Relato: Cristina



Relato: Cristina

Cristina



Soy Cristina; tengo 25 a�os y estoy casada hace uno con un
hombre maravilloso. Con Pablo nos conocimos en la Universidad donde �l estudiaba
Arquitectura y yo Derecho. Lo nuestro fue algo as� como amor a primera vista, �l
era muy atractivo y tenia a media Facultad babeando por �l. Bueno, debo decirles
que yo tambi�n causaba sensaci�n entre mis compa�eros, y mas de alguna flor o
poema apareci� sobre mi pupitre en mis tiempos de solter�a. Recuerdo que fue uno
de estos pretendientes el que cometi� el grave error de presentarme a mi futuro
esposo; aun es amigo nuestro y no es raro que reciba una que otra broma al
respecto cuando nos juntamos con nuestros antiguos compa�eros; claro que �l no
demora en defenderse atribuyendo a mi belleza sus "errores t�cticos". Eso si,
todos los dem�s no demoran en darle la raz�n, inclusive Pablo se suma a ellos
cuando se refieren a mi rostro juvenil "adornado con un par de rub�es azules"
dice galantemente, adem�s cuando ay un par de copas de mas en sus cuerpos se
refieren a mi incre�ble delantera; a mi cintura; a mis redondas pompis y a mis
largas y bien formadas piernas; no crean que exagero, pero ellos tienen raz�n,
por algo me gusta tanto el ejercicio, no puedo negar que soy bastante preocupada
de m�. Adem�s soy alta y eso parece gustarle a los hombres, Pablo me dice que
soy su Barbie.



Reci�n casados, decidimos independizarnos y vivir donde nos
lo permitiera nuestro bolsillo. Vengo de una familia de buen nivel econ�mico,
igual que Pablo. Pero cuando decidimos contraer matrimonio, �l reci�n titulado y
yo apunto de egresar, nos propusimos empezar de abajo y sin ninguna ayuda de
nuestras familias. Es as� como empezamos nuestras vivas en un barrio com�n y
corriente de la ciudad, donde hab�an tanto casas bonitas como otras bastante
feas, y la variedad de estas tambi�n corr�a para con la gente que las habitaba.
Por nuestra parte no socializ�bamos mucho con nuestros vecinos, incluso a Pablo
le ca�a bastante mal nuestro vecino de junto; dec�a que me miraba bastante y ni
siquiera era disimulado como los dem�s; mas de un encontr�n hab�an tenido por
ese tipo de bober�as. A mi parecer Don Tito, que es nuestro vecino, con sus
cincuenta y tantos a�os a cuestas; una barriga cervecera y un rostro de ogro
malas pulgas, nunca hab�a tenido la oportunidad de observar tan de cerca una "mujer
tan atractiva
", cuando le dec�a esto a mi marido lo relajaba y me devolv�a
una sonrisa. Adem�s la esposa del viejo, Do�a Raquel, era una se�ora muy amorosa
y me entreten�a conversando con ella cuando venia a pedirme algo de vez en
cuando; as� que le ped�a a Pablo que no fuera tan antip�tico con los vecinos de
junto.



Por otro lado, y a decir verdad, nuestra intimidad era
bastante relajada; por mi lado nunca hab�a estado en la cama con otro hombre que
no fuera Pablo y �l, aunque con bastante mas experiencia, me trataba con mucho
respeto; �qui�n sabe? Quiz� no quer�a hacerme sentir incomoda. En cierta forma,
yo sabia que no me llenaba en la cama, pero me lo negaba a m� misma.



Bueno, creo que con esta peque�a introducci�n, se dar�n
cuenta de c�mo estaba mi vida; en general bastante normal y por lo mismo, si me
hubieran dicho lo que iba a pasar nunca lo hubiera cre�do.



Todo empez� hace unos seis meses. Como ya les dije, la vida
sexual con Pablo no era muy buena; lo que quiero decir es que me hacia sentir
que no lo complac�a como hombre y eso me apagaba como mujer. Cada vez me fui
sintiendo mas necesitada.



Pablo trabajaba en una empresa constructora y le pagaban
bien, mientras yo trabajaba en casa dedicada a mi examen, para obtener el titulo
de abogada; ten�amos fe que pronto me titular�a y empezar�a a aportar para
obtener nuestra casa so�ada.



Una tarde hacia tanto calor que me puse unos jeans ajustados,
una blusa bastante ligera, y sal� por unos refrescos. En la calle me percate que
mas de alguna mirada iba dirigida descaradamente a mi trasero o a mis pechos. Lo
mas sorprendente fue que me di cuenta que me excitaba, cuando ve�a a alg�n viejo
verde o a alg�n chiquillo mirando mi cuerpo me mojaba y no pod�a evitar caminar
de forma sensual para provocar mas miradas. Cuando empezaron los dichos
atrevidos como "mira que culazo"; "buenas tetas se�orita"; "tienes
cara de mamadora"
o "te gusta parar vergas", mi excitaci�n ya era
demasiada. Llegue a casa solo a encerrarme en el ba�o a masturbarme, y no les
miento cuando les digo que estuve cerca de una hora orgasmo tras orgasmo, fue
genial. Fue ese d�a que nunca olvidare, fueron los recuerdos de esas miradas y
de esos atrevimientos de hombres �excitados y deseosos! los que me dejaron
satisfecha, mi noche fue tranquila y relajada, si que me sent�a bien, pero no
duro mucho. A la ma�ana siguiente Pablo ya no estaba, se hab�a ido a trabajar, y
yo me quede sola con los recuerdos. No me tarde mucho en tomar los mismos jeans
y una blusa aun mas ajustada y salir a caminar, solo a caminar, a observar y a
escuchar. Los comentarios soeces no demoraron en aparecer y lo ocurrido el d�a
anterior volvi� a suceder.



Al d�a siguiente volv� a salir, y el siguiente y el
siguiente. Empec� a hacer mas ejercicio para verme mejor, me compre maquillajes
mas coloridos e incluso practicaba las formas de caminar mas sensuales.
Definitivamente era feliz con mi nuevo hobby, me daba cuenta que las miradas y
sobre todo los dichos de aquellos extra�os en la calle me llenaban de erotismo,
me hac�an sentir mujer, y en un barrio de esas caracter�sticas no era dif�cil
encontrar alg�n sujeto que te mirara descaradamente y te dijera alguna groser�a,
incluso la diferencia de estatus social me provocaba locas ideas que resultaban
en excitaci�n, era como una bella princesa entre plebeyos deseosos....sucios y
mal olientes plebeyos.



Un d�a que estaba muy excitada; fue un Mi�rcoles, si, si que
lo recuerdo. Esa ma�ana en especial estaba muy inquieta, y pens� que esa salida
deb�a ser especial. Me puse una falda a medio muslo, bastante ligera para que
destacara la forma de mis nalgas, desnudas pues mi peque�o tanga ya hab�a sido
absorbido por ellas; arriba solo una blusa apretaba mis pechos donde se notaban
mis pezones parados y duros; deje mi cintura al aire libre y unas sandalias con
taco completaban mi incre�ble atuendo.



