Relato: Combo Macho Rustico COMBO mACHO RUSTico
Mi historia comienza con el deseo de comprar un autom�vil.
Revisando los clasificados de la prensa matutina, durante el desayuno, me
intereso en un par de veh�culos acordes a mi edad y gusto. Tengo 26 a�os y
disfruto mucho de los veh�culos r�sticos. Luego de hacer contactos con los
posibles vendedores; un s�bado decido visitar a tres personas y ver sus
veh�culos. En la ma�ana, hab�a visto los dos primeros r�sticos, sin �xito. Ya
casi a mediod�a me decido llamar al tercer vendedor y confirmar que ir�a a su
casa.
Extra�amente me agrad� mucho el tono de voz de la persona al
tel�fono, me empec� a imaginar como ser�a esa persona. Al llegar a la casa,
llamo a la puerta. En ese mismo momento, a trav�s de las rejas de la casa, veo a
un hombre muy varonil, que me pregunta desde luego a qui�n buscaba. Le respondo
que vengo por el Machito (As� se le llama en Venezuela a un veh�culo todo
terreno de TOYOTA), �l me responde que era el due�o, que pasara adelante, y me
abre la puerta. En ese momento, estaba como idiota observando y detallando unos
pectorales �nicos, unas piernas torneadas y semivelludas, una espalda super
ancha y ni hablar de la entrepierna que not� detr�s de la reja.
Con la mano mojada de lavar los autos de su casa, el hombre
me saluda y se r�e t�midamente. Pude observar mejor su cara, ya no le miraba
otra cosa. Me imaginaba que ten�a unos cuarenta a�os y me preguntaba como pod�a
tener ese cuerpo tan perfecto y una sonrisa tan especial. Me invit� a pasar, me
ofreci� un vaso de agua, hablamos detalles del veh�culo; luego nos interrumpi�
su esposa y sus dos gemelos, un par de ni�os de 6 a�os. Mientras jugaba con el
bal�n de f�tbol con los ni�os, la esposa de aquel macho le comentaba que se ir�a
a casa de su madre a dejar a las cr�as y luego ir�a al sal�n de belleza, se
despidi� muy cari�osamente del marido y se fueron en el auto que �l reci�n
terminaba de lavar.
Yo pensaba esto es demasiada tentaci�n, este hombre y yo
solos aqu�. Bueno, de alguna manera intent� distraerme, ya me estaba calentando,
no pod�a dejar de mirarlo, estaba como hipnotizado. Me ense�o el veh�culo
completo, ni recuerdo que detalles me dec�a. �l ten�a planeado cambiarle el
aceite ese d�a al veh�culo y me propuso que se lo cambi�ramos juntos, de esa
forma me demostraba como �l cuidaba esa camioneta.
Acept�, y ah� estaba con mis jeans y sin camisa debajo del
veh�culo con ese macho tan cerca, que pod�a oler y medio rozar cuando nos
pas�bamos las llaves. Ya me sent�a super caliente, el interior me molestaba, en
cualquier momento ten�a una erecci�n grandiosa, me estaba controlando demasiado.
Ya no aguant� m�s hasta que lo vi agacharse y tuve sus nalgas en toda su
humanidad a mi vista y me perd�a en el camino de la ingle que terminaba en su
entrepierna. El interior me delat�, me tuve que me acomodar mi miembro y en ese
momento aquel macho se levanta y me observa un poco extra�o, casi me muero.
Finalmente, cambiamos el aceite y me invit� a tomar un
refresco. Sentados en el jard�n trasero de su casa, seguimos hablando, ya me
sent�a menos nervioso. Son� el tel�fono, �l entro a su casa a contestar y yo
segundos despu�s por educaci�n llev� los vasos a la cocina. Mi sorpresa al salir
de la cocina, con mi playera en la mano, es ver una actitud un poco extra�a,
aquel macho se estaba metiendo la mano dentro del short mientras hablaba por
tel�fono, en ese momento se lo baja m�s de lo normal y deja ver una verga
cabezona de muy buen calibre, como me la imaginaba detr�s de la reja. Le dio
pena y se medio asust�, pero yo no pude evitar seguir mirando su paquete e
inconscientemente me agarr� mi verga. Decid� jug�rmela, total ya estaba ah� con
la playera en la mano, ambos semidesnudos y yo con la verga a mil por hora.
Me le acerco acarici�ndome y veo como su bulto le va
creciendo, el tipo estaba m�s nervioso que yo. Me le acerco y nos quedamos
quietos inm�viles un par de minutos. Luego, empec� a besarle una tetilla y le
acariciaba la espalda. Me tom� de la mano, llegamos a la sala, seguimos el
juego, esta vez �l estaba m�s animado, nos besamos en la boca, el cuello, me
dej� besarle la espalda, los pectorales, mientras le acariciaba el paquete y
sent�a su calor. Hasta que se intimid�, y comenz� a decirme que no pod�a seguir,
que estaba pasando algo que no hab�a experimentado antes y que lo que m�s le
asustaba es que le gustaba. S�lo lo bese de nuevo y le dije al o�do d�jate
llevar por lo que te sientes. En ese momento, le sigo besando el pecho y decido
recorrer con mi lengua el camino de su ingle marcada y termin� con la boca en el
glande de su pene circunciso.
