Los d�as siguientes fueron un martirio para mi, Rachel me
evitaba por todos los medios, y Trisha, mi hermana mayor se dio cuenta de ello,
empezando a mirarme con suspicacia, a veces levantaba la vista y la sorprend�a
mir�ndome con el ce�o fruncido�maldici�n, todo esto estaba destruyendo mi
sistema nervioso�.a los 14 a�os no hay mucho por hacer, me faltaba la malicia y
la astucia para capear el temporal�as� que solo me quedaba esperar a ver que
desenlace ten�a todo este asunto.

Solo en las noches encontraba un poco de sosiego, en la
soledad y oscuridad de mi cuarto, me masturbaba furiosamente mientras a mi mente
volv�an las im�genes de lo que hab�a acontecido en la caverna aquella tarde. Me
recreaba recordando mi pene restreg�ndose contra su duro trasero, y mis manos
recorriendo parte de su cuerpo y esos senos mullidos y firmes al mismo tiempo.
Me encontraba enfebrecido y fren�tico y no sab�a como abordar a Rachel, por
miedo a que ella me rechazara o esta vez si les dijera algo a mis padres�mi vida
se estaba convirtiendo en un martirio.

Mas he aqu� que un buen d�a, mientras estaba limpiando los
establos, vi cerca de all� a Trisha y Rachel�ellas estaban conversando en voz
baja, cabeza con cabeza, y de cuando soltaban algunas risitas, en eso repararon
en mi, y vi que mi hermana acercaba sus labios al o�do de Rachel y le dec�a
algo. Not� que Rachel enrojec�a, pero le respond�a de la misma forma y luego
ambas me miraban y se re�an, tap�ndose la boca, para no hacer mucho esc�ndalo.

Me llen� de furia, esas dos se estaban burlando de mi,� mal
termin� de hacer el trabajo que me hab�an encomendado, y me dirig� hacia la
casa. Al pasar delante de ellas con cara de pocos amigos, mi hermana se ri� al
verme de ese talante, pero not� que Rachel se azor� e hizo intento como de
decirme algo, pero no se atrevi� y s�lo baj� la mirada. Tom� unas toallas y
algunos art�culos de aseo personal y me dirig� a la caverna, necesitaba
refrescarme un poco. Al llegar not� que no hab�a llevado conmigo un traje de
ba�o, mi rabia no me hizo dar cuenta de ese detalle.

Bah! No importa�-dije para mis adentros.

Total, estoy solo aqu� y nadie puede verme. Tom� una especie
de ducha primero en una peque�a ca�da de agua que hab�a un poco mas adentro de
la caverna. El agua estaba helada, pero ayud� a que se me pasara la furia.
Luego, ya limpio del sudor y del polvo, me met� a la poza y cerr� mis ojos
tratando de relajarme un poco.

Pas� as� algo m�s de media hora, cuando entre sue�os me
pareci� escuchar ladridos de perros�

para darme cuenta de todo lo que estaba aconteciendo all�.
Aparte de que el saberme totalmente desnudo bajo las aguas, me ten�a por
completo cortado. V� que Rachel se afanaba en ordenar las viandas d�ndome la
espalda, y cuando termin� y sin saber que mas hacer con sus manos, no le qued�
mas remedio que voltear hacia mi, que hasta ese instante no hab�a dicho ni p�o.

-Est� fresca el agua?..-la escuch� decirme.

- Si, esta muy agradable.

- Me dejas que me meta contigo?...me pregunt� al mismo tiempo
que se uitaba con rapidez el vestido que llevaba puesto�empec� a balbucear
torpemente, pues record� que me encontraba desnudo, y antes que pudiera
impedirlo, ella ya se hab�a descalzado los mocasines y se sumerg�a en el agua,
un poquito alejada de mi. Jugaba con sus manos haciendo ondas en la superficie,
y me lanzaba miradas de reojo de cuando en cuando, yo por mi parte no me atrev�a
ni a respirar y trataba de hundirme mas en el agua. Ella empez� a chapotear con
sus manos y eso provoc� que me salpicara agua, despu�s de muchos d�as volv�a a
escuchar su risa fresca y eso me alegr� mucho. Le devolv� las salpicaduras y as�
estuvimos jugando por un rato, pero sin moverme de mi sitio para nada.

