Relato: PAGANDOLE AL ABOGADO CON MI CUERPO
Que tal, mi nombre es Luz Elizabeth y les voy a contar lo que pas� con un abogado aprovechado. Tengo 27 a�os y estoy casada desde hace cuatro a�os con Pablo; �l trabajaba en una oficina gubernamental y hasta hace dos a�os nos iba muy bien econ�micamente y nuestra relaci�n iba viento en popa, el sexo era maravilloso y la vida nos sonre�a, tenemos un hijo, Pablito que acaba de cumplir los tres a�os; pero hace dos a�os todo cambi�, nuestra vida se transform� en todos los aspectos, les voy a contar por que.
Un d�a estaba yo en la casa preparando la comida para mi Pablo, pues siempre llegaba a comer a la casa, yo no trabajaba, pues con lo que �l ganaba nos alcanzaba y hasta sobraba; bueno, pues estaba yo en eso cuando tocaron a la puerta; al preguntar qui�n era, me contest� una voz de hombre diciendo que buscaban a mi marido. Como �l no estaba, le dije a la persona eso y me contest� que necesitaba entrar para verificar que el no estuviera, yo por supuesto le negu� el paso, pues no sab�a quien estaba del otro lado de la puerta, el tipo, molesto, me dijo que si no abr�a el tirar�a la puerta a patadas, pues tra�a una orden judicial de arresto para mi marido y una orden de cateo; asustada, le dije que le abrir�a si me pasaba los papeles por debajo de la puerta. El tipo accedi� y los pas�; los le� y me asombr� de lo que dec�a all�, que Pablo estaba acusado de fraudes realizados por computadora a varias compa��as de seguros y bancos y no s� que m�s y en otro papel se le�a que el juez ordenaba a los judiciales (eso eran) que fueran a catear nuestra casa en busca de drogas, armas, y que embargaran toda la informaci�n disponible: Papeles, Estados de cuenta, Computadoras, Diskettes, CD ??s etc.
El tipo desesperado toc� la puerta y me dijo: ??�Ya los ley� se�ora?, �ya podemos entrar? ? ; le dije que podr�an entrar pero que no se podr�an llevar nada, �l me contest� que s�, pero despu�s me di cuenta que solo lo dijo para que yo le abriera la puerta. Total que abr� y entonces entraron tres tipos mal encarados, uno de ellos me enca�on� con su pistola y me pregunt�: ??�D�nde est� tu marido? ? , yo le respond� que tendr�a que estar en su oficina trabajando y �l me dijo: ??No seas mentirosa, all� no est�, dime si est� escondido aqu� o te doy un plomazo ? , mientras, los otros dos hab�an entrado a las rec�maras y se escuchaba como desordenaban todo; mi beb� llor� en ese momento y el judicial se calm� un poco; y me dijo: ??Mira, tu marido est� metido en graves problemas, lo vamos a tener que esperar hasta que llegue y si le avisas o lo tienes escondido te va a ir muy mal �de acuerdo? ? , yo contest� que no sab�a donde estaba �l y que no nos hicieran da�o al beb� o a m�.
El que me hab�a enca�onado parec�a ser el jefe de los tres judiciales, le orden� a uno de ellos que quitara la patrulla de la puerta ??lo vamos a esperar ? dijo y me ordenaron sentarme en la sala de mi casa, tuve que obedecer pues no ten�a opci�n y dos de ellos se sentaron conmigo, el que fue a mover la patrulla regres� y tambi�n se sent�; not� como este �ltimo recorr�a con mirada torva mi cuerpo, sent�a como me desnudaba con la mirada, como soy guapa y de buen cuerpo, pues era l�gico, pero me incomod�; le dijo a su jefe: ??oiga y �no podr�amos...? ? mientras me se�alaba con la mirada, el jefe le dijo: ??No, ella no sabe nada y tenemos prohibido hacer cualquier cosa que entorpezca el caso, as� que dame un cigarro y c�llate ? .
Como Pablito segu�a llorando, le dije al jefe que ir�a por �l, me dio permiso de ir, pero acompa�ada por el otro tipo, fui por Pablito y nos volvimos a sentar en la sala, lo malo era que mi ni�o ten�a hambre y yo le daba pecho, tom� una cobija y me cubr� para amamantar a mi beb�, pero el jefe se par� y me la quit�, me pregunt� que hacia y yo le expliqu�; me dijo: ??D�selo as�, ni modo ? y como Pablito no paraba de llorar, tuve que obedecer, me saqu� el pecho y le di de comer a mi beb�; vi como los tres me miraban con excesivo morbo y aunque sent� mucha verg�enza, me tuve que aguantar.
