Mi vida era un aburrimiento. Con una criada en la casa, con mi hijo ya casi
criado, estaba realmente aburrida. Para colmo, mi matrimonio era un fracaso,
porque mi marido se entiende con la secretaria. Estoy segura. Bueno, �Por qu�
sigo con mi marido? Por el chico, y por el dinero. Con la tarjeta de mi marido
compro lo que quiero. Yo no me meto en su vida, y �l no se mete con mi tarjeta.

Un d�a, leyendo los anuncios de los peri�dicos, le� uno en el que ped�an
se�oras para mantener relaciones espor�dicas con clientes. El anuncio no se
ajustaba concretamente a m�, ya que pensaban en mujeres necesitadas. El anuncio
especificaba "Se�oras y se�oritas. S�lo para mujeres". Me parec�a natural que
as� fuera. Estuve pensando unos d�as en aquel anuncio. Era una buena oportunidad
de romper con esa vida placentera que llevaba y materialista, buscando
oportunidades de aventuras... y tambi�n una forma de vengarme de mi marido, por
qu� no decirlo.

Llam� a la semana y me cogi� el tel�fono una mujer. -Llamo por el anuncio del
peri�dico del d�a 15, estoy interesada en la oferta que hacen. �Me puede decir
en que consiste?.- La voz me respondi�.- Lo primero que quiero decirle es que
este es un servicio en el que s�lo aceptamos a mujeres �A usted no le importa?-
Le respond� negativamente. Qu� mas me daba si en la red hab�a otras chicas o
hab�a chicas y chicos.-

-�Tiene alguna experiencia en este sentido?- No, pero estoy decidida a
hacerlo- La voz me explic� que la agencia me mandaba clientes a la casa, yo les
hac�a el servicio y sobre la marcha me hac�an una transferencia, para lo cual
ten�a que abrir una cuenta corriente a mi nombre, etc, etc... Me propuso otros
medios para pagarme.

Como mi motivaci�n no era econ�mica no le di mayor importancia. Qued� en
llamarle al d�a siguiente para darle un n�mero de cuenta que abr� en un banco y
que no deb�a conocer mi marido. Cuando al d�a siguiente le llam�, le pregunt�
cuando empezar�a a recibir clientes, me dijo que si deseaba tendr�a "la primera"
esa misma tarde.-Es imposible, esta tarde est� aqu� mi marido y mi hijo- Pero
�c�mo! �Es que quiere "recibirlas" en casa?. No mujer, eso no puede ser. Debe de
alquilar un estudio barato donde no la conozcan y donde pueda estar tranquila-

Qued� en llamarla cuando hubiera solucionado este problema. Me puse a buscar
r�pidamente un estudio en el centro de Madrid, pues yo vivo en Puerta de Hierro.
No tard� en encontrar un trastero en la planta alta (un tercer piso de los de
antes) de un edificio sin ascensor. Le pregunt� a la due�a cual era su due�o
anterior, me dijo que un pintor, que lo utilizaba como estudio de pintura. Yo
decid� utilizar esa misma idea como tapadera.

Mi marido no me prest� mucha atenci�n cuando le coment� mi reciente pasi�n
creativa y por la pintura. Debo decir que no ha ido por el estudio nunca, lo que
me ha venido muy bien. Pronto dot� al estudio de todo el mobiliario necesario.
Me esmer� en poner el ba�o en condiciones y en darle una bonita apariencia,
compr� el caballete, los �leos, los lienzos, compr� unos muebles, todo lo cual
fue pagado por mi marido. Hasta una cama, que para que no sospechara, le dije
comprar por si tra�a a alguna modelo para pintarla.

Cuando tuve todo preparado, volv� a llamar a la agencia. -De acuerdo. Supongo
que tendr� ganas de empezar cuanto antes. Tengo un encargo un poco especial. Es
"una" que va a ir de chico joven, y que quiere follar, ya sabe...Penetrarla- .
Acept�, No ve�a donde estaba lo especial de aquella cita. �Penetrarme! �Pues es
lo m�nimo que se pod�a pedir!

