Relato: La divorciada El divorcio es siempre una etapa traum�tica para toda pareja, pero muchas
veces las mujeres son las que m�s sufren. Diana, 37 a�os, y con dos hijos
adolescentes a cargo, tuvo que hacer frente a la vida. Su divorcio, la dej�
espiritualmente deprimida, no sal�a de casa, tuvo que ir a trabajar, y lo peor
es que dej� de tener relaciones sexuales regulares. Una mujer a esa edad es
capaz de cualquier cosa, y sin un hombre a mano puede llegar a realizar
cualquier locura. En las vacaciones de verano, sus hijos fueron a pasar unos
d�as a la casa de su pap�, y ella qued� solita en la casa. Su l�bido estallaba
de calentura. Sali� a dar una vuelta a la ciudad a distraerse y tal vez a
encontrar "alg�n macho" que la complaciera. Se puso una ropa provocativa y sali�
a putear por el centro. Entr� a un boliche, donde se divirti�, bail� y entabl�
relaci�n con Jorge, un se�or de su edad aproximadamente. Este la invito a ir a
su apartamento. Durante el trayecto, las hormonas de Diana estallaban. �Por fin
una verga para m�!. Llegaron al apartamento, tomaron un trago y fueron al
dormitorio. Se desnudaron, abrazaron y besaron. Diana se puso boca arriba y
Jorge le lami� la concha hasta hacerla acabar como una yegua. La lengua de Jorge
se met�a entre sus labios vaginales, le mamaban su cl�toris, y los jugos
afloraban como agua de manantial. Los gemidos y gritos de placer llenaban la
habitaci�n, al tiempo que Jorge se tomaba sus jugos. Luego de acabar, puso a
Jorge boca arriba y tomo la verga entre sus manos. La paje� un poco, la chupo,
la mam�, la sob� de todas formas y �nada!. �Al hijo de puta no se le pon�a dura
de ninguna manera!.
�Qu� te pasa Jorge?- pregunt� Diana indignad�sima
�Nada!- respondi� Jorge. �Es que sufro de impotencia!- agreg� r�pidamente
El mundo se le vino abajo a Diana. Una vez que encontr� un macho, al tipo no
se le paraba ni a palos.
�Porqu� no me lo dijiste?, �Ahora que mierda hago?- pregunt� Diana
Jorge no supo responder, y al rato dijo: �te chupo la concha hasta gastarme
la lengua!
�No mi amor, quiero una pija dura dentro de mi concha!- dijo Diana llena de
lujuria
Los minutos que pasaron fueron tensos. Diana indignada, comenz� a vestirse, y
Jorge sobre la cama pensaba.
�Espera un momento Diana!- dijo Jorge
�Qu� pasa ahora?- pregunto Diana
�Es que se me ocurri� una idea!- respondi� Jorge
Jorge sali� de la habitaci�n, y Diana esper� dentro sin entender nada. Para
sus adentros pensaba: �Ahora me viene con un consolador, y se lo voy a meter en
el culo si es as�!.
Volvi� Jorge con una sorpresa incre�ble, abri� la puerta y entr� a la
habitaci�n con un perro collie (la raza de Lassie).
�Y esto?- pregunt� Diana
�Querias verga dura?, �bueno Dino te la va a dar!- me dijo fr�amente
Dino era el perro de la vecina de Jorge, y este �ltimo sab�a que Dino era un
cogedor de mujeres. Varias veces hab�a tenido c�lebres org�as con el perro de su
vecina. Incluso algunas veces hab�a presenciado como se cog�a a su vecina.
Diana casi sale corriendo en pelotas de ah�. Pero Jorge la sujeto.
�No huyas putita, que hay un macho a satisfacer!- dijo Jorge sujet�ndola
La tir� sobre la cama, le sac� el brassier que ten�a colocado y le arranc� la
tanga de encaje que llevaba puesta. Diana qued� tendida desnuda sobre la cama.
Estaba dura de espanto y supo que un man�atico sexual la hab�a raptado. Se
arrenpiti� de haberse metido en l�os, pero sab�a que ella se lo hab�a buscado.