Sal� de casa dispuesta a llamar la atenci�n de cualquier
hombre que se me cruzara por delante. Camine mucho ese d�a y escuche muchos
comentarios asquerosos. Al rato de haber salido de casa, cruce el Parque Central
y un viejo malviviente estaba sentado en una banca. Desde que lo vi de lejos
sabia que me iba a decir algo fuerte, incluso sent� cierta emoci�n cuando me
acercaba con mi caminar coqueto mejor ensayado. Pase junto a �l y lo escuche, es
imborrable en mi memoria, �l me dijo con una voz carraspera y hasta podr�a decir
mal�vola "D�jame lamer tu co�o, PUTA". Sent� una verdadera carga
el�ctrica recorrer mi cuerpo, me sent� empapada de un instante a otro, fue como
un orgasmo instant�neo. Pare por un segundo y luego como pude segu� caminando,
asustada, emocionada y sobre todo excitada. Nunca me hab�an llamado as�, de
pronto todo era tan claro, as� me gustaba sentirme; sucia, provocativa, rastrera
�toda una PUTA!. En esos momentos solo quer�a estar en casa, necesitaba
masturbarme. Me di cuenta que hab�a caminado mucho, estaba lejos y me sent�a
ansiosa. Decid� tomar el autob�s, me dirig� a la parada mas pr�xima y me sub� al
primero que iba en direcci�n Sur.



Cuando llegue a casa me dirig� directamente al ba�o, di el
agua para darme un ba�o de tina. Planeaba quedarme ay por un par de horas;
toc�ndome, excit�ndome, autosatisfaci�ndome. Estaba desesperada y ansiosa "puta,
d�jame lamer tu co�o �PUTA!
" sonaba en mi cabeza y me produc�a escalofr�os.
La tina estaba casi llena y me dispon�a a cerrar la puerta del ba�o cuando son�
la campana de la puerta,�mierda, �quien puede ser?� pens�. No acababa de decidir
si atender a la puerta o no cuando tocaron otra vez. Cerr� la llave de la tina y
fui a ver quien tocaba, no quer�a que nada me distrajera y un payaso tocando
insistentemente a la puerta claro que me distraer�a.



Abr� la puerta y ay estaba, Don Tito, nuestro vecino. Apenas
le abr� su mirada se fijo en mis Pechos, eso me excito, no lo puedo negar.
Primero me pidi� disculpas por la molestia y luego recorri�ndome el cuerpo con
la mirada me pidi� un poco de az�car, lo que no me extra�o ya que siempre nos
est�n pidiendo algo, pero la que generalmente pide el az�car es Do�a Raquel por
lo que pregunte por ella. Me dijo en tono de broma que ella estaba enferma y que
por eso era �l quien me molestaba. Me di un momento observando como me devoraba
con los ojos, me gusto como me miraba, me excitaba. Le ped� que pasara y que me
acompa�ara mientras le llenaba el taz�n que tra�a para llevarse el az�car.
Camine a la cocina sabiendo que el me segu�a sin perder de vista mi
intencionalmente meneado trasero; en el camino entend� porque me miraba as�, me
hab�a salpicado agua de la tina a la blusa y esta estaba pegada a mis pechos,
mis pezones casi estaban al desnudo para el deleite del viejo.


Me preocupo por un momento la impresi�n que pod�a darle,
quiz�s podr�a comentarlo con Pablo, o pensar�a que soy una provocadora, esto
ultimo me excito y los problemas que podr�a tener con mi marido no me
importaron, los vi muy lejanos; mi excitaci�n me ped�a que jugara con Don Tito,
quer�a verlo dese�ndome, me estremec�a al pensar que estaba sola en la casa con
un viejo verde que solo quer�a probar mi cuerpo. Instintivamente mi cola se
paro, mis hombros se fueron atr�s y mi caminar se volvi� exquisitamente sexy
pero casual a la vez. Cuando llegamos a la cocina, me incline en �ngulo recto
para coger el az�car del gabinete de abajo, me demore simulando que no la
encontraba; cuando por fin la encontr� me di vuelta y pude ver como el vejete se
enderezaba.


Casi me volv� loca al pensar que ese viejo me hab�a visto el
trasero. Mire su pantal�n y me di cuenta de su erecci�n, �l se dio cuenta que le
miraba el bulto pero no dijo nada as� como yo no dije nada al sorprenderlo
mirando bajo mi falda. Estaba como loca, estaba muy nerviosa, pero no nerviosa
de forma com�n y corriente sino de esa forma que solo la excitaci�n extrema
puede provocar. Le ped� que acercara el recipiente que tra�a, se acerco y lo
apoyo sobre los gabinetes; empec� a llenar el taz�n, pero de a poco, quer�a que
ese momento durara lo mas posible. Sus ojos llegaban a la altura de mi cuello,
lo tenia a treinta cent�metros de m� y me miraba descaradamente mis pechos casi
desnudos, su excitaci�n...no, no puedo llamar lo que vi excitaci�n, era
calentura; ese viejo me quer�a comer mis senos y yo lo sabia y me excitaba y m�s
aun me excitaba que yo se los estaba mostrando, era una putita calentando a un
vejete verde.



Termine de llenar el taz�n de az�car y me volv� d�ndole la
espalda, cerr� los ojos y suspire sin que �l me viera; me quede ay contra los
muebles de la cocina simulando que ordenaba algo. Era conciente que el me miraba
de atr�s y el no saber donde tenia plantada la mirada me generaba ideas
demasiado provocativas.



─Sabes Cristina, tienes unas piernas preciosas─ dijo Don
Tito, me quede helada. ─Espero no te moleste que te lo diga.




─ No─respond�, estaba inm�vil, supongo que parec� algo sumisa
porque prosigui�.



─Y esa cintura, �est�s yendo al gimnasio?.





Asent� con la cabeza, si le hubiera respondido con un "si" se
hubiera escuchado mas como un gemido que como una palabra.



─Y esa cola, disc�lpame que te lo diga, pero esta fant�stica─
sent� como dio un paso hacia m� y luego poso suavemente sus manos en mi cintura
─Guauu...y tu piel es suave como la seda.



─Gracias Don Tito─dije nerviosa.



Sus manos empezaron a moverse suavemente sobre mis caderas.
El hecho de estar en esas condiciones, con un viejo mir�ndome descaradamente y a
la vez tocando y sintiendo mi piel, no hacia mas que acrecentar mi excitaci�n;
me limite a escucharlo y tratar de disimular mi estado lo mejor posible.



─Tienes un cuerpazo, y hace alg�n tiempo lo estas mostrando
descaradamente....deber�as cuidarte, podr�a pasarte algo...adem�s te deben decir
muchas groser�as en la calle─ dijo cerca de mi o�do.



Apoyo su bulto en mi trasero, pude sentir sobre mis nalgas su
excitaci�n, una palpitante excitaci�n. El maldito me estaba apoyando y
descaradamente. Yo era la mujer de su vecino, de ese vecino que no le agradaba
mucho...Maldici�n, era un viejo que se aprovechaba de mi, un viejo que pod�a ser
mi padre y adem�s era el enemigo de mi esposo.



Sent�a un bulto que no era el de Pablo y cuando era lo
suficientemente fuerte para murmurar un "no, ya basta" mi cuerpo no me apoyaba.
Incluso empec� a rozar mi culo contra sus pantalones, con mis nalgas trataba
lenta y suavemente de atrapar ese miembro palpitante; era un movimiento sutil
pero estoy segura que lo sent�a. Era obvio que lo sent�a, porque empez� a
puntearme con m�s fuerza, no mucha pero fue notorio. Estaba haciendo realidad
los sucios deseos de aquel viejo y no tenia fuerzas para evitar que abusara de
mi cuerpo. Sus manos me rodearon suavemente hasta atrapar mis pechos.



─Que buenas tetas─ susurro en mi o�do.



