Relato: MI PERRO ME SEDUJO III (CAMBIO DE PAREJA)
Reci�n hab�a cumplido mis 15 a�os y andaba m�s caliente que nunca.
Para mi beneficio, el abuelo se hab�a regresado a su ciudad, por lo que el sexo con Randy era genial, nada lo imped�a. Lo hac�amos en todas partes. Us�bamos los dormitorios, tanto el m�o como el de mis padres. Pas�bamos por la sala, el ba�o (recordando aquella situaci�n inc�moda, pero a la vez excitante), la cocina� Donde quiera que el ni�o me pintase gracia, ah� mismo lo complac�a. Todo estaba en respetar los horarios, pero ten�amos para nosotros toda la tarde.
No obstante, algo faltaba. No comprend�a lo que me suced�a. La adolescencia hablaba por m� y lo hac�a a trav�s de mi cuerpo y sus deseos.
Ten�a mis encuentros sexuales casi a diario, pero reconozco que cada vez con menos frecuencia. Incluso en una relaci�n zoo podemos llegar a la rutina. Era eso, o simplemente faltaban experiencias por tener, cosas por descubrir.
Describi�ndome un poco, no creo que tenga un f�sico seductor, aunque tampoco sea para nada desagradable a la vista. Eso si, como bien le respond� a uno de mis lectores, tengo unas nalgas, que muchas mujeres desear�an. Con una inteligencia que me caracterizaba, era capaz de llamar la atenci�n de las chicas de mi clase, por lo que no me faltaban f�minas para socializar.
Poco a poco descubr� que me gustaba una en particular y trate de enamorarla. Le dedicaba tiempo, la ayudaba a estudiar y muchas veces nos qued�bamos solos en su casa o en la m�a realizando trabajos para la escuela.
En breve creamos un v�nculo bastante fuerte y logre que me diera un chance. No lo pens� mucho y me lance. Todo resulto, nos hicimos pareja y comenzamos a salir.
Era una chica promedio, algo morena, estatura sobre lo normal, un pelo negro por los hombros y un par de tetas� Ufff� aun recuerdo esas dos� Es que me encantan� y mientras m�s grandes, pues mejor�
Besos, caricias y cuantas cosas m�s hac�amos, pero nada de sexo, por lo que llegaba siempre a casa con unos calentones de primera. Le dedicaba a Laura (as� se llamaba la chica) mis mejores cogidas con Randy. Era algo raro y bastante primitivo. Normalmente te gusta una chica y pues tus pajas se las atribuyes a ella.
Pero lo m�o era distinto, llegaba en la noche con el pene a m�s no poder, unos enormes deseos de ser liberado y la remet�a contra mi perro.
Una vez acostados mis padres, llamaba a mi peque�o y fiel amante a la habitaci�n. Nadie se opon�a a esto. A mis progenitores nunca les molesto que Randy durmiese conmigo o con quien y donde le diera su gana, en fin de cuentas era uno m�s de la familia. Pues ah�, en la oscuridad de mi recamara era, una vez m�s, la perra de mi mascota.
No necesitaba de iluminaci�n alguna, nos conoc�amos muy bien y ya ten�amos lograda una sinergia que se reflejaba en la facilidad que ten�amos para coger.
Me quitaba la ropa, me dejaba saborear por �l mientras lo acariciaba y sobaba su funda. �ramos una pareja hecha� Randy me regalaba unos ricos leng�etazos por todo el pene. Su lengua era como medio �spera y mojada a la vez. Las sensaciones aun no las puedo describir, pero era algo genial, sobre todo cuando pasaba a lamerme el culo. Esa era la se�al que �l me hac�a, quer�a cambiar de posici�n y avanzar. Como ya est�bamos acostumbrados el uno al otro, sum�ndole a eso el car�cter amo/perra que hab�amos desarrollado, era �l quien dictaba las reglas, yo solo cumpl�a� Mientras me meta su tranca, que haga lo que fuese para llegar ah� Una vez dada la orden me pon�a a cuatro patas, dej�ndome a su total disposici�n.
Los perros no entienden de atractivos f�sicos, ni de belleza, son animales despu�s de topo, por lo que responden a criterios naturales instintivos y a costumbres creadas a partir de rutinas. Por esto, una vez que me colocaba en posici�n de hembra lista para la c�pula, el no hac�a m�s que seguir sus deseos y cumplir su rol.
Era s�per excitante cuando el ni�o se me aproximaba. Sent�a su respiraci�n acelerada, su desesperaci�n canina. Siempre se daba sus vueltas como celebrando su danza de apareamiento hasta que volv�a a la zona de inter�s. Se colocaba detr�s de su perra, le pasaba la lengua con desespero, pero de forma delicada a la vez, era todo un amante. Dejaba una cantidad de saliva por mi culo que sent�a como un gran alivio a mis deseos de ser pose�da como la hembra mas ruina�
A veces, en sus intentos de lamer lo m�s que pueda, abarcaba desde mis test�culos hacia arriba, lo que me provocaban electrizantes sensaciones.
Ah� estaba yo, quien hace unas pocas horas era el macho en una relaci�n de calentones, ahora era la perra hembra m�s deseosa de un trozo de carne en su culo. Y eso �l lo sab�a de alguna forma. En m�s de una ocasi�n se mostraba como celoso con Laurita. Pero no le importaba, porque sab�a que en la noche yo tendr�a que recurrir a �l, mi amante, cuyo pene hac�a rato asomaba y de vez en vez chorreaba algo de l�quido, a lo que yo respond�a lami�ndolo del piso.