Jorge la at� de las mu�ecas y tobillos a los extremos de la cama e hizo que el
perro se subiera. Dino con su largo hocico husmeaba la concha peluda de Diana, y
la lengua del can escarbaba en su intimidad. �C�mo empez� a gozar!. Sus gemidos
se hac�an grititos de placer. El perro era un experto lamedor de conchas, y sus
jugos se los devoraba como si fuera agua. Diana se retorc�a de gozo, tironeaba
de sus ataduras, y practicamente pugnaba por liberarse. En ese momento, Jorge
supo que estaba a punto para ser liberada. La solt� y las manos de Diana se
dirigieron a sus senos, masajeandolos, dejando que el perro le lamiera su
vagina. Jorge se par�, fue a su armario y trajo un frasquito. Corri� a Dino, y
puso unas gotitas de ese l�quido en la concha de Diana. Guardo el l�quido, y
permiti� que Dino volviera a su tarea. Pero el perro enloqueci�, y lami� como
una bestia al tiempo que intentaba montarla de cualquier manera, de frente, de
espalda, costado. Era evidente que el l�quido era lo responsable de esa
conducta.
�qu� le diste?- pregunt� Diana, al tiempo que forcejeaba con el perro
�Es un extracto de jugos de perra en celo!- dijo Jorge, �con ese olor, Dino
piensa que estas en celo y quiere copular contigo!- agreg� Jorge.
Diana no sab�a que hacer, pues el perro estaba decidido a cog�rsela de
cualquier forma. Jorge, se meti� bajo el perro, hizo a un lado sus largos pelos,
y le mostr� la polla del perro a Diana. �Mir� que pij�n!- le dijo a Diana.
Diana observ� como pudo y comprob� que Dino esta dotado de una verga roja,
mojada y bien dura. Quer�a probar esa tranca, pero Jorge dijo que no. �Primero
lo primero!.�Ponte en cuatro patas como las perras!- dijo Jorge.
Diana obedeci�, pues a esa altura estaba decidida a dejarse coger, ya que una
pija dura es lo que estaba anhelando desde hac�a largo tiempo. Se baj� de la
cama y se puso en cuatro patas, Dino salt� de la cama, y se coloc� sobre ella,
sujetandola de su cintura con las patas delanteras, al tiempo que intentaba
penetrarla con sus movimientos coitales de bestia. Diana sent�a que golpeaba su
trasero, pero no la acertaba a clavarla. Notaba como la punta de la pija del
perro rozaba sus labios vaginales, y ansiaba desesperadamente ser penetrada por
esa verga animal. Jorge acudi� en la ayuda, y metiendo su mano entre el cuerpo
de los dos amantes, palp� la polla del perro y gui�ndola se la meti� en la
concha de Diana. �Ayyyyyyy, ayyyyyyy, ayyyyyyyy, ayyyyyyyy, me clav� la pija en
la concha!- grit� al instante Diana. El perro la ten�a ensartada a Diana, y
comenz� a cogerla como si fuese a una perra, al tiempo que jadeaba, disfrutando
de tan puta hembra humana. Diana sent�a como su canal vaginal era invadido por
una masa de carne, y el roce de esa pija bestial la estaba llevando al orgasmo.
Comenz� a decir groser�as como: �Asi perrito lindo, c�gete esta puta de mamita!,
�dame verga, dame leche, llename la concha!.
Dino empez� a arremeter con mayor violencia, evidenciando que la bestia
estaba por acabar. Aument� sus embestidas y Diana sinti� dolor, pues algo m�s
estaba ensartandole el perro. El dolor aument�, y grit�: �me duele, s�calo, me
esta partiendo en dos!. Lo que suced�a era que Dino ten�a la pija metida hasta
la bola en la concha peluda de Diana. Jorge ya sab�a esto, pero Diana no. El
perro acab�, y Diana sinti� como chorros de esperma caliente del perro llenaban
sus entra�as. Diana tambi�n acab�, por lo que el orgasmo perro mujer fue
simult�neo. Hac�a tiempo que Diana no llegaba a un orgasmo tan animal. Y solo
otro animal, un perro era capaz de d�rselo. La leche de Dino, invad�a su ser, y
por un instante se asust� porque el perro no la dejar�a pre�ada. �Ayyy, s�calo,
me esta llenando de leche y no me he cuidado!- grit� Diana. �Me va a dejar
embarazada!- agreg� en ext�sis. La risa de Jorge salt� fuerte y repentina.
