Como es costumbre por aqu�, un chico del colegio organiza una
fiesta en su casa el �ltimo d�a del curso. No es que todo el instituto vaya a
casa de uno, si no que cada grupo de amigos se re�ne en casa de uno de ellos.

Este a�o mi primo, organiza la de su clase, as� que yo
participare en ella como convidado de piedra.

Contaros que mis padres decidieron cambiarme de colegio, y
mandarme al mismo que va mi primo, por lo que me mude a su casa al comienzo del
curso. Ahora en navidad, ser�n mis padres los que vengan a la reuni�n familiar,
as� que no tengo q moverme de aqu� esta vez.

Volviendo a la fiesta, a mi este tipo de reuniones sociales
no me gustan y por ello no suelo asistir a las de mi curso, aunque la verdad,
como no tengo muchos amigos, tampoco tengo muchas oportunidades.

Mi primo me saca un a�o, as� que sus amigos, tampoco son
mucho mayores que yo y a casi todos los conozco de venir a casa o de verlos por
el instituto.

A las siete empieza a llegar gente.

Cada uno trae un paquetito con una etiqueta, que va dejando
en una bandeja que se ha colocado en una mesa.

No tenia ni idea que los amigos de mi primo tienen costumbre
de hacerse un regalo en esta fiesta. Parece ser, que se hace un sorteo para ver
quien regala a quien y el que recibe el regalo no sabe quien se lo ha comprado.
La verdad que la idea me gusto.

Avanzada la fiesta, mi primo reclama la atenci�n y comienza a
nombrarlos uno a uno, haci�ndoles entrega de su regalo.

No es que sean grandes presentes, simplemente son detallitos,
un llavero, una bufanda, cosas as�.

Cuando queda solo uno, este lo coge mi primo y se dispone a
abrirlo.

Lo tiene abierto y lo mira extra�ado, yo no distingo de que
se trata, solo veo una caja con dibujos, un poco m�s grande que su mano. Abre la
caja y saca y trozo de pl�stico alargado en forma de� �OH Dios! En forma de
pene, alguien le ha regalado un pene de pl�stico.

Los compa�eros de clase empiezan a re�rse y le dicen que es
una broma, que ese no es en realidad su regalo. Este a�o han decidido cambiar
las normas, y al anfitri�n le han comprado un regalo entre todos por organizar
la fiesta y se les ha ocurrido que ser�a gracioso ver la cara que pon�a cuando
abriera ese otro. La verdad que la cara ha sido de foto.

La fiesta termina con normalidad y con un rotundo �xito. La
gente comienza a marcharse para sus casas.

Nosotros dos ahora tenemos el trabajo m�s dif�cil. Les
prometimos a mis tios que todo iba quedar bien recogido despu�s de la fiesta,
para que dejasen celebrarla.

Mientras estamos recogiendo, �ngel me pregunta por su regalo.

Yo le contesto que lo tiene encima de la mesa del comedor.

Ese no, me dice, el otro, el monstruo ese. Hay que sacarlo al
cubo de basura antes de que regresen papa y mama.

Pues no se donde esta, le contesto, alguno de los chicos se
lo habr� llevado.

Bueno, mejor as�, responde, menos problemas.

Con todo ya recogido y despu�s de recibir el visto bueno de
mis t�os me encamino a mi habitaci�n. Esta est� un poco apartada de todas las
dem�s. Cuando me traslade, mis t�os habilitaron la buhardilla y all� me instale
encantado.

Al llegar a m� habitaci�n, cierro la puerta para conseguir
m�s intimidad si se puede, y de mi calcet�n saco mi regalo. �O se van a creer
estos chicos que de toda la fiesta voy a ser yo el �nico que se quede sin �l!
�No!, ya me he encargado de ello. Cuando no se ha dado cuenta nadie, me he
metido la polla de pl�stico en un calcet�n y la he tapado con la pernera del
pantal�n. La escondo en un sitio seguro y me meto a dormir.

A la ma�ana siguiente me despierto bien pronto.

Con ansia busco mi secreto y lo saco de su escondite. Al
momento me bajo los pantalones del pijama y la pongo pegada a la m�a para
compararlas. Ahora esta fl�cida, por lo que es algo mayor la de pl�stico.
Empiezo a masajearme para conseguir que se endurezca y despu�s de unos cuantos
movimientos, la tengo parada. Ahora si que se pueden comparar bien.
Pr�cticamente son iguales. Quiz�s la artificial algo m�s larga, pero sin
dudarlo, la cabeza de la m�a es m�s gorda.

