Relato: Mi mama y mi tia



Relato: Mi mama y mi tia

Mi Mama y mi Tia


Hola, me llamo Jos�, tengo 22 a�os y voy a contar como empec�
a tener relaciones sexuales con mi madre y mi t�a. Este relato lo escribo yo, ya
que se me da mejor lo de teclear, pero lo hago en compa��a de mi madre porque a
ella tambi�n le da morbo que nuestra historia pueda ser conocida por todos


Aunque he tenido experiencias sexuales con varias chicas de
mi edad la verdad es que ahora lo que m�s me gusta es gozar con estas dos
jamonas maduritas que son mi madre y mi t�a Luci. Me produce un morbo y una
excitaci�n especial tener relaciones con estas dos mujeres casadas, amas de
casa, de 45 mi madre y 40 mi t�a, muy decentes y recatadas de cara al exterior
pero que, a pesar de su edad, en la intimidad son unas viciosas de campeonato.


Todo empez� un d�a, hace tres a�os, en el que yo llegu� a
casa a media tarde, mucho antes de lo que lo acostumbro a hacer, y me las
encontr� a ambas en el sal�n llevando tan s�lo puestos unos conjuntos de ropa
interior muy provocativos. Mama llevaba unas bragas negras de encaje que, bien
encajadas en la raja, dejaban su glorioso culazo al descubierto. Un liguero
sujetaba sus medias negras de amplia malla que realzaban sus largas y jamonas
piernas, aun m�s alargadas por unos zapatos de alto tac�n de estilete.
Completaba su desnudo un sujetador tambi�n de encaje negro semi-transparente
bajo el que se adivinaban los pezones, y que aunque cubr�a bien poco de sus
deliciosas tetorras, las empujaba para arriba y las pon�a respingonas. �Co�o que
globos tenia mi madre! Con cierta turbaci�n me di cuenta de que por primera vez
ve�a a mi madre como hembra y, aunque un poco jamona, la encontraba bien buena y
de lo m�s deseable.


Mama esta un poco gordita pero ha puesto los kilos en los
mejores sitios. No es de carnes fofas, sino todav�a duras, mantiene una cintura
y a pesar de tenerme a mi, casi no tiene barriguita. Lo que tiene son unos
pechos, un culazo y nos muslos que quitan el hipo. Mi t�a Luci, por su parte,
tampoco tiene desperdicio, tiene un buen culazo y unas piernas muy atractivas
que yo, algunas veces, ya hab�a ojeado y hasta toqueteado un poco, pues como
ella es una cachonda, aunque aparente ser una reprimida, me hab�a permitido
tomarme algunas libertades. Mi t�a aquel d�a llevaba tambi�n zapatos de tac�n
alto, rojos, unas medias negras que llegaban hasta medio muslo dejando al
descubierto la mejor parte de sus gloriosos jamones, bragas de color rojo y
negro y un picard�as rojo oscuro, transparente bajo el cu�l se apreciaban sus
bonitas tetas, no tan grandes como las de mama pero un poco mas enhiestas. Al
verme los dos se pusieron coloradas, mostraron sorpresa y bastante nerviosismo.
A m�, cuando me recupere de la sorpresa, no se me ocurri� mas que piropearlas
diciendo que guapas y atractivas que estaban. Mi madre, cuando se repuso de su
turbaci�n, para explicar aquella situaci�n, me dijo que las dos hab�an ido
juntas de compras y se estaban probando la ropa interior que se hab�an comprado
aquella misma ma�ana


Ver a mi madre y a mi t�a medio desnudas, con aquellos
conjuntos de zorras me excit� bastante. A pesar de que las dos son de la familia
y una de ellas mi madre, la verdad es que estaban bien ricas mostrando sus
prietas carnes con aquellos conjuntos m�s propios de busconas que de castas amas
de casa. A pesar de su edad, las dos son unas jamonas de lo m�s apetecibles,
llenitas si, pero de carnes duras, con todas las curvas apropiadas en los sitios
justos, mas bien altas y agraciadas de cara. Por cierto, me llamo la atenci�n
que las dos llevaban bastante m�s maquillaje de lo habitual, con los labios muy
pintados, ojos y cejas resaltando mucho y colorete en las mejillas.


Ellas, para quitar hierro a la situaci�n, me explicaron entre
bromas que se hab�an comprado esos modelitos tan picantes, porque a su edad ya
necesitaban de todo tipo de ayuda para enga�ar a la madre naturaleza y conseguir
la atenci�n de sus maridos. Todos re�mos y yo entonces, aprovechando la
confianza que ten�a con mi t�a Luci para estas cosas y recordando que ella
alguna vez me hab�a insinuado que mi madre tampoco era en realidad tan recatada
como aparentaba, me atrev� a decirles:




No se porque dec�s que necesit�is ayuda para que os hagan
caso, la verdad, es que da gusto veros, est�is las dos como para comeros.
Pero, ya que he tenido la suerte de llegar cuando os est�is probando estas
cosas tan picantes, si no os importa a m� me encantar�a asistir al pase de
modelos. As� os puedo dar la opini�n de alguien del sexo opuesto sobre los
modelitos.


�Ay hijo, que galante! Por supuesto, cari�o. Dijo mi madre
aceptando mi p�cara propuesta y ri�ndose ella tambi�n con picard�a. Nos
gustar� mucho o�r tus opiniones. Adem�s es muy agradable saber que a nuestra
edad todav�a le podemos gustar a un jovencito.




Entonces las dos mujeres se exhibieron delante de m�,
pase�ndose, contone�ndose y hasta poniendo poses algo provocativas; la cachonda
de la t�a Luci hasta me incitaba, poni�ndose delante de m� y haci�ndome gestos
con la cara y p�caramente apuntando a sus pechos, a su trasero y hasta se daba
palmadas en los muslazos. As� las cosas, yo me atrev� a darles alg�n que otro
cachete en sus gordos culos mientras les dec�a que estaban de lo m�s atractivas
y que seguro que tendr�an todo el �xito que quisieran con sus maridos. Yo, con
toda aquella exhibici�n de carne madura, y encima con los gestos de la cachonda
de mi t�a me estaba poniendo como un burro y me estaban entrando unas ganas
enormes de meterles mano a las dos y especialmente a mi madre; porque a Luci ya
hab�a tenido la buena fortuna de toquetearla un poco alguna vez. Sin embargo, y
a pesar del ambiente desenfadado que se hab�a creado, yo notaba a mi madre
bastante nerviosa y mi t�a miraba el reloj con demasiada frecuencia. Yo ten�a
ganas de verlas completamente en pelotas. de meterles mano, de... meter otras
cosas, pero no me atrev�a a decirlo claramente, sobre todo porque no sab�a como
reaccionar�a mi madre. Su nerviosismo y preocupaci�n por la hora tambi�n me hizo
pensar que all� hab�a gato encerrado y que pod�a haber otra explicaci�n sobre el
hecho de que estuvieran casi en pelotas en casa. Entonces se me ocurri� la idea
de simular que me iba de casa. Dije que me iba al cine con unos amigos, me
desped� de las dos, bese a mi madre y mi t�a en las mejillas y aproveche para
palmotear sus recias ancas de yeguas cachondas. Sal� al pasillo, abr� la puerta
de la entrada, la cerr� con bastante ruido y con gran sigilo volv� a mi
habitaci�n dejando la puerta entreabierta.


Anda Nati


O� a mi t�a decir.




Que inoportuno tu hijo, suerte hemos tenido, por poco la
liamos bien liada.


Bueno, le ha faltado poco pero, ha salido bien. Mi hijo
pensar� que su madre es una calentorra y una indecente pero peor hubiera sido
si nos encuentra en plena faena con los otros dos.




