Les cuento un poquito sobre mi, soy alta bastante de anchas
curvas, ojos negros que siempre miran de frente, pelo lacio largo rojizo,
blanca, de caracter soy una persona (modestia aparte ) bien fajona, me encanta
aceptar retos y conseguir las metas que nos impone la compa��a logrando estar mi
oficina siempre en primer o segundo lugar a nivel de compa��a. Eso s�, para
conseguir esto siempre he trabajado hombro con hombro con mis compa�eros, nunca
les he pedido que hagan algo que yo, ya no haya hecho, y es por esto que ellos
me adoran. Francamente la qu�mica es muy buena, y siento que ellos me respetan
como l�der.

Y de esta manera pues trabajando muy duro, consiguiendo metas
bien altas, fue que poco a poco tuve que empezar a quedarme m�s y m�s tiempo en
la oficina... D�a a d�a salir m�s tarde para mantener todo en orden, pues para
conseguir resultados excepcionales, tienes que hacer cosas excepcionales
tambi�n. Y fue as� que algunos de mis compa�eros al verme qued�ndome hasta tan
tarde, comenzaron a quedarse conmigo para "hacerme compa��a"... al menos eso
pens�.

Peter se quedo �l es mi mano derecha, en �l yo confiar�a mi
vida, dem�s esta decir que "francamente" me gustaba much�simo, un joven rubio,
velludo, voz grave y delgado... no s� porque a mi me encantan los hombres
delgados, no fuertotes noo, solo los delgados. Hasta ese d�a nuestra relaci�n
hab�a sido muy respetuosa, de jefa y subordinados (pero tambi�n de buenos
amigos). El me hab�a contado mil problemas que ten�a con su mujer, la que yo
francamente no soportaba. Tambi�n se quedo esa noche Raymond, quien desde que
fue contratado se me brindo de una manera especial, incluso un d�a llego a
decirme que me parec�a a su novia, la que se encontraba en Estados Unidos.
Raymond me invitaba a almorzar a menudo, y francamente nuestras charlas eran muy
amenas, eso si, nunca nada m�s intimo que de decirme que yo me parec�a a su
novia. Pero mil veces lo vi mir�ndome mientras trabaj�bamos, y en muchas
ocasiones �l hacia hasta lo imposible por aliviar mi carga de trabajo. As� que
no me sorprendi� nada cuando ambos al pasar la hora de salida no se fueron,
continuaron sus labores hasta que el resto del personal se hab�a ido.

Ese d�a yo hab�a ido a trabajar con un conjunto muy
profesional de falda, aunque debo decir que la falda era una mini. El conjunto
negro, de finas lineas blancas, una blusa blanca con mangas estilo gitana, el
pelo largo decid� dejarlo suelto aquel d�a y unas pantimedias que se pegaban a
mis piernas haciendo notar m�s lo largas que ellas eran, para luego finalizar en
unas sandalias de tac�n alto, me daban el impacto de una ejecutiva s�per
sensual. No hacia falta m�s que me sentara y cualquiera podr�a ver muy bien mis
bien formados muslos... la blusa blanca tenia un escote bastante pronunciado en
V que dejaba ver el nacimiento de mis senos, y la piel blanca de ellos.

Peter me dijo: "Esther dame las llaves, voy a cerrar la
puerta, no vaya a ser que llegue un cliente." Esta bien, Peter aqu� est�n. y no
pude evitar observar por un momento cuando �l iba de espaldas hacia la puerta,
su rico trasero... "Ufff que rico esta el condenado." pens�, y luego segu� con
mis labores, hasta que note que Raymond cuando de repente me pregunto, "Estas
estresada Esther?" "Como te das cuenta?"- le pregunte. Es que lo puedo sentir al
decir esto lo miro, y veo que se hab�a quitado su gab�n de trabajar y se hab�a
remangados los pu�os de su camisa, "Waoo que sexy se ve�a as�." - pens� y
observe como se encamino hacia mi. "Esther, d�jame ayudarte con eso." -levante
mi mirada a ver que era eso con lo que me quer�a ayudar y Raymond hab�a llegado
hasta donde yo estaba sentada y se encontraba justo detr�s m�o. "Raymond que
haces?- le pregunte algo turbada pues nunca se me hab�a aproximado tanto. "Nada
Esther, t� tranquila ver�s como te alivias de tanto estr�s." y al decir esto
puso sus manos sobre mis hombros, y muy lento comenz� a darme un masaje. De
repente me asuste, realmente creo que me paralice, no hice nada. Y �l continuo
ese masaje tan delicioso que de inmediato me empece a sentir, no pod�a hacer
otra cosa sino sentir aquellas manos sobre mis hombros masajeando y poco a poco
notar que con discreci�n iban bajando un poco hacia mis senos... No pude evitar
sentir como se me pusieron

duros los pezones y �l tampoco dejo de notarlo por lo que su
mano comenz� a bajar

y m�s ... sin poder evitar sent�a que la excitaci�n iba
creciendo en mi. Las manos de Raymond segu�an movi�ndose sin detenerse, cada vez
el masaje se hacia m�s y m�s profundo. Sin percatarme comenc� a gemir, la
excitaci�n no lograba contenerla y Raymond sabi�ndome su presa en ese momento
bajo sus manos, entrando por mi escote atrapo mis senos. "Aahhh Raymond"- gem� y
sin poder evitar mi cuerpo comenz� a moverse, como buscando ... mis piernas se
abrieron un poco y mi falda se subi� dejando ver mucho de mis muslo."