Ahora solo quedan un par de detalles. Me vuelvo a colocar los
pantalones y con la polla tiesa, bajo a la planta inferior, al ba�o de mis t�os,
que todav�a duermen al igual que mi primo. Ah� cojo la crema de manos de mi t�a
y me vuelvo a mi habitaci�n. Vuelvo a cerrar la puerta y ahora s�, me desnudo
completamente.

Hoy va a ser un gran d�a, pienso.

Como ya tengo costumbre, pongo un poco de crema en mi mano
derecha, y empiezo a jugar con mi ano. Primero con un dedo, haciendo circulitos
en la entrada, poco a poco me voy excitando m�s y empiezo a meterlo suavemente.
La primera falange, entra, sale, la segunda, y por fin entero. Dentro de mi culo
empiezo ha mover el dedo hacia un lado y hacia otro, mientras mi cuerpo se
estremece en la cama. Ahora el otro. En mis anteriores exploraciones cuando he
conseguido tener dos dedos dentro he explotado, por lo que nunca he pasado de
ah�. Pero hoy es un d�a especial. Si quiero que ese pedazo de pl�stico entre
dentro de mi culo, tengo que aplicarme y aguantar mucho.

Ya he superado la barrera de los dos y voy a por el tercero.
Estoy contento a la vez que ansioso, pero se que si no quiero lastimarme, hay
que tener paciencia. Seguro que merece la pena.

Parece que va bien. Enseguida consigo mover todo r�tmicamente
sin problemas. Por supuesto que mi polla ni la he tocado, si lo llego ha hacer
de seguro que ya habr�a terminado y eso aguar�a la fiesta.

Es la hora. Agarro el aparato, lo embadurno bien de crema y
me pongo de cuclillas sobre la cama. Creo que as� ser� m�s f�cil. Acerco la
punta a mi orificio y poco a poco voy empujando. La verdad que la sensaci�n es
bastante m�s completa que con los dedos y eso que no ha llegado a entrar ni toda
la cabeza. La saco, le pongo m�s crema y vuelvo a intentarlo. Ahora ya entra la
cabeza. Empiezo a moverla un poquito arriba y abajo. Parece que va bien. Desliza
perfectamente, sin hacer mucho da�o. Me animo y empujo un poco m�s. Es genial.
Fuera, dentro, fuera, dentro. Hay que seguir. Con la otra mano, me agarro mi
pene y empiezo a jugar con el glande. Un poco m�s dentro y de repente.
UUUAAAAAHHHHH!!!!!!!!! No se que ha pasado. Me caigo de espaldas y empiezo a
correrme fren�ticamente. No puedo parar. Cada vez que empujo un poco m�s un
chorro de semen me llega a la cara. Es bestial. Sigo empujando y recibiendo
trallazos. La saco casi entera y la vuelvo a enterrar toda. Fuera, dentro,
fuera, dentro. Voy a reventar de gusto. No me lo puedo creer. Es inhumano tanto
placer.

Con el pl�stico todav�a dentro y extenuado, me relajo encima
de la cama y abro los ojos mirando al techo.

Para mi sorpresa no solo veo la l�mpara.

-Que pasa primito, estas hecho un asco, �Qu� es esto? A ver.

Y extendiendo uno de sus dedos lo pasa por mi pecho y mi cara
llenos de semen y se lo lleva a la boca.

-Si necesitabas una buena polla �Por qu� no me has avisado?

Diciendo esto, se sienta en mi cama y mete la mano por debajo
de mi cintura, alcanzando el pl�stico clavado en mi culo. Me hace girarme y
empieza de nuevo a moverlo. Mi culo esta irritado, pero aun as� todav�a acepta
encantado ese movimiento. Arqueo una de las piernas para facilitar la tarea.
�ngel se anima y se despelota. Tiene la herramienta apunto para la batalla. Su
tama�o es bastante superior a la m�a. Me hace poner en cuatro encima de la cama
y sin sacar todav�a el pl�stico, me acerca su elemento a mi boca. Me pregunta si
me gustar�a probarla antes de clav�rmela. A lo que yo no respondo con palabras,
si no que abro mi boca y se me la empiezo a comer.

Finalmente tengo yo raz�n. Este est� siendo un gran d�a.