Mis sospechas hab�an sido fundadas. Al parecer ten�an un l�o
con dos t�os a los que estaban esperando cuando hab�a aparecido yo tan
inoportunamente. Su conversaci�n acab� por aclararme que estaban esperando al
marido de una amiga de mi madre, un tal Andr�s, y a un amigo de �ste para tener
una sesi�n de sexo los cuatro. Me parec�a incre�ble que mi madre fuera una
calentorra despendolada que practicaba el sexo en grupo en compa��a de mi t�a
Luci y con dos hombres, poni�ndoles unos buenos cuernos a sus maridos. Sin
embargo no me sent� ofendido porque mi madre actuara as�. M�s bien me excitaba
la idea de contemplar a mi mama y mi t�a en plena org�a y de saber que eran tan
lanzadas en temas de sexo


A los pocos minutos llamaron a la puerta el tal Andr�s y su
amigo. Fue a recibirlos mi madre y a m� casi me da algo cuando pude ver de nuevo
desde mi habitaci�n su generoso culazo contone�ndose, con un embelesador
tembleque de los cachetes debido a los tacones y con aquella braguita tanga que
se met�a por la raja del culo. �Estaba buen�sima! Y no es que yo me estuviera
olvidando de que era mi madre; �Que diga lo que quiera el cabr�n de Sigmund
Freud! Es que precisamente el hecho de que mi madre fuera tan calentorra era lo
que me pon�a m�s excitado todav�a. Los hombres silbaron al verla y pasaron a la
sala magre�ndole el culo. All� se encontraron con Luci


O� como se besaban, palmoteos y los piropos que ellos les
dirig�an a las dos. Les llamaban "zorronas", "tias buenas", "marranas",
"putorras", y "cachondas" sin que ellas se ofendieran por ello. Unos minutos
despu�s me atrev� a salir de mi habitaci�n para ver si pod�a ver lo que suced�a
en la sala. Tuve suerte ya que hab�an dejado la puerta entornada y con las luces
en sala y el pasillo a oscuras yo pod�a ver sin ser visto.


Lo que vi me puso la polla a cien en un segundo. Se trataba
de mi madre pero reconozco que me excit� enormemente ver como ella, inclinada
ante uno de los hombres, con las largas patas separadas y bien estiradas y con
todo su culazo en pompa, se met�a el cipote del t�o en la boca haci�ndole una
espectacular mamada




Venga, Nati, c�meme todo el rabo, calentorra.




Le dec�a �l mientras recib�a los leng�etazos de mi madre.




Lo haces de miedo, mamona, se ve que tienes vicio y te
gusta �so guarra! Chupa, chupa... tr�gate toda mi verga, as�, as�, hasta
dentro. �Jodia, que bien mamas, lo haces con gusto y ganas! Si te viera el
cornudo de tu marido, �eh, so puta? A �l seguro que no se la chupas con tanto
vicio, putona.


Ni con vicio ni sin vicio.




Dijo mi madre, parando un poco de chup�rsela al hombre aquel
y cogiendo aire.




A mi marido no se la he chupado nunca. Pensar�a que soy una
indecente y no me consentir�a ni intentarlo, pero bueno, �l se lo pierde




Mi madre continu� mam�ndole la verga al hombre aquel con una
glotoner�a, vicio y desenfado que a m� me estaban poniendo a punto de reventar.
Adem�s Andr�s le hab�a quitado el sujetador y mientras ella se la chupaba, �l le
magreaba sus gordos pechos que colgaban, cual ubres gloriosas, bailando al ritmo
de la mamada que ella le estaba haciendo.


Mientras, el otro hombre le hab�a bajado a Luci las bragas y
arrodillado le estaba chupando el conejo haciendo que ella diera fuertes gemidos
de placer. Mi t�a le cog�a la nuca con las dos manos y dec�a:




Si, mam�n si, chupame la pipa, chupa, chupa. No seas
"pasmao", mete la lengua en el co�o, metela cabrito. As�, mam�n as�, de la
pipa al co�o y del co�o a la pipa; dame gustirrin jodio.




Despu�s los dos t�os se desnudaron por completo y terminaron
de dejar a las dos hembras s�lo con las medias y los zapatos. La verdad es que
estaban cojonudas con sus gordos culos y peludos co�azos al aire. Las dos tienen
el chocho bien frondoso, especialmente mi madre que tiene un aut�ntico bosque en
el co�o. Hubiera dado cualquier cosa por poder gozar con ellas yo tambi�n, y no
me importaba en absoluto que una de ellas fuera mi madre, es m�s, creo que eso
me excitaba especialmente. Las dos siguieron port�ndose como aut�nticas zorras y
ver a mi madre y a mi t�a en aquel plan me pon�a cada vez m�s cachondo.


Lo que hicieron a continuaci�n fue ponerse en cuclillas y
chuparles las vergas a los dos machos, poniendo sus manos en el trasero de los
afortunados. Con gran vigor les empujaban los culos para meterse las vergas
hasta el estomago. Yo pod�a ver perfectamente como las pollas de los t�os se
met�an por entero en las bocas de las dos hembras y tambi�n ve�a, por su
posici�n, sus co�os perfectamente expuestos. Los t�os estaban como locos, las
agarraban de los pelos, de las orejas, empujaban sus cabezas, por un momento
pense que se iban sofocar con aquellas pollas metidas tan adentro. �Joder con
mama! Para no chuparsela nunca a mi padre tenia una habilidad con la boca� Claro
esta que los bienaventurados no aguantaron mucho tal tratamiento y con gritos y
rugidos se corrieron en sus bocas Las dos trataron de tragarse todo el semen que
pudieron y no me cupo la menor duda de que ellas disfrutaron recibiendo su
leche, parte de la cual termin� manchando sus caras y resbalando hasta sus
tetas. Luego Andr�s, d�ndole unos azotes en el culo le dijo a mi madre:



Nati, guarrona ponte a cuatro patas, como la jodia perra
que eres.




Mi madre no se hizo de rogar, se puso a gatas y le ofrendo su
sexo como una perra en celo se exhibe, expone y ofrece. El tal Andr�s, con gran
entusiasmo, la asi� por las caderas y sin mas ceremonia, se la meti� hasta el
corvej�n iniciando una salvaje follada mientras mam� le jaleaba:



As�, as�, j�deme, destr�zame el chocho y dame gusto con tu
poll�n, cabronazo. �Qu� bueno es esto! Sigue, sigue... Aaah, gozo como una
cerda sintiendo todo tu rabo en el co�o. Mu�vete, mu�vete jodio, m�tela hasta
dentro cabrito, hasta el corvej�n, dame con fuerz, �dame!


Toma rabo, zorrona, que eres una buena calentorra. Eres una
aut�ntica guarra, Nati. C�mo me gusta joderte, putona maciza, �qu� bien te
mueves viciosa, que bien lo haces!


Mam�n, jodeme, jodeme. Anda cabrito fr�tame la pipa, que me
da mucho gustirrin, pero as�, a cuatro patas, yo no puedo.




Por su parte Luci, no se quedaba atr�s, se hab�a tumbado de
espaldas en el sof�, esparrancada, con las piernas en alto, y sujetando los
muslazos con ambas manos invito al otro t�o a penetrarla. Cuando el otro tio la
estaba dando polla a toda velocidad, ella gem�a sonoramente de placer y ped�a
m�s y m�s castigo mientras con sus manos, como una loca azotaba el culo del t�o.
Al rato los cuatro llegaban, pr�cticamente a la vez, entre gritos y rugidos de
placer. Luego descansaron un poco pero mi madre y mi t�a parec�an insaciables,
enseguida se pusieron en acci�n y volvieron a chuparles los rabos a los t�os
para ponerlos otra vez en forma. Cuando, gracias a las habilidades de mi
familia, los t�os, y sus instrumentos, estaban listos Luci dijo:



Anda mamones, vamos a cambiar a ver que rabo me gusta m�s.




