Relato: Mi madre, m�s caliente que nunca (2)





Relato: Mi madre, m�s caliente que nunca (2)


MI MADRE, M�S CALIENTE QUE NUNCA II



Desde mi habitaci�n continu� escuchando los brindis, la
m�sica y el ambiente relajado de mis padres y Juan Carlos. Cuando tuve la
necesidad de pasar al ba�o, lo hice muy secretamente tratando de que nadie me
viera, pero no pude reprimir el deseo de verlos. Ella estaba sentada en las
piernas de su amante, mientras mi pap� les platicaba algo, no me qued� mucho
tiempo, pues no quer�a ser descubierto.



Volvi� a mi cuarto, donde continu� fantaseando de las cosas
que le pedir�a a Juan Carlos, si se me presentaba la ocasi�n, que le hiciera a
mi madre� Y as� me qued� un tanto so�oliento, pues ya pasaba de la medianoche.
Hasta que volv� de mi ensimismamiento al escuchar el cl�sico taconeo de mi madre
por las escaleras. Cre� que pasar�a de largo pero se detuvo ante la puerta de mi
alcoba�





Pedime lo que quieras pero eso no� -


Nena, �quieres que te recuerdo tus compromisos para
conmigo?... �, dijo su amante.


Sabes que estoy dispuesta a lo que sea y siempre te lo he
demostrado, pero que me cojas frente a mi hijo, eso si que no� -


Lo deseo, no sabes cu�nto lo he deseado� -


Siempre te he complacido en todo, has hecho con mi cuerpo
lo que has querido y gustosa he aceptado hasta las fantas�as m�s depravadas,
pero que me encules frente a �l, no puedo, no me excito� -





As� continuaron discutiendo y entend� que a rega�adientes
ella trataba de disuadirlo, pues pugnaban sus deseos de complacerlo o
enfrentarse a su propia moralidad� Continuaron as� hasta que solo escuch� besos
y gemidos, �l la besaba afuera de mi cuarto, creo que con la intenci�n de
hacerme participe de su lujuria� Los escuch� bajar y continuar con la alegre
velada, mientras me resignaba a que todo quedar�a hasta ah�, por lo menos esa
noche. Mi palo estaba m�s gordo y protuberante que nunca, y bastaba la rica
cachondeada y manoseada que �l le hab�a recetado a mi madre, y aunque no pude
apreciar bien todo, con lo que hab�a escuchado me bastaba para que mi excitaci�n
se sublimara.



Encend� el velador y contempl� como mi gruesa espada, ansiosa
de un h�medo hueco, se mostraba irreverente e indomable; me la pel� por completo
dejando la p�rpura cabezota al descubierto, mientras gruesos hilillos de l�quido
preseminal, babeaban por su ojillo. Me la apret� tan fuerte que las venas se
estrangularon, pero la sensaci�n riqu�sima solo hubiera sido superada por una
boca ansiosa que me la mamara, en especial, me hubiera encantado sentir el
aliento sobre mi verga de la puta que Juan Carlos se jineteaba.



Cerr� los ojos imaginando como la muy perra se entregaba sin
reservas, como con ansias engull�a la enorme verga que �l le plantaba frente a
su viciosa cara; no pude reprimir las ansias de ser yo quien le encajara la
verga hasta la garganta, y ver su mirada ansiosa y desesperada por mam�rmela. Me
la imagin� rabiando de lujuria, retorci�ndose ante el avasallamiento del macho�





�Ah, puta, demostr�me lo golfa que eres!.... -, dije en
mi delirante y er�tico trance. � S� que te gusta la verga, perra� -





Y continu� so�ando y apret�ndome la pija para no desbordar mi
c�lida leche sobre las s�banas. Sin embrago, no pude contenerme y termin� en un
arrollador orgasmo que cimbr� mis sentidos� Me qued� recuperando el aliento y
esperando que mis sensaciones se apaciguaran, mientras escuchaba la m�sica a
volumen m�s bajo en el sal�n de la casa. No me lo propon�a, pero me qued�
dormido, con la descarga de semen sobre mi pubis, mis piernas y mi falo, pues la
intenci�n era limpiarme en el ba�o� Las energ�as me fallaron, descubriendo
despu�s, una costra de esperma seco sobre mi pubis.



