Buenos d�as, tardes o noches, seg�n cuando lo leas.
Finalmente me he atrevido a contar mi primera experiencia, la cual ocurri� hace
bien poco.
Ten�a 17 a�os, viv�a y vivo en una ciudad de Espa�a la cual
no nombrar� por si alg�n conocido lee esto. Me llaman Johnny y aunque ese no es
mi verdadero nombre todos, incluso mi familia me ha llamado as�.
Yo iba de hetero, en mi interior sab�a que en mi vida hab�a
algo que no cuadraba, pero no sab�a qu� o no quer�a saberlo. Era un joven m�s,
me divert�a con mis amigos, iba de fiesta los fines de semana y ligaba con
chicas solo para fardar de ellas. Era un t�pico capullo (perdonar la expresi�n,
pero realmente lo era...).
Acabamos de comenzar septiembre. Faltaban apenas cuatro d�as
para que comenzaran las clases y ese fin de semana ten�a que ser espectacular.
Hab�a que despedir las vacaciones. Todo estaba saliendo a las mil maravillas,
mis padres bajaban al pueblo y mi hermano sal�a de fiesta tambi�n.
Voy a traer a un amigo a casa a dormir. Se llama Santi � me
dijo Dani, mi hermano.
No conoc�a al tal Santi, luego me dijo que era en la ciudad y
que estaba saliendo desde hace poco con su cuadrilla. Ten�a 21 a�os, como �l. En
un principio (y en un segundo y tercero) no me import� en absoluto, no iba a
pasar por casa como para estar con �l as� que...
Pero ocurre qu� siempre que haces planes por adelantado algo
falla y me pas� el viernes noche en casa. Me aburr�a soberanamente, en la tele
nada, el PC inservible, ni un libro interesante en la casa. Me ech� en el sof�
en ropa interior (lo cual hago normalmente, aunque mi madre lo odie) y comenc� a
hacer zapping con tal de hacer algo.
De repente son� el timbre de la calle. Era Santi. Le hice
pasar. Se sent� en el sof� conmigo.
Me empez� a contar que se hab�a sentido mal y que se hab�a
venido, pero que mi hermano no quer�a venir.
Comenzamos a hablar de cosas sin sentido, cosas sin
importancia y sent� que algo estaba ocurriendo, que algo despertaba dentro de
m�. Algo que hab�a estado dormido mucho tiempo.
Ya era bien tarde y en la tele comenzaron a emitir pel�culas
bastante calientes.
La conversaci�n dio un vuelco y comenzamos a hablar de sexo.
�Eres virgen? � Pregunt� mir�ndome con sus verdes ojos como
queriendo leer mi mente.
No, mi ultima exnovia y yo acabamos haci�ndolo.
�Qu� sentiste?
No gran cosa � admit�, y era cierto, no sent� nada especial,
mis amigos dec�an que se sent�an genial, pero a mi no me pas� eso. � �T� como te
sentiste?
�Con una chica?
No, con un chico jajaja � re� � pues claro que con una chica.
No lo s�, nunca lo hecho con una chica.
Esto me dio en la cabeza como si algo pesado me hubiera ca�do
encima. En un principio no lo pill� bien, pero luego lo cog� y me dej�
patidifuso.
Le mir� sin saber qu� decir, me cort� como las cuajadas.
Lo que ocurri� luego no fue especial, sencillamente ocurri�.
Es decir, no fue como sale en las pel�culas, no hab�a m�sica, ni luz intima ni
nada por el estilo. Solo �l y yo.
Cerr� los ojos y respir� hondo. No pienses � me dije a m�
mismo. Si lo pensaba no lo har�a. Acercamos nuestros labios lentamente,
abri�ndolos ligeramente. Pens� en Dani, en mis padres, en mi abuela (no es un
pensamiento que resulte agradable en tu primer beso, no creeis?) en todos los
que conoc�a. Me retir� un poco dubitativo, abr� los ojos y le vi. Le vi a �l, un
hombre de ojos verdes, pelo oscuro, sonrisa angelical, piel suave. Un hombre que
hab�a despertado en m� cosas que nunca pens� que sentir�a. Volv� a cerrar los
ojos y acerqu� mi boca; mordi� ligeramente mis labios y sus brazos me acercaron
a �l. Su lengua entr� en mi boca. Ante esto me asust� y me ech� hacia atr�s.