Con la polla de �ngel bien rechupeteada, se dispone a
sustituir al producto artificial que todav�a hondea en mi trasero. Al sacarlo se
produce un vaci� en mi culo, que enseguida se encarga el de llenar con creces.

Me la clava de un golpe, lo que hace que de un respingo y
sienta cierto grado de dolor, que pronto desaparece. La herramienta que ahora me
trabaja tambi�n es m�s larga que la anterior y aunque en un principio parece que
hace tope y no va a entrar toda, de repente, noto como en mi interior se mueve
algo que da paso al resto de tronco que quedaba por entrar.

Ah� estamos los dos yo en cuatro y mi primo detr�s culeando y
ensartando su ariete hasta el fondo. Mi culo empieza a resentirse de tanto
trabajo y ha escocerme, por lo que le animo a �ngel a que termine. Como parece
que no tiene mucha intenci�n, aprieto un poco m�s mi esf�nter, maniobra que hace
su efecto y provoca que se corra al momento.

Caemos los dos extenuados en la cama.

�ngel, se acerca a mi miembro erecto todav�a y empieza a
chup�rmelo con cari�o. Yo la verdad que no tengo muchas ganas de m�s trabajo,
pero para mi sorpresa, no lo esta haciendo por darme placer, si no que trata de
ponerlo bien duro. Cuando ya ha conseguido su prop�sito, agarra mi cipote y se
sienta en cuclillas sobre �l. Se lo clava de la misma. Ah� empieza a cabalgar
con frenes�. Yo no puedo m�s y me voy, pero el no para y mientras mi pene
aguanta duro, sigue cabalgando, consiguiendo que tenga otro orgasmo, este ya sin
mucho material que expulsar.

Cuando ya se ha saciado cae de nuevo a mi lado.

Estamos un rato en silencio y mir�ndome a los ojos me dice
que esto no hay que cont�rselo a nadie. No hace falta que me diga eso. Ya lo se.
Yo le digo que no es su primera vez y le pregunto que con quien ha follado
antes. Se hace el remol�n y lo niega. Pero yo insisto, y le cuento que para
meterme la polla de pl�stico me ha costado media hora de preparaci�n y �l se ha
clavado la m�a sin pesta�ear.

No quieras saber todo hoy, listillo, me dice, levant�ndose de
la cama y meti�ndose en la ducha de mi habitaci�n.

El fin de semana pasa. Es lunes por la ma�ana y aunque el
instituto ha terminado, todav�a se puede ir a la biblioteca o a alguna clase
voluntaria de apoyo.

A m� mis padres me obligan a acudir. Me levanto temprano. Lo
primero que hago es ir al ba�o y en el espejo mirar mi agujero. Aunque todav�a
esta algo rojo, ya se ha cerrado totalmente. Pensaba que no volver�a a ser el
mismo de antes nunca.

Preparo mi mochila con algunos libros, el almuerzo y no me
olvido de meter a m� mejor amigo.

En el instituto en estas clases no pasan lista y aunque las
primeras horas de la ma�ana se pasan r�pido, el tiempo empieza a detenerse y
todo se vuelve mon�tono y aburrido.

Creo que ha llegado el momento de evadirse un poco. Me dirijo
hacia los ba�os del segundo piso. Seguramente estar�n desiertos. La mayor parte
de las aulas ocupadas son del primer piso y el sal�n de actos, que es usado para
las conferencias, esta en el s�tano.

Efectivamente no hay nadie. Me cuelo en uno de los
reservados, teniendo cuidado de que el elegido tenga cierre con el que atrancar
la puerta. Abro mi mochila y saco a mi amigo y unos pa�uelos. Me desnudo
completamente dejando mi ropa a buen recaudo dentro de la mochila y esta la
cuelgo de la percha. Con la tapa del bide cerrada me siento colocando mis
piernas en la puerta, por encima de la cabeza, para que mi culo quede en pompa
mirando al frente. Empiezo a trabajar mi orto con una mano, mientras con la otra
sujeto a mi impaciente amigo. No es una postura muy c�moda, pero logro que en
seguida mi agujero este preparado para recibir. Cuando creo que estoy listo hace
su entrada gloriosa mi amiguito, que poco a poco va saciando mis ansias de
polla. Es incre�ble lo que ha cambiado mi vida desde la fiesta del s�bado. Como
he podido vivir yo sin este utensilio tan �til.

