Recuerdo aquella edad cuando todav�a era peque�o, inocente e
inquieto y hasta curioso. La escuela era la educaci�n que me brindaba mis
padres, y yo aprovechaba lo m�s que pod�a los estudios.
Me gustaba, a�n todav�a, leer y estudiar. Como todo buen
estudiante de secundaria repasaba y memorizaba los temas de mis materias, de
modo que siempre obten�a muy buenos resultados y recib�a felicitaciones de mi
familia y mis amigos.
Hab�a una materia que me hac�a sentir algo de incertidumbre,
era la Biolog�a. Era una materia que trataba, entre otras cosas, sobre la
especie humana... y la anatom�a f�sica y corporal del hombre y la mujer. Yo
sent�a que hab�a ciertas cosas confusas en mi mente as� que con af�n y talvez un
poco de morbo por conocer m�s y llegar a respuestas que me planteaba, empec� a
estudiar cada vez m�s y m�s. Buscaba en mis libros de texto y hasta en revistas
ilustraciones e im�genes de hombres y mujeres desnudas para luego analizar
cuidadosamente los genitales masculinos al igual que los femeninos, as� como
tambi�n las gl�ndulas mamarias de la mujer. Ahora era todo un conocedor del
cuerpo humano, seg�n yo a mi edad, pero la realidad era otra, y muy distinta,
pues nunca me hab�a masturbado yo solo y sentir lo que es darse placer a s�
mismo disfrut�ndolo al m�ximo.
Pobre ni�o, quiz�s, no estaba preparado para tal haza�a.
Quiz�s era que la naturaleza no le hab�a dado todav�a ese don, no era todav�a el
momento esperado para sentir deseos en su cuerpo.
Pero cada d�a le�a m�s y m�s, ve�a esas im�genes de cuerpos
desnudos y muchas cosas pasaban por mi mente.
Me preguntaba:
�Qu� ser� penetrar a una mujer?
�Que sentir� que alguien toque mi pene?
�Que tanto placer hay en una masturbaci�n?
�Valdr� la pena?
etc, etc.
Hasta que lleg� el momento en mi propia naturaleza y empec� a
despertar, a sentir deseos de tener una experiencia con mi sexo.
Empec� a sentir como mi peque�o bulto se estaba parando y a
tomar tama�o, bueno eso de tama�o es un decir pues media en aquel entonces como
9 cms, como la sangre empezaba a fluir lentamente hasta la punta de mi pene. Fue
all� cuando tuve una idea.
Me encerr� en mi cuarto, puse llave a la puerta y empec� a
desnudarme complemente. Primero, me quite los tennis uno por uno, luego los
calcetines. Despu�s me quite la camiseta con rayas azules y la arroj� sobre la
cama. Con mis dos manos me saqu� el short y lo arroj� tambi�n sobre la cama.
Ahora me encontraba solo con unos diminutos calzoncillos blancos y not�
claramente como mi pene ya estaba muy erecto. Con una mano me levant� un poco el
el�stico de la cintura de mis calzoncillos y pude apreciar, al asomar mi cara,
mi pene que estaba muy rojo. Eso me asust� un poco al principio pero record� que
era lo m�s natural y normal, eso pasa cuando se tienen erecciones en el pene,
aumenta su tama�o, gruesor y se pone de color rojo.
As� que dejo de importarme y tir� hacia abajo con mis dos
manos mis calzoncilllos hasta llegar a mis tobillos, not� que se ve�a muy bien
mi pene (seg�n yo ha esa edad estaba muy bien, ahora en la actualidad esta mucho
mejor mi polla, as� le digo ahora). Arroj� mis calzoncillos con el pie.
Naci� en mi un deseo muy fuerte por meter lo que tra�a
colgado entre mis piernas en alguna cosa. Busqu� con mi vista alrededor de mi
cuarto para ver si hab�a algo adecuado, algo ideal y excitante para poder meter
mi polla. Al ver un osito de peluche, mis ojos se iluminaron y era porque ese
osito de peluche no era como todos, mi osito de peluche tenia en la parte de su
vientre una rayita, ten�a adentro una bolsita llena de dulces. As� que
desesperadamente, tom� bruscamente mi osito de peluche que me hab�an regalado en
una fiesta de quince a�os, y comenc� a sacarle los dulces. Me di cuenta al final
que estaba todo forrado con algod�n. Me vino a la mente darle forma a todo ese
algod�n as� que met� mis manos y mov� el algod�n y lo acomod� en forma plana
abarcando todo lo ancho y largo de la abertura del osito de peluche, luego mis
dedos hicieron c�rculos hasta formar un hoyito y luego m�s profundo el hoyito,
hasta hacer una abertura de una vagina. Ya no aguantaba m�s, era una enorme
excitaci�n el ver como estaba haciendo una r�plica de una vagina en el vientre
de mi osito de peluche.