Sin mas pre�mbulos, se puso a cuatro patas, puso el culo en
pompa y como mandril en celo ofreci� su sexo. Andr�s no se hizo de rogar, de un
solo viaje le meti� el cipote mientras mi t�a ronroneaba de placer y le animaba
a entrar m�s y m�s. El otro t�o tumbado en el suelo boca arriba, fue violado por
mi madre que sin ninguna ceremonia se sent� en su enhiesta verga y sub�a y
bajaba totalmente despendolada. �Qu� t�a mi madre! En cuclillas, las manos sobre
sus rodillas, se met�a y sacaba la lanza del t�o en su chocho con autentica
furia; los tetones bailando a su ritmo, los ojos en blanco y ella aullando como
una loba y gozando como una cerda, mientras el t�o le sobaba, estrujaba y
manoseaba las generosas ubres. Yo alucinaba viendo a mi madre y a mi t�a tan
desmelenadas. Parec�an aut�nticas furcias, comiendo polla, pidiendo m�s y m�s,
siendo magreadas y folladas, gozadas y usadas boca arriba, boca abajo, de medio
lado, por todos lados, como fulanas viciosas. Me encantaba ver las abundantes
carnes de mi madre, completamente desnuda y gozando del sexo con aquellos dos
t�os como una cerda. Estaba tan excitado que tuve que sacarme la polla y casi
sin toc�rmela me corr� abundantemente cayendo todo mi semen contra la puerta de
la sala y en el suelo. Despu�s de una hora de follaje, dieron por terminada la
sesi�n ya que aunque, seg�n dec�an, ellas ten�an cuerda para m�s, los pobres
hombres ya no aguantaban pues se hab�an corrido tres veces cada uno. Cuando
empezaban a marcharse ellos, yo me escond� de nuevo en mi habitaci�n


Cuando ellas regresaban a la sala, despu�s de haberles
acompa�ado a la puerta a los t�os, iban comentando que no les hubiera importado
tener m�s raci�n de verga para quedarse satisfechas. Luci le coment� entonces a
mi madre que para ella lo ideal era un chico joven como yo, pues lo j�venes
ten�an m�s ganas, m�s cuerda y m�s aguante. Sorprendentemente mi madre dijo
entonces:




Chica, pues yo te parecer� una depravada pero creo que hoy
estoy tan salida precisamente por el incidente de antes con Jos�.Y no parece
le haya disgustado vernos medio desnudas; hasta cuando me daba palmaditas en
el culo, me a parecido que dejaba la mano mas tiempo del normal. Me ha
excitado que me viera medio en cueros y, la verdad, aunque sea mi hijo, no me
importar�a hacerle una demostraci�n de lo zorrona que puede ser su madre. Me
pone cachonda pensar que me ha visto pr�cticamente en pelotas y que nos dijera
que est�bamos para comernos.




Luci se volvi� a mi madre y con una risita nerviosa dijo:




Quiz�s nos lo apa�amos un d�a y entre las dos hacemos un
hombre a tu Jos�. Pero joder, lastima que se les haya acabado la cuerda tan
pronto a esos dos cabritos, por que �sabes? Para quedarme a gusto de verdad lo
que a m� me ha faltado es que me dieran, bien dada, por atr�s.


�Pero Luci! �Por atr�s, por el culo, t� tomas por el culo?
Dijo mi madre sorprendida.


Toma, pues claro, no siempre, pero si un t�o esta bien
plantado, tiene un buen aparato y sabe lo que hacer con el, se me ha follado
bien follada por delante, me chupa la pipa con arte y gracia, y me hace
correrme dos o tres veces yo, en agradecimiento, le ofrezco mi culo.


�Pero no te da asco? �No duele mucho? �De verdad te gusta,
Luci?




Mi madre preguntaba incr�dula y se notaba un cierto temblor
en su voz.




Co�o Nati, no me seas mojigata ahora, a ver si me vas a
decir que a tus casi cincuenta tacos nunca te han dado por el culo, que nunca
te han hecho una buena enculada.


La verdad es que no� bueno
Felipe, un chaval con el que tuve un apa�o a poco de casarme, hace ya veinte
a�os, siempre quer�a met�rmela por el culo. �Madre del amor hermoso, que
tranca grande y hermosa tenia aquel Felipe! Tanto insist�a, que yo una vez le
deje probar, pero cuando empez� a meterme aquel verg�n de gloria que tenia por
el ojete, me doli� mucho, se la saque y desde entonces no he vuelto a probar.
�De verdad da tanto gusto como por el co�o?


No se� es distinto, quiz�s es
psicol�gico. Como te he dicho, una vez un t�o me ha satisfecho de verdad yo le
sacrifico mi culo. Despu�s de haberme corrido dos o tres veces estoy relajada
y con un poco de aceite o vaselina entra f�cil. Me da la sensaci�n de que soy
mas mujer, me hace sentir mas plena, siento que me he entregado toda al t�o y
me relaja. Y los t�os no veas, se ponen a cien. Les gusta mas que untar pan en
la salsa. Todos los gorrinos que lo han catado vuelven a por m�s y lo piden
todas las veces. El truco es d�rselo �nicamente muy de vez en cuando, as�
vuelven como perritos falderos pidiendo un premio. Nati, tienes que probarlo,
adem�s con este culazo tan bueno que tu tienes�



Mientras hablaba la cachonda de la t�a Luci le estaba
sobando el culo a mi madre.



Mira Nati, si no fuera porque tengo que volver a casa antes
de que vuelva el cabr�n de Juan te lavaba el culo bien lavado, te hacia un
beso negro profundo, te met�a la lengua hasta sacarla por tu boca de viciosa,
y yo misma desvirgaba el culo de mi hermana mayor, aunque fuera con una vela.


Luci, Luci eres aun m�s guarra de lo que yo pensaba, pero
con tus guarradas me estas poniendo bien caliente y con unas ganas�. Anda vete
a tu casa con el cabr�n de tu marido y� ya
hablaremos.




Yo estaba aun m�s alucinado si cabe. Despu�s de ver como se
trajinaban a los dos t�os ya me hab�a dado cuenta de que eran un par de salidas.
Pero esta conversaci�n final dejaba bien claro que eran un par de putorras
viciosas de mucho cuidado. Las dos se re�an y entre chistes, magreos e
insinuaciones, Luci se visti� con sus ropas de mujer "decente"y se fue. Luego,
mi madre que segu�a desnuda, bueno, s�lo con las medias de malla y los zapatos
de estilete, al volver a la sala, repar� en el semen que hab�a en el suelo,
consecuencia de mi anterior corrida. Doblando la cintura, toco con un dedo mi
corrida y murmuro:




Esto es leche de hombre, pero aqu�...




Empez� a decir para s� un tanto confusa. Yo desde mi
habitaci�n tenia una visi�n gloriosa de su estupendo culazo. De espaldas a m�,
con los tacones altos, las medias de malla negra cubriendo aquellos jamonazos
suculentos, las piernas tiesas, un poco separadas, la cintura completamente
doblada sobre mi corrida, las tetas colgando en toda su generosa gloria y su
firme, acogedor y tentador culazo en pompa con los incitantes y p�lidos cachetes
enmarcando el negro chocho en toda su gloria. Yo, bien caliente por sus
comentarios anteriores, y la conversaci�n final con la t�a Luci, ya no pude
aguantar m�s. Hice algo de ruido para no asustarla e inmediatamente sal�.
Temblando de excitaci�n, miedo, lujuria y un tropel de emociones, me present�
ante ella, con mi cipote en ristre, como asta de bandera, completamente
empinado.




Pero hijo, �qu�, qu� � haces t�
aqu�?




Dijo nerviosa, medio tartamudeando y sin saber qu� hacer. Al
verme se hab�a puesto roja como un tomate e incluso hizo un vano amago de
taparse el chocho y las tetas con las manos; pero enseguida comprendi� que yo me
hab�a quedado en casa y no tuvo dificultad en deducir la procedencia del semen
ca�do en el suelo.


Le dije que no se preocupara, que yo ser�a muy discreto y no
tendr�an problemas por mi causa. Adem�s le dije que me parec�a estupendo todo lo
que hab�a visto y que gozaran de sus cuerpos todo lo que pudieran. Ella
entonces, ya m�s tranquila y relajada, indic� el semen derramado en el suelo y
me dijo con picard�a:




As� que te puso cachondo ver a tu madre haciendo
marranadas, port�ndose como una puta y te cascaste una paja �eh? �Que jodio!
Pues muy mal hecho, cari�o, porque si mam� te la pone dura debe ser mam� la
que te saque la lechecita y goce con ella. Ya que tienes una madre un poco
guarrona ser� mejor que cuentes con ella para que te d� gustito �no, cari�o?
De paso yo disfrutar� de un jovencito y si es con mi propio hijo con m�s
placer a�n.