-Ves, aqu� no hay nadie. Que no, no seas idiota. Mira vaci�,
vaci�

Intentan abrir mi puerta. Yo estoy aterrado. No muevo ni un
pelo. La verdad que ser�a de traca si me pillan en esa postura. En pelotas, con
el culo abierto y lleno de una polla de pl�stico. Seguro que se entera toda la
ciudad. Ya veo los titulares. Pero aun as�, no me muevo.

-Que no hay nadie, estar� atascado y lo han cerrado, ves, no
se ve nada por debajo de la puerta.

Saltan a la siguiente.

-Vaci� y vaci�. �A quien se le va ha ocurrir subir aqu�
arriba teniendo un mont�n de ba�os por ah�.

Solo se oye una voz que medio susurrando, intenta convencer a
alguien de que aquel era el mejor sitio.

Yo sin moverme solo pod�a esperar y as� lo hago. Alguien
entra en el reservado contiguo al m�o y cierra la puerta con pestillo. Se
empieza a o�r el sonido de alguien que se desnuda y risitas. Estoy intrigado.
Seguramente se va a producir una sesi�n de sexo en directo al lado de donde yo
estoy. No me lo puedo perder. Empiezo a pensar en quien puede ser. Que pareja
del instituto se pod�a atrever a tener sexo all� mismo. Espero a que quien este
es el ba�o contiguo coja confianza y se olvide de donde est�n. Cuando pienso que
es el momento, me incorporo y me subo a la taza, para poder observar por encima
del separador. Veo a un chico moreno, con el pelo lacio sentado en la taza y
como alguien con melena rubia, que esta arrodillado delante de el, le esta
trabajando los bajos.

Ambos est�n desnudos. La melena rubia devora con frenes� el
miembro que tiene en la boca, mientras su culo en pompa da golpecitos contra la
puerta, como si buscara algo.

Me fijo bien en ese culo y me entra la duda. Ese no es el
culo de una chica. Pero no estoy seguro. El chico que esta sentado en la taza,
con los ojos cerrados por el placer, levanta la cabeza y mira al techo. �OH,
Dios m�o! Es �ngel, mi primo. Me tiemblan las piernas, pero no reacciono. Si
hago ruido, quiz�s llame su atenci�n y me descubra. Mi mente se centra en
descubrir quien es el amante de mi primo, ya que este sigue disfrutando de la
mamada con los ojos cerrados. Si no es una chica, como sospecho, y con esa
melena rubia, solo puede ser� Pablo, el chico m�s guapo del instituto y que sale
con M�nica y aun as� todav�a se enrolla con todas las t�as que puede. Es
Incre�ble.

Pablo le esta comiendo la polla a mi hermano. Que envidia,
las pajas que me he hecho pensando en ese chico que ahora ha bajado m�s abajo de
las pelotas de �ngel y le esta trabajando el culo.

Me he distra�do flipando con la comida de culo. Cuando
reacciono y vuelvo a la cara de placer de �ngel, este me esta mirando y
sonriendo. Me ha pillado, pero en lugar de descubrirme a su amante, sigue
disfrutando de su trabajo. Pablo se incorpora y colocando las rodillas de mi
primo sobre sus hombros, comienza a bombear con impaciencia y fuerza. Ya sab�a
yo que ese culo estaba trabajado.

�ngel aguanta el estoque de Pablo como puede, mientras este
acelera cada vez m�s el ritmo, hasta terminar en un gran suspiro, que interpreto
como su orgasmo.

Me bajo de la taza, entre excitado y contrariado por la
actitud que ha tomado mi primo, no diciendo nada al verme all� observando.

Les oigo que han terminado. Se est�n vistiendo. Se abre la
puerta contigua a la m�a. Cuando por fin oigo la voz de �ngel:

-Pablo, donde vas tan r�pido. Tengo una sorpresa para ti. �No
buscabas una polla peque�a para que te desvirgara ese culo? Pues creo que la
hemos encontrado.

-�De que hablas? �Te ha sentado mal algo?

-Anda enano, abre la puerta de una vez, que va a empezar la
fiesta.

All� estaba yo. Desnudo dentro del ba�o, indeciso entre abrir
o no.

-Iker, abre la puerta o la tiramos abajo.

�ngel es muy capaz de cumplir su amenaza. As� que decido
abrir.

En esas estamos. Yo avergonzado e irritado. �Polla peque�a?
�Qui�n tiene la polla peque�a? Eso si, le tenia bien dura. �ngel y Pablo,
observ�ndome, empiezan a hablar entre ellos, como si yo no existiera.