Imaginaba que era la vagina de una mujer (ahora le llamo
pucha o puchita), as� que inmediatamente recost� el suelo al osito de peluche y
me inclin� hacia �l poniendo mis rodillas en el suelo frente su abertura. Me
acost� lentamente encima de �l metiendo lentamente mi polla en la puchita,
sintiendo como mi polla se iba embonando en ese hoyito muy lentamente. El bombeo
de mi polla lleg� hasta el fondo y sent� como atravesaba toda la puchita. Era
una rica sensaci�n que mi pene sent�a, adem�s el calor del algod�n hac�a que mi
pene estuviera al rojo vivo, m�s caliente y erecto por la misma fricci�n que
ten�a con la puchita. No tengo idea de cuantas veces mov� mis nalgas hacia
arriba y met�a mi polla en la puchita, ya llevaba un ritmo de mete y saca, todo
un vaiv�n muy bien sincronizado como si ya lo hubiera sabido desde antes, algo
en mi me dec�a que lo estaba haciendo muy bien, entonces fue cuando sent�
espasmos y m�s espasmos, sensaciones excitantes en mi polla, ve�a y sent�a como
mi polla se met�a en ese agujero del osito. Lo tom� de los hombros y empec� a
balancearme con m�s fuerza, sent�a algo grandioso que iba a suceder. Me mov�a
como loco y en todas direcciones. Imagine que era una mujer, acostada sobre el
suelo y que me la estaba cogiendo y que ella ten�a muchas ganas de que la
follara, de modo que comenc� a hacer gemidos, hacer voces y susurrar palabras:
Si, sigue as�... f�llame, rico.... ayyyyy.
Si as� es... sigue... coj�eme m�s.
Follame... pen�trame con tu pene... m�temelo, m�temelo m�s.
M�temelo en mi puchita rica y jugosita.
Ufff...ufff....Ahhhhh.
Mmmm, te estoy metiendo mi pollita en tu puchita.
Mmmm, �te gusta? gem� con placer un rato.
Yo estaba a mil, y ya no aguantaba m�s, sent�a espasmos, m�s
excitaci�n y placer y sent� como un chorro de l�quido me ven�a de mi pene. No
sab�a que era... segu� metiendo y sacando mi polla...satisfaciendo a esa puchita
caliente y jugosa hasta que llegue al �xtasis y me di una tremenda corrida.
Semen sal�a y sal�a por mi polla, y era un placer majestuoso, sent� como un
l�quido viajaba desde la base de mi pene hasta llegar a la punta y explotar.
Ahhhhh.
Pens� que lo que hab�a derramado en la puchita de mi osito de
peluche eran orines, pero no fue as�. Me levant� retirando mi polla de la
puchita del osito de peluche y not� como mi pene a�n erecto estaba cubierto todo
con una sustancia pegajosa y transparente. Entonces fue cuando agarr� mi pene
con mi mano derecha y con mi mano izquierda jal� y pas� desde la base de mi pene
hasta la punta.
Debo decir que mi pene est� circuncidado. Observ� que sal�a
un poco de ese l�quido por el orificio de mi pene, entonces lo tom� con mis
dedos y lo prob�. Mhmhm, ten�a un sabor amargo y era transparente, era la
primera vez que hab�a probado mi semen. Me gust� su sabor, un sabor como a
ciruela. Luego termin� limpiando mi pene con mis manos, llevando el resto de mi
semen con mis manos a mi boca y me lo tragaba. Observ� que en la puchita del
osito de peluche estaba mojada por el semen que hab�a derramado, as� que me
arrodill� inmediatamente y comenc� a comerme su puchita y a limpiarla,
trag�ndome todo mi semen.
Fue una experiencia que nunca olvidar�, el d�a de mi primera
paja. Descubr� aquel d�a lo bello y hermoso que es satisfacerse a s� mismo.
Desde aquel d�a me pajeo todos los d�as y de muchas formas.
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