Nuestra vida y plenitud sexual comenz� el d�a que llego una
carta de "+D2", conocido bar liberal de la capital en que vivimos, Zaragoza,
recordamos entonces haber dado nuestros datos a una encantadora relaciones
publicas de cuerpo excepcional, que tras habernos visto asiduamente por el local
en el ultimo a�o nos comento que de vez en cuando se organizaban algunas fiestas
privadas con buen ambiente fuera del local, parec�a que nosotros encaj�bamos
dentro del perfil de gente que asist�a a las mismas y nos sugiri� que no
perdi�ramos la oportunidad de asistir. Os preguntareis que cual es ese perfil
del que hablo, pues bien, empezar� por mi mujer (las damas primero), ella es una
preciosa mujer alta de grandes pechos, sin ser de excesivas curvas esta bien
moldeada y tiene un culo realmente apetecible, adem�s disfruta de una sana y
reconocida bisexualidad, y yo...,yo soy un chico de estatura mediana, incluso
baja, de complexi�n fuerte y un miembro que hace honor a la ley de la "L", ya
sab�is, por otro lado tengo tendencias bisex que ya he disfrutado plenamente, en
fin..., me estoy entreteniendo, aproximadamente esto es lo que pudimos leer en
aquella carta que tanto altero nuestros instintos:

Tras la lectura de la carta la carta una sensaci�n de
incertidumbre y excitaci�n a la vez invadi� mi cuerpo y creo que tambi�n el de
mi mujer ya que esa noche devoro mi cuerpo como nunca. Las conversaciones a lo
largo de la semana se suced�an terminando en un �nico tema "ir o no ir",
finalmente la curiosidad pudo mas que nada y me encontr� llamando a Ana para
confirmar nuestra asistencia.

Llego la semana anterior a la fiesta y el ambiente en casa
estaba al rojo, mi mujer tra�a bolsas de tiendas de lencer�a que no me quer�a
ense�ar, fue a la peluquer�a, a depilaci�n, incluso se dio una sesi�n de rayos.
Yo por mi parte intente sin �xito perder algo de peso, tambi�n compre alg�n que
otro slip e incluso un tanga sorprendi�ndome a mi mismo.

Por fin el viernes llego, termine mi trabajo con la
excitaci�n de un ni�o ante un d�a en el parque de atracciones y sal� disparado a
buscar a mi mujer. Tras una buena ducha (fr�a), recogimos las maletas y
comenzamos el viaje, no tardamos ni dos horas en llegar a aquel pueblecito
perdido en mitad del monte. Seg�n me hab�a informado era un pueblo abandonado
donde hab�an reconstruido un par de casa rurales para el turismo de la �poca
estival. Una de ellas permanec�a cerrada en aquellas fechas y la otra
evidentemente deb�a ser la nuestra, "La Forca".

Nos plantamos ante el port�n de un precioso caser�o
restaurado, llame al timbre mientras un escalofr�o me recorr�a el cuerpo, se
abri� la portezuela de la mirilla y la sonriente cara de Ana relajo mi
inquietud.

La idea no me cayo muy en gracia, sin embargo tras
pensarlo unos segundos..., mi mujer ya hab�a pasado alguna noche "fuera" y
no era el momento de tener una mente estrecha sino todo lo contrario. Ambos
nos desnudamos hasta quedar en ropa interior ante los ojos de nuestros
anfitriones y por fin pude ver el modelito que mi mujer hab�a estado
ocultando con tanto celo, un cors� negro ci�endo su cintura, el cual
terminaba en una copas donde se apoyaban sus enormes pechos que quedaban
cubiertos apenas por debajo de la mitad, le acompa�aba un escueto tanga que
dejaba adivinar un co�o rasurado y a los lados dos preciosas medias sujetas
por las ligas que bajaban del cors�, �me la hubiera comido all� mismo!

Estaba lanzadisima , me estaba impresionando; Yo tambi�n
escog� y obtuve la 12, Ana me tomo de la mano y se ofreci� a acompa�arnos,
bajamos unas escaleras y llegamos a un pasillo donde estaban la
habitaciones, cre� escuchar algunos jadeos saliendo de la 4 lo cual me hizo
sonre�r inconscientemente.

Mi mujer me dio un beso con lengua "hasta luego" y se
meti� dentro.

Comenc� a sentir una excitaci�n que me provoco una
erecci�n que apenas sujetaba mi slip, mierda..., esto para ayudar a lo tenso
y morboso de la situaci�n.

