Relato: la chica de la limpieza
Mi mujer ya se me ha dejado el recado para la chica que nos viene ha hacer la limpieza del piso. Pero yo tengo otra cosa pensada, ya hace tiempo que he notado que la chica me mira de forma diferente, claro que yo tambi�n le dirijo miradas llenas de intenci�n, y parece que ella se ha dado por enterada.
En cuanto la puerta se ha cerrado tras ella, me he desnudado completamente, con la bata del pijama solamente, me siento frente al ordenador, como cada d�a. Me gusta poner las paginas porno, sobre todas acabo masturb�ndome con las de mamadas, esas chicas chupando vergas y tragando semen, me excitan, al momento ya tengo mi mano cogiendo mi pene, acariciando los test�culos, descubriendo el glande, y mi miembro se yergue erecto y latente, lentamente empiezo a frotarlo, mojo con saliva la punta del prepucio para suavizar el roce de mis dedos y al cabo de unos minutos, con un grito que se escapa de mi garganta, eyaculo, un chorro de leche salpica la mesa del ordenador, la pantalla, el suelo. Lo dejo todo lleno de semen. Mi intenci�n es dejarlo ah� para que lo limpie la chica, con toda la mala intenci�n de que me pregunte que he hecho delante del ordenador.
Despu�s de la paja practicada, me quedo mas tranquilo pero sigo con el ordenador visitando p�gina tras p�gina, los v�deos porno. no me canso de mirar las miles de posiciones que adoptan los actores del porno, naturalmente mi miembro empieza de nuevo a crecer entre mis dedos.
Llaman a la puerta, mi objetivo se acerca, dejo de tocarme los test�culos y cerrando la bata pudorosamente, me dirijo a la puerta.
-Buenos d�as, se�or - me dice la bonita cara de la chica, con una sonrisa inocente,
- Hola, buen d�a- le contesto, - vienes pronto hoy. Mira, mi mujer no vendr� hasta la tarde, me ha dicho que tu ya sabes lo que tienes que hacer, y que yo no te entretenga.
- Si, ya s� por donde empezar, a no ser que usted quiera otra cosa.- me dijo con un tono que me pareci� una invitaci�n.
Me da la impresi�n de que conseguir� mis prop�sitos con ella. le cog� la mano y la llev� ante mi ordenador.
- De momento me gustar�a que empezaras por mi despacho,- dije con una sonrisa intencionada.
- � No le molestar� ? si esta trabajando.- Su mirada se paro sobre la imagen de una mamada que hab�a quedado en la pantalla, donde un goter�n de semen se hab�a deslizado por ella,- Me parece que ya se en que trabajaba se�or, no se preocupe que yo limpio todo esto.
Al acercarse a la mesa, vio tambi�n que sobre la mesa y en el suelo hab�an quedado grandes gotas de leche.
- Veo que usted ha tenido una corrida espectacular, � Le gusta masturbarse ? creo que s�, por lo que veo.
- Es algo que practico mucho. � a ti no te gusta ?. � no te masturbas ?..
- Si, tambi�n lo hago muchas veces. Mi marido me tiene un poco abandonada. � siempre lo hace con im�genes porno ?
- No, a veces solo con la imaginaci�n, por ejemplo, pensando en ti, como te mueves mientras trabajas, ahora mismo con ese pantal�n apretado que llevas, que te marca tanto el culo, esa camisa tan transparente, que se marcan los pezones de tus pechos, ya me estoy poniendo caliente.
- No hace falta que me lo diga, ya he notado su excitaci�n, - su mirada se dirigi� a mi bata abierta, y el pene erecto asomando entre sus pliegues.- De verdad que yo ya hab�a notado que usted me miraba mientras trabajaba, supongo que con su mujer delante no se atrev�a a hablarme as�.
- � y que piensas de mis deseos ?. � no te enfadas conmigo por descubrirte mis sue�os.?.
- De verdad, que no, yo tambi�n pensaba que un d�a u otro esto pod�a pasar, y la verdad es que yo tambi�n imaginaba cosas er�ticas con usted. Ya le he dicho que con mi marido practicamos poco
Como quien descubre un regalo, me abri� la bata, qued� desnudo ante ella - No podemos dejar que esto se pierda- dijo mirando mi pene erecto.- hay que disfrutarlo.
Sin mas palabras, sus manos acariciaron los test�culos, el miembro dio un brinco entre sus dedos que se cerraron aprision�ndolo entre ellos.
- Espera un momento, yo tambi�n quiero mostrarte algo. -bajo sus pantalones y su camisa, la chica no llevaba ropa interior. Era como si ya esperara encontrar lo que encontr�.
- As� estaremos mas c�modos los dos, Pensaba que no te decidir�as nunca.