Sus palabras y el hecho de tenerla cerca de m� en pelotas,
sin preocuparse ya de tapar ni su chocho ni sus abundantes y mantecosas tetas,
que aunque un poco ca�das por la edad, segu�an estando de lo m�s apetitosas,
hab�a hecho que mi mango estuviera dur�simo. Me acerqu� a ella, le empec� a
acariciar el incitante culo e indicando mi erecta verga le dije:




Pues mira c�mo la tengo ahora, mam�. Y la verdad, estoy
deseando hacer contigo todo lo que te he visto hacer antes con esos dos, so
maciza.




Mi madre, sin ning�n remilgo y sin hacerse de rogar, me cogi�
el cipote con una mano y suspirando dijo:




�Ay amante! Como sois los j�venes.




Tirando suavemente de mi instrumento me gu�o a la sala
mientras yo segu�a sob�ndole las deliciosas tetas y el culo. Daba gusto magrear
su cuerpo relleno, sobre todo su estupendo culazo, grande, macizo, aun firme,
suculento y que adivinaba acogedor. Una vez en la sala, ella me termin� de
desnudar, me sent� en el sof� y, de rodillas frente a m�, como sacerdotisa
pagana empez� a adorar mi verga, acarici�ndola, alab�ndola, sob�ndola,
mene�ndola, mam�ndola. �Que digo mam�ndola! Haci�ndome una mamada de artesan�a,
cual torero recre�ndose en la suerte, deleit�ndose en su vicio, gozando de mi
placer y mi admiraci�n �La mamada m�s excitante de mi vida! Entre chupet�n y
chupet�n, salmodiaba de forma semi-incoherente




Jos�, hijo, vaya polla m�s dura que tienes aqu�. �Qu�
hermosura! �Y no solo dura si no de muy buen tama�o! Esto es una verga de
respeto. Ver�s como ahora mam� te da mucho gustito en ella. �Qu� bonito el
capullo! Esta verga no la has heredado del soso de tu padre, debe ser algo que
has heredado de mi familia que somos de casta viciosa. Veras como te la va a
cuidar y mimar la depravada de tu madre. No veas lo bien que va a estar este
poll�n dentro de mi c�lido, h�medo, acogedor y cachondo co�o.




Yo alucinaba de excitaci�n viendo y oyendo a mi propia madre
chup�ndomela con aquellas ganas y aquel vicio, salmodiando, mientras yo gozaba
de modo infinito con el virtuosismo de su chupada y con el magreo y sobeteo de
sus exuberantes, sedosas y dulces tetorras


Pero no dur� gran cosa porque con lo excitante de la
situaci�n, enseguida me corr� en su boca, trag�ndose ella parte de mi leche
mientras el resto le resbalaba por la barbilla lleg�ndole hasta las tetas. Yo
estaba tan salido que no se me bajaba as� que ella me dijo:




Y ahora, cari�o, vas a joderte a la putita de tu madre
hasta reventarla de gusto, que estoy deseando sentir toda esa penca en el lo
mas profundo de mi co�o.




Sin perder el tiempo, se tumb� de espaldas en la alfombra y
me indic� que la penetrara. Yo as� lo hice, puse sus ajamonados y firmes
muslazos sobre mis hombros, exponiendo su co�azo en toda su gloria, y sin
miramientos se la hund� hasta lo mas hondo. Al entrar en su chocho sent� como
una nueva descarga de placer. Empec� a follarla con fuerza mientras le magreaba
las tetorras y, de vez en cuando, pellizcaba sus pezones. A los pocos minutos
ella alcanz� un tremendo orgasmo al que siguieron otros dos. La putorra gritaba
de placer mientras sus tetas, como enormes flanes, bailaban al ritmo de mis
empellones y su culazo acomodaba el ritmo de mi verga; yo llevado de la
excitaci�n, le chillaba:




Mama que putorra eres, pero que buena estas, que mujerona,
que tetazas y que bien follas; �guarrona que eres una guarrona!




Ella pon�a los ojos en blanco y dec�a:




C�mo sois los j�venes, �qu� gusto dan las vergas bien
duras! S� cari�o, si, dame tu verg�n, dame gusto mi ni�o, dame pollazos y
disfruta con la zorra de tu madre. �Qu� puta me siento jodiendo con mi propio
hijo! �Cu�nto vicio! �Ay Dios! Soy una puta, si una putorra, pero esto, esto
es lo mejor que hay.




Finalmente, con un rugido final, me corr� en su co�o
coincidiendo con un nuevo orgasmo suyo mientras ella chillaba:




Si, si mi amor dame tu leche, d�mela, dale la lechecita a
mama, d�mela toda mi ni�o.




Derrengado, ca� sobre ella chupando uno de sus apetitosos
pezones. Mientras yo. Jadeando, trataba de reponerme mamando de sus deliciosas
tetorras, ella acariciando mi cabeza dijo:




�Que bien mi ni�o, que bien! Oye me has dado mucho
gustirrin, capullo lo haces muy bien. No debe de ser la primera vez que echas
un palo �e picar�n? He gozado mas con este palo que con los tres que me
echaron antes. �Juventud divino tesoro, que dec�a el poeta! �Por cierto, o�ste
lo que dec�a Luci al final?


Si, mama si que lo he o�do, sabia que la t�a era calentorra
pero no sabia que fuera tan guarrona y tomara por el culo, ademas parece que
tambi�n lo hace con t�as.


�Que quieres decir que lo hace con t�as?


Joder mama, se ha ofrecido a hacerte un beso negro y
desvirgarte el culo, �Qu� mas quieres para decir que es una todo terreno y
tambi�n lo hace con mujeres?


Bueno, si, en fin hijo, eso de la calentura debe ser cosa
de familia hijo, porque la verdad es que Luci con sus guarradas, lo que dice
de la satisfacci�n de tomar por atr�s y, no s� si lo has visto, pero al final
me ha estado magreando y sobando el culo y hasta por un momento se chupo un
dedo y me lo meti� por ah�. Jodia Luci, me ha puesto bien caliente. Lo que es
peor, me ha dejado llena de curiosidad y con ganas de proba.r�Pich�n m�o,
quieres que probar lo que tanto le gusta a Luci? �Quieres que mama te d� a ti
lo que nunca le ha dado a nadie? Como dice Luci �Quieres hacerme una mujer
completa? �Quieres que te sacrifique mi culo virgen?




Yo no pod�a creer lo que o�a de la boca de mi madre.




�Tu culo! Me dar�as tu culo so guarra.


�Ay Jos�! si que soy guarrona, pero no hace falta que me lo
digas. Adem�s, es que Luci con todo lo que ha dicho, sobandome el culo,
metiendome un dedo y diciendo que me har�a un beso negro me ha dejado con unas
ganas de probarlo que no veas. Ven aqu� amante.




As� diciendo, mientras ella segu�a tumbada sobre la alfombra,
me puso a horcajadas sobre su pecho y empez� a chuparme la verga. Yo pensaba que
despu�s de la paja, la mamada y el polvo, mi instrumento no se iba a levantar,
pero mientras mi madre chupaba como una loca, jugueteaba con uno de sus pezones
en mi culo. Aquella visi�n, mi polla entrando y saliendo en la diestra boca de
mi madre, su pez�n en mi culo y la cara de vicio y gozo que ella pon�a fue todo
lo que hizo falta. Mi tranca se puso orgullosa, firme y vertical. Mi madre la
sac� de su boca y, mir�ndola con embeleso dijo:




�Que maravilla de verga, hermosa la tienes mam�n, me
encanta verla airada! Es que los j�venes sois� �la
leche! Anda, levanta mi amor.