�Se refiri� vulgarmente a mis senos!. Esas groser�a que
escuchaba en la calle, ahora me las dec�an al o�do. Mis manos se apoyaron
fuertemente en las de �l sobre mis pechos.


─Ya basta, su�lteme Don Tito─ ped�, pero mis manos se
apretaron contra m�, mi cuerpo no tenia intenci�n de resistirse y entend� que me
excitaba pedir un alto y no obtenerlo; que aquel viejo no me hiciera caso; que
su calentura fuera mas fuerte, me sent�a deseada y abusada pero sobre todo
muerta de excitaci�n.



Me apretaba los pechos con pasi�n; los amasaba fuertemente
murmur�ndome al o�do que estaban grandes y firmes. Me empez� a puntear con m�s
fuerza; tuve que apoyarme contra el mueble de la cocina para no perder el
equilibrio, sus manos me apretaban los pechos y su cuerpo me apretaba la cintura
contra los gabinetes, para conservar su bulto a la altura de mis nalgas tuve que
flectar ligeramente las piernas. Estaba fuera de m�, no dejaba de pensar en lo
morboso de la situaci�n; ese viejo que todas las noches compart�a la cama con
esa mujer vieja que es Raquel, ahora tenia un cuerpo mucho m�s joven y bastante
mejor formado para darse gusto, y ese cuerpo era m�o, una mujer casada; la
esposa de su intachable vecino, y se estaba dejando hacer solo por perra; POR
PUTA.



Estuvo un rato masaje�ndome los pechos y apretando una y otra
vez su paquete contra mi trasero. Yo estaba loca, parec�a tener un orgasmo
atorado en mi interior; cualquiera podr�a decir que la escasa sensatez que me
quedaba me imped�a entregarle el placer del triunfo a aquel viejo maldito; pero
no, no era esa la raz�n, solo quer�a que eso explotar� dentro de m�, la idea de
sentirme dominada por Don Tito me estremec�a. El viejo apoyo una de sus manos
sobre la parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue subiendo la falda
hasta que pudo acariciar la piel de mi pierna, me acaricio con bravura; me
voltee un momento y vi como observaba sus movimientos por debajo de mi falda. Su
rostro era enfermizo, parec�a un lun�tico, su arrugado rostro delataba un placer
morboso. Cuando repentinamente tomo la falda y la dio vuelta sobre mi espalda,
la sonrisa de deleite que mostr� al ver mi peque�a prenda interior atrapada
entre mis redondas nalgas, instintivamente me hizo parar aun m�s mi cola,
mostr�ndola en su m�ximo esplendor.



─Eso, mu�strame el culo como debe sercoment�
mientras me plantaba una fuerte palmada en mi trasero. Su comentario, mezclado
con el fuerte sonido de su palmazo, me hicieron comprender que ya no hab�a
vuelta atr�s, mi excitaci�n era demasiado fuerte y no pod�a renegar de ella.;
Don Tito me tenia en sus viejas y asquerosas manos.



Mientras segu�a admirando mi trasero, tomo mis nalgas y las
separ�, para apoyar sobre la l�nea de mi tanga el grueso bulto que se le notaba
en los pantalones. Cuando solt� mis nalgas sent� entre ellas las palpitaciones
de su excitado miembro y enterr� mi cola bajo su barriga. Me tom� de las caderas
desnudas y me apoy� su paquete con fuerza, incluso pude o�r un peque�o gemido de
parte de �l, a la vez que a m� se me sal�a uno mas evidente.



─Uyyy....mueve tu culo Cristina...men�alo como a los hombres
nos gusta verlo─dijo.



Obedec� y pare lo mas que pude la cola, la empec� a mover
suavemente de lado a lado mientras rozaba su pantal�n. Me voltee un instante; me
excitaba ver su rostro, el viejo estaba en la gloria y el morbo de la situaci�n
me tenia en la gloria a m�. Las palmadas en mi trasero empezaron a sonar y sent�
cosquillas de dolor en mis nalgas cuando el vejete gozaba golpe�ndolas; este
dolor me hacia sentir mas abusada; a merced del ogro deseoso de carne humana que
me hab�a atrapado.



Don Tito aparto su bulto de mi cola, se paro junto a m� y
apoyo su mano sobre la parte baja de mi espalda. Empez� a acariciar suavemente
mi trasero, se paseaba de nalga en nalga, segu�a por mis muslos y de vez en
cuando acariciaba fugazmente mi entre pierna por sobre mi tanga. Deje de mover
mi trasero, lamente un momento el ces� de los golpes pero pronto volvieron a
aparecer y no volvieron solos.



─��Qu� pasa?!, no he dicho que pares, �sigue meneando el culo
PUTITA!─exclamo mientras me plantaba un fuerte palmada.



─�C�mo me llam�?...uuuyyy...Don Tito...aaahhh....�C�mo me
llam�?.─balbucee como pude, mientras reanudaba descontroladamente el meneo de mi
trasero.



─Puta...no eres m�s que una puta calentona...y adem�s con un
cuerpazo de miedo...no te preocupes que yo voy a clav�rtela puta....y en la cama
de tu lindo marido.



El dolor, mezclado con la incre�ble excitaci�n que me provoco
el haberlo escuchado llamarme puta, desencadenaron un orgasmo que resulto en
fuertes gemidos y la tensi�n de todo mi cuerpo. Mientras gozaba con aquel
sentir, la idea de que aquel viejo hablara mal de Pablo, me excitaba aun m�s, mi
primer orgasmo de ese d�a fue largo e intenso.



─AAAhhhhhh, d�jeme Don Tito...uuuuyyyy....por favor─ gem�a
mientras recib�a fuertes palmazos en mi culito.



Me quede quieta sobre el mueble de cocina; Don Tito se dio
cuenta que acababa de tener un orgasmo y ya no me exig�a que meneara el trasero,
se limito a acariciarme o mejor dicho a manosearme mientras recobraba el
aliento. Mi rostro estaba apoyado contra la pared, mis ojos cerrados y la fuerte
respiraci�n delataban mi pasividad. El viejo se acerc� y meti� su lengua por
entre mis labios, jugo un momento dentro de mi boca y luego lami� mis labios y
mejilla. De un solo tir�n arranco mi falda y la tiro al suelo; yo reaccione y me
aleje un metro de �l.



Hay estaba yo, frente al vecino, con un diminuto tanga, una
peque�a blusa mojada que se pegaba a mis pechos y parada sobre unas sandalias
con taco. De seguro me ve�a incre�ble, porque la sonrisa del viejo era
enfermizamente caliente. Se empez� a acariciar su bulto en frente de m�; la idea
de que ese viejo se estuviera masturbando mirando mi cuerpo provoco el regreso
de esos cosquilleos que cre� extintos luego del orgasmo.



─Estas bien buena Cristina, si que tiene suerte el hijoputa
de tu marido.



─Por favor, no se refiera as� de �l─ Increpe sin mucha
convicci�n.



─Ja Ja..�C�mo quieres que le llame?... ah si, cornudo, esa es
la palabra, es un hijoputa cornudo─dijo mientras se apretaba el bulto y me
miraba a los ojos─ Acabo de manosear como he querido a su linda esposa, incluso
le di un lindo beso y ahora la estoy mirando semi desnuda frente a m� mientras
me corro una buena paja...definitivamente estas muy buena, mira esas piernas,
�est�n de lujo!....Ahora quiero que desfiles para m�, que me muestres ese
cuerpazo...�Anda, camina como una perra! �cali�ntame!.