Me sienta en la taza, y se saca del todo su ropa. Estoy
hipnotizado observando su mata rubia sobre esa preciosa herramienta. Adelanta
sus pies rozando su verga contra mi pecho, a la vez que con una mano sujeta la
m�a y va acerc�ndola a su culo. Poco a poco juguetea con su hoyo y mi glande.
Intenta met�rsela, pero da un respingo y la saca. Lo intenta de nuevo, pero no
puede. Le duele.

Le empujo hacia atr�s y le doy la vuelta. Seg�n estoy
sentado, le separo las nalgas dejando a la luz su rosado esf�nter. Acerco mi
boca y le doy un lamet�n. El se contrae. Empiezo a trabajar con mi lengua su
agujero y comienza a gemir. Aprovecho su calentura para empezar a usar mis manos
en el trabajo. Primero un dedo. Luego dos. Finalmente un tercero de la otra
mano.

Vuelve a su postura inicial. Y acerca mi rabo a su dilatado
agujero, donde la cabeza entra con facilidad. La saca y vuelve a meterla. As�
dos o tres veces.

-�Qu�? �Te duele?

-Que va, �es fant�stico!

-Pues si la hincas del todo, te vas ha enterar.

De la misma se deja caer y se la clava entera, soltando un
gemido de dolor, a la vez que placer. Cuando ya se ha acostumbrado, empieza a
moverse, primero hacia los lados. Luego hacia arriba y abajo. Finalmente
comienza una fren�tica cabalgada, que provoca que me venga r�pidamente.

-Te has corrido, capullo, lo he notado. Espero que no se te
desinfle, por que a mi todav�a me queda un rato.

Efectivamente all� sigue cabalgando. Mi miembro empieza a
perder fuerza y el lo nota.

-Esto se afloja. Que podemos hacer �dice entre gemido y
gemido.

-Espera, lev�ntate un momento

Abro la puerta y me asomo. All� esta �ngel esperando. Le hago
una se�a y entra con nosotros.

-Desn�date, que ahora si le cabe "t� gran polla" �le digo
ir�nicamente.

Estamos un poco apretados, pero enseguida cada uno encuentra
su sitio. �ngel sentado en el bidet. Pablo sobre el miembro de �ngel empieza a
disfrutar. Yo me arrodillo y me trago la herramienta de Pablo.

As� seguimos un rato. Pero no me conformo con que solo
perfore mi trasero una pieza artificial, as� que me levanto y aprovechando una
de las embestidas de Pablo y me clavo su miembro en mi dilatado esf�nter.

Es incre�ble. M�s de lo que jam�s hubiese so�ado.

Pablo tambi�n lo estaba disfrutando de forma incre�ble. En
agradecimiento a mi trabajo, me come la oreja, produciendo en m� un placer
inigualable.

-�Quiero probarlo! �dice �ngel.

Nos obliga a cambiar las posiciones. Ahora estoy yo abajo.
�ngel se sienta sobre m� y es Pablo el que recibe de mi hermano.

As� las cosas y tras nuevos cambios de orden, que por
supuesto no alteran el resultado final, acabamos fundidos en un gran abrazo, de
sensaciones, placer y agotamiento. Jam�s hubiese podido imaginar los
acontecimientos tan intensos que estoy viviendo desde la pasada fiesta.

Como podemos nos arreglamos un poco, y volvemos a las aulas.
Los chicos se van por su lado y me dejan solo con los de mi edad.

No me puedo concentrar, as� que decido ir al patio a que me
de el aire. No hay nadie, as� que de tumbo en un banco, quedando durante unos
minutos transpuesto, bien por el esfuerzo realizado, bien por el calorcillo que
en mi cara produce el d�bil pero agradecido sol de invierno.

-Te vas a quedar fri� ah� tumbado.

Una voz suave me despierta de mi dulce letargo. Es Carlos,
uno de mis compa�eros de aula.

-Perdona, no te he o�do llegar.

-Tranquilo, te he visto tan a gusto, que me ha dado pena
despertarte, pero no creo que haga buena temperatura para quedarse ah� dormido.
�No entras en clase?

-No aguanto m�s. �Y t�? Que haces aqu�.

-Lo mismo. Si no hay ex�menes, no se para que vamos a clase.

-Bueno, se puede subir nota.

