Mi T�o el Ranchero TRECE
Result� que el que grit� atr�s de mi pap�, o sea, el t�o,
ven�a cargado con una botella de Tequila y varios vasos. Se abri� paso entre mi
pap� y el umbral de la puerta, con una sonrisa muy parecida a la que llevaba
cuando �bamos de camino hac�a el r�o a ba�arnos; camin� hasta sentarse en su
cama y depositar todo en el bur�. Dijo: "�A ver Carlitos!... �qu� tienes
preparado para nosotros los viejos, cabr�n?", pero sin voltear a verlo.
Mi pap�, Carlos y yo nos volteamos a ver y nos re�mos, pero
la verdad era que tanto Carlos como mi pap� estaban muy nerviosos. Si alguien
los conoc�a, era yo. Mi pap� continu� en su sonrisa, camin� hacia nosotros y yo
hasta me emocion� porque pens� que iba a tomar la iniciativa, pero nnaaaaah:
s�lo nos pidi� que le di�ramos paso porque ten�a "algo" que hacer en el ba�o. La
puerta se cerr� atr�s de �l, con seguro y toda la cosa... �como si alguien fuera
a entrar!
El t�o volte� con dos vasos de tequila servidos diciendo:
"�ste es para ti Carlitos, el otro es para tu pap� y...��Y TU PAP�?!".
Corr� hasta la cama frente a �l y me sent�: "Mi pap� tuvo algo urgente qu� hacer
en el ba�o, t�o". Volvi� a poner todo sobre el bur� y le dice a Carlos: "V�ngase
pa�c� mijo... no se quede ah� parado como estatua de sal que no ha visto nada
malo... v�ngase, vamos a esperar a que salga su pap�". Carlos camin� a paso
lento rumbo a mi cama y ya se iba a sentar a mi lado cuando el cabr�n le dice:
"NOOO... �sopenco!... ah� no... ��qu� no ve que a penas nos vamos a conocer
usted y yo?!". Carlos no entendi�, as� que le tuve que explicar poni�ndole la
mano en una nalga para detenerlo de que se sentara: "Que te vayas a sentar con
�l, buey". Carlos jal� aire, se aclar� la garganta y dijo: "Bueno", pero s�lo yo
o� esa expresi�n.
Al acercarse a su cama, el t�o le puso la mano en la espalda
mientras se sentaba y le dice: "�Quiere su tequilita de una vez mijo?... �o
esperamos a que salga su pap�?". Carlos no alcanz� a contestar porque se oy� el
ruido de la taza del ba�o y de inmediato el ruido de la regadera... �se iba a
ba�ar mi pap� a esas alturas del partido? El t�o lleg� a la conclusi�n de que se
iban a tomar su tequilita de una buena vez porque el otro se iba a tardar.
Tomaron sus copas, las chocaron y yo me levant�, ya que no hab�a tequila para
m�. Fui al ba�o y toqu� la puerta: "�Puedo entrar, P�?", y la respuesta fue que
se corri� el seguro. Empuj� la puerta y lo encontr� metido en la regadera, s�lo
moj�ndose:
- P�... �qu� haces?... (Sonri� con el agua escurri�ndole por
la cara)
- �V�ngase mi chiquito!... �m�jate conmigo!
- �Que me moje?... pues s�, pero...
Y una vez abajo del chorro del agua ya no pude hablar.
Finalmente saqu� la cara del agua y le pregunto:
- Ap�...��c�mo que te metes a ba�ar a estas horas?!... cuando
que ya �bamos a...
- Hijo.
- �Qu�?
- �No necesitaste tiempo, t�, para conocerte con tu t�o?
- �Tiempo para conocernos?... no, la verdad no porque...
�aaaaaaah!... ya entend�...
- �A ver?... �qu� entendiste?...
- Que te metiste a ba�ar para que Carlos y el t�o tuvieran
tiempo de conocerse...
- Exacto. Y porque sab�a que ibas a venir en cuanto oyeras el
ruido del agua.
- �Ah mira!: �trampa para ratones?...
- Ah�... jeh jeh...
- Oye... �Entonces me dejaste ir al r�o porque sab�as lo que
iba a pasar entre el t�o y yo?
- No. Los dej� ir al r�o por otras razones, nunca pens� que
eso pasar�a entre ustedes dos. Pero ya que sucedi�, ahora quiero que suceda lo
mismo entre el t�o y tu hermano.
- �Que mi t�o le haga sexo oral?
- No precisamente. S�lo que se conozcan.
- Aah...
- Pero mientras, t� y yo podemos disfrutar del agua...
- ��En serio?!... �excelente!...
Tom� el jab�n y empec� a embarr�rselo por todo el cuerpo,
pero mi foco de atenci�n fue lo que comprend�a su cadera: genitales y ano.
Jugando, jugando, mi pap� puso las manos sobre la pared, abri� las piernas como
si lo fuera a arrestar y me dice: "Ok hijo, puedes hacer todo lo que quieras por
all� atr�s..."; pero lo dijo ri�ndose y yo no me di cuenta porqu�, hasta que,
jugando con el jab�n y su ano, me quise acercar con la punta de mi pene
totalmente erecto para clavarla en su ano y... �Y NO!... nom�s no le llegu�, o
bueno, s� llegu�, pero nada de poder entrar (era mucho m�s alto que yo).
Entonces entend� y me re� a carcajada.
- �AP����!... nom�s te est�s burlando de m�...
- Nada de eso mi chiquito... �c�mo crees?...
Se volte� y ri�ndonos los dos, �l hizo el intento de
abrazarme y cargarme, pero hab�a tanto jab�n de por medio y yo pesaba tanto, que
casi nos ca�mos. Ok, lo que nos sali� del pecho fueron sonoras risotadas. Nos
sentamos en el piso: yo con la verga a no m�s dar y la suya totalmente dormida.
Ya sentados en el piso, quise iniciar una pl�tica de que porqu� a m� se me
paraba a la primera provocaci�n y a �l nom�s no, pero no pude: "BLAM... BLAM...
BLAM"... sutilmente son� la puerta. Los dos levantamos los hombros asustados y
son� la voz inconforme de Carlos: "�Par de cabrones!... o salen ustedes o
entramos nosotros...". Me dice mi pap�: "Parece ser que no se conocieron estos
dos... vamos a darles una ayudadita hijo". Nos enjuagamos el jab�n, como pudimos
nos secamos con la �nica toalla que hab�a y finalmente abr� yo la puerta.
Lo primero que vi fue a Carlos con esa eterna expresi�n de
enojado que le conoc�a desde ni�o. Lo segundo que vi, fue al t�o sentado en su
cama, sirvi�ndose otro tequila. Al salir, y al pasar por Carlos, sin pedir
permiso, le quit� los lentes y camin� hasta el bur�; ah� los puse. La verdad era
que Carlos s�lo los necesitaba para leer y se escudaba en ellos (nos lo dijo el
oftalm�logo). Carlos se enoj� a�n m�s y me grit�: "�CHAPARRO CABR�N... SI NO ME
DEVUELV...". Se qued� callado porque mi pap� le tap� la boca, pero de manera
pac�fica y le dice: "Tranquilo hijo... tranquilo... estamos todos jugando... no
hay necesidad de enojarse... vente... vamos a tomarnos un tequila... �quieres?".
Y el bravo le�n se convirti� en corderito manso despu�s de que le dijo mi pap�
esto y se meti� abajo de su brazo para caminar hasta donde est�bamos el t�o y
yo. La habitaci�n era incre�blemente amplia. Inicialmente fue dise�ada para ser
bodega.
�El T�o!... �c�mo olvidarnos de �l?... y tan nos acordamos de
�l, que fue �l quien empez� la fiesta... es decir: la org�a.
No estaba borracho. Yo lo conoc�a borracho y no era el caso.
La borrachera que tra�a era de calentura y desde su cama, nos dijo a los otros 3
sentados en la otra: "�Qu�?... �Es por equipos?... �tres contra uno?... ���POS
AVI�NTENSE, QUE NO LES TENGO MIEDO!!!". Todos nos re�mos pero nadie hizo nada.