Dude, no me gustaba lo que hab�a dicho pero era verdad; era
una perra, una perra que quer�a seguir jugando o que jugaran con ella. Perd�name
Pablo, perd�name por no poder evitar entregarme como una puta.



Camine lentamente frente a �l. Mis pasos mejor ensayados se
los mostr� mientras le miraba el bulto en sus pantalones; sabia que le gustaba
que le mirase ay y a m� me gustaba excitarlo; calentar a ese viejo, un viejo que
nunca podr�a so�ar con una mujer como yo, me provocaba demasiado. Cuando pasaba
cerca suyo, no perd�a oportunidad en darme una nalgada o manosearme los pechos,
a la vez que me llenaba de insultos llam�ndome puta o perra. Estaba en el cielo.



─Eso se�orita Cristina, men�ele el culo a este viejito
caliente...mu�streme lo provocativa que puede ser la esposa del hijoputa de mi
vecino....que puta mas buena....�y va a ser m�a!...su cuerpo va a ser m�o...�no
es cierto?....�no es cierto Cristina? ....�no es cierto perra?....�Vamos,
responde!─El viejo se cruzo en mi camino, me tomo de las caderas, y me miro a
los ojos con una mueca de satisfacci�n interrumpida en la cara.



─Si....si Don Tito...mi cuerpo ser� suyo...y lo ser� como a
usted le plazca─respond�. Sumisa frente al avance de sus manos, que meti� bajo
mi blusa para apretarme los pechos.



─�Te gusta que te manoseen las tetas?...a las putas como t�
les gusta.



─Si Don Tito, me gusta que me aprieten las tetas─decir tetas,
refiri�ndome a mis propios senos me gust�. Sus manos levantaron mi blusa para
poder ver como amasaba mis pech...tetas.



─�Y te gusta que te las chupen?,�quieres ser mi vaca
lechera?....que lindas tetas Cristina, seguro a tu est�pido marido tambi�n le
gustan─dijo mientras empezaba a lamer mis pezones.



─Si, a �l le gustan mucho Don Tito─respond� sin perder de
vista su lengua─se siente orgulloso de ser el �nico que las ha besado.



Al escuchar esto me las apret� con fuerza, mientras el lamer
de mis tetas se trasformo en chupadas y mordiscos descontrolados, Pablo jam�s me
hab�a besado as�; me sent�a muy deseada y sucia a la vez por permitirle a aquel
viejo asqueroso manosearme de esa manera. Al cabo de unos minutos, solt� mis
tetas para posar sus manos sobre mi trasero, me apretaba y acariciaba las nalgas
violentamente.



─Y tu culo...mierda, que bueno esta, tienes un culo de
ensue�o puta...y quien te lo esta sobando soy yo....aaaaahhhh...y no ese marica
de tu marido....que culazo puta....�te gusta que te toquen el culo perra?.



─Adoro que me manoseen el culo Don Tito....�uuuuyyyyy!....
adoro calentar a viejos como usted.....aaaaayyyyy.....adoro que abusen de mi
culito.....aaaayyyyy no, no esta bien...ay ay, por favor su�lteme Don Tito, por
favor no abuse de mi─ dije como una bebita asustada, lo que encendi� al viejo y
volvi� con sus fuertes y adorables palmadas sobre mis nalgas.



─Que puta eres Cristina...una puta preciosa, mira esa carita
de �ngel...que labios mas hermosos...�te gustar�a que te premie con un dulce?─El
viejo empez� a desabrochar su cintur�n y cuando se iba a desabrochar el pantal�n
se arrepinti�─anda, b�scalo putita...mu�strale a este viejo lo que te gusta.



Era el momento, hasta ese instante no me hab�a dado cuenta de
lo ansiosa que estaba por portarme como una verdadera puta; hab�a llegado el
momento de hacer en vez de dejarme hacer y me excitaci�n iba en franco aumento.



─Ande se�orita Cristina, busque lo que le gusta a las perras
como usted. Le aseguro que esta bien duro; bien duro en honor a usted. Anda
putita, acar�ciamelo─El viejo ya se habia dado cuenta del morbo que me provocaba
que me dijera puta, y lo sabia aprovechar.



Estaba asustada, sabia que era muy diferente dejarme tocar a
provocar placer en otro hombre, y mas si era ese viejo a quien mi marido
detestaba, pero estaba decidida a seguir jugando y me tenia loca la idea de
entregarme a Don Tito. Dejarme follar por aquel viejo verde me convert�a en una
puta, y eso me encantaba, quer�a ser una puta ansiosa de placer...de verga.



Acerque mis manos al bulto de sus pantalones; el viejo
suspiro de placer cuando apret� su paquete sintiendo la dureza de su miembro. Me
miraba con una mueca extra�a, como un violador burl�n mira a su victima
indefensa. Pude sentir un pen� largo y grueso bajo la tela, me encantaba, aquel
viejo si que estaba caliente, y me hacia sentir toda una hembra. Desabroche su
pantal�n y lo acaricie bajo su ropa interior, cerr� los ojos para disfrutar la
sensaci�n de tocar aquella vieja barra de carne, una de mis manos atrapo sus
peludos test�culos, los que acaricie suavemente; la otra apret� fuertemente su
m�stil y con un sutil sube y baja lo empec� a masturbar. Me vio descuidada y
volvi� a meter su lengua en mi boca, parec�a que hab�a juntado saliva para
inundar mi cara, era asqueroso pero excitante; devolv� su beso como una ni�a
dej�ndose hacer, como si fuera mi primer beso y luego me deje lamer la cara.



La piel de su miembro era tersa por la rigidez de este; su
glande estaba h�medo y manchaba mi mano cuando lo acariciaba. El tama�o de su
miembro era mayor al de Pablo y eso me excitaba, me calentaba la idea de que
aquel viejo me brindara mas placer que mi marido; con sus a�os de mas, su
barriga y su fea cara me iba a tomar como nunca lo hab�a hecho mi amado esposo.



Don Tito suavemente me oriento hacia la mesa de la cocina.
Yo, sin soltar su miembro, lo segu�; ya estaba perdida, estaba hambrienta.



─Ahora me la vas a chupar perra...le vas a chupar el pico a
tu vecino─dijo Don Tito cuando me obligaba a inclinarme sobre la mesa. Me dejo
apoyada en un v�rtice de esta, dejando mi cabeza a la altura de su miembro y mi
cola en pompas por el otro lado. Mientras me acariciaba el culo, me empez� a dar
peque�os golpes en la cara con su verga.



─�Qu� te parece tu dulcecito? Eh perrita, �Te gusta?─
empezaron los incre�bles palmazos en mis nalgas─�Qu� dir�a tu maridito si te
viera con mi verga en la cara?....aaaaggghhh...�anda! abre la boca puta.



─Mi marido nunca me ha pedido que se la chupe Don Tito─dije
antes de desabrochar los ultimos botones de su camisa y pasar sensualmente mi
lengua por su velluda barriga─ Su verga de viejo ser� la primera que saboree mi
boca.... Usted Don Tito va a ser el primero que meta su verga en mi boca.



No pod�a creer lo que acababan de pronunciar mis labios;
sabia que eso iba a calentar al viejo, y era consiente de que eso me calentaba,
pero decirlo con esa mezcla de inocencia y sensualidad me asombraba.



─Entonces abre la boca putita─dijo con su voz carrasposa.