Abr� lentamente la puerta y pase dentro, del ba�o
sonriente sal�a una bella mujer que ya hab�a visto alguna vez en el local de
Zaragoza, siempre me hab�a atra�do aunque jamas hab�a disfrutado de su
compa��a, era una mujer de unos 50 a�os muy bien conservada, morena de ojos
grandes y marrones, superaba ligeramente mi estatura al igual que mi mujer.
Comenc� a descender mi mirada desde su pelo corto recorriendo todo su cuerpo
en unos segundos eternos, lucia un precioso sujetador de encaje blanco que
transparentaban dos pezones bordeados por unas amplias aureolas oscuras, si
bien no eran unos grandes pechos se intu�an duros y ligeramente ca�dos hacia
arriba, extra�a condici�n para una mujer de su edad.

Su vientre al igual que sus piernas se conservaba
magn�ficamente, bronceado por el sol ,hacia resaltar unas braguitas de
encaje bajitas de cintura. Dos zapatos de tac�n alto terminaban una faena
que promet�a ser larga y placentera.

Cuando recupere la mirada me encontr� con unos ojos que
tampoco hab�an perdido el tiempo concentr�ndose con descaro en mi erecto
paquete.

Al contacto de su piel todo mi cuerpo se estremeci�, me
abrazo ligeramente y yo de modo t�mido le correspond� disfrutando unos
breves instantes de sus labios. Ol�a de un modo delicioso, embriagador. Todo
aquello era tan raro, era una especie de encerrona con altas dosis de morbo
y sin embargo me volv�a a sentir con la timidez e inocencia de un
adolescente en su primer encuentro con el otro sexo.

Esto supero a todo, acabo de cortar o mas bien calentar
el hielo inicial que llenaba la habitaci�n. Rode�ndola con los brazos
disfrute de sus labios y poco a poco nuestras lenguas empezaron a
encontrarse, comenzando el jugueteo de manos que discurr�a por nuestros
cuerpos. No tardo mucho en descender una de sus manos hasta mi slip, palpo y
recorri� sobre la tela toda la longitud de mi pene, levanto ligeramente la
goma, el guerrero harto de mantenerse aprisionado y en continua erecci�n
salto como un resorte dejando a la vista el capullo enrojecido, golosamente
lo observo separ�ndome de sus labios y comenz� un jugueteo tortuoso con sus
dedos, acariciaba el frenillo con tal delicadeza que me obligaba a
retorcerme de placer. Ya no necesitaba mas, el momento, el morbo desde que
entre en la casa, el cuerpo de Ana, mi mujer desnuda en manos de otro,
Laura, era demasiado, mas de lo que pod�a aguantar, me venia.

Se deslizo entre mis brazos y el contacto de sus labios
con mi glande supuso mi descarga irremediable, trago todo el liquido espeso
que inundo su boca paladeando con deleite el fruto de su trabajo.

Laura se recost� sobre mi y abri� el sobre, esto fue lo
que encontramos:

Querida parejita:

No acababa de entender todo aquello e imagino que mi
mirada perpleja alerto a mi dulce acompa�ante.

Yo tambi�n me re�, me atra�a la idea y el juego me
parec�a un buen comienzo

Yo me sent� y comenc� a lavarme observando sus
movimientos, comenz� a desenroscar la pera de la ducha y despu�s comenz� a
lavar bien con jab�n la junta y parte de la manguera de goma.

Me coloque con los codos sobre el lavabo, con el culo en
pompa, dispuesto a sus artes, me levanto un pierna poni�ndola sobre el lado
de la ba�era, dejando mi culo bien expuesto, unto el dedo en crema y comenz�
a pasarlo por mi ano, estaba fr�a lo que me hizo encoger el culo.

Me sent� como ella me dijo, con las piernas medio
separadas y el borde la ba�era a la altura de la mitad de mis muslos,
dejando mi culo disponible, tomo la manguera, y dejo salir el agua, cuando
alcanzo una temperatura agradable y un flujo no muy abundante la unto por
fuera con un poquito de crema.

Acto seguido, en un movimiento r�pido tenia metida
aquella goma en el ano, me doli� al entrar pero luego se deslizaba
suavemente por mi interior inund�ndome por dentro. No tarde en notar la
sensaci�n de hinchaz�n.

Tuve que repetir tres veces mas el mecanismo hasta
encontrarme limpio por dentro. Deje todo limpio y la invite a pasar.