-Jajajajajaja�me tienes miedo..- dijo ella.

Y se acercaba a mi, me aventaba agua y se volv�a a retirar,
en una de esas, al mismo tiempo que ella se acercaba, yo me incline hacia
adelante para tratar de empujar la mayor cantidad posible de agua sobre ella.
Rachel, al darse cuenta de mis intenciones, y agachada como se encontraba, trat�
de dar la vuelta en redondo, y al hacerlo, su manita roz� mi pene erecto�s�lo
fu� un instante, pero ella retir� su mano al instante y roja de verg�enza hizo
intento de incorporarse y salir del agua, pero con tan mala fortuna que resbal�
en el limo del fondo y cay� de bruces en el agua, atragant�ndose y tosiendo.
Nad� hacia ella y la abrac� asustado:

- Te encuentras bien?...le pregunt� angustiado..

Ella no paraba de toser y escupir agua. Al rato se calm� y se
me qued� viendo a los ojos, con los labios entreabiertos, no pude resistir la
tentaci�n y la bes�. Era mi primer beso y el de ella�fu� un beso torpe, pero
maravilloso�ella hab�a cerrado sus ojos y aunque no correspond�a a mi beso,
tampoco me rechazaba. Estaba usando otro trajde de ba�o de mi hermana, y este
tambi�n le quedaba grande, y a estas alturas ya se le hab�a aflojado y yo pod�a
entrever el nacimiento de sus senos�al mismo tiempo que su muslo derecho
apretaba firmemente mi pene desnudo, por la posici�n forzada en la que nos
encontr�bamos.

La volv� a besar, y esta vez ella entreabri� sus labios,
respondiendo a mi beso, me qued� viendo su hermoso rostro y le apart� unos rizos
mojados que le ca�an sobre la cara, mi mano baj� por su cuello, y mir�ndola para
ver si hac�a alguna se�al de rechazo, le fu� bajando los tirantes de su
traje�quedando sus senos al descubierto. Dios, eran tan suaves�era como
acariciar la piel de un beb�, acerqu� mi rostro a ellos y los bes� con dulzura,
cogiendo sus pezones con mis labios, estir�ndolos y volvi�ndolos a soltar,
mientras ella cerraba sus ojos y se abandonaba a mis caricias, suspirando
quedito.

La llev� hacia la orilla y la recost� all�, cog� su traje el
cual lo ten�a enrollado a la cintura e hice intento de baj�rselo. Ella cerr� sus
piernas inmediatamente, impidi�ndomelo, pero con suavidad se las separ� y ella
esta vez se qued� quieta y se dej� hacer. Deslic� el traje por sus piernas, y
ante mis ojos apareci� su sexo en todo su esplendor, cubierto por una suave
pelusilla oscura. Sus labios eran un poco abultados y se manten�an cerrados,
aunque brillantes. Empec� a cubrir de besos su cuerpo entero: sus ojos, su
cuello, sus senos, su vientre, hasta llegar a su sexo, ol�a delicioso y luc�a
henchido y entreabierto a estas alturas. Lo bes� con devoci�n, y separando sus
labios vaginales con mis dedos, hund� mi lengua en ella, que dio un salto y un
gemido ahogado y se aferr� a mis cabellos con desesperaci�n. Bes�, chup�, beb�
con fruici�n los jugos que manaban de su fuente exquisita�mientras ella
suspiraba y sollozaba, musitando mi nombre quedito y moviendo su cabeza sudorosa
de un lado a otro:

En mis correr�as por el campo hab�a tenido oportunidad de
observar a algunos peones tener sexo con mozas del rancho, as� que no era tan
ignorante en cuestiones de sexo�al menos ten�a la teor�a.