Primero repase su miembro con la lengua, �l se inclinaba para
poder verlo bajo su barriga. Recorr�a de la base de su gruesa verga hasta su
h�medo glande, tenia un sabor a sudor con una peque�a esencia a orines; me
gustaba, el sabor a calentura de viejo me gustaba, ba�e su mastil con saliva y
sus test�culos tambi�n, que me sumergiera entre su vello para alcanzar sus
test�culos con mi lengua le encantaba, pod�a sentirlo en los apretones o
palmadas en mi cola. Cuando atrape su glande con mis labios cada una de sus
manos apret� la respectiva nalga que tenia atrapada.



─Eso puta, chupamela...demu�strame de lo que se ha perdido tu
est�pido marido.



Empec� a chupar su verga de forma hambrienta, mientras mis
labios la recorr�an de arriba hasta donde alcanzara a entrar en mi boca, mi mano
apretaba y masturbaba lo que quedaba fuera de est�; mi lengua acariciaba su
glande sin descanso y mi cola se meneaba sin cesar. Ya llevaba un rato as�
cuando empec� a bajar el ritmo.



─�Vamos puta!, sigue chupando....s�guele chupando el pico a
este viejo caliente─ exclamo mientras me pegaba fuertes palmazos en mis nalgas.



Reanude mi ritmo, mi excitaci�n hab�a crecido. Al tratarme de
puta y ordenarme que siguiera, me hacia mas deseable...mas puta...mas rastrera.
Mientras chupaba no pod�a evitar emitir sonidos de gemidos atrapados en mi
garganta, mi calentura se me notaba; y mas se notaba cuando disminu�a el masaje
en su verga, con la intenci�n de que me volviera a gritar, a insulta y a darme
palmazos como a una ni�a que no cumple con su tarea.



─Me gustar�a ver al hijoputa de tu marido viendo como me la
chupas...aaarrgg....el cuerpazo de mujer que tiene chupandosela a su
despreciable vecino...mientras este le manosea su delicioso
culo...aaaahhhh....eso puta, comete tu dulce, reverenda puta─dec�a sabiendo que
yo me calentaba mas con sus insultos.



Aparto su delicioso aparato de m� y se paro detr�s m�o.
Agarro mis tangas y me los dejo a medio muslo. Lo mire, estaba mir�ndome el culo
ya desnudo y mi entrepierna totalmente expuesta. Puso su mano sobre mi h�meda
vagina y la acaricio impregnando mi escaso vello con mis propios flujos.



─Estas toda mojada puta...como perra en celo─dijo mientras
ponia la punta de su verga sobre mis labios vaginales.



─No Don Tito, no me la meta....por favor...no me
viole─implore sabiendo que no me har�a caso; ya les dije, me encanta que no le
importe si yo quiero o no.



─Estas loca porque te la metan...la muy puta...piensas que te
voy a dejar as� no mas...pues ahora me lo vas a pedir...me vas a pedir que te la
meta...anda, p�deme que te atraviese....p�deme que te haga m�a....p�deme que
posea el cuerpo de la mujer de mi vecino...anda puta, no te la voy a meter hasta
que me lo pidas─dijo el viejo mientras rozaba su glande en la entrada de mi
vagina.



Estuvo un rato acarici�ndome el culo y la entrepierna con su
falo, sus palmadas se manten�an sobre mis nalgas. Mi excitaci�n me dominaba,
estaba ese viejo manose�ndome y mirando mi cuerpo desnudo a excepci�n de mi
blusa mojada y ya no aguantaba las ganas de que me lo metiera. Me volv� a
mirarlo, nuestras miradas se encontraron, su sonrisa mal�vola me hacia sentir
dominada y descontroladamente caliente.



─Por favor Don Tito....aaaaayyyyyy....pos�ame...desqu�tese de
Pablo follando a su mujer...quiero sentir que abusa de m�...uuuuyyyyy....quiero
sentir su gruesa verga dentro de m�....por favor Don Tito, compl�zcame y ser�
suya para siempre.....para que desahogue su placer en mi cuerpo....por favor Don
Tito, calme mi calentura─ dije mir�ndolo a los ojos en forma suplicante,
mientras yo misma acariciaba mi culo a la vez que lo meneaba como sabia que a �l
le gustaba.



El viejo aguanto hasta que termino mi desesperada petici�n;
se agasajo mirando mi excitado rostro mientras le ped�a que me clavara esa
verga. Lo deje de mirar cuando me tomo de las caderas, ubico la punta de su
miembro y de una sola embestida me lo clavo completo. Su gruesa verga se abri�
paso en mi interior como un taladro. Me saco un grito desgarrador, el dolor y el
placer se mezclaban de forma exquisita entre mis piernas. Se quedo ay un
momento, con toda su carne dentro de m�; nunca hab�a sentido nada tan adentro.
Me calentaba pensar en como me hab�a dejado joder por el viejo vecino; la idea
era repetitiva pero no pod�a dejar de excitarme. De pronto empez� el violento
mete y saca, me tenia agarrada de las caderas y me empujaba hacia �l con la
misma fuerza que me estaba clavando. Pude sentir su barriga sobre la parte baja
de mi espalda cuando se inclino para agarrarse de mis tetas; estaba sobre mi
follandome salvajemente. Yo tenia las piernas juntas, amarradas por mis tangas a
medio muslo, y mis codos, apoyados sobre la mesa, daban el espacio para que
manoseara a placer mis excitados pechos. Me tenia montada como a una perra.



─�Aaaaaayyyyyyy!....�me duele!.......�uuuuuuyyyyyy!.......�me
parte!.......�Don Titooooo!.......�NO PAREEEE!.........�NO, D�JEME, NO PUEDO
HACERLE ESTO A PABLO!.......�VIEJO ASQUEROSO!..���DEJA DE VIOLARME!!!.



─�CALLATE MALDITA PUTA!.....�APENAS ESTOY
EMPEZANDO!......�QUE RICO ES CULIARTE!......AAAAARRRRGGGGG.......�DIJISTE QUE
SERIAS MIA SI TE LA METIA!.....�ERES MIA CRISTINA!�MA�ANA CUANDO TU HIJOPUTA
MARIDO ESTE TRABAJANDO!....����YO VENDRE A CULIARTE OTRA VEZ!!!!!.......�Y ME
VAS A ESPERAR, ESCUCHASTE, ME ESPERARAS PORQUE ESTARAS HAMBRIENTA POR ESTE VIEJO
ASQUEROSO!─gritaba mientras me cog�a.



─Si Don tito.....aaaayyyyyy....lo voy a esperar sumisa y
complaciente.....�dispuesta a todo!.....voy a ser su
perrita.....uuuuyyyyy.......La mujer de Pablo �VA A SER SU
PERRAAAA!.....AAAAHHHHH.......AAAAAHHHHH─ Estallo mi segundo orgasmo, fue largo
e intenso, pero no me dejo satisfecha; me dejo cansada y mas calmada pero no
satisfecha, aun estaba hambrienta.



El viejo se detuvo, no me lo saco, pero se quedo quieto
parado detr�s m�o. No demore mucho en empezar a moverme en suave vaiv�n, ahora
era yo la que me estaba comiendo su falo. Pod�a sentir como mis nalgas se
pegaban a su ingle cuando mi culo se clavaba bajo su barriga. Me mov�a hacia la
mesa sintiendo el roce de su miembro dentro de mi, para luego volver a
clav�rmelo y sentir su peluda piel en mis muslos y nalgas.



