Me gusta mucho el sexo pero tengo que reconocer que no lo
practico mucho. Mi experiencia se resume en un par de polvos alguno mejor que
otro, masturbaciones diarias, alg�n que otro resfreg�n con mi profe particular
de literatura que est� como un queso y a veces me escribe poemas y el resto al
cine X y mi ciberamantes que no veas qu� imaginaci�n m�s placentera. Esto
ocurri� hace unos tres a�os en unas vacaciones. Ya no vamos tan a menudo, pero
hace unos a�os, cada vez que hab�a un puente, en Semana Santa y sobre todo en
verano, mis padres, mi hermano �lvaro, mis t�os Luis y Marta y mi primo Diego,
nos �bamos de acampada a una playa del sur. Mont�bamos las tiendas de campa�a y
pas�bamos varios d�as all�.

Cuando �ramos ni�os, mi primo, mi hermano y yo lo pas�bamos
en grande haciendo de la playa nuestro para�so, jug�bamos a los n�ufragos, a los
socorristas, hac�amos cuevas con piedras y arena o dibuj�bamos grandes circuitos
en la arena para jugar dentro de ellos. �ramos la pandilla de los tres. Pero
este a�o empezaba de un modo diferente. Cuando llegamos a la playa y vi a mi
primo me asombr� porque hab�a crecido mucho en apenas un a�o, ya no era
Dieguito, ahora era un chaval de catorce a�os con un bonito cuerpo, no muy alto
pero formado, con el pelo ondulado cay�ndole por las mejillas y una infantil
pero p�cara mirada.

Cuando llegamos mis t�os ya hab�an acampado, Diego sali�
corriendo del mar a recibirnos, con el agua desliz�ndose por su pecho brillante,
el pelo gote�ndole sobre la cara y el ba�ador... buff el ba�ador. Supongo que yo
tambi�n habr�a crecido para �l ya que le llevaba dos a�os; las �ltimas
vacaciones con ellos yo ya ten�a pecho y unas curvas que el chico mir� m�s de
una vez haci�ndome sentir importante, ese a�o yo estaba m�s desarrollada pero...
ahora era diferente porque fue �l quien esta vez cautivo mi mirada.

-Hola Sandra- su voz estaba empezando a cambiar

-Hola Diego, cu�nto has crecido primo- y lo abrac�.

Segu�a siendo un ni�o, porque su abrazo me record� a los de
a�os pasados, cari�oso, inocente pero desde el cuerpo de un hombrecito. Afloj�
el abrazo que intent� disimular como inocente y me acerqu� a saludar a mis t�os.

Despu�s de acampar y ponernos los ba�adores decidimos dar una
vuelta por la playa, pens� que mi hermano �lvaro vendr�a con nosotros pero
prefiri� acercarse a un grupo de ba�istas muy monas que jugaban al bolley-playa
en la arena. Hab�an cambiado muchas cosas.

Diego actuaba como el mismo ni�o que era a�os pasados, su
cuerpo hab�a cambiado pero a �l le quedaba mucho todav�a por aprender, �lvaro
siempre hab�a sido mi hermano protector, s�lo nos llev�bamos un a�o y eso hac�a
que tuvi�ramos muchas cosas en com�n, gustos, curiosidades, m�sica, amigos...
descubr�amos juntos la vida y nos apoy�bamos el uno en el otro para escalar por
ella pero ahora �lvaro estaba en esa edad en la que empezaban a interesarle las
chicas, como a m� los hombres, pero �l lo hac�a de un modo que a veces a m� me
hac�a sentir excluida de su vida; no me contaba lo que hac�a y ya no siempre me
dejaba salir con �l y sus amigos. No me apetec�a quedarme en la orilla con Diego
a tirar piedras al agua y contar los botes que daba antes de hundirse, ya no era
divertido, quer�a acercarme a jugar con �lvaro y las chicas pero mi hermano no
me hab�a invitado y yo como buena pava era muy orgullosa. Mir� a primo y le
dije.

-�Nos ba�amos?

-Vale- y sali� corriendo hasta zambullirse de cabeza a pocos
metros de la orilla, sac� la cabeza y empez� a salpicarme con el agua fr�a para
hacer m�s dif�cil mi entrada al mar.

-Est�te quieto Diego, no seas ni�ato- y como no paraba me
sumerg� de golpe en el agua.