Parec�a mentira que despu�s de lo que hab�amos pasado en la playa nosotros tres,
s�lo por la presencia del T�o, cambiara la t�nica; y mi pap� se dio cuenta de
esto, porque jal� aire y dijo: "Bueno, todo parece indicar que se necesita de
alguien que empiece la fiesta...". Sin decir m�s, estir� el brazo para atrapar
su copa de tequila, se la tom� de un solo golpe. Hizo cara como si hubiera
tomado algo horrible y luego rugi�: "�AAAAGHHH!... �ora s�!, a ver
manito, �brete de patas que yo voy a empezar el desmadre".
Dicho sea de paso: ver a mi pap�, eternamente r�gido,
prudente y silencioso... �RUGIENDO?... �y dici�ndole eso al t�o?... fue
algo que me hizo desearlo a�n m�s, si es que se pod�a... �INCRE�BLEMENTE
SEXY!...
Y como si hubieran tenido un gui�n al cual apegarse, el t�o
se recorri� hasta el borde de la cama, separ� las piernas, se sacudi� la verga
como para despertarla y puso carita de perro feliz que sabe que le van a dar un
premio: "Ya estoy listo Manito, a la hora que gustes". Mi pap� se levant� y
camin� hasta la cama del otro, tambi�n se sacudi� la verga (�qu� sexy se vio mi
pap� sacudi�ndose la verga!... �puta madre!... mi pap� estaba desbordante esa
noche...) y le dice antes de hincarse: "A ver manito... hace muchos a�os que no
nos damos un beso...". Lo siguiente fue que mi pap� lo atrap� por el cabello de
la nuca y volte� su cabeza hacia arriba, el otro enderez� la espalda como
acerc�ndose m�s al beso y se sellaron en un MUY profundo beso... �qu� hicimos el
otro y yo?... f�cil de responder. Carlos se levant� como de rayo y se fue a
sentar junto al t�o para ver mejor. Yo brinqu� y me fui a hincar sobre la cama
del t�o y atr�s de �l, para ver a�n mejor.
S�lo resoplaban las narices de ambos, y sin separarse, sin
soltarle el cabello de la nuca, mi pap� se fue hincando poco a poco; una vez que
estuvo ya hincado, en medio de sus piernas muy abiertas, se separ� jadeando. No
dijo nada, s�lo baj� la mirada y encontr� una verga que aunque no estaba al
m�ximo de su capacidad, s� estaba ya liberando l�quido pre seminal... y esto me
qued� muy en claro porque me acost� a un lado del t�o, pegado a la cabecera,
poniendo mi cara a unos cuantos cent�metros de la acci�n.
Mi pap� jug� con su verga un ratito y sin levantar la mirada
dice despu�s de jalar aire entre los dientes: "Mira nada m�s que buen pedazo de
carne me voy a tragar, manito...". �Mi pap� diciendo esas vulgaridades?...
Carlos y yo nos sincronizamos porque volteamos a vernos, ambos con ojos de
plato. No pod�amos creer que a nuestro distinguido y siempre fino padre, se le
salieran expresiones tan... tan... �TAN CACHONDAS, CARAY!...
El t�o se ech� para atr�s y se recarg� con ambas manos sobre
el colch�n. Mi pap�... �por fin!... dej� de jugar con su verga y ya que estaba
al m�ximo de su esplendor, se agach� y poco a poco se la fue metiendo en la
boca. A partir de ah�, perd� la cordura. Por mi mente pas� la idea de jal�rmela
de inmediato, de ir con Carlos y chup�rsela a �l, de quitar al t�o y chup�rsela
a mi papa... es decir: mi calentura me llev� a nuevos linderos de mi mente, pero
por alguna extra�a raz�n, no hice nada, ni siquiera toqu� mi verga. Dej� que mi
coraz�n hiciera todo el trabajo, porque estaba palpitando como nunca.
Era un muy lento subir y bajar de la cabeza de mi pap�, y al
mismo tiempo, era un lento subir y bajar de los ojos de Carlos y m�os. Desde mi
perspectiva, alcanc� a ver c�mo fue subiendo y subiendo la verga de Carlos hasta
replegarse a su panza. M�s roja que nunca y coronada por un arrollo de
lubricante.
Nadie hizo nada, s�lo dejamos a nuestro padre hacer lo que
estaba haciendo: deleitarnos con la visi�n de un hombre poco agradable y
estirado, ahora convertido en el instrumento de placer sexual de otro... �de su
hermano!... Y as� estuvimos, todos en silencio hasta que se retir�, se limpi� la
boca con el dorso del brazo, se sent� sobre sus talones y dice: "�A ver
hijos!... �qui�n sigue?...". Por lo que a m� respectaba... �NOOOOooooo!... yo ya
hab�a tenido una muy desagradable experiencia con la vergota del t�o y no quer�a
pasar de nuevo por lo mismo. El t�o no dec�a nada, s�lo manten�a esa carita de
placer malsano que tan bien le conoc�a ya. Carlos empez� a jugar con sus ojos,
los sub�a a los de mi pap�, y luego los bajaba a la verga palpitante y brillosa
del otro; as� estuvo unos segundos hasta que ya dijo: "�Chingue a su madre!...
una verga como �sta no se desprecia nunca...". Y acto seguido se agach� sobre la
entrepierna del t�o, y ni siquiera tuvo que acomodarla para met�rsela, porque
estaba tan parada, que le result� a pico de jarro absorberla dentro de su boca.
Al sentir esto, el t�o dej� salir una exhalaci�n de aire lenta pero severa. No
dijo nada, nom�s solt� la mano del colch�n y la puso en el cabello de Carlos,
hasta que dijo: "Aaaaaaa � aaaaay mijo... �que rico!... la chupas m�s rico que
tu santo padre...".
Y ahora el p�blico �ramos mi pap� y yo, porque el t�o ten�a
los ojitos cerrados, en otro mundo. Las subidas y bajadas de la cabeza de Carlos
no eran cadenciosas, como las de mi pap�; eran m�s bien fren�ticas, como si
quisiera acabar con ese protocolo lo antes posible. Mi pap� me dio unos
golpecitos en el brazo y me hizo la se�a de que me bajara de la cama y fuera con
�l a la otra. Me baj� y acud� al llamado; los otros dos ni por enterados.
Me sent� a un lado de mi pap�, pierna con pierna. �ste volte�
a verme y me dice: "�Ves?... todo era cuesti�n de darles un empujoncito...". Me
sonri� y me gui�� un ojo. Luego me pas� el brazo por la espalda, como quien se
dispone a ver la tele en compa��a de alguien, �as� se puso �l!, pero no se lo
permit� por mucho tiempo, porque puse mi mano sobre su pierna y le digo ya muy
cerca de su cara:
- Oye P�...
- Mm... dime... (sin dejar de ver la "tele")
- �Para m� no hay uno de esos?...
- �Mm?... �uno de cu�les?...
- Un beso... como el que le diste al t�o...
Aqu� quit� la cara de lujuria que le despertaba la escena de
enfrente, volte� sonri�ndome, me levant� la cara por la barbilla, me vio muy
fijo y profundo a los ojos: "Claro que s� chiquito... todos los que quieras...",
y a partir de ah� dej� de o�r y pensar, todo lo que sent� en mi existencia fue
la boca unida a la de mi pap�. De pronto me hizo falta mucho aire y mi nariz
empez� a resoplar como nunca. Sent� que me ahogaba pero no me retir�, y mucho
menos me iba a retirar cuando sent� que su mano libre empez� a deslizarse por mi
muslo rumbo a mi entrepierna. Mi espalda se enderez� como si hubiera tenido
mente propia y al sentir sus dedos llegar hasta mis huevos, mis piernas se
gobernaron igual porque solitas se separaron, y ni qu� decir de mi brazo
izquierdo porque fue a rodearlo por el cuello para atraparlo y traerlo m�s hacia
m�. Como que mi pap� tambi�n entr� en pasi�n porque se separ� de m�, se levant�
un poco para subir una pierna al colch�n y termin� sentado entre sus piernas.
As� me volvi� a abrazar y a besarme con mucha m�s pasi�n que al t�o, o al menos
as� lo sent�.
