Relato: El favor de mi mejor amiga... Dos grandes amigos quedan en una popular discoteca, y acaban
descubriendo los grandes placeres que pueden obtener juntos.
La historia comienza hace casi dos a�os, cuando dos amigos,
que se conocen del instituto empiezan a tener largas charlas nocturnas a trav�s
del Messenger. Al principio t�pica charla de amigos, poco a poco esas charlas se
van haciendo cada vez m�s �ntimas hasta que los dos amigos se dan cuenta de que
la intimidad ya no existe entre ellos, cosa que les encanta. Se conocen mucho,
quiz� demasiado, y los dos saben perfectamente como disfrutar el uno con el
otro.
Tiempos dif�ciles para ella, que tras varias peleas con el
que ha sido su novio durante casi dos a�os, termina decidi�ndose a dejar, puesto
que est� harta de pelearse con �l y no quiere hacerse m�s da�o a si misma. A
pesar de haber sido ella la que le dej�, est� destrozada; era la persona a la
que m�s quer�a, y pas� alg�n tiempo antes de que se recuperase, sobre todo
gracias a la ayuda de su mejor amigo.
Ella era una chica muy hermosa, no ten�a ning�n problema a la
hora de ligar con quien quer�a, y decidi� no volver a tener nada serio con
nadie, por lo menos de momento, ya que no quer�a volver a sufrir tanto como lo
hab�a hecho. Pas� una buena temporada disfrutando del sexo con quien ella
quer�a, y siguieron las charlas �ntimas con su mejor amigo, el cual el pobre, no
ten�a la misma suerte que su amiga a la hora de ligar.
Un d�a, ella decidi� que quer�a recompensarle por toda la
ayuda que �l la hab�a dado siempre que ella lo hab�a necesitado y sobre todo
tras dejar a su novio, y qued� un s�bado por la noche con �l, en una c�ntrica y
popular discoteca de la ciudad. �l, ajeno a las intenciones de su amiga acudi� a
la cita con total normalidad; no era la primera vez que quedaban en aquel sitio
para bailar y divertirse un poco, por lo que no se esperaba nada de lo que a
continuaci�n iba a suceder.
Ella empez� a bailar m�s como de costumbre, la encanta bailar
y adem�s lo hace de maravilla. La m�sica aquel d�a era ideal para moverse,
parec�a que el Dj de la discoteca se hubiese olido lo que iba a pasar y hubiese
seleccionado esas canciones aposta. Ella termin� por subirse a uno de los dos
grandes barriles puestos a modo de plataforma de baile en el centro de la
discoteca. �l se qued� abajo hasta que ella lo inst� a subir. Ella bailaba, �l
lo intentaba, porque ese no era uno de sus puntos fuertes, la verdad, pero se
dejaba llevar por los movimientos de ella y al final consigui� algo parecido a
bailar. Sus movimientos eran terriblemente sensuales, bailaba muy cerca de �l,
agarr�ndosele, su culo rozaba su entrepierna, ella le pasaba sus manos por todo
el cuerpo�, ella pretend�a excitarle y estaba empezando a conseguirlo, pero era
una de las discotecas m�s populares de la ciudad, demasiada gente conocida, y la
gran timidez que pose�a �l le llevaron a bajarse de la plataforma.
Ella, extra�ada se agach� y le pregunt� que pasaba, a lo que
�l respondi�: Me est�s poniendo malo con esos movimientos. Entonces ella,
divertida viendo que hab�a conseguido lo que pretend�a le dio un repentino beso
en la mejilla, pero no un simple beso de amigos, un beso h�medo, pre�mbulo de lo
que aquella noche iba a pasar. �l se asombr�, pregunt� que porqu� el beso, y
ella respondi� con otro en los labios. �l flipaba, no acertaba a decir ninguna
palabra, al menos reconocida en alg�n idioma mundial, y ella aprovech� el
momento para sacarle fuera. Se fueron a un rinc�n donde nadie pudiese verlos y
entonces ella le dio uno de los besos con lengua m�s sensuales que hubiese
podido imaginar. Tras un buen rato bes�ndose, se separan y �l acierta a decirla
que est� muy caliente, a lo que ella responde afirmativamente. Ella le cogi� de
la mano y lo llev� a su casa.
Tardaron bastante en llegar, puesto que viv�an los dos lejos,
y adem�s, se paraban cada poco para besarse. Cuando llegaron, ella, que decidi�
que ser�a ella quien controlar�a la situaci�n, le tir� en la cama y empez� a
desnudarlo muy sensualmente, y despu�s �l hizo lo propio con ella. La quit� ese
vestido tan sumamente sexy que llevaba, dej�ndola en un sensual tanga. Ella le
cogi� la polla que llevaba rato dura, y tras chuparla unos segundos, se la meti�
dentro de su chorreante co�o. Empez� primero muy despacio, luego fue acelerando,
hasta que ella se corri�, y �l estaba a punto de hacerlo. �l la sac� de su co�o
y ella cogi� y le hizo una breve pero tremenda mamada hasta que se corri� en su
boca, tal y como ella hab�a querido. Despu�s de esto, se limpiaron un poco, y
ella le acompa�� un rato a casa. A medio camino ella le pregunto que le hab�a
parecido su primera vez y el respondi� que fue todo un honor haber perdido la
virginidad con ella, y la pregunt� que le hab�a parecido a ella, a lo cual
respondi� diciendo que, sinceramente, hab�a sido uno de los mejores polvos de su
vida, en gran parte por lo especial de la persona. Se fundieron los dos en un
largo, profundo y apasionado beso de despedida, y cada uno se fue para su casa.
Ninguno de los dos durmi� nada en lo poco de noche que a�n quedaba.
Despu�s de esto, los dos siguieron siendo igual o incluso mas
amigos que al principio, y de vez en cuando lo repet�an; pero, eso, ya es otra
historia.
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Relato: El favor de mi mejor amiga...
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