Todo comenz� poco despu�s de iniciar mi carrera de medicina,
e inesperadamente mis padres tuvieron que marcharse al extranjero por motivos de
trabajo, dej�ndome sola para que pudiera continuar mi carrera.

En el mismo momento que mis padres cerraron la puerta al
marcharse, mi vida cambio. Para empezar me volv� algo m�s puta, o mejor dicho,
promiscua. Ahora ten�a casa, y no ten�a novio, pero follaba al menos 2 veces por
semana.

Con este ritmo, al cabo de un a�o la verdad es que empec� a
cansarme, ya que los t�os que me llevaba a casa eran b�sicamente gente de mi
edad, y siempre hac�amos lo mismo, hasta que me dio por ligar con un t�o mayor.

Menuda diferencia� fue con �l con quien descubr� el bondage.

Pero igual que vino se fue; un d�a desapareci�, nunca m�s
volv� a verle.

Ahora que conoces mis antecedentes sexuales, entender�s por
qu� me pas� lo que a continuaci�n te contar� no le busques l�gica, ni quien, ni
como, llev� 3 a�os pensando en ello y no lo he encontrado.

Pues bien, un d�a, a comienzos de verano, al llegar a casa
sola por la noche, una furgoneta, se par� junto a m�, solo recuerdo que era
blanca. Alguien, supongo que un hombre, me agarr� por detr�s y me puso un
pa�uelo en la boca, y una capucha negra. El pa�uelo deb�a llegar cloroformo, por
que en pocos segundos perd� el conocimiento.

Cuando despert� estaba tumbada boca a bajo en una especie de
caballete en forma de aspa, hecho con 2 tablones, que me obligaba a estar con
los brazos y piernas extendidos en cruz, la cabeza me ca�a, y mis pechos
colgaban. Estaba completamente desnuda, salvo por la capucha que segu�a
cubriendo mi cabeza.

Una voz electr�nica, la �nica que escuchar� en todo el
tiempo, mon�tona y desquiciante, comenz� a hablarme:

"Te conocemos, sabemos quien eres, donde vives, quienes son
tus padres y donde est�n, tus amigos, incluso conocemos tus notas de la carrera"

"A partir de ahora, te trataremos como se te deber�a haber
tratado. T�, como el resto, eres un animal de granja y criado mantenido para que
produzcas, para que trabajes� Sois los mejores esclavos que nunca hubi�ramos
pensado� esclavos que no sab�is que lo sois"

"Pero ahora que tu lo sabes, te trataremos como lo que eres,
una esclava sin derechos, ninguno, si el de que est�s viva."

"Debes cumplir unas pocas normas:

Tendr�s al menos una comida al d�a, y 4 horas para dormir, y
la posibilidad de que te soltemos, pero solo si comprobamos que lo que te
haremos te gusta, es decir, te gusta sufrir. Si por el contrario, nunca llegar
disfrutar, posiblemente no sobrevivas demasiado tiempo.

Si te preguntas qu� es lo que te vamos a hacer�
concretamente, si te vamos a violar, ya te aseguro que eso ser� lo que menos."

En ese momento, alguien se acerc� a m� y o� una maquinilla, y
sus risas. Comenz� a afeitarme el pubis, sin ninguna compasi�n, como si lo
hubiera hecho miles de veces� cuando termin�, palp� mi sexo, metiendo
ligeramente su dedo �ndice entre mis labios. Sent�a que no me lo hab�a rasurado
del todo, y se dirigi� hacia mi cabeza; me quit� la capucha, me dio un pu�etazo
y me dijo: "Aun no has mirado, imag�nate si llegas a mirar" Y empez� a afeitarme
la cabeza, totalmente� yo que ten�a mi pelo tan cuidado con una melenita morena
preciosa� solo v� como ca�a en el suelo, al igual que todo mi vello p�bico.
Cuando termin� me sobo el cr�neo comprobando que estaba tan suave como �l
quer�a. Se dirigi� a mis axilas pero las llevaba reci�n depiladas.

