Como os pod�is imaginar esa negativa dur� lo justo, si bien
al acabar el verano ya no ten�a la excusa de masajear el cuerpo quemado lo que
est� claro es que yo ten�a la anedralina subida todas las ma�anas, lo �nico que
pensaba antes de que ella llegara era en postrarme ante ella y mantener alg�n
tipo de contacto, incluso evitando pajearme previamente por si la ocasi�n
acontec�a y as� no perder el ansia.

Quiz�s pasaron 2 � 3 semanas, ahora no lo recuerdo
exactamente, pero lo que esta claro es que poco a poco volvimos. Muy poco a
poco, primero le suplique que ya que no ten�amos contacto sexual, a cambio, para
calmarme me diese sus bragas usadas, dud� y finalmente fue al ba�o, vino con
ellas y me las dio, acto seguido fui yo el que fue al ba�o, ya sab�is a que. Al
d�a siguiente le ped� los pantys, y otra vez el mismo proceso. Ese m�nimo
contacto y complacencia por su parte yo lo complementaba levant�ndome por las
ma�anas con una erecci�n que marcaba mis m�s de 20 cms en la ligera tela del
pijama y pasando delante de ella que inevitablemente se apercib�a del hecho.

Finalmente una ma�ana accedi� a que le diese un masaje en los
pies, supongo que ayud� que hab�a discutido con su marido y supongo que algo de
revanchismo le llev� a dejarse hacer. Se sac� los pantys, curiosamente el anillo
de casada, se aposent� en un sill�n me arrodill� ante ella poco a poco empec�
con el masaje, ella cerraba los ojos y de vez en cuando me hablaba para
comentarme sus problemas familiares. As� siguieron los d�as, una ma�ana s� y
otra tambi�n, cuando est�bamos solos yo me postraba a sus pies y empezaba las
sesiones de masaje que cada d�a iban a m�s, no solo masajeaba con las manos sino
ya le lam�a con la lengua los 2 pies por completo, sin dejar escapar ni un
mil�metro, limpi�ndole las u�as con mis dientes, me estiraba en el suelo con el
torso desnudo y desabrochado el pantal�n y ella apoyaba el pie que no masajeaba
en mi, muchas veces sobre mi polla erguida y el otro pie me lo plantaba en la
cara para que lo adorase con la debida devoci�n, ante los comentarios de que sus
pies no ol�an, dej� de lav�rselos por las ma�anas, y repitiendo varios d�as los
mismos pantys, adem�s lo complementaba poni�ndose quesito fundido por toda la
planta, los deditos y huecos entre ellos que yo deb�a lamer y posteriormente
comer, tambi�n lo hac�a con mermelada de fresa que dispon�a en un plato en el
suelo e iba apoyando el pie en �l cada vez que yo hab�a limpiado el pie con mi
lengua, con pasteles, etc... Obviamente yo dispon�a cuando levantaba la cabeza
del suelo, de una visi�n privilegiada de sus bragas la mayor parte de las veces
marcas h�medas y con pelillos que se le escapaban, lleg� un punto que yo al
mismo tiempo sacaba mi polla y me empezaba a masturbar ella no pon�a
inconveniente, se complac�a y tambi�n se met�a los dedos, pero todo ello,
curiosamente y morbosamente, sin hablar de sexo, al mismo tiempo ella me contaba
su vida, sus problemas con el marido y las hijas, la mayor de ellas en sus
propias palabras �es una putilla�, etc, etc, ...

Al tiempo al empezar las sesiones adem�s de los pantys ya se
despojaba de las braguitas que me daba para que las fuese adorando-lamiendo
durante la sesi�n, braguitas que por iniciativa suya llevaba puestas hasta una
semana seguida con lo que os pod�is imaginar sus embriagadores sabores.

Un d�a se trajo unos botines con los que empez� a masajearme
el cuerpo estirado a sus pies, m�s bien hay que decir que me utilizaba de
felpudo, al no tener un tac�n acentuado se le escap� la exclamaci�n, �vaya, no
dejan marca!, esa frase fue mi obsesi�n durante los d�as siguientes, as� que
aprovechando la �poca de rebajas, me acerqu� a una tienda de calzado del centro
de Barcelona y no sin verg�enza, compr� unas botas altas con cremallera y sexys
(la ca�a era de rejilla) de tac�n alto, la excusa �son para mi novia! supongo
les vali� a las dependientas pues el n�mero de pie era un 38.1/2., pero la
verg�enza que pas� comprando calzado femenino, �y qu� calzado!, rodeado de
mujeres no me la quit� nadie.

