Alba se encontr� cumpliendo 35 a�os, y comenz� a ver su vida
diferente, a fijarse lo que hab�a hecho hasta hoy d�a. Estaba casada con un
hombre 10 a�os mayor que ella, eso no era malo puesto que en la ciudad de M�xico
donde ella viv�a eso era normal, el fue su primer y �nico hombre que le dio toda
su experiencia sexual, quedando embarazada a la temprana edad de 16 a�os. Tuvo
una hermosa hija llamada Paula, despu�s vinieron 2 hijos m�s. Ella comprendi�
que si no comenzaba a independizarse econ�micamente iba a tener que depender
para siempre de su marido, y aunque no le parec�a mala la idea, decidi� hacerlo,
comenz� a trabajar en una peque�a empresa que creci� junto con ella, hoy en d�a
ella era una secretaria ejecutiva muy importante de la misma y llego a ganar lo
mismo o m�s que su marido. Realmente no pod�a pedirle m�s a la vida, lo �nico es
que a pesar de ello no se sent�a satisfecha sexualmente, su marido llegaba tarde
del trabajo y aunque ella tambi�n trabajaba las mismas horas, �l siempre estaba
cansado para la hora del sexo, talvez fuera la diferencia de edad, talvez el ya
no la deseaba como antes, en definitiva ella cada vez sent�a mas la necesidad de
sentir que alguien la deseara f�sicamente.

Un d�a buscando un trabajo de literatura para su hija en
Internet encontr� una direcci�n donde publicaban literatura er�tica, nunca hab�a
le�do nada parecido a eso, as� que sin pensarlo mucho decidi� ver de que se
trataba, sin saber que esa decisi�n tan simple le cambiar�a el rumbo a su vida.
Se trataba de peque�os relatos de una o dos hojas que contaban historias de
relaciones sexuales, la mayor�a de enga�os o de aventuras locas, pero con un
alto contenido er�tico. Sin darse cuenta lograba excitarse mucho ley�ndolos,
mucho m�s de lo que acostumbraba a excitarse con su propio marido en la cama.

Paso el tiempo y la lectura se convirti� en una adicci�n, no
pod�a pasar un d�a sin leer un par de relatos, hasta lleg� a excitarse tanto al
punto de tener que irse al ba�o del trabajo a masturbarse.

Un d�a encontr� unos relatos de sometimiento femenino que la
dej� s�per empalmada, al punto de escribirle al autor para contarle lo que hab�a
sentido. El mismo era un tal Alex, y este escrib�a sobre una supuesta
organizaci�n que tenia �l donde 10 hombres que se manejaban a sus �rdenes,
somet�an a una mujer com�n y corriente hasta convertirla en una verdadera puta,
llev�ndola ha extremos sexuales y psicol�gicos que ninguna persona se hubiera
imaginado. El tema a Alba la hab�a dejado en un estado de excitaci�n que la
manten�a caliente todo el d�a, no pod�a parar de masturbarse, y no pod�a
concentrarse en su trabajo ni en nada, s�lo pensaba en eso , en ser sometida y
humillada por esos hombres y convertirse en la guarra mas puta del mundo, algo
que nunca hubiera pasado por su puritana cabeza.

La contestaci�n de Alex no se hizo esperar, y poco a poco los
dos fueron entablando una amistad caliente, donde Alex jugaba a ser el sometedor
de Alba y esta su fiel v�ctima. Con el pasar de los d�as Alba se fue
convenciendo a si misma que quer�a pasar su sue�os a la realidad, sin importar
el dolor f�sica que tuviera que sufrir, pero no soportaba la idea de perderse
vivir de todos esos placeres que su amigo Alex le promet�a.

Sus noches se hac�an largas y los d�as aun m�s, se la pasaba
encerrada en el ba�o masturb�ndose so�ando con las cosas que podr�a hacer junto
a su nuevo amigo Alex, �l si sabia motivarla sexualmente mas all� de cualquier
perversi�n. Una noche estubo mas de la cuenta en el ba�o su marido ni e prestaba
atenci�n a eso puesto que se dormia enseguida, Alba se masturbo tanto que apenas
pudo llegar a la habitaci�n para descansar y ni bien lo hizo callo completamente
desplomada por el cansancio.

