Para que la marquesa y su hija Uge tuviesen experiencias
similares que contarse y estrechar as� las relaciones materno filiales comenc� a
buscar la ocasi�n de concertarlas servicios parecidos simult�neamente.
Mientras esperaba la ocasi�n oportuna, Lauri me cont� que, a
su vez, hab�a contado al director de las pel�culas porno de la productora para
la que trabajaba que su madre era una buena mamadora y que pod�a ocupar la plaza
de Fluffer (estimuladora) que ella hab�a dejado vacante. Al director le encant�
la idea porque inmediatamente apreci� que para cualquier actor de pel�culas
porno ser�a tremendamente efectiva sobre su masculinidad la idea de que le
mamase la polla la madre de la puta que se iba a follar minutos despu�s ante una
c�mara.
El sueldo ofrecido era bueno as� que acced�, ya que como Bea
se encontraba en espera de que surtieran efecto los intentos de pre�ado por su
marido, Juli�n, ese trabajo era muy adecuado y tan regular que me libraba de
coordinar las citas. As� pod�a ya prescindir de ocuparme de las agendas de dos
de mis trabajadoras.
Acompa�� a Bea y Lauri a las pruebas de aqu�lla. Tras el
maquillaje y la preparaci�n de Lauri, que se coloc� dispuesta a follar con dos
tipos sobre una gran cama, toc� la prueba de Bea: Ten�a que enardecer a los dos
sementales, uno entrar�a en acci�n en cuanto la tuviese erguida y el otro
deber�a demorarse unos tres minutos: Yo ignoraba que tres minutos de rodaje se
convierten en veinte reales por las interrupciones o las tomas falsas.
El hecho es que mi Bea se comport� como una leona calentando
a los tipos con el canal de sus macizas tetas y su boca, cuando �sta no estaba
ocupada ensalzando las virtudes sexuales de su hija a la cual iban a joder de
seguido.
Como ten�a previsto el director, la idea de follar a una
madre y a su hija consecutivamente llev� a uno de los actores, en el colmo de la
calentura, a pedir a Bea la penetraci�n. Mi puta, profesional como ella sola,
inmediatamente pidi� una prima econ�mica que le fue concedida.
No obstante, Bea exigi� penetraci�n anal ya que, explic�,
estaba a la espera de confirmar un embarazo por su marido. Esa declaraci�n,
a�adida a la de ser la madre de la actriz, calent� a todo el personal auxiliar
del rodaje de tal manera que tras terminar la escena, Bea consigui� seis
clientes por libre.
Bea se comport� muy profesionalmente como Fluffer incluso con
el culo, ya que no consinti� que el actor se corriese dentro de ella,
inmoviliz�ndose o, incluso expulsando la polla de su interior cuan intu�a que el
tipo estaba a punto de correrse, as� que se lo dej� a Lauri a punto de caramelo,
de manera que se rod� esa escena en un pis-pas, con una magn�fica toma de la
expulsi�n de semen sobre la espalda de mi putita menor. Hubiera sido magn�fico
el derrame sobre su carita ani�ada, pero como la ten�a enmascarada por su
minor�a de edad, no resultaba atractiva la escena. Ya solo quedaban dos meses
para su 18 cumplea�os y podr�a trabajar a cara descubierta.
La faceta negativa socialmente es que, aunque a Bea se le
subi� el salario un 50%, dos Fluffers fueron despedidas ya que la productividad
de Bea compensaba su ausencia. Es decir, la empresa sac� un beneficio de mi puta
de un 150%. Cosas del capitalismo insaciable.
Despu�s acud� a algo mas complicado. Un cliente de Sunny, mi
puta asi�tica la quer�a comprar como esclava. Yo ya le hab�a dicho a Sunny que
no era su amo, sino su proxeneta, conceptos muy diferentes. Que yo pod�a
traspasarla de chulo como se traspasa un negocio, pero no venderla porque yo era
legal y la Ley lo imped�a.
