Soy Valeria, y no he tenido la fortuna de encontrar al hombre
que satisfaga mis deseos de hacerme sentir mujer completa.

Desde los 11 a�os comenc� a vestirme con ropa de mi hermana y
una que otra prenda de mi madre. Por lo regular eran las pantaletas y los
brassieres. En otras ocasiones hab�a una vecina que ped�a prestado el patio de
la casa para tender su ropa. Cuando estaba sola aprovechaba y me pon�a de la
ropa que se encontraba tendida( igual pantaletas, brassieres y hasta faldas y
blusas ). Me fascinaba la delicadeza de las prendas, los colores y la textura de
las telas.

A�os despu�s aparte de ponerme ropa interior de mujer comenc�
por utilizar utensilios para autopenetrarme, algunas veces fueron verduras,
otras, pedazos de madera a las que yo misma les daba la forma de pene.

Cuando comenc� a trabajar tuve el dinero para poder comprar
ropa para m�. Siempre fueron medias, ligueros, pantaletas (las deliciosas tangas
a�n no estaban de moda) y una que otra falda. Igual cuando tuve novias si
lograba ganarme la confianza de quedarme a solas en sus casas aprovechaba para
hurgar en sus cajones y ponerme varias de las prendas que all� encontraba.

As� fueron pasando los a�os y cada vez me fui haciendo de m�s
y m�s cosas, me declar� Travest� de Cl�set completamente y llegu� a tener penes
de latex, la ropa se convirti� en una serie de prendas sexys con las que hasta
el d�a de hoy me siento llena de dicha y placer: Corssets, ligueros, medias,
tangas, vestidos cortos y ajustados y un par de zapatos de tac�n alto.

Hace unos a�os me atrev� a contratar los servicios de una
chica transexual con la cual me cit� en un hotel. La primera vez no llev� nada
de ropa de chica e hicimos el amor como una pareja normal. En esa ocasi�n tuve
la oportunidad de tener su pene en mi boca, pero aunque ya hab�a practicado
mucho con los penes de latex sent� que mi felaci�n no hab�a sido como me hubiera
agradado, pero bueno, se hizo el intento.

En una segunda ocasi�n tuve la fortuna de contactar a la
misma chica pero esa vez s� llev� ropa( corsset, tanga, medias y zapatos en
color negro ). Cuando lleg� ella qued� impresionada de forma que me sugeria
dedicarme a la prostituci�n ya que mi aspecto de mujer era el que les gustaba a
una serie de clientes que ella ten�a. No me anim� pero quedamos como amigas.

Desde entonces me dedico a entrar en p�ginas en d�nde existen
fotos y relatos de transexuales. Siempre que termino de visitar una de esas
p�ginas termino tan excitada que busco estar en soledad para dar rienda suelta a
la mujer que llevo dentro. Es como si entrara en un periodo (nada comparable con
el de una mujer biol�gica por supuesto) en el que mis deseos de ser mujer son
irrefrenables.

As� que el d�a de hoy es uno de los de ese periodo...mmmmm
QUIERO SER MUJER POR UN RATO.