En ese momento, me dijo "Empieza la fiesta, termina tu
limpieza b�sica". Y o� el sonido familiar de la Epi-lady que suelo usar para
depilarme las piernas. Efectivamente, comenz� a depilarme las piernas empezando
por pies, piernas, detr�s de la rodilla, muslos, y empez� sin miramientos a
arrancarme los pelos de la entrepierna, y por �ltimo meti� el cabezal en medio
de lo que antes era mi poblado pubis, donde aun quedaban muchos pelos a medio
cortar. No puede evitar pegar un grito cuando comenz� a arrancarme el vello tan
salvajemente, y no par� de hacerlo y de moverme hasta que ya no quedaron pelos
que arrancar� el dolor que me qued� fue horrible. Pero no se conformaron con
eso. Cogieron una botella de whisky y se pusieron a echarme su contenido sobre
mi destrozado pubis y de vez en cuando me met�an el cuello de la botella en mi
vagina, produci�ndome ara�azos en mi fino sexo y un terrible escozor por el
alcohol. Es escozor casi hizo que me desmayara ya no pod�a aguantar m�s.

Sent� de repente algo agradable, me estaban lamiendo el co�o,
quit�ndome el alcohol. Me estaba gustando. Era tan suave y refrescante� era una
lengua grande y fuerte.

"Vas a ver lo que nosotros queramos, vas a o�r solo lo que
deseemos" Y me pusieron una especie de gafas con mini pantallas en los ojos y
unos cascos en los o�dos. No ve�a nada, no o�a nada, hasta que empezaron a
proyectar fragmentos de videos porno, y solo o�a a las mujeres gitando.

De repente, se pararon los videos, pero no el sonido, y me vi
a mi en el caballete, me estaban grabando con una videoc�mara, me ense�aron mi
co�o, total mente irritado, con algunos puntos sangrantes, y mi cabeza
irreconocible. Parec�a un maniqu�, pero vivo. Y un gran dan�s negro, y grande
como una persona�. Ahora ca�a en la cuenta� me ha lamido el co�o un perro.

Enfocaron hacia una mesa, donde hab�a multitud de objetos
plateados. Luego dejaron la c�mara sobre un tr�pode enfocando mi culo y parte de
mi co�o.

"Continuemos con la limpieza"

Me rociaron el ano con una crema transparente y untaron toda
la zona abundantemente. Mostraron a la c�mara una especie de consolador, que
obviamente quer�an meterme. Era muy fino al principio y luego se ensanchaba
durante 3 cent�metros para volver ha hacerse fino. No tard� en entender para que
serv�a.

Me metieron ese artilugio en el culo, al principio intente
resistirme, pero cada vez me hac�an mas da�o� y alg�n pu�etazo me dieron en el
vientre� as� que decid� dejarme hacer�por lo menos evitar�a que me desgarrar�n.
La verdad es que hac�a rato que me hab�a hundido moralmente, estaba claro que
estos t�os ten�an medios y me ten�a totalmente a su merced. Intentar�a escapar
en la primera oportunidad� pero hasta el momento� deb�a procurar que me hicieran
el menor da�o posible. Ahora recordaba, las palabras en todo de broma de mi
abuela, cuando hablaba de una violaci�n: "Rel�jate y disfruta". No s� si podr�
hacerlo, pero parece que es mi �nico remedio.

Introdujeron el artefacto en mi virgen culo, hasta que
llegaron al bulto, comenzaron a meterlo y sacarlo jugando con mi orificio, y de
repente me empujaron el cacharro hasta dentro con bulto y todo; ahora ese hab�a
quedado atrancando� para eso era el bulto.. quer�an que eso se quedara ah�
dentro.

El artefacto ten�a una especie de boquilla y una llave de
paso, donde conectaron una manguera. Quer�an hacerme una lavativa pero a lo
salvaje. Sent� como entraba el agua en mis intestinos, al principio refrescante,
pero cada vez sent�a como iba subiendo hacia mi est�mago, cada poco tiempo
paraban de meterme agua y me dejaban, supongo que para que me acostumbra, y
volv�an. Cada vez me sent�a m�s hinchada, ten�a ganas de vomitar y obviamente de
cagar. Mostraron a la c�mara una pizarrita blanca que pon�a: "10 litros, ma�ana
15".

�Dios m�o pens�, estos t�os quieren matarme!