Poco a poco me fui recostando sobre su pierna, sin separar
nuestras bocas y su mano empez� a jugar en mi entrepierna: con mi verga, con mis
huevos y mi ano. Yo no pod�a abrir las piernas m�s que eso, pero pareciera que
me hac�a falta espacio para darle paso a su mano enorme. Despu�s de un rato de
"asfixia", colgado de su cuello con ambos brazos, me separ� y le dije jadeando
(de pronto sent� como si la boca se me hubiera hinchado):
- P�... m�temela... �sale? (Me respondi� con una sonrisa)
- �Ya de una vez?... �no quieres esperar a ver qu� van a
hacer estos dos?...
- Ah s�.
Y era cierto, s� quer�a ver qu� iban a hacer. Como pude me
levant� y termin� sentado entre sus piernas, ambos con los pies en el piso,
viendo a los otros dos. Mi pap� me abraz� desde atr�s y los dos nos pusimos muy
atentos a la acci�n. Carlos ya se hab�a hincado en el piso y ten�a al t�o con
las patitas al aire porque le estaba chupando los huevos y pas�ndole la lengua
por todo el perineo. Pens� que le iba a meter la lengua en el ano, como me lo
hizo a m�, pero no, se limitaba a esas dos cosas. Que por cierto: �qu� peludo
ten�a el culo el t�o!... era incre�ble... o por lo menos as� me lo pareci�
entonces; no eran muchos los culos que hab�a visto en mi vida.
Como que Carlos sinti� nuestras miradas, volte�, solt� las
piernas del t�o y se puso de pie. Mientras se sentaba al lado nuestro, el t�o
bajaba las piernas lentamente, pero no se incorpor�, se qued� tumbado boca
arriba, con la panza subi�ndole y baj�ndole, supongo que recuper�ndose. Le dice
Carlos a mi pap�, con la cara ya toda transformada en calentura pura:
- Ahora te toca a ti, jefe.
- Ahora me toca a m�, �qu� hijo?... �chuparle el culo a tu
t�o?... �no creo!... jah jah jah...
- �NO AP�!... �no te hagas!... ora te toca a ti cogerme...
�sale?
- �Qu�?... �tambi�n es parte de tus fantas�as?
- �AH�!...
- Bueno, por m�, estoy dispuesto. �C�mo le hacemos?...
- Bueno, no s�... supongo que aqu� en tu cama... �rale...
Y ya se dispon�an a elaborar la escena del crimen,
cuando son� la voz del cabr�n aqu�l: "�UN MOMENTO!... �o� eso!... y me van a
perdonar que me meta... pero ahora yo voy a ser su maestro de ceremonias". Se
levant� hasta quedar sentado en la cama. Ten�a una sonrisa en verdad
diab�lica... deliciosamente diab�lica, y con ese bigote casi sat�nico que usaba,
pues m�s diab�lica luc�a. Y me dice a m�: "A ver mijo, venga conmigo a la cocina
pa�que me ayude a traer algo". Mi pap� algo le pregunt� pero lo ignor�. El t�o
estaba FELIZ y yo lo segu�.
En la cocina hab�a una credenza (una mesa que se distingue
por ser un poco m�s alta que la mesa del comedor, med�a 50 cent�metros de ancho
por metro y medio de larga) de madera s�lida, muy dura y MUY pesada. El t�o
empez� a quitar todo lo que hab�a encima y yo lo ayud� sin que me lo pidiera. La
cargamos hasta la rec�mara. Por mi mente no cruzaba ni la m�s remota idea de
para qu� podr�a ser la puta mesa, pero lo ayud� confiando en que �l sabr�a lo
que hac�a. La pusimos en el mero centro de la habitaci�n. Luego abri� el armario
y sac� las cobijas de invierno, como tres, las extendi� y cubri� la mesa con
ellas, como haciendo un colch�n. En mi mente ignorante, se me hizo como que
imposible que pudi�ramos coger todos ah�, pero el t�o sigui�, hasta que dijo:
"�rale Carlitos... �quieres que te coja tu pap�?... acu�state aqu� que todos
queremos ver...". Mi pap� s�lo sonri�, pero Carlos y yo est�bamos at�nitos, no
entend�amos cu�l era la idea de la mesa.
Carlos volte� a ver a mi pap� con mirada de "What?" y mi pap�
le dijo todo sereno, pero sonriendo: "�Trajiste el lubricante ese que llevaste a
la playa?". El otro no contest�, nom�s fue a su maleta y lo trajo. Se lo entreg�
y acto seguido el t�o dio unas palmadas fuertes sobre la mesa: "��rale
Carlitos!... te va a gustar... acu�state aqu�". El menso de Carlos se sent� al
centro de la mesa, como quien se sienta en el potro del doctor, todo tr�mulo, y
el t�o solt� la risotada: "�As� no, pendejito!... pon las nalgas aqu� y d�jate
caer pa�tr�s...", cosa que dijo dando las palmadas en el borde de la mesa a lo
largo, NO AL CENTRO, como Carlos pens�. �ste se volvi� a parar, rode� la mesa,
como que entendi� la idea y ya sonri� todo emocionado: "�Ya entend�!... y s�:
esto me va a gustar". R�pido se acomod� y se dej� caer para atr�s, pero sin
levantar las piernas. Me dice mi pap�: "A ver hijo: haznos los honores de
embarrarle la colita a tu hermano". Me entreg� el tarro de lubricante y r�pido
me puse entre las piernas de Carlos, pero como no las levantaba, para pronto
entr� el t�o a escena y se las levant�.
�Sorpresa!: el culo de Carlos tambi�n ten�a pelos... �acaso
yo era el �nico pendejo que no ten�a pelos m�s que en la verga? La respuesta
flotaba en el aire. Todo emocionado, abr� el tarro y saqu� una buena cantidad, y
se la empec� a embarrar torpemente, porque me dice mi pap�: "en el centro,
hijo... en el centro". Ok, en el centro, pero a la hora de sentir en las yemas
de mis dedos el ano palpitante de Carlos, como quien sube el switch de un
aparato el�ctrico, me volv� a encender, me volv� a calentar como toro en brama.
Ya no necesit� m�s direcci�n porque me dediqu� a jugar mis
dedos alrededor y en el centro de su ano. A mi alrededor s�lo hab�a silencio y
miradas clavadas en el �rea. Sin que nadie me dirigiera, empec� a meter el dedo
central y la cabeza de Carlos cay� hacia atr�s. El t�o le sosten�a una pierna y
mi pap� se levant� para sostener la otra... trabajo en equipo. Mi verga ya
estaba pegada a mi panza. Me hubiera gustado ver c�mo estaban las de los
adultos, pero el culo de Carlos me ten�a la mirada robada, y a partir de ah�
entend� a qu� se refer�a el t�o con que "Todos queremos ver", porque con esa
mesa, la vista era perfecta. Desde atr�s de las piernas levantas de Carlos o�:
"Aaaaay pinche chaparro... que rico... m�telo m�s...". Y obedec� hasta que mi
pu�o top� contra sus nalgas, ya no pod�a entrar m�s mi dedo. En eso que veo que
mi pap� se acerca a la cara de Carlos y le pregunta: "Hijo, �no te gustar�a que
ahora sea la verga de tu hermano la que te relaje a ti?... �como conmigo en la
playa?". Algo le contest� Carlos, que mi pap� nom�s volte� a ver al t�o y le
dijo que s� con la cabeza. El otro solt� la pierna que estaba sosteniendo.
Carlos meti� la mano para que no se le cayera y el baboso de mi t�o se puso como
loquito a buscar algo en el piso... ��qu� buscaba?!... no ten�a idea, hasta que
por fin encontr� algo, lo levant� y lo trajo. Lo puso a mis pies y me dice:
"�rale mijito, s�bete aqu�, que desde ah� no vas a alcanzar". Saqu� el dedo de
donde lo ten�a para ver qu� era, y eran nuestras maletas vac�as, una sobre otra,
haciendo un "banco".
Ok, me sub� y me acomod� cerca de la mesa, pero aun as� me
quedaba lejos el culo de Carlos. Los otros, sin hablar, entendieron y cada uno
de su lado, levantaron a Carlos en peso y lo avanzaron hacia el borde de la
mesa. Ahora s� estaba a mi alcance. Me dice el t�o: "A la hora que guste, mijo".