Nade r�pido mar adentro para deshacerme del incordio de mi
primo y cuando lo hube dejado atr�s haciendo absurdas piruetas en la orilla dej�
que mi cuerpo se balanceara con las olas. Me gustaba la caricia del mar y en un
impulso adolescente mir� alrededor, me quit� el ba�ador y despu�s de enrollarlo
en mi mu�eca para no perderlo empec� a nadar desnuda en paralelo a la orilla.
Estaba alejados del campamento y el grupo de chicas que estaban con mi hermano
se ve�an al fondo de la playa como peque�os mu�ecos de futbol�n danzando.

Volv� la vista para buscar a Diego en la orilla pero no lo
vi. Me puse de espalda y haciendo el muerto sobre la superficie del mar dej� que
el sol de media tarde espiara mi desnudo. Estaba c�lida con los brazos
extendidos y las piernas entreabiertas, sent�a las olas intentando colarse entre
mis piernas, haci�ndome cosquillas, me gustaba. En ese momento de relajaci�n
casi er�tica la cabeza de Diego surgi� de las profundidades apareciendo entre
mis piernas y agarr�ndome los tobillos, "�T� eres tonto ni�o!" grit� y me
sumerg� de golpe para evitar que me viera desnuda pero ya era demasiado tarde.
�l no se lo esperaba, s�lo ven�a a jugar como un ni�o, quer�a hacerme una
ahogadilla y no hab�a podido porque al agarrarme los tobillos se encontr� de
frente con mi desnudo. Lo mir� enfadada y cuando iba a gritarle de nuevo
dici�ndole que era un est�pido idiota vi como dos l�grimas avergonzadas se
escapaban de sus ojos.

-Lo siento Sandra, no sab�a que.... perd�name...- y se dio la
vuelta para regresar a la orilla.

-Espera Diego, no te vayas- me hab�a roto el coraz�n,
pobrecillo- ven, no te vayas.

Nad� lento de nuevo hacia m� y se par� a m�s de medio metro
de donde yo estaba.

-Siento, haberte gritado, es que me asust�, no te esperaba-
me miraba sonrojado sin decir nada- �me perdonas?

-Yo no tengo nada que perdonarte prima, perd�name t�
porque...- mir� el agua que envolv�a mi cuerpo desnudo y despu�s mir� mi ba�ador
en la mu�eca...- no sab�a que estabas as�.

- �As�, c�mo Diego?- empec� a jugar con �l para ver qu� le
pasaba. Mir� la playa, el campamento estaba lejos y �lvaro jugaba olvidado de su
peque�a hermana- dime Diego �as� c�mo?

-As�- me se�al� con un gesto de cabeza- ya sabes...-era un
ni�o, le avergonzaba decirlo.

-Desnuda, Diego, la palabra es desnuda.

-...ya lo sab�a pero me da corte- se sumergi� para que no
viera como se hab�a puesto colorado, aprovech� y me acerqu� a �l.

-Has crecido mucho Dieguito, seguro que ya tienes novia.

-No todav�a no...

-No, con lo guapo que eres seguro que muchas chicas quieren
ser tu novia.- me apoy� sobre sus hombros y extend� mi cuerpo hacia atr�s
dejando que el sol viera mis nalgas- �no te lo ha pedido ninguna chica del cole,
Diego?

-No,...-titube�- bueno una vez Carol, la de la segunda fila,
me dio un beso en el recreo cuando marqu� un gol, a m� me dio verg�enza pero
nada m�s.

-�S�lo te bes�?

-S�

-�D�nde? �Aqu�?- y le bes� sensual la mejilla. Tard� en
responder

-No- me mir� y se llev� los dedos a los labios- aqu�

-�Y fue as�?- me acerqu� y bes� sus labios, deslic� la lengua
sobre ellos y se la met� en la boca, apret� y empec� a moverla muy sensual y
juguetona, �l no sab�a que hacer- mueve la lengua, Diego, intenta enredarla con
la m�a- y segu� peg�ndole el lote. �l se anim� y sin dejar de mover los pies y
los brazos para no hundirse, absorb�a mi lengua y se dejaba ense�ar-

-�Te hab�an dado alguna vez un beso as�, primo, con lengua?

-No- susurr�

-Entonces tampoco habr�s visto nunca una mujer desnuda-

-No, bueno a mam� a veces y en las revistas pero de verdad
no.