Me retorc�a de dolor por la presi�n, incluso intentaba
relajar mi esf�nter para que saliera el artilugio de mi culo, pero ellos lo
sujetaban fuerte, incluso llegaron a poner cinta adhesiva para que no se
saliera. Y me dejaron all� sola, con un grifo clavado en el ano, con el culo y
el co�o lleno de cinta adhesiva. Siempre que se iban me dejaban viendo lo que
parec�a que eran otras chicas en mi misma situaci�n� ve�a como se resist�an,
lloraban, gritaban, pero todas al final, sorprendentemente se dejaban hacer,
incluso alguna parec�a que disfrutaba.

"Hemos decido que te sobran 10 Kg y te faltan al menos 4
piercing". "As� que adelgazaras"

�10Kg? Si peso 65kg y mido 1.75m!

En se momento sent� como alguien me cog�a de un pecho con
fuerza, lo palpaba y hechizaba mis pezones. De repente sent� un fuerte pinchazo
en mi pez�n derecho, me estaban poniendo unos aros� luego vino el otro pecho. La
verdad es que no doli� demasiado, luego se acercaron a mi cabeza, me la
agarraron y me pusieron una especie de abridor que me obligaba a mantener la
boca abierta, me sacaron la lengua con unas tenazas, y con un alicate me
atravesaron la lengua para ponerme otro aro, esto me doli� much�simo.

"Se te va hinchar la lengua much�simo, pero no te preocupes
no que ahorrar�s, te queremos viva"

De nuevo conectaron la c�mara, y vi que ven�an con varios
tubos�. Dios m�o, me van a intubar. Me metieron un tubo por la nariz hasta el
est�mago. Yo continuaba con aquel abridor, as� que hab�a bajo mi cabeza un
charco de sangre y saliva.

"Vamos a jugar con tu est�mago" Y empezaron a meter de nuevo
agua, hasta que se llen� y me sal�a por la boca como si vomitara agua. Luego
pararon, y empezaron a vaci�rmelo, de golpe, y volvieron a llenarlo, pero ahora
con una pasta como alimento para ni�os, y volvieron a vaci�rmelo. Cuando ya se
cansaron de verme sufrir medio ahogada, me quitaron el tubo, ten�a dolorida toda
la garganta y el est�mago completamente revuelto, as� que ten�a arcadas, cosa
que les parec�a bastante graciosa.

Ya llevaba varias horas con el grifo en el culo, ya casi no
me dol�a, pero segu�a con ganas de sacar todo aquello de m�.

Me inyectaron algo, y los 5 minutos, perd�a la sensibilidad
de las extremidades, y poco despu�s de todo el cuerpo, pero no me dorm�a.

Me desataron, pero no pod�a moverme, y me ataron de las
mu�ecas y me quedaron colgando� me vi por la video c�mara, estaba horrible:
calva, como un trapo, con el vientre como una embarazada, con lo orgullosa que
estaba de mi vientre plano, y con ese grifo en el culo.

Pues me metieron en una especie de cubo de cristal, de 1�5m
de largo, con la cabeza boca abajo, con el culo en pompa, y me dijeron "Quiz�s
hoy mueras ahogada en mierda"

Y me quitaron de un tir�n toda la cinta adhesiva, y de un
bruscamente arrancaron el grifo de mi culo, saliendo un chorro de agua marr�n
que pronto inund� la base de esa caja de crista. El alivio se convirti� en
agobio cuando toda la mierda y agua que sal�a de mis intestinos empezaba a
llegar a mi boca, por suerte ten�a la boca como 5 cm. sobre el suelo de esa
caja, y pod�a respirar, pero mi nariz estaba sumergida parcialmente en ese
asqueroso mejunje. Me tuvieron 10 minutos, hasta que mi cuerpo dej� de dar
espasmos segundos de chorros de mierda que escurr�an por las paredes de la caja,
y por mis piernas, mi vientre y llegaban a mi cara. Cada vez se me hac�a m�s
dif�cil respirar, pero sent�a que volv�a la sensibilidad a mis miembros.

Cuando vieron que mov�a mis dedos pusieron sobre la caja una
reja que candaron. Estaba encerrada en una caja de crista llena de mierda. Las
gafas segu�an funcionando y enfocaban a la caja. Como pude me di la vuelta.
Ahora esta boca arriba, completamente rebozada en ese liquido con mierda
flotando.