No supe de m� hasta que en mi duermevela, so�ando con todo
tipo de im�genes er�ticas, escuch� que la puerta se abr�a y un raudal de luces
provenientes de la sala inundaba mi habitaci�n� Con una risita est�pida y
palabras entrecortadas, entr� mi madre y m�s atr�s, su amante�





Tuve que embriagar primero a tu padre, para traerte a
esta cabrona� -, dijo nalgue�ndola. - �Mira nada m�s como viene, la hija de
la verga!.... Viene hasta el gorro de todo lo que bebi� -, efectivamente,
el tufo de licor y cigarrillos me hiri� el olfato, despu�s, un intenso olor
a sexo se qued� en mi alcoba por varios d�as.


Hijito�. Perdoname papito�. Te quiero mucho, mi vida� -,
dec�a ella en lo m�s coherente que pod�a entenderle.





Pr�cticamente cay� sentada en el borde de mi cama diciendo
sandeces, mientras su amante, presuroso, liberaba sus erguidos pechos y la
tomaba del cabello para restregarle la cara en el agresivo bulto de su bragueta.
Ella balbuceaba y repel�a el contacto t�midamente, pero Juan Carlos era m�s
inteligente atacando los puntos estrat�gicos de mi madre; pues el pez�n
escarlata, era tironeado por los expertos dedos de su amante, terminando por
imponerse y lograr que la indecente hembra se atragantara con la suculenta verga
que le ofrec�a.



�l, a�n de pie, hizo la cabeza hac�a atr�s disfrutando de la
rica mamada que ella le daba, yo, a�n sin salir de mi estupor, contempl� como
esa vil mujerzuela se entregaba lascivamente a las ordenes de su amante, quien
se regodeaba recibiendo las caricias ling��sticas que ella le prodigaba por todo
el erecto rabo, sin menoscabar los peludos huevos de Juan Carlos�





As� hija de puta, trag�tela toda�. �, dec�a �l sin
dejarla de cog�rsela por la boca y sin soltarla del pelo.





Cuando la verga estuvo tensada al m�ximo, �l la hizo ponerse
a gatas sobre mi cama, quedando su ebrio rostro a un palmo de mi entrepierna. En
un arranque de valor, la atraje hac�a m� y permit� que su rostro descansara
sobre mi vientre, con ello, acomod� mi grueso bulto de modo que la muy puta,
pudiera estimularlo con sus mejillas; por su parte Juan Carlos, le hab�a
levantado el vestido aterciopelado, descubriendo una cola fant�stica de nalgas
trigue�as, abultadas y retadoras� Por supuesto que la tanga, hac�a mucho que la
hab�a perdido, y su jugosa concha, expel�a un fuerte aroma de arrabal, de
cabaret, de puta, pues.





�Qu� culo tan exquisito, tiene tu madre!... -, me dijo al
tiempo que la nalgueaba y ella d�bilmente se quejaba y arqueaba su trasero,
pero sin apartarse un mil�metro de la posici�n para ser culeada.





Trat� de incorporarme, lo que me costaba por tenerla a ella
pr�cticamente acostada sobre mi abdomen; a�n as�, vi como mi madre oscilaba el
trasero esperando la estocada que pondr�a fin a su ardiente necesidad de verga.
Sin embargo, Juan Carlos, parec�a no tener prisa, pues se deleitaba acariciando
esas ricas nalgotas que hab�an sido por mucho, mi sue�o imposible. Me contuve
con tocar t�midamente los abundantes pechos, que al coparlos, los sent�
gelatinosos como no me lo hab�a imaginado. Mientras la temperamental hembra me
dejaba hacer, me recre� manose�ndolos y pellizcando el enhiesto pez�n m�s
cercano.





