Relato: La Iniciaci�n de la Maestra Carolina







Relato: La Iniciaci�n de la Maestra Carolina

La iniciaci�n de la Maestra Carolina


La historia que les contare a continuaci�n me ocurri� hace
dos a�os al cumplir los 23, edad en la que hab�a decidido marcharme un tiempo de
la casa campirana de mis padres para irme a la gran ciudad a estudiar un
postgrado en la misma universidad donde a�o y medio antes hab�a terminado mi
carrera. No fue dif�cil dejar de nuevo mi hogar pues no tenia lazos amorosos que
me ataran a mi lugar de origen. A pesar de tener muchos pretendientes
insistentes, no quer�a tener novio hasta terminar mis estudios.



No tuve problemas para hallar alojamiento ya que una hermana de mi padre tenia
una peque�a casa que usaba para rentar, como en ese entonces ella no tenia
inquilinos y sabia de mi necesidad de encontrar donde ubicarme me ofreci�
rent�rmela con una mensualidad pr�cticamente simb�lica por ser su sobrina. La
casita era peque�a pero muy acogedora, mi t�a la tenia amueblada con muy buen
gusto, en especial me encantaba la sala que estaba completamente alfombrada de
color crema y con unos muebles de cuero caf� comod�simos donde cada noche me
tumbaba a ver la televisi�n.



Aunque mis padres me enviaban peri�dicamente dinero, yo sent�a la necesidad de
trabajar en algo para distraerme ya que por las tardes al regresar de la escuela
y despu�s de estudiar y hacer mis deberes a veces me aburr�a mucho. Un d�a
buscando en el peri�dico me entere de una peque�a escuela preparatoria en donde
necesitaban una maestra para impartir clases. No es por nada pero yo hab�a sido
una alumna muy destacada en mis a�os de secundaria y preparatoria y a�n
recordaba con claridad muchos de los temas que mis maestros sol�an ense�arnos.



Pens� que podr�a tomar el empleo y que seria divertido, as� que tom� el tel�fono
y llam� al n�mero que figuraba en el aviso. Una se�orita muy educada me contest�
y le pregunt� sobre los requisitos que tenia que cumplir para obtener el puesto.
Ella me coment� que les urg�a una maestra para impartir la clase de biolog�a en
un grupo de primer grado durante tres horas a la semana en el turno vespertino,
me pregunto que si estaba interesada en una cita. Para mi era un reto
interesante por lo que acept�. Sab�a que ten�a facilidad de palabra y que a
pesar de ser algo t�mida era muy social como para convivir con los chicos.



Para no hacer mas larga la historia, solo quiero decirles que despu�s de una
entrevista me contrataron pues necesitaban con urgencia quien impartiera esa
clase. Era un viernes y comenzar�a el lunes siguiente por la tarde.



El s�bado sal� de compras, necesitaba comprar unos libros de biolog�a para
repasar un poco la materia, adem�s necesitar�a un poco de ropa para dar clases
de manera adecuada, generalmente sol�a usar jeans, minifaldas y ropa c�moda que
seguramente no seria bien vista por mis nuevos patrones, as� que me lanc� a
buscar algo mas formal. Todo el d�a me la pas� de tienda en tienda viendo
conjuntos, faldas, blusas etc. Finalmente al caer la tarde y despu�s de comprar
varias cosas vi en el escaparate de una zapater�a unas botas negras altas de
tac�n de aguja muy bonitas que se me hicieron ideales para combinar con alguno
de los conjuntos que hab�a adquirido, as� que opt� por llev�rmelas tambi�n.



La tarde del lunes lleg� y tom� el autob�s para ir a mi nuevo trabajo, estaba
muy feliz y a la vez nerviosa pues nunca antes hab�a enfrentado a un grupo de
j�venes pero ten�a confianza en que eso no ser�a mucho problema. Al llegar, la
se�orita Felicia que era la directora de la escuela me recibi� y me coment� que
tendr�a que tener un poco de paciencia pues sol�a darse el caso de que los
chicos del turno vespertino eran mas intranquilos y desordenados que los del
turno de la ma�ana, en especial el grupo que me iba a tocar. Le coment� que no
hab�a de que preocuparse, que yo me encargar�a de que todo estuviese bien.



Nos acercamos al sal�n y en efecto se escuchaba mucho desorden y gritos, no
sab�a en la que me estaba metiendo. La Srita. Felicia entr� conmigo al aula y
con el fin de implantar orden grito: "J�venes!!, hagan el favor de regresar a
sus asientos y guarden silencio", los chicos a pesar de tener fama de
indisciplinados no dudaban en obedecer a su directora a quien le ten�an mucho
miedo.



Una vez que todos estaban en sus lugares Felicia comenz� a hablar: "Les presento
a la se�orita Carolina, ella impartir� a partir de hoy la clase de biolog�a y
quiero que le tengan mucho respeto, cualquier queja acerca de ustedes les
causar� un problema, espero que se comporten bien con ella." La directora me
volte� a ver y me dijo: "Miss Carolina, la dejo con su nuevo grupo, se que se
portar�n bien con usted", con una sonrisa amable le d� las gracias y se retir�
dej�ndome sola con los muchachos.



Recordando mis a�os mas juveniles decid� aplicar m�todos que alguna vez mis
maestros utilizaron conmigo y mis compa�eros en los primeros d�as de clases. Me
costo un poco de trabajo mantener la disciplina ese d�a ya que mi car�cter nunca
fue agresivo ni autoritario, yo mas bien era dulce y consentidora. Comenc�
present�ndome y hablando un poco de mi, despu�s les ped� que me fueran diciendo
su nombre, su edad y las cosas que les gustaba hacer para irme familiarizando
con ellos. Descubr� que la mayor�a ten�an edades de entre 15 y 17 a�os y que
aunque la escuela era mixta todos eran varones.



Los d�as pasaron y extra�amente mi relaci�n con los alumnos resulto
aparentemente buena, no tuve tantos problemas como yo pensaba, lo raro es que a
otros maestros les hac�an la vida imposible y hasta se escapaban de sus clases.
En cambio conmigo era dif�cil que alguno no asistiera, por lo mismo llegue a
imaginar que era muy buena dando mi materia.



Despu�s de dos meses los chicos y yo �ramos realmente amigos, la directora y
otros maestros no pod�an creer que todo fuera tan bien entre ellos y yo. Sin
embargo, a pesar de la aparente buena disciplina hab�a un grupo de 5 chicos que
presentaban problemas con sus calificaciones as� que un d�a hable en privado con
ellos para poner un remedio al asunto. Me comentaron que ten�an dificultad para
entender algunos temas y que estaban preocupados por un examen que yo aplicar�a
unos d�as despu�s.



