Cuando mi amiga habl� con Pap� y Mam� �stos quedaron
encantados. Xiomara era una joven que, a pesar de su tama�o y juventud,
derrochaba clase, educaci�n y madurez. Viv�a en Guaracarima, la mejor zona
residencial de la Ciudad y era hija de un conocido m�dico de la zona, lo cual
bast� para convencerlos. Pero por si fuera poco, le hab�a dado la cola en su
carro el Profesor Armando, de Educaci�n F�sica, quien le esperaba en la calle.
As� pues, la autorizaci�n estaba lista.

Sal� de mi casa el s�bado en la tarde, con un peque�o bolso,
rumbo a la casa de Xiomara, en Guaracarima. Al llegar me abre la puerta el
Vigilante, un se�or mayor, calvo y con algunos dientes faltantes. Se escuchaba
adentro una m�sica dance y gente ri�ndose. En seguida veo a mi amiga con
otra muchacha, rubia, mayor que nosotros (deb�a tener como 25 a�os) que no
conoc�a pero que era muy bella. Ambas estaban en hilo dental, Xiomi, a pesar de
su tama�o gozaba de un cuerpo muy arm�nico, le quedaba bien su traje de dos
piezas muy min�sculas. Diana � la catira � me invita una cerveza, la cual tomo
nerviosamente. "Ven, vamos, no hay tiempo que perder", me dice �sta muchacha que
no conozco, al tiempo que me jala por mis manos hacia adentro de la casa "�y la
fiesta en Tasajera?" pregunto ingenuamente, Xiomara contesta: "La fiesta ya
empez�, es aqu�".

Diana me lleva a la cocina y me pregunta: "�Qu� traes ah�?",
"Cosm�ticos, un traje de ba�o�", respondo, "perfecto, d�jame ayudarte a
pon�rtelo", me desnuda �sta mujer y me coloca ella misma el bikini que traje, en
plena cocina, sirvi�ndome un "Cuantreau" con hielo que bebo a sorbos.

Soy presentada a varios amigos de Diana y Xiomara que estaban
por toda la casa, que no era tan grande despu�s de todo, entre tragos de
cerveza, whisky, frang�lico y otros c�cteles que me iban sirviendo, me doy
cuenta que s�lo �ramos tres mujeres en la casa y como 15 hombres, por cierto
bastante mayores (con edades entre 25 y 35 a�os), ninguno parec�a lice�sta y a
ninguno conoc�a, todos ten�an diferencias f�sicas entre s�. Mientras las
muchachas bailan � cada una con dos hombres a la vez � a la orilla de la piscina
yo converso con un tipo muy ch�vere, alto y atl�tico, sudoroso por el sol del
patio, en la barra de licores, desde all� veo como Diana y Xiomara son
manoseadas por sus cuatro acompa�antes al son de la m�sica, mientras mi
compa�ero empieza a rozar sus piernas velludas contra las m�as y comienza a
acariciarme el cabello. Todas �stas cosas empezaron a transmitirme una sensaci�n
nueva, excitante. Sab�a, dentro de mi cerebro embobado por la bebida que algo
andaba mal, que no era correcto nada de lo que estaba pasando, pero estaba
realmente excitada. Not� como mis senos se endurec�an y ya estaba moj�ndome
entre mis piernas, por fin no consegu� resistir las ya osadas caricias que Luis
� mi compa�ero � me daba por todo mi cuerpo, completamente caliente, mientras
Diana y Xiomara ya estaban siendo cabalgadas al estilo perro cerca de la piscina
por dos tipos, mientras otros, desnudos y con la verga parada, miraban y
esperaban su turno. Luis me lleva cargada, como una ni�a, hasta el sof� de la
sala, donde hab�a otro se�or sentado, y me quita el traje de ba�o, quedando
completamente desnuda. Estaba temblando de emoci�n y del miedo, pens� que mi
coraz�n se iba a salir de mi pecho, entonces Luis, que estaba chupando uno de
mis senos me dijo: "Tranquila Tibisay, Xiomi me coment�, voy a ser muy
cuidadoso", acto seguido comenz� a mordisquear mis pezones, a lamerme los senos
con su lengua de gato y deliciosamente descendi� y abri�ndome las piernas
comenz� a masajear con sus dedos mi Cl�toris y mis labios vaginales, mientras
hacia eso, el otro se�or, un hombre calvo y algo gordo, tomaba con rudeza mis
tetas, apret�ndolas; Aquella combinaci�n me puso a mil por hora, por primera vez
en mi vida estaba gozando de verdad, sintiendo mi cuerpo arder con las
indescriptibles sensaciones de un Orgasmo. "�Espera Luis, Todav�a no!", lleg� a
decir Xiomara, trayendo algo en las manos, se lo puso a Luis en su pene;
"�prep�rate Tibi, lo que viene es sabros�simo!", le escuch� decir a Xiomara,
desnuda y sudada, mientras Luis poco a poco introdujo su miembro lubricado en mi
vagina, al sentirme rasgada solt� un gemido de dolor y placer y los que estaban
all� comenzaron a aplaudir y a celebrar, viendo algunas gotas de sangre que
salpicaban el sof�, entre mis piernas y el pene de Luis. Mas sin pedir cuartel
gritaba: "�C�geme, c�geme duro, co�o!", "�Dame duro por la cuca!",
contorsion�ndome con vigor y pidiendo mas.

