Cobrando antiguos rencores ( I )
Al principio me pareci� algo desagradable, pero despu�s me di
cuenta que de eso pod�a sacar provecho.
Era un d�a como cualquier otro, yo ingresaba a mi oficina y
con un caf� en la mano inici� mis tareas laborales. Ya compenetrado en mi
computadora, mi jefe me llama por el conmutador para que vaya a su escritorio.
Al llegar no estaba solo, tambi�n hab�a un muchacho de estatura mediana, unos
1.66 metros aproximadamente, tez blanca, pelo negro, y unas facciones que me
recordaban a alguien, pero no pod�a saber a qui�n. Conocido o no, me calentaba y
mucho, en el instante en que lo vi, me clav� una mirada feroz, pero muy r�pida,
detalle que me excit� extremadamente.
__ "Manuel, te presento a Gonzalo Gonz�lez, tu nuevo
compa�ero de oficina."
All� le di mi saludo con un apret�n de manos, y record� qui�n
era el misterioso hombre. Gonzalo Gonz�lez fue mi compa�ero de secundaria,
enemigo absoluto en mi adolescencia, y justo ahora ten�a que reencontrarme con
�l.
__ "Hola, me parece que nos conocemos, �no?" dijo con tono
burl�n.
__ "S�, yo soy Manuel tu compa�erito de secundaria."
__ "Ah, pero que bien que se conozcan. Siendo as� se llevar�n
muy bien seguro."
Y as� fue, pero en ese momento me parec�a detestable tener
que compartir mi trabajo con ese idiota. Llegamos a mi oficina y se sent� en su
escritorio. Yo le dic unos papeles para ordenar y me dispuse a continuar con mis
labores. Pero no pod�a evitar mirar por debajo de la mesa y observar ese bulto
que ya desde chico conservaba. Esos ojos almendrados, tiernos, que esconden al
demonio en su interior, esa boca carnosa y sugerente, su rostro entero con un
rasgo que lo hace diferente a los dem�s, imposible de describir.
Pasaron las semanas y se fue adaptando bastante bien al
trabajo. Solo que su car�cter agresivo persisti� a trav�s de los a�os y me
bromeaba constantemente.
__ "�Qu� te pasa?, �todav�a no te hechaste un polvo que est�s
tan nervioso siempre?" me dec�a con una sonrisa perversa.
__ "Unos cuantos y si no, agachate y vas a ver" esto provoc�
que la sonrisa se fuera inmediatamente. Pero mi proposici�n, adem�s de frenar
sus bromas, tambi�n era real. Me gustaba demasiado, como pod�a ser que antes no
lo hubiera observado de esa forma. Me obsesionaba su paquete apretado en ese
pantal�n tan prolijo. Cuando llegaba a mi casa, todas las noches me masturbaba
desenfrenadamente pensando en su cuerpo desnudo, en la rudeza de sus m�sculos
apret�ndome contra la cama. Pero era opacado por su idiotez.
Un buen d�a, llegu� temprano para apurar mis tareas. Y me
encontr� con Gonzalo sacando dinero de la caja chica. Yo me enloquec�, pero
mord� mi lengua, sab�a que de esto pod�a sacar provecho. Llegada la hora de
cierre, vi c�mo se estaba preparando para ir:
__ "Esper�, todav�a te falta mucho por hacer"
__ "Pero si ya es la hora de retirarse"
__ "No, justamente necesito que te quedes despu�s de hora
para terminar un trabajo."
__ "Est� bien, pero la pr�xima vez avisame con m�s tiempo"
dijo con cara de odio y eso me alegraba mucho m�s porque la venganza de tantos
a�os se iba a realizar.
Cuando la oficia estuvo vac�a se me acerc� y me pregunt�:
__ "�Qu� es lo que hay que hacer?"
__ "Vos sabr�s."
__ "No entiendo."
__ "Entonces dejame explicarte. Esta ma�ana vi que estabas
robando dinero de la caja chica. Y no lo niegues porque lo vi.
__ "Puta madre, y ahora se lo vas a decir a todo el mundo."
__ "Eso depende de vos, de lo que me des a cambio."
__ "�Qu� es lo que quer�s?"
__ "Quiero que te desnudes."
__ "�Qu�? Nooooooo, ni loco."
__ "Bueno, entonces a la c�rcel."
__ " Est� bien, lo voy a hacer."
Y comenz� a sacarse lenta y vergonzosamente la corbata, luego
la camisa que dej� ver una musculosa blanca y apretada que suger�a unos
pectorales marcados y un abdomen fuerte y ni hablar de sus brazos. Sus
pantalones tambi�n ten�an que ser retirados y as� fue. Por fin pod�a observar a
ese gran bulto m�s de cerca. Envuelto en un slip azul y sudado, el aroma a
transpiraci�n pod�a sentirse desde mucha distancia. Ese olor a hombre que me
hac�a excitar. Se sac� la musculosa posteriormente, pero no se sacaba lo m�s
importante.
__ "Tambi�n tu ropa interior Gonzalito." Y con much�sima
timidez fue deslizando su slip por esas piernas robustas, peludas y bronceadas.