Platicale a tu nene como fue que te encul� Rodrigo, mi
querido amigo�


�Ah, fue terrible!... -, dijo ella sin comprender
exactamente el alcance de sus palabras.


Detallale, puta, como te comiste esa verga� -


T�� T� fuiste quien� quien me lo pidi�-


Pero lo gozaste, �no, perra?... �


Fue� mucho, no cre� -


�No cre�ste, qu�, hija de la verga?... �


No cre� que me cupiera� era grande� Oh si, muy grande� -


�Y por donde te la meti�?... �


Con mi cola goz� mucho� creo que si� -, balbuceaba la muy
perra.


�Y con Antonio y Efr�n?... �





Se ri� y empujo m�s la grupa hac�a �l quien le ten�a metidos
los dedos en la concha�





Eso fue porque quisiste� Yo no quer�a, ya ves� -


Hija de perra-, grito �l zamp�ndole una fuerte palmada en
las nalgas, - �qui�n pidi� que se los presentara, porque ten�an mucho
feeling?... �





Lo que dijo fue inintelegible, pero comprob� que tan puta era
mi madre. Y mientras ellos no cesaban de parlotear, yo segu�a apretujando esos
senos que me enardec�an. Intent� deslizarme hac�a abajo, tratando de amamantarme
otra vez con ellos, pero mis pies chocaron con los muslos de Juan Carlos, quien
continuaba trasteando el trasero de mi madre. Como pude me acomod� y al fin el
erecto pez�n se desliz� en mi �vida boca, y cuando lo succion�, vi que mi madre,
me qued� viendo, mientras sus grandes arracadas oscilaban golpeando sus
mejillas, tratando quiz� de reconocerme, y esa mirada, jam�s podr� olvidarla�



Atrap� los dos carnosos globos y como si quisiera orde�arlos
afanosamente los succion�, qued�ndome un poco frustrado por no sacar nada de
ellos, sin embargo, continu� mam�ndolos como si en ello se me fuera la vida; en
tanto que Juan Carlos le segu�a rememorando las org�as que hab�an hecho,
acompa�ados por mi padre, claro; dici�ndole toda clase de improperios que a m�
me enloquec�an� De pronto, la planta de mi pie izquierdo, choc� con el riqu�simo
badajo de Juan Carlos, que al sentirlo, se dej� hacer, quedando en silencio.
Continu� jugando con el palo que parec�a una roca de lo erecto que estaba, �qu�
pija!...



Me asi� del tobillo y me restreg� la verga por la planta de
los pies y apunto estuve de soltar mi carga, pero apret� los dientes hasta que
los labios me dolieron, pues no quer�a acabar con ese encanto. Dej� de
reprimirme, cuando el alej� su erguida barra y obligo a mi madre a descender la
grupa de modo que mi dedo gordo hizo contacto con la lubricada vulva de la
putona hembra. Sent� que el cuerpo se me enchinaba al palpar, aunque sea con el
dedo de mi pie, la abundante mata de vellos y la abertura empapada de mi madre.
De inmediato mi dedo hurg� la abultada cavidad, arranc�ndole lujuriosos quejidos
a mi progenitora, mientras Juan Carlos ve�a complacido como mis dedos se hund�an
en la vulva de su hembra�



El fuerte tir�n de cabellos fue b�rbaro, pues mi madre sin
medir las consecuencias y ante un siniestro cl�max que logr�, me tirone� del
cabello tratando de que mi boca, abarcara por completo la teta que mamaba. Su
audaz amante, pr�cticamente la cimbro sobre mi pie, oblig�ndola a descender sus
caderas para un mayor contacto, el quejido que prolifer� en la habitaci�n, opac�
por un momento el sentimental tango de Carlos Gardel, que se o�a en el
sal�n, acompa�ando los ronquidos de mi padre.