Me arrodille ante ella y le fui retirando esas diminutas
bragas que tanto me hab�an atra�do, dejando al descubierto un precioso co�o
rasurado, a excepci�n de un peque�o tri�ngulo en su parte superior. Abri�
ligeramente sus piernas para mostrarme todo su esplendor, acerque mis dedos
separando ligeramente unos labios mayores abultados, estaba h�meda de la
escenita en la cama y sus flujos aun emit�an ese olor fuerte y
caracter�stico. En la coronaci�n un cl�toris sobresal�a bastante para no ser
un momento de gran excitaci�n, pase ligeramente mi dedo por el y ella me dio
un manotazo.

Se apoyo igual que yo dej�ndome a la vista su precioso
culo, observe su aureola ensanchada, sabia que los juegos anales no eran
nuevos para Laura pero ahora empezaba a sospechar que era una experta. Dos
dedos se colaron sin dificultad tras embadurnar su ano con crema, los
deslice aumentando el ritmo hasta encontrar alg�n jadeo por su parte, iba a
dirigir mi boca a su rajita cuando de nuevo me paro.

Se trago medio metro de manguera sin forzar y me obligo a
dejarla sola. Sal� al cuarto y espere impaciente su reaparici�n en escena.

Regreso desnuda y sonriente a mis brazos

Respond� inmediatamente cumpliendo sus ordenes, �gilmente
se subi� sobre mi en un magnifico 69 que dejaba a mi alcance lo que antes me
hab�a sido negado, comenc� a recorrer su hendidura con mi lengua paladeando
su sabor y poco a poco fui recorriendo todos sus pliegues, los jadeos no
tardaron en llegar, suyos y m�os, ya que mi miembro estaba siendo rodeado de
caricias por una lengua h�bil como ninguna, recorr�a toda su extensi�n
centr�ndose de vez en cuando en el glande para volver a descender despu�s
hasta su base. Cuando percib� sus primeros jugos en mi boca decid� ac�rcame
a ese cl�toris prominente que tanto me hab�a gustado, me centre en �l,
lami�ndolo, succion�ndolo, disfrutando de cada convulsi�n que produc�a en
Laura. Decid� introducir entonces uno de mis dedos al que no tardo en seguir
otro mas, no pod�a parar de juguetear con mi lengua en aquel cl�toris, le di
descanso para recorrer su ano y as� lubricar aquella entrada, no hay que
olvidar que mi objetivo era introducir las bolitas en su precioso culo, poco
a poco mi lengua se fue haciendo paso y decid� insertar la primera,
desapareci� como un resorte sin tan siquiera empujarla, tras esta todas las
dem�s fueron desapareciendo. Sus jadeos se suced�an y yo segu�a recorriendo
su raja como un hambriento en busca de alimento, por fin un grito anuncio su
orgasmo y durante unos segundos su cuerpo permaneci� en calma, calma que
precedi� a mi tormenta, paso mis piernas por detr�s de sus brazos, dejando
mi culo abierto y disponible, su lengua recorri�, succiono y se adentro en
mi ano suavizando las paredes de mi esf�nter

Se lo met� de un golpe extray�ndole un gemido, repet� la
operaci�n varias veces mientras ella segu�a comi�ndome el culo hasta que me
lo pidi�, "Dame", coloco la punta en mi agujero y poco a poco lo fue
introduciendo hasta que llego a su base. Se retiro y casi sin darme tiempo
coloco su raja sobre mi polla, hundi�ndosela de un golpe, estaba de espaldas
a mi inclin�ndose hacia mis pies para aumentar el rozamiento, no se el
tiempo que estuvo cabalgando, solo se que a mi me supuso eternidades sujetar
el orgasmo mientras su co�o abierto se mostraba ante mi engullendo mi polla,
no pude mas y descargue toda mi leche en su interior. Creo que Laura tambi�n
llego al cl�max ya que esta vez no hubo reproche alguno, solo un beso con
lengua que termino de quitarme la poca respiraci�n que entonces me quedaba.
Descansamos unos minutos abrazados como una pareja.

La ducha se sucedi� entre morreos, juegos de manos y
otras licencias para acabar insert�ndole en su precioso co�o aquellas bolas
de un tama�o nada despreciable. Nos secamos mutuamente y ella se quede en el
ba�o "poniendose guapa", me dijo. Yo me puse el tanga para la ocasi�n y
espere a que mi bella acompa�ante saliera del ba�o para ir a la cena.

Si quieren leer mas o simplemente les ha gustado espero
sus comentarios a los que prometo responder en:

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