Yo estaba caliente de poca madre. Baj� mi verga de donde estaba y la apunt�
rumbo al ano de Carlos y a la hora de sentir mi glande coronado por su ano... ya
de plano lanc� el primer gran gemido. Desde donde estaba la cabeza de Carlos, se
levant� y me dice: "�No chingues chaparro!, no te vengas todav�a, primero
m�tete...". Por m� no hab�a problema. Lo tom� de las piernas y quise empujar mi
verga hacia adentro tanto como se pudiera, pero como por resorte, mi verga se
solt� y golpe� contra mi panza, como verga de burro. Va de nuevo: la vuelvo a
bajar y ahora ya no la solt�. La sostuve hasta que sent� de nuevo la corona y
empec� a empujar, poco a poco y, la verdad, m�s que met�rsela, el ano de Carlos
empez� a absorberla porque era m�s lo que su ano abrazaba mi glande que lo que
yo lo empujaba. Lo empuj� m�s... y m�s... y m�s... y estaba yo dudando si
meterla toda o no, cuando sent� la mano rasposa del t�o en mis nalgas y sin
avisar, s�lo me empuj� y fui a dar hasta adentro. Carlos dej� salir un gemido,
que tom� como un halago personal.
Una vez que sent� totalmente rodeado mi pene por el recto de
Carlos, ya no necesit� gui�n ni directores. Como buen adolescente temprano,
empec� a moverme en chinga, r�pido, fuerte y con gran impulso, aferr�ndome a sus
piernas velludas. La eyaculaci�n se apoder� de mi cerebro y no me dej� detenerme
hasta lograr su salida. �Cu�nto tiempo pas�?... �dos horas?... �no, co�o!... si
junt� 4 minutos, fueron muchos.
Yo estaba tratando de recuperarme de la GRAN EMPRESA
que acababa de realizar, sudando y toda la cosa, cuando siento un par de
nalgadas de mi t�o que me dice: "A ver mijo... h�gase a un ladito... que ahora
le toca a su pap�...".
Me sent� el "actor" menos valorado de la noche, pero hab�a
que entender que las calenturas de los otros, �eran calenturas de adultos! Me
sal�. Camin� hacia atr�s hasta sentarme en la cama. Mi pap� me pregunt� que si
estaba bien, a�n sosteniendo la pierna de Carlos y nom�s le dije con la cabeza
que s�. Y me dice mi pap�: "Entonces ven hijo, y sost�n la pierna de tu
hermano". Carlos le dijo que no hab�a bronca, que �l se la sosten�a. Mi pap� la
solt�, el otro la atrap� y aqu� vi UN DETALLE m�s de mi pap�: aparte de las
vulgaridades deliciosas que hab�a dicho y hecho poco tiempo atr�s, ahora estaba
totalmente vuelto un animal en celo, estaba convertido en un semental
embravecido. Su verga y su cara, estaban igual de rojas; su verga DURA como
nunca, lubricando como manguera mal cerrada y buscando el ano de Carlos con un
frenes� que puso en su cara una expresi�n que nunca hab�a visto, ni en �l ni en
nadie m�s.
Con una patada se deshizo de las maletas, estir� la mano para
meterla en el tarro del lubricante y se lo embarr� en esa verga, que a pesar de
que no se la hab�a visto muchas veces, nunca se la hab�a visto pegada a la panza
como la m�a. Al ver ese animal en el que estaba convertido mi pap�, se me olvid�
el tiempo de recuperaci�n; me levant�, tom� la pierna peluda de
Carlos y me dediqu� a observar a mi pap�:
- �Ya est�s listo, hijo? (Con una voz seca, m�s amenazante
que cordial)
- �NO preguntes jefe!... �nom�s m�tete, por favor!...
(Carlos con la cabeza levantada como tortuga volteada boca arriba)
- Bueno... me dices si...
- �S� co�o!... �yo te digo lo que quieras pero ya m�tete y no
tengas miedo de lastimarme, ap�!... �dale!...
Mi pap� jal� todo el aire que hab�a en la habitaci�n. Termin�
de embarrarse el lubricante y como gimnasta que se concentra para hacer su
rutina, se qued� pensando unos segundos, con su verga en la mano, pensando y
finalmente se decidi�. Dio un par de pasitos peque�os rumbo a la mesa y deposit�
su glande en el ano expuesto y palpitante de Carlos.
La cabecita de tortuga de Carlos cay� de nuevo y lanz� un
gemido... �s�lo por sentir el glande de mi pap� en la entrada!... me const�, yo
lo vi. En seguida son� la voz rasposa del t�o: "�rale manito... la puerta ya
est� abierta... ��ntrale!...".
Mi pap� volvi� a bajar la cabeza para iniciar la operaci�n de
penetraci�n de su hijo y ah� me di cuenta de que yo ya no ve�a... �ni madres!,
as� que me pas� la pierna de Carlos por la nuca cayendo sobre mi espalda, y mi
cara qued� en palcos de primera. Pude ver perfectamente c�mo fue desapareciendo
el glande de mi pap� entre los pelos del culo de Carlos. Dentro de su �xtasis,
como que mi pap� "not� mi presencia". Me puso una mano en el cabello y me
pregunta, pero como quien le pregunta al viento: "�Te est� gustando lo que ves,
hijo?"... �Alguien le contest�?... �porque yo no! Yo estaba absorto viendo c�mo
desaparec�a su verga en el ano de Carlos.
Entr� la mitad y Carlos hasta tosi�. Mi pap� se qued� quieto.
El t�o hizo lo mismo que conmigo: le puso la mano en las nalgas y lo impuls�
hacia adentro. Y as�, con el empuje del t�o, fue que termin� de entrar toda su
verga en el culo de Carlos.
�FUE UN RUGIDO LO QUE SE DEJ� O�R!... �de qui�n?... �de
Carlos?... �NO!... ���DE MI PAP�!!! Y al mismo tiempo que lanz� ese rugido de
le�n, dej� caer la cabeza para atr�s. Jal� aire entre los dientes. Las gotas de
sudor empezaron a rodar por su frente, y eso que no hab�a hecho el menor
esfuerzo f�sico.
Como si hubiera habido un director de escena que dijera
"ALTO", todo se detuvo. Carlos solt� el abdomen tenso que ten�a y respir�. Mi
pap� termin� de dar los pasitos hacia adelante que le faltaban, abrazando mejor
los muslos levantados de Carlos y apoy�ndolos sobre sus hombros. Obviamente me
tuve que quitar. El t�o aprovech� la confusi�n para ir por otro "caballito" de
tequila, pero lo chistoso fue que para ir por su copa dijo: "No hagan nada hasta
que regrese, par de cabrones". Ok, tal vez no era chistoso en ese momento, pero
al recordarlo, a m� me resulta gracioso. Se ching� de un solo golpe el tequila,
regres� haciendo caras y rugiendo tambi�n. Volvi� a poner la mano en las nalgas
de mi pap� y le dice: "�rale Manito... te est�n esperando...". Mi pap� no le
contest� nada, s�lo se inclin� hacia adelante y le pregunta a Carlos:
"�Hijo?"... y aqu� se meti� en problemas mi pap�, porque despert� a una bestia
dormida: "�NO JEFE!... �NADA DE HIJO!... �POR FAVOR YA C�GEME!... �DALE
DURO!... �TIENES IDEA DEL TIEMPO QUE HE ESTADO ESPERANDO ESTO?... ���POR FAVOR
MU�VETE, AP�!!!".
Y aqu� fue cuando las hadas malas de la selva en la
que est�bamos, terminaron de transformar a mi pap� en un hombre lobo, porque
aferr� sus manos a los mulsos de Carlos, lo jal� a�n m�s hacia �l desliz�ndolo
sobre la mesa y empez� a penetrarlo con una brutalidad nunca vista a mis ojos.
Hasta el t�o se separ�. Dio unos pasos para atr�s, jugando levemente con su
verga. Tambi�n di unos pasos para atr�s para ver mejor.