�jaaa, jaa, ja, ja,!. �Pero mujer, �c�mo puedes pensar que un perro puede
embarazar a una mujer? �No sabes que eso es imposible! �Disfruta de su semen,
caliente, abudante y espeso, que no corres riesgo alguno!. Diana se tranquiliz�,
y se avergonz� de su ignorancia, al tiempo que se dedic� a disfrutar de la
eyaculaci�n canina en su �tero. Al rato, Dino quiso salir y no pudo. �Qu� le
pasa?- pregunt� Diana. Otra vez la risa de Jorge volvi�: �ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, es que estan abotonados mi hermosa putita!. �Se han quedado pegados!-
dijo riendo Jorge. Diana, trat� de tirar, pero la pija del perro no sal�a de su
concha, sus labios vaginales no permitian el paso de la verga del animal. Su
concha hab�a aprisionado fuertemente esa verga que tanto ansiaba. El perro, pas�
una de sus patas por el trasero de su hembra de turno, quedando ambos, perro
macho y mujer unidos por sus sexos, llenando de semen canino la vagina de su
hembra humana. Diana volvi� a intentar zafarse, tirando a opuesta de Dino,
queriendo que esa verga dura y gruesa, abandonara su intimidad. �No lo fuerces,
ya pasar� en unos minutos!- grit� suavemente Jorge, al tiempo que acariciaba al
jadeante Dino. �Lleva algunos minutos despegarse!. �Dino necesita llenar de
semen a la putita de su perra!- agreg� Jorge. Diana, abotonada al perro, solo se
dedicaba a esperar. Mientras hac�an esto, Jorge sac� de su armario una c�maro de
fotos, de esas instant�neas, y sac� unas fotos de Diana abotonada con Dino, el
perro de su vecina. �No por favor!- grit� Diana. �No me hagas esto!- agreg�
sollozando. Jorge se re�a, al tiempo que dec�a: �de que te preocupas si he
filmado todo, desde una c�mara escondida encima del ropero!. Diana gir� su
cabeza y vi� que era verdad lo que dec�a. Una c�mara los estuvo filmando en todo
momento. Se rindi�, y hundi� su cabeza en el suelo, cuando Dino tir� de dentro
de ella. Diana sinti� como la verga del perro se deslizaba desde el interior de
la concha, abandonando su cuerpo, pero dejando su concha llena de esperma de
perro. Se despegaron y la verga de Dino, entre sus pelos, luc�a gorda, roja y
llena de venas, manando leche y jugos vaginales de su hembra, goteando en el
suelo. La concha de Diana, dilatada, llena de semen, y pulsando de sexo salvaje.
Quiso pararse Diana, pero Jorge se lo impidi�: �espera puta de mierda!. �Es que
te crees que hemos terminado?. Diana no entend�a que m�s quedaba por hacer.
�Ahora chupale y limpiale la pija al perro, mientras saco algunas fotos!. Diana
ya estaba totalmente entregada y humillada, y girandos� sobre sus cuatro patas,
puso su cabeza en el vientre del perro, tom� con sus manos la pija de Dino, y
comenz� a mamarla, degustando los jugos, semen y orines de la bestia. Le chup�
la pija llena de lujuria y perversidad, dej�ndola limpia, tomandos� ese caldo de
sexo animal. Jorge mientras sacaba fotos, y la filmadora segu�a en su tarea de
registro. Cuando hubo terminado, Jorge le permiti� subir a Diana a la cama, al
tiempo que Dino, se ech� al costado de la cama sobre la alfombra. Jorge volvi� a
reirse, y una carcajada llen� la habitaci�n. Diana lo observaba entregada y
humillada, y no entend�a de que se re�a ahora. �De que te r�es ahora?- pregunt�
molesta Diana. La respuesta de Jorge fue simple, pues se baj� los pantalones, y
su pija, la que estaba dormida, estaba impresionantemente erecta, con su glande
brillando como una cereza. �Se me par� la pija putita!- grit� Jorge ri�ndose.
�La �nica forma de pararse mi pija es cuando veo estas escenas de zoofilia en
vivo!- agreg� entre risas. Sac� a Dino del cuarto, y Diana supo que ahora era el
turno del amante humano, Jorge. Pero lo que Diana no sab�a era que Jorge s�lo se
cog�a a las mujeres por el culo, porque donde el perro la puso el no la pon�a.
�Le daba asco al hijo de puta!.
Desde ese d�a Diana, tiene el culo deshecho a pijazos, y su concha pasa llena
de leche de perro. Ahora es una actriz porno de zoofilia, y sus pel�culas
amateur clandestinas se venden en todo el mundo oscuro de la pornograf�a. Lleva
una doble vida, con sus hijos y su trabajo, pero en la otra parte, es una puta
que s�lo los perros se la cogen. Dicen por ah� que existe una pel�cula en la que
a la pobre se la cogieron cinco perros en celo. Si alguien la encuentra me la
cuentan.
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Relato: La divorciada
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