Efectivamente a los 7 d�as Paula no ten�a ning�n rastro de
dolor. Comenzamos a hablar de nuevo acerca de tener sexo anal y ya de paso nos
prometimos que siempre y cuando no causara da�o y los dos estuvier�mos de
acuerdo, ten�amos que hacer realidad las fantas�as del otro.

Paula insist�a en volver a tener sexo anal, ya que la vez
anterior no hab�a sido muy satisfactoria, pese a llegar al orgasmo. Yo tambi�n
quer�a, pero viendo que a ella le apetec�a mucho, decid� al mismo tiempo pedirla
que me dejara acabar en su boca, otra de mis fantas�as, a cambio de follarm�la
por el culo. Ten�a suerte, una de las cosas que m�s morbo me daba hacer y de
regalo otra m�s.

De nuevo quedamos en mi casa, esta vez m�s preparados, con
crema lubricante (vaselina) y cond�n, pues a Paula le daba asco tragarse mi
semen si la polla me iba a salir tan sucia como la vez anterior. Lo primero que
hicimos fu� darnos un ba�o, para lavarle bien el culito a Paula. Nos desnudamos
y nos metimos en el agua caliente cubierta de espuma, uno enfrente del otro.
Inmedi�tamente, Paula empez� a jugar con sus pies acariciando mi polla, que se
puso dura al momento. Me acerqu� a ella y con las manos empec� a sobarle el
co�o, los muslos, las tetas. Ella se reclin� m�s en la ba�era, abri�ndose de
piernas y sac�ndolas del agua. Su ano qued� a mi alcance y empec� a meter el
dedo. Gracias a la relajaci�n del ba�o y al agua el primer dedo entr�
f�cilmente. Paula abri� la vaselina y cogi� un poco con uno de sus dedos. Meti�
la mano dentro y aprovechando que la vaselina no se iba con el agua, lo dirigi�
tambien a su ano. Ten�amos los dos dedos dentro de su culo, cada uno los
mov�amos de una manera y ella empez� a gemir mientras con la otra mano se
trabajaba el cl�toris. Yo met� un par de dedos de mi otra mano en su co�o. La
escena era muy excitante, porque parec�a que �ramos mcuhos, con cuatro manos
liadas para poder acceder a su co�o y su culo. As� transcurri� un rato, con
Paula masturb�ndose con mi ayuda, hasta que se meti� otro dedo en el culo. Ambos
aceler�mos el ritmo de la masturbaci�n y ella empez� ya a gritar como una loca
"�Me vas a follar el culo?...�me la vas a meter?", mientras se retorc�a de
gusto. La muy puta estaba gozando de lo lindo y yo nada... as� que decid�
ponerla cachonda, al borde del orgasmo, para foll�rmela mejor. Y as� lo hice.
Cuando empez� a gemir m�s fuerte y not� que el orgasmo andaba cerca, saqu� mis
dedos de su culo y de su co�ito y dije "Vamos a la habitaci�n, que quiero
met�rtela".

Ella protest� por lo cerca que hab�a estado de correrse, pero
eso la hizo salir corriendo de la ba�era y, a�n chorreando, ir a la habitaci�n.
Se sent� en el borde de la cama y la orden� que me pusiera un cond�n. Me agarr�
de la polla y acerc� sus labios a mi glande. Poniendo los labios como para
besarme empez� a chuparme la punta, que estaba cubierta de agua del ba�o junto a
los fluidos que de ella empezaban a salir. Se la meti� de golpe en la boca,
roz�ndome con sus dientes lo justo para notar un escalofr�o de placer, hasta
donde le entraba. Volvi� a sacarla y d�ndole lametones mientras me masturbaba me
mir� con su carita de vicio y me dijo "�Te vas a correr en mi boca luego?". La
verdad que la muy zorra sab�a como calentarme. Me puso el cond�n y le ped� que
se pusiera a cuatro patas en el suelo, con el torso apoyado en la cama. Me
arrodill� detr�s de ella y separando sus nalgas tras azotarlas, me dirig�
directo al ano con mi lengua. Primero lo chup� haciendo c�rculos, luego
intentado meter la lengua lo m�s adentro que pod�a. Ella me ped�a que siguiera,
moviendo su culo hacia atras en busca de mi lengua. Me puse vaselina en dos
dedos y con cuidado se los met� hasta los nudillos. Entraron sin problemas y
empec� a girarlos en ambos sentidos. Volv� a sacarlos y cog� m�s vaselina. Esta
vez los met� hasta el final en su culo, ella ped�a m�s y nuevamente perd�a la
cabeza "Ayyy, asiiiiii, por el culo, como a una puta, asiiii", Con la otra mano
empec� a masajearla el cl�toris y el co�o, metiendo dos dedos y sac�ndolos para
volver a su cl�toris. A�ad� un tercer dedo a su ano. Era curioso notar los dedos
entrar y salir de su ano a trav�s de las paredes de su vagina. Me anot�
mentalmente que ten�a que pedirla que hicieramos un tr�o.