Debido a lo anterior se me ocurri� darles clases de repaso el fin de semana
pensando que la instalaciones de la escuela estar�an disponibles. Fue cuando
Benito, el �nico alumno de 14 a�os del grupo me dijo "Es muy buena idea lo de
repasar la materia, pero se que este fin de semana no abrir�n la escuela pues
van a pintar las aulas y dar mantenimiento, como le vamos a hacer?", a su vez
Jorge pregunto "Maestra, y si nos diera clases por la ma�anas ?", a lo que yo
conteste: "No puedo chicos, por las ma�anas voy a la universidad y no puedo
faltar", "Ya se!!!" exclamo Jaime "y si nos reuni�ramos en su casa el s�bado?",
al escuchar esa proposici�n conteste "pues..., no se me hab�a ocurrido, mas no
se si sea correcto pues vivo sola", "Ande maestra Caro!, no querr� que
reprobemos", sus palabras me hicieron sentir comprometida y sin ponerme a
analizar mucho la situaci�n les dije "esta bien, pero a las cuatro p.m., pues
tengo que ir a la universidad por la ma�ana". As� entonces la cita quedo
acordada. Aunque nunca entraban hombres en mi casa no tenia de que preocuparme
pues al fin y al cabo eran solo unos jovencitos que al parecer eran tranquilos.



El s�bado llego, asistir�a al laboratorio de inform�tica de la universidad a
capturar un trabajo que deb�a entregar para una clase. Cuando acud�a a la
universidad sol�a vestirme mas c�modamente que cuando iba a trabajar a la
escuela por lo que ese d�a me puse una minifalda escocesa roja con cuadros
negros que me quedaba muy bien, me puse tambi�n una blusa negra y al final al
escoger que zapatos me pondr�a se me ocurri� llevarme las botas negras que tanto
usaba con mis conjuntos en el trabajo.



Sorpresivamente al mirarme al espejo descubr� que con la combinaci�n
minifalda-botas me ve�a bastante sexy, no es por nada pero no soy nada fea, mido
1.65 mts, seg�n mis amigos tengo rostro de mu�equita, soy acuerpada, mis senos
son grandes y firmes, tengo unas piernas gruesas y bien torneadas, mi piel es
api�onada, mi cabello lacio me llega por debajo de los hombros y es de color
casta�o bastante claro, aunque en aquel entonces lo ten�a te�ido de rubio. Me
percat� de c�mo las botas hac�an resaltar mis muslos de una manera que antes no
hab�a visto, me sent�a provocativa y ese no era mi estilo por lo que pens� en
mejor ponerme otra cosa pero ya era demasiado tarde. De cualquier modo al
regresar de la universidad me pondr�a algo mas apropiado para recibir a mis
alumnos.



Una vez en la universidad note como me convert�a en el blanco de las miradas de
compa�eros y amigos, me repet�an una y otra vez lo despampanante que me ve�a con
mi nuevo look. Julio, uno de mis compa�eros mas atrevidos me comento que tenia
un cuerpo de diosa, pero no lo tom� muy en serio. En verdad me sent� tan
asediada esa ma�ana que casi jur� no volverme a vestir as� para salir. Por causa
de las continuas distracciones de mis compa�eros me atras� en el laboratorio por
lo que acab� a las 3:30 pm y no a las 2:00 pm como hab�a calculado.



Me fui r�pidamente a tomar el bus para regresar a mi casa, tenia el tiempo
recortado y aun tenia que cambiarme. El cami�n tardo en pasar y termine llegando
a mi casa a las 4:15, mis cinco alumnos con los que me hab�a citado ya estaban
esper�ndome. Sent� verg�enza ante ellos al llegar ataviada como estaba, ya que
sol�an estar acostumbrados a verme vestida de otra manera.



"Maestra Carolina !, que bien se ve!", dijo Benito, "En serio que esta super
guapa" coment� Jaime los otros tres chicos no comentaron nada pero se les ve�a
embobados con la mirada clavada en mi. Nerviosamente les dije "Disculpen chicos,
se me hizo tarde por un pendiente que tenia y adem�s no era mi intenci�n
recibirlos con esta indumentaria, planeaba cambiarme al llegar". R�pidamente
saque las llaves para abrir la puerta y los invite a pasar, una vez dentro les
ped� que tomaran asiento en la sala mientras yo iba a ponerme otra cosa. "No
maestra!, qu�dese ya aqu� con nosotros, no se ve mal, se ve super" me dijo uno
de ellos. Entonces me puse a analizar que ya hab�amos perdido como 20 minutos de
repaso y por lo mismo acepte iniciar.



Las lecciones que hab�a que revisar hablaban sobre los �rganos femeninos y
masculinos y la reproducci�n en el ser humano. Comenc� a tocar el tema y a pedir
que me hicieran preguntas. Con el paso de los minutos algunas de sus cuestiones
se tornaron muy p�caras y atrevidas. Jaime me pregunt� que si yo ya hab�a tenido
relaciones alguna vez, a lo que molesta conteste que no y que no las tendr�a
hasta casarme alg�n d�a. Dentro de mi reflexione acerca de eso y pens� en las
muchas veces que mis compa�eros de la universidad me hab�an propuesto de manera
indirecta acostarme con ellos as� como lo hac�an con varias de mis amigas, la
verdad siempre los rechac� debido a mi moral y a la forma tan recta en que fui
educada por mis padres. Pero eso no hac�a que no sintiese de vez en cuando
curiosidad y morbo como cualquier otra mujer, y cuando eso suced�a reprim�a
dichos deseos tratando de distraerme con otras cosas, como por ejemplo la
lectura y el estudio.





La lecci�n continuo y mientras les le�a un texto levante un poco la mirada
descubriendo que mis cinco pupilos no quitaban la mirada de mis piernas
cruzadas, fing� no verlos y segu� en lo m�o. Luego me di cuenta que con el tema
que estaba exponiendo y la forma en que yo estaba vestida se estaban excitando
ya que poco a poco se fueron formando unos bultos entre sus piernas que trataron
de disimular tap�ndose con sus cuadernos. Ah� fue cuando capte que hubiera sido
correcto cambiarme de ropa.



Comenc� a sentir verg�enza y mis mejillas se tornaron coloradas, despu�s tenia
todo el rostro rojo de pena. Javier, el mas atrevido de todos me pregunto:
"Maestra, por que se pone tan roja, que le pasa, acaso le apena el contenido de
la lecci�n?", nerviosamente le contest� que no era eso, mas no me atrev� a
decirle la verdad.



