APRENDIENDO DE LOS MAESTROS. (I)
Mi hermana estaba en la piscina tomando el sol en top less
tan ricamente, tan tranquila la muy guarra. Tenia una tetas enormes,
autenticamente descomunales ( como que se las habia operado un par de veces
desde que habia cumplido los 21), tiesas, erguidas y criminalmente excitantes.
Sus pezones eran gigantescos, aquello mas que unas tetas parecian un par de
botijos. A mi me daba mucha verguenza, pero lo cierto es que aquello me ponia
como una moto, as� que solia subir a mi cuarto a pajearme mirandola. Yo no lo
veia como nada inmoral o pervertido. Eran las unicas buenas tetas a mi alcance,
y hacerse pajas en tiempo real es lo mas divertido, � o no?. Adem�s,cuando
tienes 20 a�os bien cumpliditos y todavia eres virgen, los limites de lo debido
y lo indebido se difuminan bastante.
Tan abstraido me encontraba en mi estimulante tarea, que no
me d� cuenta de que mi madre entraba en mi cuarto a guardar algo de ropa limpia.
- � Que haces junior?.- Pregunt� como si tal cosa. Yo me
qued� petrificado, con mi polla tiesa en la mano. Debia llevar ya unos segundos
all�, y yo no pod�a ocultar lo que estaba haciendo. Pero era peor a�n. Yo estaba
apoyado en el alfeizar de la ventana, mirando hacia abajo, y lo �nico que habia
abajo eran las tetas de mi hermana. �Su hija!. Pens� en suicidarme. Se aproxim�
a la ventana y mir� por ella.
- Ah, tu hermana. Logico. Si va por ah� provocando, � que
quiere?. La verdad es que con la operaci�n le ha quedado un pecho muy bonito.
Sigue, sigue. No te molesto mas.-
Me falt� un segundo para entrar en shock. � Se lo tomaba con
aquella naturalidad?. Yo seguia paralizado mientras ella seguia guardando la
ropa. Antes de irse volvi� a reparar en mi, y vi� que seguia quieto.
- � Que te pasa tonto?.�Por que no sigues?.� Te da verguenza
que tu madre te vea haciendote una pajita?. Si es lo mas natural del mundo
tont�n, y ya no eres ning�n ni�o. Venga hombre, si es tu hermanita, lo mas
logico es que tu tambien puedas disfrutarla.-
Yo seguia catatonico perdido.
- Anda hombre, yo te ayudo, tu solo mirala y correte a gusto
tont�n.-
Y sin m�s ni m�s, la mano de mi madre empu�� mi poya, que ya
estaba completamente flaccida por el susto. Ella me mir� sorprendida.
- � Que te pasa?. Ah, claro. Desde tan lejos seguro que no
puedes verla bien. Espera, que la llamo.- Y la t�a abri� la ventana y empez� a
dar gritos llamando a mi hermana.
- �Susan, Susan, subete un momento al cuarto de tu hermano!.-
- � Voy mama!.- Grit� mi hermana desde abajo. Y eso casi me
mata. � Ahora las dos lo sabrian!.
- Ya veras que bien junior, con ella cerquita esto te lo
acaba mami en un segundito.- Decia la tia como si me fuese ha hacer un bocadillo
de nocilla. Me moria escuchando las pisadas de los pies descalzos de mi hermana
subiendo las escaleras.
- � Que quieres mama?.- Pregunt� ella al entrar por la
puerta. Estaba preciosa, con su cabello rubio recogido en dos coletitas, y su
casi metro ochenta y cinco de estatura. Toda una valkyria al lado de mi metro
setenta. Por lo menos se habia tapado un poco con una camiseta.
- Anda cari�o, sientate ah� y ense�ale las tetas a tu
hermanito, que se estaba haciendo una pajita a tu salud, y yo se la voy a
terminar.-
- �Jo, mami!. Es que ahora est� lo mejor del dia para ponerme
morena. � Que le pasa a este idiota?.� No se las puede hacer como siempre,
mirandome en la piscina?.- Creo que mi coraz�n ya no latia.
- Venga, no seas egoista, que es tu hermano peque�o. Para ti
ser� un segundo, adem�s se la voy a hacer yo y ya ver�s como tardo muy poquito.
Tu siempre te corrias en seguida cuando te hacia deditos.-
- �Jo mami!. Es que hace mucho que no hace sol.- Dijo ella
haciendo pucheritos.