Todav�a sin llegar al cl�max, Luis me lo saca y yo, casi
desmayada, me dejo voltear sobre el sof�, con las rodillas en el suelo; Un
desgraciado se monta en el sof� y apoya su rodilla en mi espalda para que no me
levante, enseguida mi desflorador intenta una penetraci�n anal, entonces despu�s
que lo sent� entrar a la mitad me penetr� r�pidamente, bombeando con fuerza,
esta vez el grito fue mayor, sent�a muchas manos toc�ndome, una d�ndome en el
cl�toris, pero no sabia quien era, puedo escuchar un extra�o di�logo entre Diana
y un hombre: "La Iodarmina est� trabajando bien, �Cu�nto le metiste?" � "una
pastilla, ojal� y aguante la puta �sta", contesta Diana, ten�a los ojos cerrados
concentr�ndome en todas esas sensaciones, que ya no me importaba nada; "�Es mi
turno!", oigo decir a alguien desde atr�s y Luis se retira, mientras un negro
bien alto toma su lugar, con su tremenda verga me coge por la cuca, mientras
Luis se tira a Xiomara en el piso, �sta vez s� descubr� lo que era el Orgasmo,
mi columna se arque� tanto que cre� que me iba a partir en dos, en seguida me
desmay�.

Cuando recobr� el sentido ya ca�a la tarde y estaba desnuda
sobre una cama de playa a la orilla de la piscina. Ve�a a la catira Diana
cabalgando sobre un macho mientras le mamaba la paloma a dos mas que estaban de
pi�, en la otra cama que estaba al lado de la m�a. A Xiomara se la estaba
cogiendo un tipo peg�ndola a la pared, mientras varios hombres conversaban como
si nada, por aqu� y por all�.

"�Se levant� la ni�a, a tir�rsela!", o� decir a un tipo desde
la casa, vinieron corriendo como seis hacia m�, en seguida vino uno que sin
mediar palabra me tumb� boca arriba y me lo enterr� hasta el fondo, mientras los
otros chupaban mis tetas, me manoseaban o se masturbaban cerca de m�; El que me
estaba cogiendo acab� r�pidamente, nuevamente comenzaba a disfrutar de los
placeres de aquella "fiesta", me puse en cuatro patas y vino otro a bombearme la
raja que ya estaba perfectamente lubricada, dos me tomaron las manos y las
pusieron en sus miembros para que los masturbara, estaba nuevamente embotada en
todo aquello y as� en cuatro como estaba se me para otro sujeto con su verga
hermosa y altiva, como de 25 cent�metros y bien gruesa, de lo concentraba que
estaba no le vi la cara, pero me imagin� que quer�a que se la chupara, Xiomara
vino en mi ayuda y me dijo: "espera Tibi, es as� ", y comenz� a darle una
soberana mamada a la verga, enseguida imit� a mi maestra y pude desempe�arme
bien, trag�ndome aquella paloma tanto como pod�a. El que estaba atr�s me acab�
afuera y enseguida tom� su turno otro macho; O� decir al tipo que estaba frente
a m�: "�eso putica, m�mame el G�evo, tr�gatelo todo, oh!", era el Profesor
Armando, de Educaci�n F�sica, a quien no hab�a visto antes, un cuarent�n no muy
atractivo, pero s� muy bien dotado.

"�No se la est�n cogiendo bien, m�renme a m�!", dijo Diana
que estaba al lado, efectivamente, la estaban atacando por dos frentes a la vez;
Un macho toma la iniciativa y me levanta en vilo mientras el Profesor se acomoda
en la tumbona bajo mi cuerpo, Xiomara le sostiene le miembro hacia arriba,
mientras que el hombre que me sostiene en el aire por los muslos, con las
piernas bien abiertas me va bajando y quedo ensartada en aquel tolete de carne
que se pierde en mi gruta empapada, luego viene otro muchacho, de dotaci�n mas
modesta y comienza a taladrarme por el culo: As� que soy penetrada, chupada,
lamida y se incorpora un tercero, el calvo gordo del sof�, para mam�rsela.
Todav�a Xiomara, vi�ndome tan ocupada con tres hombres, me pregunta: "�Qu� te
parece Tibisay? , �C�mo la est�s pasando? �verdad que es la fiesta mas rica que
has tenido? �Te gusta tirar, piazo e� puta!, �c�jansela bien! �D�le duro
Profe!".