Vi como uno de ellos se sube a la caja y desde la reja
comienza a mearme la cara y mis pechos. "Abre la boca" Me mandan. Obviamente me
negu�, e instant�neamente una brutal sacudida el�ctrica me record� donde estaba.
Poco despu�s se pone a cagarme sobre m�, intentando atinar en mi boca.

As� lo hicieron 4 hombres m�s, y una mujer, para cuando
terminaron, estaba cubierta, hasta la mitad de m�, de mierda, agua, y meados.

"Te vamos a limpiar" Y metieron una manguera de agua en la
caja, por lo que comenz� a llenarse r�pidamente, se llen� tanto que para se
rebos�, por lo que si quer�a respirar deb�a sacar mi boca por entre las regla,
pero de vez en cuando me golpeaban con un palo en la boca.

As� me tuvieron por una hora, hasta que el mejunje se aclar�
y las mierdas que flotaban se fueron.

Cuando aquella jaula se limpio, me obligaron a sacar las
manos por fuera de la reja, y me las esposaron, oblig�ndome a la inc�moda
postura, de estar con las manos en alto, y aun sumergida en agua, con �nicamente
los labios fuera para poder respirar. Era horrible la sensaci�n de estar a punto
de ahogarme constantemente.

Adem�s me cogieron del aro de mi lengua y engancharon un
mosquet�n que ataron a la verja, teni�ndome irremediablemente con la boca
abierta, la lengua fuera y casi sin poder respirar por el agua, la saliva y la
inflamaci�n de mi lengua.

Debido a la postura y a las mil perrer�as que me hab�an
practicado en mi ano, este era incapaz de cerrarse completamente, lo iba
haciendo poco a poco, pero tan lentamente que la presi�n del agua en la que
estaba sumergida hacia que de nuevo se me metiera m�s agua en el recto. Ten�a la
sensaci�n de estar constantemente cagando, es mas, as� era, ya que de mis
intestinos aun sal�a alguna que otra porquer�a que embadurnaba el fondo de la
jaula.

Estaba agotada. Ya no s� las horas que llevaba despierta,
sufriendo, lo �nico que quer�a era que me dejaran, al menos dormir y calentarme.
La humedad del agua tantas horas, la mala postura y el sue�o provocaron que
estuviera totalmente entumecida.

Me sacaron de aquella caja volc�ndola, contra el suelo. All�
estaba yo, acurrucada en el fr�o suelo, empapada, sin poder moverme, desnuda, y
completamente rapada. Realmente era un desecho, y se encargaban en record�rmelo
continuamente.

A base de patadas en mi vientre y espalda me obligaron a
arrastrarme hasta una mesa. No ten�a otra elecci�n. Era incapaz de levantarme
del suelo, por lo que ni mucho menos de salir corriendo.

De nuevo me cogieron 2 de ellos y me subieron aquella mesa.
Ten�a la pinta de una mesa de torturas. Me ataron las mu�ecas y los tobillos con
unas cintas mucho mas largas que las del caballete, estas me daban la
oportunidad de moverme unos 20 cm. Tambi�n me pusieron un collar, de cuero y
tachuelas, con puntas, como los que se ponen a los sabuesos pero era demasiado
ancho y estaba demasiado apretado, me ahogaba.

"Ahora te lo vas a pasar bien"

Sent� como de nuevo me untaba tanto mi co�o como mi culo con
crema. Y me ense�aron lo que me iban a introducir: 2 consoladores a cual m�s
grande. Empezaron por mi culo, ya dado de s�. Pero la rigidez de ese bicho me
sorprendi�. Me sorprendi� que me gustara sentir su penetraci�n� y se me escap�
un gemido. A continuaci�n me metieron el otro. Conectaron los 2 a la corriente
el�ctrica y les pusieron en marcha� la verdad me encantaba despu�s de tanto
sufrir� pero poco a poco la fuera de esos consoladores iba en aumento� cada vez
m�s� y v� como todos los t�os se marchaban de la habitaci�n y me daban all� sola
con el Gran Danes y esos consoladores.

