Nuestra Familia, suele pasar las vacaciones en las afueras de
la ciudad en una finca que tienen mis t�os, rodeados de bosque y un hermosos r�o
con una peque�a laguna. La Finca tiene todo tipo de comodidades. Este a�o mis
padres hab�an programado pasar unos d�as solos en un peque�o viaje de placer por
la ruta del sol en la costa visitando varias playas y tanto mi hermano como yo
estorb�bamos en los planes que ellos ten�an para su segunda luna de miel. Mi
padre es muy amable y mi madre es toda una virgen del sol.

Mi t�a Lola nos fue a recoger a la estaci�n en su auto, ya
que el pobre de su marido se hab�a tenido que quedar en la ciudad terminando
unos trabajos de la oficina seguramente con una bella rubia secretaria con
curvas por todo lado.

Mi hermano Antonio mont� en la parte de atr�s y, con su
natural jugueteo como cualquier ni�o de seis a�os, empez� a planificar el fin de
semana comentando entre risas lo bien que la pasar�amos todos entre juego y
juego. Yo me sent� delante con mi t�a, para admirar el paisaje, mi t�a es una
mujer de treinta y siete a�os, con la que todav�a no comprend�a como se pod�a
haber casado el cretino del hermano de mi madre.

Llevaba una falda de flores muy fina y corta. En la que el
estampado no se distingu�a muy bien de la carne. Se pod�a admirar sus hermosos y
largas piernas que sin duda a mas de uno saco una exclamaci�n de admiraci�n y
morbo. Se sent� al volante y nos fuimos. Y de vez en cuando pod�a admirar sus
hermosas piernas.

Durante el trayecto, mi hermano en sus juegos en un par de
ocasiones le tap� los ojos mientras conduc�a dici�ndole gallinita ciega. Mi t�a,
le rega�� divertida, pero tuvo que soltar el volante para deshacerse de las
manos que la cegaban. En las dos ocasiones tuve que sujetar el volante e
inclinarme sobre ella. Mi cabeza roz� sus pechos mientras una de mis manos
agarraba las parte alta del volante, y mi otra mano la otra lo hac�a con la
parte baja, de modo que mi codo se clav� entre sus piernas y tuvo que abrirlas
ligeramente bajo la presi�n involuntaria de mi antebrazo y pod�a sentir cierta
sensaci�n extra�a y excitante.

Habl�bamos de todo un poco durante la comida. Despu�s del
caf� mi hermano se ech� una siesta como de costumbre y yo ayud� a mi t�a a
colocar unos libros sobre los estantes de la biblioteca y que ella me pidi�.

En el �ltimo estante faltaban tres libros que colocamos
sirvi�ndonos de una escalera bastante alta que ten�a mi t�a en el garaje.

Cuando le di el primer libro, ella tuvo que izarse todav�a un
poco porque no alcanzaba, incluso con la escalera. Su falda se levant� delante
de mis narices m�s de la mitad de los l�mites permitidos por la decencia. Pod�a
sentir el suave perfume de jab�n que la envolv�a ese aroma a jazm�n. No pude
dejar de mirarla. Y sin duda ella lo noto.

Ten�a unas piernas realmente sensacionales y en lo alto de
ellas unos calzones blancos es decir una tanga que me parecieron los m�s
diminutos porque dejaban sobresalir parte de esas sabrosas nalgas .

Al colocar el tercer libro en el �ltimo del estante, mi t�a
casi se cae y se aferr� a los bordes del estante, mientras yo sub� un par de
pelda�os y me encontr�, sin saber c�mo con mi cabeza metida debajo de la falda.
Mi respiraci�n se escurr�a entre sus piernas. Sofocado me moje los labios con la
lengua y roce la costura de sus calzones y la zona de carne que los bordeaba
sobretodo de su nalga derecha. Fueron varios segundos que parecieron eternos y
tan excitantes a la vez.

La ayud� a bajar y no hizo el menor comentario.

Al contrario, me dio las gracias por evitarle la ca�da.

Nos sentamos a tomar un refresco sobre el sof� mientras
ve�amos una pel�cula de temporada, que pasaban por televisi�n. Hab�a bajado las
persianas de la sala por la cantidad de sol que entraba por las ventanas y era
sofocante.

Yo estaba en un extremo y ella en otro. Se acomod� con los
cojines y subi� las piernas, como aparecen en las fotos las sirenas de la
revista Playboy. Al rato estaba medio dormida, se dio la vuelta de forma que su
cara quedo mirando el respaldo del sof� y estir� las piernas. Los dedos de sus
pies rozaban mis muslos y esa caricia involuntaria me turbo un momento. Decid�
apartarlos un poco, pero en mi movimiento, y coincidiendo con su sue�o, que,
ahora era mucho m�s profundo, se volvi� a girar y levant� un poco las piernas.