La trbaj� el co�o y el culo durante un tiempo, hasta que
estuvo otra vez muy, muy caliente. Me rogaba que le metiera la polla, que le
reventara el culo, que la destrozara, pero yo prefer�a esperar por la
experiencia anterior. Prob� con un cuarto dedo y entr�. Aquello era suficiente,
me puse en pie y unt� algo de vaselina en la punta del cond�n. Dirig� mi polla a
su culo, que ella se esforzaba en abrir con las manos, "Venga, por favor,
met�mela", ped�a, as� que empuj�. Me sorprend� por lo f�cil que entr� hasta casi
la mitad de mi rabo. La dej� dentro, sin moverme, dejando que fuera ella la que
controlaba cu�nto m�s se met�a. Para mi sopresa, agarr� fuerte las colcha de la
cama, apret� los dientes y con un gemido cule� y se la clav� de golpe hasta el
fondo. La agarr� de la cintura dispuesto a foll�rmela as� como a una perra, pero
no me di� tiempo a empezar cuando ella comenz� a culear atr�s y adelante,
llevando mi polla hasta el borde para volver a met�rsela dentro, haciendo adem�s
un movimiento circular. "Me-me corrooo, me corroooo", comenz� a gritar apen�s
acababa de empezar a culear. Sin tocarse, el co�o, sin que yo me moviera, se
hab�a venido en un orgasmo que la deb�a estar matando. Me hubiera gustado decir
que mi poll�n la destroz�, que mi manera de follar era tan buena que casi la
mato de gusto, pero lo cierto es que no llegu� a hacer nada, lo hizo todo
solita.

Sus espasmos fueron largos, menuda corrida estaba teniendo.
Yo me anim� y empec� a culearla tambi�n. Me follaba su culo hasta que mis
cojones daban con su co�o. Nada m�s correrse ella empez� de nuevo a gemir, esta
vez acompa�ando a mis embestidas con su mano en el co�o. Perd� los papeles un
poco, pues mis embestidas empezaban a ser muy bestias, con ganas de met�rsela
hasta la garganta. Ella no protestaba, al contrario, me animaba a que la
reventara y su mano aceleraba el trabajo en el culo. Me la foll� 10 minutos de
esta forma, hasta que me cans� porque estaba casi en cuclillas y los muslos no
me daban m�s de s� (hay que estar en forma para ser un Rocco Sifreddi
aficionado).

La saqu� y la ped� que se tumbara en la cama, agarr� sus
piernas y me las puse en los hombros. Coloqu� la polla en el agujero y empuj�.
Ella volvi� a masturbarse al mismo tiempo, mientras yo la insultaba "Puta, �te
gusta mi polla?, �te gusta en el culo?", ella gem�a de gusto y en nada de tiempo
comenz� a gritar que se corr�a otra vez. De su co�o brot� una gran cantidad de
l�quido, casi parec�a la corrida de un hombre. Sus gemidos eran de aut�ntica
lujur�a y placer, se retorc�a por el gusto. Cuando v� eso aceler� mi ritmo,
apunto de correrme. Justo cuando su orgasmo acababa not� que yo tambi�n me
ven�a. En el �ltimo momento saqu� la polla de su culo y me quit� el cond�n. El
primer chorro de semen me sali� acercando mi polla a su boca, por lo que le
manch� las tetas y la cara en una l�nea de corrida que llegaba a su frente.
Abri� la boca y yo se la met� justo para el segundo chorro, que esta vez si
recibi� entero en su boca. Descargu� bien descargado, deb� de soltar lo que me
parecieron litros, todo dentro de su boca mientras ella gem�a.

No lo trag�, lo mantuvo en la boca. Cuando acab� del todo
rod� a un lado, agotado por la follada. Ella se levant� y se fu� al ba�o, que yo
ve�a perfectamente desde la cama... y mir�ndose en el espejo abri� la boca y
llev� mi semen hasta el borde de su lengua, mir�ndolo, de repente se lo trag�,
poniendo cara de vicio. Luego cogi� con un dedo el que quedaba en sus pechos y
cara y comenz� a lamerlo como si fuera una minga, comi�ndoselo todo. Me qued�
helado porque ella no me hab�a comentado nada acerca de que le gustara
trag�rselo. Vaya con Paulita, parece que guardaba muchas sorpresas. Volvi� a la
cama y fu� directa a mi polla, para met�rsela en la boca. Me plant� un beso en
ella y me dijo "No me ha dolido nada, creo que puedo repetir...".

Me encend� un cigarrillo, pensando en las cosas que pod�amos
hacer a continuaci�n.

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