Me estaba gustando demasiado, me estaba excitando�. �ser�a
como aquellas otras que les gustaba esto? No lo s�, pero lo que s� se es que me
corr�, all� mismo� lo malo es que los consoladores continuaban con su trabajo, y
era incapaz de recuperarme de este primer orgasmo y ya quer�a llegar otro.

Mis gritos y mis fluidos sexuales debieron despertar el
libido del animal, que no solo era grande sino muy listo, eso o ya hab�a estado
m�s veces en una situaci�n as�, por que tir�n del cable de los consoladores,
sac�ndome el de mi co�o, que estaba totalmente empapado, el otro segu�a rugiendo
dentro de mi culo.

El bicho comenz� a lamerme el co�o� otra cosa que me
encantaba� empec� a pensar que esto no iba a estar tan mal despu�s de todo. Para
que haber hablado, por que el chucho se subi� de un brinco a la mesa, y con una
agilidad incre�ble se puso a penetrarme con ese pene gigantesco que ten�a. Yo
quise quit�rmelo de encima, pero era imposible, demasiado grande y demasiado
salido.

Sus babas me ca�an en la cara y su pene rojo penetraba sin
dificultad ni cuidado en mi cuerpo. Esos envites y esa profundidad que nunca
hab�a sentido hicieron que irremediablemente me volviera a correr� me dol�a la
cabeza de tanto orgasmo seguido� pero el perro segu�a sin descanso, hasta que
sent� un fuerte envite que me hizo gritar de dolor y un chorro caliente que
inundaba mis entra�as y rebosa por entre mis piernas�. Y resbalaba hacia mi culo
aun con el otro consolador aun agit�ndose.

Me d� cuenta de que me hab�a dormido cuando me despertaron
roci�ndome con agua fr�a de una manguera. Sab�an perfectamente que su perro me
hab�a violado (m�s o menos) y comenzaron a limpiarme como si fuera un coche: con
una manguera, una esponja gigante y mucho jab�n, luego me hicieron una lavativa
de mi vagina para limpiar el abundante semen del chucho.

Algo malo me ten�a cuando se pusieron a secarme con tanto
esmero. Efectivamente, sin ning�n aviso sent� como con unas pinzas aprisionaban
mi cl�toris y poco despu�s un penetrante pinchazo anunciaba que me hab�a puesto
otro aro. Pero repitieron esta operaci�n 4 veces m�s, poni�ndome 2 aros en cada
labio. A continuaci�n, con una cadenita de plata pasaron por todos los aros�. y
apretaron, o sea que me cerraron el co�o. "As� no te volver� a follar el perro"

En esto que alguien, me abri� la boca, de nuevo me pusieron
un mosquet�n, pero m�s peque�o que agarraba el aro de mi lengua, ese mosquet�n
estaba atado a una cadenita. De golpe una t�a se subi� a la mesa y me puso su
co�o en mi cara, estaba tan cerca que pude oler ese olor penetrante a fluidos, y
se pas� la cadena a trav�s del aro que ten�a en su cl�toris y se lo enganch� a
otro que ten�a en un pez�n. "C�meme el co�o" me dijo. Yo inevitablemente con la
lengua fuera de mi boca un co�o sobre m�, y esa cadena que guiaba mis
movimientos me resultaba inevitable pasear mi lengua por la raja de esa se�ora,
cosa que yo nunca hab�a hecho�. Incluso me produc�a asco el pensar en una
relaci�n l�sbica, pero en estas circunstancias es lo mejor que me pod�a pasar.
Su co�o lo ten�a perfectamente afeitado, tan rasurado que parec�a que nunca
hubiera crecido pelo en esa zona. La verdad es que estaba empezando a coger
gusto a esto. Ya que estaba en esta situaci�n tan pat�tica intent� mejorar mi
posici�n comi�ndola el co�o con ganas, y procurando darla placer.