Aquello se convirti� en un despliegue de mec�nica diesel
porque mi pap� se estaba cogiendo a Carlos con una brutalidad inaudita y nunca
vista a mis ojos. La espalda de Carlos se arque� un poco para que le entrara
m�s. Sus brazos se echaron para atr�s, como quien se rinde ante una fuerza
mayor. Mi pap�, de un segundo para otro, estaba todo ba�ado en sudor: cara,
pecho, panza, axilas, espalda... Sus jadeos eran fort�simos. La presi�n que
hac�a sobre los muslos de Carlos era de tenazas f�rreas.
Carlos empez� a gritar. NO A GEMIR... �empez� a gritar!...
debo reconocer que yo me asust�. Los gritos de Carlos eran como si lo estuvieran
matando. Empezaron a sonar los golpes, o sea, los empellones de la cadera mi ap�
contra su culo, pero ahora ya lo ten�a sosteniendo sus piernas por los tobillos,
muy abiertas. Carlos levant� la cabeza, sujet�ndose de la mesa, para poder ver a
mi pap� y as� estuvieron un buen rato, cogiendo y vi�ndose a los ojos, y cuando
el color de mi pap� empez� a cambiar de rojo a morado, sucedi� lo que nadie
esperaba: Carlos dijo, estirando una mano para detener a mi pap� por el pecho:
"Ya... ���YAAA JEFE!!!... yaaa... salte...por favor...".
Mi pap� no sal�a de su azoro ni de su respiraci�n
agitad�sima: "�Ya?... �hijo?...". El otro le contest� que ya. Mi pap� no pod�a
volver en s�, ten�a la verga parada y pegada a la panza una vez que Carlos lo
sac�. �ste se sent� sobre la mesa, tambi�n con la respiraci�n muuuuy agitada,
abraz� a mi pap� y se fundieron en un abrazo de m�sculos tensos, sudor sobrado y
respiraciones m�s agitadas que la de un caballo reci�n corrido.
Lo abraz� de tal manera que lo envolvi� por la cabeza hasta
que su boca qued� pegada al o�do de mi pap� y nadie pudo o�r nada. Algo le dijo.
Mi pap� sonri� y asinti� con la cabeza. Se separaron y dijo mi pap�, todav�a
sonriendo: "Ok hijo, tu deseo es mi voluntad". Mi pap� dio unos pasos hacia
atr�s hasta quedar sentado en la cama del t�o. Y por supuesto que el t�o y yo
ten�amos el signo de interrogaci�n dibujado en la cara. La ronca y caliente voz
del t�o pregunta: "��Pos qu� se traen, par de pendejos?!"... Mi pap� se ri� y le
hizo la se�a al t�o de que se acercara. Lo jal� del bigote hasta su boca,
todav�a jadeando mi pap� y algo le dijo. Se vio chistoso ver a mi pap� jalando
al t�o por el bigote, pero alcanc� a o�r lo que le dijo en voz baja... o bueno,
�no tan baja!... yo lo o�: "Que dice tu sobrino que, �si te lo quieres coger?...
ahora es cu�ndo...".
El t�o no esper� por m�s instrucciones, se enderez�, me
pregunt� que d�nde estaba el tarro ese del "caldillo milagroso" que hab�amos
llevado. Se lo puse en las manos y para pronto se lo empez� a embarrar en una
verga que ya no soportaba una gota m�s de sangre adentro. Volte� a ver a Carlos
a los ojos y le pregunta:
- �Seguro mijo?... �est�s seguro que aguantas toda esta madre
adentro?
- S� t�o, s� la aguanto.
Cosa que Carlos contest� con una sonrisa muy rara, una que
nunca le hab�a visto tampoco. Y feliz, se volvi� a acostar sobre la credenza y
levant� las patitas; una vez que el t�o vio el ano de Carlos expuesto, abierto y
a la expectativa de su pene, volte� a ver a mi pap� y le dice: "Ay�dame manito a
sostenerle las piernas a este cabr�n, que le voy a dar la cogida de su vida...".
Mi pap� accedi� y se levant� a sostener las piernas de Carlos, aunque no era
necesario, mismo Carlos ya las ten�a sostenidas. A m� nadie me invit�, pero me
acomed� a sostenerle una mientras mi pap� la otra.
Aqu� la cosa no fue tan espectacular porque a Carlos ya no se
le ve�a esa misma cara enferma de calor, que ten�a antes de que mi pap� lo
penetrara. El t�o hizo todo su teatro de meterle la verga, gritar, echar la
cabeza para atr�s y... s�, s� se la meti�... �y hasta adentro!... pero algo
andaba mal, o raro, porque Carlos no estaba vuelto loco, cuando que la verga del
t�o era m�s grande que la de mi pap�. Me qued� clar�simo que Carlos estaba
acostumbrado a la penetraci�n anal.
El t�o lo tom� por los pies, le separ� las piernas y empez� a
cog�rselo sin necesidad de apuntar la verga hacia la entrada, solita hall� el
camino de entrada. �Pues s�!... claro que logr� penetrarlo f�cilmente, ya que el
ano de Carlos estaba m�s que relajado, pero lo curioso fue que el t�o no alcanz�
a darle ni 20 arremetidas a Carlos antes de venirse. Se vino en seguida.
S�. A Carlos se le salieron ciertas caritas de dolor o de
placer por el tama�o de la verga del t�o, pero nada comparado con la pasi�n que
le sali� en la cara a la hora de ser penetrado por mi pap�.
El t�o result� ser silencioso, de los que se vienen sin hacer
esc�ndalo, nom�s poniendo caritas y sudando a chorros. Supongo que su esposa as�
lo ense��. Despu�s de venirse, se dej� caer sobre la panza de Carlos y �ste lo
abraz� mientras sal�a el t�o "del apuro". Y una vez que se sali� de su ano, al
igual que yo, empez� a dar pasos para atr�s hasta quedar sentado sobre su cama.
Al sentirse sentado en su cama, se dej� caer para atr�s.
Carlos se baj� de la credenza con cara diab�lica y nos dijo:
"Ah� se los encargo. Tengo que ir al ba�o. No me tardo".
Carlos y mi pap� tra�an un juego raro que no entend�
entonces. Despu�s de que Carlos cerr� la puerta del ba�o, mi pap� me pidi� que
lo ayudara a subir las piernas del t�o a la cama. El t�o ya estaba totalmente
muerto, jadeando pero muerto. En voz baja, le pregunto a mi pap�:
- Ap�... �esto de que el t�o se cogiera a Carlos, era para
que ya se durmiera?
- �T� qu� crees, hijo? (Ri�ndose).
Me re�. Terminamos de pasarle la s�bana encima al t�o para
que no padeciera el fr�o de la madrugada, que en todo rancho ataca, y nos
sentamos en la otra cama.
- Oye P�...
- Dime... "chaparrito"...
- Oye, es que cada d�a que pasa te conozco m�s, y m�s me
gustas. Te me haces el pap� m�s sexy del mundo...���de verdad!!!... (Dej� salir
su cl�sico aire de risa por la nariz)
- �En serio?
- �EN SERIO!... Oye, ora lo que sigue: �es que Carlos y t�
van a seguir cogiendo?
- �NO!... Ahora lo que sigue es que Carlos, T� y yo, vamos a
seguir cogiendo. �No tienes ganas?...
- ��Que si tengo ganas?!... �por favor!... pero es que como
t� y Carlos hablaron en secreto, pens� que el t�o y yo ya hab�amos quedado fuera
de la jugada.
- S�. Es cierto lo de la hablada en secreto, pero era para
sacar al t�o del la jugada, NO A TI... tontito...
Aqu� me volvi� el alma al cuerpo y la sonrisa a la cara.
- Oye, �qu� est� haciendo Carlos en el ba�o?
- Est� haciendo algo que con el tiempo vas a entender.
- �Algo que con el... �ah!... ya s�: �est� echando fuera mi
semen y el del t�o?...
- Ah mira, yo pens� que con el tiempo lo entender�as. S�, eso
est� haciendo.
- Aaaaaah... oye, �y me van a dejar verlos c�mo cogen o me
van a mandar a dormir como el t�o?
- Pues si te quieres ir a dormir, est� bien, pero ten�amos
otros planes para ti...
- ��PARA M�?!
- �Shhhhhh!... si despiertas a tu t�o, te mato.
- Ap�: para despertar al t�o hay que echarle hormigas rojas
en los huevos... y... �qui�n sabe si as�!...
