El mes pasado fui con un compa�ero de trabajo a un cursillo a
Madrid. Para que enga�arnos, lo primero que pens� fue en las noches de juerga
que �bamos a corrernos juntos. Pero todo se fue al traste cuando mi compa�ero
apareci� acompa�ado de su mujer en la estaci�n y no para despedirse, sino para
acompa�arnos.

Ese d�a cuando nos instalamos en el hotel de Madrid, dimos
una vuelta por los alrededores para conocer un poco el lugar, cenamos y nos
fuimos a dormir, ellos a una habitaci�n y yo a la m�a.

Al d�a siguiente, estuvimos en el curso hasta las cuatro de
la tarde. Lleguemos al hotel sobre las cinco y encontremos a Pepa (as� se llama
la mujer de Ram�n, mi compa�ero, yo me llamo Benavente), al borde de un ataque
de nervios. La muy gilipollas, se hab�a pasado todo el d�a encerrada en la
habitaci�n y estaba que se sub�a por las paredes.

Ram�n para calmarla le dijo que se iban a poner guapos y se
ir�an a dar una vuelta por Madrid.

Yo me met� en mi habitaci�n, me duch� y me puse c�modo para
ver la tele. Pero cuando m�s tranquilo estaba llamaron a la puerta.

-�Qu� haces todav�a sin vestir?. Me dijo Pepa

-�Yo?,. Pero si yo no estoy invitado a ese tour

-Deja de hacer el tonto y te vistes.

-De verdad. No tengo ganas, prefiero leer los apuntes para
ma�ana.

En eso que llega Ram�n y empuj�ndome para dentro, le dice a
Pepa: a este es que le gusta que le coman la oreja. Abri� el armario, me sac�
unos pantalones y una camisa, me la puse y nos fuimos.

En la puerta del hotel pillamos un taxi. Ram�n se sent�
delante y Pepa y yo detr�s. Con la t�pica fanfarron�a que le caracteriza a
Ram�n, le dijo al taxista que nos llevara al local con m�s marcha de Madrid.

El taxista lo mir�, volvi� la cabeza nos mir� y puso en
marcha el coche. En unos diez minutos par� delante de un local. Ram�n pago la
carrera y nos dispusimos a entrar en el famoso local.

Nada m�s que entrar notemos algo raro en �l. En un peque�o
recibidor nos atendi� una se�ora, la cual muy amablemente nos explic� las
"normas del club". Cuando hubo terminado, entendimos que era un club de
intercambios.

Pepa puso el grito en el cielo, maldiciendo a su marido y al
taxista, creyendo que eran c�mplices. Yo medi� en la disputa argumentando que
Ram�n era imposible que conociera la taxista, y que este al ver dos hombres y
una mujer pens� que busc�bamos emociones fuertes. Todo fue fruto de un mal
entendido.

Pepa respir� hondo y dijo: entremos.

En menos de media hora, ya se hab�an acercado varios hombre y
mujeres proponi�ndonos relaciones y a todas la respuesta era la misma, no.

Pepa por verg�enza, Ram�n porque estaba acompa�ado de su
mujer y yo porque Pepa le pod�a ir con el chisme a mi esposa. Eso si, entre
visita y visita Pepa y Ram�n beb�an como cosacos. Iban a copa por propuesta.

Despu�s de hora y media, llenos de alcohol y sin haber comido
nada, nos fuimos de nuevo para el hotel. Ram�n aun pod�a caminar, pero a Pepa
hab�a que llevarla.

Sujet�ndola por debajo de las axilas me fij� por primera vez
en Pepa como mujer y no como la mujer de un compa�ero. Quiz�s el roce de mis
manos con los pechos al levantarla o en el taxi cuando apoy� su mano en mi
paquete y lo sob� a su antojo. As� que despu�s en el ascensor, aprovechando la
borrachera de ambos, le met� mano a Pepa por todos los sitios que me dio tiempo.
Los dej� en su habitaci�n y me fui a la m�a a masturbarme.

Sal� del ba�o y se o�an voces que proven�an del cuarto de
Ram�n. Al rato cesaron las voces y se oy� un portazo, a los pocos segundos
golpean levemente en mi puerta. Abro y era Pepa llorando, la hago pasar, la
intento calmar y me cuenta el motivo del llanto.

-Benavente, me ha tratado como a una puta.

-Ya ser� menos.

-Que s�, me ha dicho: ven zorra, te voy a follar como nunca
te ha follado.

-Eso es culpa del alcohol y del lugar donde hemos estado.

-Pero eso quita que me trate como a una puta, ahhhhh que
asco.

-No se porque te escandaliza. A todas las mujeres les gusta
que la traten como a una puta en el fondo. Seguro que si otro que no fuera tu
marido te tratara como a una puta otro gallo cantar�a.

-Eso es mentira.

-�Qu� te juegas?.

-Lo que t� quieras.

-�Est�s segura?

-Ya te lo he dicho.