Los chicos al notarme nerviosa comenzaron a excitarse mas, estuve a punto de
pedirles que mejor se retiraran cuando Jaime coment�: "Maestra, no nos
atrev�amos, pero quer�amos pedirle un favor", no atin� mas que a preguntar que
de que se trataba a lo que Javier contest�: "Mire Miss, no nos gustan los
libros, preferir�amos conocer mejor las cosas como son", "Si, quisi�ramos ver
como son los �rganos femeninos en la realidad y no por medio de ilustraciones",
a punto estaba de reprenderlos y correrlos a todos pero sent� que me faltaba la
respiraci�n, les ped� disculpas y me met� r�pidamente a la cocina a tomar un
poco de agua ya que hab�a quedado bien impresionada con su actitud y sus
comentarios.



Decid� calmarme y enfrentar las cosas como una mujer adulta, simplemente los
reprender�a y continuar�a con la lecci�n. Entreabr� un poco la puerta para
regresar a la sala y quede verdaderamente at�nita e hipnotizada al ver que en mi
ausencia se hab�an abierto los cierres y se estaban tocando sus partes mientras
comentaban que seguido se pajeaban en sus casas imaginando fantas�as conmigo ,
por fortuna no me vieron y regres� a la cocina atemorizada. Pegue mi o�do a la
puerta y escuche la voz de Benito que susurraba a sus amigos "Ya hay que
guardarnos las pollas y subirnos los cierres, no vaya a venir la Miss y nos vaya
a descubrir" a lo que Rogelio contesto "si, si no en que problema nos metemos,
aunque ya no me aguantaba las ganas de pajearme un poco, esta buen�sima la Miss
Caro."



No daba cr�dito a lo que ve�a y escuchaba, nunca me pas� por la cabeza que a sus
cortas edades pudieran ser tan calenturientos. No s� tampoco qu� me empez� a
ocurrir ya que mi temperatura se increment� poco a poco, quiz�s al saberme
deseada por cinco hombrecitos que estaban en la sala comenc� a excitarme en
contra de mi voluntad hasta que no soporte y como acto reflejo me acomod� en una
silla y comenc� a tocarme bajo la falda y a los dos minutos ya me estaba tambi�n
tocando los senos, me desconoc�a a mi misma pues nunca antes me hab�a hecho algo
as�. Estaba tan concentrada en lo m�o que no escuch� entrar a dos de los chicos
a la cocina sorprendi�ndome con las manos en la masa. "Maestra quer�amos ver si
nos regalaba un poco de agua" dijo el peque�o Jorge antes de quedarse con la
boca abierta al descubrirme al igual que su compa�ero Javier.



No supe que hacer ni que responder, r�pidamente saque mi mano de mis ropas y
fing� demencia, "No se preocupe maestra, la vimos, pero creo que es normal, a
nosotros tambi�n nos pasa a veces." En eso los chicos faltantes se asomaron a la
puerta preguntando que qu� suced�a a lo que Javi respondi�: "Es que sin querer
encontramos a Miss Caro acarici�ndose". "Por favor no vayan a decir nada de lo
que vieron ni a sus papas ni en la escuela" les supliqu�. "No se preocupe miss,
pero tambi�n nosotros quisi�ramos que coopere con nosotros" dijo Rogelio "desde
que usted llego por primera vez a la escuela notamos que estaba bien buena y
todos los d�as no paramos de platicar en los recesos lo que dar�amos por verla
desnuda", Jorge agrego "Le prometemos que no diremos nada si nos ense�a tantito
su cuerpo.", me quede entonces con la boca abierta, estaba metida en un buen
embrollo, les ped� regresar a la sala para llegar a otro trato distinto en donde
no tuviera que hacer tal cosa.



Ya en la sala los chicos insist�an en que les mostrara mis partes, nunca hab�a
ense�ado nada a nadie, � porque hacerlo con unos mocosos ?, sin embargo sabia
que si no ced�a pod�a llegar a meterme en un problema peor. Por mi cabeza
pasaron muchos pensamientos sobre moralidad que finalmente fueron vencidos por
el estado de excitaci�n y morbo que ve�a en mis pupilos. Sin control de mi, y
sin saber lo que hacia acced�. "Esta bien", les dije "pero solo me ver�n un poco
y ya, y no dir�n de esto a nadie". Los chicos no cre�an que se hab�an salido con
la suya. no s� qu� pas� conmigo, no era yo, actuaba de una manera anormal en mi,
quiz�s por fin vencida por tantos deseos que antes hab�a reprimido con los
hombres. Sent� un morbo placentero al saber que expondr�a mis encantos ante los
chicos, mas sin embargo no iba a permitir que me tocaran.



Me puse de pie y sin decir mas me baje nerviosamente un poco las bragas blancas
que en ese momento ya tenia algo h�medas, levant� un poco la parte frontal de mi
minifalda dej�ndoles apreciar mi hermoso triangulo poblado de cabello casta�o.
"Satisfechos?" pregunt� "Oooh, maestra que hermoso es, nos dejar�a tocarlo para
conocerlo mejor?", subi�ndome de nuevo las bragas y tap�ndome con la falda les
dije que eso no seria posible, que el trato estaba cumplido. En ese momento
reaccion� y me di cuenta de que hab�a hecho algo indebido sin estar en mis cinco
sentidos lo que me empez� a causar arrepentimiento y grandes remordimientos.
Entonces Javier se dirigi� a mi "Maestra, gracias de todos modos por mostrarnos
su intimidad, me preguntaba yo si usted conoce un �rgano masculino" r�pidamente
conteste algo molesta "no!, por supuesto que no!, como les dije antes, nunca he
estado con un hombre", "Y le gustar�a conocer como es uno ?" por dentro esa
preguntilla me causo mas morbo del que ya tenia, pero no estaba dispuesta a
seguir con ese asunto, por lo que decid� a contestar que no pero para cuando
abr� la boca dos de ellos ya se hab�an sacado el pene. Deb�a estar horrorizada,
pero no fue as�, al ver dos penes juntos y por primera ocasi�n en mi vida, qued�
como hechizada.







Cuando me di cuenta Jaime que estaba sentado a mi lado hab�a puesto mi mano
sobre su sexo erecto que tambi�n se hab�a liberado. Mi primera reacci�n fue
retirar la mano pero guiada por una fuerza extra�a se lo volv� a tomar y lo
empu�e para sentirlo. "Le gusta Miss?", "Pues ..., es interesante" contest� y me
puse a acariciarlo lentamente. Estaba completamente atonita, tanto que no me di
cuenta como el resto de los chicos se despojaban de sus ropas, para cuando
levant� la vista estaban ya los otros cuatro parados frente a mi masturb�ndose
sus sexos. "Maestra, queremos aprender a tener relaciones sexuales" dijo uno,
"Pero es que yo nunca lo he hecho" contest�", "nosotros tampoco, pero hemos
visto muchas pel�culas y ya sabemos mas o menos lo que se hace, si quiere le
ense�amos". Desde ese momento las cosas se pusieron mas candentes y sin saber
como dej� de usar la cabeza y me deje llevar por mis impulsos.