- Jah jah jah... �s� es cierto!... ah mira, ya viene tu
hermano...
Sali� Carlos del ba�o, una vez m�s sec�ndose las manos en las
nalgas peludas. Se sent� a mi lado (quedando yo en medio) y me abraz� con una
fuerza fraternal que NUNCA hab�a sentido en �l. Me pregunta:
- ��C�mo est� mi hermano favorito?!
- Nom�s tienes un hermano, baboso... �auch!... pero dime:
�qu� planes tienen t� y mi ap� para m�?
Me solt� y levant� la cara para preguntarle a mi pap�: "�Ya
le contaste, Jefe?", y el otro s�lo contest� que NO con la cabeza. Entonces me
volvi� a abrazar y me dijo al o�do: "Mira chaparro, yo me muero de las ganas de
que mi jefe... �nuestro pap�!... se venga adentro de m�, pero como t� fuiste el
que empez� todo este desmadre, queremos que t� digas qu� es lo que quieres que
hagamos ahora... �qu� se te antoja?".
Me qued� callado... pensando realmente en lo que se me podr�a
antojar ver, y el resultado fue: "�Pues eso!... que me gustar�a ver lo que no he
visto: a mi pap� cogi�ndote a ti... �qu�!... �no se puede?...". Volte� a ver a
uno y al otro, y ellos s�lo se miraban entre s�, sonriendo. Dice Carlos:
- �T� qu� dices, P�?... �le cumplimos el antojo a este
cabr�n?... (Mi pap� no dud� en contestar)
- �Pos se lo cumplimos, hijo!...
Se rieron. Carlos me volvi� a abrazar con un chingo de
fuerza. Mi pap� me jal� por el cuello para darme un beso en la frente, y con
ambas manos les di unas palmaditas en sus respectivas piernas, se rieron y...
pas� el tiempo. No hac�an nada. Hasta que me hart� de que todo estuviera "OK".
Me levant� y dije: "Voy a orinar, y para cuando salga del ba�o, quiero verlos YA
haciendo algo...���OK???".
El par de cabrones se rieron y ya emprend�a mi camino hacia
el ba�o, cuando sent� la mano de mi pap� atrap�ndome por el muslo izquierdo.
Volte� a verlo y me dice con esa sonrisa que taaaaan rara era a mis ojos: una
sonrisa suplicante. �l siempre fue quien ordenaba, nunca el que suplicaba. Y me
dice: "Hijo... chaparrito... �no te puedes aguantar las ganas de orinar
un ratito?
Con la cabeza le contest� que s�, pero no entend� a qu� se
refer�a. �Porqu� me puso esa carita?... tan desconocida para m�. Me qued� parado
enfrente de ellos. En realidad, no eran tantas mis ganas de orinar, era m�s el
pretexto para dejarlos solos un rato.
As� como me ten�a, aprisionado por el muslo, me fue jalando
poco a poco hacia �l. Le dije: "�P�!... ya deja de hacerte el payasito... �a qu�
est�s jugando?". No me contest� nada, s�lo puso en su cara una sonrisa muy
parecida a la diab�lica del t�o. Me jal� m�s y m�s hacia �l. Conforme me
acercaba, subi� sus manos hacia mis nalgas, y de las nalgas me jal� hasta que
qued� de pie frente a �l, en medio de sus piernas sentadas y con mis piernas
pegadas al colch�n.
Me abraz�, pero de una manera que no hubiera esperado...
�acaso estaba borrachito mi pap�?... no lo sab�a (chance s�). Lo que hizo fue
atraparme por las nalgas, me jal� hasta �l y puso su cara de lado sobre mi panza
y me abraz�, pero �con un chingo de fuerza! Como no dijo nada, no hice nada,
s�lo lo abrac� por la cabeza. Me qued� a la expectativa... es decir: �YO! me
qued� a la expectativa... �mi verga no!, porque en la confusi�n del abrazo, mi
glande se alz� y fue a dar justo a clavarse en su cuello.
Baj� la mirada para ver qu� lo atosigaba por el cuello y vio
mi escasa y rudimentaria verga... �QUE POR CIERTO!... �qu� gacho de siente ser
la verga m�s chiquita de la noche!... pero bueno, volviendo al punto, volte�
hacia abajo, y al hacer esto, yo tambi�n volte� a ver lo que �l estaba viendo y
result� que su verga estaba ya tratando de meterse en su propio ombligo... ��TAN
EXCITADO ESTABA MI PAP�?!... s�, tan excitado estaba porque de tenerme
aprisionado por las nalgas, sus dedos empezaron a hacer una incursi�n rumbo a mi
ano. Mi ano estaba totalmente seco, y al sentir esto, trajo una de sus manos
hasta su boca y la quiso embarrar de saliva, pero no le sali� tanta como quiso,
as� que Carlangas dijo: "Esp�rame, jefe... aqu� est� el lubricante...". Carlos
se levant� y lo encontr� donde lo hab�a dejado el t�o. Regres�, se sent� de
nuevo junto a mi pap�, y aqu� entend� que S�... mi pap� s� estaba borrachito. No
estaba acostumbrado a tomar, porque le dijo a Carlos: "A ver hijo... hazme favor
de embarrarle el culo a tu hermano porque...". Ya no dijo m�s y Carlos entendi�.
Mi hermano se levant� r�pido y me dice: "�A ver chaparro!...
abre las nalgas..."; y lo obedec�, pero no tanto por su voz de mando, sino
porque mi pap� estaba chup�ndome ya los pezones, lo que me hizo agacharme y al
mismo tiempo exponer mi culo. Sent� la mano de Carlos, inclemente y apasionada.
Despu�s o� su voz: "�Ya!... ya est� listo el culito de este cabr�n, ap�". Y como
si mi pap� hubiera estado borracho de pasi�n o de alcohol, que ambos casos se
hubieran ajustado a la realidad, se dej� caer sobre la cama y me dice, con los
ojitos a medio cerrar, pero la cara encendida: "Vente mijo... si�ntate t�
solito, como ese d�a... despacito... �te acuerdas?".
Yo no sab�a mucho de alcohol. No sab�a mucho de borrachos. No
sab�a mucho de sexo, pero ese se�or que se dej� caer para atr�s, con una
erecci�n extrema, definitivamente no era mi pap� y me alcanc� a asustar. No hice
nada. Carlos lo not� y me dio una nalgada: "��rale chaparro!... que te sientes
en tu pap�... y dec�dete de una vez, �porque si no?... te gano el brinco,
cabr�n".
Al ver los brazos de mi pap� levant�ndose y llam�ndome, fue
que me decid�. Puse una patita sobre el colch�n, luego la otra y ya estaba
parado encima de �l. Carlos iba a decir algo, pero mi pap� le gan�: "S�lo d�jate
bajar poco a poco, hijo, tanto como quieras... como esa noche...". Y ya no tuvo
que decir m�s. Me volv� a calentar endemoniadamente al ver esa carita
soliviantada por el calor hormonal, as� que di un par de pasitos m�s sobre el
colch�n y empec� a sentarme sobre mi pap�. �ste ten�a la carita iluminada por
una sonrisa y sus manos en mis rodillas.
Segu� bajando, poco a poco, pero mi culo no se top� con nada.
Mi ano ya abierto, no encontr� nada, y ah� se dej� o�r la voz de Carlos de
nuevo: "P�rate chaparro... lev�ntate tantito...". Y as� lo hice, me levant�
tantito pero yo ya estaba de nuevo en el cielo porque, por borrachito que
anduviera mi pap�, ya ten�a de nuevo esa hermosa sonrisa que hac�a poco le
conoc�.
Sent� la mano de Carlos buscar entre el mi culo, la verga de
mi pap�. Por fin encontr� lo uno y lo otro; me dice: "Lev�ntate otro poquito,
chaparro". As� lo hice y pude sentir con sobrada claridad la mano de Carlos en
mi panza dirigiendo la maniobra, y c�mo la punta de la verga de mi pap� fue
pasando abajo de mis huevos, luego rozando por mi perineo y finalmente Carlos le
encontr� su lugar: mi ano.