Ella insisti� en que fuera a negociar porque el trato
propuesto beneficiar�a a su familia en su pa�s de origen. Acud� pues y este fue
el trato alcanzado:
El tipo pagaba tres veces m�s de lo que me cost� Lola, que
fue la permut� con Sunny con un complemento de 6000 euros. Del total yo me
quedar�a con dos terceras partes y Sunny con una que transferir�a a su familia
de inmediato.
La f�rmula legal fue la siguiente: Yo rescind�a su contrato
de puta por la cantidad estipulada para mi parte y en consecuencia ella podr�a
ejercer en libertad, contratar con otro chulo o dedicarse a otro oficio. Ella
por su parte se entregaba libremente en calidad de esclava incondicional al tipo
aqu�l por el resto de la cifra abonada, as� que de perilla para mi. Mi
conciencia estaba salvada y el trato no infring�a la ley desde mi persona, ya
que el comprador si que entraba a delinquir.
As� pas� fugazmente por mi negocio Sunny, que se fue toda
contenta con su amo habiendo dotado a su familia de dinero para varios a�os.
Lleg� el d�a de la boda de Nwin que se celebr� conforme a los
ritos de su tribu. Acud� con todas mis putas y sus familias y lo pasamos en
grande. Tras el banquete nos fuimos a un reservado su flamante marido, ella y yo
y all� la foll� por todos sus agujeros en presencia del esposo, que a�n no la
hab�a catado, para que se fuese acostumbrando a que la utilizaci�n del cuerpo de
aquella mujer no era exclusiva suya. Eyacul� en su boca, bebiendo ella mi semen
sin reparo alguno y se la entregu� para la luna de miel, a cuyo efecto le hab�a
concedido tres d�as de vacaciones. Le record� que si quer�a tener hijos deb�a
avisarme antes para tomar las medidas pertinentes.
D�as despu�s de la boda logr� para la agenda de trabajo de
Uge un servicio que ser�a similar al que ya ten�a apalabrado para su madre la
marquesa de Medina Mediana, Mar�a Victoria.
Fui a buscarla a su mansi�n donde ya la encontr� arreglada y
vestida de puta, pues la hab�a avisado y dado instrucciones el d�a anterior.
Quedaba muy bien con aquel corto vestido rojo tan ce�ido que casi no pod�a
respirar, generoso escote por delante y detr�s, medias de rejilla, zapatos rojos
de alto tac�n y un sujetador sin copas para elevar sus ca�dos pechos, por lo que
se marcaban perfectamente sus pezones y hasta las ar�olas en la fina tela del
vestido. Delante del marqu�s la hice inclinarse para comprobar que no llevaba
bragas y, al observar que ten�a la entrepierna h�meda met� un par de dedos en lo
profundo de su co�o comprobando que no hac�a falta ning�n precalentamiento para
meter una polla all� dentro. Me la llev� rode�ndola de la cintura con el brazo
mientras nos desped�amos de Alfredo, su marido. Por el camino le dije que ese
d�a de puta se llamar�a Vicki.
Llegamos al club privado de swingers conocido por "La Infiel
Insaciable" donde iba a trabajar esa noche por primera y �nica vez en su vida, a
sus sesenta a�os, como ramera.
La recepcionista se hizo cargo de ella y yo me mezcl� entre
los parroquianos para observar la conducta de una arist�crata puta por un d�a.
Nab�a gente vestida, gente medio desnuda, unos buscando pareja y otros
meti�ndose mano o follando ya. Hab�a hetero, la mayor�a y casi todos casados con
su pareja presente, pero no faltaban gays y lesbianas.
Pronto se anunci� un espect�culo de animaci�n y al poco se
present� en mi puta acompa�ada de dos fornidos negrazos. Dud� mucho de que la
fina marquesa aguantase los embates de aquellos dos y menos el final, pero no me
preocup�, a fin de cuentas era un d�a y yo ya hab�a advertido al administrador
del club de su edad. El administrador me dijo que all� no importaba nada eso, no
era un club de profesionales. Por lo general los espect�culos de calentamiento
no exist�an, se los daban unas parejas a otras. O unos grupos a otros. Algunas
veces una exhibicionista aficionada se prestaba a cosas como la de hoy. Vicki
actuaba porque era gratis. Yo la pagar�a una cantidad de mi bolsillo para que la
vieja se hiciera la ilusi�n de haber sido puta por un d�a.