Tranquilo, no te asustes. No har� nada que no queramos los
dos.
Esto me dio valor y nos abraz�ramos, volviendo a besarnos.
Esta vez acog� la lengua y empec� a rozarla con la m�a. Una de mis manos
acariciaba su nuca mientras la otra acariciaba su espalda, las suyas recorr�an
mi espalda hasta que una de ellas me pellizc� una tetilla. Esto me hizo dar un
respingo. Mis labios se posaron en su mejilla y le di un beso. Luego volv� a su
oreja y le di un peque�o mordisquito, ahora fue �l el que dio un respingo. �l
dio un mordisco a mi cuello y le pas� la lengua haci�ndome re�r. No me lo pod�a
creer estaba enroll�ndome con un hombre. No lograba entender porqu� pero sent�
la necesidad de estar con �l de no separarme de �l un momento, de acariciarle,
de que �l me diera caricias. Me excit� sobremanera.
Me desinhib� y pas� una mano hacia su pecho. Pellizqu� sus
tetillas, recorr� sus marcados abdominales, recorr� su ombligo y baj� hacia
abajo.
Jugu� con el bot�n de sus baqueros hasta abrirlos. Le baj� la
cremallera, mientras Santi se quitaba la camiseta. Acarici� algo turbado sus
partes m�s intimas. Apret� mi mano contra su verga, haciendo sentir cada
palpitaci�n de esta. Estaba tan dura, era tan grande... Algo me empez� a corroer
por dentro, una especie de sensaci�n insaciable.
Terminamos de desnudarnos. Me observ� detenidamente y me dijo
suavemente:
Eres un peque�o Efebo. Mi Efebo.
Nos sentamos de nuevo en el sof�. Enred� mis dedos en su
pelambrera y acarici� por primera vez un pene que no era el m�o. Me mir� a los
ojos, esos ojos negros... Me bes� con ternura, despacio, mientras una mano
acariciaba mi falo, que para mi edad estaba muy bien. Nos empezamos a masturbar
lentamente, casi con miedo. Nuestros besos se hicieran cada vez m�s c�lidos, m�s
ardientes, se hicieron casi agresivos.
Santi sac� de la nada un botecito de vaselina, la cogi�
dejando mi verga libre y la mir�. Me mir� y sonri� ladinamente.
�Te atreves? � Fue todo lo que dijo.
Yo asent�, mientras me daba la vuelta y me pon�a a cuatro
patas.
Me estremec� cuando not� la lengua de Santi recorriendo mi
raja, fue como si una oleada de placer inundara mi cuerpo. Su lengua recorr�a mi
rajita en busca de mi agujero. Meti� su lengua lentamente, humedeci�ndolo todo y
haci�ndome gemir como nunca lo hab�a hecho. Not� que sustitu�a su lengua por un
dedo. El dedo entr� f�cilmente y empez� a hurgar traviesamente dentro de m�.
Meti� otro con m�s dificultad y luego otro m�s este acab� doli�ndome, pero al
final logr� meter tres dedos traviesos en m�. Nunca sent� nada igual, estaba
gimiendo bien alto, me estremec�a. Y por si todo eso no era lo bastante chocante
para m�, le supliqu� que me penetrara. �l me contest� metiendo y sacando sus
dedos y haci�ndome jadear y suspirar de gusto. De repente los dedos me
abandonaron y me dejaron como hu�rfano. Protest�, pero me qued� en medio de ella
porque de inmediato el miembro erecto de mi amigo hab�a entrado en mi boca,
bueno su glande. Esto si que me dej� petrificado, no sab�a qu� hacer, nunca lo
hab�a hecho. �Y si no le gustaba? �Y si lo hac�a mal?
Lo har�s bien, lo s�. Tranquilo. Hazlo lentamente, d�jate
llevar. � Me aconsej�.