Una vez hecho el contacto entre su pene y mi ano, mi pap�
cerr� los ojos y lanz� otro de esos rugidos que tanto me apasionaban, y tanto me
calent� ese rugido que me dej� caer sobre su verga... �PERO!... me doli�. Mi
pap� levant� la cabeza para decirme algo, pero le gan� Carlos: "�NO TAN R�PIDO,
PENDEJO!".
Me volv� a levantar y mi pap� levant� las manos, atrap� mi
cara y me la jal� hasta la suya. Ca� de rodillas sobre �l. Volvi� a fundir sus
labios con los m�os y ahora s�... �ahora s� se me abri� todo lo que se ten�a que
abrir!
Bes�ndonos, mi ano se fue abriendo m�s y m�s, y tanto, que me
dej� caer y su glande entr�, ayudado por Carlos. A m� tambi�n se me sali� un
rugido.
�El t�o?... �MUERTO PARA EL MUNDO!
Ya que estaba entrando su pene en mi ano apenas abri�ndose,
Carlos se dej� caer sobre el colch�n y le dice a mi pap�: "Jefe... h�ganse m�s
para atr�s... antes de que sigan...". Mi pap� puso cara de interrogaci�n pero
como Carlos me empez� a empujar por las nalgas hacia adelante, mi pap� me tom�
por los muslos y empez� a deslizarse en el mismo sentido.
Su glande se me sali� y yo ten�a ganas de matar a Carlos,
pero despu�s de que nos volvimos a acomodar, su pene ya entr� como si estuviera
por su casa... �AAAAGH!... �QU� PINCHE PLACER SENTIR LA VERGA DE MI PAP�
ENTRANDO!... �TODA COMPLETA!... al principio dolor... despu�s la sensaci�n de
intrusi�n... despu�s nos quedamos quietos un rato... despu�s desapareci� todo lo
anterior y... y despu�s ya me volv� a sentar encima de mi pap�, entr�ndome �l
poco a poco, trago a trago...
Una vez con su verga adentro, mi pap� empez� a moverse;
empez� a mover la cadera de abajo hacia arriba y yo ya estaba cerrando los
ojitos, cuando de pronto empec� a sentir movimientos en el colch�n. Era Carlos
que estaba hinc�ndose en la cama, entre las piernas de mi pap�; se las levant� y
esto hizo que yo cayera sobre su pecho sudado.
��QU� ESTABA HACIENDO CARLOS?!... ��PORQU� NOS ECHABA A
PERDER EL MOMENTO?!... no pude imaginar qu� hacia Carlos porque segu� fascinado
con tooooooda la verga de mi pap� adentro de m�.
La verga de mi pap� ya no ten�a pierde, ya estaba totalmente
adentro de m� y yo estaba regode�ndome en el fuego de cielo, pero Carlos segu�a
de necio atr�s de m�, haciendo movimientos raros y molestos.
Entend� hasta que se dej� caer sobre mi espalda sudada y me
dice: "S�guele chaparrito... mu�vete... que ahora yo me estoy cogiendo a tu
pap�".
WAAAAAAHT???... �SE POD�A HACER ESO?... S�, s� se pod�a hacer
eso porque empec� a sentir las arremetidas de Carlos contra el culo de mi pap�,
que para m� eran arremetidas de los pelos de su panza sobre mi espalda, y
obviamente, arremetidas de la verga de mi pap� en mi trasero... �FABULOSO!...
Las piernas de mi pap� estaban en el aire y viajaban de un
lado a otro, seg�n las arremetidas de Carlos.
Carlos empez� a morderme la espalda y me gust�. Mi pap�
empez� a gemir, al principio, despu�s a gritar con el cuello engrosado al
m�ximo, y de pronto empec� a sentir que yo era "una consecuencia" de lo que
ellos estaban haciendo, porque a cada arremetida de Carlos en el culo de mi
pap�, yo sent�a una arremetida de la verga de mi pap� en el m�o.
Desde donde andaba mi pap�, con las patitas al aire, levant�
la cabecita y nos dice: "Hijos... yo ya no tengo voluntad... en cualquier
momento me voy a venir", todo ba�ado en sudor, rojo como el atardecer y dej�
caer su cabeza, con la boca abierta, ojos cerrados y escurriendo sudor por todas
partes.
Atr�s de m� o� la voz sudorosa de Carlos dici�ndome, con un
jadeo como si estuviera corriendo la marat�n: "Mu�vete chaparro... que tu pap�
no tarda en venirse...". �OK!... no ten�a la m�s m�nima objeci�n en moverme,
pero no sab�a lo que significaba moverme. Carlos not� esto y me dice: "Sost�n
esto". "ESTO" eran las piernas de mi pap�. Las tuve que sostener de una manera
muy extra�a. Mi pap� ya no dec�a nada, s�lo estaba vuelto loco.
Las rodillas de mi pap� atrapadas en mis manos de una manera
muuuuy inc�moda. La verga de Carlos adentro del culo de mi pap�, empujando y
empujando hacia arriba, de tal manera que parec�a que Carlos era el que me
estaba cogiendo... �pero noooooo!... era la verga de mi pap� la que me estaba
cogiendo.
Carlangas me tom� por la cintura y empez� a jalarme hacia
abajo cada vez que �l arremet�a hacia arriba contra en culo de mi pap�, y a cada
jal�n hacia abajo, m�s me entraba la verga de mi pap� Yo estaba vuelto loco de
calor, placer y pasi�n. Ambos �ramos instrumentos sexuales para Carlos, pero al
mismo tiempo �l era el nuestro. Hasta que de pronto empez� a rugir el Le�n
Mayor. A rugir con sus tenazas clavadas en mis muslos, la cabeza echada para
atr�s, con el cuello m�s grueso que una llanta.
Tanto Carlos como yo dejamos lo que est�bamos haciendo al o�r
ese rugido. Sent� c�mo Carlos empuj� su verga hacia adentro lo m�s que pudo y al
momento de bajar la mirada, vimos el cuello de mi pap� rojo como brasa, la
respiraci�n suspendida... lo siguiente fue que sent� esa gloriosa descarga de
l�quido seminal en mi ano... �caliente!... Tambi�n sent� los espasmos de su
verga adentro de mi ano, a raz�n de espasmo por disparo de semen... MUUUY
CALIENTE TODO...
Carlos me agarr� por los hombros y me dice en voz muy baja:
"No te muevas chaparrito... deja que termine...". Moverme era la �ltima de mis
intenciones en ese momento. Me dej� caer sobre la verga de mi pap�, para
recuperar tambi�n yo la respiraci�n y al caer, termin� se sentir sus �ltimos
espasmos.
Carlos empez� a salirse, poco a poco del culo de nuestro
pap�. Luego me tom� por la cintura y me dijo: "Despacito chaparro... d�jalo que
se salga...". Y as�, Carlos me levant� como si yo pesara 10 kilos, me puso de
pie sobre la cama... por cierto, mis piernas estaban temblando como nunca las
hab�a sentido temblar. Luego oigo la voz de Carlos:
- �Ay�dame chaparro!
- �A qu�, buey?
- Agarra las piernas del jefe por los tobillos...
- �As�?...
- As�. Ora lev�ntalas y mientras yo le doy la vuelta t�
lev�ntaselas m�s para que...
- Para que quede bien acostado. Ya entend�.
- �rale: una... dos... tres...
As� como el t�o hab�a ca�do muerto, muerto cay� mi pap�. Y es
que era de entenderse: al mismo tiempo que se estaba cogiendo a uno de sus
hijos, el otro se lo estaba cogiendo, y ni qu� decir de la magia del tequila. Yo
estaba pas�ndole la s�bana tambi�n, a pesar del sudor, para protegerlo de la ola
helada de la madrugada, cuando me dice Carlos:
- �Chaparro!
- �Mm?.. �qu� buey?...
- �Te veniste, cabr�n?...
- Mmmm... no, la neta no. �T�?
- �Tampoco cabr�n!
- Ah...
No intent� decir m�s, yo sab�a que Carlos har�a el resto... y
as� fue...
- Chaparrito...
- �Qu� buey?... �quieres terminar en m�?...
- �Ah�!... �se puede?...
- Neta, s� se puede, me qued� con ganas de m�s... �ando bien
caliente!
- �Yo tambi�n cabr�n!... �nos vamos a la cocina?...
- Nel... �no puede ser aqu�?...