Yo me levant� y ella con toda la desfachatez del mundo, sin
importarle su desnudez, se irgui�, balance�ndose sobre los finos estiletes, y
adrede, para excitarme aun m�s si cabe, contoneaba los macizos cachetes de su
culazo y las suculentas tetorras con cada paso, mientras lentamente se acercaba
al respaldo del sof�. Sin mas ceremonia, doblo su cintura sobre el respaldo,
separo sus recias piernas, puso el culo en pompa y separando los albos, t�rgidos
y deliciosos cachetes con sendas manos, exponiendo la flor de su �nico orificio
virginal, sin mas pre�mbulos se ofreci�:




Anda amante ven aqu� y no tengas piedad de tu madre. �Me da
tanto morbo que vaya a ser mi hijo quien me desvirgue el culo! Te doy lo que,
con todo lo guarra que soy, aun no le hab�a dado a nadie, mi ni�o �Te doy mi
culo virgen! M�tela aqu�, dame por el culo; si hijo si, j�delo mi amor, m�teme
todo tu tranc�n, hazme una mujer completa, emp�lame hasta el fondo, no tengas
compasi�n cari�o, no le des ni tregua ni cuartel a este culo de zorra,
m�temela hasta que me salga por la boca. �Estoy de un caliente! R�mpeme el
culazo, cabr�n �p�rteme en dos con tu tranca gloriosa!




�Que visi�n! La cabeza, el torso y las tetazas derrengados
sobre el sof�. Los zapatos de alto tac�n no solamente alargaban las piernas,
sino que hac�an su culazo, su maravilloso, redondo, macizo y albo culazo,
resping�n, lo pon�an en pepitoria, como en bandeja ofrecido a mis ojos y�
a mi verga. Parec�a haber puesto su culo sobre un altar para que yo hiciera el
sacrificio de su virginal orificio. No hacia falta que me rogara mucho,
sacerdote no ser�, pero para oficiante de sacrificios ya valgo. C�mo un loco,
jadeando, lanza en ristre me abalance; puse algo saliva en su culo y en mi
capullo y chillando dije:



�Gracias mama, gracias!



De un solo golpe se la met� hasta el corvej�n. Mi madre
chill�, mejor dicho, aull� como una loba:



��Ay, Ayyyyy!.


Pero yo, como un poseso, sin atender a sus gritos, con ambas
manos le agarre y estruj� las tetorras y met�a y sacaba mi tranca como un loco,
con desesperaci�n, con frenes�, con abandono, sin importarme sus aullidos, su
dolor, ni sus quejas. Mama chillaba:




Joseee�, Jos�, me matas cabr�n, me matas, �s�cala, s�cala
que me partes en dos jodio! Duele mucho, �la guarra de Luci! S�cala cabr�n
s�cala que duele muchisimo. No aguanto, no aguanto, por favor s�cala.




Pero aunque protestaba y aullaba como perra apaleada, aunque
maldec�a a Luci por incitarla a esta experiencia, sus pies no se mov�an y sus
magn�ficos muslazos segu�an bien plantados, recios, cual columnas de Hercules,
aguantado mis empellones sin ceder un palmo. Yo segu�a enloquecido, como en
trance, bombeando, como me ella me hab�a pedido, sin tregua ni cuartel, mete y
saca, mete y saca, aserr�ndole el ojete, macerando aquel culo glorioso,
haci�ndoselo jalea, mientras inclinado sobre ella, estrujaba y retorc�a sus
pechazos, chupeteaba y mordisqueaba su nuca. Al poco tiempo, mama cambio el
tono, ya no aullaba, ahora ronroneaba.




�Ay, Ay! Si cabrito, si, que malo eres, pero si, anda dame,
dame. �Qu� b�rbaro, estas dando por culo a tu propia madre! �Qu� degenerado
que eres Jos�! �Si, si r�mpele el culo a la zorra de t� madre, r�mpemelo!
�Hazme una mujer! �Dame polla Jos�, mata a pollazos a la putorra de t� madre!
Anda que, que guarra soy �Jodiendo con mi propio hijo! �Follando a la carne de
mi carne! Entre Luci y tu �menuda viciosa me hab�is hecho!. Pero tu maric�n,
�qu� degenerado eres t�! �D�ndole por culo a tu propia madre! �Pero... que
bien que le das pich�n! �Ay, me rompes cabr�n, me rompes, voy a reventar, que
no me cabe tu tranc�n, hijo, que no me cabe!




La verdad es que a mi no hacia falta que me jaleara; pero sus
gritos, su voz de gozo, el refregar de su culote, aquellos enormes cachetes, ver
mi nabo entrando y saliendo de su culo, su gozo, abandono y su implorar me
excitaban aun m�s. Yo dec�a incr�dulo:




Mi primer culo mama, mi primer culo �y es el tuyo! Gracias
guarrona, gracias. Mama que culazo tienes, putorra, que culazo y como me
gusta, y los muslazos y las tetas. Mama �que buena estas y que bien lo haces
so viciosa! �Me estas dando un gustazo!




Deb�a estar dej�ndole el trasero hecho jalea, lo angosto de
su culo me oprim�a el cipote y me lo empezaba a notar en carne viva, pero yo
segu� sacrificando en aquel altar de las delicias, macer�ndole el culazo
glorioso y ella, con vicio, mientras segu�a con sus ronroneos de placer,
acompasaba su culote a mis vaivenes y se met�a mi nabo hasta lo mas profundo.
Finalmente, agarre su pelo con una mano y tirando de el como de soga, le ergu�
el cuerpo, pero con un empell�n final de mi polla la venc� sobre el sof� e
hinc�ndosela hasta los huevos me corr� dentro de ella con un ultimo alarido.



�Ay , Jos�! Que bestia eres cabr�n, te has pasado, hijo te
has pasado. Me has roto el culo, me lo has dejado hecho unos zorros. Pero que
gusto me has dado cabr�n, �qu� gustazo! �Hijo m�o, que tranca tienes! �Y que
bien la mueves, no s� quien te ha ense�ado mam�n, pero eso no es una tranca, eso
es un tesoro nacional! �Tenia raz�n la guarra de Luci! Aunque al principio a
dolido, deb�amos haber ido mas despacio, poquito a poco, pero una vez
acostumbrada a tu tranca ah�, �qu� bueno lo del culo! �Lo que me he estado
perdiendo todos estos a�os!
�Que tonta haber sido virgen todos estos
a�os!



Mientras mi madre as� dec�a yo, exhausto, nada mas pude
musitar un: �Gracias putorra! Y me derrumbe en el suelo como un saco de
patatas. Ella segu�a con sus ronroneos:




Marica, me has destrozado el culo, lo tengo en carne viva,
me va a doler toda la semana, no me voy a poder ni sentar.




Dec�a, mientras se lo restregaba.




Pero �qu� gustazo, mam�n, que gustazo me has dado mi amor!
Que guarro eres tu tambi�n. �a que te ha gustado follarte y encularte a la
viciosa de mama?




Mi madre se sent� en el suelo junto a m�, puso mi cabeza en
su regazo, sobre su rezumante co�o y mientras acariciaba y besuqueaba mi cara y
pasaba sus tetorras sobre ella, ronroneaba:




�Ay jodio, jodio! Que bien que nos lo vamos a pasar tu y yo
desde ahora. Me vas a ayudar a recuperar el tiempo perdido. �Mam�n, como te
voy a cuidar esa joya de tranca que tienes y cuanta leche me vas a dar! �No te
me vayas por ah� con nadie, amante, lo que tu quieras, cuando tu quieras y
como tu lo quieras yo te lo dar�! Te quiero todo para m�, soy toda tuya
cabr�n.




Luego, mientras descans�bamos, mi madre insisti� en que
ten�amos que ser muy discretos y dijo que le parec�a estupendo hacerlo conmigo;
que por ella lo har�amos siempre que me apeteciera y como me apeteciera, que si
quer�a podr�a tirarme tambi�n a Luci. Yo le dije que por supuesto que s�, pero
esta es otra historia que ya contar�. Lo que s� puedo decir es que con estas dos
zorronas mi vida sexual ha cobrado una dimensi�n que nunca pude imaginar.
Adem�s, gracias a mi madre, tambi�n he podido pasarme por la piedra a dos amigas
suyas igualmente calientes.


As� que me he hecho un especialista en mujeres maduras, hasta
el punto de que las de mi edad apenas me interesan en cuestiones de sexo. No
quiero perder el tiempo con ni�atas a las que hay que recitar poes�as, discutir
filosof�as, convencer, suplicar, prometer, y despu�s cargar con sus complejos de
culpabilidad. Prefiero a estas casadas maduras, recias, de carnes macizas,
putorras, viciosas, que saben lo que quieren y anhelan, que aprecian las pollas
duras, empalmadas, que aparentan ser decentes y que son m�s zorras y cerdas que
nadie. Y si en medio del ajo est�n mi madre y mi t�a todav�a mejor pues me
resulta de lo m�s excitante comprobar lo zorronas que pueden llegar a ser y como
entre las dos compiten en inventar nuevas guarrerias para mi gozo y disfrute.