En ese momento entro Peter en acci�n que yo ni siquiera hab�a
visto llegar de cerrar la puerta, solo pude ver que tampoco tra�a gab�n y que se
hab�a sacado la camisa y abriendo sus botones me dejo a la vista su pecho lleno
de vellos. Peter se paro frente a mi y me abri� un poco m�s las piernas, les
cuento que no evite, no pensaba en nada, solo me estaba dejando llevar por la
enorme excitaci�n que sent�a, y no pod�a dejar de pensar lo que aquellos dos
caballeros me estaban haciendo... Muy pronto sent� su rostro el estaba rosando
su rostro por mis muslos, la falda ya se hab�a subido bastante y pr�cticamente
todo estaba al descubierto viendo ellos mis y mi tanga de encaje blanco.
Mientras Raymond con mucho cuidado seg�n me tocaba, me masajeaba bajo sus manos
lentamente hasta que sin darme cuenta, �l logro quitarme mi chaqueta.."Raymond"
-gem�. "Calla Esther, mi ni�a vas a ver como te quitamos todo ese estr�s que
tienes acumulado, recuerda mamita que el estr�s es peligroso para la salud, as�
que tranquila, nosotros sabemos lo que t� necesitas." Al decir esto abri� de un
todo mi blusa dej�ndome con los senos al aire. Mis senos quedaron turgentes muy
parados ... estaban como yo quiz�s, ansiosos, anhelantes mientras Raymond detr�s
m�o consegu�a dejar mis senos al aire, aunque inmediatamente sus manos se
apoderaron de ellos, Peter me abr�a mas las piernas y rozando todo su rostro
comenz� a besarme. Una y otra vez sent� sus labios sobre mis panties besando,
sus manos toc�ndome toda, invadi�ndome de una manera que jamas hab�a so�ado.

"Esther mamita, ahora necesito que te pares", -al decirlo de
inmediato me levanto. Peter dejo de besar mi cuevita por encima del tanga y con
una mano tiro todo lo que estaba sobre el escritorio haci�ndome un espacio. Tan
pronto estuvo libre el escritorio Raymond me dijo: "Mamita ahora, vamos se una
chica buena y recu�state." No pod�a creerlo, ah� me estaban haciendo y yo
paralizada, solo dej�ndome llevar por las mil sensaciones que me recorr�an, que
me hac�an una presa f�cil de hacer. Cuando estuvo frente a mi indic�ndome que me
acostara, Raymond no pudo evitar bajar su boca y apoderarse de uno de mis senos,
lami� todo, hasta tener el pez�n muy duro entre sus dientes y me mordi�...
"Aahhhh ahhh" - esta sensaci�n me hacia enloquecer, ya no lograba contener mi
cuerpo, este parec�a haberse apropiado de mi mente y dec�a solo d�jate hacer ...

Peter se hab�a desnudado y cuando Raymond me acost� me puso
su enorme polla entre mis labios, con una gran hambre lo devore, comenc� a lamer
y a chupar toda aquella verga que se me entregaba sin m�s. Mis labios pasaban
una y otra vez por su polla, bajaba lamia sus bolas "AAhh ahhh."- escuche Peter
tambi�n gimiendo una y otra vez a medida que mi lengua se posesionaba de su
verga. Aquella verga rica, larga aunque algo delgada, hacia f�cil poder meterla
toda en mi boca. Raymond dejo mi pez�n y sent� como abri� mis piernas teniendo
ante si la vista entera de mi cuevita, que con tanta excitaci�n se hab�a mojado
sin remedio... Mis jugos bajaban y al ver esto Raymond se apresuro a meter su
rostro entre mis piernas y su lengua invadi� mi chochitaaa.. Una y otra vez esa
lengua me penetro hasta lo mas profundo, una y otra vez aquella lengua me hacia
suya y yo solo pod�a gemir, gemir una y otra vez" aahhh ahhh ahhh"

Peter sintiendo mi lengua mam�ndole tan rico la polla, me
dijo "Esther quiero que te bebas mi leche, vamos ni�ita esta leche te har� mucho
bien, " -- me dijo. " Peter vamos damela, quiero toda tu leche en mi boca, mi
ni�o quiero tomarme tan rica leche, vamos �chamela." Raymond y su lengua no
dejaban de penetrarme ... aquella lengua de pronto estaba en mi chochita, como
de pronto entraba en mi culito, aquella lengua me estaba dando mi sensaciones y
yo ya no pod�a dejar de culear ""Aaahh ahhhh Meter, c�janme, vamos c�janme."
Peter me meti� su verga hasta lo mas profundo de mi garganta y una vez ah�
comenz� a culear sin detenerse. Raymond sigue lami�ndome toda, aquella lengua se
hab�a convertido en mi due�a y sin detenerse una sola vez, Peter sigui� clavando
en mi su enorme polla hasta que mi cuerpo sinti� como los espasmos lo hac�an
presa, de un viaje que ya no tenia retorno, ya sent�a yo como se abr�a el cielo
y yo iba en una ca�da libre, aquella sensaci�n tan ricaa de saber que has tenido
un orgasmo como pocos,... Peter al ver como los espasmos orgasmicos se
apoderaban de mi cuerpo, con un gru�ido que salia de lo mas profundo de si, se
corri� ech�ndome toda su leche dentro de mi boca... y ya ah� yo me adue�e de
ella no permitiendo que se perdiera una sola gota... Raymond sintiendo tambi�n
lo rico de nuestras corridas saco su polla y sin dudar exploto sobre mi
chochitaa... reg�ndome toda con su leche...

Y fue as� mis amigos lectores, que al fin pude liberar todo
el estr�s que amenazaba con matarme...

He aqu� la quinta y sexta infidelidad pues tuve la dicha de
vivir el ser pose�da por dos hombres a la vez... y que dos hombres... Esther