Despu�s de saludar el tr�o, lo negros comenzaron a desnudar
aVicki mostrando todos su atributos descaradamente. Ella se prest� sin reparo a
inclinarse y que le abrieran bien el co�o y el culo entre un corro de
espectadores y espectadoras algunos de los cuales no dudaron en meter un dedo en
los agujeros. Ella ni siquiera se turb� cuando los negros anunciaron que era una
recatada mujer casada con tres hijos y ocho nietos, religiosa practicante y que
asist�a a misa a diario, que era la primera vez que iba a ser usada sexualmente
ante tanto p�blico y que se sent�a satisfecha de ser un objeto de placer a su
avanzada edad.
La marquesa no solo no se conmovi� por que los negros dijesen
de ella esas cosas sino que mostraba una placentera sonrisa mientras era paseada
entre los asistentes para que �stos estrujasen sus m�rbidos pechos, tirasen de
sus pezonazos, amasasen sus nalgas o introdujesen sus dedos en los agujeros.
Una vez bien exhibida y habiendo sido palpada por todos los
asistentes se dispusieron a follarla. No fue empalada de ninguna manera
tradicional. Aquello era un espect�culo, no una batallita privada entre amantes,
y hab�a que ofrecer las mejores vistas de sus penetraciones. Para ello la vieja
fue forzada a adoptar unas posturas que, si no fuera por el gimnasio en que se
cuidaba habitualmente, hubiera quedado hospitalizada sin lugar a dudas. Pero la
puta aguant� ser follada por co�o y culo haciendo casi el pino, con el cuello en
tierra y sus muslotes bien alzados para que todo el mundo observase el mete
saca. Fue muy aplaudida una doble penetraci�n colgada del cuello de uno de los
negros. En fin, aquello casi fue un espect�culo de gimnasia en que la vieja
apenas toc� suelo ni tuvo un momento sin que alguno de sus agujeros estuviese
ocupado. La lasciva vieja no tuvo verg�enza alguna en manifestar los sucesivos
orgasmos de una manera bastante ruidosa para la educaci�n que se espera de una
marquesa.
Los dos sementales se derramaron sobre su boca bebiendo ella
sin dudar todo el ingente semen que fabricaron sus test�culos. Sin darle lugar a
descanso fue follada con el pu�o por co�o y ano, finalizando con un doblete. Ni
en ese momento, con sus dos cavidades invadidas por sendas manazas, perdi� su
pl�cida sonrisa, que se acentu� hasta casi ca�rsele la baba cuando alcanz� su
en�simo orgasmo que, por los berridos que peg�, debi� ser descomunal.
Alguien trajo un gran barre�o de pl�stico y los negros
introdujeron all� a la arist�crata, que no tard� en ser debidamente meada por
ellos mismos y varios voluntarios y voluntarias. Asombroso ver como la sucia
aquella buscaba ansiosa con su boca los chorrillos que le llegaban de todas
partes.
Los negros la llevaron a asearse y regresaron un cuarto de
hora despu�s con el anuncio de que la vieja se encontraba a disposici�n de aquel
o aquella que quisiese usarla y que al final de la fiesta habr�a otra parte del
espect�culo. No tard� en tomarla de la mano una hermosa mujer de unos treinta
a�os que se la llev� a un sof� donde tom� posesi�n de las maduras carnes. A lo
largo de la tarde creo que fue usada por la casi toda la treintena de festivos
viciosos y viciosas asistentes al local.
Para cerrar su actuaci�n, los negros trajeron a un bien
adiestrado perro que puso colof�n a la fiesta ante el alborozo de todos y la
fruici�n de la vieja, que no se perturb� lo m�s m�nimo por ser apareada
p�blicamente por el ano con un animal. Cuando el chucho le solt� la carga ella
qued� desmadejada y durante el tiempo que dur� la abotonadura se convulsion�
espor�dicamente por sucesivos orgasmos. Uno de los negros, para entretenerla
durante el trance, le ofreci� la enorme polla que ella no dud� en sorber hasta
donde le daba su garganta. De no ser marquesa, qu� gran ramera hubiese sido.