No s� c�mo pero todos est�bamos en el sof� mas grande, yo estaba sentada a�n con
mis piernas cruzadas, Javier que estaba tras del sill�n acerc� su cara a la m�a
y con mirada tierna me dijo "Maestra Carolina, desde que la conoc� he tenido
deseos de besarla.", sin decir mas sent� como el pego sus labios con los m�os,
cerr� los ojos y no dije nada, su boca estaba tibia, comenz� a besarme despacio,
despu�s introdujo su lengua que trato de enroscar con la m�a, los besos se
hicieron mas fuertes aun, poco a poco desde atr�s del sill�n en donde el estaba
comenz� a rodearme con sus brazos.



Los otros chicos por el lado del frente del mueble no perd�an su tiempo, sent�
inmediatamente como por encima de mi ropa me estaban acariciando los pechos y
las piernas. Era ir�nico, yo tan recatada estaba entreg�ndome a los juegos de
cinco hombrecitos. Deshicieron mi cruce de piernas y mientras segu�a con los
ojos cerrados recibiendo los besos de Javier pude sentir mas de cuatro manos
bajo mi falda rob�ndome los muslos, se sent�a incre�blemente delicioso.



Alcanc� a escuchar como Benito le preguntaba a sus compa�eros "Le quitamos las
botas?", "No hombre" contesto Jaime, "No ves que as� se ve mucho mas buena?",
"Si, hay que quitarle todo menos las botas y las medias, no se porque pero al
verla con ellas me excito mas" opino Rogelio "Lo mismo opino, al verla as� se me
para mas, se ve mas sexy" dijo Jorge. Al oir la conversaci�n la relacion� con la
experiencia que tuve en la universidad por la ma�ana y algo me llevo a concluir
que para ciertos hombres las botas que usamos las mujeres no son un simple
calzado como yo siempre pens�, sino son objetos de erotismo. Tiempo mas adelante
me puse a investigar y aprend� que eso se llamaba fetichismo.



Deshice el beso con Javier al sentir como unas manos intrusas comenzaban a bajar
mis bragas blancas, note que era Jaime el que me las estaba tratando de deslizar
hacia afuera. Me pidieron que levantara un poco mi trasero para que la maniobra
fuera mas f�cil. Dos de los chicos levantaron mis piernas tom�ndome por las
botas para que Jaime terminara lo que tenia que hacer. Nuevamente me las
soltaron y las mantuve juntas ya que me apenaba no tener nada bajo la falda. "No
Miss Caro, �bralas", dijo Jaime tom�ndome por las rodillas que empujo hacia los
lados para separar mis muslos.



Ante la mirada curiosa de sus compa�eros, el chico se hinco ante mi y nuevamente
manoseo todas mis piernas, despu�s de eso se puso a lamerme las rodillas
subiendo poco a poco hasta llegar a mis muslos, yo sent�a como la calentura me
sub�a, tuve una sensaci�n espectacular al sentir su violenta respiraci�n junto a
mi sexo, esa sensaci�n aumento cuando comenz� a succionar a chupetones la cara
interna de mis muslos. Nunca hab�a experimentado algo as�, su lengua era
caliente y tenia una textura que me estremec�a al frotarse contra mi.



Despu�s de repetir esa maniobra varias veces me abri� mas sosteni�ndome las
piernas con los brazos y ataco su objetivo final. Su lengua se deslizaba de
arriba a abajo en mi conchita para despu�s tratar de entrar en ella. Mis jugos
comenzaban a fluir y mi vulva a dilatarse. Los dem�s muchachos se masturbaban
mirando morbosamente la escena hasta que exigieron tambi�n su turno. No se
cu�nto dur� eso, me acostaron en el sof� y uno tras otro me aplicaron el mismo
tratamiento, ah� conoc� por vez primera lo que eran los orgasmos, y no es por
nada pero los chicos a pesar de su virginidad e inexperiencia parec�a que sab�an
hacer bien las cosas. Es incre�ble lo que pueden aprender con las pel�culas esas
que imagino que ven a escondidas de sus padres.



Lo que me hac�an era fabuloso, cada vez que a uno le tocaba el turno de comerse
mi conchita los otros me besaban en la boca, me lam�an y sobaban todo el cuerpo,
rato antes me hab�an ido despojando de mis prendas hasta dejarme solo en botas.
Otra cosa maravillosa fue sentir por primera vez los masajes y succiones en los
pezones de mis redondos y firmes senos. En cada chapet�n se me escapaba un
suspiro, por la excitaci�n mis pechos hab�an crecido a un tama�o mayor al com�n
y estaban bastante duros cosa que al parecer les gustaba a mis invitados que no
les dejaban de hacer cosas. Ve�a como de cuando en cuando alguno met�a su sexo
erecto entre mis dos protuberancias apretando estas hacia adentro para frotarse
con ellas. Cada vez que sent�a una lengua tratando de colarse en mi ser sufr�a
una especie de espasmos y me retorc�a de placer hundi�ndome mas en el sof�
mientras gem�a.



Despu�s de media hora de recibir caricias y lamidas acabe casi acostada en la
alfombra mientras recargaba mi cabeza en el sof�, los chicos se apartaron de mi,
y se pararon alrededor m�o mientras sacud�an sus miembros. Yo a�n estaba entre
nubes despu�s de la tremenda manoseada.











Javiercillo se dirigi� a mi empu�ando su incre�ble arma candente dici�ndome
"Maestra, vimos como le gust� sentir nuestras lenguas en su cosita, ahora nos
gustar�a que nos hiciera algo parecido, no se si usted sabia pero tambi�n
nosotros podemos sentir rica la boca de una mujer, en especial una tan hermosa
como lo es usted."



Por un momento dude en hacer lo que me estaban tratando de insinuar, pero seria
muy ego�sta con ellos si me negaba ya que me hab�an hecho pasar hasta ese
momento experiencias inolvidables, aunque no tanto como las que me esperaban
minutos despu�s.



"Pero nunca he hecho eso chicos, quiz�s si me dicen como..." coment�, "Claro
Miss, nosotros le ense�amos, lo hemos visto en videos", a punto estuve de
decirles picarones por ver ese tipo de cintas siendo tan chicos pero de repente
record� lo que estaba haciendo y prefer� callar. "Esta bien" dije yo, "�que
hago?" pregunt�, la verdad es que era demasiado inocente como para saber mas
all� de lo que dec�an los textos de la escuela.