- �Quieres mirarme, Dieguito?- y sin que me respondiera volv�
a hacer el cristo sacando todo mi cuerpo a la superficie del agua para que mi
pobre primito viera a la primera mujer desnuda de su vida de verdad.

Me mir� de arriba abajo, no sonre�a, su expresi�n era una
mueca de sorpresa, agradecimiento y verg�enza, me recorr�a palmo a palmo con los
ojos, vi que se deten�a a mirarme los pechos con los pezones tiesos por el
contacto del agua y la excitaci�n que me daba mi primo al mirarme. Sigui�
mirando mi vientre y cuando lleg� al vello de mi entrepierna mir� de reojo,
suspir� y me mir� a la cara sin decir nada. Me mov� en horizontal hacia �l, pas�
una pierna por encima de su cabeza y lo dej� entre mis piernas, de frente a mi
conejito que ya estaba h�medo y salado, no precisamente por el mar. "�Lo ves
bien ah� Diego?" y se lo acerqu� m�s a la cara "�esto tampoco lo hab�as visto
nunca verdad?, neg� con la cabeza, sudaba y respiraba tan r�pido que su aliento
me llegaba al choco, "seguro que te gustar�a tocarlo, venga hombre, aprovecha",
e inocentemente, con miedo a que mis labios vaginales excitados y abiertos le
succionaran las manos, acerc� sus dedos y acarici� suavemente, me estremec� a su
contacto.

En una pel�cula de esas pornos yo hab�a visto como un hombre
le tocaba a una mujer el chocho y despu�s la hac�a gemir d�ndole gusto con su
picha y con los dedos, hab�a visto un par de veces a mis padres en su
dormitorio, una vez un chico del colegio un par de cursos mayor que yo que se
sentaba conmigo en el autob�s del cole, me dijo que si le dejaba tocarme por
debajo de la falda el me dejar�a tocarle los calzoncillos. Estaba sobre el mar,
el sol me ca�a en los pechos y la barriga y Diego me acariciaba cada vez con
menos verg�enza. En el autob�s con mi compa�ero, cuando me toc� un rato not� un
calor en las bragas que me sub�a hasta la barriga y as� aprend� que toc�ndome
como �l me daba gusto. Ahora no era yo la que me lo daba, era como en las
pel�culas que hab�a visto, era Dieguito que me frotaba curioso y agradecido,
empec� a gemir y pens� que ten�a que aprovecharme de aquel momento de inocentes
descubrimientos. Gem� cuando en su exploraci�n encontr� ese botoncito que tanto
me gusta apretarme y mi cuerpo empez� a temblar, mir� hacia la playa y vi que no
nos echaban en falta, mir� a Diego que segu�a embobado en mi sexo y vi la cala
que sobresal�a a unos cien metros de nosotros.

-�Me acompa�as, primo, quiero ense�arte una cosita?- lo bes�
con lengua unos segundos y nad� hacia el risco-

Lleg� unos minutos despu�s que yo y le cost� subir. Me hab�a
colocado en un recodo de forma que ve�amos la playa pero el perfil de la cala
nos ocultaba y no se nos ve�a desde la arena. Diego sali� del agua respirando
acelerado, cansado por la nadada inesperada. Se qued� de pie mirando intentando
recuperar el aire. Lo mir�. Que bonito era.

El agua sobre su piel, el sol haci�ndolo brillar, el
ba�ador... buff, el ba�ador se le pegaba al cuerpo por el agua, le marcaba la
superficie del calzoncillo de red interior descubriendo una adolescencia
curiosa. Estaba sentada de frente a �l y abr� las piernas para invitarlo,
"ac�rcate mi amor", se acerc� y se qued� mir�ndome desde arriba, a�n no se hab�a
empalmado pero me miraba celoso, "�por qu� no te quitas el ba�ador primo?", y
empez� a baj�rselo, se desprendi� de �l y sigui� de pie mir�ndome de arriba
abajo. Ten�a una pija no muy grande, estaba arrugadita y una pielecilla le
colgaba delante, como a mi hermano cuando lo vi saliendo de la ducha hac�a poco,
era larguita pero finita y no la ten�a tiesa como las de la peli pero a veces se
le mov�a un poco.

-Diego, �se te pone dura la cuca? Ya eres un hombrecito,
seguro que ya te tocas- me pas� las manos por el chumino para relajarlo.- �se te
pone dura y se te empina, Dieguito?