-Oiga, tendr� mas de dieciocho a�os el cliente- Por supuesto, eso nosotras lo
tenemos muy claro.-

Estuve puntual en el estudio. Al entrar a la casa, vi a un chico muy guapo en
la calle, que me miraba como pregunt�ndome si ser�a yo. Me quit� el abrigo de
vis�n para quedarme c�moda, con un su�ter muy ajustado, que marcaba la redondez
de mis senos y mis pezones, y una minifalda. Me hab�a preparado muy bien para mi
primera ocasi�n.

Me hab�a perfumado totalmente y me hab�a pintado las u�as de los pies y las
manos, de color granate. Me hab�a colocado unas braguitas minis blancas y unas
medias muy bonitas, blancas con dibujitos. �Parec�a una novia! No llevaba
sost�n. Mis zapatos eran blancos de tac�n alto.

Pronto se present� aquel muchacho que aparentaba unos dieciocho a�os, llevaba
una melenita muy engominada, negra. En la oreja pude distinguir el agujero de un
pendiente que no llevaba."�Vaya, un nene moderno!" Me dije. Vest�a una camisa y
un jersey de pico de color azul oscuro, y en la apertura de la camisa pude
adivinar una camiseta. Unos pantalones grises de pinzas, con unos calcetines
azules oscuros y unos zapatones enormes remataban el conjunto. Parec�a un chico
salido de un colegio.

Era muy guapo. Moreno, con las pesta�as largas y unos ojos dulces y una boca
sensual. Ten�a un lunar muy atractivo al lado de la boca. Era la cara de un
�ngel, de lo dulce que parec�a.

-Hola, te estaba esperando, chato- Al o�rlo puso una cara de satisfacci�n
enorme. Pensaba que era un chico joven que deseaba tener su primera experiencia.
-Buenas tardes- Me dijo con una voz que se ve�a que fing�a ser m�s ronca de lo
que le correspond�a.

Nos serv�mos unos combinados. Yo, de cola y ginebra. A �l se lo puse de vodka
y naranja. -�Seguro que vas a poder con esto, jovencito?- Le dice mientras me
acercaba al chico y pasaba el dedo �ndice con sus labios. Bebimos. Me era muy
dif�cil sacarle conversaci�n. As� que puse una m�sica rom�ntica y me lo puse a
bailar, as� muy cerquita...

Nos agarramos de la cintura y comenz� a besarme el cuello, con ese morrito en
el que sospechosamente no hab�a asomo de bigote. Sus besos comenzaron a
excitarme y sus manos me agarraban el trasero. Era un chico muy travieso, porque
me subi� la falda y comenz� a acariciar mis nalgas, con unas manos que a m� me
parecieron con demasiada poca fuerza, muy dulces... Le ech� mano a la
bragueta... �Menuda empalmadura ten�a el joven!. Otra cosa no tendr�a, pero un
pedazo de picha s� que ten�a.

Me pidi� que me quitara el su�ter, a lo que acced�. Mis tetas quedaron
descubiertas, con un pez�n en cada una de ellas excitado. Le ped� que �l se
quitara el jersey , me dijo que despu�s. Mis pezones se electrizaban al contacto
con la lana. Me bes� los hombros y me los mordi�, para luego besarme la boca.

Fue un peso dulce pero penetrante. Me agarr� mis labios con los suyos, como
queri�ndomelos arrancar, y luego, meti� su lengua en mi boca, entre los labios y
la dentadura. Paras ser un jovencito besaba pero que muy bien. Entonces comenz�
a acariciarme el seno, desde la parte exterior hacia el centro, buscando la
dureza de mis pezones.

El jovencito hab�a conseguido ponerme como una moto. Pas� al ataque, y ahora
era yo la que penetraba en su boca con mi lengua. Puse mi mano en mi bragueta,
para sacarle la verga, pero se neg� en rotundo. -Despu�s, querida, despu�s-

El mismo se encarg� de deshacerse de mi falda, que cay� al suelo. Comenz� a
estirar hacia arriba de mis bragas. La peque�a cinta se me met�a entre las
nalgas y en el chocho, me rozaba el cl�toris y me pon�a mas caliente todav�a.
Comenc� a sentir que una c�lida gota ca�a desde mi conejo por mis muslos hacia
abajo, fruto de mi excitaci�n. -F�llame, cari�o, no puedo aguantar m�s- le dije.