El tiempo pas�, termin� de darle de comer a mi beb� y Pablo no aparec�a, despu�s de una hora y media los tipos se ve�an desesperados, el jefe coment� que ya se les hab�a ??pelado ? , que seguramente hab�a visto la patrulla y hab�a huido; el judicial morboso no me quitaba la vista de encima, yo sent�a gran repugnancia por �l, estaba gordo, bofo, feo, con una nariz excesivamente ancha y con la cara llena de granos, pero no lo demostr� porque a�n ten�a miedo. En eso se escuch� que un auto se deten�a frente a la casa; uno de los judiciales se asom� por un lado de la cortina y dijo: ??Es �l ? ; uno de ellos se par� junto a m� y me dijo: ??Nada de advertencias o el beb� la paga ? y puso su pistola sobre mi hombro, apuntando al beb�. Me qued� muda y quieta, no iba a exponer a mi hijo.
Pablo entr� como siempre, al abrir vio a los tipos y su reacci�n fue huir, pero los otros dos de inmediato lo pescaron y le dijeron: ??Mira, si no quieres que tu mujer y tu hijo la pasen mal, vas a acompa�arnos por la buena ? ; Pablo es un hombre fuerte y forceje� un poco, pero cuando le dijeron esto se calm� y dijo: ??Est� bien, voy con ustedes ? y volte�ndome a ver me dijo: ??Consigue un abogado, esto es un error, un gran error ? .
Bueno, esa fue la captura de Pablo, luego todo pas� muy r�pido, lo llevaron ante un juez que le decret� prisi�n provisional sin derecho a fianza. Como yo no conoc�a a ning�n abogado, contrat� a uno que me abord� afuera del juzgado, era un tipo como de cuarenta a�os; alto, muy flaco, con una nariz aguile�a y una mirada torva que lamentablemente no vi en ese momento; bueno, pues lo contrat� y �l se encarg� de llevar el caso, en ese momento no lo supe, pero la verdad es que me cobr� demasiado por el caso de mi marido.
Pablo aleg� inocencia todo el tiempo, pero los cargos en su contra eran muy fuertes y la fiscal�a present� muy buenos argumentos; el tiempo empez� a correr y yo no ve�a para cuando se le har�a un juicio justo a mi esposo y sin embargo los gastos cada vez eran m�s y m�s, como ya no tuve el ingreso de Pablo, dispuse de nuestros ahorros, pero eso tambi�n se fue acabando, adem�s los gastos de la casa y del beb�, me estaba quedando en la ruina; consegu� un trabajo de medio tiempo como secretaria, no pude hacerlo de tiempo completo porque ten�a que ver muy seguido al abogado, ir a ver a Pablo al reclusorio y cuidar a mi hijo, por lo que el ingreso de mi trabajo no era muy alto, lleg� el momento en que ya no hubo dinero para pagarle al abogado y un d�a que lo ten�a que ver decid� dec�rselo, como �l siempre se hab�a mostrado comprensivo y muy cooperativo, pens� que tal vez me ayudar�a y me dejar�a pagarle al final o algo, esta fue la conversaci�n que tuve con �l, (omito saludos y formalidades):
- Licenciado, necesito hablar con usted de algo muy importante
- Usted dir� se�ora, ya sabe que yo soy su amigo (siempre dec�a eso)
- Mire Licenciado, quer�a hablar con Ud., porque la verdad es que ya no me alcanza el dinero y pues se me est� haciendo dif�cil pagarle
- �Ah que caray!, pues eso si est� malo, pero usted ya tiene un trabajo �no?
- Pues si, pero me pagan poco y con todo lo que he gastado ya no me alcanza
- H�jole pues eso si est� feo �y usted que sugiere?
- Bueno, pues yo estaba pensando en pagarle al final del juicio o conforme fuera yo teniendo dinero.
- Mmmm... est� un poco dif�cil.
- Bueno, Usted sabe donde vivo y ya vio que vend� todo, al carro, algunos muebles, pero ya no puedo, licenciado, me voy a quedar en la calle.
- Pero es que se trata de su marido
- Si, yo lo s� y habl� con �l y �l me dijo que sab�a que Ud. comprender�a, que usted es una buena persona.
- �Ay se�ora!, mire, no es que yo no quiera, pero como est�n las cosas actualmente... yo tambi�n tengo familia y tengo que solventar los gastos del despacho y el juicio de su marido requiere de mucha dedicaci�n y el tiempo tambi�n vale.