- Mmmmm... �s�!... s� se puede, vente para ac�...
Me baj� de la cama y lo segu�, con las patitas tembl�ndome
desde la cadera hasta los pies. Pens� que me iba a acostar sobre la credenza,
pero no, sigui� sus pasos hasta unas perchas que hab�a clavadas en la pared,
junto a la puerta de entrada de la habitaci�n, en la que colgaban sombreros y
abrigos. M�s que perchas, eran unos clavos como de 20 cent�metros, que aqu� en
M�xico les decimos "alcayatas", hechas de hierro forjado: muy gruesas y
resistentes.
Me puso de espalda a la pared abajo de las alcayatas, me
levanta los brazos y me dice:
- Ag�rrate de aqu�... con las dos manos...
- �As�?..
- �As�!...
Ya no dijo m�s, s�lo se agach�, atrap� mis piernas por la
parte de abajo de las rodillas y me las levant� hasta que lo rode� por la
cintura.
- �As� Carlangas?... �seguro?
- S� chaparro, seguro.
- �No est� medio inc�modo?
- Por el momento est� inc�modo, pero orita vas a ver...
Sigui� subiendo mis piernas hasta que quedaron colgadas de
sus hombros y una vez as�, mi propio cuerpo entendi� las instrucciones porque me
levant� a�n m�s sosteni�ndome de las alcayatas. El otro baj� una mano para
acomodar su verga y estuvimos forcejeando un ratito hasta que por fin sent� su
glande en el mism�simo ano que nuestro padre acabara de dejar desocupado. Puso
el glande ah�, y acto seguido se me cerraron los ojos: "Aaaaaaaaah... ya entend�
Carlangas... �puta madre!... se siente rico... s�guele...". Y sin esperar por
m�s aprobaci�n, Carlos impuls� m�s su verga hacia adentro y aaaaaay co�o, �qu�
pinche placer!... hasta entonces entend� la idea de colgarme de la pared.
Carlos sigui� entrando y entrando. Pens� que la verga de mi
pap� me hab�a llegado hasta el est�mago, pero la sensaci�n se super� a s� misma
porque sent� la verga de Carlos llegarme hasta la chingada garganta. Le dije:
- Ya buey... ya est�s hasta adentro.
- T� bueno chaparro, ahora d�jame abrazarte y d�jate caer
sobre m�, ag�rrate de mi cuello...
- �As�?...
- As� buey... ora nom�s acom�date...
YO no supe a qu� se refer�a con que me acomodara, pero mi
cuerpo s� entendi�. Mi espalda "rept�" hacia arriba contra la pared, mis brazos
lo atraparon por completo del cuello, mi ano se abri� a�n m�s y me pregunta:
"�Listo?". No le contest� nada, alg�n gemido dej� salir y �l entendi� que s�
estaba listo.
Carlos dej� de lado las introducciones suaves, las de
apertura de ano; simplemente empez� a cogerme con gran fuerza contra la pared.
Al principio, s�lo era el brinco de su cadera con sus brazos sosteni�ndome, pero
cuando el placer empez� a crecer, lo solt� y levant� los brazos en busca de las
mismas alcayatas y las atrap�. Una vez que me sent� afianzado, Carlos ya dej� de
sostenerme y empez� a arremeter contra mi culito con una fuerza inusitada. Yo
nunca hab�a visto una pel�cula porno ni hab�a hecho eso antes, as� que como me
fue dando el placer, fui sosteni�ndome m�s y m�s de las alcayatas, con mis
piernas encima de sus hombros. Sigui� y sigui� golpe�ndome contra la pared y
directo a mi ano, hasta que le dije:
- Carlos... ya me regresaron las ganas de orinar, buey...
- NO... no son... (jadeos... jadeos...) No son ganas de
orinar chaparrito, son ganas de venirte... d�jalas que vengan...
- Ok...
Sigui� golpe�ndome contra la pared; m�s y m�s me aferraba yo
a las alcayatas. Solt� mis piernas; ya las estaba sosteniendo yo mismo al aire.
Baj� sus manos a mis nalgas para acomodarme m�s directo a sus entradas y al
levantarme... �m�s me entr� su verga!... �PUTA MADRE!... �QU� PINCHE PLACER!...
Yo ten�a los ojos cerrados, nom�s sintiendo c�mo golpeaba Carlos contra lo que
entonces yo no sab�a que exist�a: mi pr�stata.
Quiso agarrarme de aqu� y de all�, no entend� qu� estaba
sucediendo, as� que abr� los ojos y vi los suyos cerrados, en rictus de dolor,
todo sudado, y lo siguiente fue que sent� los fuertes disparos de semen adentro
de m�. Me abraz� por el torso, me apret� tanto como pudo y se qued� inm�vil
adentro de m� mientras eyaculaba. Yo no eyacul�, es decir: yo "no orine", as�
que en lo que �l terminaba su asunto, yo baj� mis piernas para rodearlo de nuevo
por la cintura. Aun adentro de su �xtasis y sin abrir los ojos, me sostuvo para
no caerme, pero se dej� caer hacia el frente, aprision�ndome m�s contra la
pared.
Empec� a bajar las piernas poco a poco hasta que toqu� tierra
firme y ya me solt� de las alcayatas. Carlos se hizo a un lado y se dej�
recargar sobre la pared por la frente, jadeando y jadeando; sudando y sudando.
Yo tambi�n jadeaba y sudaba, pero no tanto como �l.
Le digo: "�Carlangas...!". Yo esperaba una respuesta, pero lo
que hizo el buey fue que se separ� de la pared, abri� los ojos y me abraz�. En
combate de sudor contra sudor, no se sab�a qui�n ganaba; y si antes me temblaban
s�lo las piernas, ahora me temblaba todo. Carlos me dio un beso en el cachete
con los ojos cerrados; volte� hacia atr�s y hall� la cama que yo ocupara en el
viaje anterior y, al igual que todos los anteriores, s�lo dio unos pasos hacia
atr�s y se dej� caer sobre mi cama.
Quise reclamarle, pero t�citamente me qued� claro que todo
reclamo ser�a in�til porque �l era otro muerto para el mundo. Me dej� caer sobre
mis piernas temblorosas hasta quedar sentado de nalgas en el piso. Cerr� los
ojos. Ya no me import� lo que Carlos hab�a hecho, me refiero a eso de satisfacer
su propia necesidad de placer y dejarme ah�. Quer�a recuperarme, nada m�s. Me
sent� utilizado, pero m�s me urg�a recuperarme, y as� me qued�, sentado en el
piso, con una rodilla levantada, un codo apoyado en la rodilla y la mano apoyada
en mi frente de ojos cerrados, cuando o� un tronar de rodillas que se sentaban
en cuclillas:
- Hijo...
- �Mm?...
- Hijo... no te puedes quedar aqu�... vente a dormir a mi
cama, mi amor...
- �P�?...
Tan pendejo qued�, que de pronto no reconoc� la voz de mi
pap� hasta que abr� los ojos y lo vi sonri�ndome.
- S�, tontito, �qui�n m�s?... vente mijito... vamos a
dormir...
- Ah�...
- �rale pues... vente a mi cama...
Y mi pap� se volvi� a poner de pie y me extendi� la mano para
llevarme con �l. Le digo:
- P�... es que no puedo... me tiembla todo el cuerpo y no s�
si...
- A ver hijo, dame las manos...
Extend� las manos, me las atrap� y me levant� como si fuera
yo el ni�o de hac�a muchos a�os. "�Puedes caminar?"... s�lo le contest� con la
cabeza que no y pas� un brazo por abajo de mis axilas y el otro por abajo de mis
rodillas y me levant�. Me llev� hasta su cama y me deposit� en su lado. Rode� la
cama y se acost� en mi lado. Como estaba todo sudado, supongo, no se le ocurri�
taparme con la s�bana.
- �C�mo te sientes mi amor?...
- Jah... (a penas recuperando la respiraci�n)... Feliz, ap�.
- �Qu� bueno hijo!... eso quer�a o�r...
- Estoy feliz, P�.
Empez� a acariciarme el cabello sudado, como acomod�ndomelo
de regreso a su lugar y me pregunta:
- Orita que te cogi� tu hermano... �