Comenc� a darle placer y sent�a como se estremec�a, me tomaba
la cabeza para que no parara, mientras yo recorr�a con mi lengua su glande, su
tronco y me introduc�a sus bolas en mi boca. El comenz� a tocarme el pene, y de
alguna forma inexperta intent� mamarme la verga, al final lo hizo muy bien.
Estuvimos largo rato en la sala de su casa, me montaba encima de su pene, para
que mi orto sintiera su glande y sus l�quidos, me mov�a como si tuviera sus 20
cm dentro de mi, internamente lo deseaba, quer�a que me diera una buena
revolcada. Segu�a disfrutando de su cuerpo, de sus labios, de sus nalgas de
acero y de su pene. No pod�a resistirse, en varios momentos, sent�a que se ven�a
y cambiaba a otra zona, no pod�a dejar que ese hombre no acabara a la vez
conmigo. Inesperadamente, �l tom� el control, comenz� a darme otra mamada, era
buen alumno una sola clase le bast�, yo me mov�a para que llegara a mi culo y
sent�a como me penetraba con su lengua. Me sent�a super dilatado, le ped�a que
no parara y que me penetrara con sus 20 cm. Yo estaba full excitado, le pregunt�
si quer�a penetrarme. Me contest� con un beso, algo que no imaginaba, me levant�
del suelo.
Subimos al segundo piso, �l me dej� en el sof� cama del
cuarto de juegos de los ni�os y regres� con un par de condones; internamente
estaba complacido aquel macho me enterrar�a sus 20 cm. Yo mismo empec� a dilatar
mi ano, �l continu� con el trabajo, me introduc�a un par de dedos, mientras me
besaba el cuello. Yo estaba completamente arqueado a sus deseos. Me toc� el orto
con el glande de su pene, yo lo mir�, me mir� con picard�a y me dio el cond�n
para que se lo pusiera. Empez� a penetrarme de frente lentamente, yo estaba lo
suficientemente excitado para gemir como loco, me dol�a un poco, era incomodo
una verga tan grande, comenz� a moverse y me la enterraba completamente hasta
que sent�a sus bolas rebotando, �l tomaba mi verga y me pajeaba; Yo me agarraba
a sus nalgas, ya no pod�a m�s.
Le ped� que me penetrara de espalda, ya en cuatro, recib� esa
masa de carne con m�s fuerza, no me perdono y me la enterr� de una vez, luego la
saco por completo y la met�a de nuevo, sin problema, me lubricaba con su saliva
y con la m�a cuando me daba su dedo a chupar. Dej� de penetrarme, me levant� y
me bes�, ahora el que quer�a guerra era �l. Me pidi� que lo penetrara, no lo
pod�a creer con esa cogida que me dio ya ni me quedaban fuerzas. Comenc� a
besarlo de nuevo, y me fui directamente a su orto, comenc� a lamerlo e
introducirle mi lengua y mis dedos, not� que le molestaba, pero no me pidi�
parar por lo que segu�. Me coloqu� el cond�n y le ped� una crema humectante de
su esposa, se extra�o. Me trajo la crema, y con eso termin� de dilatarlo, le
introduje la cabeza lentamente, mi pene mide como 17cm y es grueso, se retir�,
le dol�a.
Yo sin decirle nada, se acomod� de nuevo y Yo segu�
lentamente penetr�ndolo, lo deje adentro un par de minutos mientras le
acariciaba el pene con la crema de su esposa. Se relaj�, y comenc� a bombear, se
lo enterraba poco, hasta que me pidi� que se lo hiciera con m�s fuerza. Se lo
enterraba dur�simo, le levantaba las piernas y segu�a meti�ndoselo fuertemente,
hasta que v� como sal�an chorros de leche de su inmensa verga erecta y me ca�an
en el pecho. No aguant� m�s, y liber� mi verga del pl�stico, y me vine encima de
�l. Como describir ese momento, fue una verdadera explosi�n resultado de toda la
excitaci�n del d�a con este macho. Nos quedamos est�ticos, nos abrazamos,
comenc� a limpiarlo con mi lengua, era una mezcla de sabores su semen y el m�o
juntos.
Completamente sudados, me ofrece una ducha, nos ba�amos
juntos, nos besamos y casi se inicia el fuego de nuevo. Decidimos detenerlo, su
esposa podr�a ya estar de regreso. Nos vestimos, �l recogi� cualquier evidencia
que pudiese culparlo, y nos quedamos en su sala bes�ndonos.
Finalmente, le coment� que quer�a comprar su r�stico y
cerramos trato. Compr� su carro y de alguna forma el servicio t�cnico, si
adivinaron bien, los cambios de aceite los hago con �l. Disfrutamos mucho
estando juntos, pero igual a veces siento que no es justo con su esposa y mucho
menos que Yo me preste al juego de involucrarme poco a poco con su familia.
Son libres para comunicarme lo que sientan al leer esto, y
son bienvenidos sus consejos.
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Relato: Combo Macho Rustico
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