-Pero yo s�- Me contest�, y se abalanz� sobre mi pecho, y tras besarme
alrededor del pez�n, me lo lami� con toda la aspereza de su lengua y comenz� a
pellizcar la punta con los labios y a pasar la lengua sobre ella. Jam�s me hab�a
ello nadie eso en los pezones. Mis piernas temblaron y me sent�a caer al suelo,
pero �l me agarraba.- �C�mo te llamas?- Le pregunt�- V�ctor- Me dijo tras
pensarlo un rato. Pens� que era un nombre inventado y que no querr�a decirme su
aut�ntico nombre. Sent� su mano posarse en mi concha, por encima de las bragas,
e hincarse en mi sexo, buscando un resquicio por donde introducir sus dedos.

Me empe�� en desnudarle. Me dijo que s�lo lo har�a si apagaba la luz. Qued�
la habitaci�n en penumbra. Se quit� el jersey, haciendo un gesto como muy de
macho, muy masculino. Yo lo ve�a en la penumbra de la habitaci�n. Me lo llev� al
borde de la cama, y comenc� a desabrocharle el pantal�n mientras el se
desabrochaba los botones de la camisa.

No le gust� la idea, me apart� la mano de un manotazo y me dijo, en voz
fuerte - Te he dicho que NO- De un empuj�n me sent� en la cama. Me deb� de
enfadar, pero el tratarme de aquella manera estando tan excitada, No s�, me
gust�. Me quit� los zapatos de tac�n, si me los hubiera quitado antes, hubiera
sido tan alta como el muchacho, pero con los zapatos era m�s alta. Comenc� a
quitarme las medias, pero insisti� en que no me las quitara. Entonces me fui a
quitar las bragas y me contest�: - Eso lo tengo que hacer yo-

V�ctor se hab�a quitado la camisa y los pantalones, como los zapatos. Ten�a
una camiseta interior y unos calzoncillos, de esos que son como unos pantalones
de deporte y tienen una bragueta con botones. Pod�a ver una empalmadura
descomunal. "Vaya cipote tiene este chaval" volv� a pensar.

Se puso de rodillas delante de m�, que estaba sentada en la cama, y tras
volverme a besar en la boca, busc� de nuevo el pez�n endurecido por el deseo,
que ard�a en mitad de mis senos. Sus manos me tocaban el interior de mis muslos,
queriendo separarlos, y los separ�, llegando hasta m� misma el perfume que
desprend�an los flujos de mi sexo. Yo le agarraba tiernamente la cabeza o le
acariciaba la espalda.

Mi marido jam�s me hab�a comido el co�o. Se puso de rodillas en el suelo, Mi
co�o quedaba enfrente de �l. Puso cada pierna m�a sobre cada hombro suyo. �Lo
har�a este joven muchacho?�Lo har�a?.....Siiiiiiii. Comenz� por comerme las
ingles, la parte interior de los muslos cercana al sexo, donde la mujer tiene la
piel m�s suave, la parte de mis nalgas tambi�n cercana al sexo. De pronto, sent�
sus manos a ambos lados del sexo, separando los labios de la vagina. Su lengua
me lami� el sexo de arriba a bajo y luego lo utiliz� como un peque�o pene,
endurecido entre sus labios, lo posaba en las paredes de mi chocho y la mov�a de
arriba hacia abajo. Comenc� a pellizcarme los pezones para conseguir mayor
satisfacci�n.

Pronto volv� a sentir mi sexo mojado por mis jugos. Los dedos de V�ctor
descubrieron mi cl�toris, separando los pliegues del chocho. Aquello era un
bomboncito para una lengua tan golosa y juguetona. Lo bes� tiernamente y luego
lo contuvo con sus labios. Comenz� o frotarlo con la lengua como antes hab�a
hecho en los pezones.

Puso sus manos sobre mis nalgas desnudas. El cl�max me estaba llevando al
punto �lgido. Mis caderas comenzaban a moverse desbocadamente, mientras �l me
lam�a con m�s fuerza. Le hinqu� la cara sobre mi sexo presion�ndola con ambas
manos.