Cog� un papel, un bol�grafo y anot� una cosa en el papel. Lo
dobl� y lo puse encima de la mesilla.

-Si antes del amanecer me pides que te folle, har�s lo que he
escrito en el papel, sino, lo coges y lo rompes. �Trato?.

-Trato.

Fui al dormitorio de Ram�n y lo hall� desnudo encima de la
cama y roncando. Volv� a mi cuarto y Pepa estaba sentada a los pies de la cama.

Encend� el port�til y me sent� a hacer como el que trabajaba.

-�Vas a trabajar en vez de seducirme?

-Todo a su tiempo.

Me sent� a su lado, apart� el pelo y acerqu� mi boca a su
oreja, lam� su oreja y le soplaba suavemente erizando su piel. Le tocaba los
pechos por encima del pijama.

No se cuando ni como pero de repente me vi encima de ella a
ahorcajadas, con su pijama abierto mostrando sus pechos, mi boca en su cuello y
una de mis manos bajando la parte del pijama de abajo.

Me coloqu� de rodillas, acerqu� mi boca a su co�o y le abr�
los labios a base de lametones. Tir� un poco de ella hacia m� para dejar sus
caderas al borde de la cama y as� poder tener mejor acceso a su co�o y a su
culo.

Le daba lametones que iban desde lo m�s arriba del co�o al
culo, restregando mi saliva y sus jugos vaginales por todas sus partes. Cuando
not� que sus caderas se mov�an buscando m�s placer, empec� a introducirle un
dedo dentro del co�o y a pajearla. Mi otra mano pellizcaba sus pechos y mi boca
segu�a comiendo ese co�o tan delicioso.

Al poco tiempo y observando que no se quejaba de nada y se
retorc�a de placer, le introduje otro dedo m�s, aument� el ritmo del mete saca
de mis dedos y ella a su vez aumentaba sus gemidos.

Aprovechando su calentura y buscando que todav�a no se
corriera, le saqu� los dedos de golpe y aunque ella me maldijo el momento, no le
hice caso.

Ahora mis dedos se concentraron alrededor del agujero del
culo, pero a ella esto no le gustaba, dec�a que se sent�a incomoda, que nunca la
hab�an acariciado ah�.

-Pues no sabe lo que te pierdes, pero bueno, por ahora mandas
t�.

La puse de rodillas apoyando su pecho en la cama, dej�ndome
su culo en pompa, -ya era hora a que te decidieras a follarme, me dijo.

-�Qui�n te ha dicho que te voy a follar a hora?. Lo har�
cuando me lo pidas t�.

-De eso nada que pierdo la apuesta.

Coloqu� una de mis manos en su espalda para evitar que se
levantara, puse mis rodillas de forma que ella no pudiera cerrar sus piernas y
con la mano libre acariciaba su h�medo co�o hasta que le met� dos dedos. Era
impresionante la cantidad de flujo que emanaba de su co�o, jam�s en mi vida
hab�a visto algo as�.

Acerqu� mi boca a su culo, d�ndole peque�os besos alrededor y
peque�os lametones hasta que despu�s de un rato y tras notar que no estaba tan
tensa jugaba con mi lengua en su agujero intentando entrar.

De nuevo su cadera se volv�a a mover buscando m�s placer. Mis
dedos entraban y sal�an con mucha facilidad.

Baj� mi mano lentamente por su espalda hasta llegar a su culo
y aprovechando que el agujero del culo estaba lubrificado por mi saliva, le met�
el anular hasta la mitad.

Dio un peque�o brinco por la sorpresa, pero no la sorpresa de
hallarse con medio dedo en el culo, sino porque no le era tan desagradable como
al principio, y tras una breve pausa, met� m�s mi dedo en el interior de ese
agujero virgen. Lo que segu�a despu�s era un mete saca de mi dedo dentro de su
culo y haciendo peque�os c�rculos para ir dilatando el esf�nter. Con mi dedo
dentro del culo y acariciando su cl�toris, sus gemidos, sus jadeos y su
movimientos de cadera iban en aumento, presagiando un futuro orgasmo.

-Ahora no te quejas del dedo en el culo, �eh zorra?

-No me llames zorra.

-Te ofende la verdad, te estas portando como una verdadera
puta, es lo que yo te dije, todas sois unas putas con cualquiera menos con
vuestro marido.

-�Por qu� no dejas de hablar y me follas de una pu�etera vez?

-�De verdad quieres que te folle?

-Si. Por favor, follame, haz conmigo lo que quieras.

-Te voy hacer mi puta, vas a follar cuando yo quiera y con
quien yo quiera �de acuerdo?

-Si. Soy tu puta, pero por lo que m�s quieras follame.

Saqu� mi dedo del culo, deje de acariciar su cl�toris y apoy�
mi polla en la entrada del co�o. Pepa tir� para atr�s intentando meterse la
polla, pero la sujet� por las caderas.

Con una mano en su espalda evitaba que se moviera, y con la
otra, rozaba la punta de mi polla por su co�o y por el agujero del culo.