Sin duda atraido por la conversaci�n, mi padre hizo su
entrada en escena. Ahora las cosas volverian a su sitio. Me pegaria un par de
bofetones, y todo volveria a ser normal.
- � Que pasa familia?.- Pregunt� al entrar por la puerta,
imponente con su espesa barba canosa y la enorme tripa que asomaba por encima de
sus bermudas. Parecia un oso de pecho velludo y brazos como jamones.
- Nada cari�o, que esta tonta no quiere ense�arle las tetas a
su propio hermano para que yo le acabe una pajita, por que dice que quiere
aprovechar el sol.- Dijo mi madre con total naturalidad.
- Pues nada de eso se�orita. � Quien pag� esa operaci�n de
pecho?.- Pregunt� el con seguridad.
- Tu papi.- Respondi� mi hermana con rostro compungido y
mirando al suelo como una ni�a mala.
- � Y en que habiamos quedado?.-
- Que si tu la pagabas, tu tendrias derecho a disfrutar de
mis tetas cuando quisieras.-
- Pues ese era el trato, y si no te gusta me devuelves los
12.000 Euros y en paz, yo me quedo con mi dinero, y tu con esas fantasticas
tetas que son demasiado buenas para tu familia.-
- Jo papi, que ya sabes que necesito el dinero para la
entrada del fiat.- Dijo ella con tono de tontita.
- Pues entonces ya sabes lo que te queda, compartir con tu
familia.- Dijo mi padre tajante.
- Valeeee...- Dijo ella, asintiendo y quitandose la camiseta,
mostrandome aquellas tetas enormes y perfectas de quirofano.
Mi madre empez� a menearme la poya, y entre aquella visi�n
magnifica, y aquel suave movimiento, se me puso tiesa enseguida. Mi madre
apretaba la poya con suavidad, y mantenia un ritmo constante y agradable. En sus
tiempos debia haber sido una pajillera experta, y me estaba haciendo la mejor
paja de mi vida. Era un cosquilleo que me subia hasta las tripas, con un placer
que yo ni habia so�ado. Todo el cuerpo me hormigueaba, y tenia convulsiones de
puro placer. Placer en estado puro.
Pero las cosas no habian acabado, por que mi padre se habia
puesto cachondo tambi�n, y mientras mi madre me pajeaba habia empezado a
toquetear las tetas de mi hermana.
- � Sabes que Susan?. Que creo que yo tambi�n voy a amortizar
un poco mi inversi�n. Anda, tumbate.- Dijo empujandola sobre la cama con cara de
salido y voz en tono de broma.
- Pst.- Dijo ella indiferente.
Y el tio se sac� su poya, un pedazo de tranca enorme y llena
de pelos, y se coloc� a horcajadas sobre mi hermana, su hija. Empu�� su poya y
la puso entre las tetas de mi hermana, que apret� con fuerza con sus manazas,
aprisionando su tranca. Empez� a agitarse delante y atr�s, usando aquellas
magnificas tetas como un co�o sustituto. El gemia y mi hermana se mantenia del
todo indiferente, mientras mi madre me sacudia la poya entre risitas.
- Anda Lucy, traete al chico, que nos vamos a correr los dos
sobre Susan. � Dicen que el semen es genial para la piel!.-
Y as� sin mas, mi madre me arrastr� tirando de mi poya hacia
mi hermana, y los dos nos corrimos a la vez sobre la muy guarra, el en su
cuello, y yo sobre su cara. Entonces, mi hermana, sin m�s, se volvi� a la
piscina tras limpiarse un poco nuestra leche con la camiseta. Mi madre volvi� a
la cocina a seguir planchando, y mi padre y yo nos quedamos tumbados en mi
habitaci�n.
- � Que chaval, que tal ha estado?.- Me pregunt� mi padre
sonriente.
- Pfffff, genial papa, gracias por convencerla.- Dije yo
sinceramente agradecido.
- No ha sido nada.- Dijo el quitandole importancia.
- � Que tetas, papa, pero que tetas�.- Dije yo orgulloso de
mi hermana.
- Jejejeje- Ri� el mientras se levantaba para irse de nuevo a
su despacho- � Pues si supieses como folla la muy puta!.-
( Adaptado libremente, ( muy libremente) de una escena
c�mica)