Relato: Crimen y castigo (03)



Relato: Crimen y castigo (03)

CRIMEN Y CASTIGO 03



Los individuos estaban muy enojados por lo que hab�a
sucedido, por lo que le dijeron al monstruo que quer�an desquitarse de mis
hijas; el monstruo le pregunt� a su prima que hac�an y ella le dijo: Hagan lo
que quieran, no me interesa; yo me voy a divertir por ac�. Mientras bland�a las
tijeras frente a mi. Me dijo: Espero que goces lo que viene, porque ser� la
�ltima vez que lo hagas. Vi como los tipos ca�an de nuevo sobre mis hijas y
sobre Andrea y mi esposa tambi�n; a Elena le rompieron la ropa que ya se hab�a
puesto y la hincaron para que le mamara la verga a un tipo, mientras, otro se
coloc� detr�s de ella y sin mediar palabra la embisti� por completo; mientras
dos tipos le sosten�an los brazos abiertos.



A Ver�nica la volvieron a atar y la obligaron a sentarse en
la verga de un tipo, mientras otro se la cog�a por el culo y un tercero la
obligaba a mamarle la verga; el monstruo estaba encima de Andrea en la cama,
cogi�ndosela con fuerza mientras ella gritaba, suplicando que la dejara en paz.
Por �ltimo, dos tipos estaban con mi mujer, mientras uno se la cog�a "de
perrito", agarr�ndole los brazos, otro estaba frente a ella oblig�ndola a
mamarle la verga mientras �l la sosten�a de los cabellos.



La prima del monstruo se par� junto a mi, totalmente desnuda y me dijo:
�Recuerdas como lo hicimos hace a�os? Se me hace que quieres repetirlo, de
seguro quieres violarme, pero como no est�s con tus amigos, eres muy cobarde y
me solt� una cachetada tan dura que casi me tira los dientes. Me agarr� la verga
y me dijo: Ahora lo haremos a mi manera. Se agach� y empez� a chuparme el palo
con fuerza, yo sent�a placer, pero a la vez miedo y asombro, pues ella me estaba
haciendo gozar de nuevo; se detuvo cuando vio que mi verga estaba en su apogeo y
abri� sus piernas, se sent� frente a mi, clav�ndose mi verga en su panocha con
toda su extensi�n; mi placer era muy grande, pero mi temor tambi�n, eso hizo que
mi verga de repente empezara a bajarse, aun estando dentro de la panocha de la
mujer. Ella se levant� molesta y me dijo: �Ah! ya s�, solo te excitas cuando
violas mujeres �verdad?, eres un degenerado y como tal te voy a tratar.



Pregunt� quien de los tipos ya hab�a terminado; cuatro le respondieron y les
pidi� ayuda; me desataron, me levantaron y me llevaron a donde estaban violando
a Elena, me dijeron que ten�a que penetrarla y que no se me ocurriera negarme
porque entonces Elena pagar�a las consecuencias y a mi me violar�an entre todos.
Iba a negarme cuando uno de los tipos comenz� a ahorcar a Elena con las dos
manos, me dijo que si no me la cog�a, la ver�a muerta. Asent� con la cabeza y
obligaron a Elena a hincarse, le ataron de nuevo las manos a la espalda y le
dijeron que me chupara la verga de nuevo.