Esa pija se present� ante m� como todo un monumento. Yo no pod�a reaccionar,
solamente quer�a tirarme encima de ella y babosearla toda, pero ten�a que
contenerme, ten�a que hac�rsela m�s dif�cil.
__ "Ya est�, �contento?, �me puedo vestir?"
__ "No no, esto es el comienzo reci�n. Ahora quiero que te
acerques justo delante de m�."
Camin� los pocos pasos que nos separaban, y en ese momento el
que se puso nervioso fui yo. Esa pija de unos 10 cm. dormida se posicion� frente
a mis ojos. Yo levant� mi vista y recorr� todo su cuerpo con la mirada, observ�
detenidamente cada detalle, su ombligo, su pecho, sus piernas. Todo su cuerpo
estaba bronceado y se notaba que tomaba sol con una tanga porque justo esa parte
la ten�a blanca.
__ "�Qu� vas a hacer ahora?"
__ "Ya vas a ver."
Tom� su miembro con una mano y lo empec� a menear, esperando
a que se despierte, pero nada. Se ve que el nerviosismo y la negaci�n eran tal
que no le permit�an excitarse. Y amigos, debo reconocer que una de mis
especialidades es mamar y prob� esa opci�n para despertar a ese pedazo. Fui
introduciendo todo ese trayecto de carne, y al principio Gonzalo estaba muy
tensionado y no reaccionaba. Pero al mismo tiempo que sent�a que su verga iba
tomando tama�o escuchaba que su respiraci�n se entrecortaba y tambi�n largaba
unos gemidos muy chicos. Hasta que me tom� con sus manos la cabeza y movi�ndola
r�pidamente me sacud�a al punto de marearme, pero no me importaba porque la
sensaci�n de tener esa pija metida hasta la garganta me hac�a chuparla con m�s
dedicaci�n.
__ "Siii... que bien se siente. No sab�a que te gustaran
estas cosas. Que buen chantaje"
Proced� a sacarme su pedazo de la boca:
__ "Espero que con esto aprendas, si no voy a tener que
seguir castig�ndote."
__ "Vos de mientras chupala que ahora que me buscaste me
encontraste."
Segu� muy poco tiempo con esa tarea, ya me estaba cansando la
mand�bula y adem�s mi culito ten�a ansias que solo Gonzalo pod�a calmar. As� que
al momento en que sent� que iba a acabar me tom� fuerte de la cabeza para que me
la tragara toda, pero lo detuve dici�ndole:
__ "No no, yo te dije que esto no iba a terminar ac�, ahora
quiero que ense�arte otra cosa."
Y me baj� los pantalones, d�ndole la espalda y por supuesto
con el ojete expuesto, casi abierto por la calentura de solo pensar en la cogida
que me iba a dar en pocos minutos.
__ "Quiero que me la metas hasta el fondo, quiero que me
rompas bien el culo papito, es todo tuyo."
Pens� que se iba a poner en t�mido, pero sorprendentemente se
llev� cuatro dedos a la boca y me unt� con su saliva el orto. Yo ya estaba en
las estrellas, me hizo estremecer lo h�medo de su mano. Luego me meti� un dedo y
lo mov�a, cogi�ndome de manera muy r�pida, yo ya estaba por acabar porque me
pajeaba sin parar, no pod�a esperar a que llegara el momento en que me lo haga.
Y al fin lleg�.
Se ve que todo el trabajo previo y el jueguito del chantaje
lo hab�a puesto muy caliente a Gonzalo porque sin darme cuenta me tom� de mi
cintura y sin aviso me la empuj� hasta adentro. Haci�ndome gritar muy fuerte.
Pero �l me tap� la boca con una mano.
__ "Callate putito, callate que prometiste no hablar, pero
por las dudas yo te voy a hacer callar la boca con esta pija que tengo para vos
todas las veces que quieras."
__ "Ahhh... si si... part�melo todo, ya no aguanto m�s, voy a
acabar."
No termin� de decir esto que ya mi leche chorreaba sobre mi
escritorio, mojando algunos papeles sin importancia.
__ "Pero c�mo acaba el putito, se ve que est� caliente. Vos
tambi�n me pon�s caliente. Ojal� te hubiera agarrado en la secundaria y te
hubiera partido el orto como ahora. Puto, �d�nde quer�s que te acabe?"
__ "En donde quieras. Soy todo tuyo."
__ "Bueno entonces preparate que ah� te la voy dejando
adentro. Ahhhh... ahhhh... siiii... ah� est�. Mi lechita est� dentro tuyo."
Pero yo sent�a que la leche era tanta que rebalsaba mi ojete
y la recog� con mis dedos y me la pas� por la lengua. No pod�a perderme de
probar esa noche una buena dosis de leche de macho.
Finalmente nos vestimos y nos fuimos a nuestras respectivas
casas. Pero la cosa no termin� aqu�. Al d�a siguiente pas� algo que no me
olvidar� jam�s. Pero creo que es demasiado por esta entrega. Nos vemos la
pr�xima.
Continuar�...
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Misterio.