-S�, a veces, por las ma�anas,... y por la noche si me toco,
a veces veo la tele y si salen chicas guapas pues...

-Y cuando se te empina �qu� haces?

-No s�...-baj� la cabeza avergonzado- me toco solo...

-Diego, tu eres mi primo favorito lo sabes...

-S�...

-Me encanta verte ah� desnudo, me gusta...-quer�a hacerme la
experta y me segu� tocando el chocho y las tetas- verdad que si te pido que
hagas cositas para m�, t� que me quieres me las haces �verdad Dieguito?

-Claro dime...- su voz sonaba temerosa pero tan inocente que
le sonre�.

-T�cate para m�, qu�date ah� de pie y t�cate como a ti te
gusta y ver c�mo se te pone durita...

Tard� en reaccionar, mir� alrededor por si nos ve�an y t�mido
e inexperto se cogi� la pilila y empez� a frot�rsela. Lo hac�a de modo diferente
que en las pel�culas. Las mujeres de la tele la agarran con toda la mano y
aprietan de arriba abajo muchas veces, las cucas crecen y entonces ellas tocan
la punta y las agitan hasta que el hombre gime y se los meten el en la boca o en
el chocho. Diego no se la tocaba as�, �l se pasaba la manita y se apretaba la
punta, ya se le estaba empinando y se la cogi� con las dos manos, no me miraba,
creo que le daba mucha verg�enza.

-Ven primito, si�ntate aqu� y sigue, estar�s m�s c�modo- le
hice sitio a mi lado y me obedeci� sin soltarse la pichila. Lo mir� y lo bes� en
la boca, ya sab�a como ten�a que seguir y su lengua empez� a enrollarse en la
m�a- �seguro que nunca te ha tocado la pollita una chica, vedad mi ni�o?

-No,- s�lo su respuesta en gemido avergonzado fue un ruego.

-Y seguro que te gustar�a que tu primita te acariciara
�verdad?

-Si

Le retir� la mano del tolete y lo agarr�. Qu� maravilla,
estaba sorprendida, estaba dura, muy caliente, temblaba cuando la acarici�,
nunca hab�a hecho algo as� pero aquel tacto me gust� as� que siguiendo lo
aprendido en la tele empec� a subir y a bajar mi mano cerrada sobre su pija
dura, Dieguito empez� a gimotear y empec� a menear m�s r�pido, la punta la ten�a
muy roja y le goteaba unas gotita amirillitas, Diego gem�a y cre� que le hac�a
da�o pero no par�, "�Te gusta primo?", me mir� y sonri� sinceramente, no pod�a
hablar y asinti� con la cabeza cerrando los ojos y suspirando profundamente
cuando llev� la mano hasta abajo del todo y las apret� contra los huevillos
duros. Me gustaba mucho hacer aquello, era divertido, mi primo estaba
disfrutando como un loco y yo sent�a mi chumino gote�ndose todo.

Cada vez su glande estaba m�s hinchado y cuando lo tocaba
Diego se remov�a y gem�a m�s fuerte; me acord� de las chicas de las pelis y como
vi que segu�a goteando su agujeruto de la punta, me acerqu� y con la lengua
empec� a chuparlas, Dieguito se derrumb� sobre las rocas y yo al sentir el sabor
de su cuca en mi boca y saber que eso a los machos les gusta, porque en los
chats de internet lo dicen mucho, volv� a chupar varias veces y despu�s me la
met� en la boca. Eso lo hab�a visto. Hay que cerrar los labios y apretar con
ellos de arriba abajo, como si fuera un chupete largo, me cab�a casi toda en la
boca pero cuando sub�a hasta el capullito y bajaba r�pido apretando, la punta me
daba en la garganta, me ahogu� pero despu�s segu� porque Diego estaba muy
empalmado y quer�a verlo gozar. Yo ten�a el chocho muy baboso y empec� a tocarme
mientras le chupaba pero de pronto not� una mano intentando sustituir la m�a,
era Diego, le cog� los dedos y le marqu� el ritmo como a m� me gusta hac�rmelo
sin sacarme su polla de la boca y girando mi culo hacia su cara, dej� que me
tocara �l solo, volv� mis manos a su polla dura a punto de estallar.