Total, al d�a siguiente empezamos la sesi�n y al poco le dije
que ten�a una sorpresa para ella, ella estaba intrigada, de repente aparec� con
una bolsa grande que sin tener que ser una adivina ella r�pidamente reconoci� lo
que hab�a dentro, abri� la caja y se admir� de mi elecci�n, me hizo pon�rselas
no sin demostrar mi falta de experiencia lo consegu�, se levant�, empez� a
jactarse de lo bien que le quedaban, se dirigi� hacia mi, altiva, agach� la
cabeza ella me la pis� con una de las botas y le bes� la punta de la otra. Se
acomod� en el sill�n y proced� a lam�rselas, planta durante esa 1� ocasi�n a�n
limpia, en posteriores, ya sucia, se la limpiar�a yo, el tac�n que me introduc�a
totalmente en la boca produci�ndome heridas y casi todo el empeine empezando por
la punta, ella estaba complacida, los masajes al felpudo durante las siguientes
sesiones producieron en mi pecho y abdomen profundas heridas y marcas de sus
tacones. Obviamente tambi�n com� de ellas quesito, mermeladas, pasteles y otros
y cuando los pies ya los ten�a bien sudorosos proced�a a aliviarlos. As� pasaron
los meses y en total los casi 4 a�os de relaci�n en la que curiosamente no
follamos. En otras sesiones se hab�a tra�do vestidos sexys y con las botas le
fotografiaba, tambi�n sacamos fotos de mis lamidas de pies y botas, etc, etc...
Hubo sesi�n de fotograf�a de su ano que se abr�a ante m� sin poder disponer de
�l, incluso nuestra pasi�n hac�a que a veces lo hici�semos a sabiendas de que en
la propia casa estaban mis padres o hermanos, eso s� a escondidas.

Hechos puntuales fueron la vez que se trajo a su amiga del
alma y confidente de nuestras relaciones que quer�a conocer el perrito faldero
de su amiga, pero como vino un d�a que hab�a gente en casa se qued� con las
ganas. Las �ltimas fechas, quiz�s por malestar con su marido y por cada vez
necesitarla menos en casa, por en el fondo tener cargos de conciencia viendo que
cada vez �bamos a m�s, la relaci�n con mi familia se fue deteriorando hasta que
finalmente se rompi�, amistosamente eso s�.

Un par de visitas que hizo en a�os posteriores a mi casa,
estoy seguro que �nicamente ven�a para verme a m�, acabaron la primera yo
lami�ndole los pies enfundados en unas sandalias altas de tac�n fino con ella
empu�ando un l�tigo aunque sin utilizarlo y sob�ndose el co�o (el porque
dispon�a de l�tigo en casa es una historia que explicar� otro d�a) y la 2�, en
la que yo me hab�a quedado con ganas de que probara el l�tigo, yo estirado
desnudo en el suelo y ella pis�ndome con sus botas que yo lam�a y d�ndome
latigazos con furia con un cintur�n de cuero. Esa sesi�n le propuse que me
gustar�a probar su lluvia dorada, ella estaba supercaliente, fuera de s� y yo os
pod�is imaginar como estaba, me dijo de quedar m�s tranquilos en su casa esa
misma tarde y cuando ya quedaba poco para desplazarme recib� su llamada que
anulaba la cita con la excusa de que su marido hab�a llamado que volv�a antes,
probablemente fuese mentira y fuera de la excitaci�n del momento volvi� a
reflexionar y viendo m�s los contras que los pros de ese encuentro, lo cierto es
que desde esa fecha ya nunca m�s la volv� a ver y de eso ya hace 6 � 7 a�os.

Como dije la anterior vez, agradecer�a que si os ha gustado
me lo hicierais saber al e-mail, si por casualidad que ser�a mucha, R. has le�do
la historia y te acuerdas de los buenos ratos contacta conmigo aunque solo sea
para recordarlo, si hay alguna voluntaria que quisiera sustituirla para
rememorar estas sesiones que me lo diga por mi parte la complacer�a sin dudarlo.

Juan

Barcelona

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