De color rojo intenso y muy ajustado, largo con un profundo
tajo que me dejaba a la vista una pierna entera.-

En la parte superior pose�a un cors� con botones en la
espalda, que Mart�n me abroch� mientras besaba mis hombros descubiertos.

Enfundada en ese vestido, calzada con tacones altos plateados
y el cabello color caoba ondulado por la cintura, parec�a una de esas divas de
Hollywood.

Mi novio Mart�n, qued� fascinado y no perd�a oportunidad de
acariciarme la pierna que el vestido me dejaba descubierta, o aferrarme de los
gl�teos que con esa ropa se ve�an tan bien formados

Yo lo esquivaba porque tenia miedo que me corriera alg�n
punto de las med�as de lycra color piel que llevaba puestas.

Me puse los largos aros plateados que Mart�n me hab�a
regalado, y realmente luc�a impactante.

Resultaba incre�ble pensar que detr�s de esa pulposa figura
que me devolv�a el espejo, hubo alguna vez un var�n que hasta tuvo una novia
como Silvina.

Mientras me maquillaba parada frente al espejo, Mart�n que ya
ard�a de deseos me apoyaba su bulto en mi cola y me ped�a que le bajara su
temperatura.

Llev� mi mano a su sexo, y se lo acarici� suavemente para
ponerlo m�s cachondo a�n, mientras le dec�a que no quer�a desali�earme y que
cuando volvi�ramos de la fiesta me podr�a hacer lo que quisiera.

Le estaba haciendo el juego t�pico de las mujeres, de
calentarlo hasta dejarlo hirviendo para que luego me atendiera en forma.

Cuando llegamos a la fiesta los hombres se daban vuelta a mi
paso y no me sacaban los ojos de encima.

La situaci�n me ruboriz�, pero, no puedo negarles que me
hab�a propuesto seducir esta noche a cuanto hombre se cruzara en mi camino,
ansiaba ser una femme fatale.

Quer�a demostrarme a mi misma, que a pesar de haber sido
alguna vez hombre, ahora era tan mujer como mi ex novia y pod�a competir con
ella en la conquista de los mas atractivos sementales.

Grande fue mi sorpresa cuando "conoc�" al marido de Silvina,
no era otro que Lionel, el hijo del empresario a quien yo se la hab�a mamado
cuando era la secretaria de su madre Raquel.

Evidentemente Silvina decidi� conquistarlo porque le hab�a
quedado entre ceja y ceja el que a ella no le hubiera prestado atenci�n y en
cambio yo lo hab�a seducido f�cilmente aquella vez que acompa�e a su madre a
cerrar un negocio.

Cuando salud� a Lionel, este igual que la primera vez que nos
conocimos, me mir� de arriba abajo y sent� su flechazo.

Me tom� de la mano y me dijo que estaba hermos�sima, que
hacia tiempo que le preguntaba a la madre de Silvina por mi paradero y que me
echaba de menos.

Not� que Mart�n se empezaba a sentir molesto ante ese
cortejo, entonces me apart� de Lionel dej�ndolo como un perrito en celo.

Silvina me salud� muy afectuosamente, estaba muy contenta de
vernos, me dijo que yo era la m�s hermosa de sus amigas y que me hab�a extra�ado
mucho.

Yo estaba muy emocionada de asistir como mujer al casamiento
de mi ex novia.

Y m�s emocionada a�n de ver como su marido no me sacaba los
ojos de encima.

Lionel trat� de estar cerca de mi todo lo que pudo, hasta me
sac� a bailar el vals de los novios, sin perder la oportunidad de tomarme de la
mano y rozarme la cintura con sus dedos.

Mart�n por otro lado estaba muy inquieto, era evidente que se
mor�a por follarme ah� mismo y se ve�a que verme bailando cortejada por otro
hombre lo excitaba a�n m�s.

No dej� oportunidad de lucir mi cuerpo enfundado en ese
hermoso vestido, con el cual me sent�a una princesa.

En un momento en que fui a maquillarme al sanitario, Lionel,
vino tras de mi, y sin dejarme ni titubear me hizo entrar en un cuarto que dec�a
privado, situado en el sal�n.

All�, me pidi� que por favor cumpliera su sue�o de felarlo
all� mismo, porque no daba mas, hab�a pasado muchas noches de insomnio pensando
en tener sexo conmigo.

Yo no pod�a negarme a satisfacer a ese hermoso hombre.

Se sent� entonces sobre un escritorio, yo me arrodill�
delante de �l, y comenc� a acariciarlo alrededor de sus genitales sin
toc�rselos.

Era un placer ir viendo como se le ce��a el pantal�n en la
zona de la bragueta a medida que se le hac�a mas fuerte la erecci�n.

Luego le baj� el cierre, le corr� el slip y dej� su enorme
polla al aire.

El intentaba aferrar mi cabeza y meter su sexo en mi boca,
pero yo se lo imped�a para hacerlo desearme a�n mas.

Despu�s le tom� su duro pene con la mano y empec� a
masturbarlo lentamente para evitar que acabara.

Le dije que se la mamaria con la condici�n de que me avisara
justo antes de acabar porque le ten�a una sorpresa.

Entonces me introduje todo su aparato en la boca y empec� a
succionarlo, lo hac�a entrar y salir despacito, para disfrutar su grueso
volumen.

Al mismo tiempo que entraba y sal�a de mi boca, se la
presionaba con la lengua que lo manten�a lubricado.

Lionel estaba fuera de s� y yo realmente estaba gozando como
loca.

Era fabuloso estar felando la misma polla con la que mi ex
novia Silvina hab�a sustituido la m�a, y experimentar as� lo que esta gozaba con
ella.

Fue all� que Lionel me aviso que iba a acabar, entonces de
inmediato dej� de felarlo y le dije que quer�a dejarlo as� bien cachondo, para
que pudiera darle a Silvina la mejor noche de bodas que esta pudiera imaginar.

El se qued� livido, me rogaba que por favor siguiera, que se
mor�a de excitaci�n, pero no le hice caso.

Me levant� y fui al excusado a rectificar mi maquillaje
labial que obviamente hab�a quedado un desastre, con tan espectacular mamada.

Al regresar al sal�n, Silvina me gui�o el ojo y me pregunt�
que opinaba sobre su maridito, y le contest� que hab�a hecho una excelente
elecci�n.

Al sentarme en nuestra mesa Mart�n, me interpel� muy enojado
acerca de donde hab�a estado tanto tiempo, y le dije que gracias a esa demora,
esa noche lo har�a gozar como nunca en la vida al mismo tiempo que por debajo de
la mesa le acariciaba la entrepierna.

Yo ya estaba realmente deseosa de ser brutalmente pose�da, y
no ve�a la hora de volver a nuestra casa para ello.

Ser�a una noche de lujuria y pasi�n.

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"FEMINIZADO".

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