-Ahora es cuanto te voy a follar- Me dijo con autoridad.-�brete de piernas-

Insist� en lavarle el pene, a lo que ella se neg�, aunque fue al lavabo a
lav�rselo. Quise comerle el rabo, pero ella no se dejaba. Al final, ced� a que
me metiera la verga, pero poni�ndose un preservativo que saqu� de debajo de la
almohada. No entend� entonces por que se ri�. Se lo coloc�. Yo le vi colocarse
el preservativo sobre aquella enorme verga en la penumbra de la habitaci�n.

Tampoco entend� por que no se desprend�a de su ropa interior -�Qu�tate todo!-
le dec�a, a lo que �l respond�a con el silencio.

Estaba cansada ya, pero sab�a que la fiesta no hab�a acabado, puesto que �l
no se hab�a corrido. Vino a gatas entre mis piernas abiertas para tenderse sobre
m�, y besarme la boca y la cara mientras nos acarici�bamos el cuerpo. Yo no
pod�a traspasar el umbral de su ropa interior. No me dej� que metiera mano en su
trasero para tocarle los cachetes, ni que le acariciara la espalda. Quise
tocarle los test�culos y no me dejaba. Al final decidi� agarrarme las manos con
la suya, una vez que hubo colocado la verga estrat�gicamente contra mi sexo.

Empec� a sentir su verga presionando contra mi sexo, y abri�ndose paso poco a
poco. Le dije que me dejara a m�. Me solt� de una mano, pero cuando fui a
echarle mano al cipote, la encontr� rode�ndose los test�culos. Met�o la punta
por donde ten�a que ser. Su pene me penetraba lentamente a cada embestida.
V�ctor se mov�a suavemente. Me volvi� a agarrar de la mano.

Comenc� a moverme parsimoniosamente a su ritmo. Luego, cuando la excitaci�n
se iba haciendo m�s fuerte, nos mov�amos m�s r�pido. Su pene entraba y sal�a,
produci�ndome un gran placer en la vagina. Me solt� y me agarr� entonces de
ambas nalgas fuertemente. Le acarici� el pecho. No parec�a que estuviera tan
gordo como para tener ese pecho. Le desremet� la camiseta, pues necesitaba el
contacto de su piel y met� mano a su trasero. Mi orgasmo estaba cercano. Me
sent�a desfavorecer por momentos.

Encontr� que las suaves nalgas de v�ctor estaban atravesadas por unos
extra�os el�sticos.�Qu� extra�o aquello!. Le frot� la espalda y vi que ten�a una
venda alrededor del pecho. Entonces ya, con un mosqueo total, con el cuerpo a
reventar por el tercer orgasmo de la tarde, le ech� mano a los huevos, y
descubr� que eran de goma. V�ctor o quien fuera se mov�a contra m� enloquecida.
Le toqu� entre las piernas, y all� estaba, una suave raja mojada, en medio de
aquella marabunta de pelos. -�HIJA DE PUTA!- grit�, con perd�n

Me corr� a lo bestia, por los meneos que me hab�a metido y la situaci�n
morbosa que hab�a sufrido. Sigui� movi�ndose hasta que supongo que ella tambi�n
se correr�a, prolongando mi orgasmo.

-�Qu� haces? �Qui�n eres? �Por qu� co�o te has hecho pasar por un t�o?- Le
recrimin�. La joven estaba cortada. Al final atendi� a explicarme que ella hab�a
dicho bien claro a la agencia que ten�a una fantas�a sexual de pasarse por un
chico y de "follar como un tigre", y que la agencia, tras preguntarle, le dijo
que no hab�a problema. Ten�a una voz exquisitamente femenina. Como yo pensaba
desde el primer momento, disimulaba la voz.

Llam� a la agencia. Por lo visto era todo un maldito mal entendido. Cuando la
agencia se refer�a a que s�lo admit�an a mujeres, no se refer�a a las "putas",
como aquella voz la llam� despreciativamente en esa ocasi�n, sino a las
clientas. Y cuando se refer�a a "ellas", no era a las visitas, sino a las
chicas. Se lo pregunt� muy claramente. El anuncio lo pon�a claramente: "Se�oras
y se�oritas s�lo para mujeres"�Estaba clar�simo!

Colgu� un poco cabreada, pero al fin y al cabo no hab�a estado tan mal. Mir�
hacia la chica. Me la encontr� llorando. Me enterneci� verla as�, sin tener
ninguna culpa. Me sent� en la cama a su lado y le cog� la cara -No llores, amor
m�o- Le lam� las l�grimas y la estrech� contra m�.