Luci y Nati


Hacia ya dos semanas desde la maravillosa tarde en que hab�a
visto a mam� y la t�a Luci pas�ndose por la piedra a Andr�s y a su amigo,
gozando como unas furcias, y yo hab�a tenido el honor de disfrutar por primera v
ez de las carnazas y del vicio de mam�. Estabamos en casa, comiendo a mediod�a,
cuando mam� me dijo con una mirada de complicidad:




Jos�, hace como dos horas llam� tu padre. Ha tenido que ir
a Albacete a revisar los libros de la compa��a; se tendr� que quedar all� esta
noche y no volver� hasta ma�ana por la tarde. Te he preparado un regalo
sorpresa. Bueno, en realidad va ha ser un regalo para todos y una sorpresa
para Luci. Resulta que al enterarse de que mi padre estar�a fuera toda la
noche, la calentorra de mam� decidi� aprovechar la ocasi�n y organizar una
buena org�a. Seg�n me explic� ella:


He pensado que pod�amos matar varios p�jaros de un tiro. Si
te acuerdas la guarrona de Luci se ofreci� para hacerme un buen beso negro y
despu�s desvirgar mi culo. Desde que me lo dijo, a pesar de todos los gustazos
que me has dado t� y de que ella ya no me podr� desvirgar el trasero, aun me
quedan ganas de probar el beso negro y como se siente eso de te lo haga tu
propia hermana. As� que la he llamado y le dicho que tu padre se ha ido y que
venga aqu� a ver si esta dispuesta a hacer todas las cosas que dijo la otra
tarde.


Y �qu� dijo Luci?


Me ha dicho que en cuanto se vaya el pasmado de su marido,
coge los b�rtulos esenciales y viene aqu� como un rayo para hacerme una mujer
de una vez.


�Le has contado algo de nosotros?




Pregunt� yo.




No, amante, esa es parte de la sorpresa. Luci vendr� aqu�
pensando que estaremos solas y que se me va a trajinar a m� y a mi trasero;
pero cuando ella acabe conmigo, tu te la trajinas a ella por delante y por
detr�s; y si al acabar con ella te quedan fuerzas, �ngel m�o, le puedes dar
gustirrin a la guarra de tu madre por donde tu quieras y como tu quieras.




Dijo mam� con su picara sonrisa. Mientras mi madre hablaba yo
segu�a asombr�ndome de la naturalidad y desfachatez con la que, en solo dos
semanas, se hab�a acostumbrado a tener relaciones sexuales conmigo, a pedirlo en
cuanto hab�a una oportunidad, a hacer cuanto yo le pidiera y a su constante
calentura y deseo sexual. �Que t�a! A sus cuarenta y cinco a�os, tenia m�s
deseos y necesidades sexuales que yo a mis diecinueve. Que cambio tan incre�ble,
de la madre recatada y decente que hab�a sido para m� hasta hace unas semanas;
se hab�a quitado la mascara y hablaba con la procacidad y vicio de la golfa
callejera que en el fondo era. �Me encantaba!




Lo que yo he pensado Jos�, es que no le decimos a Luci que
t� estas en el ajo. Cuando ella venga tu te escondes en tu cuarto, como tan
bien sabes hacer, so cabr�n; yo dejare la puerta de la sala abierta y cuando
estemos en plena faena, tu podr�s vernos. Cuando Luci halla acabado conmigo,
entras tu por sorpresa y te la beneficias. No te la casques mir�ndonos,
mariquita, que tienes que guardar algo de lechecita para darle gusto a la
viciosa de mam�.




Me parec�a un plan magnifico y as� podr�a "vengarme" de las
calenturas que la t�a Luci me hab�a producido durante los �ltimos a�os. Desde
que tenia quince o diecis�is a�os yo estaba atormentado por la t�a Luci. Es
cinco a�os m�s joven que mam�, tiene cuarenta, y esta de muy buen ver. Es alta
con piernas largas, bien torneadas, un culazo impresionante, buenos pechos, no
tan grandes como los de mam� pero aun muy respetables, guapota de cara, boca
grande con labios sensuales, enormes ojos claros como su piel y pelo que ha sido
de m�ltiples colores y matices pero generalmente entre rubio y pelirrojo. Le
gusta vestirse de forma que destaquen sus formas y se mueve con tronio, moviendo
lo que hay que mover. Me acostumbre desde peque�o, a que yendo con ella y mi
madre por la calle, muchos t�os se quedaran mirando y m�s de uno dec�a alguna
barbaridad.


En cuanto Luci not� que yo a mis quince a�os la miraba y
admiraba como la hembra de bandera que es, y me quedaba embobado, le encanto
jugar conmigo y hacer la calienta-pollas. Unas veces se inclinaba delante de m�
dej�ndome ver gran parte de sus magnificas tetorras por el escote, otras veces
me ped�a que la sujetara mientras se sub�a a una silla para cambiar una bombilla
y al bajar se restregaba con el culo o las tetas; otras veces se restregaba
contra m� cuando pas�bamos por una puerta, o se "arreglaba" las medias delante
de m� ense�andome la deliciosa muslada. Un par de veces con la excusa de que
hab�a estado todo el d�a de pie me pidi� que diera un masaje en las piernas. Yo
se lo di llegando hasta sus corvas �Aquella muslada s�lida y tentadora!. Me puso
mas caliente que el tendido de sol a mediod�a. La muy jodida, despu�s de hacer
sus exhibiciones y rozamientos y ponerme de lo m�s cachondo y excitado soltaba
una risita y dec�a algo como:




Uy te estas poniendo colorado Jos�, anda no seas tonto, que
aunque te est�s haciendo un hombrecito las carnes de t�a no excitan.




�Que jodia! "las carnes de t�a no excitan" y entonces a mi
�que co�o me pasaba! No solo me dejaba con las ganas, pero encima se cachondeaba
de mi. Bien sabia ella que me pon�a cachondo y adrede bien que me excitaba.
Adem�s, cuando dec�a esto, ella miraba a mi bragueta y estoy seguro de que m�s
de una vez se me noto el empalme. Pero se conoce que al ego de la jodia le
satisfac�a torturar a un "hombrecito" sabiendo que me dejaba caliente y
frustrado. Pues muy bien, hoy el "hombrecito" se la iba a joder a lo bestia por
todos los lados, hoy iba ha aprender respeto por la verga del hombrecito. �La
iba a dejar hecha unos zorros!


Yo le di las gracias a mi madre por pensar en mi y ofrecerme
a Luci, pero ella se levant� de la mesa se vino a mi me cogi� mi "aparato" con
una mano, con la otra la nuca y me planto un besazo meti�ndome su lengua hasta
el estomago y dijo:




Pues claro que pienso en ti amante, espero que te lo pases
muy bien con la guarra de mi hermana; pero tambi�n pienso en mi, que tengo
ganas de ver de lo que es capaz Luci y despu�s de Luci quiero tener este
"salchich�n" tuyo, tan hermoso, todo dentro de mi. Anda pich�n, vete a tu
cuarto y espera. Yo me voy a arreglar un poquito para Luci; ella ha insistido
mucho en que me duche a fondo y ponga especial cuidado en lavarme el culo bien
lavado. No hagas nada cuando est�s solo, calent�n, que no quiero que te me
desgastes, �eh? que Luci estar� aqu� dentro de poco.


�No quieres que te ayude en la ducha, mam�?


�Anda ya capullo, espera un poco! Que ya s� yo que clase de
"ayuda" me dar�as en la ducha. Vete a tu cuarto y espera.