Randy, luego de su t�pica rutina de macho, se me encaramaba y en solo un par de intentos de coger, me penetraba �l, ya lubricado con antelaci�n, culo.
�Oh� dios� que alivio� esto era lo que deseaba��
Con lo que autom�ticamente me agarraba el pene y comenzaba mi proceso. Ya no era como antes que me pasaba rato dej�ndome clavar por �l y solo llegando al final me pajeaba yo. Venia de donde Laura con unos calentones que bastante que aguantaba hasta ese momento, por tanto, era l�gica que tuviese esa desesperaci�n por acabar.
Randy me daba tan duro como pod�a. Hac�a rato que mi dilataci�n no le resultaba un obst�culo. En fin de cuentas el mismo me abri�, me acomodo y creo mi hoyo a su medida. Aquel pene en mi ano era todo un b�lsamo de placer� no podr�a describir la forma en que me consolaba y lo que no tendr�a remedio para como estaba, no se hac�a esperar mucho. Mi nene aun empezaba y ya yo estaba sintiendo como todo un torrente de leche, provocado por mi novia, estaba a punto de salir disparado.
�Si machi, si� cl�vame�� � suspiraba a medio tono. A pesar de que los cuartos quedaban bien distantes unos de los otros, ten�a miedo despertar a mis padres.
�C�geme Randy, c�geme, soy tu perra� la hembra que a ti te gusta�� � le dec�a mientras en su vaiv�n me dejaba la espalda llena de saliva.
Ya no aguantaba m�s y me dejaba llevar por el momento�
�Ya papi� me vengo� Ah� sigue nene, sigue� Ah� si� Toma Laura� esta leche es para ti� Ah��
Un escalofri� me invade y mis pajas resultan en unos disparos bien largos y abundantes de leche. Vacio el pene y me quedo quieto, estremeci�ndome, mientras mi amante sigue su faena.
Faltar�an unos minutos para que el ni�o comenzara con la parte que ven�a a continuaci�n.
Siento como intenta penetrarme m�s y, experimentado al fin, le ayudo� al principio eran sensaciones incomodas, pero luego de acostumbrarme y �cogerle la vuelta� todo es cuesti�n de rutina. Unos pocos movimientos medio circulares con mi caderas, a la par de ayudarle con una mano empuj�ndolo desde atr�s, facilitaban much�simo el abotonamiento. �ramos toda una pareja.
Al fin entra aquella bola en mi ano� que rico� pensar que gracias a esa parte, podr�a disfrutar unos minutos m�s de mi macho. Mientras el solo se preocupa por no dejar escapar su semilla del interior de su hembra, yo aprovechaba para volver a agarrarme el, para ese entonces ya nuevamente erecto, pene.
En el �xtasis provocado por la situaci�n, no sent�a como se ven�a en todas mis entra�as, pero sab�a que eso era lo que suced�a. Abundante semen ya corr�a por mis piernas tratando de escaparse del abotonamiento producido por ese semental. El nene se viro, bajando y cruzando su pata. �ramos perro y perra, culo con culo� esperando el momento del famoso �plop�� mientras me pajeaba fren�ticamente.
Intentaba una segunda corrida demasiado pronto por lo que demoraba en llegar. Mi preocupaci�n era no dilatarme mucho con la paja, pues no quer�a tener que terminar solo, sin Randy en mi culo. Para el que no lo haya hecho, venirse con algo estimulandole el ano es lo mas� No existen otras palabras para describirlo, simplemente lo mas�
En el momento que estaba por acabar, siento como mi macho se logra soltar y, entre frustraciones y sensaciones org�smicas, provocadas por esa acci�n, siento como llega mi corrida. El perro, tan gentil y caballeroso que era, se me acerco al culo, mientras le colgaba aquella tranca que yo deseaba al menos lamer para terminar.
Estaba a punto de llamarlo para que me acercara a la boca su pedazo de carne cuando de pronto siento su lengua lamerme el abierto y chorreante de su leche culo�
�Ah�� solo eso deje escapar� tras un suspiro me viene la corrida�
Otros tantos chorros de leche y caigo en el piso� Esta vez Randy insiste en lamerme, acto que me provoca una electricidad por el cuerpo. No puedo m�s�
�Gracias machi� gracias por estar ah� para mi��
La primera venida se la dedicaba a Laura� Era una imagen muy morbosa, clavado por un perro y paje�ndome en nombre de mi novia� La segunda corrida, era para mi amante fiel�
Quedaba exhausto en el suelo� En m�s de una ocasi�n despertaba ah� mismo ya en la ma�ana, por lo que aun me resulta curioso que nadie me haya sorprendido.
En realidad iba a contarles otra historia, totalmente diferente a esta, pero mis recuerdos no me dejan salirme del tema. Adem�s, no quiero seguir con este para no alargarlo mucho, a veces es incomodo mantener la excitaci�n con un relato tan largo.
Nada, que les puedo decir, parece que mis memorias, tituladas �Mi perro me sedujo� tienen bastante tela por donde cortar� Habr� m�s cap�tulos� Mejor para Uds. Vaya, digo yo� juzgando por la cantidad de correos que recibo con sus palabras de aliento�
Una vez m�s quedo a su disposici�n, escr�banme a y gracias por leerme.