Su falda se deslizo casi hasta la cintura y pude ver c�mo el
tri�ngulo de su sexo se trasparentaba a trav�s de sus calzones y pod�a ver
completamente su vagina en parte depilada y como sus labios chupaban su calz�n.

Su blusa, tambi�n de flores, se hab�a abierto hasta el
nacimiento de sus pechos y no traiga nada, pod�a ver la aureola de sus senos
eran grandes y se ve�an deliciosos. Mi pen� se erizo como un m�stil y deje
escapar mas de un suspiro de excitaci�n entrecortada.

Tuve intenciones de abalanzarme sobre ella, de acariciarla,
de recorrer su cuerpo con mis dedos, pero no me atrev�. Tan solo apret� mis
huevos y mi pen� con mi mano tratando de calmarme, no se como pero comenc�
sobarme el pen� un poco mas fuerte, hasta que finalmente el morbo pudo mas que
la cautela y saque mi pen� y lo roce por sus pies, la sensaci�n era sumamente
excitante por el miedo a que ella despertara. Mi respiraci�n era agitad, hasta
que ella realizo un movimiento y tuve miedo que despertara y guarde mi paquete
en el pantal�n rapidamente.

Pasamos la tarde ba��ndonos en la piscina mi t�a levaba un
vestido de ba�o discreto de una pieza y mi mente y mi cuerpo se calmaron hasta
la hora de la cena aunque tenia una erecci�n nada discreta que mi t�a noto pero
no dijo nada. Despu�s del postre, mi hermano Enrique se empe�� en jugar al
escondite, a lo cual acced� junto con mi t�a.

Todo iba a las mil maravillas hasta que le toc� contar a �l.
Sal� disparado, sin saber muy bien donde esconderme; lo primero que se ocurri�
fue en el armario de la habitaci�n de mis t�os, corr� r�pidamente y me oculte
all�.

Mientras a mi hermano se le escuchaba contar a lo lejos, con
esa tranquilidad que solo los ni�os saben contar, y oculto en la oscuridad del
mueble, la puerta se abri� de repente y mi t�a entr� tambi�n. Llevaba un camis�n
blanco semitransparente que la moldeaba como un guante y dejaba ver cada una de
sus curvas. Debido al poco espacio que hab�a, me arrincon� hasta el fondo no me
imagiane que ella tambi�n quisiera ocultarse junto conmigo. Ella se oprimi�
contra mi para esconderse a�n m�s del l�mite de la puerta.

Sent� sus nalgas contra mi sexo, que empezaba a endurecerse.
Puse mis manos en su espalda, pero poco a poco se escurrieron hacia adelante y
me encontr� como en una nube agarrado a sus pechos. Mi t�a no se movi� tan solo
giro la cabeza y con un dedo en su boca me se�alo que sea silencioso.

Sentimos los pasos de mi hermano rastreando la habitaci�n.
Ella se agach� dentro del armario y se aferr� a mis piernas, intentando hacerse
peque�ita seguramente con la infantil intenci�n de ser invisible a los ojos de
todos.

Sent� sus labios apoyados contra la abertura del pantal�n de mi pijama. Una
abertura que empezaba a taparse con el asomo de mi crecido miembro cuando este
no hab�a acabado de emerger, la boca de mi t�a me engull� hasta la ra�z con toda
la tela del pijama. Con un vaiv�n lento y desesperante me arranc� una robusta
exclamaci�n mientras pasaba su lengua, La verga me hac�a una carpa de circo en
la pijama que ella chupaba lenta y fuertemente. hasta que saco completamente mi
paquete del pijama qued� expuesto ante ella, otra vez sus labios se abrieron
expectantes ante semejante visi�n, mi verga estaba muy hinchada. Y yo gimo, con
mi pollo en su boca, la cual chupa sin parar Ahhhh... t�a lola, eres una
maravilla, ahhhhh...chucha, que buena estas t�a. Ahhhhhh, t�a, t�a...ahhhhhh���,
no pares, aghhhhhhh����,

� por favor t�a!.- Ahhh, me corro t�a, me corro....me corroooooo...�

ME CORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Aceler� el ritmo y le llen� la boca de espuma
blanca. ...ahhh..ahhhhhhh....AHHHHHHHHHHHHH��������- Y as� termin� de correrme
dentro de la boca de mi t�a.

Ella Se dio la vuelta y en cuatro patas hizo el adem�n de
mirar por la rendija de la puerta para ver d�nde estaba mi hermano.