Al otro d�a ni bien lleg� al trabajo recibi� un e-mail de
Alex proponi�ndole pasar un fin de semana con el, en un lugar apartado, donde
todo pod�a suceder, y donde si ella aceptaba no habr�a forma de regresar hasta
el d�a pactado, ella quer�a firmemente aceptar pero Alex , le dec�a a su ves que
ella iba a ser sometida a todo tipo de abus� sexual cosas que nunca hubiera
imaginado hacer, esto a ella la calentaba a�n mas y cada ves mas ganas tenia de
ir , ciegamente acept� sin ning�n tipo de condici�n departe de ella y con muchas
condiciones departe de Alex, las cuales una de las principales era que tendr�a
que traer a otra persona y que esa persona seria su propia hija Paula. Eso fue
algo que a Alba le costo digerir, que ella deseara ser emputecida era una cosa
pero que sometieran a su hija, a�n virgen, de 17 a�os ese era otro tema, lo m�s
triste y traum�tico para ella, es que parec�a endemoniada la idea la excitaba
mucho y finalmente acept� firmemente esa petici�n, las otras serian pedidas
despu�s que ella estuviera ya en el lugar con sus sometedores amantes.

El d�a pactado lleg�, y Alba se dirigi� con su hija al
encuentro de Alex, Paula ignoraba hacia donde iban, su madre le hab�a dicho que
pasar�an un fin de semana en un lugar apartado para descansar de la rutina. Su
hija hab�a aceptado gustosa ignorando las oscuras intenciones de su nueva
perversa madre. El marido de Alba tambi�n se crey� la mentira y se quedo
cuidando a sus hijos menores.

Alba llego al lugar donde se encantar�an con Alex, era un
estacionamiento, ah� detuvo el auto y su hija pregunt� que suced�a , ella solo
contesto que estaban esperando a otras personas para continuar el viaje. Una
combi negra con vidrios polarizados se detuvo pegado al auto de ellas. Del auto
descendi� Alex y dos hombres corpulentos mas, abrieron la puerta de atr�s y
se�alaron para que suban las nuevas invitadas, Alba y su hija subieron, esta
�ltima con cara de desconfiada, se estremeci� mas al ver que dentro hab�a 7
hombres mas, los cu�les la subieron a la fuerza a ella y a su madre, las
amordazaron y vendaron sus ojos. Alba se manten�a inmute, mientras su hija
pataleaba y lloraba desconsoladamente. La excitaci�n de Alba era tal que no le
importaba en lo m�s m�nimo el sufrimiento de su priopia hija.

Luego de horas de estar sobre la camioneta, llegaron a un
lugar muy alejado de la ciudad, ya era casi de noche, Alba con su hija fueron
bajadas de la camioneta y sac�ndole las vendas y todas sus ropas fueron llevadas
a un gran sal�n de una casa.

Ah� ya se reunieron todos y Alex comenzo a hablar, se
presento a el mismo y todos los muchachos que lo acompa�abanel le dijo a Paula,
que este lugar era un lugar muy especial, ah� una mujer se recibia de puta
verdadera, algo que tu madre queria ser, pero para eso ella tenia que entregar
algo a cambio y eso sos vos. Paula miro a su madre con los ojos llenos de
lagrimas esta agacho su cabeza como d�ndole verg�enza de lo que hab�a hecho.
Alex prosigui� diciendo que no exist�a forma de salir de ah�, que la �nica
manera de que no fueran castigadas ni de que sufran era obedeciendo al m�ximo
sus mandatos. Los cuales eran simplemente 10, los cuales 5 tendr�an que ser
ejecutados por una y 5 por otra , y que ellas mismas iban a decidir quien lo iba
a hacer. Alba estaba asustada y un poco arrepentida, pero estaba aun m�s
excitada y con ganas de ser sometida a lo que viniese.