─Eso putita....com�telo....mu�strame que te
gusta.....mu�strame que te encanta─dec�a el vejete mientras acariciaba mi
espalda.─Ahora mas r�pido....�mas r�pido te dije�─Volvi� a azotar mis pompis con
sus arrugadas manos.



Acelere el ritmo de mis movimientos. �l no se mov�a, era yo
la que, bajo el yugo de sus palmazos, devoraba su herramienta por entre mis
piernas en un mete y saca fren�tico, como una yegua complaciendo a su jinete.
Sabia que le encantaba mirarme d�ndome placer con su verga, sabia que gozaba
mientras me dejaba golpear con tal de mantener su falo dentro de m�. El sentirme
como su puta; el escucharlo insultarme, e insultar a mi marido, me tenia
descontrolada. Mi �nico control se basaba en dejar que abusara de mi cuerpo, con
tal que siguiera goz�ndome, me manten�a sumisa ante �l.



Luego de un rato de gozar de mis movimientos, sorpresivamente
se aparto de m�, sac�ndomelo y dej�ndome un gran vaci� entre las piernas. Me
volv� a ver que hacia y me asuste al verlo subi�ndose los pantalones.



─Siga Don Tito...por favor, siga abusando de m�─suplique
jadeante.



─Quiero seguir goz�ndote en tu cama puta, donde duermes con
tu lindo maridito─dijo el viejo maldito.



─No, por favor Don Tito, no nos humille as�. Por favor se lo
pido, haga la que quiera conmigo �pero no lo humille as�!─ rogu� levant�ndome de
la mesa.



─Solo por el placer de humillarlo a �l, me voy a follar a su
esposa en su propia cama y t� me vas a seguir; porque eres una perra hambrienta
de verga y mi verga va a tu dormitorio. Y no demores puta o la leche que tengo
guardada para ti, la voy a regar en su almohada─dijo sacando su desgarbado
cuerpo de la cocina.



Me sub� el tanga; mi blusa, esta vez mojada por mi propio
sudor, segu�a pegada a mi cuerpo. No pod�a creer que aquel viejo me hubiera
dejado botada en la cocina, asegurando que no podr�a aguantar el deseo de
seguirlo. Quer�a humillar a Pablo follandome en nuestra cama matrimonial. Recog�
mi peque�a falda y pens� en pon�rmela, ir a buscar a ese maldito viejo y sacarlo
de mi casa. �l podr�a molestarse y violarme crudamente ay mismo, quiz� era m�s
bajo y entrado en a�os pero segu�a siendo mas fuerte que yo. La idea me calent�.
Luego pens� en seguirlo, darle en el gusto a ese vejete de mierda; mostrarle que
con tal de que siguiera abusando de m�, humillar�a a mi amado esposo de la peor
de las formas. Me di cuenta que me gustaba, me gustaba la idea de ser sumisa
ante �l y entregarle mi cuerpo en nuestra cama. Me excite, parec�a una
drogadicta afligida por falta de droga; necesitaba verga he ir�a por ella sin
importar las consecuencias.



Cuando entre en la habitaci�n me sent�a como una ni�a que
asiste por primera vez a clases; estaba nerviosa, ansiosa y asustada, aun as�
camine con un andar sensual y orgulloso. �l estaba desnudo junto a la cama, solo
conservaba unos viejos calcetines que al parecer no pensaba sacarse.



─Ven ac� Cristina, ven donde mis manos te alcancen. Anda,
complace a Don Tito, este viejito que te dar� tu merecido─dijo el miserable
vejete.



Me acerque a �l, como me lo ordeno. De un tir�n desprendi�
todos los botones de mi blusa y dejo mis pechos libres frente a �l. No demor� en
atraparlos entre sus manos y chuparlos como un becerro hambriento; sus manos
recorrieron mi trasero y disfrutaba tirando de mi tanga para que este se
apretara contra mi intimidad, mientras su lengua sub�a hacia mi cuello y luego a
mi cara donde inclusive se atrevi� a besarme asquerosamente. Me excito. Le
respond� como una vil zorra su asqueroso beso. Por primera vez sent�a su piel
peluda y arrugada abrazar mi cuerpo. Ya descontrolada, me entregue y le abrace
por sobre los hombros dejando a su merced, y sin ninguna protecci�n, todo mi
cuerpo. Le Acaricie suavemente la nuca mientras me gozaba.



Me aparto bruscamente, y esta vez fueron mis diminutos tangas
los que fueron apartados de m� de un fuerte tir�n. Me tomo del brazo y me arrog�
sobre la cama, ca� de espaldas, dominada, entregada, excitada. Se masturbaba
lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa mueca enfermiza que
tanto me calentaba.



─Abre tus piernas puta, mu�strale a este viejo como te
entregas en la cama donde duermes con tu marido.... y p�demelo, p�deme que te
tome, que te folle como a una puta─dijo el viejo con malicia.



Lo mire, sabia que le gustaba verme a los ojos cuando
lastimeramente le ped�a que me tomara, cuando se lo ped�a como una hembra
desesperada.



─Don Titoooo....por favor.....pos�ame aqu�.... en la cama que
comparto con Pablo─Abr� mis piernas lentamente, doblando mis rodillas expuse por
completo mi intimidad, ofreci�ndome como una puta─Anda viejo....aaayyyy....abusa
de mi cuerpo...abusa del cuerpo de la mujer de otro
hombre....uuuuyyyyyy....�sala como una puta.─continu�, a la vez que mis manos
recorr�an suavemente mi entrepierna y mis tetas, expuestas para �l.─Don Tito,
venga t�meme...m�tame esa rica verga....geseme....anda viejo...culeame....viola
a la hembra de tu vecino...desqu�tate conmigo...ande Don Tito, desqu�tese usando
mi cuerpo─cerr� los ojos y voltee mi rostro, con eso me sumerg� en la excitaci�n
que me acababa de provocar diciendo esas palabras, y le di a entender que el
exuberante cuerpo desnudo sobre la cama: el cuerpo de la mujer del cabron de su
vecino, era suyo.



Basto sentir que sub�a a la cama, para que yo empezara a
gemir delicadamente. Sent� la punta de su verga en mi conchita. Mientras se
hund�a dentro de m�, sent� caer su barriga sobre mi esbelto vientre y su lengua
empezar a recorrer mi cuello. Lo rodee con mis piernas, su fofa contextura me
recordaban la diferencia de edad. Su velluda y arrugada piel se aplastaba ante
la presi�n de mis muslos. Su respiraci�n era pesada y ansiosa, parec�a un perro
desesperado. La idea de que me dejara gozar por un viejo que podr�a ser mi
padre, un viejo regordete y feo; y que adem�s era enemigo de mi marido, me
calentaba de forma incre�ble. El mete y saca fren�tico, la follada que me estaba
dando Don Tito, me arrancaban gritos de placer, mi tercer orgasmo no tardo en
llegar.



Cansada pero aun entregada a las clavadas del viejo, abr� los
ojos. La fotograf�a de mi boda sobre el velador, conmigo de novia y Pablo
sonriente junto a m�, era testigo del abuso de mi cuerpo. Mis ojos se pegaron en
la fotograf�a, sent� lagrimas brotar de mis ojos y recorrer mis mejillas. Las
lagrimas eran por un sentimiento de culpa, de culpa por no poder decirle que no
a aquel viejo que se saciaba conmigo. Le ped� perd�n a Pablo, volv� a apretar
con mis piernas el cuerpo de mi violador; lo abrace; acaricie su peluda espalda;
busque su jadeante boca y lo bese como la hembra hambrienta que era.