Me agach� y como un perro nervioso, le levant� el camis�n, le baj� la prenda
que tanto me hab�a perturbado durante la siesta le met� los dedos en la
chucha... mi t�a exclam� entre gemidos entrecortados, �Venga, Edison,
m�temela!...hazme tuya y me sold� a ella, abri�ndome paso entre los labios
h�medos de su vagina. Mientras mi tia no dejaba de exclamar silenciosamente
Siiiii!, culeame as�, Edison. Me matas de gusto mi vida.

-Dios, que gusto. Ssiiii!

-Ahhhh!

-Ll�name con tu leche, la quiero!

Solo tuve que dejarme llevar por la pasi�n del momento. T�a
Lola ten�a un chucha tan estrecha... Era maravilloso sentirse dentro de ella.
Iba levantando sus caderas para conseguir una mayor penetraci�n, golpeando con
la punta de mi pen� el cuello del �tero, haciendo que sus m�sculos vaginales se
dilataran al m�ximo. Mientras sus nalgas golpeaban contra mi pen� y mis huevos.
�Diosm�o, qu� placer!, ya no pensaba en nada, nada que no fuera mi t�a, su
cuerpo, sus tetas, su vagina que era completamente m�a...

Mis manos se aferraron a sus tetas, a trav�s de la tela del
camis�n, y en un masaje intenso salieron por fuera del escote redondo que los
envolv�a. Apret� sus pezones con fuerza, mientras ella conten�a gritos de
placer. Empec� a sobar sus pechos, amas�ndolos de abajo a arriba, pasando los
pulgares por las areolas, suspiraba de gusto, mov�a sus caderas como una perra
en celo, era evidente su grado de calentura, se hab�a convertido en una
aut�ntica loba. Me excite mas y cog� sus rosados pezones entre el dedo �ndice y
el pulgar y tiraba de ellos, daba mordisquitos en su cuello y met�a la lengua en
la oreja...

Ella se pegaba cada vez m�s a m�. Baj� hasta sus tetas con la
boca y empec� a chuparlas enteras, ensaliv�ndolas, rozando apenas con los
dientes, mamando con aut�ntica delectaci�n, alternando manos y labios de una a
otra sin parar mientras segu�a bombe�ndola desesperadamente.

Pero quer�a sentir el sabor de su vagina y me separe de ella y met� mi lengua a
lo largo de su conchita, empezando por abajo y subiendo lentamente, separando
cada uno de sus rozados e hinchados labios, haciendo c�rculos en la entrada sin
penetrar, y succionando su cl�toris, acerc�ndome a momentos a su tierno bot�n
sin tocarlo para solo aspirar su aroma y exc�tame mucho mas... Adher� mi cabeza
a su vagina, sus movimientos p�lvicos eran incontrolados y fren�ticos, mientras
estrujaba sus nalgas, deseaba sentirme dentro...

Vamos Edison, c�metelo. Por favor �C�metelo ya,

!ahhh..ahhhhhhh....AHHHHHHHHHHHHH��������-

-AAAAAHHHH DIOOOOSSSS Ediiissonnn.....

Ay, Edison, ay... �Eres maravilloso! Que culeada,

mi t�a no tardo en venirse, con un agggggggggggg mi
amorrrrrrrrrrrrrrrrr ,

mijito ricooooooooooooo , gritando, descargo sus flujos en mi
cara ,

pasaba mi lengua de su chucha a su orto.

ahora culeame , culeame , t�a Lola gritaba silencisamnete eso
,

eso , culeameeeeeee , culeaaaa , culeaaaa, sobrino querido.

Con el sexo todav�a entumecido y embriagado por el calor de
mi anterior eyaculaci�n, y con el sabor a hembra de mi tia, trabaj� esa grupa
s�lida y madura hasta quedar sin fuerzas su vagina me apretaba la verga. Cada
que encajaba mi verga en la concha de mi t�a Lola ella gem�a, los gemidos de mi
t�a eran suave m�sica que retumbaba en las paredes del closet
"AAAAARRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGG GGGGGGG:::::UUUUUUUUUUU"

ahhh..ahhhhhhh.... "mmfmmm" "mmfmmm" y por segunda vez tuvimos un segundo
orgasmo al un�sono.

Mi hermano no nos encontr� y realmente todav�a me alegro
profundamente de que no lo hiciera. El d�a siguiente fue uno de los muchos d�as
que sol�amos pasar en verano en aquella finca inolvidable auque tambi�n
sucedieron otras cosas... pero esa es otra historia y sobretodo cuando hice m�o
ese culo.