Ten�a un falo sabroso, no muy ancho ni muy grande, de unos 20
cm, bien proporcionada y bonita. Lam� el glande rode�ndolo con mi lengua e
intent� met�rmela un poco m�s. Empez� a jadear suavemente, dec�a lo mucho que le
gustaba, lo bien que lo hacia y volv�a a gemir. Lam� sus huevos,
mordisque�ndolos con cuidado, meti�ndolos en mi boca, intent� meterme los dos,
pero no pude, ten�an un buen tama�o. Volv� a chupar la polla, lamiendo de vez en
cuando los huevos. As� nos pegamos varios minutos hasta me la saco. Le segu� con
la mirada con la lengua fuera, babeando (realmente no lo hac�a, eh?)
Santi se puso de nuevo a lamer mi ano, mientras me daba
peque�os azotes en las nalgas. Me hizo jadear y soltar un suspiro. Not� que su
lengua se iba y que sus dedos me untaban una cremita muy fresquita.
En la entrada de mi ano se coloc� algo muy duro, muy
caliente. Apret� bestialmente, el dolor se hizo insoportable, notaba como si me
rompieran en dos y dije que parara.
Perdona � Dijo mi hombre d�ndome un beso en la espalda �
Estoy tan cachondo que me he dejado llevar.
Esta vez apret� con mas lentitud, segu�a doli�ndome, pero ala
vez el placer se hizo m�s inmenso. Notaba como su falo entraba en m� y me
parec�a tan incre�ble que tuve que pasar mi mano y tocar el falo mientras
entraba para cerciorarme de que no so�aba. Lentamente y entre suspiros m�os la
verga complet� su camino. Sali� lentamente y volvi� a entrar en m�. Lo hac�a
cada vez m�s r�pido, m�s fuerte, m�s agresivamente.
Sigue, sigue � gem�a yo � No pares, as�, as�. ��Aahh!!
��Aahh!!
�Te gusta, eh? � dec�a entre jadeos � S�, aprieta as�.
�Aahh! S�, mmm.
Sus movimientos se hicieron m�s acelerados, sus gemidos
subieron un par de octavas y me envest�a con tal fuerza que me iba hacia
delante. Sus manos me apretaban contra �l con mas fuerza, supe que se correr�a.
Sali� de mi trasero y me puso su miembro en la boca. Sin que mi lengua tocara su
polla, not� como su semen se acumulaba en mi boca por medio de unos cuantos
churretazos. Sabore� dulcemente el manjar, la ambros�a deb�a saber igual. Limpi�
su nabo, lo sabore� mientras acariciaba sus bolas.
Cuando termin� me desplom� en el suelo, agotado, fascinado
por lo ocurrido y desvirgado. Mi mente no era capaz de sobrellevarlo, esto que
hab�a ocurrido significaba que lo que realmente sentido por mis novias no eran
lo que yo cre�a. Pero no pod�a serlo, �Eso quer�a decir que todo lo sentido
antes era falso? Mi mente estaba en plena revoluci�n, pero no encontraba
respuestas. Las dudas me com�an por dentro. Pens� en mis padres, en mi hermano,
en mi familia y algo me subi� por la tripa, ascendi� por mi garganta y explot�
en mi boca.
No � Gem� aun sin querer y unas lagrimas me recorrieron las
mejillas para caer al suelo al final.
Me sent� indefenso ante el mundo, estaba aterrado ante la
idea de lo que realmente significaba todo aquello. Llor� como un ni�o. La gente
quiz�s no entender� qu� hac�a yo, llorando. �Me arrepent�a? No, para nada. Es
solo que cuando te dicen de toda la vida que eso no es normal, cuando piensas
que realmente alcanzaste la felicidad antes y aparece algo as�, no s� los dem�s
pero ante todo eso yo me derrumb�. Lo que cre�a antes era falso, los gays no
eran peluqueros pervertidos, las chicas con las que cre� sentir la m�xima
felicidad eran falsos. Y lloraba al descubrirlo. Siempre he sido muy
rom�ntico...
Santi tir� de m� alz�ndome y me sent� entre sus piernas.
Frente a frente. Yo le mir� con los ojos aun llorosos y le di un peque�o beso en
los labios. �l me abraz� fuertemente y yo apoy� mi cabeza en sus hombros y me
dej� balancear por �l hasta quedarme completamente dormido.