Cuando los estertores de mi mam� cesaron, �l la sigui�
obligando a permanecer as�, mientras le acomodaba su recia hombr�a en una de sus
cavidades; ella, al sentir la enorme macana, se refugio en mi pecho, al tiempo
que elevaba la cola para recibir mejor la estocada� Comprend� de inmediato que
se la hab�a metido por atr�s, pues ella no dejaba de boquear desesperada.



Como pude, me deshice del abrazo, y gate� para situarme a un
costado de ellos, deslic� con m�s confianza, mi mano entre la entrepierna de mi
madre y descubr� lo que me supon�a, su vagina estaba libre, pero un enorme
trabuco sal�a y entraba por su ano. Me deleite hundiendo mis dedos en la
abultada vulva, cuyo cl�toris estaba m�s radiante que nunca. Por su parte Juan
Carlos, su rudo amante y de extracto provinciano, la atra�a de las caderas y
ella gimoteaba, sin que por ello, dejara de recibir la generosa raci�n de verga.





Eres una puta, yegua� Una putona rica, con una suculenta
cola� -


Soy puta� -, dijo ella atragant�ndose con las palabras y
la babosidad de su boca.





�l estiro sus brazos y termin� por meterle los dedos en la
boca y como si de una yegua con un freno se tratara, le jalaba con sus dedos y
la hac�a casi repara, empuj�ndole la verga en lo m�s hondo permisible.





Mirale los belfos a la hija de perra, se le ven
lind�simos� -


�Aghhh!... -, berreaba ella.





Cre� que no podr�a m�s, pues era demasiada la fiebre que me
inundaba, liber� mi palo de entre mi short y lo dej� oscilando cerca del muslo
de mi reputona madre, tratando de frot�rselo aunque fuese en esa zona. Con una
mano me manipulaba la pija y con la otra jugueteaba con los labios hinchad�simos
de su vulva, pero no cont� con los deseos de Juan, que coloc� a mi madre de modo
que mi vara quedara a escasos cent�metros de su trompa, que ni tarda ni perezosa
engull� mi verga, recibiendo la primera caricia de una hembra y nada menos de la
que me pari�



Boque� sintiendo que mi ritmo cardiaco era superior al que
pod�a soportar, pero la tajante orden de Juan Carlos me hizo soportar las ricas
mamadas en toda la verga�





No quiero que acabes todav�a, chaval, vamos a cogernos a
esta puta hasta que ya no podamos m�s� -





Ah� descubr� lo buena que era mi madre para mamar una verga,
pues la envolv�a entre su lengua y el paladar y la oprim�a tan delicadamente,
para despu�s dedicarse al frenillo y titilar con su lengua el ojito de la punta.
No pude m�s, y me retorc�a cuando mi palo entraba y sal�a de su boca. La tom�
del pelo y la obligu� a quedarse as�, mientras la inminente sensaci�n del
orgasmo me dominaba� La descarga fue fenomenal, pues sent�a que mi verga no
cesaba de escupir leche, y la glotona hembra, ansiosa los recib�a� Volv� a la
realidad y nunca supe si ella se los trag� o los escupi�, pero reviv� cuando
cansada de permanecer en cuatro patas, opt� por acomodarse en la cl�sica del
misionero; y as�, Juan sigui�, ca�one�ndola a todo tren�



Como si estuviera ebrio, me levant� y vi como la suculenta
verga se deslizaba entre los pliegues vaginales de mi madre, que se apretaba los
pechos y gem�a desesperada; la muy perra se tragaba por completo toda esa pieza
de carne, y creo que a�n quer�a m�s. �l me qued� viendo, se sali� de ella quien
quedo con las piernas totalmente abiertas y me invit� a acercarme. Me levant� y
me detuve frente a ella, viendo como su pancita se agitaba respirando
agitadamente. La pelambrera del pubis luc�a empapada y los colgantes labios de
la vulva, enrojecidos y babosos.





�M�masela!... -, dijo categ�rico Juan Carlos.