-Te dir� lo que vamos a hacer. Lo vamos a pasar muy bien ahora juntas- le
dije, y cogi�ndole una mano, la puse sobre mi pecho. Pronto comenz� a sustituir
sus l�grimas por calurosos besos sobre mis hombros.

Le quit� la camiseta y le quit� la venda que oprim�a sus senos, que yo
tambi�n comenc� a acariciar. Eran unos senos menudos con unos pezones peque�os,
oscuros y bien delimitados. Nos besamos en la boca. Me puse de rodillas entre
sus piernas y me arregl� para, desabroch�ndole los botones, quitarle los
calzoncillos.-�C�mo te llamas realmente?- Victoria- y...�De quien son estos
calzoncillos?- De mi hermano-.

Le quit� los calcetines. Ten�a un pi� femenino y precioso. Por eso no se
quitaba los calcetines, ten�a las u�as pintadas como yo. Le quit� el
preservativo al consolador. Victoria s�lo estaba vestida por las correas
el�sticas que sosten�an el consolador. Me met� la punta del consolador en la
boca, simulando una mamada. La mir� un momento y all� estaban sus ojos oscuros
clav�ndose en m�. Sent� posarse su mano sobre mi rubia y lacia cabellera.

Aquel momento se me ha quedado clavado. En la vida hab�a tenido un momento
sexual como aquel. Le cog� los huevos de goma con la otra mano, pero s�lo era
una excusa para comenzar a rozarle el cl�toris. Mi dedo lo rozaba ligeramente
con la u�a, y lo sent�a crecer y a Victoria excitarse. Yo simulaba, entonces
poner m�s pasi�n en la masturbaci�n, y tocaba su sexo con m�s decisi�n hasta que
Victoria comenz� a correrse de verdad, -Zorra, No te pares- Me dijo, volviendo a
imitar una voz masculina con la que me hab�a echo antes el amor.

Le met� el dedo en la raja, presionando con la palma de la mano contra el
cl�toris, mientras engull�a todo lo m�s que pod�a aquel falo de l�tex. Victoria
se corri� , mientras me agarraba de la cabeza por los pelos.

Me qued� sobre su regazo un buen rato, pero entonces sent� que se incorporaba
y me estiraba a m� hacia la cama.- �Te gusta la marcha! �eh, zorrita!- , me dijo
, sabiendo que aquella violencia y forma de hablarme me excitaban.

Se coloc� de rodillas detr�s m�a, que estaba as�, de rodillas tumbada sobre
la cama, sin soltarme del pelo. Yo la cog�a de la mano para que no me estirara
mucho. Pronto sent� el falo de l�tex posarse en la parte posterior de mi sexo.
La ayud� como pude separ�ndome las nalgas y subiendo el pompis. Victoria
empujaba de mis caderas contra ella. El falo penetraba en mi vagina, ahora con
rapidez y sin contemplaciones.

Victoria me separ� una mano de las nalgas y me la retuvo contra la espalda,
mientras con la otra me estimulaba el cl�toris. Comenz� a embestirme.Yo
aguantaba las embestidas como pod�a, despu�s del tercer orgasmo, pero mi sexo
segu�a reaccionando a los est�mulos. Sent� su cuerpo echarse sobre mi espalda, y
sus dos tetitas, con los pezones duritos y calientes, restregarse en m�. Me
solt� la mano y se dedic� a tirarme del pelo, para poner mi cara cerca de la
suya y morderme la oreja.

Mi sexo estaba ocupado por mi mano, la suya y aquel falo que lo trataba sin
respeto. El orgasmo me ven�a. El orgasmo era inminente...Me derrumb� sobre la
cama. Despu�s de sufrir las violentas sacudidas de la erupci�n de mi volc�n por
cuarta vez.

Victoria qued� muy satisfecha. Se visti� como hab�a venido, pero sin venda y
se despidi� con un beso muy ardiente. Debi� de dar muy buenos informes de m� en
la agencia, por que no me falta trabajo.

Cuando llegu� a casa, grit�:-�Cari�o!�He vendido un cuadro!