Mi misis�n era cuidar a un chico de unos 17 a�os, cantante,
muy famoso, que pasaba por Miami. Habia escuchado sus temas, visto los videos en
los que meneaba el culo con un rico vaiv�n, y ahora me lo presentaban. Alto,
delgado, con una cintura peque�a y un culito bien formado, el "famoso" no me
respondi� cuando le dije, "es un placer conocerlo", tampoco estir� la mano para
saludarme, y practicamente me ignor� mientras su manager daba las instrucciones
de c�mo nos comportariamos en el lujoso hotel de Miami donde �l pasar�a una
semana mientras daba dos conciertos y se presentaba en programas de TV.

En una habitaci�n contigua a la suya estariamos mis amigos
Marco, Sandro y yo; vigilando el sue�o de la "estrella" y atentos a cualquiera
de sus caprichos. A la hora que sea, de dia o madrugada, debiamos correr a
cumplir con sus deseos. Y bueno, eran las 6 de la ma�ana de mi primer dia de
trabajo, y yo intentaba dormir a pesar del calor, dando vueltas en una peque�a
cama cerca a la de mis compa�eros que tuvieron que compartir una matrimonial.
Vaya, los tios no me habian atraido mucho, pero los culos si. No me importaban
de quien era, hombre o mujer, un buen culo era algo que yo no dejaba pasar. Y
los de mis compa�eros, brillaban por su ausencia; no tenian, apenas unas nalgas
caidas. Ni modo. No podria romperle el culo a ninguno de ellos, a pesar de que
mi peque�o slip blanco dejaba ver que mi verga de 23 cms. que hacia ya dos meses
no conoc�a mujer que se la comiera.

En eso estaba, sumido en mis pensamientos sexuales, cuando
empec� a escuchar los gritos de mi famoso jefe pidiendome que fuera a su
habitaci�n. De inmediato me puse un pantalon, la camisa, y descalzo corr� a
verlo. All� estaba, s�lo en calzoncillos, colgado de la ventana de la
habitaci�n, piso 17, saludando a las fans que gritaban su nombre desde la acera.
Mi "famoso" dejaba ver la mitad de su cuerpo por la ventana, mientras su c�lito
y las piernas se apoyaban en un sof�. Tenia miedo de caerse y pedia ayuda. Habia
que sostenerlo por la cintura mientras �l jugaba por la ventana con sus
admiradoras.

Otra vez me llam� la atenci�n su culo, grande, duro, nalg�n,
blanquito y sin pelos; pero mientras me acercaba a �l, empez� a decirme, "te
pagan para que vengas de inmediato, no 5 minutos despu�s, pude haber caido por
la ventana". Quise explicarle que estaba durmiendo, y casi sin ropa, pero el muy
grosero segu�a llamandome la atenci�n, "la pr�xima vez vienes aunque sea desnudo
y en medio de un sue�o".

No pens� que fuera a cumplir con su amenaza, pero lo hizo. Al
dia siguiente a las 7 am., cuando apenas un slip celeste me cubr�a la empalmada,
escuch� los gritos del cantante de moda. Sal� disparado y abr� la puerta de su
habitaci�n. Aunque �l s�lo me mir� un segundo, not� como concentraba su mirada
en mi enorme paquete, 23 cms. duros, tiezos, apenas cubiertos a la mitad por el
slip- El estaba desnudo. Totalmente desnudo. Y s�lo dijo,. "voy a saludar a mis
fans, tomame con fuerza". Ahhh. Esa frase me puso a mil. Que me importaba a mi
ese cantante, mi trabajo o la ciudad de Miami. Yo estaba empalmado y alguien iba
a pagar por eso. Me acerque lentamente a �l. Lo �nico que tenia dentro de la
habitaci�n era el culo paradito y las piernas. Me puse justo entre sus piernas,
tocando suavemente con mi punta una de sus nalgas, y mis manos tomaron con
fuerza su cintura. Not� com� �l gemia de placer. Pero de inmediato apart� mi
punta. El movi� su cuerpo, buscandome, con placer, deseoso. Pero yo volv� a
moverme haciendo que se volviera loco. Pude haberle roto el culo all�, pero no,
yo quer�a volverlo totamente loco. Pasaba mi verga por su culo, despu�s apretaba
sus nalgas contra mi pierna, escondia y mostraba mi rabo, mientras su culito se
abr�a como en una invitaci�n. Pero no. No ca�. Y �l se molesto, se puso de pie
frente a mi y me grito, "�qu� crees que haces?, �sobarme tu verga como si yo
fuera maricon?".

En ese momento me acerqu� a �l, delgadito, delicado, tom� su
cabeza con mi mano y halandolo fuertemente le clav� la verga en la boca
impidiendo que siguiera hablando. Mis manos tomaban su cabeza mientras con mis
movimientos daba una y otra vez contra su garganta, rapido, lento, despacio, a
golpes. El parec�a estar con los ojos en blanco, abrazado a mi cintura,
disfrutando de cada instante de mi embestida. Rapidamente me vine dentro suyo y
no saqu� mi verga de su boca hasta que la �ltima gota de sem�n quedo dentor
suyo.

Nunca habia sentido algo asi. Saqu� la verga y �l me dijo,
"rompeme el culo". No, le respond�. Primero repiteme "soy maricon", y lo hizo.
Una y otrz vez repiti� "soy maric�n", mientras yo lo tom� por la cintura, lo
llev� a la ventana, dej� que sacara medio cuerpo afuera, le abr� bien las
piernas, y sin saliba, sin luibricar, en seco, le clav� 23 cms. Sent� como su
cuerpo se estremec�a, como abr�a un culo que nunca habia recibido una verga tan
grande, y me qued� asi dentro suyo, en seco, mientras un grito desde el piso 17
les avisaba a sus fans que el m�s famoso machito del mundo musical habia
encontrado un trozo de carne que lo hacia gemir como una perra de placer. Unos
segundos despu�s comenz� a mover ese culo como si fuera una metralleta, y se lo
segui moviendo las tres veces que se lo llen� de sem�n. Todo el tiempo que
estuve sin mujer, toda la leche que tenia conteniada en los huevos, llen� los
intestinos de mi famoso jefe, que despu�s de la trercera embestida se dej� caer
en el suelo, complemantente exhausto. Yo no me ba��, no le habl� ni dije una
sola palabra. Simplemnete me dirig� a mi habitaci�n, tom� mi ropa, me vest� y
sal� de all�.

A los dos dias una llamada de la agencia cambi� la historia.
No me rega�aban por haberme ido. Me ped�an regresar al trabajo, pero como
asistente personal de ese cantante famoso, hoy m�s famoso que antes, hoy de 28
a�os, que sigue teniendo Miami como centro de operaciones. En este momento
descansa en su cama despu�s de una faena �nica, cuatro embestidas �nicas y
maravillosas. Mi unico trabajo es darle placer y lo hago con gusto. El el
escenario es una macho que vuelve locas a las mujeres, en nuestra cama es una
mujercita que me la chupa horas de horas mientras vemos televisi�n, y que me
repite "te quiero" mientras lo embisto. De vez en cuando todavia le abro el culo
en la ventana del hotel que algun pais que nos toque visitar. Pero siempre
terminamos con un tierno beso. Lo quiero mucho. Es muy especial para mi. Y
escribo esto mientras lo veo dormir, con ese rico culito al aire, que ya me
dieron ganas de romper una y otra vez.