Sin esperar m�s, Alex dijo que ten�an que tomar la primera
decisi�n, una de ellas tenia que hacer acabar ha los 10 s�bditos de el, ellos
iban a estar recostados en el piso totalmente desnudos y ellas lo �nico que
podr�an hacer era subirse encima y cabalgar hasta hacerlos acabar, si dejaban
una de ellas de moverse continuar�a la pr�xima.

Los diez hombres estaban en el piso recostados con sus
miembros semi erectos, y Alba para romper el hielo decidi� pasar ella, Alex le
volvi� a decir que quedaban 9 pruebas por delante de las cuales 5 tendr�a que
hacer su hija si o si. Ella igualmente pas�, se subi� al primero y penetr� el
pene fl�cido en su vagina, tuvo que moverse hasta que este tom� un tama�o
considerable dentro de ella mandando finalmente toda la esperma directo a su
�tero , eso era algo que ella deseaba hace mucho tiempo sentir. As� sigui� con
el pr�ximo al pararse, parte del semen se escurr�a entre sus piernas , pero Alex
no dej� que se limpiara nada y ah� como estaba tuvo que continuar con el
pr�ximo. Alba se di� cuenta que la fatiga la venc�a, lamentablemente no estaba
en forma reci�n iba por el segundo y ya estaba agitada de cabalgar tanto,
igualmente logro hacer acabar a su segundo amante, lleg� el turno del tercero y
luego el cuarto ya para entonces Alba sent�a en su interior un mar de semen de
todos ellos, no le importaba que su hija la mirara con cara de bronca y un poco
excitada de c�mo ella se cog�a a esos tipos. Realmente no tenia ya fuerzas de
montarse a su cuarto amante, Alex se acerc� y le dijo al o�do , si no los coges
vos lo tendr� que hacer tu hija y eso no cuenta como un punto para ella, porque
estar�a completando algo que vos no terminaste. Alba saco fuerzas de donde no
tenia y comenz� a moverse arriba de ese miembro que iba tomando forma en su
interior a medida que este crec�a se comenzaba a escucharse un sonido a la leche
que se expulsaba hacia fuera de ella por falta de espacio en su vagina, toda la
leche acumulada ya no entraba en su interior y se escurr�a por los costados de
su vagina.

Finalmente logr� hacer acabar a su cuarto amante y tambi�n
logr� tener un orgasmo que venia reprimiendo de las cogidas anteriores , as� fue
que cay� tendida al piso sin poder moverse inmediatamente fue retirada, por un
par de muchachos y depositada sobre un colch�n ah� mismo , fue tomada su hija y
a la fuerza fue obligada a cabalgar sobre su amante, Alba susurraba, "no ella es
virgen" , pero nadie la escuchaba y si lo hac�an igual no les importaba a esta
altura nada de eso, el quinto amante era justo uno de los m�s grandes y su
tama�o corporal era acompa�ado de un gran miembro, ah� mismo Paula fue obligada
a enterrar ese pedazo de carne semi muerta en su cerradas y virgen vagina.
Mientras Alba boca abajo y totalmente exhausta observaba como su hija era
obligada a tener sexo con ese tipo, eso a Alba la pon�a loca de �xtasis, no
pod�a entender como esa situaci�n tan perversa la excitaba a morir .

Paula comenz� a moverse puesto que si no lo hacia recibir�a
unos fuertes latigazos en su espalda, as� que aprendi� r�pidamente a obedecer y
hacer lo que le mandaban, su apretada vagina sent�a como ese pedazo de carne
muerta tomaba forma en su interior y parec�a que no paraba de crecer, su ya no
m�s virgen vagina deglut�a con dolor y placer ese miembro con muchas ganas, como
queri�ndoselo tragar, pues dentro de ella sab�a que eso era lo que deseaba hace
ya algunos a�os atr�s, sus movimientos no tardaron en dejarse inundar todo su
interior por la leche espesa de su amante, eso la hizo gozar mucho aunque sin
haber llegado al orgasmo, por primera vez se sinti� una verdadera mujer. As�
tuvo que seguir con los pr�ximos 5 amantes restantes, la diferencia de a�os
entre madre e hija era bien notable puesto que Paula al terminar con el sexto y
ultimo aun tenia fuerzas como para hacer acabar a m�s tipos, mientras que Alba
reci�n se recuperaba de los cuatro anteriores

Al terminar Alex felicit� a Paula y le aclar� que faltaban 9
pruebas m�s de las cuales tendr�a que cumplir si o si 5 puesto que esta no
contaba porque su madre hab�a elegido hacerla y no la culmin�.