El �xtasis fue mayor. Una oleada de calor invade mi cuerpo y
ca� convulsa sobre los machos despu�s que acabaron. No s� cuantas veces me
cogieron aquellos hombres desconocidos, pero recuerdo que lleg� a haber un
momento en que me dol�a todo y estaba rebosante de semen por todo mi cuerpo, por
dentro y por fuera.

Ya era de noche, no s� que hora, cuando Diana gritaba: "�Epa
quien falta, quien falta, quiero tirar!", hacia un rato que, ebria de sexo y
licor, estaba yo un poco retirada del grupo sentada en la grama del jard�n.

"Tibisay, aqu� te traigo un regalito", dice Xiomara, " para
que no nos eche paja con mi pap� �ste se�or te v� a echar otro polvito ok?", se
refer�a al Vigilante, lo tra�a desnudo desde la puerta. Ciertamente era un
hombre como de unos 50 a�os, con u�as fe�simas, calvo, apenas con algunos pelos,
y casi sin dientes, ya ten�a la paloma parada y de tama�o bastante decente,
aunque algo torcida, no respond� nada, como hipnotizada, comienzo a mamarle el
G�evo a aquel viejo mal oliente, como era median pude met�rmela golosamente
hasta el fondo de mi garganta, mientras mi p�blico me animaba: "�Eso bichita,
m�malo rico!�Golosa, dale, dale!".

Mientras se la chupaba al viejo me doy duro por la cuchara,
meti�ndome dos dedos en mi raja encharcada, hasta que no aguant� mas y casi con
inocencia infantil recuerdo que le dije al tipo: "Se�or Vigilante, c�jame", en
seguida caigo en la grama y el viejo me penetra con fuerza foll�ndome con ritmo;
Mientras soy perforada salvajemente por un hombre con edad para ser mi padre o
mi abuelo los gritos de nuestro p�blico me enardecen a�n mas: "�Eso viejo,
c�jete a la ni�a! �te gusta esa cuquita de carajita?, �da�e duro, viejito! �Anda
perra, s�cale la leche al vigilante!".

Otro Orgasmo, un minuto despu�s mi anciano amante se corre en
mi vagina con espasmos tan fuertes que pens� que le iba a dar un infarto, Me
desmonta y todos le felicitan con palmadas en la espalda. Se acerca otro sujeto
quien se queja: "Bueno, ahora voy yo, pero yo no voy a batir chicha", toma una
manguera que estaba en el jard�n y abriendo el grifo me la mete en mi
excesivamente violada concha, para lavarla de las m�ltiples descargas de leche
humana que rebosaban desde adentro, acto seguido, sin mucho pre�mbulo procede a
violarme una vez mas, pero ya yo estaba muy agotada para hacer algo, me llena mi
vagina otra vez y se retira, quedando yo en la grama, tendida como un trapo
viejo, todav�a turbada por el cl�max sexual.

Era Domingo en la ma�ana cuando me despierto, hecha un asco.
Me pongo un mono de ejercicio y una franela que consigo tiradas por ah� y
trastabillando por la sala, entre tipos durmiendo en la alfombra y los muebles,
salgo de la casa, no sin antes ver a mi pen�ltimo amante, el viejo vigilante,
durmiendo la borrachera cerca de la garita de la puerta.

Llegu� a casa f�sicamente adolorida y turbada por todo
aquello que hab�a vivido el d�a anterior, al punto que pens� que nada hab�a
pasado, �pero s� pas�! , �Que manera de convertirme en mujer! , los primeros
d�as fueron de sensaciones y pensamientos confusos, y con mucho miedo por un
posible embarazo �tuve un retraso- pero afortunadamente nada ocurri�.

Ya han pasado cuatro a�os de aquello, Actualmente tengo
veinti�n a�os y estudio en un Instituto pedag�gico. Xiomara quiso seguir su
amistad, pero a partir de aquella experiencia comenc� a distanciarme de ella,
nunca volv� a ninguna de sus "fiestas" y despu�s ella se fue a estudiar a
Caracas. No le guardo rencor a mi viciosa amiga, ya me hab�an advertido que ella
era muy caliente y ociosa, con el pasar del tiempo recuerdo aquella experiencia
y me doy cuenta que gracias a ella pude percatarme de la existencia de placeres
indescriptibles y de mi gran capacidad de disfrutarlas. Todav�a sigo siendo la
"ni�a" de la casa, sin novio, retra�da y todav�a con mi "cuerpito bello", jam�s
he vuelto a tener sexo con nadie desde aquella vez.

No he visto mas al Profesor Armando, s� que sigue dando
clases en el mismo liceo, me imagino que de vez en cuando disfrutar� de "carne
fresca" como lo hizo aquel d�a. Tampoco vi m�s al Vigilante. Escribiendo esto,
los recuerdo a ambos, y a todos los dem�s, como me poseyeron, la forma como me
desfondaron y dilataron, rebosando todo mi cuerpo de aquella savia tibia y
espesa, me acuerdo de todo eso��y se me acelera el coraz�n!