-Eso me recuerda para que he venido. No tendr�s los apuntes
de la primera hora, me he dormido y no he llegado y esa si que me interesa para
subir.

-Si, claro, en la mochila est�n, alc�nzamela.

Carlos abre mi mochila y busca mi capeta. La extrae de ella
con tan mala suerte, que salta del interior la polla de pl�stico que llevo
envuelta en clinex. Sin que me de tiempo a reaccionar, �l ya la a recogido del
suelo y la esta estudiando.

-�Que es de alg�n experimento de laboratorio? �dice entre
risas.

Estamos solos en el patio, as� que intento quit�rsela de la
mano, pero es de nuevo m�s r�pido, se levanta y se separa de m�.

-Pues si que parece que alguien ha experimentado �a�ade
mientras la huele.

Estoy entre avergonzado y enfurecido. Me abalanzo sobre �l,
lo tiro al suelo, le quito de la mano mi herramienta. Le tengo debajo,
inmovilizado. Mi cara muy pegada a la suya. Permanecemos as� unos segundos, sin
que ninguno de los dos haga nada. Me incorporo y guardo mi herramienta de placer
con cuidado.

-Perd�name, no quer�a ofenderte. Por favor no te enfades
conmigo. Solo era una broma.

-Tranquilo, que no me enfado.

La verdad que no sab�a que hacer. Estas situaciones se le
escapan a cualquiera, pero Carlos me da la soluci�n.

-�Qu� tal es?

-�El que?

-Cuando experimentas con eso.

-Es mejor una de verdad.

No se como he podido decir eso, aunque la verdad, que ya esta
todo perdido.

-�Me ense�as?

Me vuelve a sorprender. Me quedo mir�ndole a los ojos. El
aguanta mi mirada. La verdad que tengo el culo bien trabajado, pero mi pene
todav�a tiene cuerda. Si este chiquillo de verdad quiere guerra, �porque no?

-Bien, pero vamos a otro sitio, hay mucho fisg�n aqu�.

-�Te parece bien mi casa? No hay nadie ahora.

Sigo perplejo. Carlos parece muy seguro de lo que quiere.

Vamos a hacia su casa. La verdad que el va canturreando como
si no pasara nada. Con su mochila a la espalda, su pelo corto engominado y en
punta. Sus pantalones cortos ce�idos al culo y anchos en la pernera, que le
remarca la separaci�n de sus gl�teos. Nunca me hab�a fijado, pero me estaba
apeteciendo cada vez m�s tocarle y experimentar con �l.

Al llegar a su casa, suelta la mochila en la entrada y la
recorre corriendo.

-�Ves? No hay nadie. Ven que te ense�o mi habitaci�n.

Entramos en su cuarto. Lo tiene muy recogido todo. En la
pared hay varios postes de diferentes deportes, surf, f�tbol, baloncesto. Aquel
cuarto, no se porque me da tranquilidad.

Carlos se mete debajo de la cama y saca una caja. La abre y
tras quitar unos papeles, saca una revista. La abre y me la pasa.

-�Qu� te parece?

-Bueno, esta bien.

-Mira, �ves lo que le hace a esta t�a? A que mola.

Salen varias fotos de un chico teniendo sexo con una chica,
en una se ve como ella le come la chorra, en otra era �l el que se interna en lo
oscuro de la entrepierna de ella, luego se ve como le come el culo y como le
mete su herramienta por detr�s.

Ni que decir tiene que a mi, estas son las fotos que me
llaman la atenci�n.

All� estamos los dos sentados en la cama ojeando la revista,
como si fuera la primera vez.

Yo no quiero dar el primer paso hacia lo inevitable. �l me ha
llevado all�, as� que espero pacientemente.

-�Te gusta el surf? �Le pregunto para ver su reacci�n.

El mira el p�ster, me mira.

-La verdad que lo que me gusta es todo lo relacionado con el
surf. La forma de vestir, el sol, los chicos. Me gusta m�s el f�tbol y adoro el
baloncesto. �Me dice se�alando los otros p�sters- Ese esta ah� por lo guapo que
es el chico �Y se queda mir�ndome.

Bueno, creo que ha llegado el momento.

-Que te apetece que hagamos �le digo.

-Bueno, lo que t� quieras. No se que es lo que hay que hacer
�responde entre risas vergonzosas.

-Algo te gustara. En algo estar�as pensando mientras ven�amos
hacia aqu�.

-La verdad es que no, s�per contento de venir a casa contigo.
Solo eso. Bueno y en el chisme ese que llevas en la mochila.