Rachel empujaba sus caderas contra mi rostro, tironeaba de
mis cabellos (como duele

maldici�n, hasta ahora no s� porque diablos hacen eso) y
jadeaba de placer. De pronto sent� como su cuerpo se tensaba, peque�os
grititos sal�an de su garganta, y en medio de temblores de su cuerpo y
sollozos apagados, su fuente explot� en mi boca, soltando un l�quido espeso y
salobre, el cual beb� con deleite, hasta la �ltima gota. Ella se desplom� en
el piso y su cuerpo se relaj�, le acarici� su rostro y la bes�
dulcemente�luego me incorpor�, y mientras observaba su rostro rojo y sudoroso
y sus ojos vidriosos por el placer que acababa de experimentar, me acomod�
entre sus piernas, las levant� y las puse sobre mis hombres, acerqu� mi pene
lo mas que pude a su sexo y me prepar� para penetrarla. Mi sexo parec�a un
garrote de lo duro que estaba y apuntaba hacia el techo de la caverna, todo
inflamado y amoratado. Rachel ya hab�a reaccionado y me miraba con una mezcla
de confianza y dulzura, la bes� en los labios, cog� mi pene con mi mano y la
dirig� a su cuevita afelpada, la cabeza de mi pene resbal� sin ning�n problema
dentro de ella, de lo lubricada que estaba, pero encontr� un obst�culo�saqu�
mi pene lentamente y lo volv� a hundir con un poco mas de fuerza�ella arque�
su cuerpo y lanz� un quejido..

Volv� a salir y poco a poco iba profundizando un poquito
mas, hasta que en una de esas, puse todo el peso de mi cuerpo en el envi�n, y
sent� como algo se romp�a dentro de ella, al mismo tiempo que ella daba un
grito:

Ella solo sollozaba y no me daba la cara�Poco a poco se fue
calmando y sus sollozos eran mas quedos�esper� un rato a�n y empec� a moverme
muy suavemente, aumentando el ritmo poco a poco, hasta que sent� que ella
dejaba de sollozar y su respiraci�n se hac�a cada vez mas agitada�y estos se
transformaban en suspiros y jadeos ahogados:

Yo a esas alturas ya estaba completamente desatado, y hab�a
abierto sus piernas lo mas que pude y empujaba como loco, levant�ndola en el
aire con cada empuj�n. Rachel al rato tambi�n empez� a moverse a mi ritmo, y
elevaba sus caderas a mi encuentro, cada que yo empujaba mi pene dentro de
ella. Su sexo rezumaba l�quidos y mi pene resbalaba con una facilidad
tremenda, aunque sent�a como su interior mullido quemaba y apretaba,
haci�ndome sentir en la gloria. Rachel se hab�a aferrado a mis brazos, hab�a
echado su cabeza hacia atr�s y lanzaba frases incoherentes y peque�os grititos
de placer�su cara estaba enrojecida y congestionada, sus ojos cerrados y su
boca entreabierta dejaba escapar sus jadeos de placer.

Yo sent�a que mis test�culos reventaban de lo duros que
estaban, embest�a con mas rapidez y sent�a como algo muy fuerte nac�a entre
mis piernas�Era un placer inmenso que sub�a hasta mi cabeza ceg�ndome. Hasta
que con un seco tir�n de caderas, explot� lanzando chorritos intermitentes de
semen dentro de la cuevita de Rachel�.Quien al mismo tiempo, lanzaba una
especie de sollozo, se aferraba a mi pecho, mordi�ndome con furia,
desplom�ndose luego totalmente desmadejada..yo lanc� un gru�ido casi animal y
me desplom� encima de ella.

Nos quedamos un buen rato as�, abrazados y acarici�ndonos.
Luego reaccionamos y tratamos de borrar toda huella delatora de su
desvirgamiento, nos metimos a la poza y entre risas y juegos nos aseamos a
conciencia. Muy a tiempo, pues escuchamos la voz de Trisha a lo lejos, como
avis�ndonos de su cercan�a. Nos vestimos a la carrera y las esperamos. Cuando
llegaron, mi hermana nos miraba insistentemente. Yo me hac�a el desentendido,
pero Rachel no pudo evitar el sonrojarse, y de all� en adelante, por el resto
de la velada, mi hermana nos lanzaba pullas y frases de doble sentido�pero a
mi no me importaba, estaba la mar de feliz, y absolutamente nada mas me
importaba en este mundo, que ver la sonrisa de felicidad de Rachel.

Al rato emprendimos el regreso a casa, y al contrario de la
vez pasada, solo risas y juegos acompa�aron nuestro regreso, mezclado con los
ladridos alegres de nuestros perros�. En un aparte, le dije a mi hermana:

En esos momentos no estaba para adivinanzas, as� que sin
hacerle mucho caso, me acerqu� a Rachel que nos observaba y tom�ndola de la
mano, nos fuimos acercando al rancho�..CONTINUARA.

KODIAK