La segunda prueba era lo mismo solo que esta vez seria usando
su ano, tanto Alba como Paula eran v�rgenes de ese lugar, y paula tenia pavor de
ser la pr�xima pero sabia bien que su madre no podr�a con los 10 y que ella
tendr�a que terminar , as� que decidi� pasar ella primero, para que se
adjudicase un punto m�s.

Con mucha rabia y sin mirar a su madre comenz� su trabajo,
fue penetrada analmente en seco, solo escupiendo un poco de saliva en su agujero
esto le trajo un dolor inmenso y la hac�a gritar desconsoladamente, Alex se
acerco a Alba y le dijo que si quer�a le permit�a ayudar a su hija pudi�ndole
chupar su ano o su vagina para que esta estuviera mas excitada, y no sufra
tanto. Alba sin pensarlo se acomodo cerca del ano de su hija entre las pernas
del hombre que la pose�a y comenz� a pasar su lengua por el agujero virgen de su
hija introduciendo su lengua para que este comenzara a dilatarse, to�o el
miembro del hombre de turno y comenz� a forzar su inserci�n, este comenz� a
perderse dentro del recto de su hija como pudo logro acomodar su cabeza cerca de
la vagina de su hija y chupo como si se tratase de un tesoro �nico, Paula
comenz� a suspirar y a sentir un placer que nunca antes tenia sentido, tomo los
cabellos de su madre y los empujaba hacia ella como queriendo que esta le pasara
la lengua aun m�s fuerte, esto a Paula le hizo olvidar que un tremendo miembro
se perd�a en las profundidades de su ano, ella con los ojos cerrados comenz� a
moverse y en un estado de �xtasis total, sinti� como su amante ahora inundaba
todo su recto. As� sin perder un segundo pidi� que pasara el siguiente,
realmente lo estaba disfrutando y ya su ano dejaba ver como manten�a una
dilataci�n constate y el dolor hab�a desaparecido completamente. La lengua de
Alba estaba acalambrada de tanto chupar la vagina de su hija pero esta estaba
como loca y justo cuando su segundo amante depositaba toda su leche en el ano de
paula , esta tuvo su primer orgasmo gritando como si la estuvieran asesinando, y
sintiendo que todo su cuerpo se desmoronaba en su interior y un gran mar de
flujo vaginal se iba desprendido de su interior, finalmente cay� exhausta pero
aun muy excitada, as� que sin perder tiempo sigui� el curso su tercer amante,
mientras alba segu�a chupando la vagina de su hija y esta vez tragaba gran parte
del flujo que sal�a de su interior acompa�ado de una gran cantidad de semen que
quedaba de su experiencia anterior.

As� paula resisti� los embates anales de sus diez amantes,
sintiendo en sus intestinos una fuerte ganas de evacuar por la gran acumulaci�n
de semen, Alex le dijo que solo podr�a hacerlo en la boca de su madre y Paula
gustosamente lo hizo en forma de venganza, Alba se recost� en el piso con la
boca completamente abierta y mientras paula en cuclillas se agachaba sobre la
cara de la misma y despidiendo un peque�o gas dejo caer sobre la boca de su
perversa madre un mar de mezcla de semen y restos fecales. Paula dej� caer hasta
la ultima gota de su ano completamente dilatado, y Alba fue obligada a deglutir
todo ese asqueroso cocktel.

El d�a hab�a finalizado fueron madre e hija a tomar una ducha
y a ponerse algo de ropa y descansar, mientras los hombres tambi�n ten�an que
recuperar fuerzas para poder seguir entregando su preciado n�ctar.

Continua...

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