La verdad es que deb�a hacerlo bastante bien por que gritaba
como una loca mientras mi peque�o mosquet�n golpeaba a su arito, lengua contra
cl�toris. En uno de esos berridos, se debi� correr, por que sent� como sal�a de
su conchita un l�quido espeso que empez� a llenar mi boca. Me hab�a olvidado por
un momento de donde estaba y lo que me estaba haciendo, cuando en pleno orgasmo,
se dej� caer, apretando su entrepierna sobre mi boca, sent�a como mi boca se
daba de s�, mi mand�bula no daba m�s, yo no podr�a hacer nada, hasta que afloj�
un poco la presi�n, y solt� su grifo. Mi boca comenz� a llenarse r�pidamente. Me
estaba meando en la boca. Quer�a me lo tragara todo su meado; me tap� la nariz.
No pude evitar toser cuando no pude aguantar m�s la respiraci�n y toda su meada
salpic� su vientre, mi cara, encharc� mi pelo, no pod�a abrir los ojos, me
escoc�an, segu�a su chorro caliente, casi ardiente en mi boca, tuve que
tragarlo, no ten�a otro remedio. A ella parec�a darle m�s placer el verme tragar
su meada que el coni lingus que acababa de hacerle.

Como esperaba, sus vejaciones no hab�an terminado, pero cada
vez iba a m�s, creo que en fue en este momento cuando me volv� loca, o mejor
dicho, como soy ahora, cuando toqu� fondo, es decir, cuando me empujaron al
fondo de la perversi�n.

Mi nueva violadora despu�s de descargar su vejiga sobre mi
boca, se dio media vuelta y con las piernas abiertas sobre mi cabeza sigui�
restreg�ndose su co�o sobre mi cara mientras jugaba con los aros de mis
genitales y un consolador que met�a y sacaba sin compasi�n y sin pensar que mi
�tero ten�a fondo. Cada vez me met�a el consolador m�s a dentro y m�s dentro.
Mientras se frotaba contra mi cara, se incorpor�, me agarr� los pezones y sent�
como su culo se abr�a frente a mi cara y comenz� a soltar mierda sobre mi jeta,
l�quida y mal oliente. Mientras se cagaba en mi cara, segu� restreg�ndose,
adelante y atr�s, unt�ndome toda la cabeza con su mierda.

Cuando termin�, me exigi� que le limpiara el culo con la
lengua, pero su culo estaba tan embadurnado como toda mi cara, y la visi�n me
produjo ganas de vomitar.

Cuando tir� del aro de mi lengua para obligarme a lamer su
culo, y saboree por primera vez el repugnante sabor de la mierda humana, una
abundante arcada sali� de mi garganta. Obviamente lo �nico que ten�a en el
est�mago era su meada. A ella la pareci� maravilloso lo que acaba de hacerla,
pero no me perdon� el que la limpiara el culo a lametazos.

Me dijeron que me hab�a portado muy bien, por lo que me
dar�an un premio� desatarme y llevarme al "Cuarto de las Ratas". Yo no sab�a si
alegrarme o temblar de miedo�..

Me pusieron de nuevo una capucha negra y me ataron las
mu�ecas y los codos, como si tuviera un �nico brazo; e hicieron lo mismo con mis
tobillos y rodillas. Me tiraron al suelo bruscamente y con patadas y golpes con
varas me guiaron hasta una habitaci�n en la que lo primero que me llam� la
atenci�n fue el olor cerrado, o mejor dicho, una habitaci�n en la que hay
alguien y no se ha ventilado en mucho tiempo.

Me desataron los brazos y las piernas, pero me dejaron la
capucha puesta. Yo tem�a hacer cualquier movimiento. Cuando escuch� que se
cerraba la puerta, me qued� escuchando atentamente, en la misma postura en la
que me hab�an dejado. Al cabo de un rato, me convenc� de que hab�a alguien m�s,
pero no era de ellos.

De golpe se escuch� como se encend�a una televisi�n y
comenzaban a o�rse gritos. Me quit� la capucha. El brillo de la televisi�n me
ceg�. Cuando comenc� a acostumbrarme v� que lo que estaban pasando era la
tortura de otra chica. Fue en ese momento cuando me d� cuenta de lo que me
estaban haciendo era lo mejor que me podr�an hacer. Esa tortura era mil veces
peor que la m�a.

La chica era muy guapa. Ten�a pinta de que acaba de salir de
la discoteca, por que estaba muy arregladita. Med�a alrededor de 1�75 m, con una
melena casta�a y muy rizada y abundante que le llegaba por debajo de los
hombros. No ten�a demasiado pecho, ya que era muy delgadita, pero con bonitas
curvas. Llevaba una camiseta de lycra negra, unos pantalones rojos y sandalias
rojas.