"Ahora nos sentaremos en el sof� con las piernas abiertas y usted se arrodillara
en la alfombra frente a nosotros", sin preguntar mas me levante de la alfombra
para permitirles acomodarse en el mueble, como era un sof� muy largo los cinco
se pudieron sentar, luego yo me arrodille despacio frente a ellos. "Espere
maestra" dijeron, y comenzaron a discutir quien seria el primer afortunado en
sentir mi boca.



Eran todav�a muy inmaduros, me quede perpleja al ver que se rifaron su turno
jugando "piedra, papel y tijeras", A pesar de sus ni�er�as y sus cortas
estaturas que me rebasaban muy ligeramente (a excepci�n de Benito), sus cuerpos
ya comenzaban a marcarse por el deporte que practicaban en sus ratos libres, se
estaban convirtiendo en hombres, sus miembros eran tan perfectos y grandes a
pesar de sus edades que podr�a jurar que esa parte ya no la ten�an como los
ni�os de las ilustraciones del material escolar.



Javier me saco de mis pensamientos al exclamar que al el le tocar�a primero y me
explic� casi a detalle como deb�a darle placer. Despu�s de escuchar su peque�a
c�tedra me dispuse a poner en practica sus instrucciones. Los otros chicos se
masturbaban mientras miraban excitados como rodeaba con mis manos tersas aquel
enorme falo acercando mis labios tibios al glande, sinceramente dudaba en hacer
aquello, me daba algo de asco al principio, por lo que dud� en seguir hasta que
o� como el chico me apresuraba ansiosamente, "ande Miss, ya no aguanto !" dijo
el muchacho.



Respire profundo y me acerque mas, luego con la punta de mi lengua le di unos
r�pidos piquetitos como el me hab�a indicado, la sensaci�n le hizo saltar
lanzando un fuerte suspiro. Rodee lentamente con mi lengua toda la punta
haciendo que el chico se estremeciera y emitiera un gran gemido. "siga Miss,
siga por favor" suplicaba, entonces comenc� a darle leves y lentas chupaditas,
Javier cerro los ojos y apret� los dientes.



Poco a poco aumente la velocidad de mis movimientos y siguiendo las indicaciones
que los otros muchachos me iban dando deje que ese falo se deslizara aun mas
adentro de mi boca hasta que despu�s de unos segundos llego a mi garganta. Tres
de los chicos ten�an su sexualidad de un tama�o que consideraba grande para su
edad aunque dentro de lo normal. Sin embargo Javier que era el mayor tenia el
miembro de mayores dimensiones. Calcule que f�cilmente sobrepasaba los 17 cms, y
tenia un grosor que me dificultaba met�rmelo en la boca, de hecho me quedaba un
trozo siempre por fuera. Era como dicen por ah�, un superdotado para los a�os
que ten�a. En cuanto a Benito aun tenia cuerpo y miembro de ni�o



Intensifique mis succiones mas y mas combin�ndolas con leng�etazos a lo largo de
aquel largo tronco, mirando como al chico se le sal�a casi el alma. El me tomo
por la nuca y comenz� a moverme la cabeza al ritmo que quiso hasta que minutos
despu�s ocurri� algo que al menos para entonces no esperaba, tuvo una gran
eyaculacion que lleno de semen mi boca a tal punto que mucho me escurri� fuera
de ella. Era algo nuevo para mi, sabia raro, como salado, estaba tan confundida
que no sabia si escupirlo y sentir asco o pas�rmelo.



"Tr�guelo Miss, vera que rico, no le har� da�o", confiando en lo que me dec�an
atin� a engullirlo para despu�s limpiarme la boca con una servilleta. Observ�
c�mo el miembro del adolescente estaba todo embarrado con el semen que le hab�a
chorreado y me propuse limpiarlo con un poco de papel a lo que el solicit� que
por favor se lo limpiara con mi lengua. D�cilmente obedec�, ya le hab�a tomado
gusto a eso de ser su esclava y dejarme llevar por sus deseos e intenciones cosa
que extra�amente me excitaba much�simo.



Ah� no termin� la cosa, los otros cuatro miembros desfilaron por turnos entre
mis labios d�ndoles un tratamiento mas o menos similar que el de su compa�ero
con la diferencia de que no acept� nuevas eyaculaciones, al menos no en mi boca,
pues aunque esa experiencia no me desagrado del todo me dej� un poco asustada.
Sin embargo a lo que le perd� el asco y le tome gusto fue a hacerles sexo oral.



Nos tardamos como 20 minutos jugando con la lengua, me ense�aron cosas como una
posici�n a la que le llaman el 69 y tambi�n me llegaron a lamer mientras yo
hacia lo mismo con alguno de sus compa�eros, as� seguimos hasta que ellos
indicaron que era hora de lo mejor. No pregunte pero obviamente sabia lo que
segu�a, reflexion� y pens� que corr�a el riesgo de quedar embarazada pues no
est�bamos tomando precauci�n alguna por lo que comente: "Chicos, creo que hemos
hecho suficiente, adem�s puedo quedar encinta, creo que seria buena idea dejar
las cosas as�". Al decir esto pens� que les sonar�a l�gico y aceptable por lo
que saldr�a librada de ser desvirgada.



Para mi sorpresa Benito insisti� "No Miss, no estamos satisfechos, yo tengo
muchas ganas de met�rsela" comento con la sinceridad de un adolescente, "No
habr� problema Miss" continuo Javier, siempre cargo con unas pastillas
anticonceptivas y condones que le tome a mi hermana por si un d�a se me llegaran
a ofrecer. Al o�r eso los dem�s muchachos insistieron mas y no se como pero
cuando me di cuenta ya me hab�an hecho tomarme una p�ldora y nuevamente estaba
recostada en el sof� con la hormona alborotada, desde atr�s del sofa Jaime
estirando un brazo me tomo de una de las botas levantando una de mis piernas y
con su otra mano comenz� a sobarme fren�ticamente los muslos metiendo de vez en
cuando los dedos en mi �rea chica. Mientras eso suced�a los otros chicos estaban
de pie frente al sof� comi�ndome con sus miradas a la vez que se sacud�an sus
falos prepar�ndolos para algo nuevo tanto para ellos como para mi.



De nueva cuenta comenzaron a discutir quien seria el afortunado que me
desflorar�a, a lo que yo comente que seria preferible comenzar con el que
tuviera el miembro mas chico para que no me fueran a lastimar. Aunque no
quedaron muy satisfechos con mi petici�n aceptaron a rega�adientes. "Entonces
primero Benito" dijo Rogelio, "Que suerte tienen los que no se ba�an" agrego
"Javier quien por l�gica seria el ultimo.