- Estoy de acuerdo, pero �qu� puedo hacer?, ya no s� que hacer, estoy desesperada.
En ese momento se me quebr� la voz y una l�grima escurri� por mi mejilla, el abogado caballerosamente me ofreci� su pa�uelo y se sent� junto a m�, me abraz� y me dijo:
- No llore, vamos a ver como resolvemos esto � de acuerdo?
- Es que de verdad ya no puedo licenciado, ya no s� que hacer.
- Yo le podr�a proponer algo, pero me preocupa que usted se ofenda
- D�game, si hay soluci�n har� lo que sea
- �lo que sea?
- Si lo que sea (Yo pens� inocentemente que me dar�a trabajo de afanadora en su oficina o de criada en su casa, pero �l ten�a en mente otra cosa)
- Pues... mire, usted me podr�a pagar en especie
- Pero si ya vend� todo �con que le pago?
- No, no me entiende, mire, ehhh.. es usted joven y bella y pues, usted me gust� desde el primer momento, as� que, si usted quiere, pues, podemos pasarla bien y yo me dar�a por bien pagado.
- ���Queeee�???, �est� usted loco?, �pues por quien me toma?, l�rguese por favor no quiero volver a verlo jam�s.
- Pero se�ora...
- �que se largue!
- Bueno, me voy, pero el juicio de su esposo est� muy complicado y nadie lo va a querer tomar, pi�nselo bien se�ora, seremos discretos y todo saldr� bien, si cambia de opini�n, sabe mi n�mero.
No contest� m�s, el abogado se fue y qued� hecha un mar de l�grimas, pero mi orgullo me sac� adelante. �qui�n se cre�a el abogadillo este?; se lo contar�a a mi marido, claro y tal vez lo denunciar�a a las autoridades para que recibiera un buen escarmiento.
No pude dormir esa noche, al d�a siguiente buscar�a otro abogado y luego le contar�a a Pablo lo sucedido.
Para mi mala suerte, el abogado tuvo raz�n, vi a unos siete u ocho abogados y todos rechazaron el caso dici�ndome: ??No, ese caso no es ganable, mejor d�jelo por la paz ? .
Dos d�as despu�s fui a ver a Pablo y me dijo que al abogado lo hab�a ido a visitar y le hab�a contado de los problemas econ�micos, pero que no se preocupara, ??ya su esposa y yo lo solucionaremos ? , le dijo; no pude decirle nada para no desanimarlo m�s y saliendo de all� fui a la oficina del abogado a hablar con �l.
Su oficina estaba en el centro, en un edificio viejo, pero era una oficina muy bonita y lujosa; la secretaria me pidi� sentarme a esperar mientras el abogado se desocupaba, no hab�a nadie m�s.
Poco tiempo despu�s sali� una se�ora de ver al abogado y se despidi� de �l dici�ndole: ??Es usted un �ngel, licenciado, no sabe como se lo agradezco ? y �l sonriente se despidi� de mano de la se�ora y le dijo: ??Estamos para servirle, usted no se preocupe por nada ? . Pens�: Ojal� as� me dijera a m�.
El abogado me vio y sonriente me invit� a pasar, entr� a su privado y �l antes de cerrar la puerta le orden� a su secretaria: ??Se�orita, que no me moleste nadie por favor, voy a atender un asunto muy delicado ? ; ??Si licenciado ? contest� ella y nos quedamos solos.
- Pues usted dir� se�ora
- Pues... eh, no s�...
- De acuerdo se�ora, s� que es una decisi�n dif�cil, pero ver� como luego tiene su recompensa.
- Pues �c�mo le hacemos?, �cu�ndo, �donde?
- Pues ahora mismo, mi se�ora, no hay que esperar m�s; por favor qu�tese la ropa
- Pero... yo, no ven�a preparada
- Bueno, pues entonces no me haga perder el tiempo y lleve el asunto de su marido a otro lado.
- No, no, est� bien, lo har�.
Trag�ndome mi orgullo, mi verg�enza y mi pudor, tuve que empezar a quitarme la ropa frente al abogado que en ning�n momento dej� de mirarme con mirada morbosa; cuando qued� en ropa interior el se acerc� a m� y me abraz�, empez� a besarme el cuello y a acariciar mi cuerpo, cerr� los ojos y me aguant� el asco, �l me desabroch� el sost�n por atr�s y lo dej� caer, acarici� mis senos y baj� su boca para chupar uno de ellos, mientras su otra mano recorr�a mi cuerpo y se met�a en mi pantaleta para tocarme mis partes �ntimas.