Durante el trayecto a casa le cont� que su hija Uge hab�a
acudido a un servicio con un matrimonio, bisexuales �mbos, que despu�s de
follarla quer�an que se la cepillase su pastor alem�n. Uge hab�a protestado por
lo del perro diciendo que eso era una afrenta y que seguramente ser�a la ruptura
de su matrimonio, ya que su marido no consentir�a meter su rabo donde se hab�a
vaciado un animal, pero un buen guantazo la convenci� de reconsiderar el asunto,
m�xime porque si no contaba a su marido todos los detalles de su trabajo,
tampoco ten�a por qu� contarle sus pr�ximas relaciones con animales. El que eso
fuera a ser cosa habitual la puso otra vez nerviosa, pero cuando atenac� la
cadena de su cl�toris por debajo de la falda y tir� hacia arriba mientras le
pon�a al corriente de que todas mis fulanas hab�an sido folladas por animales
sin que mostrasen graves s�ntomas de alteraciones psicol�gicas, se calm�
nuevamente y prometi� hacer su trabajo con la debida diligencia y
profesionalidad.
Tres semanas despu�s Uge hab�a acudido ya a dos servicios con
zo�filos sin discusi�n alguna y supe por ella que sus padres los marqueses
hab�an comprado dos perros para su finca.
Por fin Bea anunci� su primera falta y a los dos d�as se
confirm� su embarazo, ya pod�a atender a los clientes que no quer�an cond�n. Fui
a su casa a darle la enhorabuena y acabamos en la cama con su esposo, Juli�n,
trabaj�ndole el co�o con su evidentemente, f�rtil instrumento mientras yo le
taponaba el agujero que ten�a entre sus suculentas y grandes nalgas oscuras.
Pas� el tiempo apaciblemente, con todas mis putas rindiendo a
tope y lleg� el t�rmino del contrato de Uge, que se reintegr� a su vida
familiar. No por eso perdimos el contacto. Con frecuencia requer�an a mis putas
para participar en sus org�as, a las que ya incorporaban a los marqueses, sus
perros y hasta al confesor de la marquesa. En ocasiones me incorporaba yo, sin
cobrar nada. Esas veces me monopolizaban Vicki, la sesentona marquesa y la
hermosa amiga que conoci� en su d�a de ejercicio como puta. Esa amiga se llamaba
Teresa y puede que un d�a os cuente mis relaciones con ella.
Creci� la barriga de Bea y eso transform� su vida. Por un
lado un cliente fetichista la contrat� para todos los fines de semana trat�ndola
como si fuese su esposa. Como el tipo era millonario, los fines de semana de Bea
eran muy agradables y los emolumentos considerables. Por otro lado, la
productora de porno la ofreci� un contrato para trabajar en las pel�culas, en
general junto a Lauri, cuando su barriga llegase a los siete meses y, tras el
parto, hasta que se le retirase la leche. Juli�n se puso un poco celoso del
�xito de su esposa, pero poco ten�a que objetar al dinero que entraba en su
hogar.
La venta de Sunny, el fin del contrato de Uge y la entrada
plena de Bea y Lauri en el cine porno hizo que la atenci�n a mis fieles clientes
habituales dejase mucho que desear. Solamente Nwin trabajaba a domicilio y hotel
con dedicaci�n exclusiva. Pero ella era negra negr�sima y Bea y Lauri eran
mulatas. Hay tipos a los que, incomprensiblemente, no les gusta ese color y
empezaron a acudir a la competencia.
No tuve m�s remedio que abordar la adquisici�n de un par de
ejemplares blancos y, al menos, un asi�tico para renovar la plantilla.
En otra ocasi�n os contar� esas andanzas y de c�mo Uge se
reincorpor� al oficio de forma definitiva.
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