Ella lo hizo y logr� que tuviera una tremenda erecci�n; la
prima del monstruo afirm� que solo teniendo a las mujeres sometidas pod�a yo
coger y que era un violador nato. Subieron a Elena a la cama y le preguntaron a
la mujer si la amordazaban, ella dijo que no, que quer�a escuchar los gritos de
Elena al ser violada por mi. Me ordenaron violarla, me qued� parado un momento
sin hacer nada, pero las manos del tipo de nuevo se acercaron al cuello de mi
hija, por lo que me sub� a la cama y me coloqu� entre sus piernas; mi hija me
gustaba mucho, pero no para hacerle eso, sin embargo me sent� obligado y, de un
tir�n, la penetr�. Elena aull� de dolor y llor�, pero mi excitaci�n ya era
bastante y comenc� a moverme dentro de ella sin piedad. La verdad es que lo
disfrut� y mucho. Llevaba yo un rato violando a mi hija cuando me jalaron desde
atr�s, me pusieron a mi esposa enfrente, la hincaron d�ndome la espalda, atada y
amordazada, me ordenaron cog�rmela por el culo y la verdad, ya no me hice del
rogar, me coloqu� atr�s de ella y le clav� la verga en su culito apretado. Ella
intent� zafarse, pero al moverse solo me hizo gozar m�s; estuve as� un rato,
mientras otros tipos se cog�an de nuevo a Elena y cuando pens� que me ven�a, me
volvieron a sacar de Carmela, se la llevaron para seguirla cogiendo otros y
trajeron a Ver�nica y Andrea, las pararon frente a mi y me preguntaron que en
cual quer�a venirme; l�gicamente, contest� que en Andrea, pues ya no quer�a
violar a mis hijas; pero ellos con crueldad extrema, acostaron a Ver�nica frente
a mi y la obligaron a abrir las piernas, me empujaron hacia ella y me dijeron:
pues primero c�gete a esta. Por lo que, obligado, penetr� tambi�n a mi hija
Ver�nica, que dicho sea de paso, estaba bastante buena; empec� a bombear su
panochita mientras ella gritaba: �No por favor, Pap�, no, soy tu hija, por
favor! No le respond� y segu� cogi�ndola con fuerza.



Casi me ven�a cuando me sacaron de Ver�nica y por �ltimo, me
llevaron con Andrea. Ella me gustaba desde tiempo atr�s, pero l�gicamente nunca
le dije nada a mi esposa ni a mis hijas, pues era una muchachita amiga de Elena.
Hincaron a Andrea frente a m� y la mujer le orden� que me mamara, pero le
advirti� que no me dejara venirme o ser�a castigada. Andrea obedeci� y empez� a
chuparme la verga; sent� mucho placer y la tom� de los cabellos; mientras, mi
esposa y mis hijas segu�an siendo violadas por los individuos; entre dos o entre
tres. Estaba por venirme cuando, la propia Andrea dej� de chupar mi verga. La
prima del monstruo la felicit� y le orden� que se volteara; ella obedeci� y me
hicieron cog�rmela de a perrito. Me hinqu� atr�s de ella y la penetr� tambi�n,
esta vez sin remordimientos, de hecho ya en ocasiones anteriores hab�a so�ado
con Andrea desnuda y haciendo el amor conmigo y esta fue mi oportunidad. En esta
ocasi�n si me dejaron venirme; tuve una gran descarga dentro de Andrea, que
lloraba y se agitaba fren�ticamente.



Esa fue mi �ltima vez. Lo que sigue me cuesta mucho trabajo contarlo y me duele
que sepas lo que ocurri�, pero necesito desahogarme. En cuanto me sal� de
Andrea, la mujer orden� que me llevaran a la cama. Me ataron boca arriba con los
brazos y las piernas en cruz y me amordazaron. Esperaron a que los que se
estaban cogiendo a mi esposa e hijas terminaran y las llevaron atadas y
amordazadas a que vieran lo que pasaba. Fue el peor momento de mi vida. La prima
del monstruo se acerc� a mi sonriendo mal�volamente y me dijo que era bueno que
hubiera gozado por �ltima vez; que nunca m�s violar�a a nadie. Se subi� a la
cama, hincada, con una mano levant� mi pene y entonces sud� fr�o; vi como con la
otra mano abr�a las tijeras en torno a mi verga y despu�s... solo sent� el dolor
m�s fuerte que haya tenido en mi vida, mis l�grimas saltaron; quise gritar sin
conseguirlo y me desmay�.