Poco a poco el asco inicial se transform� en placer, al tener los ojos cerrados olvid� que estaba con un tipo que me repugnaba y me dej� llevar por las caricias de un hombre; el abogado se hinc� frente a m� y abr� los ojos, lo vi ya desnudo, no me di cuenta a que hora se quit� la ropa, �l me baj� la pantaleta y bes� mi tri�ngulo del sexo, su lengua empez� a jugar con mi cl�toris haci�ndome gozar al m�ximo, hay que reconocer que era un maestro para chuparlo, lo hac�a mejor que mi marido, no pude evitar gemir de placer y me abandon� a sus caricias.
Mi mente era un caos, de repente me sent� culpable de traicionar a Pablo, pero el placer que sent�a en ese momento y el pensar que lo hac�a precisamente por salvarlo a �l, me empuj� a seguir.
El abogado se levant� y me dijo: ??ahora te toca a ti ? , lo mir� sin entender y �l suavemente me empuj� de los hombros para que me hincara; quer�a que yo le chupara su miembro, baj� la vista y lo vi; era muy largo, pero muy delgado tambi�n, me sent� rara, pues nunca se lo hab�a chupado a nadie, ni siquiera a mi marido, as� que sent� algo de repulsi�n; pero de inmediato comprend� que ten�a que hacer todo lo que el abogado quisiera por sucio o bajo que me pareciera, para que el abogado continuara con el caso y liberara a mi Pablo, y vaya que el abogadito le gustaban cosas raras, ya les ir� contando.
Me hinqu� y abr� la boca, tuve que chupar el largo miembro del abogado mientras �l me tom� de la cabeza y me la empuj�, haci�ndome moverme adelante y atr�s para mamarle bien el pene, me orden� que le chupara los test�culos y lo hice, la verdad es que no me supo tan mal y creo que el abogado lo disfrut� bastante.
De repente me detuvo y me dijo: ??lev�ntate ? , lo hice y me llev� hacia su escritorio, un escritorio muy bonito de madera color nogal finamente acabado; quit� lo que estaba encima y me orden� sentarme en la orilla del escritorio; me ayud� a subir, me abri� las piernas y coloc� cu pene en la entrada de mi vagina, empez� a empujar mientras me agarraba de las nalgas; sent� el flaco miembro penetrar en m�, fue f�cil, pues yo estaba bien lubricada; el abogado me bes� el cuello y sub�a y bajaba sus manos por todo mi cuerpo; busc� mi boca y yo la apart�, pens� que eso si era m�s amoroso y yo no estaba teniendo una relaci�n amorosa, solo de sexo, pero el abogado me tom� con una mano del cabello y me oblig� a voltear hacia �l; me bes� a la fuerza, meti� su lengua en mi boca y de nuevo cerr� los ojos para tratar de alejarme de lo que pasaba, pero era imposible, el abogado me estaba cogiendo de una manera tan rica que hasta sub� mis brazos por sobre sus hombros y respond� al beso.
Me mov� disfrutando la cogida que el abogado me daba, sus manos y sus labios casi me enloquecen; al poco tiempo me lleg� un orgasmo que me hizo gemir plenamente, de inmediato lo compar� con Pablo y me di cuenta que jam�s hab�a disfrutado tanto con mi marido, el abogado se sigui� moviendo adentro y afuera de m� y de repente se detuvo, sent� como su semen entraba en m� con fuerza, y como me apretaba las nalgas.
El abogado se separ� de m� y empez� a recoger su ropa, yo me baj� del escritorio y con la cabeza agachada hice lo mismo; mientras nos vest�amos me dijo: ??Ya ve que no era tan dif�cil ? ; me hizo sentir muy mal, me lleg� un gran sentimiento de culpa por lo que hab�a hecho y peor porque lo hab�a disfrutado. Me vest� r�pidamente y casi salgo cuando me detuvo el abogado. ??esp�rese ? , me dijo, ??�Qu� no quiere saber como va el asunto de su marido? ? ; nos sentamos y me explic� como iba la situaci�n, aunque todav�a se ve�a dif�cil el asunto, �l me dijo que pronto tendr�a buenos resultados, quedamos de vernos en mi casa en una semana para continuar con el caso; al salir de la oficina del abogado not� que su secretaria me miraba y se sonre�a, de seguro supo lo que sucedi� en el despacho de su jefe.
algun comentario a