-�De verdad que quieres probarlo?

Se levanta de la cama y me acerca la mochila. Busco dentro y
saco el chisme. Se lo ofrezco.

-No �me dice como apesadumbrado- Hazlo t� por favor, yo no
sabr�a como.

-Bien, pero tendr�s que desnudarte.

El con una sonrisa se saca la camiseta y desabrocha sus
pantaloncitos. Como le veo inseguro, sujeto sus shorts y cuando por fin los
suelta, los bajo hasta que los libera de sus pies. Se queda en slip. Me retiro.

-Esto tambi�n � le comento se�al�ndole con la polla
artificial.

-Es que...

Comienza a decir. Entiendo que seguramente es la primera vez
que se desnuda delante de otro chico. Pero debe hacerlo �l mismo. Se lo hago
saber y mirando al suelo, acerca sus manos al slip y poco a poco se lo quita. No
entiendo su verg�enza. Su cola no es muy grande, pero parecida a la m�a. Tiendo
mi mano y al contactar con la suya levanta la vista. Le invito a que se acerque
a la cama

Se que debo darle confianza, as� que me empiezo a desnudar.

All� estamos los dos sentados en la cama.

-�No te apetece? Me dice mirando al suelo de nuevo.

-Claro. T�mbate.

No se si empezar como empec� yo, o m�s bien hacer lo que le
vi a Pablo.

Veo que Carlos sigue nervioso, as� que primero le voy a dar
confianza. En mi mano sigue la polla de pl�stico. Empiezo a pasar el glande
artificial por toda la superficie del aparato de mi amigo. Por sus bolas, por su
fl�cido pene. Subo un poco hasta su ombligo y vuelvo a bajar.

El sigue atento con su mirada mis movimientos. Expectante.
Sigo jugueteando, pero ahora con las yemas de la otra mano acaricio las partes
libres. Se deja hacer.

Me apetece met�rsela ya mismo, pero se que tengo que ser
paciente. Debo prepararle bien y que sea inolvidable, para que podamos repetir.
Aunque debo centrarme en lo que esta pasando ahora y disfrutar tambi�n.

Me acerco a oler su miembro y acerco suavemente mis labios.
Es suave, as� que saco mi lengua y lo lamo. Hace unos momentos que ha empezado a
crecer, y parece que no tiene fin. Cuando mi lengua recorre un par de veces todo
su m�stil, este alcanza los dieciocho cent�metros m�s o menos. Espero que no
crezca mucho m�s o tendr� que olvidarme de probarlo por hoy. Mi culo no
aguantar�a otra herramienta descomunal.

Ahora esta relajado

Ya no mira, tiene los ojos cerrados o mira al techo. As� que
abandono por unos instantes su miembro y me sumerjo en la zona oscura de su
pelvis.

Le he sorprendido. Ha dado un respingo. Me retiro, un segundo
para acomodar la postura, pues boca arriba no alcanzo del todo mi objetivo.

Al darse la vuelta me deja ver sus fant�sticos gl�teos. La
verdad que visto as�, desnudo tumbado en la cama, es precioso. Se gira, como
pregunt�ndome a que espero. Le abro las piernas y sumerjo mi cara en sus nalgas
respingonas. En una mano mantengo el pl�stico y con la otra empiezo el conocido
juego de dedos. Suave pero sin piedad. Paciente, pero incansable. Cuando ya esta
preparado, le miro de nuevo de arriba abajo y acerco el pl�stico al orificio.

-Es la hora. �Estas seguro?

El me contesta con una sonrisa. Suficiente para iniciar la
penetraci�n. Depues del trabajo realizado debe ser f�cil, pero aligero un poco
la carga cuando veo que clava la cabeza en la almohada.

-No pares � me dice entre sollozos.

Con cuidado sigo el juego, y cuado veo que se vuelve a
relajar, termino de meterle toda la herramienta. De rodillas a su lado observo
como se mueve dentro de su culo el artilugio. Lo dejo solo, y veo como Carlos
contrayendo su esf�nter lo sigue moviendo. Cuando veo que tiende a salir, vuelvo
a meterlo. Es genial.

- Suj�talo y no dejes que se salga �le ordeno.

El obediente lo sujeta con una mano.

-Incorp�rate, ponte de cuclillas- Vuelve a obedecer entre
sorprendido y divertido, pero sin dejar que se salga el que ahora es nuestro
amigo.