No s� cuanto tiempo estuve desmayado; pero cuando despert� la pesadilla no hab�a
terminado; mis hijas, mi esposa y Andrea estaban atadas y amordazadas en las
sillas, dos a cada lado de la cama; yo estaba boca abajo atado en la cama otra
vez en cruz. Sent�a un dolor muy intenso en la zona donde una vez existi� mi
pene y estaba amordazado. Alguien dijo: Ya despert� y escuch� la voz de la prima
del monstruo ordenando: �Ya no es hombre, ya no tiene pito, hagan lo que saben!
Los individuos enmascarados se acercaron a m� con las m�s negras intenciones en
este mundo; el primero fue el monstruo, se coloc� atr�s de m� y me dijo: A ver
puta, te voy a violar, espero que lo disfrutes como disfrutaste violando a mi
prima, desgraciada. Y m�s vale que ni te quejes que bien que se que te gusta.
Intent� zafarme de las ataduras, gritar, suplicar, hincarme, hacer lo que fuera,
pero que ya no me hicieran nada. Todo fue in�til. El monstruo coloc� su verga en
la entrada de mi ano y me abri� las nalgas con una mano; sent� como la cabeza de
su verga intentaba entrar en mi culo; me retorc�, pero eso facilit� la
penetraci�n, meti� su verga en mi ano sin ninguna compasi�n. Sent� un dolor tan
grande que casi me desmayo de nuevo; pero me arrojaron agua a la cara para
evitar el desmayo; sent� toda la rabia, la humillaci�n, el enojo... no s� que
m�s, sent� tantas cosas que pens� que m�s val�a haber muerto que llegar a esa
situaci�n tan infame; adem�s toda mi familia y la amiga de mis hijas estaban
presenciando mi humillaci�n. De verdad dese� morir. El monstruo masacr� mi ano
con furia y el muy desgraciado se vino dentro de mi, arroj�ndome su semen en las
entra�as y gozando con lo que me hab�a hecho; despu�s de �l sigui� otro, y luego
otro y otro hasta que pasaron los diez tipos por mi adolorido y sangrante ano.
Despu�s del tercero ya no sent� nada, solo cerraba los ojos y lloraba en
silencio.



Cuando termin� el �ltimo, se acerc� a m� la prima del
monstruo, me mostr� su mano, en la que llevaba mi miembro cortado por ella
misma; me dijo: Me llevo un recuerdito de ti, para recordar este d�a en el que
por fin mi venganza se consum�; pero no creas que lo voy a conservar, tengo dos
perros a los que de seguro les gustar� junto con sus croquetas.



Por �ltimo, se me acerc� el monstruo, me dijo: Gracias por este inolvidable fin
de semana, espero que a ti, putita y a tus familiares les haya gustado; no
intenten hacer nada en nuestra contra ni vayan a la polic�a porque entonces si
no vivir�n para contarlo. Esperamos que les haya gustado y a ver que otro d�a
nos damos una vueltecita por ac�.



Salieron dej�ndonos a todos atados y amordazados, escuchaba yo sollozos, pero no
abr�a los ojos, pues no quer�a saber ya nada de este mundo; no supe quien se
desat� primero ni como me desataron, el caso es que me fui de ah� sin despedirme
de mi esposa, que no deseaba verme m�s, solo pude habla al final con Vero y
Elena, les ped� perd�n de rodillas y ellas me contaron como sucedi� todo, y al
final, creo que me perdonaros; empec� mi vida de vagabundo como me ves ahora
amigo, mendigando y causando l�stimas a todo el mundo. Hace poco pas� por la que
era nuestra casa y me detuve enfrente, una se�ora que me vio, me corri� de ah� y
me amenaz� con echarme a los perros si no me largaba; de mis hijas y mi esposa
nunca supe ya nada y a Andrea si la vi un d�a por all� por el oriente de la
ciudad; ella no me reconoci�, pero yo s� .



Te agradezco que me hayas escuchado ahora que estoy seguro de que me queda poco
tiempo de vida, ojal� Dios me haya perdonado y que el castigo que recib� haya
sido suficiente a sus ojos para entra en su reino.



FIN



Este relato no es m�o lo tome de una pagina y es an�nimo si
el autor lo lee por favor escr�beme para poner tu seud�nimo como autor.


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Relato: Crimen y castigo (03)
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