Quiero que sepas que aun despu�s
de haberte contado anteriormente con qui�n paso yo estos ratos placenteros
ac� , a pesar de tantos a�os y de lo bien que �l y
yo nos llevamos en el sexo, t� con un d�a solamente has logrado
lo que en veinte anos no ha podido �l lograr. Tambi�n quiero
que sepas que fuiste t� el que me ilusion� y me entusiasm�
a experimentar nuevamente otras maneras de gozar el sexo anal.
Aun as�, como te cont�,
tuve recientemente una experiencia que nunca tuve anteriormente. Y te juro
que por primera vez he gozado como nunca el sexo anal. Y me he quedado
con el deseo de volver hacerlo. Yo creo que t� me lo hab�as
comentado en unas de esas encontradas nuestras, y en mi mente yo pens�,
�ughhh!...pero honestamente ���es s�per
riqu�simo!!! El placer que causa es un euforismo inexplicable e
intenso, y el deseo imprescindible e inagotable te invita a querer m�s
y m�s.
Hace como un mes atr�s, me
vino a visitar Rafael. �l me hab�a llamado al trabajo en
la tarde y quedamos de encontrarnos esa noche. Yo como soy tan "horny",
me entusiasmo mucho m�s cuando s� que me quieren complacer
a como quiera darme gusto yo. A Rafael le vuelve loco verme gozar, y mientras
m�s gustosa, juguetona, y expresiva me ve, m�s gusto me quiere
dar �l.
Corr� a la casa despu�s
del trabajo, me relaj� un ratito mientras sacaba para hacer la cena,
puse mi m�sica favorita - s�, merengues - me hice una Mimosa
(Champagne y jugo de Naranja) - y al ba�o. Tremenda ducha. El agua
calentita al principio para relajarme y gozarme todo el cuerpo enjabonado.
Con la loofa saturada con el aroma del jab�n, sent�a como
penetraba el perfume en mi cuerpo emprendando un ambiente relajante y anheloso.
Despu�s de utilizar la labaza y el rastrillo para afeitarme bien
todas mis partes privadas, comenc� a refrescar el agua... la sincronizaba
hasta hacerme sentir exhilirante e vigorizada. Sal� de la ducha,
y cubriendo mi cuerpo entre la toalla, prend� un cigarrillo y comenc�
a arreglarme. (Esas cosas de las chicas, que les hace creer a una que es
la m�s bonita de todas.) Perfumes, maquillaje, prendas, y ropa muy
sensual. Todo lo posible bajo el Sol para saber enloquecer a un hombre.
Mientras me vest�a, escuchaba
el ritmo de la m�sica que inculcaba agradablemente mi cuerpo. El
anhelo es muy poderoso, especialmente cuando lo quieres experimentar. La
cena ya estaba lista, el apartamento oscuro con solamente las velas encendidas
de aroma a canela y vainilla daban una atm�sfera relajante e invitante
a enloquecerse entre medio del sexo y la pasi�n. Yo s�lo
sab�a que �bamos a gozar. Eso era lo importante.
Ya eran casi las ocho de la noche,
cuando son� el timbre de la puerta. Al abrirla, me di cuenta de
la impresi�n que le caus� a Rafael. El siempre procura recalcalme
lo hermosa y sexy que soy. Cuando vi la hermosa rosa que me trajo, y otra
botella de champagne, mi sonrisa agradecida le obsequi� con un beso.
Y coquete�ndole, entr� a la cocina para poner la rosa en
un vaso y el champagne en la nevera. Comimos mientras charl�bamos
y al acabar nos sentamos en la sala a escuchar la m�sica mientras
habl�bamos. Ya nos estaban cogiendo las bebidas, y entre cigarrillos
le bailaba mientras �l, sentado, se deleitaba viendo mi cuerpo moverse
al ritmo de la m�sica.
Ten�a puesto yo un traje
oriental, alto en los hombros y el cuello, color azul/gris de cielo y con
encaje "beige". Ten�a muchos botones en el frente, y desde
las caderas se abr�a mostrando mis piernas lisas. Mis zapatillas
"beige" con taco alto, ense�aban el esmalte rojo intenso
de mis pies. Rafael a�n se me pone nervioso cuando me pongo juguetona
y el verme bailar lo vuelve loco. Me miraba toda, s�lo pensaba en
el momento en que me tuviera bien clavadita, llena de pasi�n y deseos.
Yo no soportaba m�s... y al yo verle desearme tanto, comenc�
lentamente a quitarme el traje. Y mientras me desabotonaba sensualmente,
ense�aba mi interior. Debajo ten�a puesto un conjunto "beige"
en puntilla que ense�aba parte de mis senos brotar, apret�ndome
la cintura y con las ligas agarradas de las nylones en los muslos. Y yo
segu�a bail�ndole, volte�ndome mientras le mov�a
mi colita.
Ya no soportaba m�s... levant�ndose
me ha agarrado y me ha llevado a la cama, donde me ha recostado.
