Relato: Mi amigo del trabajo
Me llamo Marimar, soy espa�ola, tengo 49 a�os, no tengo hijos, vivo con mi pareja desde hace 5 a�os, pero en el trabajo tengo un amigo con el cual tenemos mucha confianza, nos bromeamos, realmente somos amigos. Mi pareja le agrada mucho Eduardo, ya que hemos salido los tres a comer fuera y hay una complicidad sana. Todas las ma�anas nos lleva mi pareja al trabajo y pasamos muy divertidos la jornada laboral, hasta que en un determinado momento se me ocurri� darle una palmada en el culo a Eduardo, me qued� mirando sorprendido, pero solo me dijo que me la iba a devolver en el momento menos pensado. Eduardo tiene 55 a�os, es divorciado, vive solo muy cerca de casa y es un hombre que se conserva muy bien, ya que va al gimnasio, es muy simp�tico, aparte de mujeriego, todo un trasto. As� empezamos a jugar de mano con �l, yo le daba palmadas y Eduardo cuando yo estaba distra�da me las devolv�a, me dec�a cosas, si mi pareja me follaba bien, burradas as� y a mi me gustaba pasar divertida con �l, delante de los otros compa�eros manten�amos una distancia, la cosa se fue haciendo costumbre, �l ya no me daba palmadas en el culo, iba y me agarraba las nalgas y yo lo apartaba intentando darle una colleja, una ma�ana en que est�bamos solos en la oficina bromeando como siempre, me coge de la cabeza y me da un beso en la boca, yo lo mir� sorprendida y me sorprend� de mi misma, ya que no me hab�a disgustado que me haya besado, y as� los besos pasaron a ser parte de nuestros juegos, que se volv�an cada vez mas �ntimos, ya que en una oportunidad en que yo estaba de falda, �l me abraza, me besa y mete su mano debajo de mi falda, acariciando mi culo, "hay Eduardo, que haces?", le dije, sin decirle que saque su mano de mis nalgas, "quiero hacerte el amor Marimar", me dijo, volviendo a besarme y metiendo su mano dentro de mis bragas, "estas loco, que le digo a mi pareja para salir contigo?", le dije, apenas apartando mis labios de los suyos y dejando que me acaricie el culo por dentro de las bragas, "le dices que el s�bado tenemos que trabajar, que nos venimos juntos en metro para que �l se baya a la parcela del pueblo", me dijo, pasando su dedo por mi ano, yo sent�a mi co�o como se estaba mojando cada vez mas, "se lo dir�, haber si cuela", le dije y seguimos trabajando, el ten�a su polla muy dura, ya que la sent�a apretada contra mi mojado co�o, creo que si hubi�semos tenido tiempo, me habr�a dejado follar ah�, en la oficina. Le dije a mi pareja lo que Eduardo me hab�a dicho que le dijera, y Jos�, que as� se llama mi pareja, acept� a rega�adientes, se ofreci� a traernos y para no despertar sospechas aceptamos, como Eduardo tiene llaves de la oficina, entramos hasta que mi pareja se fue, salimos y nos fuimos a casa de Eduardo, no sin antes darnos el lote de caricias y besos, llegamos a su casa, la verdad que yo estaba cachonda, quer�a follar con Eduardo, sab�a que mi pareja no se merec�a que le fuera infiel, que le ponga los cuernos, pero Eduardo me atrae mucho, ya en su casa, los besos, las caricias se hac�an mas y mas atrevidas, �l me iba desnudando a mi y yo a �l, as� quedamos los dos completamente desnudos parados al borde de la cama, su polla dura se pegaba contra mi co�o, estaba deseando tener esa polla dentro mio, lo miro, le sonr�o y me arrodillo frente a �l y le empiezo a chupar la polla, Eduardo me coge de la cabeza y hacia que su polla entre y salga de mi boca, despacio, muy despacio, dejando que la pueda lamer, que le pueda chupar la cabeza, me hace poner de pie y me acuesta en su cama, empezando a pasar su lengua por mis pezones, haciendo c�rculos al rededor de ellos, eso me volv�a loca, su mano iba bajando a mi co�o y yo abr�a mis piernas para dejar que Eduardo me acaricie, mientras me chupaba las tetas sent�a como me iba metiendo los dedos, yo gem�a de placer y calentura, estaba muy mojada, me iba besando toda, bajando despacio, hasta que siento su lengua en mi cl�toris, arquee mi cuerpo, gimiendo, casi gritando de placer al sentir su lengua en mi co�o, yo mov�a la cabeza de un lado a otro de placer, le cog�a su cabeza y la restregaba contra mi co�o, empez� a besarme, subiendo lentamente, yo estaba con mis piernas bien abiertas, me sigue chupando las tetas mientras siento como apoyo su poya contra la entrada de mi co�o y me la empieza a meter, sent�a su polla entrar en mi co�o, que placer por favor, "m�tela toda cari�o, mete toda tu polla en mi co�o", le dec�a, desesperada por tener toda la polla de Eduardo dentro mio, cuando me la hubo metido toda, nos besamos, nuestras lenguas se juntaron, yo mov�a mis caderas disfrutando de su polla y �l la hac�a entrar y salir disfrutando de mi co�o, yo ya me hab�a corrido una vez, pero sent�a la sensaci�n de querer volver a correrme, sent�a la polla de Eduardo en lo mas profundo de mi co�o, nuestros movimientos se hac�an cada vez mas r�pidos y fuertes, "cari�o, me corro, c�rrete dentro mio", le dije, gritando de placer al correrme de nuevo, y mas loca me puse cuando sent�a la leche de Eduardo llenar mi co�o. Esa no fue la �nica vez que le puse los cuernos a mi pareja con Eduardo.