Benito feliz y con una cara de morboso se acerco a mi, como comente con
anterioridad era el mas peque�o de ellos. Mi moral pensaba que eso no pod�a
estar sucediendo, pero mis deseos eran mas fuertes y me traicionaban. "Miss,
t�mbese en la alfombra boca arriba" me pidi� con su voz aun de ni�o. Me levante
del sill�n, el estaba frente a mi, el era el �nico que tenia una estura menor a
la m�a, aproximadamente unos 2 cms menos. Los dem�s quitaron la mesa de centro
para hacer espacio, despu�s de hacer eso el lugar quedo bastante amplio para
llevar a cabo sus prop�sitos.



Me dispon�a a acostarme cuando Jorge dijo "esperen, que les parece si esposamos
a la Miss como en la pel�cula que vimos el viernes pasado en casa del Pepe?".
"Si, si !!!, pero de donde sacamos unas esposas?" le preguntaron, "yo traje un
par pensando en eso, est�n en mi mochila" contesto "voy por ellas". No atinaba a
entender que quer�an hacer por lo que pregunte cuales eran sus intenciones a lo
que respondieron "Nada malo Miss, solo se las ponemos tantito para que no use
las manos y al ratito se las quitamos.". Confi� en ellos y deje que me las
pusieran apresando mis mu�ecas tras mi espalda, despu�s de o�r el "click" me fui
arrodillando lentamente con el fin de acostarme, al fin lo hice en el centro de
la sala mirando hacia el techo con las rodillas dobladas y los muslos juntos.



Los chicos se sentaron en circulo alrededor m�o, desde mi posici�n pod�a ver que
ten�an mucho mas paradas sus armas de batalla que no dejaban de tocar mientras
se iban acercando mas y mas a mi cuerpo. Javier me tomo por un tobillo, Jaime
hizo lo mismo con el otro, me besaron y lamieron las botas y finalmente
separaron mis piernas levant�ndolas en el aire. Rogelio y Jorge me tomaron con
una mano por los hombros y con la otra jugaban con mis pechos. "Anda Beni, que
no tenemos tu tiempo!!", Benito algo nervioso al igual que yo, se arrodill�
entre mis piernas, tomo su pene de unos 9 cms que no era tan grueso como el de
sus amigos y lo gui� hacia mi recinto. Lo ten�a a punto de reventar y de un tono
colorado, por el orificio del glande le escurri� un poco de lubricante que
aprovech� para unt�rmelo embarrando la cabeza vigorosamente de arriba a abajo en
mi cerrado recinto. Los labios vaginales se me comenzaron a hinchar y cada vez
que me rozaba el cl�toris sent�a de nuevo espasmos d�ndome ganas de tocarme,
cosa que las esposas me imped�an hacer por lo que no me quedaba mas que
retorcerme mientras gem�a cerrando los ojos.



"Anda T�o, ya esta bien de lubricante" le apuraban. Benito sudoroso comenz� a
empujar su cabeza en mi, pero por lo visto no lograba entrar ni un cent�metro,
sabia que por ser mi primera ocasi�n seria dif�cil que me penetraran. El chico
intento una y otra vez pero solo lograba hacerme presi�n caus�ndome algo de
dolor por los picones. "Ejele, Benito no puede !!" dec�an sus compa�eros a tono
de burla. El chico molesto comenz� a empujar cada vez mas fuerte, esta vez mis
labios comenzaron a ceder y entr� la mitad de su cabecita la cual resbal� de
nuevo hacia afuera en cuanto dejo de hacer presi�n. "ya quiere entrar, ya quiere
entrar" dec�a mientras yo gem�a en cada intento, parte por dolor y parte por
placer a causa del frotamiento. "�ndale, a la maestra le esta gustando, ens��ale
que puedes m�s" dijo Javier por lo cual le lanc� una mirada de reproche.



El muchacho volvi� a intentar, esta vez logro con demasiado esfuerzo meter el
glande completamente pero de ah� no pasaba, sent� un dolor agudo por lo que
comenc� a rogar a gritos que lo hiciera mas despacio ya que me lastimaba mucho,
parec�a que mi sufrimiento lo alborotaba mas pues entre mas rogaba clemencia el
doblaba sus esfuerzos hasta que comenz� a exclamar victorioso "Esta entrando,
esta entrando !!!, ahora si !!!, muchachos esta entrando !!!", la peque�a barra
de carne caliente se deslizaba muy lenta pero firmemente abriendo mi hueco
caus�ndome contracciones y dolor, parec�a que ahora ya nada lo detendr�a, seg�n
iba avanzando yo gritaba mas y mas. Rogelio se inclino hasta mi cabeza y comenzo
a besarme como loco en la boca para sofocar mis lamentos.



Por fin Beni logro su objetivo, la ten�a toda dentro de mi, se quedo quieto por
unos momentos exclamando gozosamente "Miss Caro, que rico se siente !, est� bien
apretado y calientito, yo con la boca y las manos ocupadas no pude contestar.
Beni lanzo un gran suspiro y dijo "ahora comienza lo bueno!", sent� como su
miembro comenzaba ahora a resbalar hacia afuera, nuevamente me vino el dolor
pero el frotado me comenzaba a causar un placer incre�ble. Poco a poco sali�
hasta quedar en el interior s�lo la cabeza, inmediatamente me volvi� a penetrar
despacio, su operaci�n se repiti� una y otra vez aumentando la velocidad.



El dolor aunque persist�a fue haci�ndose mas tolerable y mi placer fue
aumentando. Hasta ese momento reflexione en que ya no era virgen, y que ya nada
volver�a a ser igual. Los movimientos se convirtieron en furiosas embestidas que
me obligaron a deshacer el beso con Javier para poder gritar. Con mis grandes
gemidos y lamentos el ambiente se prend�a mas y mas, afortunadamente las casas
de los lados no estaban habitadas aun por lo que no creo que alguien hubiera
escuchado algo. Benito sigui� con su faena durante unos 6 o 7 minutos hasta que
comenz� a gritar "Me corro, me corro, me corrooooo !!!", vi como apret� los
dientes y volte� la cabeza hacia arriba cerrando los ojos. Internamente sent� un
chorro de liquido caliente que me inundaba a presi�n.



"Sigo yo, sigo yo !!! gritaba Rogelio, Beni saco entonces lentamente su �rgano
que escurr�a aquel liquido blanco lechoso mezclado con un poquito de sangre,
quiz�s proveniente de la rotura de mi himen, vi como lentamente se le iba
poniendo fl�cido hasta convertirse en una cosita que para nada asemejaba lo que
hab�a visto rato antes. Beni quedo tan satisfecho que se dejo caer acostado por
un lado respirando profundamente mientras esbozaba una sonrisa placentera en sus
labios, de hecho al poco tiempo se quedo medio dormido.