Nos levantamos y la ayude a recoger un poco en el comedor.
Mientras �bamos y ven�amos a la cocina llevando los platos sucios nos
toquete�bamos el uno al otro, nos d�bamos azotes, yo le pellizcaba el trasero y
sobaba los pechazos y hac�amos comentarios cachondos. Una vez despejado el
comedor mi madre se fue a su cuarto y yo al m�o. La verdad es que me hacia mucho
ilusi�n la idea de follarme a la t�a Luci y quitarme tres a�os de frustraci�n de
encima; aun m�s morbo me daba que fuera mi madre la que lo hubiera organizado.
No sabia muy bien como reaccionaria yo a la idea de que mi madre me viera
follando a su hermana; por otra parte, era ella la que lo propon�a as� que no
deber�a haber ning�n problema. Las visiones de la t�a Luci chup�ndole el culo a
mam�, de mi follada con la t�a Luci y, quien sabe, de los tres juntos haciendo
cualquier marranada me ten�an mas que empalmado. Tenia que hacer verdaderos
esfuerzos por no sacar mi organo y masturbarme como un mandril, pero pense que
valdr�a la pena esperar.


Por fin, despu�s de unos interminables tres cuartos de hora
son� el timbre, pegue mi oreja a la puerta y escuche el taconeo de mi madre
corriendo a abrir la puerta. O� como se besuqueaban y la t�a Luci dec�a:




Nati, cuanto me alegro de que te hayas animado, ya veras
como te gusta mucho. Oye, �qu� guapa te has puesto! Estas riquisima.


Luci, es para ti ya que me vas a hacer yo se que de
marranadas, lo menos que puedo hacer es ponerme atractiva o lo mas atractiva
que pueda a mi edad.


Que coqueta eres Nati, sabes que para cualquier edad estas
mas buena que el pan, que los t�os por la calle te dicen cantidad de burradas
y anda que el Andr�s el otro d�a se volv�a loco contigo, es que tienes un culo
y unas tetas... Anda, d�jame ir al cuarto de ba�o que yo tambi�n me voy a
arreglar un poco para ti.




O� como se abr�an y cerraban puertas y me mor�a de
impaciencia por ver a las dos jamonas cachondas. Por fin o� la puerta del cuarto
de ba�o y a mi madre gritando incr�dula




Pero Luci�pareces una profesional! Esta no es la primera
vez que haces estas cosas.




Decid� que eso quer�a decir que la faena iba a empezar y
pod�a salir. Despacio, con mucho tiento abr� la puerta de mi cuarto y, sin
zapatos para no hacer ruido, me acerque a la sala donde mi madre hab�a dejado la
puerta medio abierta para que yo pudiera verlas. Verlas, las vi, y �qu� visi�n!
Mam� se hab�a puesto unos zapatos negros de tac�n muy alto, medias negras con
costura, una falda muy estrecha, roja que le llegaba hasta justo por encima de
las rodillas, pero completamente abierta a un lado donde la apertura se extend�a
hasta dejar ver sus bragas rojas. La ajustada falda realzaba su magnifico culo
de yegua madura y el muslazo que asomaba podr�a derretir la mejor nevera.
Completaba su atuendo con un jersey negro (de veinte tallas m�s peque�a que la
suya), sin mangas, muy escotado, que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel
y realzaba aun m�s sus poderosos pechos. Se hab�a puesto "pinturas de guerra" y
llevaba los labios y los ojos mucho mas maquillados de lo habitual. Estaba como
para com�rsela con ese esplendor de belleza redonda que solo da la temprana
madurez.


Pero si mam� quitaba el hipo, la t�a Luci quitaba la
respiraci�n. La muy cabrona se hab�a vestido de dominatriz. Con botas de charol
negro, de tac�n alto, que le llegaban hasta la rodilla. Una especie de traje de
ba�o de cuero negro muy ajustado que a duras penas le cubr�a el pubis y poco
m�s. En vez de cubrir los pechos el atuendo nada mas los sujetaba por debajo,
realz�ndolos y present�ndolos como en bandeja. Los labios pintados de rojo
oscuro, casi morado y el resto de la cara cubierto por un gran antifaz de fino
cuero negro. Completaba su atuendo con negros guantes hasta el codo y una fusta
en la diestra. El contraste entre la blanca tez de sus tetas y muslotes con el
negro del cuero la hac�an aun m�s incitante si cabe. No tenia que avergonzarme
de los montones de pajas que me hab�a hecho pensando en ella; mas que una mujer
era la materializaci�n de una fantas�a de adolescente. �Que buena estaba la
jodia! Al parecer no solo se hab�a tra�do el traje de dominatriz, si no tambi�n
la personalidad.




Pues claro que no Nati. Bien sabes tu que de siempre yo he
sido muy calentona y mandona, as� que este traje me viene muy bien.


�Entonces a ti te gustan las mujeres?


Anda Nati, parece que te has ca�do de un guindo. Pues claro
y tambi�n los t�os, me gusta dar y recibir, tengo mas vicioPero �ya esta bien
de ch�chara!




Al decir esto le pego un fustazo bien pegado a mam� en el
culo. Mam�, puso cara de sorpresa y enfado, se acaricio las nalgas y dijo:




�Co�o! no te tomes tan en serio tu disfraz, que eso duele.




Por todo comentario, la Puri le pego otro fustazo en las
nalgas y dijo:




Mira Nati, te voy a dar mas gusto de lo que te ha dado
nadie en tu vida; te voy a hacer de todo pero hay una regla muy sencilla que
tienes que respetar: Aqu� la que manda soy yo. T� calla, haz lo que te mando y
nos lo pasaremos de coj�n. Si no te portas como corresponde te desuello a
fustazos �me entiendes hermanita?




Mi madre puso carita de ni�a buena, se rasco las nalgas y
para mi asombro y sorpresa, sumisa murmuro:




Como tu digas Puri.




La t�a Puri se sent� en el sof� y dijo:




Baila Nati, baila para mi, baila como lo que eres como una
furcia barata.




Mam�, sin m�sica alguna, se puso a bailar. Estaba visto que
las sorpresas no iban a acabar nunca. No s� de donde se saco su sentido del
ritmo pero se mov�a de forma sinuosa, y mientras se contoneaba hacia los gestos
m�s procaces que uno se pueda imaginar: se sobaba los pechos, sacaba las nalgas,
se daba azotes en las ancas, se frotaba la ingle, sacaba la lengua y se relam�a
los labios Luci se lo deb�a estar pasando casi tambi�n como yo, porque sin
ning�n miramiento se estaba frotando el sexo como una loca.




Anda putita, desn�date poco a poco.




Sin perder su ritmo y mientras segu�a contone�ndose, mi madre
se quito el jersey. Daba gloria ver aquellos pechazos, movi�ndose como flanes y
pugnando por saltar del diminuto sujetador rojo. Yo no era el �nico que
apreciaba aquellas tetas imperiales:




�Nati cabrona! No sabes la de a�os que llevo pensando en
tus tetorras y hoy �por fin! van a ser m�as, te las voy a estrujar, sobar y
chupar hasta que se queden fl�cidas y secas. Sigue putorra sigue.




Mientras jaleaba a mi madre, Luci segu�a masturb�ndose como
loca y mi madre enardecida se saco los pechos del sujetador y alternaba los
pezones en su boca viciosa. �Lastima no tener una camara de v�deo! Yo no me
pod�a creer aquello. Mi madre con sus zapatos de alt�simo tac�n, medias y falda
roja, desnuda de cintura para arriba meneando el culo y las caderas, chup�ndose
las tetas y con una cara


de vicio Decidi� quitarse la falda, descorri� la cremallera
en el lado de la abertura y, con un solo gesto, la exigua falda roja cayo al
suelo. Sigui� sin alterarse, �nicamente con zapatos, medias negras y una m�nima
braga roja; contone�ndose. El ver aquel culote movi�ndose era mas de lo que yo
pod�a aguantar, tuve que contenerme para no entrar y follar esa tentadora
maravilla.


Era dif�cil decidir donde poner los ojos si en las
bamboleantes tetazas o en los gloriosos cachetes de su culo. Luci parec�a haber
resuelto el dilema.




Ven aqu� Nati. Ponte de rodillas en el sof� con el culo en
pompa.




Mam�, obediente se acerc� al sill�n, pero al estar a la
altura de Puri no se pudo contener y le estrujo uno de los pechos.