─Dame mas fuerte....aaaahhhh....dame mas fuerte viejo
asqueroso....perforame mas duro─gem�a suplicante, pegada a sus labios y aun con
lagrimas recorriendo mis mejillas. Se dio cuenta de mi tristesa lo que le
provoco una risa burlona.



─Ya es tarde Cristina...tu cuerpo ya es m�o...siente mi
verga....eres una perra asquerosa....sumida a los deseos de cualquiera que
quiera darte verga...a cualquiera que quiera gozar de tu cuerpazo.....incluso
este viejo que tienes mont�ndote─me torturaba, provoc�ndome oleadas de placer.



Se incorporo sobre sus rodillas, junto mis piernas y las
apoyo sobre su hombro derecho y continuo con fuertes embestidas, llegando a
sacar su gallarda verga para luego enterr�rmela hasta lo mas profundo de un solo
golpe. En esa posici�n, con mi culo nuevamente a la vista, golpeando su ingle
bajo su barriga, y al alcance de sus manos, las nalgadas volvieron a resonar
como latigazos de placer al comp�s de su vaiv�n.



─Toma puta......��as� te gusta que te la
claven?!.....aaaarrrrgggg....eres una ni�a mala que merece que le destrocen el
culo a charchazos─balbuceaba aferrando mis piernas contra su pecho─�Eso
perra!....me encanta ver como te saltan las tetas....grita puta, sigue
gritando....mu�strame como te gusta el pico; como te gusta que te metan el pico.



Sus insultos; sus golpes; su mirada de desprecio me ten�an en
�xtasis. Lo vi arremetiendo contra mi ardiente cuerpo con un ansia de deseo y
odio. Cuando me escupi�, logrando que su saliva cayera en mi rostro, lo
incentive recogiendo los restos de su humillaci�n, con hambrientos movimientos
de mi lengua. Era su perra y con tal que me siguiera follando era capaz de eso y
m�s.



De pronto sus embistes disminuyeron su intensidad hasta sacar
su miembro de mi interior. Mi cuerpo segu�a con el vaiv�n extinto con ansia de
lujuria.



─Siga Don Tito...deme m�s verga─ped� entre jadeos.



─Si te voy a dar perra, no te preocupes─respondi� a la vez
que sus dedos se paseaban de mi inundada intimidad hasta mi virgen agujero
posterior─�Alguna vez tu marido te a pedido tu culito?



─Si Don Tito─respond� percat�ndome de que la respuesta no le
gusto demasiado─pero no se lo entregue, �l lo quer�a pero se lo negu�─esa ligera
mueca burlona volvi� a aparecer en su rostro.



─Pues ser� m�o, te voy a desflorar el culo perrita─dijo
mientras restregaba su glande contra mi ano.



─�No!....oh Dios mio no, por favor Don Tito no─rogue envuelta
en deseo.



Sent� su miembro hundirse hasta la mitad, mis piernas
frenaron sus leves intentos por liberarse de entre sus brazos, para quedar
inm�viles ante el empalamiento que estaba sufriendo. Quede muda, y no fue sino
hasta que me lo termino de enterrar de una sola vez y sentir sus peludas bolas
entre mis nalgas; cuando emit� un fuerte grito de dolor. El dolor me inundo; mis
gritos parecieron incentivar sus embistes, que de suaves estocadas se
convirtieron r�pidamente en fren�ticas pu�aladas.



─�ME DUELE!...AAAAAAAHHHHHH...�SACAMELO VIEJO ASQUEROSO!..
AAYYYYYY....�ME DUELE!....�AAAAYYYYY!....�ME PARTE!, �DON TITO!...AAYYY... ME
ESTA PARTIENDO....�ME DUELE!─ grite a la vez que mis gritos se mezclaban con
gemidos de placer─ �AAAYYYYY!....QUE RICO.....�PARTEME EL CULO VIEJO DE
MIERDA!...�AAAAAAAAHHHHHH!....�PERFORAME HASTA EL FONDO!.



─que culito mas apretado putita...eso, com�telo
todo....aaaaagggghhhh....�me gustar�a que tu marido me viera follandote el
culo?...aaaarrggg...supiera lo perra que es su mujer...lo mucho que le gusta la
verga....tanto que viene cualquier malviviente y se la clava en el culo....�TOMA
PUTA!....�SIENTELO HASTA ADENTRO!─gru�o mientras me embisti� de tal manera que
me sent� partida, llego mas adentro que nunca y fue tal el dolor que me provoco
convulsiones de placer; estaba sufriendo el mas incre�ble orgasmo de toda mi
vida.



Me agarro un pecho y me dio un fuerte apret�n, a la vez que
me sacaba su miembro del culo para as� rosearme con sus chorros de semen. Mis
tetas; mi cuello; mi cara, estaban siendo inundados de esperma de ese viejo
asqueroso.



─�ANDA PERRITA!...�AQUI TIENES TU LECHITA!...�PUTA! ...�PUTA!
...�PUTA! ...�PUTA! ...�PUTA! ...�PUTA! ...�PUTA!─gritaba.



Su orgasmo me pareci� infinito. Mi cuerpo recib�a sus
descargas de semen con hambre; entre incre�bles contorsiones de placer, trataba
de recibir hasta la ultima gota de leche sobre mi piel. Mis manos esparcieron su
esperma por mis tetas d�ndoles un brillo excitante, mientras mis labios
capturaban los restos que estuviesen a su alcance, devorando el exquisito elixir
de su humillaci�n.



─ay estas ba�ada de leche puta, sabor�ala, disfr�tala como s�
que te gusta. As� quedo la puta de mi vecino; la puta mujer de mi vecino....que
culazo que tienes...y te lo acabo de culiar─termino d�ndome un fuerte palmazo en
el culo y dejando caer mis piernas hacia un costado se levanto.



Quede exhausta sobre la cama, su ultima nalgada se notaba
sobre mi trasero. Jadeante vi como se vest�a, Junto a �l la foto de mi
matrimonio me recordaba que hab�a sido humillada y abusada sobre la cama que
compart�a con Pablo. Ese asqueroso viejo me hab�a hecho suya; a m�, la mujer de
su odiado vecino. Y ahora se vest�a para dejarme ay, abusada, usada, vejada y
violada pero sobre todo dominada, me hizo lo que quiso y ahora se iba;
satisfecho.



Recogi� mis llaves de la casa, que estaban sobre el velador,
vio la foto, la levanto para verla mejor, se volteo a verme y esa maldita mueca
de placer volvi� a aparcera en su cara. Tiro la foto junto a m�.



─Nada me gustar�a mas que quedarme y ver la cara de tu marido
al verte ba�ada en mi leche, como una perra asquerosa─dijo el viejo guard�ndose
las llaves─ pero prefiero que por ahora no se entere; ahora eres m�a y pienso
disfrutarte Cristina. Ya llegar� el d�a que goce humill�ndolo.



Me sent� sobre la cama y me cubr� con las sabanas. Se acerco
y apoy�ndome un dedo en la barbilla levanto mi rostro para que lo mirara.



─me llevo las llaves porque de ahora en adelante pienso
entrar a esta casa cuando quiera─dijo con su vos carrasposa─Volver� despu�s de
comer, quiero que te des un ba�o y me esperes en la cama...con tu ajuar de novia
puesto �escuchaste?─se me quedo mirando, esperando una
respuesta─�escuchaste?─volvi� a preguntar.



─Si Don Tito.