Ca� de rodillas sin preocuparme de mis pantaloncitos perdidos
y completamente desnudo, me rend� a la jugosa raja que a�n conten�a la esencia
de Juan Carlos. Absorb� �vidamente el jugo y me concentr� en la pepita que
sobresal�a del poblado pubis de mi mam� Ella, como si lo esperara, me tirone�
otra vez del cabello, oblig�ndome a hundirme en su ansiosa gruta. Mi lengua
recorr�a la babeante cueva, mientras ella agitaba la pelvis y yo, me afanaba en
devorar todo lo que mi boca encontraba�



Mi erecci�n volvi� a patentizarse cuando �l se agacho atr�s
de m� y recorri� con sus �speros dedos la raja de mi culito. Sent� una extra�eza
y una resequedad en la boca, cuando el presion� mi esf�nter. No supe que hacer,
y me qued� est�tico, sintiendo como me apretaba las nalgas y como su dedo
jugueteaba con mi culo.





�C�getela!... -, pudo al fin articular y con voz
enronquecida el fibroso macho de mi madre.


Te prefiero a ti-, dijo la muy zorra.


Har�s lo que yo quiera, guarra� -, sentenci� Juan Carlos.





Incapaz de coordinar mis ideas, me situ� ante ella quien otra
vez, dudosa me ve�a hacer. No se opuso cuando abr� sus piernas y enfil� mi corto
ca��n a la entrada de su concha. Me cuestion� si era yo capaz, pero mi fiebre
era m�s poderosa que cualquier v�nculo, y de un fregadazo, hund� mi vara en el
ancho hueco de mi madre, quien solloz� ante la ruda intromisi�n de mi pene. Mi
camita cruj�a y no me importaba si se desbarataba, lo �nico que deseaba era
dominar a esa hembra cuya concha me absorb�a la verga. Ella por su parte, enlaz�
mi cadera con sus piernas y me atrajo hac�a s�, dificultando el vaiv�n que le
imprim�a a la c�pula.





Soy una zorra� -, gimote�.


Sos una perra en celo� -, dije incapaz de controlarme.





La caliente funda, me envolvi� la verga, como si de una mano
se tratara y sent� delicioso recibiendo los ricos apretones que ella me
prodigaba. Juan Carlos, m�s alto que yo, se situ� atr�s de m� y me dej� llevar,
sent� la endurecida punta de su falo pic�ndome las nalgas, hice mi trasero hac�a
atr�s, con lo que mi verga se desliz� fuera de la concha, y as� sent� la
abultada protuberancia que se abr�a camino entre mis nalgas� definitivamente,
era mucha verga para mi pobre culito, m�xime que la generosa cabezota, no deja
de expeler sus jugos preseminales, que me mojaron la cola. Consciente que era el
precio a pagar, me acomod� para recibir la estocada, hasta donde me fuera
posible, pero no cont� con los deseos de la ricura de hembra que me volvi� a
atraer hac�a ella con sus atenazadas piernas y obligarme a bombearla como lo
intentaba hacer�



Al ver frustrada su acometida, Juan opt� por encaramarme a la
cama, trep�ndome sobre mi madre, quien generosamente abr�a sus piernas para
recibirme. Sent�a su sexo s�per empapado, de los constantes orgasmos que la muy
puta experimenta, y cuando me vi sobre ella, un peso enorme me aplast� Juan
Carlos y mi piel se eriz� al sentir su recio t�rax en mis espaldas, mis imberbes
nalguitas sintieron el fibroso palo que se restregaba entre ellas y ante lo
cerrado de mi culito, opt� por introducirme un dedo, lubric�ndome el culo con
los jugos de mi madre. Aunque yo muchas veces hab�a jugueteado con mi ano, no
era nada comparable sentir como esos dedos se hund�an t�midamente en mi
interior.





As� par de putas, mu�vanse cabronas-, nos dec�a Juan
Carlos.





