Quede como estaba sobre el sill�n, mi marido le trajo un vaso
de champa�a a Fern�ndez que le dijo, su copa ya esta rebozante, mi marido se
arrodillo detr�s de mi y empez� a chupar mi culo tratando de sacar toda la leche
que pod�a, estuvo s�lo un ratito. Fern�ndez se puso de pie y me dijo que era
hora de pasar a la habitaci�n y le indic� a mi marido que no lo �bamos a
necesitar que pod�a dormir c�modamente en el sof�.

Me sent�a orgullosa, lo hab�a hecho calentar a full, segu�a
caliente y eso me hac�a sentir m�s caliente a mi tambi�n. Entramos a la
habitaci�n, me desnude y me tire abierta de piernas sobre la cama, Fern�ndez
cerr� la puerta y vino hacia la cama. Se acomod� entre mis piernas y me la clavo
hasta el fondo. Sigue caliente el abuelito, �eh?, le dije. Me apret� fuerte del
cuello y me empez� a hablar al o�do, c�llese la boca perra, porque la voy a
ahorcar, �que har�a si decido ahorcarla? Morir�a acabando como la perra que soy,
le dije cuando afloj� su mano. No le har� mal al coraz�n coger m�s de una vez?,
me volvi� a apretar el cuello y me cogi� m�s violentamente a�n, sent�a su pija
que estaba redura. �Cuando me va a dar un hijo, perra?. Y que ser�a, le
conteste, el padre o el abuelito. Me sigui� cogiendo duro, sent�a que estaba
totalmente sacado, a veces me daba miedo porque me apretaba el cuello con
demasiada fuerza, pero estaba tan caliente que nada me importaba. En un momento
afloj� y se quedo quieto sobre m� con la pija bien dura y metida bien a fondo.

Me volvi� a hablar a mi o�do, �Cuando va a venir a mi
oficina?. Para que, necesita alguien que lo ayude a dejarme satisfecha, ya lo
tengo a mi marido para eso. Me volvi� a agarrar del cuello apretando con fuerza
y me serruchaba bien duro, �Quiere que la llene, perra?, Si!!...por favor..., me
encanta la leche. Me apret� fuerte del cuello y me dio duro hasta que sent� que
se contra�a y su pija empezaba a escupir su leche dentro de mi. Se fue calmando
y fue perdiendo su erecci�n lentamente. Se corri� a un costado y descanso un
rato en la cama. Ahora me voy me dijo, ya se lo mando a su marido, y se levant�
saliendo de la habitaci�n.

Escuche la puerta de calle y mi marido vino hacia la
habitaci�n. Ven� que me dejo llenita le dije, que suerte tenes. Se acomodo entre
mis piernas y empez� a chupar con delicadeza, no lo hac�a como siempre, estaba
m�s calmado.

Que rica cogida me pego, hac�a mucho que no gozaba tanto, le
dije, empez� a chupar un poco mas profundo. Como puede ser que te guste tanto
chuparme la concha despu�s de que me cogieron, a veces me cuesta mucho
entenderlo. Por toda respuesta segu�a chupando cada vez con m�s avidez. Me
parece que te portaste muy bien este fin de semana, as� que te voy a dejar que
me cojas sin forrito. �te gustar�a? Se acomod� sobre m� y me la dejo ir, quedate
quieto le dije que quiero que dures, me la dejo clavada en el fondo y sent� como
le lat�a como en las mejores �pocas cuando no puede aguantar su calentura. Se
quedo quieto y yo no le dije nada. Cuando lo sent� un poco m�s calmado, le dije
vas a acabar cuando yo te diga, no antes. Si llegas a acabar antes no te voy a
dejar llegar por quince d�as, ni pajitas, ni nada. Vas a estar calentito,
calentito. �Qued� claro?, su pija le segu�a latiendo como loca, hab�an sido
demasiados sucesos juntos y demasiada calentura acumulada, estaba segura que no
iba a aguantar. Por lo tanto decid� seguir con el juego a full. Lo tome de los
pelos con mi mano derecha y con la izquierda le met� el dedo medio en el fondo
del culo. Le empec� a hablar bajito en el o�do, �te gusta cogerme cuando estoy
llenita de leche de otro macho?, �la sent�s m�s calentita?.

Me parece que ser�a un buen momento para agrandar la familia,
�qui�n te gustar�a que fuera el pap� de nuestro pr�ximo hijo: �Fern�ndez o tu
pap�?. Sent� como me clavaba a fondo llen�ndome de cantidades de leche, me
empez� a coger duro y no perd�a su erecci�n, aunque acabaste sin permiso, me
segu�s dando duro as� que no te mereces ning�n castigo.

Me cogi� un rato m�s y le ped� que saliera, me di vuelta y le
ofrec� el culo. Me puse en cuatro sobre la cama y sent� que me la clavaba hasta
el fondo. Que linda pija ten�s, l�stima que te guste tanto ser cornudo. me cogi�
duro por un largo rato y no llegaba, le trate de exprimir la pija con mi culo y
no pude segu�a duro y aguantando. Se sali� de mi y me puso de rodillas al borde
de la cama, me la clavo de vuelta, gire mi boca y lo bese profundamente. Que
lindo sos cuando est�s bien caliente. Te amo, le dije, dame tu lechita por
favor. Lo sent� explotar y esta vez en mi culo y a pesar de ser su segundo
orgasmo fue bastante abundante, le ped� que se acostara en la cama y apoye mi
cabeza sobre su pecho mientras el me acariciaba la cabeza, sin saber muy bien
porque empec� a llorar. Me sent�a desamparada y perdida, ten�a una confusi�n
total en ese momento, millones de pensamientos corr�an por mi cabeza. Mi marido
me sigui� acariciando la cabeza y me dijo: no te olvides que "todo" lo que est�
pasando es una elecci�n de los dos, no te sientas culpable. Lo mire y nos
besamos profundamente, su pija empezaba a reaccionar una vez m�s.

Hac�a un mont�n que no est�bamos tan calientes me acomode
sobre �l y me la deje ir de a poco, nos bes�bamos y acarici�bamos muy
dulcemente, me tra�a el recuerdo de nuestras primeras relaciones y me sent�a
igual de inocente que en aquella �poca, mi marido me besaba con dulzura y me
acariciaba la cabeza, estuvimos largo tiempo haci�ndolo. En un momento me baje
de el y me acost� d�ndole la espalda. Se acomodo detr�s m�o y me la dejo entre
mis piernas sin penetrarme y los dos nos dormimos abrazados muy profundamente. A
la ma�ana siguiente me despert� primero yo y fui a preparar el desayuno, se lo
lleve a la cama y se lo deje en su regazo y me fui a ba�ar, me sent�a en un
momento de mucha confusi�n, realmente no sab�a lo que quer�a.

En ese momento necesitaba solamente ir a trabajar, sent�a que
mi rutina me ayudar�a a acomodarme y a volver a reencontrarme con lo que era. De
camino al trabajo pensaba que quiz�s me gustar�a tomarme unas vacaciones sola
con Nerea, pensaba en alg�n lugar como sierra de la ventana, en donde estar
tranquila y poder tomar una decisi�n. Por el momento me esperaba una dura semana
de trabajo.

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