Se fue, sali� del dormitorio y luego sent� la puerta de la
calle cerrarse. Me lleve las manos a la cara y llore; de verg�enza; de rabia; de
alegr�a, no lo s�, solo s� que llore desnuda sobre la cama, sent�a secarse el
semen sobre mi piel, y mi ano me ard�a. Las lagrimas escapaban por entre mis
dedos para mojas las sabanas que me cubr�an.



Me di una ducha, me dispuse a hacer mis maletas; eran las
doce del d�a. Por ac� se suele comer como a las dos. Eso me daba dos horas para
empacar he irme de ay. Llamar�a a Pablo de la casa de mis padres para que me
fuera a buscar all�, y nos ir�amos lejos, sin explicaci�n de por medio. �l lo
har�a por m�, �l me amaba y se ir�a conmigo sin preguntar nada, en un gesto
rom�ntico propio de �l.



Mientras empacaba encontr� mi ajuar de novia, record� las
palabras de aquel viejo. Me calme, mi apuro se hab�a desvanecido; mi total
atenci�n se fijo en las diminutas prendas blancas que cubrieron mi cuerpo en mi
noche de bodas. Mis portaligas; mi brasier de encaje y el peque�o corales se
deslizaron por entre mis dedos, estaban suaves y record� lo mucho que le
gustaban a Pablo; dec�a que me ve�a hermosa, que pod�a estar muy cansado, pero
apenas lo sorprend�a con esas prendas adornando mi cuerpo, no aguantaba las
ganas de hacerme el amor. Cuando me di cuenta ya las tenia puestas, estaba
frente al espejo y me admiraba lo sensual que me ve�a; mi peque�a cintura,
abri�ndose en unas preciosas caderas, daba el soporte a mis peque�os corales. Me
di media vuelta; el conjunto de ese hilo perdi�ndose entre mis nalgas, con ese
fino portaligas que rozando mi trasero se un�an a mis ligas a medio muslo, me
hac�an ver incre�ble. Me extra�aba el nunca haberme detenido a verme, aquel
brasier de media copa juntaba mis gloriosos pechos generando una incre�ble vista
del escote. Camine mirando al espejo, me sent�a sensual, me sent�a como una
hembra excitante...y me gust�.



Me acerque lentamente a la cama. Mientras cambiaba las
sabanas, a mi mente llegaron las im�genes de aquel viejo abusando de m�; ese
viejo que compart�a noche tras noche la cama con una vieja, hab�a gozado de mi
cuerpo, un cuerpazo como �l mismo lo llamo, un cuerpo joven y hermoso de los que
seguramente ni en su juventud pudo gozar; y yo....y yo lo hab�a dejado, lo hab�a
dejado manosearme y luego penetrarme; era una perra...hab�a sido su perra; su
puta, solo porque me tomar�, ese era mi precio, no ped�a m�s, solo que me
gozar�n.



Me met� entre las sabanas limpias, sent�a mi ajuar apretando
mi cuerpo; me recost� de lado d�ndole la espalda a la entrada del dormitorio, y
espere. Record� a Pablo, sabia que �l no llegar�a hasta las siete, �l estaba
trabajando y nunca sospechar�a lo que su mujer estaba haciendo en su ausencia.
De pronto son� la cerradura de la puerta de entrada; los pasos se dirigieron
directamente a la habitaci�n y luego junto a la cama; de un tir�n la sabana que
me cubr�a quedo a mis pies y un sonoro y burl�n"guauuu". Sent� el peso de otra
persona en la cama y luego una �spera mano me tiro de la cintura.



─Ven ac� perrita.



No voy a entrar en detalles con respecto a lo que Don Tito me
hizo esa tarde. Me penetro; me insulto; me dio de nalgadas; incluso empez�
penetr�ndome por atr�s para luego terminar en mi vagina "te voy a dar un hijo
puta
" gimi� cuando me llenaba con su semen. Despu�s me obligo a chup�rselo
durante cerca de una hora, mientras me manoseaba, insultaba y me palmeaba el
trasero, hasta que acabo en mi boca y me obligo a tragar toda su leche....volv�
a portarme como una puta.



Los d�as pasaron y me convert� en una sumisa y obediente
perra para el viejo, me hizo hacer muchas cosas que ni en mis peores sue�os
pens� que alg�n d�a me iba a ver obligada a hacer. Quiz� otro d�a les cuente
esas cosas, ahora debo arreglarme para cumplir con lo que me ordeno para hoy;
ayer le cont� del vejete malviviente del parque y de lo que despert� en m� "Debemos
premiar a ese iluminado
" fueron sus palabras.




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 5
Media de votos: 9.80


Relato: Cristina
Leida: 24909veces
Tiempo de lectura: 33minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados





























despedidas de solteros pornoporno muy ancianasRelato erótico disfruto con mi padrinomi compadre el vergon relatos eroticosrelatos porno papa no me cojasViolada por padre relato pornohistoria madrinad cogiendo con compadrrsRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos eróticos venezolano me coji ami hermana relatosxxx de vecinitas del puebloRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos o historia abuelo se coje al nietomi mujer y mi hija relato pornorelatos eroticos cogiendo borrachaRelatos Eroticos hermanita y hermanita y mi papirelato sexo entre madre y hijosrelatos incesto lesbico bdlolrelatos eróticos desvirginando a mi hijacometi un incesto y me acabo adentroRelatos xxx pequeña que desvirguerelatos porno de narutorelatos eroticos madre cogiendo con su perroUna negrita hermosa relato eroticorelatos xxx pequeñaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelato como vestida de mujer me cogieron/relato38730_Cuidando-a-Nuestras-Sobrinas-2.htmlrelatos de medicos .relatos xxxpornorelatos estrenando nietaspornopadrastrohijasexo con sobrino relatodoña chela 1 xxxrelatos porno ilustrado la verga de mi hijowww.misrelatosporno.com/relato46045_LA-DIRECTORA-DE-LAS-ANIMADORAS-DEL-BASKET.htmlRelatos eroticos la rusita virgene enamore del barrendero relatos porno part1quiero follarme a mi abuelo relatos pornoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos xxx hijas inocentesme cojio mi concuño relatosrelatos porno en grupo gayrelato y historia porno mi .hija menor dormidaCojida salvaje con una madura relatosincesto grandes relatos don15 añera desvirginada por negroRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos de sexo anal no consentido con la tiarelato erotico me goce a mi cuñadoXxx relatos gey amis 16 m desvirgino un madurorelatos gay-mi medio hermano me folloRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezhistorias porno gratisWww.de relatos de sexo incesto y amorfilialrelatosxxxinsestoNo tan duro abuelo relatos eróticosRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysRelatos gay con los amigos de mi hijorelatos eróticos de mujeres siendo desvirgadas por perrospor una apuesta relato eroticotodo el porno español gratismisrelatosporno.com adulto y nena de 12relato erotico con la vendedora d caramelos Descargar poronorgiasRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelato erotico mi hija adoptivapuse borracha a mama y la follepornorelatos pequeña primitarelatos eroticos 8mi hijita de 9 añitos relatolos simpsons porno españolRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatomi hijastra relato pornoporno ruviatrio mi esposa i su sobrina relatorelato erotic resulto vecinito panchitolectura erotica porno primas sobrinas voluptuosasfollando a mis amigasrelatos porno esposas devotasRelatos de sexo duro con mi vecinarelato orgia travestiRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezrelatos porno luciarelato.de sobrino. follqndograndes relatos de sexo anal en amor filialprono madurasmi hijo me cojio relatosmi hijita de 9 añitos relato