Aunque sent� mucho placer con mi primer amante no logre llegar al climax,
esperaba que alguno de los otros chicos me satisficieran. Rogelio estuvo listo,
les pidi� a sus compa�eros que me soltaran los tobillos ya que el seria quien me
los agarrar�a para controlar mi apertura a su gusto. Tambi�n le cost� un poco de
trabajo al inicio pero no tanto ya que le hab�an ahorrado parte del trabajo. Me
penetr� a los pocos intentos, pens� que me doler�a menos despu�s de la follada
anterior pero no fue as�, su miembro era tres o cuatro cms mas largo y mucho mas
grueso que el de Beni. Supo controlar mejor sus movimientos y su respiraci�n
logrando mantenerse en mi mas tiempo aun.



Yo gem�a mientras los dem�s me manoseaban, Rogelio me segu�a penetrando y al
mismo tiempo jugaba con mis piernas abri�ndomelas y cerr�ndomelas,
levant�ndomelas y baj�ndomelas empu��ndome los tobillos fuertemente. En una de
esas al cerrar mis ojos para gritar sent� como un miembro voluminoso se
introduc�a en mi boca, era el de Javier, "Disculpe Miss, pero a mi me toca hasta
el ultimo y mientras debo aguantarme con algo", "Mmhhh, mmmh" es lo �nico que
pude contestar. Este sexo oral fue diferente, en vez de moverme yo, Javier se
mov�a como si follara en mi boca.



As� seguimos por diez minutos hasta que Rogelio sinti� su corrida, para mi fue
mas placentera que la de Beni. Esta vez si alcance un orgasmo, casi al mismo
tiempo que el. Pens� que Javier se iba a correr en mi boca pero retiro su polla
y dijo que quer�a reservarse para cuando llegara su momento. Estaba ya bastante
adolorida, les ped� un descanso, me quitaron las esposas y reposamos alrededor
de 20 minutos.







En el receso comentamos lo bien que la est�bamos pasando y re�amos mientras me
contaban chistes colorados que en otra situaci�n me hubieran intimidado.
Aproveche para ir al ba�o a limpiarme el semen que me hab�an dejado. Cuando
regrese vi a Benito ya repuesto. Una vez relajados y yo con un poco menos de
dolor, decidimos continuar.



El turno seria ahora de Jorge, como mencione antes, estaban siguiendo sus turnos
bas�ndose en el tama�o de sus pollas. "Miss, a mi me gustar�a hac�rselo en otra
posici�n" dijo mientras se sentaba en uno de los sillones. Tomo firmemente su
lustrosa y erecta lanza de placer de unos 14 cms apunt�ndola hacia arriba.
Javier me tomo por un brazo y me dirigi� hacia donde su compa�ero esperaba
impaciente, luego me coloco de pie ante el d�ndole la espalda con lo que Jorge
aprovech� para masajearme las caderas y mis gl�teos grandes y paraditos.



"Ahora apoye sus manos en los brazos del sill�n y comience a sentarse Miss",
trat� de obedecer y me intent� sentar agach�ndome hacia atr�s, Jorgillo me rodeo
con un brazo la cadera y mi abdomen plano jal�ndome gradualmente hacia �l. Lleg�
el momento en que sent� su cabeza caliente rozando mi vulva, me detuve un poco
mientras sent�a que acomodaba el miembro de manera correcta. "Baje Miss", me
agach� un poquito mas y sent� la presi�n del �rgano en m�. La punta del glande
intentaba entrar, Jorge me abrazo con ambos brazos y jalo mas, sent� con dolor
como mi propio peso hacia resbalar aquel instrumento de amor en mi interior
hasta que lo tuve todo adentro. Siguiendo sus indicaciones me puse a subir y a
bajar lentamente apoy�ndome con los brazos en el sill�n y las puntas de mis
botas en el suelo. El amante en turno hizo lo propio moviendo tambi�n de arriba
a abajo sus caderas. Nuestros ritmos aumentaron hasta que golpe�bamos nuestros
cuerpos con frenes� uno contra el otro.



De cuando en cuando me ped�a que me detuviera y me meneara en forma circular. La
posici�n fue aprovechada por el chico para sobarme pechos y muslos llegando
incluso a introducirme un dedo mientras continuaba con su penetraci�n. Mientras
tanto Jaime que estaba a un lado del sill�n pasaba mi larga cabellera entre sus
dedos y me daba tiernos besos y lamidas en las orejas y el cuello. Tanto placer
no me permit�a ni hablar ni opinar y al parecer a Jorge tampoco pues nos
limit�bamos a gemir, gritar y suspirar. Inevitablemente mi alumno llego a su
climax al igual que yo. Una vez recuperado el aliento observe que Jaime se
estaba acostando boca arriba sobre la alfombra. "Sigo yo Miss, me encantar�a
algo parecido a lo que hizo ahorita con Jorge, pero aqu� en la alfombra conmigo
acostado.", suspire con una sonrisa, cansada como estaba me levante despacio del
sill�n sintiendo como sal�a de mi interior el miembro ya no tan r�gido de Jorge,
luego lentamente camine hasta quedar parada pr�cticamente sobre Jaime.



Estaba de pie sobre su cuerpo con un pie a cada lado de sus caderas, a cierta
distancia debajo de mi, su sexo vibraba en espera de grandes sensaciones, se
ve�a brilloso debido a que se hab�a untado vaselina que hab�a hallado en una ida
al ba�o. "Que despampanante se ve desde aqu� abajo Miss" me dijo picaronamente a
lo que le t�midamente agradec� con una sonrisa. Segundos despu�s me comenc� a
sentar a horcajadas sobre el insert�ndomelo. Me cost� m�s trabajo que con Jorge
pues su pene era mucho mayor y m�s grueso, lo que hizo que mis avances fueran
graduales y pausados a causa del dolor.



Costo alg�n esfuerzo pero lo logre. Esta vez sent�a algo distinto, ese miembro
parec�a llenarme en exceso las paredes de mi cavidad adem�s de llegarme hasta el
fondo. Por lo mismo me fue mas dif�cil aplicarle el mismo tratamiento que a
Jorge. Gozamos como locos, despu�s de 20 minutos el chico aun no me soltaba, y
mientras nos entreg�bamos a aquel juego el me sobaba los pechos y mis piernas
que quedaban a los lados de su tronco. Tanta follada me estaba irritando el
interior de mi vagina por lo que ya deseaba terminar asi que le ped� que se
apurara pues aun quedaba Javier en espera. "no se preocupe miss Caro", me dijo
Jaime, Javier y yo acordamos hacer algo", "Que cosa?" pregunte. "Ac�rquese para
dec�rselo al o�do, es secretito", siguiendo sentada sobre el incline mi tronco
sobre su pecho hasta tener nuestras cabezas juntas "Cual es ese secreto" le
pregunte en voz baja, "Una penetraci�n doble " me susurro.