Aunque intent� encularme, y yo por supuesto, cooperando; no
pudo hacerlo por lo apretado que estoy, y termin� d�ndosela a mi madre en la
boca, que volvi� a demostrarme como la muy perra exprim�a la verga con las mejor
chupadas que ni en pel�culas he visto. Y cuando el torrente de lava le inund� la
boca, absorbi� todo el semen que escurr�a por la comisura de sus labios�



Me cegu� por completo ante el orgasmo m�s inolvidable que he
tenido. Mi pija incapaz de soportar tanta excitaci�n, termin� por inundar la
concha que me hab�a parido.


POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 3
Media de votos: 4.67


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Mi madre, m�s caliente que nunca (2)
Leida: 1111veces
Tiempo de lectura: 12minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























Todo relatos embarazada por mi padrastorelatos porno papa no me cojasRelatos porno amor filial bdlol.rurelatos sexo gratisIncesto con la abuela relatadoshistorias porno gratisrelato enseñandole el culo a papa para que me cojaRelatos heroticos me coji a mi megor amigahistorias porno gratisrelatos porno mi familia liberalRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos porno una nietica lindarelatos pornos mí hijastra calienteporno verga de mi padrastroIncesto con la abuela relatadosmecojia enbarasadas xxxrelatos porno de primitas pequeRelatos eroticos largos ninos gay desvirgue al nino del edificioCojida papito mi abuelo eroticami hijita de 9 añitos relatomi hija con su consolador relato eroticorelatos eroticos de incestorelatos eroticos mi esposa con los ojos vendadoswww.relatos.pornograficos.incestosRelatos macizorrasHetero penetrado por maduro relatosMi pequeña prima relatos eroticos relatos en la hamaca con mi yernoRelatos porno amor filial bdlol.rurelatoseroticos mi papa me desvirgaaprete los musculos de mi vagina relato zoofiliarelatos incesto viendo a mi hija cojerla hija de mi amigo relato pornoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos de sobrino follando con su tía en la playarelatos de transexuales erotikosRelatos cojiendo con mama en el ranchorelatos mi sobrinita de 12relatos pornos incestorelatos muy morbososrelatos heroticos buscando trabajorumana pornohistorias porno gratisRelatos pornos de maduras ninfomanarelatos eroticos escuchadosConvento de monjas cogiendo penes monstruososrelatos eroticos clase anatomia mari mar 1historias porno educando a mi hijoabuelas chochos peludosrelatos carpinteroIncesto con la abuela relatadoslo q pasa despues de dormir con su hijastra xxxrelato porno con la madre y la hermana en la playasexo com el.papa de mi nobio relatosrelatos erótico mi papa me toca y me gustami hijita de 9 añitos relatorelatos me coji mi tia en una despedida de solteratodo relatos follando a la ahijadaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoIncesto con la abuela relatadosmi hijita de 9 añitos relatorelato porno de no consentidover relatos porno con mujeres embarazadas/relato32866_El-mecanico-me-hizo-mujer.htmlRelatos de chicos gay goten macisorrasla huerfana relato eroticoel reyanodildo esposa relato vacaciones en familia relatos pornoRelato me deje coger en el metroDesvirgue una jovencita relatosmujeres casadas folladasrelatos eroticos con vevitasprofesora pcompas.ru/relato11666_Penetrado-por-mi-tio-borracho.htmlrelatos porno ahhh ahhhrelatos porno me cogio dos viejosrelato de sobrino de vacacionesRelatos gays el culito de jesushistorias porno gratistodorelatos pornos asme la pajaRelatos mi nieta dormiditaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatosexo con hermana inicio relatosmi suegro me folla gay relatosRelatos gays buen culitorelatos porno de ijas y perrosAsi Perdi La Virginidad A Los 9 Relatosrelatos xxx d novias sensuales con novio heteroRelatos eroticos de gay violados por primera vezrelatos porno chntajeadaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos porno descubriendo a mi esposa con otromi hijita de 9 añitos relatorelatos cornudos sumisosrelatos eroticos me folle a mi tia