La ataron a una silla frente a la c�mara. Y comenzaron a
pegarla, primero tortas, luego pellizcos, despu�s pu�etazos, continuaron con
varas en la espalda, manos, pies, vientre, pechos, y cara.

Con unas tijeras empezaron a desnudarla, raj�ndola la ropa,
as� en 30 segundos qued� completamente desnuda.

De nuevo, como a m�, lo primero que la hicieron fue quitarla
los pelos del co�o. Pero a ella se los quitaron como a los cerdos: quemando.
Ten�an un soplete de fontanero y se lo pasaron por al entrepierna. La chica la
verdad es que ten�a el co�ito recortado pero muy abundante, as� que aquello
ardi� con rapidez pero no debi� producirla demasiada quemadura pero grit� como
una loca, supongo por la impresi�n de ver tus genitales en llamas.

Se vio que la inyectaron algo en el brazo y que esperaron
unos segundos. Pens� que era anestesia para evitar escuchar sus gritos, pero ni
mucho menos, era un excitante y un sensibilizador sensorial. Para probarlo la
pellizcaban los pezones, y gritaba como si la estuvieran matando.

Al llegar a la altura de la mesa de torturas, ella sola se
poso sobre la mesa, sab�a lo que iba a pasar, pero se la ve�a tranquila y con
ganas.

Se sac� una dentadura postiza. La hab�an arrancado todos los
dientes de la boca.

Acto seguido entraron 2 hombres y una mujer. La mujer
acarici� un poco a la chica, pero los hombres comenzaron a desnudarse. La mujer
roci� de aceite a la chica sobre todo en la zona genital y en los pechos. Cuando
hubo terminado, se sent� y observ� como los hombres la penetraban sin compasi�n,
uno por el lampi�o co�o y el segundo por la boca. Se ve�a que la chica hac�a
esfuerzos para chuparla lo mejor posible, cosa que agradec�a el hombre.

A los 15 minutos se corri� dentro de ella el tipo que la
estaba follando, pero el otro cuando sinti� que se iba a correr, en vez de hacer
que se tragara su leche, se la meti� de una fuerte envite en el co�o,
corri�ndose este segundo tambi�n dentro de ella.

Durante las siguientes 2 horas estuvieron entrando t�os as�:
todos corri�ndose entro del pobre co�o de la chica, alrededor de 10 o 12
hombres. La escurr�a chorros de semen desde su vagina hacia el culo, la
entrepierna.

Cuando hubieron terminado todos los hombres, fue la mujer y
la meti� los dedos ente sus labios vaginales y sac� un gran co�gulo de semen que
se meti� en la boca y escupi� en la cara de la chica.

Me qued� helada cuando la mujer que "cuidaba" de esta org�a
dijo: "�Que ganas tengo de que llegue tu beb�! A estas alturas ya debes estar
fecundada, as� que en 9 meses lo tendremos." O sea, la estaban usando no solo
como un objeto de placer, sino como incubadora para reproducir a sus esclavos�
pensaba que era el colmo de la barbarie.

Cuando termin� el video se rebobin� la cinta y volvi� a
empezar. El horror y la curiosidad, me hab�an impedido observar con detenimiento
la "celda" en la que me encontraba. Era la t�pica bodega sin cuidar, llena de
suicidad, basura, que luego vi que eran huesos, parec�an de personas, algunos
rotos, otros aun unidos, todos amontonados. Una voz desde la oscuridad me dijo:
"Esas fueron las primeras, hasta que aprendieron a no matarnos y hacernos sufrir
infinitamente"

Me fij� y estaba acurrucada en el suelo, la chica del video,
pero embarazada, lo hab�an logrado esos hijos de puta. Hab�an pasado varios
meses desde la grabaci�n del video, la hab�an crecido aun m�s los pechos, y su
barriga era tremenda, parec�a que tendr�a gemelos. Comenzamos a hablar:

"Hace ya 2 semanas que no me usan, y tengo unas terribles
ganas� adem�s t� eres tan guapa� nunca lo he hecho con otra prisionera".