Me la tragu� varias veces y con las manos empujaba su piel
hasta abajo, apret�ndole los huevos hasta que en una de mis succiones not� como
los huevos se contra�an y algo, como una ola desde ellos, sub�a por el rabo, lo
sent� caliente subir por debajo de mis manos, no sab�a qu� era pero seguro que a
mi primo le estaba gustando porque gem�a mucho as� que mene� las manos m�s
r�pido y sin que pudiera reaccionar se derram� justo cuando me la hab�a metido
entera de nuevo en la boca, me llen� la garganta y empec� a tragar para no
ahogarme, como vi que cuanto m�s mov�a las manos y segu�a tragando Dieguito m�s
dec�a siiii, mmmmm,aahhhh,siiii, continu� chupando hasta que dej� de salirle el
chorro. Ten�a un sabor raro pero me gust� aquello caliente desbord�ndose dentro
de mi boca escuchando el placer del chico sin dejar de tocarme.

-�Te ha gustado primo?

-S� mucho- segu�a toc�ndome pero m�s despacio.

Me sent� bocarriba con las piernas abiertas y cog� su mano.

-S� que te ha gustado Dieguito- mene� sus manos por toda mi
raja mojada- pero si quieres que vuelva a hac�rtelo otra vez vas a tener que
hacerme el gusto a m�- me mir� inocente incorpor�ndose. Lo bes� violentamente
con la lengua hasta la garganta y baj� su cabeza a mis tetas- chupa, Diego, como
si fuera tu mam� y quisieras comer de m�

Empez� a chupar como un beb� hambriento y cuando le apret� la
cara contra mis tersos pezones empez� a juguetear con ellos y su lengua.

-�Qu� m�s sabes hacer con la lengua, primo?

-�C�mo?- no me entend�a

Baj� su cabeza hasta mi vientre, se dejaba hacer as� que
segu� empuj�ndolo y lo mir�. "Ens��ame lo que sabes hacer con esa leng�ita,
m�tesela a la primita en el chumino, como en la boca, mu�vela dentro...."

Empez� a chuparme despacio, a girar la lengua en punta sobre
mi cl�toris y se atrevi� a met�rmela y moverla dentro, r�pido, con fuerza como
yo se la hab�a metido en la boca. Me gustaba mucho sentir a primo lami�ndome
toda, chup�ndome los labios, la vulva, el cl�toris.

Estaba muy salida y le llev� los dedos a la raja del chocho,
no sab�a si met�rselos porque yo no me los meto muy adentro y no sab�a qu� iba a
hacerme �l pero su lengua en mi botoncito me ten�a muy salida as� que aprovech�
mis flujos y empec� a empujarle el dedo �ndice en mi vagina, el s�lo lo mov�a
cuando yo le mov�a la mano as� que perd� el miedo y dej� que siguiera meneando
la lengua d�ndome escalofr�as en el cl�toris y mov� con m�s fuerza su dedito en
mi co�ito. "�Qu� gusto, mmmm!", el gemido fue incontrolado "s��, Diego, sigue
as�, mmmmm �qu� gusto me das! sigue Diego, no pares porfavor, sigue, s���...".
Me vine en gemidos y con unos chorros que nunca hab�a echado al tocarme a solas,
estaba agotada, pero los espasmos de mi cuerpo continuaron hasta que me vaci�.

Dieguito segu�a lami�ndome como un perrito, recogi�ndome toda
por las ingles, sec�ndome, me pasaba los dedos y segu�a chupando por si sal�a
m�s, me contorsionaba en sus caricias y �l segu�a juguet�n, inocente,
descubriendo los movimientos de mi sexo cada vez que lo tocaba, lo mira absorto,
sonriendo como ante un regalo deseado. Chupaba y me miraba para ver qu� hac�a yo
y yo lo acariciaba por la frente, con las piernas abiertas, atrapado por mi olor
vaginal, lamiendo goloso. Despu�s de un tierno momento de caricias, se recost�
sobre mi barriga y susurr�.

-Gracias, prima, nunca lo olvidar�.

Lo retir� de mi vientre, me inclin� y lo bes� en los labios.

-Enju�gate la boca antes de volver, tienes mis ricitos
pegajosos en la lengua y hueles a conejito a gusto.

Volv� a besarlo y salt� desde la cala al mar. Regres� sin
mirar si Diego me segu�a. Quer�a hacerme la experta pero en realidad mi primo me
ense�� que me da m�s gusto que me toquen otros que hacerlo yo solita.

Sandra.