Puri, siempre me han encantado tus tetas, �c�mo haces para
tenerlas tan duras?




Puri le pego un fustazo en las desnudas nalgas mientras
dec�a:




Nati, tocaras cuando yo te diga, ahora eres mi putita
privada y haces �nicamente lo que yo te




diga. �Arrod�llate en el sof�!


Mam� se restreg� el dolorido trasero, no dijo nada, se
arrodillo en el sof� y su glorioso culazo, con la marca roja del fustazo, quedo
expuesto al mundo. A m� me sorprend�a ver a mi madre, que ere bastante mandona y
dominante con su hermana "peque�a", sometida como cordera. Luci se puso bajo
ella en el sof� y mamando de las enormes y colgantes ubres dec�a:




Vas t� a envidiar mis tetas cuando tienes estos
hermosisimos melones. �La envidia que me dan a m�!




Como posesa ella estrujaba, orde�aba y chupaba de aquellas
tetas magnificas. De pronto se irgui�,


le dio dos fustazos cari�osos en el culo y dijo:




Qu�tate las bragas, so furcia, no se para que las llevas,
con lo peque�as que son no tapan nada este magnifico culazo de yegua fondona
que tienes.




Mam� sin rechistar se quito las bragas y, excepto por los
tacones y las medias, se quedo en una gloriosa desnudez. Puri, en cuclillas
detr�s de ella le acariciaba y le besaba el culote diciendo:




Vas a ver Nati, vas a ver te voy a dar mas gusto y no veas
el que me va a dar a mi. Que joya de culo tienes, so furcia, �qu� culo! y yo,
tu hermanita, te lo voy a desvirgar.




Puri se deb�a de estar calentando pues empezaba a murmurar de
forma incoherente y alternaba besos con azotes y fustazos.




Ahora disfruta, so furcia disfruta.




Sin mas aviso empez� a besarle el ojete, met�a y sacaba la
lengua, hacia c�rculos alrededor del ano y volv�a a meter y sacar su lengua
sabia. Mam� estaba como en trance.




�Ay Puri que rico, que gustirrin, como relaja! Puri,
guarrona, �no te da asco? Puri de mi alma me estas haciendo una vieja zorra
viciosa Pero sigue, mi amor sigue, si, si mete tu lengua bien metida.




Puri, despu�s de unos minutos de chupeteo loco, se levanto,
dio dos fustazos mas


y dijo:




�Ahora vas ver lo que es bueno zorrona!




Sin otro pre�mbulo le meti� el mango de la fusta por el
mism�simo culo. Mi madre resping�, dio un par de ayes sin mucha convicci�n y
como rindi�ndose puso su frente sobre el sof�, dejando el culote aun m�s en alto
y musit�:




Si Puri, si, dame bien dado por el trasero, �Dale, dale!




Puri dej�ndole la fusta insertada, se inclino sobre una bolsa
medio oculta por el sof� y de ella produjo una verga y huevos de goma negra, de
aspecto muy natural, con cintajos colgando. Como una verdadera experta se lo
puso en la ingle, se paso los cintajos por delante y por detr�s, cerr� hebillas
y quedo convertida en embelesador hermafrodita con enhiestas tetas al aire,
poll�n en ristre y largas y suculentas piernas metidas en botas de tac�n alto.
La verdad es que la t�a, a parte de los de goma que se acababa de adosar, tenia
huevos bien puestos. Andando de una forma que destacaba y exhib�a aun m�s su
cipote artificial, dio la vuelta al sof� se puso delante de mam�, cogi�ndola de
los pelos con una mano, con la otra le propino dos sonoras bofetadas y dijo:




Anda zorrona, besa y chupa esta verga que te va a hacer
mujer.




Mam�, acepto las bofetadas sin rechistar y cogi� el verg�n de
goma con una mano y sin mas ceremonia se lo meti� en la boca. Seg�n mamaba, con
ambas manos apres� el culo de Puri y empujaba para que el falo entrara del todo
en su boca. Puri, dijo:




�Qu� viciosa eres hermana! Con los aires de recatada que te
das, como chupas jodia. �Ala, vale ya! Ponle un poco de saliva para que te
entre bien.




Sac�ndola de la boca de mam�, dio una vuelta de triunfo al
sof�, se encaro el glorioso trasero de mam�, saco la fusta, separo bien
separados los cachetes con ambas manos y apoyando la punta del falo en el ano de
mam� dijo:




Rel�jate zorrona, rel�jate. �Te acuerdas del parto? Pues
esto es parecido pero al rev�s.




Lentamente, pero de forma continua, empez� a empujar,
metiendo el falo mas y m�s. Mam� emiti� algo entre gru�ido y suspiro, se quedo
con la boca abierta sin respirar un buen rato y cuando consigui� respirar otra
vez dijo:




Puri, so zorra, me estas rompiendo el culo, te juro que me
lo partes en dos pero �que bueno! sigue, sigue. �Ay madre que gusto y que
dolor! Sigue, sigue, so guarra, hazme una mujer m�tela, m�tela y revi�ntame,
revienta mi culo de golfa, hasta dentro marimacho, m�tela hasta dentro. �Ay
madre m�a! Que cipotazo, m�telo, s�camelo por la boca so guarra, d�melo todo.




Puri excitada por los gritos de mam� empez� un mete y saca
desesperado; mientras segu�a moviendo su pelvis con ritmo creciente, se inclino
sobre mi madre, puso sus manos en el chocho de mam� y las met�a y sacaba,
retorc�a el cl�toris, besuqueaba y mord�a el cuello de mi madre, gru��a como una
loba mientras mam�, de puro placer, gritaba como gorrina en deg�ello.


La visi�n de aquellas dos furcias jamonas, viciosas d�ndose
por todos los lados, jaleandose, luciendo las carnazas maduras y chillando como
desesperadas me tenia enloquecido, no pude resistir mas y me saque mi verga.
Mam� por fin grito:




Si, Puri, si �dame, dame! No s� que me gusta mas so guarra,
el cipote que me estas metiendo en el culo o tus manos en mi co�o. Jodia, que
bien lo haces, dale a la pipa, dale, no pares, por favor no pares que ya llego
�Aaaaaaaaaaahh!.




Puri, poco a poco, pareci� recordar su cordura y dejo de
morder y ara�ar a mam�, irgui�ndose le saco el falo y pregunto:




-�Qu� hermanita? Te lo has pasado bien �eh guarrona? Pero
no te quedes ah� pasmada, que ahora tu me tienes que dar gusto a mi.




En ese momento yo ya no me pude contener, entre en la sala,
donde con la moqueta y con mis pies descalzos no hice ning�n ruido, y poni�ndome
detr�s de la t�a Puri. Le pegue cuatro o cinco azotes en el culo con todas mis
fuerzas. Ella chillo, no s� si de dolor, de sorpresa o de los dos. Volvi�ndose a
m�, mientras se acariciaba el culo exclamo:




�Jos�!, �Porque co�o me pegas, que haces tu aqu�?




Mientras as� dec�a se volvi� a mam� con cara interrogante.
Mam� sin perder comba dijo:




Si Jos� si, z�rrale bien zurrado a esta guarra que me ha
destrozado el culo con sus fustazos.




La t�a puso cara de aun m�s sorpresa y yo le propine una
nueva sarta de azotes


diciendo:




So zorra, �te pego por emputecer a mam�, por los calentones
que me has dado estos a�os y porque me gusta tu culo macizo!




No ment�a yo. Mam� tiene el culo m�s grande y muy apetitoso
pero la t�a Puri lo tiene de carnes duras y prietas. Sin ninguna ceremonia, le
arranqu� el invento del falo, y a tirones le quite la mascara y el minivestido
de cuero. Con las botas altas como �nica vestimenta, la tire al suelo cog� sus
muslazos con ambas manos y se los clave contra el suelo dej�ndola despatarrada
con su co�o y culo en gloriosa exhibici�n y como estaba, vestido, con la verga
asomando por la bragueta, se la met� en el chocho y enloquecido empece a
follarla a lo bestia. Daba gusto tocar sus carnes, no era delgada ni mucho menos
la Puri, pe



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Relato: Mi mama y mi tia
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