Mientras terminaba �l de
quitarse su ropa, me volti� en la cama boca abajo, tom� una
almohada entre mis brazos y me acomod� relajadamente sobre toda
la cama. Me lat�a mi co�o del deseo, sab�a ella que
muy prontito sentir�a su lengua lentamente abri�ndole los
labios para saborear su humedad. Me agarr� los tobillos, apartando
mis piernas m�s sobre la cama, y comenz� a besarme las piernas
suavemente, lentamente, subiendo hasta los muslos. Subi� m�s
y comenz� a besarme las nalgas y entre sus besos y sus manos acarici�ndolas,
me ha tomado subi�ndome las caderas para acercar mi ano hacia su
boca.
Pens� que me mor�a
al sentir su lengua, mojada de saliva, suavemente lami�ndome alrededor
del ano. Yo nunca hab�a tenido esa experiencia, y en las pocas veces
en que se lo brind�, nunca me hab�a hecho �l eso.
Para m� era extremadamente
inc�modo cuando �l comenzaba a penetrarme por el trasero.
Y cuando por fin lo hab�a podido lograr, ten�a que quedarse
quieto por un rato, mientras mi rotito se ajustaba a lo que estaba sintiendo
en ese momento.
Una verga dentro de un ano es la
cosa m�s incre�ble que una mujer pudiera sentir; y muy seguramente
lo ser� para el hombre que, en esos momentos, siente que algo muy
firme y caliente lo rodea, atrapando su varon�a en un �xtasis
despacioso. El latido del gusto y del ano junto con el placer de la verga
es un placer �nico y casi inexplicable.
Comenc� a sentir un placer
muy er�tico. No cre�a que me estuviese gustando tanto sentir
esa lengua mojadita, suavemente acariciando el rotito de mi culo bien cerradito.
De momento siento que se me quiere abrir del gusto. Quiero comenzar a sentir
esa leng�ita m�s firme, as� como si quisiera entrar
dentro de ese rotito apretadito, rico y vellacoso. Y al lograr relajarlo,
lleno de gusto, sensaciones, y deseos, firmemente sent�a c�mo
penetraba la puntita de su lengua. Dura, intentando entrar para sentir
su calent�n, para presentir la llegada de su verga..."pero
no, no todav�a, tengo que hacerte gozar ese culito lindo, vellacoso",
me dec�a �l. "Baby, pleaseeeeee, cl�vame",
le dec�a yo..."No, primero te doy gusto Mamita, para volverte
loca... me encanta verte gozar, ens��ame c�mo te gusta",
me dec�a.
Y segu�a, pas�ndome
la lengua por el ano, me la pasaba por arriba y bajaba la lengua bien despacito
hasta sentir mis gustos. Me acerc� firmemente su boca, sus labios,
me chupaba mi co�o, segu�a bajando bien despacito y con firmeza
se apoderaron sus labios de mi cl�toris, y chup�ndolo suavecito
pero con firmeza, me hacia sentir que me crec�a del gusto.
Para este entonces mis placeres
dejan de contarse, y mientras m�s gozo m�s quiero venirme,
una detr�s de la otra, hasta no poder aguantarme las ganas del cl�max.
Incre�blemente despu�s de lo que parec�a una eternidad
de placer, y de brindarle mis jugos deliciosos, volvi� de nuevo
a pasarme la lengua por el roto del ano. Ya se me abr�a deseosamente
pidiendo la puntita de su verga... toda llena de los jugos de mi co�o.
Me penetr� dentro de mi co�o,
despacito para mojarse la polla y satisfacer mis gemidos anteriores de
tremenda mamada... �l ya estaba para explotar, pero se contuvo,
no pod�a mi co�ito dejar de latir fuertemente alrededor de
su polla. Sent�a que se la mamaba, se la chupaba yo con mi co�ito,
mojadito, apretadito, resbaloso, lleno de los jugos que se me desbordaban.
Sac� su verga de mi co�o
y despacito lo fue introduciendo en mi ano. Incre�blemente lo recib�
con tremenda facilidad, estaba tan vellaco mi culo, que lo que quer�a
era chuparse esa verga dura y gruesa. Agarrando sus manos alrededor de
mi cintura, me clavaba suavemente el ano, entrando poco a poco, mientras
yo le ped�a m�s, "m�s mi amor, dame m�s.
�Uhhhmmmmmmm, babyyyyy! ��������Queeeee
rrrrrrrrrico!!!!!!! ������ Pleasseeeeee
dame massssss.uhhhhhhh!!!!!. Ch�ngame papi, como nunca. ���������queee
ricooooooooooo!!!!!!!...WAOHHHHHHHH...." Las venidas que me daba eran
incre�bles, cada una mejor que la anterior, no pod�a m�s
Rafael, y presintiendo su explosi�n y tensi�n er�tica,
comenz� a latirme el ano con ferocidad. Casi se me mor�a
de su larga eyaculaci�n varonil. Con la verga toda tensa, eyaculando
dentro de mi ano caliente, apretadito, mojadito, resbaloso, por fin recost�
su cuerpo, agarr�ndome los senos suavemente y apret�ndome
de gusto.
Nos separamos, casi sin aliento
y como dos trapitos tendidos en la cama, exclam�bamos todo lo delicioso
que hab�amos sentido.
Cape.
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