Yo me levanto de la cama y me coloco a su lado.

Parece que ha entendido, por que desabrocha el cierre de mis
pantalones, y los baja, junto a mis calzoncillos, dejando al aire mi polla
erecta.

�Me la chupas?- le pregunto � �te apetece?

Sin quitar la mano de sus cuartos traseros se agacha y besa
mi h�medo glande.

-Sabe raro, pero me gusta � dice trag�ndosela a continuaci�n.

No lo hace muy bien, pero suficiente para disfrutar un rato.
Mientras chupa veo que con la mano que tiene atr�s sigue moviendo el dildo. Eso
me calienta m�s. Sigue masajeando con su inexperta lengua mi glande, mientras
acerco mis manos a su culo y agarro el juguete, para iniciar un mete saca m�s
agresivo. En una de las envestidas, casi me muerde, por lo que decido cambiar de
postura, le saco la polla de la boca. Se relame expectante, y le doy la vuelta.
Le saco el juguete y el temi�ndose lo que se le viene, se apoya en la pared del
lateral de la cama.

Al sacar el juguete ha quedado un hueco en su culo, seguro
que eso es lo que produc�a el vaci� que notaba yo cuando Pablo saco su polla. Me
decido a llen�rselo. Pero se que debo ser prudente, as� que lo hago despacio. Mi
pene desliza f�cilmente y entra hasta el fondo. Cuando esta dentro del todo, le
agarro de las manos, y le llevo a tumbarse en la cama, pegado a su culo. Ah�,
comienzo a meterla y sacarla una y otra vez. Carlitos gime. Para ahogar esos
gemidos, apoya su cara en la almohada, pero aun as� los noto. Pronto su culo me
aprieta m�s la verga, lo que hace que me corra y vaci� mis huevos de nuevo.

Me he quedado muy a gusto, pero se que todav�a tengo que
cumplir con Carlos, as� que me retiro de encima de �l y me pongo a su lado
dispuesto a satisfacerle. Sigue con la cabeza clavada en la almohada. Le beso en
el hombro y en la mejilla. Cuando levanta la cabeza, veo con asombro que esta
llorando como un colegial.

-�Te ha dolido mucho?

-No. Ha sido maravilloso. Me ha encantado.

-�Entonces por que lloras?

-No se como se lo voy a explicar a mi madre.

-�No le tienes que decir nada!

Haci�ndose a un lado, me se�ala su crimen, cuando apret� el
esf�nter fue por que se hab�a corrido, manchando as� toda la sobrecama con su
leche.

-Vaya �le dije- me quede sin probar tu herramienta.

-�De verdad quer�as? �Pregunta- Que desastre, encima como
vamos a limpiar esto.

-No te preocupes, ma�ana repetimos y me coges t�. Esto, con
un poco jab�n, ni se nota.

Se levanta raudo de la cama en busca de algo para limpiar.

Mientras, le observo divertido, como se mueve desnudo por el
cuarto, preocupado por limpiar sus restos.

Cuando ya se ha calmado se sienta de nuevo a mi lado. Le
acaricio su desnuda espalda.

-�Y ahora que hacemos?- dice.

-No se, �que te apetece?

-Tumbarme a tu lado de nuevo y que me acaricies. Aqu� los dos
desnudos, durante horas.

- Eso ser�a peligroso, nos descubrir�an.

- �Acaso te importa? �y me beso.

Al rato se levanta y se va al ba�o. Creo que es el momento de
salir a dar una vuelta por ah�. Mientras espero, me voy vistiendo. Busco mis
calzoncillos, mis calcetines, mis pantaloncillos.

Al tenerlos en la mano se me ocurre una maldad.

Carlos vuelve a la habitaci�n y me encuentra vestido. Se
queda mirando divertido y me sonr�e.

Sin decir palabra, se pone su camiseta. Recoge sus slips del
suelo y los deja en una silla, de donde agarra mis pantalones y se los pone.

-No sabia que te gustase mi ropa �me dice.

-Me gusta, pero adem�s me hace sentirme parte de ti, �te
importa?

- Es perfecto, �vamos a dar una vuelta?

- Si.

Y as� salimos los dos exultantes al mundo, cambiados y
felices.

POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO

(Este relato es completamente ficticio, aunque me he
permitido la licencia de utilizar mi nombre y a petici�n suya, el de un buen
amigo. Espero vuestras criticas.)