LA INICIATIVA
Ese d�a me hab�a levantado mas caliente que una perra en
celo. Desde primera hora tenia el co�o como un lago, y no ve�a llegar el momento
de que mi marido volviese del trabajo y me diese lo que m�s necesitaba: una muy
buena raci�n de polla.
Empec� a fantasear sobre lo que pod�a hacer esa noche. La
verdad es que me apetec�a mucho llevar la iniciativa.
Hacia alg�n tiempo que hab�amos empezado a jugar con la
lluvia dorada. De vez en cuando, nos mont�bamos alg�n jueguecito, en el que casi
siempre acababa meandome para que �l lo viera. A m� me pon�a bastante cachonda,
(para que negarlo), ya que yo misma hab�a tenido alguna fantas�a anterior con
esto.
Cada vez mas salida, me puse a navegar por Internet. Encontr�
una pagina de relatos sobre el tema, y un relato me dio la idea. Una mujer
contaba el extraordinario orgasmo que hab�a tenido cuando su amante se orino con
el rabo bien metido en su co�o.
Eso es lo que yo necesitaba, un orgasmo extraordinario.
El plan comenz� a tomar forma en mi cabeza. Esta noche, la
iniciativa seria m�a.
Primero tenia que ponerlo loco de deseo (eso no es muy
dif�cil), y puesto que le gusta verme mear, le iba a dar lo que le gusta.
De momento me iba a pasar el d�a bebiendo agua y cerveza, no
fuese a ser que llegada la hora, no tuviese ganas. Pero tenia que aplicarle a
el, el mismo tratamiento, as� que desde que llego del trabajo, procure que no le
faltase cerveza fresquita.
Esa noche tenia que estar muy muy puta, as� que me vest� para
la ocasi�n. Eleg� un liguero con medias negras y un sujetador a juego, y por
encima un vestido corto con "facilidades" para la vista.
- Cari�o, estas para follarte en este mismo instante. (Me
solt� en cuanto aparec� por el sal�n.)
- Tranquilo, todo llegara. �Quieres tomar algo?
- Vale, preparo unos cubatas.
Con las ganas que tenia de que me follara, y aun tendr�a que
esperar un rato, pero mi plan era brillante. (Como el aspecto de mi co�o en ese
momento, seguro).
- Como veo que esta noche estas muy golfa. Tengo un encargo
para ti.
As� que el se�or tambi�n tenia sus planes. Bueno, pens�,
mientras no rompan los m�os.
- Ponte de rodillas entre mis piernas.
Esto si que era una sorpresa. Obedec� inmediatamente.
- No est�s tan ansiosa golfa.
No estaba ansiosa, estaba desesperada. Present�a su polla a
trav�s del pantal�n, y mi co�o mandaba se�ales.
- S�camela y chupala.
Por fin. La extraje de su encierro y comenc� a darle
lametones suaves. Estaba caliente, mejor dicho, est�bamos todos calientes, su
polla, yo, �l, mi co�o...
- Nada de suavidad golfa, mamala salvajemente.
A mandar, empec� a subir y bajar la cabeza, ejerciendo la
m�xima presi�n posible con mis labios. El tambi�n estaba muy cachondo, supe que
no tardar�a en correrse.
Entonces me sorprendi�, a punto de eyacular, me sujeto por el
pelo y mantuvo mi cabeza, con la boca abierta, a unos cent�metros de su
polla.............y se corri�.
Me puso la cara perdida, y yo estaba tan caliente que los
pezones explotaban. Entonces, manteni�ndome sujeta por el pelo, restreg� sus
huevos y su rabo por mi cara, extendiendo el semen que un instante antes hab�a
depositado.
Yo trataba, con la boca abierta, de cazar el rabo, pero �l me
lo imped�a. Cuando se detuvo, iba a lavarme la cara, pero me paro:
- Qu�date como estas.
- Que dices, � para eso me he maquillado ?
- As� estas preciosa. Se acerco y paso la lengua por mi cara,
notando sin duda su propio sabor.
- Estas loco. (Y yo cachonda, pens�. Mi co�o me record� que
no deb�a discutir).
Seguimos un rato, viendo una peli porno y bebiendo. �l estaba
m�s tranquilo, pero yo no pod�a aguantar mucho m�s.
Cuando ya se hab�a bebido casi todo el cubata, hizo adem�n de
levantarse, pero lo pare:
- �D�nde vas ni�o malo? Mientras le preguntaba abr� un poco
las piernas para que viese lo que yo quer�a.
- Al lavabo cari�o, vengo ahora mismo.
- No, no no, tu no vas a ning�n sitio. Cuando tengas que ir
ya te lo dir�.
Me miro con cara de sorpresa, pero algo debi� sospechar,
porque me miro con lujuria y su rabo dio un saltito.
- Uhmmm, as� que hoy vas a ser mala mala.
- No te lo puedes ni imaginar. Me siento mas zorra que ning�n
otro d�a de mi vida.
- Bueno, veremos. Voy a preparar otro cubata.