Pasamos de las palabras a los hechos. Se arrodill� frente a mi, sus manos en mi cintura, y su boca se posesion� de mi verga, con los labios retir� el prepucio, el glande ya completamente hinchado, entr� en su boca, una de sus manos se apoder� de los huevos, el pene entraba y sal�a de su boca apretando con los labios el borde del glande, mojando con su saliva todo el miembro.
- Espera, espera, no quiero correrme tan pronto, d�jame que te masturbe a ti.- la hice levantar, pas� mis manos por detr�s de su cintura, apretando sus nalgas contra mi pubis, la llev� hasta la silla delante del ordenador, sentada me cogi� la cabeza entre sus manos, abri� las piernas, mostrando su sexo depilado, y me hizo bajar la cabeza hasta su vagina. - por favor- me dijo.- hazme una buena mamada, que lo estoy deseando ardientemente.
Met� la cabeza entre sus piernas, ella estaba tambi�n muy caliente, porque los labios de la vagina estaban h�medos, sent� el olor de flujo, la punta de la lengua entr� en contacto con los bordes de su sexo, ella gimi� poniendo sus manos sobre mi cabeza, mi lengua se abri� paso buscando el cl�toris, la chica elev� las nalgas, ofreci�ndome su vagina, met� uno de mis dedos suavemente en su �tero, mientras mi lengua frotaba el cl�toris, ahora endurecido, el flujo resbalaba ya impregnando mi mano, su sabor en mi boca me excit�, not� como su entrada al �tero ced�a y met� dos dedos, lo que ella agradeci� gimiendo de placer, aceler� la frotaci�n del cl�toris con la punta de la lengua, su cuerpo se envar�, sus gemidos se hicieron mas r�pidos, sus manos en mi cabeza me apretaron hacia ella, con un grito de placer, se corri�, con mi boca pegada a su sexo, sorb� su eyaculaci�n, presa su cuerpo de convulsiones, sus piernas se cerraron manteniendo mi cabeza entre ellas.
.Mantuve mi boca pegada a su vagina, mientras ella se corr�a, con el cuerpo tremolando, de su garganta sal�an gritos y gemidos, que no pod�a controlar.
Abri� las piernas para dejar que me retirase de ella, qued� desmadejada sobre la silla, una sonrisa placentera se dibujaba en su cara. - �que placer !- dijo cuando recuper� el aliento- gracias, gracias, hacia tiempo que no disfrutaba tanto con una mamada as�, gracias. Ahora prep�rate, yo tambi�n quiero sentir el sabor de tu leche. Pero estar�s mejor estirado en la cama, � vamos ?.
Me cogi� el miembro gui�ndome hacia la habitaci�n. La segu� sinti�ndome un poco rid�culo, los dos completamente desnudos paseando por el piso.
- �chate y no te muevas, a partir de ahora, yo te har� disfrutar.
Me estir� sobre la cama, brazos y piernas abierto en cruz, ella se puso entre las piernas, arrodillada, empez� d�ndome un masaje en los test�culos, sus manos eran tan suaves que la caricia provoc� un erecci�n del miembro tan fuerte que el prepucio retrocedi� por s� solo, asomando el glande, al verlo tan hinchado, ella lo cogi� entre sus dedos mojados con saliva, frotando el sensible borde, despu�s, agach�ndose, pas� su lengua alrededor y cogi�ndolo entre sus labios se lo introdujo en su boca. empez� a mamar y chupar, el pene entre sus dedos, frotando el prepucio, lamiendo el glande cada vez que lo descubr�a, sacando la verga de su boca, lam�a desde los test�culos hasta la punta, y bajando despu�s hasta llegar al ano, all� se entreten�a metiendo la punta de la lengua para forzar el esfinter, lo que me produc�a un placer enorme.
Empec� a gemir, mi cuerpo era preso de convulsiones incontroladas, deseaba correrme, pero me resist�a, cuando sent� que el miembro volv�a a entrar por completo entre sus labios, mientra su mano me masturbaba, se escap� de mi garganta una especie de alarido al correrme , un chorro de semen llen� su boca, que ella en contra de sacar el glande, se lo introdujo hasta el empeine del miembro, trag�ndose toda mi leche, manteni�ndolo entre sus labios hasta que dej� de eyacular.
Sorbiendo las �ltimas gotas de esperma, pas� su lengua por el glande, provoc�ndome un nuevo estremecimiento de placer,
-Creo que te he dado lo que quer�as,- dijo pas�ndose la lengua por los labios, - No sabes como he disfrutado contigo.
- Me gustar�a repetirlo, pero si esta mi mujer en casa, tendremos que disimular.
- No te preocupes, si cuando vengo esta tu mujer, tratar� de que no sepa lo nuestro. Pero quiero pedirte una cosa, el pr�ximo encuentro, no sera solo una paja, quiero que follemos en serio.
-Eso ya lo hab�a pensado.-
- Y ahora, d�jame que limpie todo esto. que tu mujer no sospeche nada. amor mio