Se me estaba insinuando, esta pobre chica; que aun ten�a
ganas de follar, con quien fuera. La verdad es que a mi no me importaba, sobre
todo me excitaba follar con la persona que todo el mundo se hab�a tirado, y para
darme la satisfacci�n de hacer algo que yo quisiera, y no lo que me hicieran
ellos.

Comenc� meti�ndola mi lengua en su boca, me dio un poco de
asco, sobre todo la sensaci�n de sus dientes postizos. Ellas se quit� la
dentadura y busc� con su boca uno de mis pechos, como si fuera un cr�a que
quiere amamantar. La verdad es que la sensaci�n de ser chupado por alguien sin
dientes es muy intensa y especial. Mientras me chupaba los pezones, meti� los
dedos que le quedaban de la mano izquierda en mi h�medo sexo, acariciandome toda
por dentro. Era una sensaci�n maravillosa, pero sigui� meti�ndome la mano hasta
la mu�eca y hurgando dentro de m�.

En ese momento, quiz�s advertidos por nuestros gemidos,
entraron 2 hombres, comenzaron a insultarnos, y a golpearnos, pero la dijeron a
Ana (la chica en cuesti�n) que no sacara la mano de m�. Que si tanto nos gustaba
que sigui�ramos.

Yo empec� a chuparla, y la merla sus labios, rechupeteando su
cl�toris y de vez en cuando metiendo la lengua en su vagina. Cuando llevaba unos
3 o 4 minutos me dieron una tremenda patada en las costillas, y me dijeron "Te
hemos dicho que te lo comas, no que se lo chupes. Comer significa, morder y
tragar�. " y termin� la frase con otra patada en las costillas que me produjo
como la anterior un intenso dolor que casi no me dejaba respirar.

Ana comenz� a gritar, diciendo algo del tipo "No, no me
destroc�is mas".

La verdad es que sus gritos me estaba excitando much�simo�
ahora ten�a tambi�n la oportunidad de disfrutar de hacer da�o de verdad a
alguien.

Cog�, me met� uno de sus labios mayores, y dados de s�, en mi
boca, me lo acerqu� a mis muelas, y mord� con todas mis fuerzas. Pero la carne
cruda no se corta tan f�cil, as� que tuve que morder y desgarrar, hasta que le
arranqu� aquel labio. La sangre comenz� a emanar desde el primer mordisco, ten�a
la boca llena de sangre, y la cara, ella todas las piernas, o lo que quedaban de
esa basura subhumana. Yo comenc� a masticar con fuerza y a tragar ese pedazo de
carne, el canibalismo en vivo me estaba excitando como nada en el mundo.

Me acababa de convertir en uno de ellos.

Les ped� que me trajeran algo para cocinar a la plancha, por
que no me gusta la carne tan cruda. Los t�os hacia rato que estaban disfrutando
de verme como la mutilaba, y r�pidamente me trajeron unas planchas para alisar
el pelo pero modificadas, o sea, que calentaban m�s.

Quer�a cocinar el otro labio, pero sobre ella, y luego
arranc�rselo.

Cog� las planchas y aprision� el labio entre ellas. El olor a
carne chamuscada era tan agradable que me estaba dando hambre.

Cuando cre� que ya estaba la carne en su punto, retir� las
planchas, y uno de los t�os, llegando al colmo del sadismo, me dijo: "�No
quieres sazonarlo?" y me acerc� un salero, que yo utilic� sobre aquel
sanguinolento co�o, por un lado sangrante y por el otro p�lido de la carne
cocinada. Parece que no la gust� nada a nuestra v�ctima la sal en esta nueva
herida, pero eso alegraba m�s la situaci�n.

De nuevo y de un bocado arranqu� el segundo labio cocinado
sobre la victima, el dolor era tremendo y la sangre abundante. Como estaba poco
hecho, deb� beber un par de veces un poco de sangre para poder tragar esa
merienda.

"Te quedas el cl�toris" Me dijeron.

Pero eso lo quer�an ellos, as� que se hab�an tra�do unas
tenazas que usaron para arranc�rselo.

La acab�bamos de amputar todo su sexo en un momento, y jam�s
hab�a sentido tanta excitaci�n.

Ya era uno de "Ellos", sin ninguna duda. Pero sus vejaciones, torturas y
perversiones no terminaron aqu�, ni mucho menos.