fin llegamos a mi casa..., pero antes de bajarnos del
coche les supliqu� �por favor prometan que nadie se enterar�, que nadie lo
sepa�..., mi sobrino contest�: �si t�a, no te preocupes, si te portas bien no
diremos nada a nadie, te lo aseguro...�, entramos a la casa, ellos nerviosos y
excitados, yo llena de miedo, pero tambi�n con aquella extra�a excitaci�n tan
conocida, ese deseo insano por lo diferente, por lo inesperado..., pero �miedo
yo, a mis 45 a�os?, miedo... �a qu�?..., si ya antes hab�a experimentado el sexo
en grupo, si hasta mi ahora exmarido me hab�a llevado hasta eso..., parejas...,
tr�os y dem�s perversiones... hasta que �l mismo ya no soport� tanto desmadre y
vino el divorcio..., eso pensaba yo mientras nos dirig�amos a mi dormitorio,
pero no, "estos chicos impacientes" pens� mientras ri�ndose me jalaban hac�a la
sala, ca�mos en el sof�, ellos apurados desabrochando y bajando sus pantalones,
yo apenas logr� quitarme las pantis y mi mojada pantaleta antes de que se fueran
sobre mi. Manos, bocas y miembros erectos buscando y encontrando mis orificios.
Luego todo se torn� confuso, con prisa, con furia me hicieron
suya..., se turnaban..., uno met�a su verga en mi boca mientras el otro
penetraba mi gatita, luego cambiaban de sitio, mi boca prob� el sabor de otra
verga, m�s grande, m�s dura..., de olor m�s penetrante..., mientras de rodillas
en la orilla del sill�n el otro me cog�a de a perrito..., mi posici�n favorita.
Era super excitante sentir como las manos del hombre se agarraban de mis nalgas
--que no es por nada, pero todav�a est�n... que hacen suspirar a m�s de tres-- y
con cada arremetida del miembro brincaban con la embestida.
--"Les lleg� el primer orgasmo, yo iba por el cuarto cuando
la verga en mi boca escupi� su salada ofrenda... y mi puchita juguetona daba
apretoncitos a la tranca que eyaculaba en mi vagina, nuestro placer amain� un
poco pero yo quer�a m�s..., y ah� estaban esas pollas, segu�an duras y erectas,
ahora impuse mi ritmo, mis condiciones..., ambos se portaban ya como dulces
corderitos en espera de lo que yo quisiera hacer con ellos..., acost� a uno en
el sill�n y lo mont�, su hiniesto garrote entr� todo, profundamente, los labios
abiertos de mi conejito frotandose contra la base del pito y la pelambrera, y me
mov�, arriba y abajo, haciendo circulitos con mi pelvis, llevando a la cima del
placer a aquel incr�dulo muchachito que con ojos desorbitados me miraba
fijamente, comunicandome que nunca lo hab�a hecho as�..., nunca antes una mujer
se lo hab�a cogido, as�..., como yo..., con ese placer desbocado, apretandole el
palo con mi vagina mientras sal�a, hunt�ndole mis colgantes chiches sobre su
rostro, as� una y otra vez..., mientras mi sobrinito miraba extasiado c�mo me
estaba cogiendo a su amigo..., ay pobrecito!, ah�, de pie junto a mi con aquella
verga erecta..., sent� pena por �l, lo llam� "anda chiquito, ven, sumate al
festejo, c�gete a tu t�a por la colita, anda cabr�n m�teme la verga por el
culo!...".
--"Le cost� trabajo encontrar la mejor posici�n, pero de
pronto sent� la punta de su carajo presionando mi puerta trasera..., al momento
detuve mi vaiv�n, afloj� el ano, y de pronto aquel punzante dolor..., el glande
estaba entrando destrozando los pliegues del culo, distendiendo el anillo de
carne..., ya casi estaba adentro toda, qu� delicia!, las dos vergas ah� dentro,
rosandose ambas, separadas apenas por la delgada capa de carne, mi intestino y
mi vagina llenas de carne de hombre..., aquello me puso fuera de este mundo...,
era tan, pero tan placentero...!, pero deb�a ser prudente con los chiquillos,
nunca sab�an como hacerlo..., al primer movimiento alguna verga se sal�a de su
rico albergue, y lo peor era volver a encularse, me lastimaban!, no, mejor me
contuve y los calm�: "esperen, con calmita papacitos, nos tenemos que mover
despacito primero, poquito a poco para que ninguno se salga, hummm, as�, los
tres al mismo ritmo..., hummm, van mejorando..., as�, sientan como sus pijas se
rozan, gocen, disfruten de como me los cojo a los dos...".
--"Impuse mi juego, disfrutando al m�ximo, moviendo mi pelvis
y apretando la pucha y el culo para evitar que las vergas me abandonaran,
gozando intensamente con aquella carne dura que se deslizaba dentro de mi,
pronto oleadas de intenso placer se posesionaron por completo de mi..., mi culo
se hab�a distendido por completo y la verga de mi sobrino entraba y sal�a
alegremente de mi agujero llen�ndome de gozo, entonces me vine..., gritando,
gimiendo, pidiendo m�s, exigiendo m�s y m�s placer. La pinga de mi panocha fue
la primera en venirse de esta forma, los chisguetes de mocos y aquel delicioso
palpitar del miembro aceleraron un nuevo orgasmo y mientras mi vagina tambi�n
vibraba en mi culo sent� c�mo la otra verga escup�a tambi�n su leche, qu�
maravilla!, el placer era ya insoportable, como en otras ocasiones me sent�
desfallecer, morir...".
--"Al poco rato fui sintiendo c�mo los miembros desfallecidos
se iban, me dejaban, flojos y encogidos sal�an de mi cuerpo. Me deslic� hac�a la
alfombra y conmigo mi sobrinito cuya boca qued� a cent�metros de mis tetas, me
apur� a meterle una teta en la boca mientras mi mano se posesionaba de su
pegajosa verga para jugar con aquel flojo pedazo de carne.
Nuestras fuerzas se acababan pero a�n tuve fuerzas para
enderezarme y besar su fl�cido pene, agradecida por tanto placer la chup�, lam�
disfrutando de los restos de semen y de aquel feo y penetrante olor de mi ano.
Luego me qued� dormida y cuando al fin despert� ambos se hab�an ido. Ya era de
d�a cuando pude levantarme e ir al ba�o a quitar de mi cuerpo aquel olor a semen
y a sexo.
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Relato: Trio
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