Mi plan funcionaba bien, yo misma estaba con unas ganas de
mear considerables, y al le deb�a pasar lo mismo, porque los gestos lo
delataban.
Mediado el segundo cubata, comenz� a darme lengua y a
acariciarme. Me sobababa las tetas y met�a la mano por los muslos, que yo
intentaba mantener cerrados, por temor a mearme all� mismo.
Cachonda perdida, pase a la primera parte del plan:
-Anda, c�meme el co�o un rato.
Casi salta del sof� al suelo. Se arrodillo entre mis piernas
y empez� a darme mordisquitos, cada vez mas cerca de mi co�o.
Esta parte del plan era la mas arriesgada, pues si bien una
vez me hizo mear en su cara, ahora iba a ser una sorpresa. Bueno, si se cabrea
lo mato y listo.
Cuando llevaba unos minutos jugando con su lengua, y sent�a
el orgasmo nacer, no pude aguantar mas, y deje salir un chorrito corto, que le
dio de lleno en la boca.
- Anda con la zorra -sus ojos dec�an bien claro que no se
hab�a enfadado, sino que estaba cachondo como un burro- �conque esas tenemos eh
?
- No pares ahora o te matare.
Se arrojo sobre mi mojado (mojado por partida doble) co�o
como un le�n hambriento se habr�a lanzado sobre una gacela coja. Sus
leng�etazos, mordiscos en mi cl�toris y el pensamiento en lo que acababa de
hacer, me llevaron a un primer orgasmo glorioso.
Curiosamente, en el descontrol del orgasmo no orine mas, pero
al pasar el efecto, mis ganas renacieron.
- Ahora se bueno y t�mbate en el suelo. � no tienes ganas de
orinar ?
- Muchas zorra, de sobra lo sabes.
- Pues de momento aguanta.
- Que remedio, si tengo el rabo como una piedra.
- Psissssst, calla y t�mbate.
Verdaderamente, tenia el cipote duro, pero yo se lo iba a
poner m�s. Con el tumbado en el suelo boca arriba, me puse de pie, y me quede
solo con el liguero. Ahora no pod�a aguantar m�s. Me puse en cuclillas mientras
con una mano manten�a su polla justo a la entrada de mi co�o. Cuando note que me
meaba, me la clave de un golpe. Sent� como se le hinchaba la polla hasta casi
reventar. Cuando estaba toda dentro, paraba de orinar, y cundo estaba fuera y me
la met�a, volv�a a mearme. Asombroso el control que mantuve con lo caliente que
estaba.
- Que buenoooooo, pero que golfa eres. Te voy a follar hasta
que digas basta.
Cuando vaci� la vejiga, mi cabeza daba vueltas y sent� nacer
un orgasmo, que me dejo casi inconsciente. Faltaba la segunda parte.
- Ahora tu cari�o, antes de correrte, quiero que mees dentro
de m�.
- Estas loca, no puedo mear si tengo el rabo duro.
- Ese es tu problema, resu�lvelo.
Me dio la vuelta, ahora yo estaba boca arriba y el sobre mi.
Llevo mis piernas sobre sus hombros, no pod�a estar mas abierta. Me daba
pollazos fren�ticos, clav�ndomela hasta el �tero. Vi que mi orgasmo
extraordinario se estaba formando.
Cuando estaba a punto de correrme, paro en seco.
- As� que la se�ora quiere ca�a.
Note las contracciones de su polla dentro de m�. Estaba
intentando mear, pero le costaba debido a su erecci�n. Mi calentura subi� 1000
puntos, iba a conseguirlo, mi plan hab�a salido bien, me hubiese corrido solo de
pensarlo, pero entonces sucedi�.
Un ca�onazo de pis me pego en el �tero y me cogi� por
sorpresa. Me corr�, me corr� como nunca antes me hab�a corrido. Fue como cuando
eyaculaba dentro de m�, pero a lo bestia. Un segundo chorro, manteniendo su
polla lo mas profundamente posible dentro de m�, y segu�a corri�ndome. Notaba el
calor del liquido dentro de mi co�o, y pens� que me iba a morir. Las tetas me
dol�an, el techo giraba, iba a morir corri�ndome.
No s� cuanto tiempo estuvo meandome, ni cuanto estuve
corri�ndome.
- Y ahora, golfa, el remate.
En un gesto que le sali� como si lo hubiese practicado mil
veces, me la saco del co�o y me la meti� en el culo hasta las bolas (a esas
alturas, lubricaci�n no le faltaba desde luego). Entonces empez� a correrse en
mi culo. Cuando note los golpes de leche y sus palpitaciones, ya no puedo
recordar si mi orgasmo era nuevo, o una continuaci�n del anterior.
Estaba rota, no pod�a moverme.
- S�cala.
- No, golfa, todav�a no.
Note como poco a poco perd�a la erecci�n, y entonces me solt�
otra meada en el culo, peque�ita, pero me dio sus buenos escalofr�os.
La vez que tome la iniciativa, tuvimos el mejor polvo de
nuestras vidas.
Hasta ese d�a..............
Continuara.