Al escuchar aquello abri los ojos impresionad�sima pero al tratar de reaccionar
para levantarme Jaime me abrazo fuertemente contra el y comenz� a besarme
fren�ticamente sin dejarme replicar. Abr� aun mas los ojos al sentir como en mi
regi�n anal un dedo me untaba algo. Gracias a una pared con espejo que hab�a
cerca pude ver como Javier se llevaba los dedos a la lengua y despu�s de manera
delicada me untaba saliva.



Mientras Jaime me segu�a follando y besando, yo trataba de safarme, agit�ndome y
gimiendo pero no lo consegu�a ya que el chico era mas fuerte que yo. Vi
espantada como Javier se untaba su monstruoso miembro con vaselina para despu�s
untarme una poca en mi estrecho agujerito. No conceb�a que ese lugar pudiera ser
penetrado y tem�a que me fueran a lastimar.



Pude liberar mi boca del beso de Jaime y le grite a Javier "Ni se te ocurra
hacer eso, por lo que mas quieras !!!", "No le pasara nada malo Maestra, al
contrario", estaba a punto de insistir en que me soltaran cuando sent� un dedo
intruso entrar un poco. La sensaci�n me dejo paralizada, "ya ve miss?, est�
rico" replic� mi peque�o violador." En eso comenz� a meter y sacar su dedo
untado de lubricante lo que ocasion� que se me saliera un gritillo de placer.
Era demasiado lo que ya estaba sintiendo, y ahora no era un solo dedo, sino dos
o quiz�s tres. Lo que sigui� fue un tormento, sent� como la cabezota del pene de
Javier trataba de entrar desesperadamente en mi parte trasera, mi ano al sentir
los empujones se contra�a desliz�ndolo de vuelta hacia afuera. Fueron mas de
veinte intentos, hasta que sent� como la presi�n me comenzaba a abrir caus�ndome
un dolor mayor que el vaginal pero al mismo tiempo una sensaci�n placentera
indescriptible. Sin poder evitarlo comenc� a gritar al ir avanzando el
deslizamiento de ese gordo y largo �rgano en mi. Los chicos que no participaban
en la penetraci�n echaban porras a sus compa�eros mientras se masturbaban
at�nitos ante el espect�culo que ten�an frente sus ojos.



Despu�s de un buen rato de gritos y sudor Javier se detuvo, hab�a introducido la
mitad y sabia que seria peligroso intentar mas por lo que comenz� a sacar
despacio lo que ya hab�a metido. El saca y mete se repiti� una y otra vez
despacio hasta que la lubricaci�n le permiti� hacerlo mas r�pido. Sent�a que me
desmayaba al sentir entrar y salir de mi interior esas dos grandes pollas.



"Terminemos con broche de oro, unanse!" grito Jaime a los dem�s. Vi como Rogelio
se hinco frente a mi cabeza y me restreg� su gran cosa en la cara para
finalmente introducirla en mi boca. Benito y Jorge que ya no ten�an por donde
ingresar en mi, se sentaron a cada lado m�o para jugar con mis senos. Mas tarde
se hicieron a un lado para permitir que mis penetradores sin salirse hicieran
maniobras para cambiarme de posici�n poni�ndome primero de lado y finalmente
boca arriba quedando ahora Jaime arriba de mi y Javier por debajo. Como Rogelio
saco en aquel reacomodo su pene de mi boca pude seguir gritando pero ahora no
era por dolor, sino por el placer mas intenso que he sentido en toda mi vida.
Mis gritos no tardaron en ser ahogados nuevamente con el miembro de Rogelio. Los
embates de los tres chicos aumentaron a un nivel fren�tico hasta que los cuatro
llegamos al m�ximo placer. Por su parte Benito y Jorge tambi�n se hab�an
chorreado sobre mi por la excitaci�n. Despu�s de exhalar fuertes suspiros todos
nos quedamos como dormidos por lo exhaustos que est�bamos. Dentro de mi sent�
como los chicos volv�an a su flacidez. Mas tarde deshicimos los abrazos y nos
apartamos.



Mi cuerpo estaba lleno de sudor y semen que traviesamente me untaron para darme
una ultima manoseada. Les permit� usar el ba�o para asearse quedando tirada y
completamente sola en la alfombra. Ah� trate de usar la l�gica para tratar de
entender todo lo que hab�a pasado, pero que importaba, estaba super satisfecha
despu�s de experimentar aquella org�a no planeada. Ni mis amigas mas atrevidas
hab�an experimentado algo as�. Claro que nunca lo supieron, de hecho nadie lo
supo hasta ahora. Pacte con los chicos que lo sucedido seria nuestro secreto,
ellos aceptaron y me agradecieron el haberles permitido cumplir en mi sus
fantas�as.



D�as despu�s usando pretextos falsos renuncie a mi puesto en la escuela pues no
cre� correcto seguir conviviendo con los chicos que me iniciaron y por el temor
de que algo nuevo fuera a suceder. Aunque mi experiencia fue fant�stica no volv�
a dejar que un hombre me tocara hasta que contrajera matrimonio pues no querr�a
descarriarme mas. Durante mucho tiempo cuando estaba a solas recordaba aquellas
vivencias con los chicos y de hecho aun las sigo recordando caus�ndome mucha
excitaci�n. Mas adelante pude comprar una PC y aprend� a calmar mis �mpetu
vali�ndome del cibersexo y el anonimato en la red.



Hoy en d�a estoy felizmente casada, en un principio hab�a decidido no contarle
nada a mi marido, pero con la confianza que el me brinda y nuestra gran relaci�n
se lo he terminado confesando. Para mi sorpresa no me lo ha reprochado nunca, en
vez de eso me pide cada cierto tiempo que le cuente de nuevo detalles de mi
aventura con lo que se pone como loco, me atav�a con botas y aunque no puede
hacer el trabajo de cinco me brinda un gran placer que lo compensa. Pens� que
seria excitante compartir el relato que est�n terminando de leer y por eso es
que lo he publicado en internet. Mi esposo tambi�n me confes� algunas de sus
vivencias de soltero y varias de sus fantas�as actuales, dice que se calienta
much�simo cuando imagina que me observa mientras soy pose�da por uno o m�s
desconocidos. Me ha invitado a hacer su fantas�a realidad, pero no me he
decidido, si lo llego a hacer eso ser� ... otra historia.


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


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Relato: La Iniciaci�n de la Maestra Carolina
Leida: 11160veces
Tiempo de lectura: 29minuto/s





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