-�Por donde quieres que te la meta?, �por el culo o por el
co�o?

-Cabr�n. Primero por el co�o y despu�s por donde tu quieras.

Apunt� al agujero del co�o y de una sola embestida gracias a
su flujo, le met� la polla hasta que mis huevos chocaron.

Ella dio un grito y agarr� con fuerza las sabanas. Empec� a
sac�rsela lentamente para despu�s volver a met�rsela de golpe. As� estuve varios
minutos, algunas veces se la sacaba entera para poder o�r como suplicaba que se
la volviera a meter.

Tuvo dos orgasmos y cuando present� que le venia el tercero,
me retir�.

-Cabr�n no me vayas a dejar as�, deja que me vuelva a correr.

-De eso nada. Ahora me toca a m�.

-Puedes correrte dentro, tomo pastillas.

-Eso lo dejaremos para m�s adelante, hoy me apetece vaciarme
en tu boca y comprobar que tal la chupas.

Me puse de pie y a ella de rodillas mirando mi polla. Sin
decirle nada cogi� mi polla con sus manos y se la introdujo en la boca.

Se le notaba que no estaba acostumbrada a chupar pollas,
adem�s utilizaba su mano alrededor de mi miembro como tope para no met�rsela
mucho, pero yo se la quit� y sujet�ndola por la cabeza, se la introduc�a hasta
que le daban arcadas.

No tard� mucho en llegar al orgasmo, le orden� que se lo
tragara, pero la muy zorra se lo guard� en la boca y cuando retir� mi polla, lo
escupi� todo. La cog� por el pelo y d�ndole un tir�n la obligu� a meterse de
nuevo mi polla en la boca y la limpiase con la lengua.

-Acu�rdate zorra que esta ser� la primera y la �ltima vez que
derramase mi leche.

Estuvo limpi�ndome la polla hasta que se puso de nuevo en pie
de guerra. Otra vez la puse de rodillas con el pecho en la cama y el culo en
pompa, pero ahora no iba a ser tan ben�volo como al principio, de hecho sin
mediar palabra le met� la polla de un solo golpe. Al principio, estaba seca pero
despu�s de varios golpes de caderas, ese co�o empezaba a manar jugos.

Era mi turno, me tocaba disfrutar a m�. La sacaba entera y de
golpe la volv�a a meter, a veces cuando la ten�a fuera golpeaba con mi polla en
el agujero de su culo o en los cachetes. Cuando me hart� de follarla por el
co�o, puse mi polla en la entrada del culo y a pesar de que ella dec�a que por
ah� no, sin pausa y con decisi�n la iba penetrando hasta que mis huevos
golpearon en su co�o. Con mis manos sujet�ndola por las caderas para que no se
escapara, esper� unos segundos para que ese agujero virgen se acostumbrara a mi
polla. No mucho la verdad, pues estaba ansioso por follar ese maravilloso culo.
Primeramente impuse un ritmo lento, para que mi polla saborease la estrechez de
ese culo, ella no paraba de insultarme pero yo no cesaba en mi trabajo, despu�s
de un buen rato, aument� mi ritmo y los golpes de cadera hasta vaciar mi polla
dentro de sus entra�as. Saqu� mi polla y agarrandola por el pelo la obligu� a
limpiar mi polla otra vez.

Cuando hubo terminado, fui a la mesa, cog� el papel y se lo
di.

-Has perdido la apuesta, te toca pagar.

Abri� el papel y ley�, "SERE TU AMO Y SE�OR Y TU SERAS MI
ESCLAVA QUE ME OBEDECERAS EN TODO"

-Estas loco, esto no lo hago ni de co�a. Conf�rmate con lo
que ha pasado esta noche.

Cog� su ropa, la agarr� por un brazo y la puse en mitad del
pasillo del hotel desnuda, cerr� la puerta y me sent� frente al ordenador para
terminar lo que hab�a empezado.

A la ma�ana siguiente me despert� los golpes de Ram�n en la
puerta.

-Venga dormil�n, �estuviste de juerga anoche?

-No, pero los vecinos de al lado s� y no me dejaron dormir.

Abr� la puerta y all� estaban Ram�n y Pepa, que ten�a una
sonrisa de oreja a oreja. Me duch� y nos fuimos a desayunar. Cuando Ram�n se
despidi� de Pepa para ir al curso, le di un paquete a Pepa.

-Creo que te gustar�.

-Oye que es mi mujer, sino fuera porque os conozco a los dos
dir�a que est�is liados.

-Que m�s quisieras t�, para formar un tr�o entre tu, tu mujer
y yo.

En paquete iba una nota y un DVD. La nota dec�a que ten�a dos
opciones: Una ser mi puta particular, mi esclava o la puta para toda la oficina
cuando todos los compa�eros de su marido vieran copias del DVD menos �l.

En menos de media hora son� mi m�vil y escuch� una voz
ahogada en llanto que dec�a:

-Har� lo tu digas Amo.